Franco solicitó una audiencia con la diosa Athena, esto para charlar algunas cosas con la deidad de la sabiduría y la guerra estratégica.
- Hemos venido amigo – decía Ninja junto con Yuzu llegando a la Cámara de Athena en donde nada más entrar, estaba la diosa con el Patriarca del recinto.
- Parece que llegaron a tiempo – decía el peli verde el cual era el Patriarca Shion, ex Caballero de Aries de la Guerra Santa del siglo 18, los tres hicieron una reverencia, Franco sabía que estaba ante una deidad y debía darle respetos a ella.
- Diosa Athena, he venido a nuestra audiencia – decía el chico.
- Está bien, no tienes que ser tan cordial, después de todo vamos a hablar libremente Yuzaki-san.
- Gracias.
- Muy bien, entonces me retiro, cualquier cosa solo dígala diosa Athena – el peli verde salió del lugar junto con Yuzu y Ninja, dejando solos a los dos ahí dentro.
- Uf, lo siento si te hizo sentir algo incómodo, Shion es alguien serio y muchas veces se toma su papel de Patriarca muy en serio, pero eres libre de hablar de lo que quieres.
- Lo sé y es que… me siento algo extraño por lo de la fiesta de Yuzu en donde… ya sabes.
- Lo recuerdo – las mejillas de la diosa se pusieron algo rojas – pero no pasó a nada, así que no hay problema jeje.
- Que bueno – suspiró tranquilo – pero bueno, vengo a hablar con usted.
- Adelante, pregunta lo que sea.
- Diosa Athena, quisiera saber qué es lo que ven en mí los demonios, no solo eso, sino que anhelo conocer porque es que tengo mala suerte, no entiendo de donde vienen todos estos acontecimientos oscuros que se me han presentado.
- ¿Mala suerte? ¿Y demonios? – Saori se quedó pensando un poco – veamos, creo que, si hablamos primero de los demonios, se puede deber al aura que posees en tu cuerpo.
- ¿Mi aura?
- Mira Yuzaki-san, lo que te quiero decir es que, aunque no lo notes, tienes en tu cuerpo un aura la cual puedo ver claramente y tiene que ver con la naturaleza.
- ¿La naturaleza? Me lo podía podría explicar ¿por favor?
- Está bien, es más, acompáñame – la peli morada guío al argentino hacia la parte trasera de la Cámara de Athena, no solo eso, sino que el sitio era un gran jardín en el cual había muchos árboles, un río y demás cosas que hacían ver el lugar de forma muy bello.
- Esto es…
- Es el Jardín de Athena, un sitio en el que pocos privilegiados han llegado, por eso, quiero que sepas que probaremos lo que te estoy diciendo sobre tu aura.
- No sabía eso, pensé que era un aura pasiva y por eso los demonios venían a mí, lo digo porque tengo sobrinas por así decirlo que me quieren mucho por alguna razón, no entendía porque lo hacían.
- Por eso mismo, es un aura que te hace poder controlar la naturaleza, en una de mis vidas pasadas, tuve un Caballero el cual se llamaba Regulus de Leo quien logró hacer esto, gracias a ese poder de hacerse uno con la naturaleza lo hizo prácticamente intocable e invencible.
- Y lo de los demonios es por…
- Sencillo, porque resulta que muchas veces los súcubos se sienten atraídos por esta aura que se llama αύρα της φύσης.
- ¿Qué se llama cómo?
- Ese es su nombre en griego, se puede traducir como Aura Natural, un aura la cual te permite conectarte con el mundo, la naturaleza de todas las cosas, los elementos de los cuales puedes usar – la diosa hablaba – es más, dime una cosa, ¿tus cosmos manejan poderes de la naturaleza?
- Manejo electricidad y fuego, mi brazo se hizo así por un cosmos que me dio Ilias de Leo y bueno, el poder eléctrico lo he tenido desde hace tiempo gracias a una flor que había en el Amazonas.
- ¿Lo ves? El aura que posees te permite hacer eso, es un cosmos que viene de tu cuerpo y eso es lo que atrae a los demonios del sexo opuesto hacia ti, puede ser desde que te tomen cariño como un familiar hasta como pareja, ¿me equivoco?
- No, le dio en el blanco y ni tan siquiera le dije sobre la atracción de pareja – Franco suspiró – verá, sé que conoce a Asuka, pues su madre… este…
- ¿Pareja?
- Podemos decir que sí, sé que fue por un trato que hicimos, pero hasta tengo un hijo con ella, no solo eso, sino que también con Asuka tengo una hija que se llama Raijin, además, las hijas que tuvo ella con Ninja y también las que tuvo él con una chica que se llama Kanon, es un solo enredo – Franco tomó algo de aire – hay una de sus hijas llamada Ibuki que tiene un cariño conmigo que me hace pensar que de grande se terminará enamorando de mí, además de que cada vez que estoy con ella algo malo me pasa y siempre acabo con un golpe en la entrepierna.
- Ok, eso sí es desafortunado.
- No solo eso, sino que una de esas mismas hijas me da lo contrario, es decir, me da buena suerte a pesar de que como que no me tiene ese cariño como lo es Ibuki, ella se llama Magdalena y bueno, ella solo vive su vida.
- Comprendo, entonces vamos a ponerlo a prueba – Athena creó un portal el cual daba conexión con la casa de Ángel, este se sorprendió por eso, pero sin más, entró con la deidad al hogar, las personas que estaban ahí se sorprendieron de ver a la diosa, en especial la castaña.
- ¿Athena?
- Asoúka – susurró la diosa mirando a la Saintia de Ofiuco quien solo asintió con las mejillas algo rojas.
- Por cierto, ¿Qué haces con ella Franco-chan? – la tucumana miró al chico el cual estaba con ella.
- Él vino conmigo para probar algunas cosas que él quería saber – Ángel estaba pensando en que estaba hablando, aunque justo estaban pasando las personas que querían hacer el experimento.
- Bueno, mire a las que vienen ahí arriba – este señaló arriba donde justo estaban volando 8 niñas las cuales llevaban casquitos en sus cabezas.
- ¿Son hijas tuyas Asoúka?
- Puedes llamarme Asuka o Ángel, como desees Athena, y respondiendo a la pregunta, ellas son mis hijas, de cariño les decimos mini Amazon, y ellas son, de la mayor a la menor son Rukbat, Arkab, Nash, Askella, Polis, Kien, Albal y Nunki.
- La constelación de Sagitario ¿verdad?
- Así es – en eso, mientras que las mini Amazon pasaban por ahí, una de ellas bajó rápidamente al sentir a Franco, pero la pequeña solo se acostó en la cabeza del chico como si quisiera descansar, bostezó un poco y se durmió.
- ¿Lo ve? Y de la nada se acostó.
- Parece que Aske-chan tiene sueño.
- ¿Ella es Askella? – Ángel asintió – supongo que eligió estar contigo por el mismo motivo Yuzaki-san.
- ¿Mi aura las atrajo?
- ¿Y sigues con ese asunto? Supongo que con tu aura las atraes – la súcubo habló moviendo un poco su cola y en eso, llegó alguien más – hola mi masita de amor, ¿Cómo estás?
- Hola mami – justo Towa llegó al sitio y esta fue hacia Franco estirando sus manos para ser tomada, cosa que él hizo, la pequeña era igual a su madre cuando tenía el cabello rubio, además de que se miraba linda con su colita de demonio y sus cuernitos.
- Oh, es una de las hijas de Yuzu-san ¿verdad?
- Sí, ella es una de mis masitas de amor, aquellas que quieren darle amor a todo el mundo, ella es Towa-chan y bueno, su hermana Setsuna-chan debe estar por aquí, pero ella lo quiere a él.
- Creo que todo va tomando sentido, de suerte no está…
- Tío Franco – el chico palideció ante esa voz ya que sabía de quién se trataba – ¿Cómo estás?
- Ibuki.
- O, ¿es ella? – Athena miró a la peli naranja para luego fijarse en su colita de mono – ya veo, es igual a Sasha que entrena con Yuzu-san, pero bueno, supongo que es con ella que tienes el tema de la mala suerte ¿no?
- Así es, siempre que estoy con ella algo malo pasa, a pesar del cariño que me tiene.
- Es porque yo te quiero más tío Franco.
- No, yo lo quiero más.
- ¡No, yo!
- ¡Yo lo quiero más! – ambas se miraron con rayos saliendo de sus ojos, aparte de que parecía que en cualquier momento se lanzarían ataques.
- ¿Lo ve?
- Es por esa misma aura que tienes que ellas te tienen ese cariño.
- Aunque no se resuelve lo de la mala suerte y… - justo en ese momento, una pelota fue volando hacia Franco quien casi recibe el ataque en su entrepierna, pero este fue detenido por la diosa Athena – ¡¿lo ve?!
- No creo que ella cause el problema, solo que algo extraño ha pasado – susurró la diosa la cual usó su cosmos para atraer a la causante de la mala suerte, en eso, se abrió un portal frente a todos y aunque parecía que entraría alguien peligroso o por ese estilo, apareció cierta gata mágica de cabello blanco.
- Auch, que golpe me di.
- ¿Mei?
- Salem-chan, ¿Qué haces aquí?
- Creo que encontré la causa de tu mala suerte Yuzaki-san.
- ¿La causa de mi mala suerte era Mei?
- Justo el balón salió disparado, noté un cosmos extraño que parecía haber lanzado la pelota, así que creo que algo tendrás que explicar Mei Alexandra Araki de Géminis.
- ¿Tu segundo nombre es Alexandra?
- Sí, nadie me lo pidió, todo el mundo me dice Mei, bueno, Asuka de vez en cuando me dice Salem, pero si, Alexandra es mi segundo nombre, es como el de Alejandra.
- Muy bien, luego explicaremos eso, Mei-san, por favor di porque hacías pasar eso a Yuzaki-san.
- Bien, confesaré – susurró la peli blanca moviendo un poco sus orejas sintiéndose acorralada, además de que no podía batallar contra alguien tan poderosa como una diosa – verán, esto lo hacía como una broma que desde el primer momento que nos conocimos y bueno, me pareció una buena idea hacer eso, pero tenía que pasarlo desapercibido como algo que te pudieras creer, así que cuando estaba aun dentro de Alejandra, cuando estabas con Ibuki, entonces pensé que sería la mejor forma.
- Entonces, usaste a Ibuki para hacerme pensar que ella me daba mala suerte ¿es eso?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque era divertido, además, luego de que sugeriste la estúpida idea de que mi cuerpo fuera un muñeco.
- No fue así, sugerí…
- No me importa, pero tienes que admitir que fue divertido.
- Sí, fue divertido – las chicas ahí presentes comenzaron a reír por eso mientras que Franco estaba en plan "¿esto es divertido?".
- Y a todo esto, ¿Qué pasa con ella? – Franco señaló a Askella la cual seguía dormida sobre su cabeza, boca abajo, aparte de tener una burbuja saliendo de su nariz.
- Déjala, ella simplemente te quiere como las demás demonios gracias a tu aura, así que creo que eso es asunto arreglado.
- Entonces… ¿Ibuki nunca me dio mala suerte?
- No, solo era Mei-san que te hacía la vida imposible usando sus poderes para que muchos golpes llegaran a tu cuerpo, así que estás bien con ella.
- Eso espero y… ¿eh? – Franco sintió algo extraño en su cuello y al ver a su lado, Askella había hundido sus dientes en su cuello y había comenzado a chupar sangre, se miraba muy feliz ya que su colita se movía de lado a lado – ¡¿Qué hace?!
- Oh sí, Aske-chan bebe sangre, son pocos súcubos que pueden hacer eso, no me gusta del todo la sangre, pero si tiene un sabor más o menos, Aske-chan es una de ellas y parece que le ha gustado tu sangre.
- ¡Como si fuera a permitir que beba mi sangre! – reclamó el chico quitándose a la peli celeste dejándosela a su madre, pero Askella solo voló yendo de nuevo hacia Franco para seguir chupando su sangre.
- Y las demás quieren acercarse a él también – las mini Amazon restantes estaban volando alrededor de Franco, ni que decir de Towa e Ibuki que estaban abrazando al bonaerense en sus piernas, aparte de que Askella volvió a Franco queriendo tomar su sangre.
- Al menos aclaraste muchas cosas, eso fue un logro.
- ¡Pero no así! ¡Askella, deja de chuparme la sangre! – ya con las preguntas respondidas, Athena volvió al Santuario, Franco solo se quedó ahí y cuando se iba, este fue acompañado por Mei hasta la salida, es más, hasta Ibuki fue con él a despedirlo.
- Lo siento una vez más por lo de los golpes, pero bueno, fue divertido.
- ¡No fue divertido!
- Adiós tío Franco – la pequeña peli naranja le dio un abrazo al chico en la pierna y luego se separó moviendo un poco su cola.
- Al menos ya puedo decir que Ibuki no me da… - en eso, de la nada, un agujero de gusano se abrió y salió disparada una bola de fuego la cual impactó en la entrepierna del bonaerense – e-eso me… ¡Mei!
- Ahora si te digo que yo no fui, no tuve culpa.
- ¿Estás bien? – la peli naranja fue hacia el chico tratando de animarlo, Franco al ver a Ibuki solo cerró sus ojos.
- Me vale si Athena lo dijo, ¡no es Mei, Ibuki es la que me da mala suerte! – ya con eso, muchas preguntas fueron respondidas.
.
.
Continuará…
.
.
Y hasta aquí el capítulo de hoy.
Aquí vimos algo que con Franco lo hemos hablado y es que quería una audiencia con Saori Kido / Athena, y bueno, hemos descubierto varios misterios y vaya que fueron locos.
Ibuki nunca fue la causante de la mala suerte de Franco, además de que gracias al aura de la naturaleza es que los súcubos se ven atraídos por él, además de que mis pequeñas mini Amazon también te quieren amigo, especialmente Askella que parece que se descansa acostándose encima de la cabeza de Franco y aparte chupa sangre, eso es loco la verdad, pero bueno… amigo, necesitarás mucha sangre jeje.
Así que podemos decir que todos felices y nada más.
Para el siguiente capítulo tendremos un campamento algo particular, siendo dirigido por Yuzu, ya verán de que se trata.
Sin más, este ninja se despide.
Bye.
