POV de…

Antes no había nada.

El universo no era nada más que caos y solo caos, los elementos primordiales estaban vagando por todo el Universo en donde solo estaban mezclándose entre sí.

Esto la fuerza primordial entre los dioses, ni siquiera yo estaba arriba, ni mierda, sus hijos somos simplemente peones ante él que posee el poder supremo, la máxima entidad del cosmos.

Este era Caos, el más grande de todas las cosas en la existencia, con el tiempo, esta entidad dio a lugar varias deidades que fueron conocidas como divinidades primordiales o dioses primordiales por ser los primeros en existir.

Para llenar ese vacío, primero nació Gea la que dio como nacimiento el planeta Tierra el cual parecía que sería un gran lugar para vivir, no obstante, aparte hubo otras deidades:

Nix, la diosa de la noche quien cubría el cielo de un azul profundo, dando origen a la noche.

Éter que es la personificación de la luz y el brillo.

Tártaro que era el abismo en donde se decía que estaba el más profundo de los infiernos.

Eros que era el amor el cual invadía a todo ser vivo.

Urano, quien sería el padre de los Titanes y demás cosas.

Y finalmente… estaba Ceres, la personificación de la oscuridad, diosa de todo lo contario a lo que se decía que era bueno.

Y esa soy yo.

Como diosa primordial de la oscuridad y esta que llegaba a todos los rincones del Universo, era temida por así decirlo, además, no entendía el porqué. No pedí que mis elementos básicos fueran la oscuridad y la sombra.

Tenía mi opuesto que era mi sobrina Hemeda quien como mencioné era la personificación del día, esta traía felicidad y muchas cosas se llevaban a cabo durante esta fase del día, pero conmigo… era diferente.

La noche era calmada, mi hermana Nix era la encargada de traer la noche al mundo y era de descanso y todo, pero todo el mundo me temía.

Tenía mi propio reino, pero no era feliz… estaba sola, no era como Nix quien no era temida por nadie, pero cuando se trataba de oscuridad y sombras… nadie me quería, es más, buscaban la forma de evitar que la oscuridad los tomara.

Y solo quería compañía.

Y no tenía nada de simpatía con mis hermanos, en especial de Urano, ese tipo se creía la última maravilla del mundo y es que con Gea quería quedársela.

Aún recuerdo cuando a Gea, la representación de la Tierra, quise decirle que sentía algo por ella ya que ella era una mujer muy hermosa, de lindos cabellos verdes, piel ligeramente verde pálido, pero era una hermosura de mujer.

¿Saben que me dijo?

- Lo siento, pero no siento nada por aquella que trae oscuridad al mundo.

- ¿Por qué? Gea, sabes que no pedí que mis elementos sean estos, además, sé que me tienes un gran cariño, lo he visto en tus…

- Tengo a Urano quien me hará una mujer en todos los sentidos, así que no quiero tener nada que ver contigo, seremos hermanas, pero nada más.

- Pero es que…

- ¡Nuestra ama te ha dicho que no quiere nada que ver contigo Ceres, lárgate! – muchos de los Titanes que había tenido Gea me decían eso, simplemente me fui del lugar con la cabeza abajo pensando en eso.

Aunque mis hermanos me daban la espalda, uno de ellos era quien me hacía compañía y era… mi hermana Nix.

- Gea es una idiota – decía Nix-chan quien poseía el cabello negro y ojos de un color azul oscuro, esa noche se puso conmigo a hablar.

- Bueno, ella está feliz con Urano, simplemente no quiere tener algo que ver con una diosa que solo trae la oscuridad al mundo.

- No digas Ceres-chan, eres bastante importante, nuestro padre te tuvo por algo, no te atormentes con eso.

- Lo sé, pero piensa que casi todos nuestros hermanos me tienen rechazo, estoy marginada de todos.

- No les prestes atención, al menos Hemera-chan no te ha dicho nada, ella es bien calmada – Nix-chan se refería a su hija Hemera, aquella que traía el día al mundo, a diferencia de los demás, ella era bien educada y trataba bien a todo el mundo, aunque no había tenido interacción con ella ya que ella es luz y yo oscuridad.

- No lo sé… tal vez me diga algo así como los demás.

- Confía en mis palabras Ceres-chan, ya verás que ella te tratará bien, no por algo es mi orgullo, mándale saludos de mi parte – aun con dudas, decidí hacerle caso a Nix-chan y fue al reino de mi sobrina Hemera. Iba con miedo y más cuando algunos de los Titanes que estaban a su cuidado me miraron con cierta repulsión y con temor… por favor, solo quería hablar con mi sobrina.

- Tía Ceres – la voz de Hemera-chan se escuchó, ella era una hermosa mujer de cabellos rubios y los ojos del mismo color que le daban un toque bastante maravilloso, su aura era tan brillante que por algo era la personificación del día.

- H-Hola Hemera-chan… venía a verte y…

- Adelante, pasa – su tono de voz era lindo y confiable, nos sentamos en una mesa para hablar un poco, Nix-chan tenía razón, Hemera-chan era muy amable, no era como muchos de mis hermanos, hablamos un buen rato, incluso le mencioné sobre Urano y los demás – realmente el tío Urano hace cosas que no me gustan, la tía Gea también ha tomado una actitud que a veces es odiosa, pero es una buena mujer ya que le da vida a todo al planeta, aun así, no me gustó la forma en que te trató.

- Lo sé, pero que se puede esperar de un ser que solo trae la oscuridad al mundo y todos piensan que es maldad y demás cosas malas que dicen de mí.

- No te preocupes tía Ceres… al final de todo eres una persona maravillosa, si todos te dan la espalda, puedes venir aquí cuando lo desees.

- G-Gracias – la sonrisa de Hemera-chan era muy cálida, enamoraba con la fuerza de mil soles y eso dio directo en mi corazón. Y así fue.

Durante muchas veces, de hecho… incontables veces fui a ver a Hemera-chan y créanme, fueron días maravillosos a su lado y es que siempre me sacaba una sonrisa y no me temía como los demás seres.

Siempre que alguien miraba mi cabello castaño y ojos azules sentía miedo, pero Hemera-chan no fue el caso, junto con Nix-chan fueron las personas que más cercanía tuvieron conmigo.

Con el tiempo obtuve el sentimiento que originalmente tenía por Gea y estos fueron dirigidos hacia mi sobrina Hemera, puede ser que muchos dijeran que estaba mal, pero éramos dioses y eso no era nada mal visto tener relaciones amorosas con miembros de la familia.

Aunque el problema era que diría mi hermana Nix, no quería que un romance como este fuera a arruinar una de las pocas relaciones amistosas que tenía, pero grande fue mi sorpresa a su reacción.

- ¡Increíble Ceres-chan, ya sabía que mi hija podría hacer milagros!

- E-Entonces, ¿no te molesta eso?

- ¡Para nada! De hecho, mi hija era pretendida por Éter, pero prefiero que esté con alguien de mi confianza, así que espero que, si ella acepta estar contigo, seas feliz – esto era genial, si Hemera-chan aceptaba estar conmigo, entonces era bueno.

Y ¿Qué creen?

- ¡H-Hemera-chan, acepta salir conmigo! – le exclamé en una de mis típicas visitas, en serio, solo iba a hablar con ella de otras cosas para ir amortiguando, peor me adelanté y le solté todo eso, solo en mi mente estaba pensando como "mierda, la embarré".

- ¿D-De que estás hablando Ceres? – ella me había dejado de llamar tía Ceres a ser solo mi nombre a secas, así que al final de todo había avanzado mucho nuestro comportamiento, pero… ¡ay, creo que la cagué!

- E-Entiendo si no sientes eso, es que soy tonta y no quería decir, realmente soy idiota…

- No te preocupes, después de todo me gusta bastante estar contigo Ceres-chan, puede que muchos digan que nuestros elementos son distintos, pero en sí, no me importa, es más, puedo probarlo, es más – la chica se fue acercándose – Ceres-chan, te quiero, seré la luz que iluminará la oscuridad de tu corazón.

- ¿En serio? – no me dio tiempo de seguir ya que mis labios fueron robados por los de mi sobrina quien me llevó a su cama y bueno, creo que así nació el yin yang jeje.

Mi amor por Hemera-chan era muy obvio, aunque corrieron las malas lenguas, no me importo negarlo ya que era feliz y Hemera-chan también lo era, es más, había veces que el día se tornaba noche de golpe, esto impresionaba a más de uno.

Esto lo hacía Nix-chan con el propósito que le diera un beso en el día a mi amada Hemera-chan, no lo hacíamos siempre, era de vez en cuando, creo que a este momento en el que día se ponía noche se le conocía como eclipse o algo así.

Nuestro momento era siempre en la noche cuando Hemera-chan descansaba y estábamos pasando nuestro momento íntimo.

- Espero que esto siga por milenios – le decía a mi chica quien sonrió.

- Y yo quiero que me des hijos, que ellos nos quieran.

- Igual lo deseo, ya quiero que me digan mamá – estaba ilusionada, creo que el tener pareja siempre me ha hecho una romanticona del montón jeje. Y aunque era feliz con Hemera-chan… no todo era para siempre.

Y todo… fue culpa de Urano y su hijo Cronos.

Y también marcó el inicio de mi odio hacia los dioses.

- ¡Hermana, Urano fue destronado!

- ¿Qué cosa Nix-chan? – exclamé asombrada – ¿su hijo? ¿lo destronó?

- Sí, lo castró y lo mandó al fondo del Tártaro.

- Demonios… espero que esto no afecte en nada, no quiero que mi felicidad de ti y de mi Hemera-chan caiga al vacío.

- No te preocupes, no pasará nada con nosotras.

Nix-chan… cuanto hubiera deseado que eso hubiera sido cierto.

No tardó mucho para que aparecieran los denominados Olímpicos quienes vinieron a cagarlo todo.

- ¡Por el control de la Tierra! – gritó uno de los comandantes de los dioses que querían destronar ahora a Cronos, estos eran los dioses olímpicos liderados por Zeus y de ahí venían Poseidón y Hades que eran los más fuertes.

Esos tipos nos destronaron a todos, mi hermana Nix tuvo que huir de su puesta ya que sería asesinada… pero nosotras con Hemera-chan fue otra historia.

- ¡Ten cuidado! – gritó mi pareja empujándome lejos de su reino en donde gobernaba como la deidad del día que era ¿y saben quién de los dioses nos atacó?

Hades.

- ¡Hemera-chan! ¡Hemera-chan, no me iré sin ti!

- Hazlo por favor… quiero que vivas Ceres… por favor – exclamó por última vez dándome un beso en los labios, de esos que tanto me enamoraron y me tiró lejos de ahí, yo solo vi impotente como ella se iba a batallar contra Hades quien poseía un casco que lo hacía invisible, no solo eso, sino que su cosmos no se podía sentir, por lo que era casi imposible pelear contra él, aunque también noté que ese mismo casco se podía hacer espada.

- ¡HEMERA-CHAAAAAAAN!

Al caer al suelo, tuve que pelear con varios ciclopes y monstruos que los Olímpicos liberaron para acabar con todos nosotros, era poderosa, pero el pelear contra varios era cansados, además, sus golpes eran duros como rocas, pero acabé con muchos de ellos, pero la balanza estuvo siempre en nuestra contra.

Volví lo más rápido que pude a su reino, a donde estaba mi amada… pero nunca pensé encontrarme con algo así.

- ¡Hemera-chan! ¡Hemera-chan! ¡No, por favor no! ¡¿Qué te hicieron?! – tomé el cuerpo sin vida de mi amada quien tenía varias heridas en todo su cuerpo, pero lo más aterrador fue descubrir su zona intima como estaba.

El maldito de Hades la…

- Debiste ver como gritaba tu nombre cuando la hice mía – la sangre me hirvió en ese momento al escuchar la voz de ese maldito.

- Tu… ¡¿Cómo te atreviste a hacerle eso a mi amada Hemera-chan?!

- Estaba buenísima, así que nada más, aunque te digo que estás mejor que ella, tus pechos grandes te hacen ver más sexy, otro objetivo para el gran Hades.

- ¡Maldito! – la pelea entre nosotros inició y esa fue una dura batalla, pero él tenía ventaja, yo estaba desarmada y no podía hacer nada contra el caso de invisibilidad de Hades y su espada que se hacía fuera a la vista.

- Eres mía – un espadazo dio en todo mi ser, haciéndome sangrar masivamente, no podía creerlo, aquella que gobierna la oscuridad fue vencida por alguien como ese maldito que se hacía llamar Hades, caí al suelo arrastrándome hacia el cuerpo sin vida de Hemera-chan y apreté fuerte su mano.

- Hemera-chan… al menos me podré ir contigo… al más allá juntas… - sonreí mientras que mis ojos se fueron apagando y lo último que recuerdo es ver a ese Hades apuntar su espada y contra mí… luego de eso todo fue oscuridad.

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- Ceres.

- …

- Ceres.

- …

- Ceres.

- ¿Quién anda ahí? – no veía nada, solo oscuridad, pero esa voz sonaba en todo.

- Pasarás milenios aquí hasta que vuelvas como Ceres, la diosa de la oscuridad y las sombras.

- No quiero pasar milenios aquí en la oscuridad… ya viví mucho tiempo de ese modo en el que todo el mundo me temía, solo Nix-chan y mi pareja Hemera-chan me aceptaron como soy y fui feliz con mi pareja.

- No me desobedecerás, ¡soy tu padre!

- ¡Escúchame bien Caos! Serás la deidad primordial por encima de todos, pero no me someteré a tu ley.

- Más vale que sepas que no podrás pelear contra mí, te puedo aplastar como a un mísero insecto y si te atreves a ir en mi contra, lo pagarás caro.

- Me importa una mierda eso, quiero volver a la vida.

- ¡No lo harás!

- ¡Sí lo haré! – no sé cómo, pero cuando menos acordé, estaba vagando por la Tierra, mi alma estaba viajando sin rumbo fijo hasta que por alguna razón fui a un mundo en el que había especies parecidas a los humanos, solo que con cuernos y cola.

Peor es nada al final, por lo que decidí que mi alma fuera como uno de ellos ya que me parecieron mejor que los humanos que tanto me temieron y tanto repudiaron a la oscuridad que les ofrecía.

Y así, renací.

- Ya sé cómo te llamarás – decía una de las que eran mis madres, ahora era una bebé que poseía el cabello rubio y los ojos azules – sus ojos son como si te miraras a un espejo, pero a la vez parece un océano con agua cristalina.

- ¿Y entonces que nombre propones?

- Lo sé – sonrió la progenitora que me cargaba – serás Suikyo.

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Tiempo actual, Residencia Tachibana.

- Otra vez ese sueño – susurró Asuka quien se sentó en la cama, tenía el cuerpo sudado y era de noche, al ver el reloj notó que eran las 2 de la mañana – aún no saben quién soy yo en realidad, siempre he dicho que soy Suikyo, la Emperatriz de los demonios, pero no saben que soy en realidad… Ceres.

La peli morada fue hacia la cama de nuevo, aunque lo que nadie pudo percatarse fue que su cabello estaba oscilando entre el morado y el café, como si se tratara de la manifestación de una nueva transformación. Lejos de eso, Asuka comenzó a llorar apretando su almohada luego de ese sueño.

- Lo siento Hemera-chan… no pude protegerte y dejé que Hades te… ¡perdóname por favor! – el llanto al final la hizo dormir, pero siempre sin olvidar a aquella persona que fue su primer amor en el pasado, la diosa Hemera.

Ceres-chan, te quiero, seré la luz que iluminará la oscuridad de tu corazón.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Uf, esto fue un antecedente del verdadero pasado de Asuka, efectivamente como ella ha venido haciendo en su universo, se ha descubierto que en realidad es una diosa primordial, que, según la mitología griega, fueron las deidades que estuvieron mucho antes de los Olímpicos y vimos que siempre ha sido alguien que ha vivido en la oscuridad.

Me inspiré en la historia de Asuka "Los errores del pasado" en donde cuenta un poco sobre eso, aunque decidí cambiarle varias cosas, además de que me estuve leyendo mucho sobre los dioses primordiales y Asuka es el equivalente a Erebo, por lo que la reemplacé por él y la junté con Hemera ya que me parecía mejor siendo ambas opuestos y bueno, al final terminan muriendo por causa de los Olímpicos y quien más que el malnacido de Hades.

Noticias:

#1. Setsuna Yuuki se ha quedado sin seiyuu luego de que Tomori Kusonoki dejara su papel por problemas de salud.

#2. La tercera temporada de la serie de Caballeros del Zodiaco que era de Netflix supuestamente se estrenará a finales de este año.

#3. Esta no es de anime, pero quiero decirla. La noche del miércoles (ayer en lo que subo este capítulo) quedó campeón de la liga Concacaf el Olimpia, pero la noticia es que ayer los vecinos tiraron cuetes (cohetes o no sé cómo se les diga en sus países) y bueno, se terminó involucrando a la policía porque lo empezaron a hacer frente a nuestra casa, es más, uno de ellos reventó un cohete frente a la puerta que la teníamos abierta esperando a la policía y esta dio en una piedrita que salió volando dándole en la mano a mi hermano y en el oído a mí, créanme que quedé sordo por un momento, luego un beep estaba sonando, pero no me afectó en nada, al final todo se calmó y bueno, no han salido desde entonces. Estoy bien por si preguntan.

#4. Lo pensé bastante lo que pasó el otro día… realmente no tengo remedio. Fue gracias a una conversación que tuve con cierta gatita mágica de cabello gris que me puse a pensar en todo esto y realmente lo que me dijeron Asuka y Franco me hizo pensar en que no tengo que asilarme por algo así, cada uno tiene sus gustos y el ser diferentes es lo que nos tiene así de unidos, de hecho, he decidido que estaré con precaución en los PM y demás reviews, como dijo Franco, haré los comentarios con cuidado y demás, esto para evitar más malentendidos, con esto no me aíslo más, pero tampoco voy a estar muy activo en los PM, pero si quieren hablar algo, estaré ahí, aunque al final la conversación irá agrandándose a medida que me sienta mejor para volver a ser por completo el anterior yo.

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Ya para la siguiente semana veremos a Franco quien podemos decir es el turno de tener algunas cosas que la verdad espero que le sean de utilidad, sería una misión fácil, pero hay que añadirle unas cosas: demonios del Kólasi, un Power-Up, unas armas extrañas y algunas sorpresas.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.