DISCLAIMER: InuYasha y Co. son propiedad de Rumiko Takahashi. La siguiente narración es creación propia y está hecha sin fines de lucro, con el propósito de entretener a los lectores.

SUMMARY: [Serie de Viñetas] Tras la derrota de Naraku, todo es diferente. Las cosas cambiaron, pero la vida que tenemos es muy distinta a la que imaginé. Sin embargo, debemos seguir apoyándonos, porque eso es lo que nos hace estar tan unidos. Porque eso es lo que querría la señorita Kagome.


Hook us up


Después de un largo y agotador día, finalmente hay silencio en mi hogar. Las gemelas tardaron más de lo habitual en quedarse dormidas, pues no dejaban de comentar todas las cosas que querían hacer cuando su hermano pudiese jugar con ellas; por su parte, el pequeño Shin demandó mucho de su madre, pues en cuanto lo apartaba un poco, rompía en llanto. Sonrío con calma, cubriendo nuevamente a las gemelas con la manta, ya que se destapan cada tanto al moverse.

—Espero que Shin no sea tan inquieto al dormir.

Río por lo bajo ante las palabras de Sango, porque sé que es probable que no sea así.

—Sólo podemos esperar, aunque sospecho que necesitaremos mucha ayuda para cuidar de los tres.

—Es verdad —sonríe levemente, acomodándose para mirarme de frente —. Por cierto, me extraña que InuYasha no haya aparecido en todo el día…

Suelto un suspiro, recordando lo ensimismado y pensativo que ha estado el último tiempo y haciendo una mueca, seguro de que en estos momentos se siente más nostálgico que de costumbre.

—Sí, supongo que quería evitar el caos del primer día…

XCIX —

"Family"

Sango también suspira, adivino sin dificultad lo que está pasando por su mente, porque no es primera vez que InuYasha prefiere alejarse y anda perdido en sus pensamientos. Acomoda mejor al pequeño a su lado y luego busca mi mano, entrelazando nuestros dedos.

—No debe ser fácil… ya han pasado tres años y debe extrañarla mucho —comenta, con la preocupación evidente en su rostro —, igual que nosotros. Sólo que para él, es diferente…

—Es cierto. No le gusta hablar mucho del tema, pero una vez me dijo que había otras personas que también amaban y necesitaban de la señorita Kagome…

—Es triste saber que, a pesar de que no lo dejamos solo, jamás podremos suplir su falta…

Presiono mis dedos contra los suyos y le dedico una mirada profunda, compartiendo su preocupación. Miro a los pequeños junto a nosotros y esbozo una sonrisa, consciente de que todo ha sido algo contradictorio para nuestro amigo.

—Es verdad, pero estoy seguro de que para InuYasha, nuestra compañía, el apoyo que le brindamos y la confianza de hacerlo parte de nuestra familia, significan mucho y nos agradece que sigamos aquí.

Ella también esboza una sonrisa como única respuesta a mis palabras, después de todo, ambos sabemos que no podría ser de otra forma. Vuelve a acomodarse, yo la ayudo a ordenar nuevamente las mantas y luego me indica que dormirá, ya que fue un largo día para ella. Me recuesto un momento a su lado para intentar descansar, pero tras un rato me doy cuenta de que no puedo conciliar el sueño, por lo que decido salir a respirar algo de aire fresco, esperando que eso me ayude.

—Tus hijos estuvieron demasiado inquietos hoy.

Me alivia escuchar la voz de mi amigo justo en el momento en el que pongo un pie fuera de mi hogar. Lo observo con atención, se encuentra sentado junto a la entrada, con la espalda apoyada en la pared y la mirada fija en las estrellas sobre nosotros.

—Bueno, Shin resultó ser más activo que las gemelas al nacer, y ellas estaban muy animadas con su llegada, así que no las puedo culpar.

—¿Así que Shin…? Es un buen nombre —finalmente me mira, aunque no oculta la melancolía en sus ojos —. Felicitaciones y perdona por no haber venido antes, es sólo que…

—Descuida, está bien —lo interrumpo porque sé que no desea hablar sobre lo que lo mantuvo lejos durante el día —. Lo entiendo.

Sólo hace una mueca en respuesta y vuelve a mirar el cielo, como si la solución a su problema se encontrara ahí. Lo imito por unos instantes y luego de algunos minutos, vuelve a romper el silencio.

—¿Crees que volverá? Hoy fui de nuevo al pozo, pero sigue igual…

Percibo la incertidumbre en su voz, algo que hace mucho tiempo no sentía. Me siento a su lado y mantengo mi vista en el cielo por unos segundos antes de responder.

—Sé que ya son tres años y que te ha hecho falta todo este tiempo —digo con cuidado, logrando que él fije sus ojos en mí —. Sin embargo, también sé lo profundo que son sus sentimientos y la conexión que formaron. Una vez me dijiste que sentías que la volverías a ver, y yo confío en eso. ¿Sigues sintiendo lo mismo?

Vuelve a mirar el cielo nocturno y después de un momento sonríe levemente, estoy seguro de que ha encontrado la respuesta que necesitaba.

—Eso no ha cambiado. Es sólo que el tiempo pasa y quisiera tenerla a mi lado…

—Lamento no poder ayudarte con eso…

Nuevamente me observa y amplía su sonrisa, dándome un suave golpe en el hombro.

—Me han ayudado de muchas otras formas —comenta y luego mueve sus orejas antes de ponerse de pie e indicarme que haga lo mismo —. Ahora, será mejor que vuelvas adentro, tu bebé acaba de despertarse. Yo estaré bien.

—De acuerdo, sólo no te pierdas tanto.

—No te preocupes, mañana vendré a comer con ustedes.

Se despide con un gesto y se aleja hacia el Árbol Sagrado, yo le hago caso y vuelvo a la habitación en donde me encuentro con que InuYasha tenía razón y Shin está llorando. Lo tomo en brazos para calmarlo, sintiéndome más tranquilo después de conversar con mi amigo, pues ahora sé que sólo necesita tiempo pero que no ha olvidado que estamos aquí para lo que necesite, porque somos una familia.

Palabras sin incluir disclaimer ni notas: 925


¡Hola de nuevo! Tal como dije en la entrega anterior, acá les traigo la penúltima viñeta de este fic que me ha acompañado por años. Agradezco mucho a todos los que se han dado un tiempo para leerlo, y también a mi querida beta Retsu, por tenerme tanta paciencia y apañarme siempre en mis proyectos.

Por ahora los dejo, pero antes de lo que esperan, les traeré el último capítulo. Hasta entonces, un abrazo.

Yumi~