Asuka Tachibana. Supongo que a lo mejor recuerdas, pero puede ser que te acuerdes de ella ya que no fue alguien que te hizo bien en el pasado. Bueno, es culpa del Patriarca Sage haberla llamado así, pero ni modo, Regulus siendo niñera de Hikari, pero bueno, es el antecesor de Honoka, ¿Qué más se puede esperar? Y no, es al revés, yo no le hablaba a Asuka, pero vamos resolviendo las cosas, fue una pelea por algo, solo Franco lo sabe, pero meh, resolveremos las cosas. Acuario… tendrás algo de eso. ¡Y también lo siento! Es que el fic lo leí hace tiempo y para que me acuerde de muchas cosas tengo que leerlos de vuelta y como los borraste hace tiempo, pues lo olvidé, lo siento mi estimada Ángel… o, mejor dicho, súcubo.

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Yuzu Araki. Hiciste lo que pocos hicieron en la historia, aparte de que Hikari hizo algo bueno ayudándote, Regulus es la vida pasada de Honoka, es más que obvio que estaría encantada con él. Hyoga o alguno de ellos… puede ser, quien sabe. Eres una leyenda, pero como dije, cierto Géminis que es cuñado difundió rumores tuyos y con lo de Asuka… ya veremos.

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Franco Yuzaki. Te entiendo, supuse que harías algo así jeje. La parte de Asuka no fue nada agradable en el pasado, aparte de que esa amistad no era tanto así y sí, te equivocaste un poco ya que Gilga y Enkidu eran enemigos, pero se hicieron muy amigos, gracias DLH. Bah, me enojé con Asuka por eso, pero de igual forma se me está pasando, yo que tú le digo al que te hace los sprais que Asuka va por ti, y con Ai… no lo sé, sigue enojada, no acepta excusas jaja.

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Sin más, comencemos…

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POV Asuka.

Muchos años atrás, cuando todo el universo se había creado, todo era paz, sin embargo, cuando los dioses comenzaron a crear vida, todo era muy bello, de hecho, luego de muchas eras vinieron muchas cosas más, entre ellas… sho.

Actualmente soy Asuka Tachibana, sin embargo, en el pasado no llevaba ese nombre. Verán, según Wikipedia u otros medios, los súcubos somos una gran cantidad de demonios.

Y sí, soy un súcubo, no es por presumir, pero la verdad es que estoy buenísima desde que tengo uso de memoria, solo miren los pechos, caderas y trasero que tengo. Cuando todo inició, nacieron los súcubos y anduvieron libres por el mundo esparciendo el amor y la sexualidad, aunque de vez en cuando nos acostábamos con muchos humanos o provocamos sueños húmedos y tomamos algo de esa energía.

No nos malinterpreten, somos como los humanos normales que viven con muchas cosas, incluso comida y agua, pero la verdad es que somos más poderosos. Bueno, ahora les contaré mi historia.

Yo nací hace muchos siglos en la Grecia Mitológica, sin embargo, fui una súcubo con mucho poder, algo que los demás de mi rango estaban sorprendidos, podríamos decir que era igual o más fuerte que los de élite, sin embargo, mi vida como súcubo no fue nada buena ya que como era alguien fuerte desde niña, muchos de alto nivel me tenían envidia y me aborrecían.

- Cuidado, ahí viene esa chiquilla.

- Joder, como es que alguien como ella tiene ese poder, nosotras hemos batallado mucho para obtener estos poderes y ella solo nace y tiene ese poder, que asco.

- Qué asco esa tipa, mejor ni te le acerques.

- Te va a violar cuando duermas, mejor aléjate.

Si, eran muchos comentarios que me daban en nuestro mundo, que rabia me da tan solo de acordarme. Mi yo de pequeña poseía el cabello rubio y los ojos rojos, eso era peor ya que me tomaban como si fuera un monstruo, incluso cuando mis cuernos eran pequeños y mi cola era normal., ¡solo era una niña pequeña!

Ni que decir que no tenía amigos, no sabía que era tener alguna amistad, sin embargo, un día conocí a una chica la cual poseía el cabello rojizo y esta llegó a donde estaba entrenando un día.

- ¿Así que tú eres la famosa Asoúka? Aquella súcubo que nació con mucho poder.

- Sí… lo soy – respondí algo tímida porque no era de hablar mucho con muchas personas, era todo un caso cuando era infante.

- Comprendo, mira, me llamo Lilith – ella se presentó y llegó a donde estaba yo – mira Asoúka, sé que eres capaz de mucho, sin embargo, si sigues con esa actitud de tímida y todo, no llegarás a nada.

- ¿Tímida? Pero yo no… - ella no me dejó continuar ya que se apoderó de mis labios, nunca me había tocado vivir esto, sé que muchas de nosotras somos lesbianas, otras que, si van con algunos humanos para follarlos y comerse sus sueños, yo soy más tranquila en ese sentido. Lilith tuvo la osadía de meter su lengua en mi boca, haciendo que nuestras dos lenguas se enrollaran, sin embargo, tengo que admitir que me gustó eso y cuando se separó, esta solo me miró de forma lujuriosa.

- Vaya que besas bien, me gusta eso.

- Tu…

- No te preocupes, mira que me gusta mucho las tipas como tú, con ese cuerpo bastante bueno y ardiente, me dan ganas de follarte todo el día – o sea, esta tipa cree que soy fácil, sé que tengo un cuerpo de infarto para cuando tenía esa edad, pero que me dijera que ya me quería coger solo porque me miro genial.

Créanme, eso no paró ahí, fui débil, lo admito, pero es que Lilith tenía un cuerpo que… uf, era genial en la cama, sin embargo, esta me consideraba más un objeto sexual que una amiga. Eso me molestaba bastante.

Un día salí por el mundo humano, sé que no debería hacer eso porque éramos mal vistos, de hecho, cuando había varias bestias rondando por el mundo, parecían ser vistos con algo de calma o con miedo… esta última opción era para nosotros los súcubos. Como dije, Lilith me consideraba su mejor amiga, aunque la verdad no era tanto así que la miraba, solo poníamos decir que era mi primera amiga.

Sin embargo, todo me cambió ese día y que sería algo que trascendería a través del tiempo.

Un día pasando por una aldea de Grecia, se encontraban varias casas con muchos chicos y chicas jugando, sin embargo, para evitar ser vista extraña, me tapé mi cabeza para que mis cuernos no eran vistos, mi cola estaba envuelta en mi cintura escondida. Cuando pasé por allí, decidí pasar por el lago que estaba en esa aldea, mientras miraba mi reflejo en el agua, estaba triste por todo lo que pasaba, era alguien solitaria, sin embargo…

- Oye, ¿estás bien? – me preguntó una chica que supongo que tendría unos 20 años, tenía un buen cuerpo, ella poseía el cabello morado oscuro casi negro y los ojos negros, su cuerpo era bueno, tenía pechos de buen tamaño y era hermosa.

- E-Este… creo que sí, estoy bien.

- ¿Por qué tan sola?

- B-Bueno, no conozco a nadie, es la verdad.

- ¡Yuzuriha, encontré unos pescados! – se acercaron dos chicos, mirándolos bien y recordándolos, uno de ellos tenía el cabello celeste y los ojos del mismo color y parecía vestir con ropa del antiguo Japón, como si de un ninja se tratase, aunque para aquel entonces no existieran; mientras tanto el segundo tenía el cabello azul oscuro y los ojos de un verde muy oscuro y parecía ser el más joven de los tres.

- ¿Y ella quien es Yuzuriha?

- Ella es… este… ¿Cómo te llamas?

- Soy Asoúka.

- Un gusto Asoúka, me llamo Yuzuriha – se presentó la peli morada – y ellos son mis amigos Níntza y Giouzáki.

- Un gusto Asóuka – dijeron ambos – por cierto, vamos a ir a nadar al lago, ¿quieres venir?

- ¿P-Puedo?

- Adelante, si no tienes algún problema, puedes hacerlo – sonrió la joven que ahora conocía como Yuzuriha, ella me daba una sonrisa la cual podía ver que no era algo falso o que solo buscaba cosas sexuales de mi… ella no era así.

- Vamos – los 4 fuimos a la zona del lago en donde estaríamos bañando, sin embargo, recordé que sí me quería meter, tendría que quitarme la ropa y mis cuernos y cola serían descubiertos, no me quiero imaginar que me dirán.

- ¿Pasa algo Asoúka?

- N-No… nada, solo que… - sí, como si fuera un anime de esos baratos, me tropecé llegando a la orilla y mi ropa de encima se cayó revelando mis cuernos y mi cola.

- Oye… tú eres un… ¿súcubo? – al decir eso, fruncí un poco el ceño sin verlos a la cara, ya sabía lo que me esperaba, otro rechazo como siempre lo había hecho.

- Eso es genial – dijo Níntza el cual miró de cerca mi cola y mis cuernos – no había visto nunca un súcubo.

- Ya veo, eso es genial también si te soy sincero, escuché que eran bastante extraños, pero parece que no – Giouzáki habló, aunque parece que él sea un pasivo, parece buena gente – no sabía que eras un súcubo, pero te ves bien.

- ¿Eh? – la información que acaba de recibir no la podía procesar bien, de hecho, ellos no estaban asqueados, asustados o indignados por que fuera un súcubo, ellos estaban calmados con eso – en serio… ¿no les molesta lo que ven?

- ¿Por qué deberíamos molestarnos?

- Bueno… es que mucha gente nos mira como algo horrible… me ha tocado vivir en soledad porque soy alguien que tiene mucho poder y bueno… las personas de mi mundo me tienen miedo y asco, por eso es que me sorprende que no hayan reaccionado como ellos.

- Oye, no es como que sea algo malo, después de todo, solo eres alguien que quiere ser querido y amado, eres como una humana.

- Pero si soy un súcubo.

- Que importa, vamos a jugar – las palabras de los chicos me dejaron consternada, era algo insólito para mí en ese entonces, era la primera vez que alguien me hablaba de forma normal y me tomaba como alguien normal, a diferencia de Lilith con la cual solo me tomaba como alguien para acostarse cuando tenía rato.

Esa fue la primera vez que pasé tiempo de calidad con ellos, pero eso se volvió algo normal a lo largo del tiempo, de hecho, durante todo un año estuve con ellos jugando en el mundo humano y realmente pude saber que era tener unos amigos fieles.

Lo pasamos bien, para que mentirles. Fueron los mejores días de mi vida en aquel entonces y lo pasamos de puta madre, fiestas, salidas y muchas pláticas, por fin tenían personas que podía llamar amigos y los veía casi como mis hermanos, de hecho, con Yuzuriha-chan me hice pareja, aparte de que era algo calmada, por eso la consideraba pasiva, lo mismo que Gioúzaki-chan, tiene ese aire de pasividad que no se puede ver en otra persona. Sin embargo, no me di cuenta de que Lilith me estaba vigilando todo el tiempo que pasé con los chicos, esto fue más evidente cuando volví a mi mundo.

- ¿Dónde estabas? – preguntó con evidente molestia, lo podía sentir en sus palabras.

- ¿Cómo que donde estaba? En el mundo de los humanos pasándola con mis compas de allá.

- ¿Compas? ¿De qué hablas?

- Oye, ¿podrías dejar de hacerme preguntas? Me asusta mucho.

- Asoúka, definitivamente creo que deberías dejar de estar juntándote con ellas, no creo que sea sano.

- ¿Cómo que no es sano? ¿De qué hablas?

- Estar con humanos no creo que sea sano para ti, yo que tú me alejo de esos tipos.

- Lilith, deja de decir esas cosas que me molesta, ellos son mis amigos y me han demostrado que no son falsos como muchos que hay en nuestro mundo.

- ¡¿Estás escuchándote lo que dices Asoúka?!

- ¿Por qué te molestas mucho? – esa tipa se acercó a mi acorralándome contra la pared y apoderándose de mis labios haciendo que el beso fuera demasiado fuerte para mí, sin embargo, por primera vez sentí algo extraño con ella, no es como si fuera algo normal esto, el beso se sentía extraño en sí, así que me separé de ella – ¡deja de hacer esa mierda!

- ¿Por qué te alejas?

- Me largo de aquí – sin mirar atrás, me fui de ahí, definitivamente Lilith es alguien que debí tener más cuidado, pero era demasiado ingenua en ese momento de mi vida.

Luego de eso… comenzó el calvario.

Me di cuenta que la cosa estaba muy mal cuando se produjo la primera guerra santa entre Hades y Athena y todo el mundo estaba con una gran tensión. El dios del inframundo venía con muchos espectros los cuales decían que no podían morir, los Jueces del Inframundo: Minos de Grifo, Aiacos de Garuda y ¡RA! ¡DA! ¡MAN! ¡THYS!

Jeje, lo siento. Y Radamanthys de Wyvern, los atenienses iban con sus Caballeros y todo para pelear.

- Me iré a pelear en contra de los espectros de Hades.

- Pero volverás ¿verdad? – preguntó Yuzuriha-chan preocupada, obvio estaba así porque posiblemente no podría volver sana y salva.

- No se preocupen, por muy fuertes que sean los rivales que enfrentaré, soy fuerte y no podrán conmigo – me acerqué a mi pareja dándole un beso en los labios – Yuzuriha-chan, volveré.

- Eso espero.

- Te lo dejamos en tus manos, vuelve a salvo Asoúka – asentí y me fui del sitio, muchos súcubos pelearíamos a favor de Athena, sin embargo, pensé en volver a verlos luego de la guerra.

Cuanto me equivoqué.

La primera guerra contra Hades fue muy jodida, les contaría todo, pero para no aburrirlos, podría decir que fue muy violenta. Aunque yo me llevé una gran parte de dolor, muchos espectros eran duros, peleé contra los dioses gemelos, sin embargo, casi muero en el intento, pero logré vencerlos, puedo ser un súcubo de gran nivel, pero estoy al nivel de Thanatos e Hypnos, no soy rival para Hades.

Oigan, seré poderosa, pero no me comparo a un dios olímpico, me harían papilla.

La guerra se ganó y pude ver en primera instancia al Caballero de Pegaso de esa época, incluso noté que el tipo tenía a una chica muy parecida a Kanon-chan… ¡eso explica porque dicen que la vergüenza española tiene el alma de Pegaso!

Cuando volví a la aldea en la que vivían mis amigos, pensé en encontrarme con ellos, estaba golpeada y con mucho dolor en el cuerpo, pero con tal de estar con mis amigos, valía la pena.

Llegando… pasó algo…

Encontré el peor escenario posible.

- ¡Yuzuriha-chan! ¡Níntza-kun! ¡Gióuzaki-chan! – corrí al ver a mis amigos muertos… sí, muertos. Yuzuriha-chan estaba con varios cortes en el cuello, Níntza-kun tenía varias marcas de arañazos en su estómago haciendo que sus tripas salieran por ahí y Gióuzaki-chan estaba con múltiples cortes en todo el cuerpo. Yo solo me detuve tomando los tres cuerpos y llorando a mares por sus muertes, no podía creer, ¿Quién les había hecho eso?

- Vaya, que buen espectáculo es este – exclamó una voz detrás de mi apareciendo y fue justamente Lilith.

- Tu… ¿Qué hiciste?

- Estaba harta de que siempre estuvieras con ellos poniéndoles más atención que a mi… así que hice lo que cualquiera haría… matarlos.

- Tu… ¡¿Cómo te atreviste a matar a mis amigos y mi novia?! – exclamé con dolor e ira mirando a la peli rojiza.

- Eran un estorbo, solo los maté rápidamente, creo que ni lo vieron venir – esa tipa comenzó a reírse, odié eso – cada vez que te alejabas de mí, estaba cabreada porque me quitaban mi fuente de poder.

- ¿Fuente de poder?

- Así es Asoúka, solo te estaba utilizando para tomar parte de tu poder – Lilith comenzó a emanar un fuerte cosmos, era por eso que me besaba mucho, ¡la muy puta me robaba mi poder!

- Serás… desgraciada…

- ¿Y qué harás Asoúka? ¡Tengo tu poder y no podrás hacerme nada!

- Eso es lo que crees – me levanté dejando a mis amigos en el suelo, quería llorar, pero no lo haría ahora, debía matar a su asesina. Sin más, comencé a caminar hacia ella con una furia enorme.

- ¿Qué me harás? ¿Vas a golpearme o qué?

- ¡No te perdonaré! Lo siento chicos, pero… usaré esta forma que juré nunca usar – susurré elevando mi poder a un nivel bastante alto, no recuerdo nada más de eso, pero la furia me invadió. Como súcubo tengo una transformación la cual me hace perder por completo la realidad de mi alrededor, por lo que no recuerdo nada de lo que pasó en esa pelea, pero me desperté con un dolor de cuerpo totalmente horrible, el sitio estaba todo destruido.

Miré a mi alrededor y noté que Lilith estaba empalada con lo que parecía una garra de mi transformación, de ahí, decidí congelar su cuerpo en un bloque hecho de hielo, cosas que tengo porque nací bajo el signo Acuario, solo que no manejaba muy bien. Con mis fuerzas que me quedaban, lancé el bloque de hielo hacia el lago en el que tantas veces nos la pasamos bien mis amigos y yo.

- Chicos… lo siento mucho… - caí rendida ante mis heridas, la transformación bestial mía está prohibida ya que consume toda mi energía vital y me fui de este mundo y cuando caminaba al mundo de los muertos para reunirme con mis amigos, me di cuenta de que no estaba sometida al poder de Hades, sí, es porque tenía el Octavo Sentido activado lo que me permitió llegar al Inframundo sana y salva, sin embargo, decidí irme a la guarida de Hades, donde solo estaba su esposa Perséfone.

Llegando, de suerte no estaban los Jueces del Inframundo por lo que fui a ver a la reina del Inframundo, Perséfone la cual me reconoció ya que muchos súcubos andaban por estos lares.

- He escuchado hablar de ti súcubo Asoúka y también sé por lo que vienes – exclamó la reina del inframundo mirándome, asentí y me puse sentimental al ver las almas de mis amigos.

- Sí… sé que a lo mejor morí por mi transformación, pero es que quiero seguir con ellos.

- ¿Por qué tanta insistencia con ellos? Son solo humanos y tú eres un súcubo de alto nivel.

Soundtrack: Sis Puella Magica.

Samia dostia

Ari aditida

Tori adito madora

Estia morita

Nari amitia

Sori arito asora

Semari aisi isola matola

Soribia doche irora amita

Samaria dose ifia mio lora fia sia adora

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- Porque por primera vez en mi vida no me sentí sola estando con ellos, me tomaron como a alguien más de su grupo, supe lo que era la amistad, el amor, el compañerismo, todos los valores que los humanos adoptan, finalmente lo entendí todo y yo… - las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos – quiero volver a vivir con ellos eso… por favor se lo pido reina Perséfone del Inframundo, quiero volver a verlos y estar con ellos tres de nuevo.

- ¿Estás segura de querer volver a vivir con esos humanos?

- Sí – exclamé con la voz casi rota – por favor… quiero volver a pasar tiempo con ellos.

- Está bien – la mujer elevó su cosmos haciendo que de mi alma salieran tres lazos hechos con cosmos llegando a las espaldas de Yuzuriha-chan, Níntza-kun y Giouzáki-chan atándolos y sin más, estos desaparecieron.

- ¿Qué pasó?

- Ellos quedarán atados a ti por toda la eternidad, sus almas reencarnarán al igual que tú.

- ¿Y-Yo?

- Sí, tu alma junto con la de ellos reencarnarán por siempre, no importa que época sea, ustedes siempre se reunirán y estarán juntos no importa si son o no del mismo país o continente, no solo eso Asoúka-san – Perséfone siguió hablando – ellos reencarnarán con la mente blanca, no recordarán nada de sus vidas pasadas, pero tú sí, serás un súcubo siempre y que recordarás todo desde ahora hasta tu última vida que vivas.

- Y-Ya veo – sonreí por lo bajo – con tal de verlos de nuevo… no me importa, esa puta de Lilith no quiero verla de nuevo.

- Puedes irte en paz Asoúka, espera a que reencarnes… no, Suikyo.

- ¿Eh? – eso me impresionó mucho, es un secreto bastante grande, de hecho, se supone que solo entre los súcubos sabemos eso – reina Perséfone, ¿Cómo…?

- ¿Qué cómo se tu nombre de demonio? Al morir se revela todo sobre cada ser vivo y sé muy bien que ese nombre, Asoúka, es solo para que los humanos lo pronuncien, pero nada escapa de mí, tu verdadero nombre es Suikyo ¿o me equivoco?

- No… - sonreí por lo bajo – me descubrió.

- Reencarna… Suikyo – no recuerdo nada después de eso, cuando menos acordé, estaba en un nuevo cuerpo en un pueblo el cual estaba donde hoy es actualmente España.

Y así fue, reencarné varias veces más y la pasamos genial durante muchos siglos, fueron diferentes momentos que vivimos con ellos, diferentes nacionalidades, distintos continentes, vi toda la historia de la humanidad ante mis hijos y siempre… renacía como una persona nueva y ellos también, incluso los veía morir, pero ahora sabía que volvería a verlos.

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Fin POV Asuka.

De vuelta a la época actual…

- Parece que ya recordaste todo tu pasado Asoúka.

- Deja de decirme así, ahora soy Asuka – exclamó la rubia la cual seguía en pose de combate – y nunca te perdonaré por tratar de robar mi poder y el haber matado a mis amigos de aquel entonces.

- Uy, parece que la perra se enojó, ¿Por qué te pones así Asoúka? ¿Por qué no te los pudiste coger o algo así? ¿O sí se te quitó la calentura con esa noviecita tuya que disfruté matar?

- Me estás… enojando… - susurró la argentina elevando su poder demasiado, pero estaba controlándose por sus hijos los cuales solo miraban a su madre.

- ¿Qué pasa? ¿No me atacas por esos estúpidos bebés tuyos?

- A mí me puedes insultar todo lo que quieres, pero a mis pequeños no los mencionas – exclamó – Lionel, Sergio, Ángel, Kenshin y Seiya, perdonen por lo que va a hacer mamá, pero tengo que matar a esta tipa.

- Asoúka… ¡ven a retarme!

- ¡Allá voy! – la batalla entre súcubos comenzaba.

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Tras bambalinas.

- Guau, eso es extraño – exclamó Franco – entonces quieres decir que somos reencarnaciones de las almas de tus amigos en el pasado ¿es así?

- Sí, soy como su madre ya que los he visto en todas sus anteriores reencarnaciones – decía Asuka la cual tomó a Ninja, Franco y Yuzu en un fuerte abrazo hundiendo a los tres en sus pechos – por eso los quiero como mis hermanos menores y estaremos juntos por toda la eternudad.

- A-Asuka… no respiro bien…

- O-Oye… Tachibana-san… me ahogo…

- No digan boludeces, los quiero a los tres – la rubia seguía con lo suyo y por más suplicas que lanzaron los menores, estos no pudieron despegarse de los pechos de Asuka, no fue hasta que Franco y Ninja lo hicieron, pero Yuzu siguió apresada entre los dos pechos grandes de la argentina – por cierto, creo que hay alguien que te quiere ver Franco-chan.

- ¿Eh?

- Franco-kun – Ai llegó al sitio y esta se fue al lado del peli azul el cual estaba bastante extrañado por ver a la gyaru.

- Ai.

- Lo siento… lamento lo de la otra vez, creo que me enojé, pero escuché a YuzuYuzu y es cierto, muchas veces cambian los gustos… siento eso.

- No te preocupes, entiendo que te hayas molestado… – Franco fue interrumpido cuando la rubia de Nijigasaki lo abrazó poniendo su cabeza en sus pechos.

- En verdad lo lamento.

- Creo que me gusta aquí – susurró el peli azul mientras este no se movía de donde estaba, pero en eso, alguien más lo abrazó por la espalda y se dio cuenta de quién era – ¿Yu?

- Franco-kun, sabemos que ya va a ser tu cumpleaños, por eso con Ai-chan... – la peli negra de coletas verdes se le acercó al oído – vamos a darte una antelación de tu cumpleaños.

- Sí, vamos – ambas chicas se llevaron al joven argentino el cual miró que también estaban Hanayo, Rin y Keke esperándolo.

- Lo siento chicos, pero este hombre tiene que cumplir con su deber – susurró Franco yéndose del sitio.

- ¿Qué hay de ti Ranita-chan? ¿Ya te reconciliaste con mi hija?

- Sí, fue una pequeña pelea que tuvimos, pero ya resolvimos todo – dijo el hondureño – aparte de que vendí tu colección de figuras de Kenshin para pagar una gran cena con mi esposa.

- ¿Eh?

- Olvídalo… por cierto, Asuka, creo que deberías dejar ir a Yuzu, la pobre creo que ya no puede más.

- Es cierto – la rubia miró a la colombiana la cual tenía la cara azul y los ojos en espiral, aparte que su alma estaba saliendo de su boca, esta tenía forma de gato, pero Asuka no hizo otra cosa más que abrazar de nuevo con fuerza a Yuzu contra su pecho a pesar de las suplicas de esta por ser soltada por oxigeno – no Blair-chan, eres demasiado linda para soltarte, me recuerdes mucho a mi Yuzuriha-chan en el pasado y a todos tus reencarnaciones pasadas con las cuales pasé mucho tiempo en la cama, aparte de que son pasivas, tú no eres la excepción Blair-chan, no importa si tú misma niegas que lo eres, para mí siempre lo serás.

- Oye, en serio suéltala, se está muriendo – y no, Asuka no soltaba a Yuzu, solo la dejó un momento para tomar aire para luego seguir con su actividad – por cierto, ¿es cierto el rumor de los súcubos y jaguares?

- Ni me lo recuerdes – dijo la argentina suspirando algo molesta – resulta que los súcubos y los grandes felinos como los jaguares somos enemigos, pero ningún ataque nuestro los afecta a ellos, en cambio ellos si nos pueden atacar, es absurdo.

- Y lo chistoso es que una de tus esposas es un jaguar – Ninja recordó a Yaya – aunque debe doler mucho un ataque de jaguar, de suerte sabes que debes alejarte de ellos, y yo que tú me alistaría por el jaguar que está a tu lado.

- ¿Qué? – un agujero de gusano se abrió a su lado revelando al exnovio de Yaya ahí mirando con odio a la argentina – Blair-chan, protégeme.

- ¿Q-Que? ¡T-Tachibana, suéltame que no quiero que me ataque ese jaguar!

- No importa si la agregas a ella, de nada servirá – susurró el jaguar mientras mostraba sus garras y dientes afilados – incluso si es una bruja o un súcubo, no seré gentil.

- Blair-chan, nos iremos las dos juntas – exclamó Asuka, Yuzu estaba tratando de liberarse sin ningún éxito y sin más, el felino se lanzó a ellas mordiéndolas y arañándolas, aunque Asuka usó a la colombiana como escudo.

- F por ellas.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Las referencias de los nombres son simples:

Yuzuriha, bueno, sí, recordé el nombre de Yuzuriha de Grulla y era algo bastante cercana a Yuzu.

Níntza, es Ninja en griego, lo mismo que Gioúzaki que es Yuzaki en griego, iba a poner a Franco en griego, pero se dice Fran'k y no tendría mucho sentido.

Y bueno, que decir, Asuka reencarna eternamente y cuando llega a los 100 años, ella muere y reencarna en otro cuerpo y nosotros nos encontraremos un día los 4 para comenzar de nuevo, aparte de que en la próxima batalla hondaré más en el pasado de Asuka, ya que tengo varias cosas más para ella.

Esperen un especial de cumpleaños el jueves en la noche de parte mía para Franco y yo, aunque él cumpla al día siguiente. Spoiler… Asuka, no era necesario que trajeras esos stripers súcubos.

Lo subiré a estas horas, lo pongo así para evitar confusiones ya que somos de distintos husos horarios.

Honduras: 7:00 pm.

Colombia: 8:00 pm.

Argentina: 10:00 pm.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.