Franco Yuzaki. Tienes un brazo impuro y quien sabe, creo que tengo la solución para apagarlo, pero eso no te lo diré hasta dentro de un tiempo jeje. Se logró medio vencer a Homura y hay que recordar que esta Blackdoka es otra, no es aquella que conocimos y bueno, con los dos leones, quien sabe, recuerda que Antares no es un escorpión normal, no será fácil para ellos y no, no te enseñaré la técnica de clonación, es ilegal jeje.

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Asuka Tachibana. Lo de las mariposas es algo que Hades hizo incluso en The Lost Cavas, me leí todos los gaidens de Saint Seiya jeje. El pobre Franco la tiene difícil ya que se vienen más pequeños al mundo, sí, las chicas mágicas van por él… pero que no toque a mi esposa que solo mía. Lo de tu especial, aquí lo veremos jeje.

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Yuzu Araki. Alguien le hizo algo a Homura que fue controlada y batalló contra los demás, al menos le pusieron un alto para que todo volviera a la normalidad. Se viene más, aparte de los leones, Blackdoka y todo… será un solo desastre. Lo de la temperatura de Planck es algo que leí hace tiempo y me gustó la idea, de hecho, imagínate si Ikki de Fénix usara eso, sería invencible. Esos dos… sin palabras jaja.

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Sin más, comencemos…

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Residencia Tachibana.

- A ver, diga aah – Asuka estaba con una de sus hijas, siendo en este momento Noah, una de las hijas que tenía con Emma, la bebé hizo eso tomando un poco de la papilla que le dio la rubia – ¿está rico verdad?

- Parece que le caes muy bien a Noah-chan.

- Obvio Emma-chan, soy su mamá-noya – sonrió la súcubo, en eso, notó como alguien la miraba de lejos, aunque esta sabía quién era – Aya-chan, deja esa mirada que me estás dando miedo.

- Oye, lamento eso Suikyo-chan, pero es que solo miraba como es que estabas con mis sobrinos, nada más.

- Bien, lo entiendo a ese punto-noya, pero… - la chica miró como es que su hermana gemela la estaba grabando – ¿en serio tienes que hacer eso-noya?

- Quiero ver cómo es que tú te pones a jugar con tus hijos, te miras bastante buena.

- Deja eso por favor-noya – susurró Asuka mientras que esta se levantaba dejando a su hija con Emma y yéndose del sitio.

- ¿Qué le pasa?

- No lo sé… no tengo idea – mientras tanto, la rubia estaba caminando fuera de su casa y no se esperó toparse justo con la persona que menos esperaba ver ahí – ¿eh? ¿Blair-chan?

- Tachibana-san, ¿Qué haces aquí? Justo iba para allá.

- Oh, bueno, es que estando mi hermana ahí… es algo incómodo-noya.

- ¿Hermana? ¿Qué hermana?

- Cierto, no te conté de ella, pero mejor vamos a otro sitio-noya – ambas chicas caminaron un buen rato hasta que se toparon en un parque, el sitio estaba algo despejado por lo que ambas podían estar libres de hablar.

- Nunca mencionaste que tenías hermana.

- No lo dije porque tenemos una relación algo difícil, no la llegué a conocer cuando estuve en mi primera vida, ella se fue con mis madres y fue criada como su verdadera y única hija, algo que al día de hoy me duele.

- Eres un cofre lleno de secretos Tachibana-san, aunque muestres esas expresiones de felicidad, sé muy bien que escondes muchas cosas en tu interior, y no puedo decirte que te comprendo del todo porque no me puedo imaginar ver cómo es que tantas vidas han pasado por tu mente, aun así, eres fuerte, una gran mujer… bueno, en tu estado actual, buena chica.

- Tu si estás buena mamacita-noya – Asuka se puso a horcajadas y comenzó a besar de forma muy lasciva a Yuzu la cual correspondió el gesto, las cosas estaban subiéndose mucho de tono ya que la súcubo estaba tocando los pechos de la colombiana por encima de la tela de su ropa, pero en eso, la peli morada recordó que estaban en un lugar público y se detuvo.

- R-Relajémonos un poco por favor, lo hacemos luego cuando vayamos a tu casa o a otro lado – decía la menor de las dos, aunque la pequeña súcubo se movía de arriba abajo sonrojando más a la chica peli morada, pero al final decidió parar.

- Bien, bueno, te voy a contar lo que ha pasado con mi hermana – Yuzu asintió – verás, fue en mi segunda vida…

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Flashback

POV Asuka

Mi segunda vida… así que Perséfone no mentía cuando dijo que reencarnaría con mis recuerdos intactos, aunque la verdad es que quisiera encontrarme con mis viejos amigos, pero de igual modo, tengo que vivir mi vida normalmente, quien sabe a dónde me los voy a encontrar.

Mi hogar era humilde, podríamos decir que estaba en Grecia de nuevo, más específico en las afueras de Rodorio, justamente en donde se bautizó un pequeño pueblo con el nombre del que sería el primer Caballero de Pegaso, aquel que venció a Hades en la primera guerra santa de la historia entre Athena y Hades, en la que en mi primera vida di mucho de mí, aunque no fui rival para el Rey del Inframundo.

En ese momento, tenía 18 años, poseía el cabello rubio y los ojos azules como siempre, aunque esta vez no poseía mi cola y mis cuernos de súcubo, algo extraño ya que estaba acostumbrada a ellos, aunque debe ser porque nací como humana.

Aunque parezca extraño, mis padres no eran de esa zona, serían de la que hoy es Rusia, pero ellos se criaron aquí y eran griegos como mandan todas las de la ley.

- Aska, ¿ya terminaste? – mi madre era igual a mí en todos los sentidos, en esos momentos estaba sembrando unas cuantas cosas en el campo, como dije, éramos gente humilde. Por cierto, mi nombre en mi segunda vida fue Aska (Аска), que tiempo después me di cuenta que era Asuka en ruso.

- Sí, espero que crezcan pronto.

- Tardarán un tiempo en hacerlo, pero cuando menos acuerdes tendremos una gran cosecha – mis padres eran bastante geniales, con lo poco que teníamos éramos felices. No obstante… todo eso se fue a la mierda un día, en el que justo apareció una persona que en mi vida pensé volver a ver.

Estaba sentada en el lago en el que conocí a mis amigos hace muchos años, la guerra santa contra Hades fue hace 19 años, los restos de ese pueblo fueron reconstruidos, el lago en el que estaba era llamado Estigia y justo en ese momento, una figura en frente de mi apareció.

No me lo creía.

Pensé que era una ilusión.

Todo… resultó ser cierto.

La figura que se presentaba en frente de mi era de cabello rubio y ojos verdes, aparte de tener una buena figura con grandes pechos y cintura envidiable. A eso sumarle los cuernos que poseía y la cola demoníaca que tenía yo cuando era un súcubo al 100%.

- Éaco-chan – fue lo que salió de mi boca, la súcubo frente a mí era mi hermana gemela menor quien en el futuro sería Aios Tachibana, usaba su nombre de demonios ya que aún no se había puesto otro a diferencia de mí que tenía mi nombre Asoúka.

- ¿Cómo me conoces? ¿Quién eres…? – mi hermana no me reconocía, pero se quedó analizando las cosas hasta que dio con todo y parece que me identificó – ¿Suikyo-chan?

- Veo que supiste quien era yo ¿verdad?

- ¡SUIKYO-CHAN! – Éaco-chan me abrazó con fuerza mientras que yo trataba de seguir a ritmo el gesto de ella, pero me era imposible seguirle el paso – ¡pensé que estabas muerta! ¡Nuestras madres dijeron que habías muerto!

- E-Esas… - apreté fuerte mis puños – ni me las menciones.

- No importa, te encontré, de suerte decidí darme una vuelta por el mundo de los humanos y no pensé en encontrarte, pero… ¿Dónde tienes tus cuernos y cola?

- No los tengo ya que nací como humana, pero mis poderes son los mismos.

- ¿Cómo que naciste como humana? Eres un súcubo – tuve que explicarle a Éaco-chan todo sobre mi muerte y como renací como humana, además de algunas otras cosas, pero de ahí, ella me entendió todo – comprendo… pero de igual forma eres un súcubo, apuesto que en el mundo de nosotros…

- ¡No iré ahí! Me trataron como mierda toda mi infancia, nuestras… no, las que me trajeron a la vida me dejaron a mi suerte, ¡¿sabes cuanta mierda aguanté?! Todos los niños y niñas me decían cosas horribles, pasé días con hambre y solo comía basura que muchos dejaban, aun así, me las arreglé desde que tenía 10 años hasta que cumplí los 20 años, no fue hasta que me vine al mundo humano en el que conocí lo que era el amor, la amistad, el compañerismo – las lágrimas caían de mis ojos, todos esos recuerdos llegaron de golpe a la mente – por eso es que no me arrepiento de haber muerto por ellos y solo espero que nos podamos encontrar de nuevo, no sé dónde, pero lo haré.

- Suikyo-chan – mi hermana gemela solo se levantó, tomó mi mano y nos fuimos volando hacia el cielo en el que, sin más, aunque no me di cuenta, entramos de vuelta en el mundo de los súcubos, algo que no deseaba ya que ese sitio traía los horribles recuerdos de mi infancia y todo el maltrato que viví, llegamos a la que era la casa en la que vivía mi hermana gemela – adelante.

- … - no dije nada, solo entré y me senté ahí, estaba mirando para todos lados esperando a que saliera alguna de mis madres de mi vida anterior, aunque la verdad ya no eran mis madres en sí, tenía a mis padres humanos que me querían bastante.

- ¿Por qué no te acomodas bien?

- No gracias, solo quiero irme de este mundo, estar aquí solo me trae malos recuerdos.

- Por favor Suikyo-chan, relájate un poco, quiero que hablemos de muchas cosas juntas, como lo… - mi hermana se quedó callada sabiendo que no conviví con ella cuando era un súcubo completo.

- Dime algo, ¿Por qué nunca viniste por mí?

- Ya te dije que pensé que estabas muerta, por eso creí que ya no te vería más, pero que sorpresa verte aquí… viva… y tan linda.

- ¿Por qué me dices eso? No es que sea tan linda como para…

- Suikyo-chan, tienes un cuerpo que realmente mata de envidia a cualquiera, estás bastante buena, mira tus pechos, piernas, caderas… eres toda una reina de la belleza.

- Deja de decirme eso, me pongo algo incomoda – decía mientras que noté como es que mi hermana Éaco-chan se estaba acercando lentamente hacia mi rostro, eso me puso nerviosa y no crean que era porque no me gustan las mujeres, es algo que nunca se me ha quitado… bueno, casi siempre, si hubo unas cuantas veces en que me terminaron gustando más hombres que mujeres, ahí ven cuando estuve con mi amado Degel en el siglo 18.

Ok, creo que me desvié del tema.

- O-Oye, ¿Qué haces? – exclamé sonrojada, su rostro estaba acercándose más hasta que sentí el aroma de sus labios, aunque cuando menos acordé, me besó tirándome a la cama mientras seguía así, de hecho, aumentó la intensidad de todo eso, guau, tenía que admitir que al menos besaba bien, cuando terminamos, noté como ella estaba encima de mi moviéndose un poco, aunque no fuera tan explícito, era algo erótico para mí.

- Quiero que estés conmigo Suikyo-chan, aunque seas mi hermana, no eres ahora la que lleva la misma sangre mía, eres otra chica y eres muy linda, por favor – Éaco-chan me volvió a besar, aunque en ese momento ella tenía más fuerza que yo y de nada ayudaba que su cola empezara a tocar mis partes íntimas calentándome bastante. No me culpen, tenía 18 años y estaba en la etapa en donde las hormonas se ponen locas.

Y así fue por varios días, de hecho, poco a poco empecé a tomarle cariño a mi hermana, aunque las cosas parecían ir bien, pensé que sería así, comencé a decirle que la quería y que me demostró cariño, uno que solo mis padres humanos me dieron y que de seguir sí con ella… me quedaría a su lado.

No pude ser más estúpida.

Ese día, estaba en el lago Estigia en el que justamente me encontré con mi hermana y esperaba a que me recogiera para ir al mundo de los súcubos, sin embargo… algo más llegó.

- Por fin hemos encontrado a Suikyo, la Conquistadora de Mundos – susurró alguien detrás de mí, pero antes de que me diera cuenta, todo se oscureció, fue un golpe a traición en mi nuca. Cuando desperté, solo miré como estaba encadenada a una pared y por más que luché no podía liberarme, extrañaba mi fuerza de súcubo.

- ¿Dónde estoy? ¿Qué me harán?

- Necesitamos tu poder para conquistar el universo y desterrar a la diosa que gobierna todo el planeta, Athena.

- ¿D-De que hablan? – todos eran un grupo de súcubos e íncubos reunidos ahí, siendo dirigidos por una vieja la cual sonrió de forma malvada.

- Parece que tenemos a la reencarnación de la que fue la súcubo más fuerte jamás nacida, pero ahora solo es una humana, aun así, el poder cósmico que posee es abrumador, solo que no lo ha despertado.

- Aparte de que tenemos a sus padres los cuales fueron un buen alimento.

- ¿Q-Que? – noté a mi lado, algo que no había hecho, y el horror, tristeza, dolor, todos esos sentimientos malditos llegaron a mi mente cuando mis progenitores humanos estaban muertos, con las entrañas salidas de sus cuerpos y la expresión de sus rostros era de auténtico terror – ¡mamá! ¡papá! ¡¿Qué les hicieron?!

- Debemos darte las gracias Éaco, fuiste de mucha ayuda en la obtención de Suikyo – no me lo podía creer cuando escuché eso y miré hacia el otro lado del cuarto en el que estaba y ahí se encontraba mi hermana la cual solo me miró un momento y se fue de ahí.

- ¿Por qué… Éaco-chan? Yo confié en ti – dije con la voz muy quebrada, ¿cómo no estarlo? Mi hermana, con quien creí que me había hecho cercana y todo, me había vendido.

- Por fin podremos extraer el poder que reside en ti Suikyo, Magnusun, has los honores – apareció alguien que era un incubo el cual poseía una Daga Oscura, esa arma es conocida por nosotros los súcubos ya que es un arma que puede matar a cualquiera de nosotros si se usa con todo el poder del demonio, pero también se puede usar para robar todo el poder de alguien y usarlo él mismo. Y sí, es la misma Daga Dorada, pero en color negro.

- No puedo creer que voy a tener el honor de extraer los poderes de la Conquistadora de Mundos – no presté atención a lo que decía el tipejo este… ¿En serio siempre tiene que ser así? Los de mi especie son todos unos traicioneros… mis madres que me dejaron a mi suerte mientras era una pibita, una súcubo mató a mis amigos solo porque se relacionaban conmigo, ahora mi hermana me traicionaba de este modo… asco… ¿Qué clase de persona esperen que sea entonces? ¡¿TENGO QUE SEGUIR AGUANTANDO TANTA MIERDA DE LOS DEMÁS?! Si tan solo… si tan solo… tuviera poder… ¡QUIERO PODER!

- ¿Q-Que es este cosmos? – exclamaron los demás ahí y en ese momento mandé todo a la mierda, un fuerte poder emanó de mí y de vuelta obtuve mis cuernos y mi cola, aunque había diferente en mí y era que emanaba un aura fría, de hecho, algo que no noté fue que mis ojos ya no eran el típico color azul normal, ahora eran de una tonalidad pálida. El elemento del frio por mi constelación protectora Acuario se manifestó.

- La Conquistadora de Mundos volvió a la vida – dijo alguien mientras que, sin más, me lancé al ataque contra muchos súcubos de alto nivel. Fueron batallas duras, muchos eran superiores a mí en poder, pero no sé cómo me las arreglé para acabar con todos, pero cuando acordé, estaba yo sola con todos los cuerpos tirados de ahí de los que batallaron contra mí, yo estaba hecha un desastre, tenía múltiples heridas en todo mi cuerpo, la sangre chorreaba por cada una de ellas. Justo ahí estaba mi hermana.

- Suikyo-chan.

- …

- Lo siento.

- No me hables… traidora.

- Lamento eso – decía con la voz quebrada, no le creía nada, ya no creería en algo que dijera alguien de mi raza – no tuve opción… ellos descubrieron tu identidad como humana, por eso contacté contigo para que pasaras desapercibida y no te atacaran, aparte tenía una deuda bastante grande luego de que mis madres gastaron todo, si te entregaba Suikyo-chan podría ser libre y me aseguraron que te dejarían ir y…

- Básicamente me vendiste – dije con la voz apagada y aunque tenía unas ganas horribles de llorar, me mantuve firme.

- Sé que nunca me perdonarás por esto, pero remendaré mis pecados y volveré junto a ti en mucho tiempo, lo prometo – algo que me sorprendió fue cuando Éaco-chan se metió el brazo en el pecho arrancándose los tres corazones que poseemos los súcubos. Sí, tenemos tres corazones, aunque solo uno funciona de forma normal y es el Corazón Central, los otros dos sirven como soporte, en caso de que el principal falle o se detenga, los otros dos mantienen viva al súcubo por una semana, si no se encuentra otro corazón principal se muere, pero Éaco-chan se quitó los tres corazones, la muerte inmediata para nosotros.

- ¿Q-Que haces?

- No puedo vivir… sabiendo que te… hice ese mal… lo lamento… mucho… hermana – fue lo último que dijo ella antes de morir, yo solo tomé su cuerpo, me fui de nuestro mundo y volví a la Tierra en donde enterré su cuerpo cerca del Estigia para que pudiera llegar más rápido al Inframundo.

- Éaco-chan, mamá, papa… - mis heridas me hicieron desmayar, de hecho, llegué a pensar que moriría, pero me desperté muchas horas después y estaba en mi casa, pero noté que mi cuerpo estaba vendado, mis heridas tenían varias medicinas hechas de plantas y esas cosas.

- Chicos, creo que despertó – un chico entró a mi casa, este poseía el cabello azul oscuro y enseguida lo reconocí, el que en el futuro sería mi amigo pasivo Franco-chan.

- ¿Ya despertó? Qué bueno, pensamos que estaría muerta o algo así – otro joven estaba ahí y era la encarnación pasada de Ranita-chan, aunque tenía el cabello negro, por la cara y su aura, supe que era él.

- Dime, ¿te encuentras bien? – cabello morado oscuro y ojos dorados, aparte de tener una figura de infarto, supe que era Blair-chan del futuro.

- ¿Q-Quienes son ustedes?

- Lo lamentamos, te encontramos tirada en el suelo y te venimos a curar aquí, de suerte Frank sabía de esto.

- Es porque me interesó eso de curar a las personas Rams, relájate.

- Chicos, no se peleen que debemos saber de ella si se encuentra bien.

- Tienes razón Yuzuru, de suerte nos ayudas siempre – el trio río por eso, sabía que ellos estaban de vuelta, tal y como prometió Perséfone, estábamos juntos de nuevo.

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Fin Flashback (POV Asuka)

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- No me lo creo, ¿tan así fue tu hermana contigo? – Yuzu preguntó mientras que notaba las lágrimas de la súcubo cayendo de sus ojos.

- Tantas cosas me pasaron en ese momento, toda mi vida estaba bien hasta que llegó ella, pero de suerte tiempo después de todo nos hicimos buenos amigos sus antiguas reencarnaciones de ti, Ranita-chan y de Franco-chan y si te lo preguntas Blair-chan, sí, estuve con tu versión juntas, todo hasta que Yuzuru murió de vieja, yo viví unos años más antes de morir, pero al menos fui feliz – Asuka comenzó a quebrarse un poco – por eso es que me alegra que estemos juntos, por más que peleemos siempre están a mi lado y ese apoyo es lo que agradezco, no soy de abrirme a los demás porque muchas cosas quiero que queden en mi interior, pero aun así, las cosas que he vivido no las conoce nadie, es más… creo que necesito ayuda muchas veces…

- No digas más mi pequeña demonio – la peli morada la abrazó calmándola un poco – no estás sola, tus esposas, tus hijos, nosotros tus amigos estamos aquí para apoyarte, no importa que tengas problemas, estamos ahí para escucharte, no te reprimas nunca en esas cosas, después de todo, estaremos siempre juntos ¿no es así?

- Sí… así es – estuvieron un momento en silencio, Yuzu lo hacía más para que la argentina se calmara un poco, pero finalmente decidieron volver a la mansión de la familia Tachibana, Yuzu estaba con los hijos de la súcubo jugando, Aios llegó a donde estaba Asuka.

- Suikyo-chan… verás…

- Mira Aya-chan, no quiero hablar de eso en el pasado, porque las cosas han cambiado, pero no creas que te perdonaré por eso, pueden pasar millones de años y, aun así, no prohibiré que estés con mis hijos, son tus sobrinos después de todo, por eso, quiero que ellos sean felices, pero conmigo nunca serás completamente mi hermana-noya.

- Comprendo eso Suikyo-chan – Aios abrazó por la espalda a Asuka – sé que nunca me perdonarás por eso y lo entiendo, aun así, jamás me iré de tu lado por más que me digas de cosas porque me las merezco.

- … - la rubia de ojos azules no dijo nada y solo fue hacia su cuarto en el que también se encontró con Yuzu.

- ¿Y hablaron?

- Sí, aunque la verdad no me quejo, dejé las cosas claras-noya – exclamó por lo bajo la chica rubia, en eso, sin más, tiró a Yuzu a la cama – bueno Blair-chan, por todo lo que hablamos, vamos a terminar lo que comenzaos en el parque-noya.

- Adelante, estoy a tu merced, aquí tu linda gatita está lista, miau.

- ¡A comer-noya! – comenzó la diversión para ambas, de hecho, algunas esposas de la argentina escucharon la cama rechinar mucho desde afuera.

- Ya me estoy calentando con solo escuchar eso – exclamó Tamamo por lo bajo.

- Dímelo a mí Tama-chan – Rosia habló por lo bajo – Araki-san la está pasando bien.

- ¡Chicas! – la peli rosa reunió a las esposas de Asuka a excepción de las Idols, las demás estaban reunidas rápidamente – no vamos a dejar que Yuzu Araki tenga ella solo diversión con nuestra amada Asuka-chan, por eso, ¡se abre la orgia!

- ¡Sí! – la puerta se derrumbó revelando como es que Asuka y Yuzu seguían con lo suyo con la rubia encima de la colombiana moviéndose muy rápido y duro haciendo que pareciera que la cama en cualquier momento se rompería.

- ¿Chicas? ¿Qué hacen aquí-noya?

- Asuka, no es justo de que solo Araki-san esté haciendo eso contigo, nosotras también queremos unirnos a la fiesta.

- Bueno, a Blair-chan no le molestará si hacemos esto, así que no hay problema.

- E-Esperen, no creo que sea buena idea…

- ¡Blair-chan, alístate! Tenemos más cosas-noya – algo que asustó a Yuzu fue que todas las chicas se pusieron arneses y estos eran largos y algo gruesos.

- Araki-san, espero que disfrutes de lo que haremos porque sabemos que te gustará.

- ¿Por qué siento que no podré caminar después de esto? – pensó Yuzu sin saber lo que esa noche viviría.

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EXTRA.

Blue-chan estaba embarazada y Asuka había estado pendiente de eso, las demás también cuidaron a la chica ballena durante su periodo de gestación, finalmente dio a luz y cuando volvieron todas a casa, se notaba la felicidad en sus rostros.

- Finalmente, luego de 10 meses de embarazo pude tener a mis bebés ¿verdad amor?

- Así es Blue-chan… aunque… - Asuka tragó algo de saliva – creo que tengo que hacer algo con tanto bebé que estoy teniendo-noya

- ¿Qué dijiste?

- Nada, solo sigamos, ya quiero verlos acostados – llegando a la mansión, pusieron a los bebés de Asuka y Blue en la cuna que les correspondía, siendo que al final fueron tres recién nacidos los cuales poseían todos los mismos rasgos de su madre ballena, lo único extra era que, en vez de cola cetácea, tenían la cola demoníaca de Asuka. Las dos mayores fueron niñas y el último bebé fue un varón.

- Que lindos son, se ven como Blue-chan solo que con la cola de Asuka-chan.

- ¿Y cómo se llaman?

- Blue-chan decidió los nombres-noya, pero aceptaré lo que les ponga-noya.

- Las dos mayores se llamarán Diphda y Mira Tachibana, mientras que el varón se llamará Kaito Tachibana.

- ¿Por qué esos nombres?

- Creo saber porque – dijo Bell para sorpresa de las demás, aunque luego recordaron que ambas eran ballenas – los nombres de los bebés son por tres estrellas de la constelación de Cetus o de la Ballena ¿verdad?

- Estás en lo cierto Bell-chan.

- Asuka – Tamamo miró a la rubia – creo que es hora de darles la bienvenida.

- Sí… Diphda-chan, Mira-chan y Kaito-kun, bienvenidos a la familia Tachibana-noya – las demás celebraron sabiendo que la familia aumentaba – aunque tengo que hacer algo para evitar embarazar más chicas.

- Asuka – Blue llamó a su mujer – hace poco saqué cuentas y tal parece que eres madre de 26 bebés.

- Ni me lo recuerdes… y eso que le decía a mi madre que no me gustaría tener hijos y mírame, tengo un bebé menos que la camada que tiene Franco-chan-noya.

- ¡Quiero ver a mis nuevos nietos! – la madre de Asuka hizo acto de presencia – oh Blue-chan, felicidades, ya eres madre con mi toronjita.

- ¡Que no me digas toronjita-noya!

- Y eso que me decías "no mamá, yo voy a estar mi vida entera sin hijos, así voy a ser libre" y mírate ahora, ¡felicidades mi toronjita!

- ¡Que dejes de decirme toronjita-noya!

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Me llamó mucho la atención la relación que mencionó Asuka cuando estuvo con su hermana y dije yo, tal vez la relación de ambas no fue buena e hice mi versión de los hechos, siendo la vida de Asuka la segunda, aparte de referencias a su fic como el golpe en la nuca. Aparte de que recordé que Blue estaba embarazada y aquí hicimos aumentar a la familia Tachibana jaja.

Los nombres de los bebés que tuvo Asuka con Blue son referencia a la constelación de Cetus o Ballena, así como dijo Bell. Esas son:

Diphda es la estrella más grande de la constelación de Cetus, aparte de que es la mayor de los trillizos que tuvieron.

Mira es una de las estrellas más famosas de Cetus, de hecho, su nombre significa maravillosa o asombrosa, de hecho, si buscan imágenes de Mira se llevarán una sorpresa ya que esta estrella deja un rastro de materia de muchos años luz de distancia, es muy lindo.

Kaito. El más pequeño y el varón del trio lleva ese nombre porque algunas estrellas llevan el nombre "Kaitos" en ellas, así que le puse ese nombre.

Y felicidades a Asuka, ya es madre de 26 bebés ;)

Sin más, este ninja se despide.

Bye.