Al finalizar el torneo, finalmente las cosas se calmaron, Asuka y Ramón hablaron sobre lo que pasó siendo que estuvieron todos esos días batallando contra varias criaturas, siendo al final Carcinos quien los atacó luego de estar cansados por todo lo que pasó.
Integra y Sayumi se recuperaron rápidamente gracias a los poderes curativos de Ángel, además de que estaban felices porque la peli gris alcanzó un nuevo poder, siendo Yuzu la que lo identificó rápidamente con Ninja.
- Esa es la evolución de Roborider.
- El Príncipe de la Tristeza ¿no?
- Así es – ambos amigos hablaban sobre eso, mientras que ambos argentinos solo miraban todo el espectáculo.
- Me pregunto cómo es que les gusta hablar mucho de eso, pero al final de todo así somos.
- Lo sé, pero no hay nada que podamos hacer koshis.
- En serio, ¿Por qué me clavaste ese apodo? – Franco decía.
- Un día lo sabrás – río la peli blanca, en eso, notó como Sayaka venía hacia ella como diciéndole que necesitaban hablar sobre algo.
Su hija con Tamamo asintió y fue con la chica a un lado aparatado en donde hablarían un poco sobre todo lo que pasaba, la peli rosa se notaba algo tímida con lo que iba a decir.
- ¿Qué ibas a decirme hija?
- Mamá, es sobre las perforaciones que hablamos el otro día – susurró esta, su madre frunció un poco el ceño, pero se calmó.
- Demonios, se me habían olvidado eso – Ángel solo miró al techo de su casa – pero bueno, te lo prometí y aunque créeme que no me gustaría que te lo hagan, pero como ya eres alguien grandecita y ya estás en la edad en donde quieren revelarse, entonces puedo decir que es hora de que lo hagas.
- Gracias.
- Al menos pudiste lograrlo – Ryuko apareció al lado de su pareja.
- Ryuko-chan, pequeña, dime ¿Qué es lo que te agobia?
- Abuela… verás… y-yo quisiera hacerme lo mismo que Sayaka-chan.
- ¿Hacerte un piercing? – la peli azul asintió – déjame adivinar, por tu madre.
- Sí, no sé qué dirá mamá cuando me miré con uno y es que me gustaría hacerme uno al igual que Sayaka-chan – Ángel se quedó pensando un poco y al final sabía que sería un poco cruel no decirle a Umi sobre eso, Ninja tal vez sería más calmado, pero la peli azul mayor no estaría muy contenta de eso.
Cabe mencionar que las mayores hijas de Ángel, Sayaka y Akemi, eran como su tía Ai, siguiendo la moda gyaru, ambas contaban ya casi con 14 años y Ryuko apenas iba a los 13, aun así, esta ya había decidido hacer lo mismo y esto era un paso extra.
- Muy bien, entonces vamos a ir a ponerles los piercings, tengo una persona que me debe un favor y entonces podría ayudarme con eso.
- ¿En serio?
- Sí, él sabe como hacerlo, de hecho, en mi adolescencia fue una rebelde y con Tama-chan hicimos algunas cosas iguales – esta comenzó a reír – pero bueno, vamos a ir contigo también, luego hablaré con tus padres, Ryuko-chan.
- ¡Gracias abuela! – exclamó la peli azul, Ángel sonrió por lo que fue a donde estaba su padre charlándole sobre llevar al día siguiente a Ryuko a una cosa que ella tendría con Sayaka, cosa que al final aceptó.
Y justo cuando llegó la mañana del otro día, el trio estaba listo para irse, aunque no sería la única ya que Mei llegó a donde estaban junto con su hermana gemela.
- ¿Cómo es que están aquí?
- Bueno, podemos decir que escuché de casualidad que ibas a hacerle piercing a tu hija y a Ryuko por lo que aprovecharé para ir contigo.
- ¿Quieres hacerte piercing Mei-chan?
- Yo le dije mucho que no se hiciera eso ya que le dolerá, así como que tendrá problemas si se le infecta – Yuzu decía – al final me convenció de que la acompañara.
- Blair-chan, ¿no quieres hacerte una?
- No me interesa, prefiero quedar en silla de ruedas a hacer eso – la colombiana dijo – pero, aunque tengo que decir que si quiere ponerme un tatuaje.
- ¿En serio Blair-chan? Pues entonces vamos – el grupo se fue de ahí llegando justo a un sitio de mala muerte, en donde parecía que había personas de un aspecto de pandillero por lo que estos solo miraron para otro lado.
El grupo de 5 chicas fue hacia una tienda la cual tenía mala pinta, no obstante, estas al entrar, notaron que había algunas personas, una de ellas fue a donde estaban las féminas.
- Tiempo sin vernos, ángel de la muerte – decía un sujeto que tenía pinta de mala muerte, con poco pelo y con muchos tatuajes en el cuerpo.
- Ya te dije que no me digas así, ese fue un apodo de hace años Uta-chan – el tipo río por eso.
- Has cambiado Ang, pero eso es bueno, al menos miro que vienes con más personas.
- Sí – la peli blanca habló – la pequeña con orejas de zorro es mi hija Sayaka-chan, la de cabello azul es su novia, Ryuko-chan; la gata de cabello blanco es Mei-chan o Salem-chan como quieras decirle y la que se parece a ella y tiene cara de pasiva es su gemela Blair-chan.
- ¿Cómo que cara de pasiva?
- Un gusto, adelante, pasa – el grupo entró y se sentaron a esperar un poco hasta que parecía que les tocaba el turno.
- Que mal rollo me da esto.
- No te preocupes por eso, solo es por las personas, pero en sí, vamos a lo que íbamos – el hombre las hizo entrar a su sala – díganme, ¿en que las ayudo?
- Mis hijas se quieren hacer una perforación en sus orejas, de ahí, no sé qué vayan a querer mis gatitas.
- ¿Hacen tatuajes aquí? – Yuzu preguntó.
- Claro que sí, ¿te harás uno?
- Sí, tengo en mente uno y no creo que sea tan complicado.
- Muy bien, solo espera a que mi asistente venga, ¡Momo! – se presentó un sujeto el cual lucía joven y poseía algunos tatuajes de anime en su brazo.
- ¿Sí jefe?
- La muchacha quiere un tatuaje – Yuzu fue con él presentándole el diseño que se quería hacer por lo que al final quedaron de acuerdo con eso – muy bien, vamos con las niñas entonces.
- De acuerdo – Ángel miró a las dos niñas.
- Q-Que primero vaya Ryuko-chan.
- ¡¿Por qué yo de primero?!
- P-Porque eres más fuerte y… si lo haces primero podré ver lo ruda que eres – aunque el argumento de la peli rosa no poseía sentido, pero al final eso dio pista de que la peli azul era la que iría primero.
Ryuko se sentó en la silla y notó como el sujeto traía una mesa en donde tenía sus objetos de trabajo, entre ellos había jeringas, la máquina de perforar, un bisturí, guantes quirúrgicos, entre otras cosas. Uta tomó el bisturí lo que hizo que la hija de Umi y Ninja temblara por eso.
- ¿Para que el bisturí?
- ¿Esto? – este tocó un botoncito y del otro lado del utensilio salió la punta de un marcador – es de broma, para asustar.
- Jajajaja, buena esa Uta-chan – el tipo marcó las zonas de las orejas de Ryuko en donde haría la perforación, luego de eso le colocó lidocaína ahí y unos minutos después, esa zona se adormeció.
- No siento las orejas.
- Eso es lo que tiene que hacer – el sujeto usó la máquina de perforación y luego colocó los piercings en las orejas de la peli azul.
- Mírate Ryuko-chan – esta fue al espejo notando como lucía – guau… me quedaron genial.
- Te ves genial Ryuko-chan – Sayaka dijo.
- Ahora vas tú pastelito – Sayaka asintió, aunque luego de eso sintió como los nervios le daban para temblar.
Con Yuzu, esta estaba colocaba en la camilla, su gemela estaba con ella mirando como el tatuador terminaba el calco que usaría de su dibujo.
- No pensé que te harías un tatuaje Alejandra.
- Bueno, no sé si sabes Mei, pero soy una Hatamoto especial, sierva del Reino de Edo y de su Majestad el Rey Ieyasu. Mi insignia es un circulo con dos rayas verticales dentro ya que así se le representa al signo de Géminis.
- No entiendo muchos términos así, pero igual siento que eres de lo mejor Alejandra, pero… ¿estás segura de no te harás piercings?
- No quiero perforarme el cuerpo, ya luego hay problemas como que, si se infecta esa zona y otras cosas, prefiero solo el tatuaje ahí – ambas gatas mágicas miraron como el tipo le ponía el borrador en la piel de la chica hasta que finalmente quedaron marcadas las líneas en ella.
- Muy bien, iniciaré, Araki-san, toma algo de aire.
- No se preocupe, no me dolerá así que…
- Iniciemos – al hacer ya contacto la aguja con su piel, Yuzu no pensó que sería más fuerte lo que parecía.
- ¡Ay jueputa! ¡¿C-Cómo esa mierda de aguja duele?!
- Se lo está haciendo en una zona en donde es sensible, incluso siendo una persona fuerte es normal que sienta eso.
- Bueno Alejandra, aguanta – Mei decía entre risas como su hermana mordía la almohada de la camilla para aliviar el dolor de la aguja de tatuaje.
Mientras tanto, Sayaka estaba por hacerse los suyos y solo veía como el sujeto estaba alistando la jeringa para llenarla con lidocaína, la zorra peli rosa solo veía eso y su cuerpo temblaba con fuerza.
- Aquí vamos – el amigo de Ángel solo exclamó eso y la consciencia de Sayaka le jugó una mala pasada.
- ¡¿Sayaka-chan?!
- Doc, creo que la perdimos – la peli blanca dijo.
- ¿Se desmayó? Perfecto, me había quedado sin lidocaína – al final, este fue a hacerle el procedimiento a las orejas, sin embargo, al final de todo, la peli lavanda pasó el mismo destino que Sayaka.
- ¿En serio Alejandra? – Mei miraba a su hermana que estaba sin consciencia.
- Es normal eso, la zona baja de la espalda es una zona sensible, además de que al ser su primer tatuaje le dolería – el chico seguía con lo suyo – pero le está quedando bien.
- Mei Araki, es tu turno de hacerte el piercing – Uta llegó a donde estaba la peli blanca y esta fue a su cita dejando a su gemela con su tatuaje.
La menor de las gatas mágicas estaba sentada lista para su piercing el cual al igual que Ryuko y Sayaka, sería en la zona de las orejas, aunque esta decidió hacérselo en la izquierda. El sujeto fue por algo de lidocaína para la oji carmín.
- Muy bien, iniciemos – este llenó la jeringa y no solo eso, Mei al ver eso empezó a entrar en pánico, cosa que Ángel notó.
- Jaja, no pensé que poseías miedo a las jeringas Salem-chan – río la demonio notando como la colombiana tal parecía que tenía tripanofobia.
La angustia que tenía Mei en ese momento era grande y Ángel tuvo que tenerla para que se dejara inyectar la lidocaína y esto le adormeció la zona indicada. Luego de unos minutos, finalmente el piercing fue puesto en la oreja izquierda y se miraba muy genial.
- Me gusta como quedó – esta miró a Ángel – por favor no vayas a decirle a nadie que me miraste como… muy sensible a eso de las agujas.
- No te preocupes, no le diré a nadie que la dura y fuerte Mei Alexandra Araki estaba llorando por eso, además de que se orinó encima.
- ¡No lo digas!
- Por cierto, quedan dos piercings, ¿Qué harás con ellos? – Mei lo pensó un poco.
- Lo tengo, ya sé que hacer.
Pasados los minutos, ya todo estaba listo, Sayaka logró recobrar la consciencia y se miró los piercings, luego de eso vino Yuzu quien también se levantó y notó los tatuajes que tenía.
- Guau… que hermoso quedó todo – primero estaba el que poseía en la espalda de arriba, el signo de los Géminis envuelto en un círculo; en la parte de la espalda baja poseía un signo parecido a una flor de 4 puntas abierta con varias de estas más pequeñas sobre ella, siendo todo de color dorado – muchas gracias, le quedó genial.
- Solo hago lo que puedo y me alegra que mis clientes estén felices – sonrió el sujeto.
- Sí, se miren lindos, cuando vuelva a Edo yo… - Yuzu se quedó en silencio.
- ¿Ocurre algo?
- ¿P-Por qué tengo… eso en la oreja derecha?
- Oh, ¿el piercing? Su hermana sugirió que se lo pusiera ahí, a cambio ella incluso se tatuó su nombre Araki-san.
- Mei… ¡¿Qué mierda hiciste?! – efectivamente, así como la Araki menor ya poseía unos piercings en su oreja izquierda, Yuzu los tenía en la derecha, esta salió de ahí en busca de su hermana quien estaba mirándose al espejo.
- Me gustó donde quedó, mis felicitaciones – en eso, Yuzu llegó.
- ¡Mei, ¿Por qué tengo piercings en mi oreja?!
- Oh, es que me sobraron, así que te los puse mientras estabas dormida por lo del tatuaje, aun así, te ves hermosísima Alejandra.
- ¡No me quería perforar las orejas! ¿Sabes el cuidado que tendré que tener por si se infecta?
- Son de titanio, así que no hay problemas en eso Alejandra, te miras muy bien con eso.
- Demonios, ¿Qué van a decir de mí?
- Oye, lo dices como si fuera cosa del otro mundo, además, te recuerdo que te tatuaste – esta dijo – por cierto, ¿quieres ver el tatuaje que me hice?
- ¿Te hiciste uno? – Mei le mostró el tatuaje que tenía en su zona baja de la espalda y justo estaba en el nombre de su hermana "Alejandra" con un corazón que tenía orejas de gato – que lindo… te tatuaste mi nombre.
- Sí, es como algo que tendré que llevar en mi piel, pero vale la pena.
El grupo si dividió y fueron varios lugares, Ángel debería explicarle a Umi sobre lo del piercing de Ryuko, Mei dijo que iría al Santuario de Grecia por unas cosas que hacer, mientras que Yuzu fue al Reino de Edo a dar un reporte.
- Mi reporte indica que todo ha estado tranquilo su Majestad – la colombiana estaba arrodillada frente al Rey Ieyasu quien solo asintió.
- De acuerdo, buen trabajo Araki, puedes retirarte – la chica asintió y cuando se iba fue detenida – aguarda un momento, ¿Qué es lo tienes en la oreja?
- Ay mierda, ¿Qué le digo? Ni modo, no tengo que mentirle a él – pensó esta – este… s-son piercings que me puso mi hermana diciendo que se mirarían genial, su Majestad.
- Pues me gustan te seré sincero, muy bonitos Araki.
- Gracias señor – Yuzu se retiró tomando aire de forma tranquila, aunque no aceptaba la idea del todo de los piercings, al menos le dieron un cumplido de su Majestad Ieyasu.
Un día loco de piercings y tatuajes.
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Continuará…
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Y hasta aquí el capítulo de hoy.
Son cosas que la verdad dan algo de risa, pero lo diré, Ryuko tendrá problemas con Umi y lo bueno es que Ángel logró hacer tanto ella como Sayaka lo hicieron al final. Además, Mei y Yuzu, comparten tatuajes y piercings jaja.
Mei en la oreja izquierda y Yuzu en la derecha, además de los tatuajes en la espada de Yuzu y en la que posee Mei son bonitos, representan algo bonito.
Aun así, aunque Mei le puso esos piercings a Yuzu, parece que fueron del agrado del Shogun Ieyasu, al menos dio en el blanco ahí XD.
Para el siguiente capítulo, veremos un capítulo especial por la fecha que cae, aunque solo será una parte ya que quiero hacer otra cosa en mi cuenta secundaria, ya verán de lo que hablo jeje.
Sin más, este ninja se despide.
Bye.
