Muchas veces, los humanos poseemos una persona la cual es capaz de dar la vida con tal de que en sus vientres lo que llevan y cuando nazcan, tengan una vida buena y eso tiene un nombre.

Madres.

No habría que decir que todas las madres del mundo eran buenas ya que siempre hay pelos en la sopa, incluso algunas ni siquiera tendrían que ser llamadas de ese modo por lo horrible que llegan a ser, no obstante, en estos momentos daríamos a conocer lo que dos de los autores harían para sus respectivas progenitoras, aunque no solo eso, habría más sorpresas.

- No sabía que justo era el día de las madres en sus países – Franco decía, esto debido a que el día de las madres era diferente en Argentina que en Colombia y Honduras.

- Sí, ya tengo algo para mi madre, así que quiero sorprenderla – Yuzu decía.

- Yo también, de hecho, con Yuzu ya tenemos algo planeado.

- Espero que todo salga bien – Ángel decía riendo un poco – aunque si nos ponemos a pensar, casi todas las mujeres en nuestras familias son madres, solo exceptuando a nuestras hijas más pequeñas obviamente.

- Lo sé, esperemos que todo salga bien.

Para resumirlo, tanto el hondureño como la colombiana habían reservado un salón en el que podrían celebrar el día de las madres. En Colombia (exceptuando el Norte de Santander), Honduras y en la mayoría de los países del mundo como lo eran Estados Unidos, Japón, Venezuela y otros, se festejaba el segundo domingo de mayo, mientras que en Argentina se celebra el tercer domingo de octubre, siendo el único país en el mundo que lo celebra ese día.

Pero volviendo, ambos incluso encargaron algunos trajes para vestirlos en la gala de ese día.

- Está hermoso.

- Sí, el salón lo han decorado de buena manera – ambos mejores amigos miraban el sitio el cual estaba bastante lindo – muy bien, solo nos queda ir a recoger los trajes nuestros ¿no?

- Sí, vamos – los dos fueron hacia la tienda en donde recogerían los trajes que ordenaron, estos fueron atendidos y de ahí, solo quedó ir a vestirse y traer a las invitadas que no solo serían las madres de ambos, sino que también sus amantes que eran madres también.

La noche sería una gran gala en donde ellos podrían festejar a lo grande, justo empezaron a venir varias de las invitadas.

- ¿Habremos llegado temprano? – justo preguntó Maki quien venía de gala, junto a ella venían Wataru y en los brazos de la peli roja estaba Akari.

- No, has llegado a tiempo – sonrió Yuzu quien estaba con un vestido de color morado pálido, este poseía un escote algo pronunciado en la zona de los pechos y también en la zona de la espalda, además de llevar unas zapatillas que hacía juego con su vestido.

- Has venido en buen momento Maki – ahora fue el turno del hondureño de decir eso, este iba con una camiseta polo de color azul oscuro, pantalón de tela negro y zapatos del mismo color de su pantalón.

- Se bienvenida Maki-chan, mis pequeños – esta pasó y así fueron llegando más de las mujeres de la bogotana hasta que en última instancia, arribó una mujer la cual era parecida a Yuzu cuando esta poseía el cabello morado, aunque más mayor, además de que venía con un traje negro y un collar de perlas.

- ¿Y ella quien es Yuzu? Se parece mucho a ti.

- Es mi mamá – sonrió la chica yendo hacia su progenitora abrazándola, ella recibió el gesto de vuelta.

- Tiempo sin verte Alejandra, no es lo mismo las video llamadas que verte en persona – decía la mujer quien sonrió de forma suave.

- Adelante, pasa, eres una de las reinas del evento – la colombiana mayor asintió.

- Por cierto… ¿Mei está bien?

- Sí, no sé si vendrá, la invité, pero no sé si quiera verte – aunque Mei y Yuzu poseían una gran relación ahora, las cosas con la madre de ambas eran diferentes, la peli blanca no consideraba como su madre a esta ya que decía que, en sí, poseía un cuerpo que no venía de su madre, así que la relación entre ambas era tensa, a pesar de que la señora Araki quería acercarse más a la menor de sus gemelas.

- Lo sé, pero estaré por ahí – la mujer entró, el hondureño notó el semblante triste de su amiga.

- ¿Sigue Mei sin querer ver a tu madre?

- Sí, he querido que ella mire a mamá como lo que es, su madre, pero ella no quiere y no la acepta como tal, aunque ya le mandó disculpas, no parece interesada en querer hacerse más cercana a ella.

- Es feo eso, pero Mei sabrá porque quiere eso – el evento continuó y las demás chicas de ambos autores siguieron llegando y un tiempo después, todo estaba listo.

- Nin-chan, ¿y tu madre?

- Ya está por llegar, ahí viene – una mujer de cabello negro largo y ojos color café llegó al lugar – hola madre.

- Hola Ramón, ¿llegué a tiempo?

- Claro, has llegado justo a tiempo.

- Buenas Alejandra, ¿Cómo estás?

- Bien, gracias, disfrute del evento – la mujer pasó adelante – tu madre siempre me ha tenido como ese cariño ¿no?

- Recuerda que ella pensaba que andaba contigo, no fue hasta que le presenté a Asuka, aunque sigo pensando que te quiere más a ti que a ella, pero da igual.

- ¿No falta nadie?

- Falta Mei, pero ella no ha llegado, además de que Kurumi saldría con Kanon a otro lado, así que, si no viene Mei, tendríamos que comenzar el evento ¿no? – su amigo asintió y ambos volvieron al interior del sitio en donde se respiraba un ambiente de tranquilidad y también de lindura ya que muchos de los niños estaban por su lado mientras que las madres charlaban un poco.

- Ramón y Araki-san hicieron un buen trabajo con el lugar – Asuka decía – por cierto, suegra, que bien viene.

- Gracias, pero tú también vienes muy bien nuera… mejor dicho, mis nueras están muy bien – la madre del ninja miró a las demás que estaban bastante bien vestidas.

- No me gusta mucho venir con este tipo de vestidos, pero por ser una ocasión especial accedí – exclamó Kanon quien traía un vestido algo revelador en la zona de los pechos, aunque las amantes de Ninja venían casi iguales, en otro lado, las mujeres de Yuzu estaban reunidas y se veían muy hermosas.

- Yuzu realmente se lució con esto – Izumi dijo riendo un poco – aunque no me esperé que ella hiciera todo esto.

- Ni yo, aunque le agradezco de todo corazón que siempre piensa en nosotras – Misaki exclamó.

- ¿Y qué esperas de ella? Siempre es así.

- Mi hija realmente es todo un caso – la madre de esta decía, sus nueras solo sonrieron por eso.

- Su hija la quiere mucho, suegra, lo ha demostrado y no solo eso, a nosotras también nos trata como reinas, es un orgullo tener una hija así.

- Lo sé, no soy la mejor madre ya que no le di la mejor infancia a Alejandra, hasta se podría decir que soy algo cruel en muchas cosas, pero si algo que no puedo deshacer es que a mis hijos los quiero, Alejandra no es exenta de este amor y me lo ha demostrado muchas veces y bueno, supongo que no puedo pedir una hija tan amorosa como ella.

- Eso fue muy lindo suegra – Homura dijo, de lejos, Yuzu estaba con una pequeña sonrisa.

- Supongo que eso muestra que, a pesar de todo, te quiere Yuzu.

- Eso nunca lo dudé – los dos volvieron al escenario en el que estaban preparando más cosas, es más, llamaron a los meseros quienes trajeron bebidas para todas las presentes, además de algunos jugos y malteadas para los niños.

El ambiente era muy agradable y se notaba la felicidad de los invitados, aún quedaba una sorpresa más y era la comida y el postre.

No obstante, cuando todo parecía ir bien, pasó lo que siempre caga el palo.

- ¿Cómo que no hay pastel? Se supone que lo encargué con tiempo de antelación.

- Yuzu, ya terminaron la comida y esperan el postre ¿Dónde está?

- Se les olvidó a los de la pastelería hacernos el pastel, si lo hacen ahora tardarán unas 6 horas.

- No vamos a hacerlas esperar 6 horas por un pastel, tenemos que hacer algo.

- Ay jueputa, lo peor es que me dijeron que lo tendrían listo para hoy.

- ¿Y si vamos a buscar uno?

- Tendremos que hacerlo, les diremos que volveremos en un momento – el hondureño asintió, ambos hicieron un anuncio y se fueron por un agujero de Otra Dimensión de Yuzu, justo llegaron al centro de Bogotá en donde buscarían una pastelería con un pastel que fuera de su gusto.

- Tienes que ser uno grande ¿verdad?

- Sí, hay varias pastelerías aquí, está la Eclat, la Bogotá, la Charlotte Pastelería, hay una buena sección de pastelerías aquí en Bogotá – justo cuando charlaban, apareció alguien causando una pequeña explosión en el sitio.

- ¿Y eso?

- Ni idea – al disiparse la nube de humo, se reveló una mujer de cabello rosa, además de llevar un atuendo blanquinegro de a rayas y un sombrero que recordaba mucho al sombrero de un rato de color negro.

- Vaya, parece que mi olfato no me fallaba, sentí el olor putrefacto a gata mágica y… - antes de que esta siguiera, notó como Ninja y Yuzu ya iban caminando algo lejos – ¡hey pendejos! Les estoy hablando.

- Lo siento, pero tenemos asuntos que arreglar y no me importa por el momento que estés aquí Mizune.

- ¿La conoces?

- Larga explicación, pero en sí es una ratona mágica, te diría más, pero no estamos para eso, además de que el capítulo tiene que estar centrado en el especial de las madres ¿no?

- ¡Eso tenía que explicarlo yo, saco de pulgas! – gritó la peli rosa.

- Realmente necesito una explicación para eso – susurró el hondureño, Yuzu se detuvo un momento mirándolo.

- ¿Acaso no te estás leyendo mi fic? Ahí estoy explicando muchas cosas.

- Bueno… es que lo dejé – eso fue como un bloque de cemento cayéndole en la cabeza a la gata mágica.

- Y tanto que me esforcé – susurró esta con algo tristeza, aunque luego se recompuso – pero bueno, a lo vamos, tenemos que conseguir ese pastel para nuestras madres.

- Lo sé – ambos se fueron de ahí dejando a la peli rosa sola.

- ¡Maldita gata apestosa! ¡Apenas voy teniendo este cameo y quería batallar! Tsk, las bolas de pelos siempre serán iguales – dejando a un lado los berrinches de Mizune, los dos autores buscaron en varias pastelerías de la capital colombiana hasta que dieron con uno.

- Menos mal que estaba aquí uno bueno y también tiene un corazón rosa.

- Me gusta – los dos asintieron y entraron justo cuando una jovencita con aires de grandeza hizo a un lado a Yuzu.

- A ver orejas de gato, ¿Qué no estás viendo que voy yo?

- Llegamos primero.

- A ti no te hablo extranjero – eso ofendió a Ninja, pero al final Yuzu se puso delante.

- Mira, bájale dos rayitas a tu espuma, nosotros hemos llegado primero y nos llevaremos el pastel para nuestras madres, ¿entendido?

- Relájate un poco, no es como que una mujer tuviera una hija como tú, digo, al menos que sea una idiota – eso quebró a Yuzu.

- No vuelvas a dirigirte a mi madre así o la pagarás caro.

- ¿Qué me harás orejas de gato? ¿Qué me harás si te digo que tu madre es una zorra?

Todo pasó tan rápido que en menos de un segundo se miró a la chica en el suelo con la marca de un puñetazo en su mejilla.

- T-Tú…

- Te lo diré de esta forma, a mí me puedes decir lo que quieras, llámame como se te pegue la puta gana, pero si hablas mal de mi madre lo pagarás caro, nadie le falta el respeto a ella – la furia de Yuzu era clara – escúchame bien lámpara, puedo matarte de un golpe si lo deseo, así que es mejor que te largues antes de que te rompa el hocico, gonorrea hijeputa.

- T-Tú… ¡maldita! – la joven se fue corriendo llorando de ahí.

- Bien hecho Yuzu, alguien debía poner a esa idiota en su lugar.

- Lo sé, por mi madre soy capaz de matar a cualquiera y no dejaré que hablen mal de ella.

- Yo haría lo mismo, si alguien toca a mi madre, le romperé la madre – ambos amigos finalmente compraron el pastel y partieron al sitio en donde llegando, miraron que todos seguían charlando, además de que sus hijos hacían la cosa más interesante.

- ¡Pastel! – una vez que ambos entraron con el postre, las mujeres aplaudieron por el regalo que Yuzu y Ninja trajeron.

- Es un lindo pastel.

- Realmente se lucieron haciéndolo – ambos autores se miraron con complicidad.

- Sí, nosotros lo hicimos.

- Pero no se queden ahí, vamos a partirlo, todo por el día de la madre – la fiesta siguió y fue toda una experiencia, incluso Yuzu se vio incluida ya que también era madre de una buena camada que la quería bastante.

No obstante, las dos reinas de la entrega sin duda fueron las madres de ambos autores quienes se llevaron los aplausos en todo.

Al finalizar el evento, la colombiana estaba hablando por teléfono justo con su hermana gemela, antes de esto, Yuzu había hablado con su hermana mayor y su cuñada para felicitarlas también.

- ¿Por qué no viniste a nuestro evento del día de las madres Mei?

- No me apeteció ir al final, además, no es como que quería hablar mucho con tu madre.

- Mei, por favor, es nuestra madre.

- Alejandra, ya hemos tenido esta conversación, no la veo a ella como mi madre, ella es tu querida madre, estoy bien así, prefiero pasar el tiempo con Tokime, Joe y Yoko nosotros solos que estar en un evento así.

- Entiendo… perdón por haberte molestado – la llamada finalizó, la peli lavanda suspiró un poco, en eso, su madre llegó a su lado.

- No te preocupes por mí hija, un día Mei y yo arreglaremos nuestras diferencias y será su decisión si me toma como madre o no, pero vamos con las demás que dijeron que quieren celebrarlo en casa.

- Está bien, vamos entonces mamá – la fiesta continuó en otro lado, aunque no fue del todo un día perfecto, en sí, esta celebración salió bien.

¡Feliz día de las madres!

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Como dije, sería un capítulo especial siendo este la celebración del día de las madres que justo lo celebramos en Honduras y Colombia, así como en la mayoría de los países del mundo justo hoy 14 de mayo o el segundo domingo de mayo.

Y vaya forma de celebrarlo que con Yuzu y yo organizando un pequeño evento para nuestras madres y nuestras chicas, aunque tuvimos unos inconvenientes lo solucionamos.

Eso sí, aún queda de resolver eso de Mei con la madre de Yuzu, parece que Mei no verá por el momento a la mamá de Yuzu como su madre también, es una pena, pero debería haber algo para que cambie de opinión, pero eso es decisión suya.

Yo por mi parte, mando una felicitación a las madres que realmente merecen llamarse ya que no me gusta generalizar diciendo todas ya que siempre hay excepciones, pero creo que me entienden, ¡felicidades madres!

Ya para el siguiente capítulo que es el jueves reanudaremos el torneo.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.