Residencia Maldonado Otori.

Desde que se separó de su hermana, Mei había estado viniendo a visitar a su hija la cual la había dejado con el hondureño quien estaba cuidándola como la hija que era.

- Ya estoy aquí, no es como que sea la primera vez que vengo – Mei usaba su Otra Dimensión para llegar a la casa, esta se paraba en frente de la puerta y aunque bien pudo entrar usando su técnica, pero decidió ser más disciplinada en esto, tocó la puerta y segundos después alguien la abrió.

- Mei-san, bienvenida – la esposa de su chico atendió y le sonrió un poco a la Araki menor quien solo pasó sin más, este fue directo hacia el cuarto en el que podría estar el chico con su hija.

- Ramón debe estar por aquí – susurró, justo entró al cuarto el cual era el principal por lo que miró como el hondureño dejaba a la pequeña gata mágica en la cama ya dormida.

- Duerme bien mi pequeña Tokime, sueña con los angelitos.

- Veo que la tratas como una princesita.

- Viniste Mei.

- Sí, solo quiero ver a mi pequeña Tokime – Mei se acercó a su hija quien estaba dormida, le agradó ver eso siendo que sus orejas estaban pegadas a su cabeza dándole un toque bastante lindo.

- Es linda ¿no?

- Sí, realmente salió bastante bonita, se parece a su madre.

- Se parece más a Yuzu, pero mejor no digo nada.

- Olvídalo, estoy pensando en cambiar cosas de mi personalidad, pero no sé qué hacer, además, a duras penas sé cómo son las cosas de las demás personas – esto lo decía con tono indiferente Mei, pero el hondureño sentía tristeza en la chica, quería encontrar una forma de que ella se liberara de todo eso, hasta que tuvo que una idea.

- Lo tengo Mei, acompáñame.

- ¿Eh? ¿A dónde?

- Solo ven conmigo, no te preocupes por Tokime, le pediré a las chicas que me ayuden – aunque Mei no entendía eso, solo siguió al peli celeste quien habló con Asuka para que le hiciera el favor de cuidar a Tokime, cosa que la peli gris accedió.

Ambos salieron y fueron hacia la parte trasera de la casa en donde había algo el cual estaba cubierto con una sábana blanca y cuando la destapó, se mostró algo.

- ¿Una moto?

- Sí, recién la adquirí, mi madre conoce a alguien que las vende y la modifiqué para que fuera más para mí – el vehículo era una moto la cual era de color rojo, en la parte de enfrente era como la cabeza de un insecto, aparte de tener una especie de alas detrás.

- ¿Qué es esta moto?

- Es mi moto y se llama Jungler (la pueden buscar como Jungler, la moto de Kamen Rider Amazon).

- ¿Jungler? Que nombre tan raro.

- Sí, pero si quieres vámonos a dar una vuelta.

- ¿Una vuelta?

- Sí, no te preocupes – el chico trajo dos cascos y uno se le dio a la chica quien se lo puso, se subieron al vehículo y se fueron. Mei estaba agarrada de atrás de Ninja, no tenían un claro objetivo de a dónde iban, dejarían que el viento los guiara.

Fue una hora de viaje a toda velocidad en Jungler hasta que llegaron a un sitio el cual era bastante lindo, el hondureño fue a pagar la entrada y segundos después, entraron al lugar.

- ¿Qué es este sitio? Es hermoso.

- ¿Te gusta? Este lugar es una de las maravillas de mi natal Comayagua, queda largo de la casa, pero valía la pena venir a que lo conocieras – Ninja le mostró la maravilla del lugar ya que era una cascada con un paisaje verde muy hermoso delatando la belleza natural que poseía – si preguntas como se llama es Pulhapanzak (existe, búsquenlo).

- ¿Qué cosa?

- Si, el nombre es raro, pero es hermoso – decía el chico, ambos se pusieron a ver el sitio y no solo eso, fueron a nadar un poco, el agua estaba con temperatura ambiente muy buena en donde ambos entraron a nadar un poco.

- Se siente bien – la gata tenía un traje de baño blanco que resaltaba su hermoso cuerpo – oye Ramón, ¿así es disfrutar la vida?

- Sí, realmente a veces tienes que relajarte ya que no todo es trabajo en la vida, es cierto que hay que ganarse la vida, pero descubrí que no siempre se tiene que hacer eso, los descansos son buenos para el cuerpo.

- Entiendo eso… ja, eso no cabe dentro de la mente de Alejandra, ella no conoce la palabra descanso, parece una loca del trabajo.

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Santuario de Athena.

- ¡Achú!

- Salud Yuzu, ¿Qué pasa? – decía Saga a su esposa.

- Nada, creo que alguien está hablando de mí y por alguna razón… siento que es Mei.

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De regreso a Honduras…

- Yuzu es responsable y todo, aunque me gustaría que al menos se diera un descanso de vez en cuando, tanto trabajo le causa mal a uno, pero bueno, cada quien hace lo que quiere con su vida – el hondureño llevaba un bañador color azul dejando su torso a la vista de la Araki menor quien acarició esa zona.

- Por cierto, ¿Cómo sigues de tu operación? – decía señalando la marca de la cirugía.

- Ya mejor, no pensé que seguiría vivo hasta este punto.

- No digas eso, después de todo no tendría a Tokime hasta este punto.

- Deja eso Mei, espero que sepas apreciar lo bella que es la vida muchas veces, es más, vamos a nadar.

- Está bien – los dos se fueron a nadar un poco, estuvieron jugando un poco hasta que terminaron en un sitio alejado de la vista pública, el peli celeste comenzó a besar a su gatita quien estaba feliz de eso, sus orejas se movían animadamente como si se estuviera hundiendo en el sentimiento tan bello que provocaba la unión de sus labios.

Los dos siguieron hasta que finalmente acabó, aunque era obvio que el estar en esas prendas de ropa y estar en agua daba algo de calentura para ambos jóvenes, pero se decidieron calmar ya que estaban en un lugar público. Tanto el hondureño como la colombiana se fueron hacia una roca a ver la cascada, Mei recostó su cabeza en el hombro del peli celeste.

- Dime Mei, ¿estás bien conmigo?

- Sí, no pensé que al final de todo pasarías de ser alguien con quien solo me gustaba coger y desarrollé sentimientos hasta el punto en que quiero estar contigo Ramón.

- No me molesta la verdad, talvez en el pasado solo me hubiera gustado estar con mi esposa Asuka, aun así, con las demás podrías estar cómoda cuando vayas congeniando con ellas.

- ¿En serio crees que me acepten, así como soy? He causado más problemas de los que quisieran ellos.

- No te preocupes, entenderán la situación, saben que no tuviste una vida en sí, que eras el producto de células de tu gestión por lo que sabrán que solo quieres vivir la vida que nunca tuviste, aun así, espero que sepas comportarte.

- Lo intentaré, no prometo nada, pero si ellas aceptan como soy podría hacerlo – susurró Mei, ya con eso, el hondureño sabía que la gata de cabello plateado podía hacer eso por lo que ambos fueron a secarse y se cambiaron para irse del sitio, estuvieron una buena cantidad de tiempo ahí – ¿A dónde iremos ahora?

- Estoy pensando, pero si quieres solo podemos viajar sin rumbo, mirar todos los lugares del sitio.

- Está bien – ambos subieron al vehículo y se fueron del lugar, viajaron bastante, Mei miraba todo el paisaje bastante bueno que se podía deslumbrar dando a entender la belleza natural que era Comayagua, la moto aguantó mucho hasta que llegaron a una especie de precipicio.

- ¿Qué te parece Mei?

- Es… bello – susurró todo mientras miraba la hermosa vista que daba del valle de Comayagua, lleno de naturaleza que deslumbraba todo – ¿en serio… esto es la vida?

- Sí, puede ser que la vida no sea bella para muchos y que siempre no será como uno lo espera, pero si algo me han enseñado Ángel, Yuzu y Franco es que no hay que darse por vencidos en esto, eso mismo va para ti Mei, espero que lo recuerdes bien.

- Puede ser – la chica río un poco – imaginar que la atarantada de mi hermana, la demonio esa y el pasivo serían una gran influencia para ti, aunque de Alejandra me lo esperé.

- ¿Cómo van las cosas con Yuzu?

- No te imaginas, ella quiere que tengamos una conexión de hermanas y que no sé qué cosas más, por Dios, es muy fastidiosa la verdad.

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Flashback

Estaban Yuzu y Mei en el templo de Géminis, aunque la peli morada estaba con ella luego de que se separaran en cuerpos independientes.

- Oye Mei, ¿quieres que veamos una serie de anime? Puede ser la que quieres.

- No, déjame en paz – pasaron unos minutos después hasta que la que entonces era peli morada.

- Mei, ¿quieres que salgamos a algún sitio tu y yo?

- No Alejandra, déjame en paz – y así fue hasta que pasó un tiempo en el que Yuzu volvió a acercarse a su hermana.

- Mei, ¿crees que puedo ver a Tokime? Ya que ahora estamos separadas, quisiera pasar tiempo con mi sobrina, es más, hasta tengo ropita que le puede gustar.

- No, déjame en paz.

- ¿Por qué no quieres hacer actividades conmigo? Quiero que formemos un vínculo de hermanas, ya sabes, como gemelas que somos.

- ¡¿PUEDES CALLARTE CON TUS IDEAS ÑOÑAS ALEJANDRA?! ¡YA CIERRA EL ORTO!

Fin Flashback

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- ¿Ahora entiendes por qué no soporto mucho estar con ella?

- C-Creo que ella solo quiere que tengan un vínculo que no pudiste tener.

- Está bien, lo intentaré, pero si sigue de insistente le meto una orden de restricción de aquí hasta que se jubile.

- Pobre Yuzu – susurró el peli celeste pensando en su mejor amiga, pero este decidió dejar eso y abrazar por la espalda a su chica quien se sonrojó, pero este se puso más cariñoso besando el cuello de la peli plateada quien empezó a maullar un poco, pero el acto se detuvo de golpe.

- ¿Por qué paras?

- Porque luego de esto vienen más cosas y no quiero eso aquí, debe ser en la cama en la casa donde engendramos a Tokime.

- Que romántico saliste, aunque no molesta del todo, no eres tan empalagoso como Alejandra.

- Relájate un poco ¿quieres? – ambos decidieron regresar en moto a la casa del chico, fue un largo viaje, aunque Mei por primera vez podía sentir esa emoción y cariño que no tuvo y solo le ocurría eso con Ninja, esta se pegó más a él mientras iban en el vehículo.

- Ahora entiendo porque tus chicas te quieren bastante, ayudas hasta en lo que no para que estén bien, incluso con alguien como yo – pensó la peli plateada quien se pegó más al chico quien sintió eso, solo aceleró la moto hasta que finalmente cuando pasaron un buen tiempo llegaron a casa en donde nada más entraron.

- Ven Mei, quiero mostrarte algo.

- ¿Qué pasa? – la colombiana no entendía eso, pero cuando llegaron a donde decía el hondureño fue donde se dio cuenta de lo que quería mostrarle – ¿Qué es esto?

- Es tu habitación, he decidido que vivas aquí si lo deseas – el cuarto era uno bastante bueno, aunque parecía como los otros que tenían las demás chicas, el suyo era bastante lindo; una buena cama, una televisión y demás muebles, hasta había una cuna por si quería poner a Tokime.

- ¿E-En serio puedo vivir aquí?

- Así es, puedes vivir conmigo y las demás – sonrió el chico.

- ¿N-No tendré problemas?

- Para nada – exclamó la esposa del peli celeste detrás de ambos, esta traía a la pequeña Tokime quien estaba dormida – Ramón me ha comentado todo, y la verdad es que puedes quedarte sin problemas.

- ¿No causaré molestia?

- Adelante Mei-san, es tu casa ahora – la Araki menor tomó a su hija y se quedó pensando en varias cosas, pero dejó eso a un lado, ahora tenía un sitio en el que podría considerar un hogar, esta solo se sentó en la cama junto con su hija quien abrió los ojos un momento y al ver a su madre esta le sonrió.

- Parece que… puedo disfrutar esto que llaman vida en cierta medida – susurró, no obstante, algunas lágrimas caían de sus ojos escondidos en su cabello, esto fue visto por el chico quien le acarició la cabeza junto con sus orejitas.

- Está bien llorar Mei, puedes hacerlo y nadie te va a juzgar.

- Que emociones tan extrañas – las lágrimas de la colombiana siguieron cayendo, ahora tenía un sitio en el que podría ser ella misma.

Ya en la noche…

- Bueno chicas, a partir de hoy Mei vivirá con nosotros, así que llévense bien – decía el ninja mirando a las demás que estaban reunidas en la sala.

- S-Soy Mei Araki, sé que no soy la mejor en muchas cosas, pero quiero saber que se siente ser… alguien que vive su vida como una persona independiente… ay, ni sé lo que digo.

- No te preocupes Mei-chan, es normal que seas así, no viviste una vida libre y ahora tienes la oportunidad de hacerlo – habló Kanon.

- Sé feliz con lo que tienes ahora.

- No te preocupes por eso, estamos felices viviendo juntas – Shizuku habló con su hijo en brazos.

- Será un gusto – Kanan fue la siguiente. Las demás mujeres del chico aceptaron sin más a la gata mágica quien sonrió por lo bajo.

- Mei Araki, bienvenida a la familia – la peli plateada sonrió por lo bajo.

- Gracias, aunque solo hay una cosa que me arrepiento.

- ¿Qué cosa?

- De que a Alejandra le cambié el shampoo por pica pica en agua.

- No me jodas ¿en serio? – susurró el hondureño.

- Sí, pero de suerte no se dará cuenta jamás – Mei definitivamente no cambiaría mucho.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Sé que Franco ya se habrá saltado para acá, pero bueno, aquí vamos.

Asuka es una amiga muy apreciada para nosotros y bueno, creo que a todos nos agarró desprevenidos su anuncio y la verdad no tardé ni dos segundos en saber que pasaba y bueno, no diré todo el contexto ya que algunas cosas son privadas y quiero que sea así, pero ella me ha dado la autorización para que diga esto, así que, Yuzu y Franco, aquí les va:

#1. Asuka ha decidido darse el resto de noviembre y la primera semana de diciembre para descansar de ese incidente que le ha pasado, esto para recuperarse y lo de la semana de diciembre es para hacer los exámenes de sus alumnos, así que solo necesita tiempo de descanso para que vuelva a nosotros como siempre. Y no se preocupen, ella ya está con la ayuda que necesita para superar estos momentos.

#2. Miren, pensé en poner en pausa Autormanía ya que como he dicho en reiteradas ocasiones, el fic está hecho por y para los 4, si uno de nosotros no está aquí no vale la pena seguirlo hasta que estén todos presentes. Sin embargo, Asuka me dijo que no lo hiciera, que continuara la historia como un favor, que siguiera sacando risas como lo he hecho a lo largo de este año.

Esta fue una decisión jodida por mi parte, ya que no quería escribir de ese modo, pero es una promesa que le hice y ella me juró una promesa también que no diré por obvias razones, pero seguiré la historia, solo que no tan seguido como lo he hecho, volveré a solo publicar un capítulo a la semana, esto por varias razones que no solo son del asunto, sino que también de tiempo ya que no dispongo mucho ahora, pero para cuando todo vuelva a la normalidad, iniciaremos el arco de Luzbel que justamente tendrá a Asuka como protagonista.

No tengo más que decir, solo que no se preocupen, Yuzu, Franco, nuestra querida Ángel necesita tiempo y como la guerrera que es saldrá adelante con esto y van bien las cosas por el momento, así que, ¡ánimos mi angelito de la guarda! Sabes bien que en caso de que algo pase, empeño hasta mi riñón para ir a Tucumán, buscarte, llevarte conmigo, paso por Buenos Aires buscando a Franco para darle un beso, viajaremos hasta Bogotá buscando a Yuzu para darle un beso y luego te llevo a mi país, nos casamos y te hago madre.

Lo del beso, Yuzu y Franco, no se quejen, es un beso de compas en los labios, ¿a poco los compas no se besan en los labios? ¡Claro que así! Así que no quiero escuchar quejas.

#3. Este es mío, créanme que esto que pasó fue como un deja vu para mí… sentí que pasaba lo que ocurrió en agosto y es que ha pasado algo, pero prefiero mantenerlo para mí ya que fue un susto para mí pensar que había venido una ambulancia por mi madre… ella está bien, pero fue un susto ¿y saben cuándo fue? El mismo día de lo de Asuka, justo cuando venía de un día algo feo en la U… ya se imaginan como estuve al final del día. Pero mi madre está bien.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.