Residencia Yuzaki.

- ¿Ya comió? – preguntó Franco mirando al nuevo integrante de la familia que fue el pequeño Shura.

- Sí, ya tomó pecho, ahora creo que solo quiere dormir – susurró Hanayo mientras iba con el pequeño a dejarlo en la cuna, la hermana mayor de él estaba mirando con curiosidad al infante – mira Hanako-chan, este es tu hermanito.

- Al menos me tocó solo uno, ni que decir de Asuka que tuvo esa camada de golpe… aunque me duele que se haya ligado a Shiki – esto último lo susurró – pero dejando a un lado mi sufrimiento, iré a ver a los demás.

- Está bien, yo me encargaré aquí – Franco salió del cuarto y en eso, escuchó de alguien corriendo hacia él.

- ¡Papi!

- Yotsuba – el chico tomó a la hija que tuvo con Inu quien al igual que sus hermanas y los primeros hijos que tuvo Franco con Tsubasa, poseía poco más de 5 años.

- Papi… juguemos afuera.

- ¿Y tu madre?

- Allá – la pequeña señaló hacia donde estaba Inu con las otras 4 chicas, el cuarteto restante parecía no querer dejar ir a la perra peli gris.

- Lo siento Franco-kun, ¿crees que podrías jugar con Yotsuba-chan? Las demás no parecen que me quieran dejar ir.

- Ok, yo la cuidaré – el chico se llevó a la pequeña peli azul afuera en donde también estaban las demás chicas jugando con varios de sus hijos, no obstante, Franco se fue un poco apartado con la cuarta hija de Inu.

- ¿Qué jugaremos?

- Pues la verdad no sé, ¿Qué quieres hacer tu?

- No sé – la pequeña Yotsuba se quedó sentada un poco mientras movía un poco su cola de perrita – ¡ya sé! Juguemos… poderes.

- ¿Poderes? ¿Qué es eso?

- Quiero ver… tus poderes.

- No entiendo la verdad a que viene esto, pero espero que te guste – Franco elevó su energía – ¿Qué quieres? ¿Rayos o Fuego?

- ¡Rayos!

- Ok, lo haré – el chico lanzó un relámpago el cual fue hacia el cielo y terminó explotando, incluso se podía ver como si fueran juegos artificiales, algo que llamó la atención de todos, a Yotsuba le fascinó.

- ¡Qué lindo! – la cola de la peli azul estaba moviéndose felizmente – quiero hacerlo papi.

- ¿Hacer qué?

- Eso… lanzar rayos.

- No creo que sepas hacerlo con facilidad Yotsuba, esto requiere mucho entrenamiento, a mi tomó un tiempo hacerlo, es más, para el uso de fuego tuve que controlar su poder y mi técnica suprema destruye hasta los átomos en todo su esplendor, así que…

- Haré esto – Yotsuba se puso a lanzar puñetazos al aire tratando de replicar lo que hizo su padre, pero parecía que no le saldría.

- Olvídalo Yotsuba, no lo harás tan fácilmente.

- Quiero hacerlo como tú – decía la niña – Regulus… lo hace.

- Regulus es un caso aparte… aunque me sorprende que él posea ese poder tan grande apenas teniendo esa edad, pero como te digo Yotsuba, él es un caso excepcional, así que…

- ¡No! Quiero hacerlo como tú papi – decía la niña peli azul quien seguía lanzando puñetazos al aire tratando de crear algunos rayos como su padre argentino quien solo estaba preocupado por su hija ya que sería algo peligroso, no obstante, no esperó que pasaría algo que ni él mismo se lo esperaba.

- ¿Yotsuba? ¿Qué haces?

- Quiero lanzar como tu papi… quiero lanzar rayos como tú – de golpe, un poderoso rayo salió disparado de las manos de la pequeña peli azul y este se fue a estrellar al suelo causando un pequeño levantamiento de humo y el sonido característico de los relámpagos.

- ¿Qué demonios? – susurró Franco y solo miró a su hija quien celebraba por lo alto haber podido lanzar un poderoso rayo como su padre – no entiendo, de Regulus me lo tragaría porque con Honoka tenemos poderes eléctricos, pero Yotsuba… no comprendo de donde vino que posee poderes de rayo, a lo mejor se los heredé, pero que los manifieste ahora es extraño.

- ¿Lo hice bien papi? – exclamó la cuarta de las quintillizas a lo que Franco salió del trance.

- S-Sí, ¿Dónde aprendiste a hacer eso?

- Quería hacerlo como tú, ¡y lo hice!

- Realmente estoy empezando a pensar que todos ustedes tienen poderes y aun no los han despertado, ya Asuka tiene sus hijas con poderes de hielo, creo que Yuzu tendrá hijos que usen las técnicas de Géminis y Ninja tiene a sus niñas con sangre de demonio.

- Quiero hacerlo de nuevo – Yotsuba siguió haciendo de nuevo los golpes al aire y de nuevo, un rayo salió disparado a toda velocidad causando un nuevo relámpago en el cielo – ¡wiiiiii, lo logré!

- Ok, eso no me lo esperé – eso hizo sonreír al bonaerense – eres genial Yotsuba, creo que no sospecharía que poseías la capacidad de lanzar rayos, pero lo hiciste muy genial.

- ¡Mira papi!

- ¿Qué co…?

¡PUFF!

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- ¿Q-Que me pasó? ¿Por qué todo se puso negro de repente? – susurró el chico abriendo lentamente los ojos, pero su mirada se topó con dos orbes morados mirándolo detenidamente – ¿eh?

- Hola tío Franco… ¡hola!

- ¡¿Ibuki?! – justamente, era la décima de las trecillizas quien saludó de forma enérgica al peli azul – ¿Qué haces aquí?

- ¿Fran? ¿Estás bien?

- Tsubasa… ¿Qué pasó?

- Un agujero de gusano se abrió y de ahí salió Ibuki-chan y te cayó en la cara, de suerte Yotsuba-chan estaba alejada y no le pasó nada.

- ¡Estás bien! – la pequeña perrita peli azul estaba abrazando con fuerza a su padre, se le notaba muy preocupada, este correspondió el gesto y le acariciaba la cabeza para tranquilizarla.

- ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

- Como media hora, hasta Ninja-san y Shibuya-san llamaron preguntando si Ibuki-chan estaba aquí y les dije que sí, tal parece que la recogerán más tarde porque tienen cosas que hacer, además creo que Araki-san está ocupada.

- Y yo pensaba que los agujeros de gusano no volverían a aparecer – susurró Franco mirando a la peli naranja que estaba seguía sentada en su pecho – ¿Qué se supone que haga ahora? Si me quedo con ella me dará una mala suerte que no tienes idea Tsubasa.

- Fran, ¿no crees que exageras un poco? Es solo una niña.

- Tsubasa, no tienes idea de lo que pasa siempre que estoy cerca de Ibuki, ¡son solo golpes en mi entrepierna! – la peli roja no parecía creer mucho esto y solo tomó a la pequeña Ibuki quien solo esperó a que el peli azul se pusiera de pie.

- ¿Qué estaban haciendo con Yotsuba-chan?

- Quería que le enseñara a usar los rayos, creo que estaba algo celosa de que Regulus pudiera hacerlo y ella no, pero sorpresa que me llevé que si puede lanzar rayos como yo.

- Supongo que lo heredó de ti, aunque ¿te imaginas que Mikoto-chan pudiera hacerlo?

- Creo que sería lo lógico, por algo le puse ese nombre… aunque no ha manifestado nada.

- ¡Yo quiero más a papi! – Yotsuba se aferró a la pierna derecha de Franco, esto fue visto como una provocación de parte de la peli naranja.

- ¡Yo quiero… tío Franco!

- ¡No, yo!

- ¡Yo!

- ¡Yo!

- Ok, esto se salió de control

- ¡Yo lo quiero más! – unos rayos envolvieron por un momento a Yotsuba, obviamente esto llamó la atención.

- ¡Yo lo quiero más! – ahora fue el turno de Ibuki quien manifestó sus rasgos demoníacos como los ojos rojos, las rayas azules en su cuerpo, incluso su cola Saiyajin cambiaba a ser la de demonio.

- Esto se pondrá feo Fran.

- Por favor chicas, cálmense, esto no es motivo de pelea – por más que Franco lo dijera, tanto Ibuki como Yotsuba parecían que no cederían y fue cuando todo estalló, la energía de ambas estaba por explotar.

- ¡Aléjate de papá!

- ¡No, aléjate tú! – ambas chicas dejaron las piernas del peli azul y de golpe, ambas empezaban a lanzar ataques de energía, Yotsuba empezó a lanzar rayos a gran velocidad, en el caso de Ibuki ya estaba en su estado demoníaco lanzando bolas de energía, los ataques de ambas niñas chocaban con fuerza creando ondas expansivas.

- Por el amor de Dios, realmente estas dos están peleando.

- ¡Fran, será mejor que se calmen! No quiero que salgan lastimadas.

- ¡Las iré a detener! – Franco se puso en medio de ambas, pero la pelea entra ambas niñas seguía, los rayos y bolas de energía seguían volando queriéndose dar la una a la otra.

- Mi papá solo me quiere a mí – exclamó la peli azul – ¡solo me quiere a mí!

- ¡Yo lo quiero!

- ¡Yo lo quiero!

- ¡Yo!

- ¡Yo!

- ¡No, yo!

- ¡Yo!

- Ok, esto se salió de control – Franco fue ambas tomándolas – a ver, por favor no peleen, no aquí ya que no quiero que nada salga volando ¿está bien?

- Sí – ambas dijeron, los rayos alrededor de Yotsuba desaparecieron mientras que los rasgos demoníacos en Ibuki desaparecieron y su cola volvió a ser de Saiyajin.

- Aun me sigo preguntando qué fue lo que vio Ibuki en mí para que se encariñara mucho.

- A lo mejor simplemente te quiso, ya ves que muchos bebés se encariñan con ciertas personas más que con otras, por algo Yotsuba-chan se encariñó mucho contigo.

- Puede ser, aunque creo que le preguntaré a Izumi si estuvo con ella o algo… pero por el momento no me ha traído nada de mala suerte, salvo que esto pudo haberse salido de control, pero no fue así.

- Vayamos a la casa, creo que las niñas están cansadas – efectivamente, tanto Yotsuba como Ibuki se les notaba algo agotadas y fueron llevadas por Franco al interior de la casa en donde las acostó en su cama para que descansaran.

- Espero que Ninja venga pronto por Ibuki – susurró mirando a la peli naranja, no obstante, notó que la cola de esta se seguía moviendo – ¿Por qué hace eso?

El argentino miró de cerca la cola de la niña, le extrañaba que se estuviera moviendo mucho, no obstante, esta de la nada fue a su cara asustándolo, aunque no lo tocó. Del susto, el chico se fue hacia atrás y su mala suerte se hizo presente, primero golpeando la zona entremedia de su cuerpo con la esquina de la cama y posteriormente se tropezó cayendo de cara al suelo.

- ¿E-En serio? ¡¿En serio me tenía que pasar esto?! – el chico se levantó como pudo sobándose sus zonas golpeadas y también miró a Ibuki quien seguía dormida como un ángel – no me importa lo que diga Tsubasa… Ibuki me trae la mala suerte… y pensar que me había salvado.

- ¿Fran? ¿Qué te ha pasado? – esa voz puso rígido al peli azul quien estaba por voltear la mirada.

- Por favor diosito… ¡si me odias dímelo! ¡Dímelo y me largo de esta vida! – pensaba el chico y cuando miró quien era, sus sospechas eran correctas, era un hombre de cabello morado y ojos del mismo color – ¿Qué haces aquí Izumi?

- Andaba de visita – exclamó el chico quien resultó ser el primo de Franco, Yu Izumi, alguien que el argentino consideraba buena onda, pero su mala suerte era una cosa que nadie podía responderse – vine con mi esposa, está hablando con Tsubasa.

- ¿Viniste con Shikimori? – el peli morado asintió – ya veo, pasaré a saludarla.

- Creo que esa es tu hija ¿verdad?

- Sí, ella es Yotsuba y la otra… bueno, es como mi sobrina podemos decirlo así, es más hija de un amigo, pero ella me ve como su tío.

- Es linda – Izumi estaba mirando más de cerca cuando Ibuki despertó de su sueño mirando los ojos morados del chico – l-lo siento, no fue mi intención…

- ¿Eh? – la décima mini Kanon miró fijo al chico y esta extendió sus brazos para que Izumi la tomara, aunque al inicio dudó en hacerlo, el peli morada la cargó y esta también parecía alegre.

- Creo que le agradé Fran – la convivencia de Izumi e Ibuki era extraordinaria, parecía que a la peli naranja le cayó bien, no obstante, el argentino sudó frio… de hecho, muy frio.

- Mejor llamo a la aseguradora y a mi seguro porque con estos dos juntos… ¡no saldré con vida!

Horas después, gracias a Yuzu lograron traer a Ibuki de vuelta a Honduras con su familia, aunque estaba más que claro que la décima de las hermanas peli naranjas se había encariñado con el primo de Franco.

- Muchas gracias Yuzu, no pensé que los agujeros de gusano fueran a aparecer de nuevo.

- No hay de que, después de todo es importante que nuestros hijos estén bien – la peli morada se puso algo más tímida – por cierto… Nin-chan, ¿crees que puedo ver a Tokime-chan?

- Ahí está durmiendo en mi cuarto, pero… ¿no se dará cuenta Mei?

- Por el momento creo que está dormida, así que es mejor aprovechar ahora – ambos chicos fueron hacia donde estaba durmiendo Tokime, desde el nacimiento de esta, se quedó con el hondureño ya que Mei no quería que su gemela tuviera contacto con la bebé peli morada, como decía Ninja, era la viva imagen de su mejor amiga.

- Ya quiero ver a mi pequeña Tokime-chan – justo cuando estaba por verla de cerca, su cabello cambió de morado a gris.

- ¿A dónde dijo el conde, Alejandra?

- ¡Mei, no es justo! ¡Déjame ver a Tokime-chan!

- Ya te dije que no verás a mi hija, y no me salgas con tus cosas de que eres su madre que no sé qué y que no sé cuánto… ¡Otra Dimensión! – la chica abrió un agujero hacia el Santuario – al menos estás haciendo un buen trabajo Ramón, no te preocupes, seguiré manteniendo a Alejandra alejada de Tokime.

- Oye Mei, ¿no crees que estás siendo muy dura con Yuzu? Solo quiere ver a Tokime, ella siempre ha querido un hijo que tenga sus rasgos…

- Por el momento estamos bien así, es más, ten tu recompensa – la gata peli gris le dio un beso en los labios al ninja que se sorprendió de este gesto – y si sigues así de buen padre, vendré cada noche a darte un tratamiento más íntimo.

- ¡Mei, escúchame! ¡Ya para con todo este drama! ¡Déjame ver de una puta vez a Tokime-chan! ¡Te lo estoy pidiendo! ¡Podemos hablarlo si lo deseas! Quiero arreglar las cosas contigo, es más, podríamos hablarlo como gente civilizada y…

- Alejandra, no quiero hablar contigo, así que, si me vas a lanzar discursos pendejos sobre familia y que no sé qué, métetelos bien por atrás y te callas.

- ¡Pero somos hermanas! Podemos hablarlo, puedes contarme que te molesta y podríamos calmar las cosas con…

- Me voy, cuídate mucho – a pesar de las súplicas de Yuzu, al final Mei se terminó yendo.

- Pobre Yuzu, ojalá pudiera convivir con Tokime – el chico miró a donde estaba la pequeña gatita quien seguía durmiendo, pero este se miraba decidido – no sé cómo, pero voy a tratar de convencer a Mei para que deje a Yuzu ver a Tokime.

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EXTRA

De nuevo a la residencia Yuzaki…

- Qué gran familia posees Fran – decía el peli morado Izumi mirando a su primo.

- Sí, aunque solo sería Tsubasa con quien tendría hijos, luego vino Inu y de ahí vinieron más chicas y al final terminé con varios hijos, de suerte el nuevo trabajo que tengo cazando demonios en Bayron City me ha dado un buen sueldo con el cubrir todas las necesidades de mis hijos.

- Lo entiendo, con Shikimori-san aun no nos decidimos tener hijos la verdad.

- Todo a su tiempo – el timbre de la casa sonó por lo que fue Franco a atender y grande fue su sorpresa cuando notó la presencia de una chica la cual poseía el cabello castaño atado con dos coletas y los ojos verdes, aparte de llevar una carriola y una maleta – ¿Kinako?

- Franco-san, hola – era la oriunda de Hokkaido y miembro de Liella, Kinaki Sakurakoji.

- ¡¿Kinako-chan?! – Keke llegó rápidamente hasta donde estaba su Kouhai – ¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí?

- Hola Keke-Senpai, pues, vengo a quedarme aquí ya que quería presentarle a Franco-san a nuestros hijos.

- ¿Hijos? – Franco hizo memoria y recordó que hace tiempo tuvo un encuentro con Kinako – mierda, lo olvidé, fue cuando celebramos el cumpleaños de Keke que vinieron todas y alguien metió cerveza y terminé acostándome contigo ¿verdad Kinako?

- A-Así es, por eso es que venía a verte porque hace una semana di a luz y quería sorprenderte.

- Me hubieras llamado y te hubiera ayudado a lidiar todo eso.

- No te preocupes, al final de todo salió bien, es más, míralas – el argentino fue hacia el carrito y efectivamente, había dos chicas y un varón, los cuales poseían el cabello castaño y los ojos verdes, prácticamente salieron a su madre nipona.

- Que lindos son… realmente lo son, ¿cómo se llaman?

- El varón es Arturo y las niñas son Nekkar e Izar.

- ¿Por qué esos nombres?

- Araki-san me dijo que mi constelación era la de Boyero y la verdad investigué un poco las estrellas y me gustaron los nombres que tenían algunas estrellas por lo que los bauticé así – Franco estaba con una vena hinchada pensando en la colombiana y se decía para sí mismo que tendría que hacer algo con la peli morada y el nombrar a los niños con nombres de estrellas.

- Luego hablaré con Yuzu sobre eso, pero bueno, pase adelante, bienvenida a tu nueva casa Kinako.

- Gracias Franco-san – la nueva integrante de las amantes del peli azul se unía y no solo eso, venía con tres nuevos bebés a unirse a la familia.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Antes que nada, Franco, lo diré de nuevo… ¡¿Me lees la mente o qué?! Le diste al blanco con tu review del capítulo pasado, aparecería Ibuki y Yotsuba fue la protagonista que ya posee poderes eléctricos jeje.

Tal y como estuvimos hablando con Asuka en privado, nuestros hijos realmente tendrán un poder devastador y creo que debemos estar atentos a eso, mira que Regulus fue el primero de los hijos de Franco en manifestar tal poder y ahora Yotsuba lo hizo.

Chicos, se nos terminó Superstar, pero lo bueno es que como le dije a Yuzu y Asuka… ¡TENEMOS TERCERA TEMPORADA! ¡Yo lo dije hace tiempo y tenía razón! Era lógico pensar que cada temporada veremos a las chicas subiendo de nivel, lástima que lo más probable es que no veremos más a SunnyPa, Nos quedará esperar a lo mejor para el siguiente año, a ver que sorpresas nos esperan.

Desde que se formó frente a las costas de Colombia hasta ahora, la tormenta Julia sigue haciendo estragos, luego de este día supongo que las cosas se calmarán, pero con la temporada de huracanes no se sabe, este es el mes más peligroso junto con noviembre para nosotros los centroamericanos por estas tormentas. Athena, en tus manos estamos, hasta las clases en mi U se cancelaron por motivos de la tormenta.

Aparte, ya por fin acabé el arco de los dragones en Musas y a partir de la siguiente semana volveremos a la programación habitual, también… lo diré aquí de una vez, el fic de Musas he decidido ponerle fin definitivo creo acabando este arco de vacaciones, es más, está cerca de acabar, no pasaré del capítulo 150 para darle descanso a esa historia tan linda para mí.

El siguiente capítulo será de Asuka y en referencia a un poco de su pasado como cantante basado en el one-shot "La pequeña golondrina que perdió el camino" que me gustó bastante y bueno, no diré nada hasta que se estrene el capítulo.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.