La pelea entre ambas hermanas solo provocó que las cosas estuvieran casi rotas con las dos, ninguna quería saber de la otra, aunque en el caso de Yuzu, ella podía ser decisiva y todo en cuanto a varias cosas, no obstante, aunque le dijo a su hermana que la dejaría en paz, siempre estaba ese cariño que le tenía.

- Yuzu, ¿Cuánto más durará esa pelea? – preguntaba su esposo el cual estaba con su chica, ambos en la tina del templo de Géminis tomando un baño.

- No es una simple pelea Saga-chan, ya lo dejamos claro, ya no tendré nada que ver con ella, sabrá estar al lado de Nin-chan y Tokime-chan… ella… - la chica mordió un poco su labio inferior tratando de no decir nada.

- Imagino que quieres ver a tu sobrina, aunque digas que no lo harás y que dejarás que siga con su vida, sé muy bien que no harías eso fácilmente – el peli azul abrazó a su mujer por la espalda – eres demasiado amante con tu familia, a pesar de los hijos que tenemos, al ser muchos, cualquiera descuidaría a muchos de ellos, pero no, en tu caso los cuidas a todos, a los bebés divinos los tratas como si fueran tus propios hijos; Poseidón, Amaterasu, Tsukimiyomi y Ra han crecido muy bien a tu cuidado, la hija de Ninja, Sasha, que te considera como una madre hace lo mismo, no digas que no te importa eso.

- P-Pero es que ella no quiere escuchar – susurró con la voz algo quebrada – es que me molesta mucho que no aprecie nada de lo que le digo, lo que hizo mamá por nosotros… lo que hago por mis hijos… ella no quiere escucharme.

- No te preocupes Yuzu, ella cambiará en algún momento, los gemelos de la constelación de Géminis podremos odiarnos entre muchas comillas, pero siempre estaremos para protegernos el uno al otro, aunque parezca que no es así, créeme, sé lo que es tener un gemelo idiota – en eso, en otra parte del templo, el menor de los gemelos peli azules estaba acompañado de su mujer y su hija.

- ¡Achú!

- Salud papá.

- Gracias Alhena, creo que me voy a resfriar.

- Deberías ir a buscar algo de tomar que sea caliente Kanon-san.

- No te preocupes Kurumi, ya iré.

Pasadas varias horas, la noche cayó sobre el cielo griego por lo que muchas personas se echaron a dormir, no obstante, en el caso de Yuzu, esta estaba mirando las constelaciones en el cielo, justo en el cielo salió el conjunto de estrellas formando la que era su constelación protectora, Géminis.

- Castor, Pólux, ustedes que, en la mitología a pesar de ser hermanastros, crecieron como hermanos de verdad y con un cariño fraternal abismal, díganme por favor, ¿Por qué Mei y yo no podemos llevarnos como ustedes? Puede que la relación mía con mis hermanos mayores no es la gran amistad que tengamos, pero me llevo mejor que con Mei, por favor, ustedes dos, díganme que tengo que hacer – a su mente se le vino una solución y era ir a su hogar, enfrentar a su hermana menor y dejar las cosas claras, una pelea no dejaría nada bueno, tenían que ir con todo esta vez.

Esta creó un agujero con su Otra Dimensión por lo que viajó hasta el país centroamericano, miró un momento la casa de su mejor amigo desde largo, el corazón le latía a más no poder.

- Muy bien, arreglaré las cosas con ella de una vez por todas.

- ¿Acaso no recuerdas que te dije que no quería verte de nuevo aquí Alejandra?

- Mei – susurró la peli lavanda dándose la vuelta encontrándose cara a cara con su hermana menor – es hora de que resolvamos esto de una vez.

- No tengo nada que resolver contigo, ya te dije que no quería saber nada de ti, déjame a mi hija y a mí en paz, solo eso, pero si quieres insistir – el cosmos de la peli blanca comenzó a elevarse – entonces te tendré que matar.

- No quiero pelear Mei, pero si te pones en ese asunto no tendré más opción que hacer lo mismo – susurró la mayor de las Araki, el cosmos de ambas chocaba, el combate parecía que sería igualado, no obstante, alguien interrumpió la reunión de las dos hermanas.

- Vaya, vaya, huelo bastante a odio, resentimiento, amargura, envidia y lo mejor… intolerancia familiar, me gusta.

- ¿Quién anda ahí? ¡Preséntate!

- Más respeto humana, pero bueno, como morirán, me presentaré entonces – decía el tipo el cual era un demonio con la cabeza como la de una mula mientras que el resto de su cuerpo era humano, incluso parecía que poseía una cola de pavo real – me llamo Adramelec y estoy a los servicios de mi señor Luzbel.

- ¿De nuevo otro demonio del hermano de Tachibana-san? – susurró la peli lavanda, aunque eso no le impidió ponerse firme para el combate – no me importa quién sea mi rival, lo derrotaré y más si es un demonio que viene con malas intenciones.

- Pues hagamos esto entonces – el tipo chasqueó los dedos creando una dimensión la cual era espeluznante, parecía un sitio montañoso con un lago gigantesco de lava en el que nada más ver, ambas hermanas notaron que había personas gritando de dolor en él.

- ¿Qué sitio es este?

- Circulus infernalis Peccatorum (Círculo infernal de los Pecadores), el sitio en el que muchos humanos van a parar por sus pecados, no importa cuales hayan sido, tomo esas almas del Inframundo y me gusta castigarlas aquí.

- Eres un infeliz… ¿Cómo te pones a hacer eso? Ellas merecen descansar como lo es debido.

- Estas almas no son comunes, son almas de hermanos que a lo largo de su vida estuvieron peleando, padres e hijos que pelearon hasta la muerte, así es, toda discusión familiar va a parar aquí y sus almas sufren por la eternidad – sonreía el demonio – bueno gatas, ¿Quién de las dos será la primera en ir allá abajo?

- ¿Crees que voy a dejar que me mates? Lo siento, pero estás equivocado – el cosmos de Mei se disparó – a ver qué te parece esto… ¡Radiación de Alhena!

- ¡Espera Mei! – el ataque de la peli blanca fue directo hacia Adramelec el cual solo se quedó ahí hasta que le dio de golpe, no obstante, parecía que no le había afectado en mucho ya que simplemente se sacudió eso y sin más, sonrió por lo bajo.

- Muy bien, ya atacaste, ahora sigo yo – el tipo salió volando rápidamente hacia Mei a quien le dio un fuerte golpe mandándola a retroceder, luego fue hacia Yuzu quien no se esperó eso, también fue recibida por un poderoso golpe.

- Este tipo… es muy fuerte, su fuerza física es superior al demonio al cual vencí hace tiempo – pensó la mayor de las colombianas cayendo al suelo al lado de su hermana.

- Hijo de puta… no me vas a vencer con cosas así – Mei se levantó mientras se iba hacia el tipo, cuando estaba por golpearlo, la peli blanca se multiplicó en varias copias de ellas, lo que asombró a Yuzu.

- Una técnica ninja como las de Nin-chan – exclamó la peli lavanda por lo bajo, no obstante, estas copias lograron arañar a Adramelec el cual se molestó por eso.

- ¡Perra! – este le dio un fuerte golpe a la peli blanca que fue directo a donde estaba Yuzu, esta estaba elevando su cosmos para atacar con todo.

- Veamos si te ríes después de esto… ¡Explosión de Galaxias! – el máximo poder de los Caballeros de Géminis fue lanzado hacia el demonio el cual fue golpeado por eso, obviamente fue mandado a volar, pero eso no fue suficiente para acabar con el demonio.

- Las dos hermanas no atacan ni nada, así que espero que sepan que solo están alargando sus muertes – decía el demonio el cual estaba yendo rápidamente hacia ambas gemelas, las dos iban a atacar, pero Mei fue rápidamente mandada a volar cayendo pesadamente al suelo, Yuzu simplemente fue golpeada estrellándola casi en el mismo sitio que su hermana menor.

- ¿Cómo voy a vencer a este tipo?

- ¿Por qué quieres hacerlo tu sola Mei? ¡Deja de ser así! – exclamó Yuzu, pero lo único que se ganó fue una patada al rostro de parte de su hermana haciéndola sangrar de la nariz.

- A mí no me vas a dar órdenes Alejandra, yo siempre he hecho las cosas sola, así que lo acabaré por mí misma – justo en ese momento, un golpe voló hacia el rostro de la peli blanca mandándola al suelo.

- Ya basta… ¡deja de ser tan necia!

- Maldita – el cosmos de la oji roja se elevó mirando con molestia a su hermana mayor – espero que sepas que no seré amable contigo Alejandra.

- No quiero que se derrame sangre… pero no me dejas opción – el cosmos de la mayor también se elevó, no obstante, esto solo cautivaba al demonio el cual fue velozmente hacia ambas gemelas dándoles con fuerza un puñetazo en la cara.

Las dos se levantaron de nuevo, aunque una lluvia de patadas y golpes cayeron sobre Yuzu y Mei las cuales segundos después cayeron al suelo con varios moretones y heridas en todo su cuerpo, las dos solo se levantaron tomando bastante aire.

- ¿Qué pasa? ¿Acaso ustedes dos no me podrán derrotar? – exclamó el demonio burlándose de ambas chicas las cuales se levantaron mirando con molestia al tipo.

- Mei… por favor, tenemos que atacar en conjunto si no queremos morir.

- Prefiero morir a atacar junto a ti, ¡cómete mi Explosión de Galaxias! – la peli blanca intentó hacer lo mismo que su hermana mayor, aunque el ataque fue un poco más débil que el de Yuzu ya que fue detenido con más facilidad por Adramelec a lo que la devolvió a ambas las cuales golpeadas por eso.

- ¿Acaso es todo?

- Mei, por favor, piensa un poco, ¡tenemos que atacar juntas en caso de que…!

- Ya te dije que lo haré yo sola, después de todo, algo que no puedes asimilar es que hasta hace poco he estado sola, por eso es que quiero hacerlo por mí misma, ¡porque si no, no tendré nada a excepción de mi hija!

- No es cierto, no estás sola, ¡tienes a Nin-chan que te acogió como una más de sus chicas! No solo eso, sino que tendrás más chicas las cuales crecerán contigo, las chicas que están con Nin-chan te aceptaron y sus hijos juegan con tu hija y es por una razón… ¡es porque te quiero hermana!

- ¿Qué me…? ¿Qué estás diciendo?

- Por favor, escúchame Mei, te lo pido… - justo apareció Adramelec dispuesta a darle un golpe mortal a Yuzu, no obstante, la peli blanca la empujó a un lado recibiendo ella el golpe el cual fue un fuerte rasguño el cual dio en la zona abdominal derecha haciéndola sangrar un poco.

- M-Mierda.

- ¡Mei!

- Jajaja, que pena me dan, ahora resulta que la hermana menor defiende a quien mucho a odiado, que lindo, es tan tierno que me dan ganas de vomitar – decía el dios cabeza de mula riendo, Mei solo se hizo a un lado siendo atendida por Yuzu.

- ¡¿Por qué has hecho eso?! ¿Por qué me salvaste?

- ¿Crees que lo sé? Simplemente actué por instinto, no sé porque pasó esto – exclamó la peli blanca la cual solo se agarraba esa zona, aunque no importándole más cosas que seguir luchando, se puso en pose de combate.

El demonio se lanzó hacia Yuzu, pero por alguna razón la que se interpuso fue Mei, como si no quisiera que algo le pasara a la peli lavanda o eso parecía querer verse, aunque Yuzu quería pensar en que estaba pensando su hermana menor para defenderla, no obstante, a su mente vino parte de la conversación que tuvo con su esposo.

Los gemelos de la constelación de Géminis podremos odiarnos entre muchas comillas, pero siempre estaremos para protegernos el uno al otro, aunque parezca que no es así.

- Ya veo… supongo que es por algo.

- ¿De qué hablas Alejandra? – ambas hermanas estaban juntas – ¿Por qué te pones así?

- Porque me di cuenta de algo, puede que digas todas esas cosas, pero, aunque fuera solo un poco, me salvaste y recibiste esa herida – susurró la peli lavanda uniendo su frente con la de ella – ahora lo entiendo todo… Pólux.

- ¿De cuál te la fumaste Alejandra? ¿Por qué me dices Pólux?

- Ese es el nombre de los gemelos que conforman nuestra constelación guardiana, Castor y Pólux, aunque no nos llevamos bien, ellos tenían una forma de proteger al otro y eso que hiciste, aunque pequeño, significa que te importo.

- B-Bueno, es que siempre decías que tus cosas…

- Lo entiendo, puede ser que cada una haya tenido sus cosas, entiendo que no quieras saber nada de mamá y de mi familia… pero siempre te diré que pienses sobre ella y lo que hizo por mí, si no fuera por mí, tu no estarías aquí, puede que hayamos sido un solo cuerpo, pero ese cuerpo lo hice yo y tú lo usabas para estar libre, ahora podrás hacerlo con libertad total.

- Eres realmente aburrida y ñoña a veces Alejandra – río un poco la peli blanca para ponerse algo seria – pero de igual forma… supongo que exageré o algo así.

- Mei… ataquemos juntas – susurró la chica tomando las manos de su hermana menor, esta solo se relajó un poco y justo ocurrió algo inaudito, ni siquiera Adramelec entendía.

El cuerpo físico de Mei desapareció y se unió al de Yuzu, el cuerpo de esta brilló con fuerza hasta que segundos después, todo bajó de intensidad revelándose que había un solo cuerpo. Este poseía las ropas de color gris haciendo resalte de la fusión de las ropas negras de Yuzu y las blancas de Mei, no solo eso, sino que el cabello del nuevo ser poseía el color lavanda de Yuzu, con algunos mechones en blanco de Mei.

- ¿Quién eres tú?

- Podemos decir que… no soy Alejandra ni soy Mei… soy ambas de nuevo, un solo cuerpo como lo fuimos alguna vez – decía la nueva figura la cual poseía una voz bastante linda, no era doble como la de la fusión que tuvieron Asuka y Yuzu, esta era suave y a la vez ruda cuando se lo hacía ver.

- ¿Y qué quiere decir eso?

- No tengo nombre en sí, podría pensar en uno todo chido o hasta fusionar nuestros nombres reales, aunque preferiría el nombre de… Yuzei, es un gusto presentarme – la peli lavanda con blanca abrió sus ojos los cuales eran rojos como los de Mei, esta lanzó bastante cosmos el cual mandó hacia atrás al demonio.

- ¿Cómo es que tienen este poder? Hace poco las estaba sometiendo, no entiendo eso.

- Ahora somos una sola, así que espero que sepas que no será nada de lo que pensaste – exclamó Yuzei quien rápidamente fue hacia el demonio el cual intentó golpear a la fusión, pero esta fue más rápida y una poderosa patada hizo vomitar al tipo.

- P-Perras malnacidas… ¿Cómo es que pueden hacer esto? ¡Se supone que estaban peleadas!

- Lo dijiste, estábamos peleadas, aunque esas cosas nos hacen diferentes y eso nos unirá más, así que espero que sepas que el vínculo de hermanas que tenemos, aunque inestable, no se puede romper, esa es parte de la maldición de los Géminis: separados, más siempre unidos – el cosmos de ambas hermanas comenzó a elevarse más y más subiendo sus manos arriba de su cabeza.

- N-No puedo perder así… ¡no puedo perder contra dos de ustedes!

- Como Alejandra y Mei, recibirás nuestro máximo ataque… ¡EXPLOSIÓN DE GALAXIAS! – el poder supremo de los Caballeros de la tercera constelación zodiacal salió disparado hacia Adramelec el cual intentó contrarrestarlo, pero no este podía con tanto cosmos.

- N-No es posible… ¡NO ES CIERTOOOOOO! ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! – el cuerpo del demonio cabeza de mula fue evaporizado por el enorme poder de las gemelas las cuales quedaron solas en el sitio para ser transportadas de nuevo al jardín de la residencia Maldonado Otori.

- Eso fue intenso – exclamó la fusión la cual se separó volviendo a ser dos seres independientes.

- ¿Te encuentras bien Mei?

- Más o menos… demonios, casi me dio en donde está mi hijo – eso aterró a la peli lavanda.

- Olvidé que estabas embarazada – la mayor fue a ver su herida, de suerte, fue un rasguño el cual, aunque la hacía sangrar, no fue muy profundo – menos mal… pensé que el bebé estaría mal.

- Nah, algo así no me mataría – la peli blanca se levantó mirando de reojo a su hermana – oye Alejandra.

- ¿Qué pasa?

- Solo quería decirte que… lo siento, aunque no debería decir eso ya que te dije cosas horribles, así que espero que no me perdones ya que he sido una estúpida todo este tiempo…

- No digas nada más – Yuzu abrazó por la espalda a su hermana menor – eres una tonta Mei… pero me di cuenta de algo mientras batallábamos y es que tú no eres mala.

- ¿Cómo que no soy mala?

- Eres igual a mi cuñado Kanon, él creía que era malo por ser el gemelo menor y estar bajo la sombra de Saga-chan, pero al final son hermanos y eso no lo va a cambiar, lo mismo que tú y yo.

- Realmente eres… - Yuzu miró las lágrimas caer de los ojos de Mei, cosa que la extrañó, aunque tenía una herida y todo, aun así, solo se dio la media vuelta.

- Mei.

- Alejandra… mañana con tus chicas estate en el templo de Géminis, ahí llegaré.

- ¿Qué? – no recibió más respuesta y solo vio a la peli blanca irse, eso confundió a Yuzu ya que no entendía eso, pero decidió hacer caso a su hermana menor.

Al día siguiente…

- ¿Segura que te dijo que la esperáramos? – preguntó Ren al lado de su amante, la peli negra tenía un mes de embarazo, aunque no era la única que estaba ahí, sino que también sus demás chicas y hasta Saga estaba por si las dudas.

- ¿Estás segura Yuzu?

- Estoy segura… quiero ver que…

- Ahí viene – Homura habló, todos miraron que la Araki menor estaba llegando a donde estaba ellos, aunque traía un manto en sus brazos y no solo eso, sino que este se movía un poco.

- Mei.

- Aquí estoy, y la he traído a ella – antes de que preguntaran que era, la peli blanca le pasó el manto con el objeto a Yuzu quien al quitarlo se dio cuenta de que era y las lágrimas casi caen por sus ojos.

- Ella es…

- Sí, es hora de que pases tiempo con ella – justamente era Tokime quien, al mirar a la mayor de las Araki, movió un poco sus orejas hasta que finalmente río queriendo que la chica la alzara en brazos, Yuzu dejó a un lado el manto tomando a la pequeña peli morada.

- E-Es igual a mi… es igual a mí – susurró Yuzu con lágrimas cayendo por sus ojos y más cuando la pequeña Tokime quería jugar con sus orejas, aunque parecía que la niña le tenía bastante cariño a la peli lavanda.

- Que linda es.

- Yuzu, es como tú en las fotos que me mostraste de niña – Saga habló, Tokime al verlo también quiso que la cargara, el peli azul hizo caso tomando a la niña y esta reía por eso – es muy cariñosa.

- Lo es realmente – susurró Yuzu, Tokime pasó con Maki, Shaina, Izumi, Misaki, Ren, Homura y Sayaka, con todas Tokime era muy cariñosa.

- Es una niña muy buena al final de todo – la peli morada volvió a los brazos de Yuzu quien la sostuvo un momento más mirándola a los ojos.

- Ma… má…

- ¿D-Dijiste mamá?

- Ma… mi – eso finalmente quebró a la peli lavanda quien lloró por eso, sus demás chicas junto con su marido estaban alegres porque finalmente pudo conocer a su sobrina, aunque parecía que Tokime la veía como su mamá, Mei a un lado solo observaba eso y soltó una pequeña sonrisa.

Pasaron las horas y en el jardín del templo de Géminis, Yuzu seguía jugando con Tokime quien no parecía cansarse, los hijos de la gata peli lavanda se unieron al juego, la pequeña les había caído bien, además de que les llamaba mucho la atención con el parecido con su madre.

- A ver Tokime-chan, di aah.

- Aaah – Yuzu le daba de comer algo de manzana peladas, cosa que le gustaba mucho a la pequeña, gesto que notó en sus orejitas que se movían de un lado a otro.

- Y no se cansa de estar con Tokime – susurraba la peli blanca mirando desde las gradas del patio, en eso, el menor de los Géminis se acercó a la gata.

- Yuzu tenía razón, no eres la chica mala que te retrata mucho.

- ¿Por qué me dices eso?

- Aunque suene como si fuera Naruto y sus discursos pedorros, yo era igual que tu pensando que era un ser lleno de maldad y al final pasó que solo estaba teniendo esa idea para tener un propósito en la vida, te entiendo que hayas pasado de ese modo toda tu vida, yo pasé oculto ante todos.

- ¿En serio?

- Sí, mi hermano Saga tuvo ese ser maligno dentro de sí desde niño y le causó problemas a tal punto de hacer cosas imperdonables, Yuzu pasó casi la misma situación de niña y míralos, los dos se conocieron, se casaron y al día de hoy se siguen amando, en mi caso conocí a Kurumi, congeniamos y al final terminamos juntos con nuestra Alhena, tu pasas lo mismo ¿no?

- Puede ser, digo, el mejor amigo de Alejandra terminó siendo el padre de Tokime y bueno… ya lo que sigue es historia.

- Ahí lo tienes, no eres mala, solo pretendías ser mala, y lo más obvio es que no le hubieras dado ese terreno a Yuzu para que hiciera su academia si ese fuese el caso, reflexiona eso – Kanon fue a donde estaban los demás, su mujer estaba con su hija esperándolo. Segundos después llegaron justamente Towa y Setsuna quienes al ver a la peli blanca fueron hacia ella, luciendo siempre su actitud positiva.

- Vamos a jugar tía Mei.

- ¡Juega con nosotras!

- Ni modo… supongo que no pierdo nada con eso – exclamó, se levantó y fue con ambas demonios quienes ya estaban más alegres de saber que por fin la peli blanca estaba con ellas y se divertirían y así lo fue.

- Vaya, supongo que por algo se empieza – susurró Yuzu mirando a las dos hijas de ella con Asuka jugar con la gata peli blanca y segundos después se unieron más niños a eso.

La relación de ambas hermanas comenzaría a subir y quien sabe cómo sería más adelante, pero el futuro parecía brillante para ambas.

.

.

Continuará…

.

.

Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Bueno, fue algo muy difícil de hacer, aunque me basé más en el hecho de la constelación de Géminis, los hermanos que, a pesar de no ser hermanos completos, se llevaron tan bien que Zeus los recompensó poniéndolos en el cielo para que siempre estuvieran unidos.

Esa fue la razón por la que Yuzu le dijo a Mei "Pólux" y ella sería Castor, por lo que podemos decir que la relación de ambas mejorará mucho, ya Yuzu pudo convivir con Tokime y vaya que se encariñó mucho con ella, hasta Tokime le dice mamá a Yuzu.

Y la razón por la que la fusión esta vez entre ambas gemelas funcionó de ese modo, es porque se unieron en cuerpo y de forma espiritual, las otras veces solo era Mei posesionando el cuerpo de Yuzu, esa es la diferencia.

Modo serio.

Desde hace días tengo esto que quiero decir, una cosa que desde hace semanas no es que me esté molestando en sí, pero me inquieta charlarlo con Yuzu y Franco, pero siento que si les escribo esto por PM no sé cuál sea su reacción, pero estoy con esa inquietud con ambos y no, no tiene que ver con aquello que les conté hace tiempo, borré todo eso.

Así que es mejor que no lo haga, solo quería que lo supieran ya que me gustaría hacerlo, decirles esto, pero en sí, conociéndome solo terminaría regándola como he hecho en otras ocasiones, así que mejor me callo y evito malentendidos.

Y solo para que quede claro, no es nada malo, solo una inquietud que tengo nada más.

Fin del modo serio.

Y bueno, el siguiente capítulo podemos decir que es algo más como ver nuestras relaciones matrimoniales con nuestros principales cónyuges, ya verán a que me refiero.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.