Ambas hermanas Araki habían arreglado sus cosas por lo que estaba en paz, es mas, en este momento, Yuzu estaba viajando con el pequeño Yuusuke hacia Honduras en donde vivían Mei junto con Ninja y su familia.

- ¿Listo para jugar con Tokime-chan? – la peli lavanda se dirigió hacia su hijo quien asintió.

Yuusuke y Tokime se habían conocido a los meses que la gatita peli morada estaba creciendo, al hijo de Yuzu y Asuka le gustó mucho la pequeña gata mágica por lo jugaban mucho, además de que a Tokime le parecía gustar la compañía del peli negro.

Llegando a la casa Maldonado Otori, esta tocó el timbre y justo atendió su hermana gemela quien salió a su encuentro, curiosamente traía a Tokime en sus brazos, los dos visitantes pasaron.

- Se ve que a tu hijo le gusta pasar el tiempo con Tokime.

- Sí, le gusta bastante pasar tiempo con su prima – Mei puso a Tokime en el suelo, esta ya contaba con casi 2 años, por lo que aún estaba pequeña, sin embargo, cuando miró como Yuusuke llegaba a ella, se calmó un poco.

- Tokime – Yuusuke se sentó frente a ella y esta solo movió sus orejitas sonriéndole a su primo.

- Yuu – esta era la forma en que la gatita se dirigía al niño, sin más, Yuusuke se puso a jugar con su prima, ambos disfrutando de su compañía mutua.

- Realmente son lindos verlos jugar así – decía Yuzu con algo de nostalgia – si hubiera tenido a alguien así realmente me la hubiera pasado mejor.

- Son cosas pasadas Alejandra, lo importante es que estamos en el presente, al menos eso me han inculcado desde que estoy aquí – la peli blanca hablaba sin problemas, aun así, las dos se fueron a sentar en la sala mientras que sus dos hijos jugaban juntos.

- Ore… jas – la peli morada señaló la cabeza de Yuusuke quien parecía que entendió el mensaje.

- No tengo Tokime.

- Creo que le está preguntando porque él no tiene orejas.

- Bueno, es que naciste sin el gen que te da orejas de gato – Yuzu exclamó señalando sus propias orejas – solo tu tía Mei puede dar bebés con sus orejas.

- Aunque salió como tú cuando tenías el cabello morado – Mei suspiró.

- Por cierto, ¿Cómo son tus nuevos bebés Mei? No me los has presentado.

- Oh, ya regreso – la peli blanca se fue de la sala y unos minutos después volvió con los nuevos bebés que ella tuvo con el hondureño.

- ¡Que lindos! – Yuzu tomó a ambos niños quienes estaban calmados – ¿en serio les pusiste los nombres que le sugerí a Nin-chan?

- Sí, al poner Joe a nuestro hijo, dijo que era una buena forma de homenajear a su tío fallecido, además, la pequeña Yoko también con orejitas de gato como nosotras dos.

- Aunque nació con el color de cabello de Nin-chan, aun así, se ve muy linda – Yuzu cargó a la pequeña Yoko quien estaba relajante estando con su tía – hola Yoko-chan, soy tu tía Yuzu, ¿Cómo estás?

- No te va a contestar ¿sabes? Apenas tiene unos días de nacida.

- Eso lo veremos – la colombiana movió sus orejas como si le quisiera decir algo a su sobrina y esta sin querer mover sus orejas.

- Aun siendo pequeña y entiende el lenguaje de las orejas.

- Sí – a lo que se referían las gemelas Araki era el lenguaje de las orejas, una forma en que hablan la raza de las gatas mágicas a través de sus orejas, siendo unos sonidos los cuales solo ellas podían entender, incluso desde pequeñas podían detectar eso, más no entenderlo en sí hasta que pasados los años entendieran que se decían, por eso, es que las gatas mágicas podían hablarse entre sí con solo mover sus orejas.

- Ya verás cuando hablo con Tokime – Mei miró a su hija quien seguía jugando con Yuusuke, la peli blanca movió sus orejas apuntando a la peli morada quien en ese momento se detuvo y sus orejas se pararon moviéndose para todos lados hasta que dio con su progenitora.

- Mami.

- ¿Lo ves? No sabrá que digo, pero ella entiende que se le está llamando – la peli morada gateó rápidamente hasta donde estaban ambas gemelas.

- Por cierto, ¿aún no nos distingue como su madre?

- No, creo que nos confunde todavía, pero es que míranos a ambas, somos iguales, el cabello tuyo al hacerse más claro se parece al blanco mío, supongo que por eso cree que somos dos iguales.

- ¿Tú crees?

- Mira esto – Mei tomó a Tokime cargándola consigo, la peli morada se alegró de estar con su madre, aunque en eso, se la mostró fijamente a Yuzu, Tokime se quedó pensando un poco hasta estirar sus brazos hacia la mayor de las gemelas.

- No me lo creo, supongo que ella hace eso – Yuzu tomó a la pequeña gatita, aunque esta la volteó para que mirara a Mei y de nuevo, estiró sus manos para que esta la cargara.

- Y creo que entrará en un bucle infinito – y así fue, Tokime miraba a la otra gemela y seguía pasándose hasta que en un punto decidieron dejarla jugando con Yuusuke, ambos tenían unos juguetes con lo que se entretuvieron, Mei tomó a Joe y Yoko en una cuna que tenían en la sala.

- Por cierto, ¿Dónde están Nin-chan y las demás?

- Las demás mujeres de Ramón salieron a ver a sus familias, ya él con Otori están en el cuarto, tal parece que tenían una reunión con sus jefes.

- ¿En serio? ¿No estarán haciendo… otras cosas?

- Estaba mirando como hablaban con su jefe, así que puedo dar fe en que estaban en eso, por lo que estoy al cuidado de la casa por mientras – Yuzu asintió por eso, ambas se quedaron mirando a sus hijos con sus asuntos, no obstante, Mei decidió ir a ver si ya Ninja y su esposa peli gris acabaron con la reunión.

Subió las gradas, Yuzu fue con ella para ver si su amigo estaba por terminar la reunión, sin embargo, a medida que subían, solo escuchaban gemidos lo que ya les indicaba lo que encontrarían llegando al cuarto del matrimonio principal.

- ¿En serio ellos están…? – las dos gatas mágicas se asomaron por la puerta la cual no fue cerrada del todo y por la ranura que había, pudieron ver claramente el espectáculo, siendo que Asuka estaba sobre su esposo teniendo relaciones.

- Ya con la reunión… terminada… ah… esto es genial…

- Me encanta cariño, eres la mejor – los dos estaban manteniendo relaciones sexuales sobre la cama matrimonial.

- Así que acabando su reunión… se pusieron a hacer su propia reunión personal – susurró Mei, Yuzu se apoyó sobre su espalda, la peli blanca se sonrojó por eso ya que sintió los pechos de su hermana sobre ella.

- Demonios… los pechos de Alejandra son grandes, pero no tengo que pensar en eso, ya tuvimos un momento leve, pero no creo que… - en eso, la menor de las gemelas sintió las manos de su hermana mayor sobre sus pechos.

- Mei – susurró Yuzu quien seguía con eso, esa acción le sacaba ciertos suspiros a Mei quien se tuvo que morder el labio para no hacer algún ruido que las delatara.

- Alejandra – ambas parecían que se estaban calentando y todo por estar de voyeristas, ambas chicas se alejaron de ahí yendo hacia la sala para ver a sus hijos, sin embargo, Yuuuske y Tokime se pusieron a ver televisión, estaba una película animada por lo que ambos estarían distraídos un buen tiempo.

- Los bebés están dormidos también ¿no? – le susurró al oído la mayor, su voz se escuchaba algo ronca por la excitación.

- No tendremos problemas – le decía Mei con la misma tonalidad voz – oye Alejandra, ¿Qué pasa con esto? Somos hermanas.

- No me importa Mei, quiero hacerlo contigo – ya con eso, las dos les echaron una última vista a sus hijos y sin más fueron al cuarto de Mei en esa casa, nada más entrar, la peli blanca empujó a su hermana a la cama subiéndose encima de ella y sin perder tiempo comenzaron a besarse con fuerza.

Las manos de Yuzu se fueron hacia las nalgas de su hermana menor, ni que decir que Mei con su rodilla izquierdo la presionó con la entrepierna de la peli lavanda, aun así, no se detenían ante nada.

La cosa evolucionó aún más cuando Mei se sentó sobre el abdomen de Yuzu, pasó sus manos sensualmente por sus pechos y tocaba animadamente los de su hermana quien suspiraba fuertemente por el placer, sin pensar que la peli blanca se quitó su camiseta y su sostén dejando sus pechos al descubierto los cuales eran un poco menos grandes que los de Yuzu, pero eso parecía no importarle a ella.

- ¿Quieres seguir Alejandra? – decía entre susurros la peli blanca tocándole los pechos a su hermana.

- No he dicho que pares ¿o sí? A la mierda que digan que somos hermanas, te quiero para mí – susurró, con esa confirmación, ya era hora de que la pasión entre ambas hermanas se desatara.

- Pues entonces te mostraré como es que he tenido a mis hijos con Ramón – los labios de ambos se encontraron de nuevo, luego de eso las cosas escalaron a un nivel más alto cuando la ropa de Yuzu también voló al igual que la de Mei quedando sin nada en sus cuerpos.

Las sabanas cayeron al suelo por lo que ambas tenían libre acceso al cuerpo de la otra, Yuzu metía sus dedos en el interior de Mei haciéndola gemir por el toque tan exquisito de su hermana, aunque eso no fue suficiente para la mayor de las gemelas.

- Ahora te mostraré porque es que mis chicas se la pasan tan bien conmigo – susurró Yuzu, esta tomó las sabanas cubriendo su cuerpo con el de su hermana menor y los gemidos abundaron debajo, ni que decir de la cama que rechinaba.

Estuvieron un buen rato así hasta que los gemidos eran cada vez más fuertes y la cama estaba creando unos movimientos más y más fuertes hasta que las dos hermanas soltaron un grito de placer indicando que habían llegado al clímax, la peli lavanda retiró la sabana revelando que ella estaba encima de su hermana acostada sobre los pechos de esta.

- ¿En serio acabamos de hacer esto Alejandra? – susurraba Mei acariciando el cabello de su hermana mayor.

- Sí, lo hicimos y tengo que decirte que tengo algo de envidia de Nin-chan por tenerte como mujer y eso que te mueves muy bien – la mayor río un poco – pero bueno, supongo que sería la única vez que haremos esto, digo, si es que tu deseas seguir con esto.

- No me molesta que continuemos.

- Por cierto, ¿no que no que te gustaban las mujeres?

- Pregúntale a Asuka como es que eso me empezó a nacer, al final de todo, supongo que también me gustan las mujeres, aunque si te soy sincera, prefiero hombres que mujeres.

- Entiendo, no tiene nada de malo, cada quien hace con su vida lo que quiere – Yuzu le dio un beso más en los labios – cambiémonos y vamos a ver cómo están los niños.

- Está bien – las dos gemelas Araki se vistieron y bajaron a ver como estaban sus hijos, sin embargo, tal y como los dejaron, los encontraron ya que Yuusuke y Tokime seguían viendo televisión, aunque fue un programa particular.

- ¡Oye Shinji, la batalla se está desarrollando en el espejo!

- Ya voy… ¡Henshin!

- ¿Qué están viendo? – preguntó Mei.

- Kamen Rider Ryuki, es una de las mejores series, supongo que a Tokime-chan le va a gustar – Yuzu miraba a la peli morada quien estaba muy atenta a la serie, además de que levantaba sus manos cuando los protagonistas se transformaban.

- Supongo que sí será fan de ellos – susurró Mei, en eso, justo venían Asuka y Ninja.

- Yuzu, ¿Cómo estás?

- Hola Nin-chan, Otori-san, vine con Kuuga-kun para que jugara un rato con Tokime-chan y mira que acabaron viendo Ryuki.

- Esa serie es buena Yuzu, gracias por habérmela recomendando esa vez – las dos chocaron las manos, pasado un tiempo Yuzu estaba por irse por lo que esta se iba con su hijo quien se despedía de su prima, notándose el cariño que se tenían ambos.

- Nos vemos entonces en otra ocasión.

- Cuídate Araki-san.

- Dale Yuzu, ve con cuidado… por cierto, hay algo que te quiero decir.

- ¿Qué es? – el hondureño se acercó a su amiga que estaba confundida por eso.

- Si van a espiarnos con Mei, al menos escondan sus cosmos que Asuka y yo los sentimos a ambas – la cara de la colombiana se puso roja por eso.

- T-Tu y Otori-san…

- Cuídate Yuzu – este regresó con su familia, Yuzu decidió irse ya que estaba con algo de vergüenza, el chico llegó con su esposa y con Mei.

- ¿Qué le dijiste a Alejandra?

- Nada por el estilo, aun así, hay algo que tengo que decirte – susurró el ninja en su oído – mereces ser castigada gatita por haberme espiado con Asuka y por haber estado con Yuzu haciéndolo.

- ¡¿Nos escuchaste?!

- En primera, los cosmos de ambas se sentían, aparte de que con Asuka acabamos rápido y nos quedamos callados cuando se les escuchaba gemir.

- E-Eso…

- Tranquila, no diré nada, después de todo, Ángel y Aios tienen esa relación, así que no importa la verdad – sonrió el chico, mientras que, en otro lado, más específico en la residencia Tachibana, ambas hermanas estaban mirando una película en la sala.

- ¡Achú!

- Salud Aya-chan.

- Gracias Suikyo-chan, siento que me pegará gripe o algo, solo espero que no sea el bicho feo ese.

- Ojalá que no – ese día fue de mucha actividad para ambas gemelas Araki quienes subieron de nivel en su relación.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Bueno, las dos hermanas Araki parece que salieron algo norteñas como cierta pareja de súcubos jeje.

Por cierto, la idea de que Yuusuke y Tokime convivieran era algo que Yuzu me pidió y no solo eso, sino que en lo que personal me di cuenta de que era una referencia a los padres de Mei y Yuzu ya que Tokime vendría siendo como la madre de ambas chicas y Yuusuke nació igual al padre de Yuzu y Mei por lo que es un pequeño homenaje también.

Y ambos primos se llevan bien, además de que me gusta cómo es que las gatas mágicas se comunican entre sí con las orejas, me da algo de risa, pero a la vez ternura ya que ver cómo es llamada Tokime y ella buscando quien la llama es muy lindo de ver.

Y una cosa más, la próxima vez escondan sus cosmos XD.

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El siguiente capítulo será el miércoles y será un especial para nuestra querida súcubo quien está de aniversario de natalicio este 25 de enero y aunque sé que me dijiste que no hiciera algo, esto lo quiero hacer con cariño, ya lo hice con Yuzu y con Franco y este año no será la excepción contigo.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.