Luces de Neón
Capítulo X
Fantasías
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-
M por Mature Content – (Lime / Soft Lemmon)
Ooc (Un poco, por el bien de la trama xD)
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AVISO: -Leer con precaución, este capítulo contiene lenguaje explícito y LEMON-
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•••
Miró interrogante a Ino, impaciente por una respuesta, pero la respuesta llegó por si sola como un balde de agua fría sobre su cabeza.
Se había quedado sin la única persona que toleraba para pasar el rato en esa fiesta.
Sakura entró felizmente enganchada al brazo de un pelirrojo de expresión arrogantemente odiosa que la admiraba como si se tratara de un pedazo de carne mientras ella saludaba amablemente a todos los conocidos y desconocidos en su camino agradeciéndoles por su presencia y más cosas de anfitriona con una enorme sonrisa pintada en su rostro, deteniéndose brevemente con todos haciendo presentaciones superficiales sobre "su amigo Sasori".
La vio sonrojarse profundamente con el comentario hecho por una anciana que si no mal recordaba era su tía abuela y luego inclinarse agradecida ante un probable elogio hacia su belleza que la mujer recalcó dándole un suave apretón a su mejilla.
No podía negar que se veía fascinante con ese vestido que destacaba el color de sus ojos y que deshacerse del hombre que la acompañaba sería más que difícil por la manera embelesada en la que ella le observaba al presentarlo, seguramente como un amigo por su avergonzada expresión al negar con las manos la probable insinuación de noviazgo por parte de la anciana.
Sakura escapó visiblemente incómoda, pero sin verse grosera, el tipo a su lado rio como si nada en un gesto despreocupado y deslizó su sucia mano sobre la cintura de su inocente mejor amiga para aferrarla con posesividad al notar su presencia cercana.
¿Le había reconocido?
Una mirada reprobatoria se instaló en sus ojos y reanudó el paso hacia ella esta vez sin ser detenido por las amigas de la pelirosa que le seguían el paso apresurado.
El rostro alegre y sonrojado de Sakura alivianó su mal humor, pero lo disimuló muy bien, se acercó a ellos con su rostro tan inexpresivo como siempre, alivianando el paso al estar cerca.
- ¡Sasuke-kun! - exclamó Sakura con felicidad pura y se soltó de las garras del hombre que la acompañaba para abrazarlo cariñosamente sin ningún tapujo.
Punto para Sasuke, perfecto.
- ¡Mi pequeña flor al fin apareces! - el señor Haruno se acercó por su espalda dándole una palmada de camaradería sobre el hombro pero con su mirada fija en su hija y su inesperado acompañante, algo en el interior de Sasuke se sintió repentinamente respaldado al sentir al hombre acomodarse a su lado para saludar tan alegre como siempre a todos liberando de algún modo la tensión que se había instalado – Que alegría me da verlos a todos tan guapos- posó sus ojos sobre Temari extendiendo su mano cortésmente- un gusto, Temari Sabaku ¿verdad? Tu padre acaba de contarme mucho sobre ti y tus hermanos, soy el padre de este hermoso cerezo- rio abiertamente como acostumbraba.
Temari recibió el saludo no pudiendo evitar reír.
- Encantada de conocerlo Haruno-san- correspondió suavemente el apretón de manos- veo que se ha entretenido con mi padre- sonrió.
-Ya veo de dónde sacó Sakura su carácter tan risueño- comentó Sasori de forma amigable consiguiendo una mirada amable, pero con un tinte analítico por parte del anfitrión- Sasori Akasuna, encantado- se presentó extendiendo su mano hacia el hombre quien le dio un fuerte apretón aprobatorio sonriendo ampliamente, ahora interesado en el joven.
-El gusto es mío, muchacho ¿Estas saliendo con mi hija? - preguntó directamente sin medirse.
Sakura enrojeció violentamente perdiendo la compostura.
-¡Papá no seas indiscreto!- se quejó- somos amigos, él también estuvo en el intercambio de estudiantes ¡Por eso lo invité!…- desvió su mirada al suelo avergonzada.
- Para mí mala suerte, Sakura es una chica difícil de conquistar- bromeó sin ninguna pena.
¡Es un sinvergüenza! pensó Sakura al borde del desmayo.
-Akasuna…- su padre cambió su expresión risueña por una pensativa analizando al chico- ¿Tienes algún parentesco con la senadora Akasuna Haruka? – preguntó curioso.
- Dios su padre era tan inapropiado, un mal educado, un… argh- Sakura estaba a punto de tener un nuevo ataque de pánico por la indiscreción del hombre mayor que no dejaba de soltar su lengua.
-Es mi madre, señor- respondió en un tono neutro y educado.
La información descolocó mentalmente un poco a Sakura por desconocer un dato tan importante sobre alguien a quien llama su amigo, pero no le resultó nada sorprendente.
El hombre mayor rio encantado al reconocerlo.
- ¡Que agradable sorpresa! El mundo es muy pequeño, Masaki y yo fuimos compañeros en preparatoria, eres su viva imagen, tu cara me sonaba de algo y en cuanto he escuchado tu apellido até cabos, por cierto, lamento mucho lo del incidente de tu madre, me enteré hace poco…- le dio una palmadita en el hombro invitándolo a caminar con él- acompáñame un momento, están aquí algunos viejos amigos que se alegrarán de ver al clon de Masaki, he de presentarte con ellos.
-Pa…-inicio Sakura- pá… - no tenía caso, se alejó parloteando con Sasori quien le seguía la conversación animadamente, ganándoselo, lo último que escuchó antes de que se perdieran entre las mesas fueron las risas de ambos hombres mientras Kizashi le contaba una anécdota de juventud y Sasori volteó un segundo hacia ella diciéndole "Lo siento" con la mirada.
Se habían olvidado por completo de ellos.
- Tu padre es un poco… peculiar…- Temari rompió el silencio mirando a Sakura que apretaba fuertemente los puños sobre sus rodillas con expresión suplicante e incómoda- pero está bien, Sakura, tu padre es muy amable y…- trató de relajarla.
-No intentes arreglarlo Temari, sé que mi padre es un caso perdido, pero no me esperaba esto… ¡Lo ha secuestrado para involucrarlo en sus conversaciones de vejetes! – quiso golpear algo y lo encontró.
Golpeó el duro hombro de Sasuke para desquitar su furia, sacudiendo su mano lastimada mirándolo con rencor.
- ¿Yo que tengo que ver en esto? - levantó una ceja disgustado- es culpa tuya por traerlo, es como un borrego en el matadero- se encogió de hombros casi disfrutando de la idea de que los hombres mayores mantuvieran ocupado toda la noche al recientemente descubierto hijo de la senadora Akasuna y por supuesto Masaki Akasuna, nada más y nada menos que el multimillonario presidente de uno de los bancos más poderosos de la nación.
-Pero estoy sorprendida, no tenía idea de su apellido, el nunca habló de su familia- la perfecta "O" de la boca de Ino mostraba claramente su sorpresa al descubrir la verdadera identidad del chico que estaba pretendiendo a su mejor amiga… o algo así- Y pensábamos que los Uchiha nadaban en dinero…- lanzó un comentario malicioso hacia Sasuke que le miró de forma reprobatoria por el exceso de confianza de la rubia hacia él.
Era amigo de Sakura, no de ella.
Ni siquiera le agradaba esa escandalosa, era como el pesado de Naruto pero en mujer.
- Yo tampoco tenía idea… claro, sabía su apellido y me sonaba de algo, pero nunca le pregunté sobre su familia, sabes que no me interesan los negocios de mis padres, ni la posición social ni esas tonterías de estirados- Sakura estaba sorprendida y un poco preocupada, realmente había traído al chico a una guarida de leones.
No era para menos, no bromeaba cuando hablaban de tener a la élite de la ciudad y posiblemente parte de la élite del país reunida en ese salón, el altamente distinguido grupo Hyuga, los representantes de la fusión Senju-Sarutobi, la famosa actriz y heredera del grupo Uzumaki, Kushina Uzumaki que estaba casada con el magnate y genio inversionista Minato Namikaze quien gestionaba actualmente a la firma, los grupos Nara de seguros, Akimichi y su franquicia de restaurantes, los padres de Ino dueños de las prestigiosas clínicas Yamanaka, entre otras familias que conocía de toda la vida y eran para ella simples mortales como todos, pero que dentro de la sociedad prácticamente movían la economía del país… Y Sasori también era uno de ellos… su familia no solo estaba altamente involucrada en la política si no que tenía tratos con los grupos empresariales más grandes presentes en esa sala.
Pero lo que más la atormentaba era que Sasori detestaba a sus padres, no sabía quiénes eran porque nunca hablaba de ellos, mencionó que estaban involucrados en la política y los negocios, pero no sabía que eran tan poderosos en el medio, lo atormentarían con preguntas y presentaciones, su opinión sobre el panorama económico y demás temas que se le hacían odiosos.
Sus amigas entraron en una plática a la que no puso atención por concentrarse en sus propios pensamientos, sin darse cuenta ya se encontraba siendo guiada por Sasuke hasta la mesa que compartía su familia con los Uchiha, él tomaba suavemente su muñeca moviéndose con destreza entre las mesas hasta llegar a la propia.
Sakura se sentó aún con su expresión ausente pintada en la cara mientras buscaba el distintivo cabello pelirrojo de Sasori entre la gente que no era demasiada así que no tardó en encontrarlo.
No se veía incomodo, es más… estaba en sus salsa, su postura irradiaba seguridad y propiedad al dirigirse a los hombres mayores, encajaba como un engranaje más en esa gran maquinaria, lo notaba reír ligeramente, con gracia, siendo acompañado por los demás en ese pequeño grupo, sostenía un vaso de whisky, se veía encantador expresando su opinión… se veía tan maduro…
Y eso la llenaba de dudas.
•••
Dejó a Sakura perdida en su ausencia mental y se dirigió al grupo de hombres interesado por la plática ahora que había descubierto la identidad del tal Sasori y quería observar sus movimientos más de cerca para determinar sus verdaderas intenciones.
- Sasuke ¿te nos unes? – invitó Fugaku Uchiha a su hijo menor- Caballeros, quiero presentarles a mi hijo Sasuke, dirige la cadena de hoteles en Corea- presentó con un toque de orgullo en su voz profunda.
-Tengo buenas referencias de su administración, Sasuke-san, desde la constructora Watanabe enviamos una propuesta de proyecto hace poco, deseamos concursar por el contrato de remodelación y expansión del resort en Jeju- mencionó un hombre castaño entrado en sus cuarentas en tono casual pero educado.
Una plática de rutina.
-Desearía poder darle un adelanto de la decisión, pero temo decirle que aún no se ha realizado la revisión de las propuestas, Watanabe ¿verdad? Lo tendré en cuenta- respondió en tono impersonal y tomó el vaso de whisky ofrecido por un mesero en ese momento, asintió en agradecimiento, una respuesta socialmente aceptada.
Un par de palabras más sobre la expansión de los Uchihas en los últimos años y algo de diversificación en el negocio y los hombres desviaron su atención hacia Sasori nuevamente, haciendo preguntas sobre su futuro liderazgo sobre los Akasuna, o si se decantaría por la política como su madre. Sasuke observó el comportamiento del joven, a pesar de su aparente cordialidad pequeños gestos demostraban su incomodidad sobre el tema, estaba deseando que lo saquen de ahí urgentemente, captaba las fugaces miradas que lanzaba hacia la mesa donde se encontraba la joven Haruno charlando animadamente con su madre y sus amigas sin percatarse realmente de su malestar.
Casi se rio por verlo de esa manera, suplicando ayuda mentalmente.
Todos parecían encantados por su presencia, debía aceptar que el tipo era muy inteligente, hablaba con sentido y experiencia sobre sus predicciones en el mercado, a pesar de su casi evidente incomodidad su tono seguro y neutro al responder lo ponía en buena posición entre los mayores que escuchaban con atención y respeto sus opiniones y sugerencias estratégicas, aunque era un veinteañero.
Tampoco es como si pudieran desmeritar la educación que seguramente tenía el hijo de una de las familias más importantes del país.
Miró de reojo al padre de Sakura que se veía encantado con los modales y distinción del chico Akasuna, lo tenía convencido.
-Tus padres han de sentirse orgullosos, no entiendo por qué te han escondido, hace poco coincidí en un evento de inauguración con tu padre, pero no mencionó que tenía un hijo tan brillante- Minato Namikaze se expresó gratamente sorprendido y sin malas intenciones, sin embargo, el comentario pareció turbar el humor del chico quien frunció el ceño fugazmente, un pestañeo y recuperó por completo su energía magnética y agradable sonrisa.
Ahora entendía por qué tenía a Sakura tan hechizada, era un manipulador de primera.
-Estoy preparando mi tesis en la universidad y honestamente busco labrar mi propio camino manteniendo un perfil bajo y alejado de los focos e influencias de mis padres, no me es cómodo tener ese tipo de atención si no es por mis propios méritos- afirmó en un tono amable, desprendía seguridad y firmeza, los hombres se sintieron admirados por la determinación del menor- pero me agrada escuchar historias de la adolescencia sobre mi padre, es un hombre tan ocupado que no tenemos mucho tiempo para este tipo de conversaciones- rio de forma jovial y los demás le acompañaron, los tenía bailando en sus manos.
Cada vez ganaba más puntos, era pretencioso e insoportable, pero parecía saber tocar los botones correctos para ganarse la admiración y confianza de los viejos.
Y por lo visto, también la de Sakura.
Se le estaban revolviendo las entrañas porque algo no le daba buena espina de todo esto.
•••
Amaba las fiestas, pero dos horas después comenzaba a sentirse un poco abrumada, aprovechando el enfrascamiento de las mujeres en su conversación se levantó excusándose con ir al sanitario, la noche había caído y las estrellas brillaban en todo su esplendor a través de los altos cristales que componían el techo del invernadero, dándole al evento el toque romántico que tanto esperaban conseguir la matriarca de los Uchiha y su propia madre, todo estaba precioso y perfecto, las personas correctas compartiendo en el momento y lugar correctos y ella sintiéndose tan fuera de lugar. Antes de dejar el salón dirigió una última mirada a Sasori que había sido invitado a sentarse en "la mesa de los magnates" en donde conversaba amenamente con Neji Hyuga, acompañado de su novia Ten-Ten, supuso que estaría más cómodo ahora que se encontraba conversando con una cara conocida, Hiashi Hyuga también parecía interesado en la conversación de su sobrino con el chico de sus revoluciones participando activamente en la plática, se preguntó de que hablaban tanto.
Parecía haberse olvidado completamente de ella, pero le daba vergüenza acercarse e interrumpir en algo que posiblemente era importante.
No era para menos, aunque estuvieran presentes socios de confianza y amigos, cualquier tipo de reunión social que se organizara en ese círculo social se trataba de hacer conexiones, al crecer en la alta sociedad Sakura reconocía la importancia de las mismas, sus padres a pesar de sus fortunas e historia eran personas que preferían un estilo de vida más sencillo y relajado, su padre sobre todo era un ranchero enemigo de los trajes que hacía excepciones en estas galas pero le veía luchar contra su impaciencia por usar algo más cómodo, casi rio por verlo así, en el mundo de los ricos algunas familias aún continuaban arreglando matrimonios y era considerado algo de lo más normal, era una forma de fusionar empresas y también de ganar socios poderosos en su industria o distintas, para su buena fortuna, sus padres no eran de este tipo de personas y dejaban en sus manos las decisiones importantes sobre su vida más allá de la conservación de la tradición familiar o sus fortunas, solo querían que sea feliz y libre, después de todo lo de sus padres era un matrimonio concertado que fue aceptado por todo gusto al encontrarse ellos mutuamente enamorados desde antes de enterarse del arreglo nupcial, pero definitivamente no querían algo así para su propia hija, su madre era demasiado romántica y su padre demasiado sobreprotector como para casarla con alguien movido por sus intereses financieros.
Una dulce coincidencia, pero reparó en Sasori, su relación con los Akasuna, su aparente interés en ella que no podía ser tomado en serio, sabía que Sasori era un experto si se trataba de usar una máscara con la sociedad y a pesar del alta estima en el que le tenía aún no sabía a ciencia cierta si podía fiarse de él y sus aparentes sentimientos.
Sus pensamientos y sus pies la llevaron hasta el establo donde los caballos dormían cómodamente y algunos se agitaron y despertaron para recibirla, eran su adoración, cuando su padre vendía alguno de ellos sufría inmensamente, pero sabía que su padre sentía la misma adoración hacia esos animales por lo cual no los vendería jamás a personas que pudiera maltratarlos, explotarlos o lastimarlos de cualquier forma física o emocional. Si, su padre y ella eran sobreprotectores hasta con los caballos.
- Hola Koko- acarició suavemente la frente de su yegua de toda la vida, tres caballos en ese rancho eran enteramente suyos, Koko, Apollo y la hija de ambos Nana, preciosos ejemplares que habían sido criados con total devoción y cuidado y que ahora dirigían su mirada curiosos hacia su querida dueña.
-Sabía que te encontraría aquí- entró al establo cerrando la puerta tras de sí, vio su expresión nostálgica iluminada por la luz que escapaba de la puerta entreabierta del despacho de su padre.
Reconoció la voz profunda de Sasuke sin voltearse y sin dejar de consentir a sus caballos- me abrumé- se limitó a responder, volteó ligeramente su rostro por encima de su hombro para darle una suave sonrisa- Sabes… Aún siento muy irreal que estés aquí, no me acostumbro a verte ahí de pie como si no te hubieras ido por más de diez años, Sasuke- se sinceró y suspiró volteándose abrazándose a sí misma para aliviar un poco el frío que estaba sintiendo por haber salido descubierta a caminar en la intemperie hasta el establo, no hacía tanto frío ahí dentro gracias al aislamiento y regulación de temperatura con el que contaba el lugar para que los caballos no enfermaran en las heladas pero seguía siendo frío para una persona.
-Creí que eso no era importante para ti- se acercó a ella a paso tranquilo y acarició a uno de los caballos que trataba de llamar la atención de su dueña que ya ocupaba sus dos manos en las yeguas.
-Gracias- le dijo refiriéndose a la atención prestada al caballo, la fuerte luz de una linterna de guardianía la alertó de la presencia del vigilante y empujó a Sasuke dentro del despacho de su padre justo antes de que las puertas del establo se abrieran abruptamente y el vigilante preguntara.
- ¿Quién está ahí? - iluminó a Sakura con la linterna cegándola momentáneamente.
-Soy yo, Hiroshi-san, vine a ver si la música llegaba hasta aquí para verificar que no incomodara a los caballos- inventó una excusa rápidamente notándose nerviosa.
-Sakura-sama- el hombre se relajó saludándola respetuosamente con una reverencia, apagó la molesta linterna y encendió las luces del establo- debería estar en la fiesta con su familia, sé que está despejado, pero con esa ropa debe estar congelándose - le sonrió amablemente.
-E-estaré aquí un momento más no se preocupe, si noto algo irregular lo llamaré en seguida ¿sí? - esperaba que el hombre mayor no se diera cuenta de la presencia de Sasuke escondido detrás de la puerta del despacho porque no tendría una excusa válida para eso.
-Comprendo, estaré cerca por si necesita algo- dicho eso hizo una nueva reverencia para despedirse y salir del establo.
-Espere, Hiroshi-san, es casi hora de la cena, por favor vaya a descansar en la casa y a cenar algo, hace mucho frío como para que esté dando vueltas por aquí a la intemperie, ya hará su guardia después desde el cuarto de cámaras, mi padre también se enfadará si lo ve dando vueltas por aquí pasando frío- regañó frunciendo ligeramente el ceño, no le gustaba que los trabajadores pasaran incomodidades, teniendo tantas cámaras y sistemas de seguridad modernos era una tontería que el hombre esté dando vueltas por el rancho con ese clima.
-Gracias, Sakura-sama- volvió a hacer una pequeña reverencia con la cabeza despidiéndose con una sonrisa amable y apagó las luces tras de si.
Sakura dejó salir el aire contenido en su cuerpo con fuerza en un suspiro aliviado, entró con Sasuke al despacho encendiendo la calefacción del cuarto para recuperar un poco de calor.
-Me estaba congelando, casi me muero del susto cuando vi a Hiroshi-san, si te pillaban aquí no sé qué pensarían, con toda esa gente en la fiesta… habría sido el cotilleo del mes…- sacó una botella de whisky del minibar de su borracho padre y sirvió dos vasos extendiendo uno a Sasuke que se dejó caer en el sofá aceptando la silenciosa invitación a quedarse ahí un rato bebiendo, Sakura se sentó sobre el escritorio apoyando el vaso a su lado después de darle un largo trago.
- ¿Para qué me buscabas? - cuestionó a su amigo mirándolo directamente con sus grandes ojos verdes curiosos.
Sasuke se encogió de hombros restando importancia a la pregunta- Estaba aburrido, sabes que detesto estas cosas así que cuando vi que te habías escabullido asumí que estarías aquí, siempre te abrumas cuando te preguntan demasiado.
-Ya… Sasori como mi invitado está en boca de todos, piensan que tenemos una relación, llevan toda la noche felicitando a mis padres por tan buen partido, pero ya me cansé de explicar que es solo un amigo, los chismes se riegan como la pólvora- ¿Por qué todo para esta gente se trata de alianzas y negocios? - se quejó.
- ¿Cómo es que no sabías que es el hijo de una senadora y heredero de uno de los bancos principales del país? ¿Nunca te dijo su apellido? - inquirió sonriendo de medio lado- ya te lo dije en cuanto lo vi, lo trajiste a un nido de leones, esta noche lo volverás a hablar con él- le dio un trago a su bebida- pero lo lleva muy bien al parecer.
-El ni siquiera tiene una buena relación con sus padres- su boca se torció en una mueca disgustada vaciando el contenido del vaso en su boca y rellenándolo bajo la atenta mirada de Sasuke- y básicamente todo lo que le preguntan es sobre esas personas.
Sasuke elevó una ceja.
-Ya… eso fue muy obvio para mí, no viste su cara de disgusto mal disimulada al responder preguntas sobre ellos, además si no fuera por su apellido sería un don nadie, no tiene méritos propios…
-Aún- le interrumpió- Sasori es muy inteligente y tiene talento como inversionista a pesar de que no le gustan estos asuntos- defendió- él y yo… nos parecemos- su mirada se perdió en el contenido del vaso de cristal por unos breves segundos antes de que Sasuke agregara.
-Bueno, fue él quien se presentó por su nombre completo en primer lugar ¿Por qué revelar sus vínculos familiares si le molesta tanto el peso de su apellido? ¿No te parece que solo juega a su conveniencia? Pudo haber dejado que lo presentes solo por su nombre como a las personas de la entrada ¿no? Pero tu padre no es cualquier persona.
Sakura guardó silencio ante la afirmación sin saber bien cómo responder a tal observación, tenía razón, llegó vestido con un traje de alta costura lo que indicaba que, si había leído su mensaje temprano, pero no lo respondió. Sabía muy bien como expresarse, moverse y mezclarse entre ellos, era muy bueno fingiendo que le agradaban esas pláticas y ese ambiente.
O quizás era lo contrario, quizás en realidad le agradaban, pero fingía que no con ella para que crear una conexión y poder utilizarla a su conveniencia… Tal vez tenía sus propios negocios, tal vez solo era una forma de vengarse de su familia…
Tal vez solo era muy bueno haciendo "masking" rio internamente por la idea.
Sasuke chasqueó sus dedos en su delante sacándola de su aturdimiento, su expresión pensativa fue reemplazada por el calor del sonrojo extendiéndose por sus mejillas.
-Lo siento… disocié- se excusó.
Sasuke rio internamente y sonrió de medio lado como era normal en él, podrían quedarse platicando toda la noche, pero llevaban cerca de veinte minutos desaparecidos y comenzarían a levantar sospechas si no regresaban, no es que le importara demasiado, pero puede que a Sakura si, estaba a punto de hablarle sobre eso pero desechó la idea, a estas alturas ya habrían anunciado el compromiso y estarían en medio de las felicitaciones completamente ajenos a su ausencia, la música que se escuchaba a lo lejos era más alegre y rítmica que la de antes por lo que asumió que estarían ya entrando en copas y la cena estaría sirviéndose.
El cómodo silencio se extendió cerca de quince minutos más, Sakura lucía perdida en sus pensamientos, su batería social realmente se había agotado para que permanezca sin parlotear de cualquier cosa durante más de diez minutos, por una parte le perturbaba que permaneciera tanto tiempo en silencio como si no notara su presencia y por otro lado lo agradecía, estaba un poco cansado de las conversaciones por compromiso social por eso había huido de la fiesta en cuanto dedujo que ella había hecho lo mismo, prefería de sobremanera ese reflexivo silencio mientras se hacían compañía.
- ¿No es raro para ti? – Y ahí estaba, Sakura se había dado la vuelta y le daba la espalda aun sentada en el escritorio y miraba por la ventana del despacho la luna reflejada en el agua de una pequeña laguna artificial donde los caballos se refrescaban en verano, bebía su tercer vaso de whisky con expresión ausente.
- ¿Qué cosa? ¿Tu pésimo gusto por los hombres? – preguntó casi curioso y con algo de maldad sentándose a su lado para también clavar sus ojos oscuros en el reflejo de la luna, tomó la botella y rellenó su vaso bebiendo el contenido de golpe siendo imitado por su acompañante, empezaba a sentirse más sociable.
Los ojos vidriosos de Sakura ya perceptiblemente afectada por el alcohol, pero sin llegar a estar ebria centraron su atención en él y se sinceró incrementando la cercanía de sus cuerpos al apoyar su rosada cabeza sobre su hombro, el alcohol realmente la desinhibía.
Se soltó el pasador del cabello dejándolo caer libremente sobre su espalda.
-Estar aquí…- comenzó- me alegra mucho verte, pero se siente tan extraño, a veces es como si no fueras el mismo Sasuke… como si fueras otra persona, un impostor y ese pequeño Sasuke-kun de mis recuerdos siguiera en Corea o corriendo en mi jardín.
Le miró de reojo y suspiró captando el mensaje entrelíneas de sus palabras, si se refería a la repentina cercanía de su presencia, si, era raro, no estaba acostumbrado, en especial en momentos como esos en que la calidez de su cuerpo lo embriagaba ¿o el whisky le estaba afectando? se acurrucaba a su lado como si siempre hubiera sido de esa manera, cuando en realidad, no era así.
Todo era confuso para ambos.
El tampoco entendía bien cuál era el límite, solo sabía que era Sakura y que haría lo que quisiera de todos modos, porque era Sakura Haruno la cabeza más dura de Japón, la imagen de la pequeña niña molesta pegándosele todo el día nunca había abandonado sus pensamientos.
Pero esa niña había crecido, y las primaveras habían sido generosas con sus rasgos físicos, como hombre no le era ajena ni indiferente la belleza de su mejor amiga, pero con el recuerdo de esa pequeña niña en sus pensamientos le era contradictorio e incluso un poco amargo verla como la mujer que era ahora, no era tonto, sabía que su madre estaba encantada con la idea de convertir a la pequeña ya no tan pequeña Sakura Haruno en su hija política, a falta de una biológica y aunque adoraba a Izumi como a una hija, para Mikoto Uchiha su familia perfecta no estaba completa si no conseguía hacerse con Sakura, se lo había insinuado más veces de las que le gustaría recordar, llegando incluso a sugerir entre bromas arreglar su matrimonio si le era tan difícil pedirle salir de la forma tradicional, pero sabía que Sakura jamás aceptaría tal cosa y sus padres aún peor, incluso si de él se trataba dejarían la decisión en Sakura, y también como su amigo, deseaba que la persona que se quedara con ella le diera el amor que su alma impoluta merecía, porque él con el retrato del rostro infantil de Sakura grabado a fuego en su memoria siempre se había negado rotundamente a ser esa persona.
-Odio cuando callas así- le miró con reproche y un ligero mohín en su boca expresando su molestia y sus copas de más- ¡Dime algo al menos! - exigió.
Sasuke abandonó repentinamente sus pensamientos al escuchar la voz de Sakura tintada de molestia.
-No tengo nada que decir al respecto- la atmosfera entre ellos estaba transformándose, podía sentir crecer la tensión, Sakura se recompuso apoyando esta vez los codos sobre las rodillas en su mentón sobre las palmas de sus manos y suspiró reuniendo las palabras mentalmente antes de continuar hablando.
Finalmente, Sakura se estaba sincerando, el nudo en su estómago formado por las palabras no dichas al fin se estaba soltando, Sasuke había tenido esa sensación de que ella decía las cosas a medias desde que la volvió a ver y finalmente su incertidumbre comenzaba a dejar de perturbarlo.
-Te quiero porque me importas demasiado, pero a veces pienso que solo lo hago por la nostalgia- soltó sin más sin despegar sus ojos del agua, Sasuke se sintió un poco mareado repentinamente ante la confesión, respiró profundo esperando que el aire oxigene un poco su sistema, clavó sus pozos ónix sobre ella y fue consciente de su calor, del sutil perfume a flores que desprendía, detalló su perfil anguloso, su nariz respingada, su tersa piel y el sonrojo alcoholizado de sus mejillas pero no encontró una respuesta que se le hiciera coherente- Me pone triste sentir que algo sube y baja dentro de mi pecho cuando te escucho y cuando te veo, siento que algo se retuerce como un gusano cada vez que me invade la idea de dejarte ir y me he sentido fuera de lugar en cada intento por reemplazarte, cuando no tengo con quien distraerme tu existencia me ahoga y me mantiene a flote- reparó en sus labios entreabiertos, ella no había apartado la mirada de sus ojos en ningún momento mientras hablaba y detalló la honestidad y crudeza de sus palabras.
-Hn- respondió con su típico monosílabo para que ella sepa que la había escuchado.
-Desde que te vi ese día en la entrada de mi casa siento que hay mil preguntas flotando en mi cabeza- ella continuó con su monólogo- soñé toda mi vida con este momento ¿sabes? Siempre me pregunté cómo sería tenerte cerca, como actuaríamos, que tan raro se sentiría estar en tu presencia otra vez, pero no se siente tan extraño como creí- sonrió con melancolía- Sé que siempre me quejo sobre el matrimonio, pero ese día yo también evité encontrarme contigo- confesó- Una parte de mi siente que es demasiado tarde para un nosotros, y yo no quiero dejarte atrás, porque si estás aquí todo es diferente, Sasuke- le miró intensamente con sus ojos brillantes reflejando melancolía y quizás una ligera decepción- tu fuiste mi primer amor y el primer hombre que rompió mi corazón.
-Lo siento- soltó sin pensar demasiado- no puedo dejar de verte como la molestia de la casa de al lado…- sonrió con su típica arrogancia mientras la picaba intentando liberar un poco el tenso ambiente entre ellos, pero su respuesta fue totalmente inesperada.
Sabía que se arrepentiría al día siguiente, porque lo que estaba haciendo no lo olvidaría jamás.
Sin dejarlo terminar la oración simplemente cerró la poca distancia que quedaba entre sus rostros y atrapó sus labios en un beso suave pero intenso sin reprimirse de ninguna manera, siempre imaginó como sería besar a Sasuke, y Sasuke no supo si culpar al alcohol, pero en medio de una micro pausa para tomar aire simplemente tiró de ella hasta el sofá dejándose caer con Sakura acomodándose sobre su regazo, era imparable.
Ya no eran niños corriendo detrás de mariposas.
Eran adultos despertando una pasión, esa emoción que no identificaba le recorrió la espalda con una sensación aliviante mientras acariciaba la cintura femenina con sus grandes manos, Sasuke había estado con mujeres antes pero nunca ninguna había encendido el interruptor que Sakura había tocado en ese momento, como si repentinamente una presa se rompiera y el agua lo arrastrara con violencia.
Sasuke tomó el control de la situación introduciendo su lengua en la boca de la Haruno volviendo el beso más salvaje, ella acariciaba su pecho sobre el traje, él se aferraba a su cintura buscando el cierre del vestido ninguno de los dos estaba pensando en ese momento, daba igual, él había sido su primer amor, su primera fantasía, su primer beso aunque él no lo supiera, y su primer corazón roto, quería cerrar ese capítulo de su vida, el alcohol le ayudó a reunir la fuerza necesaria para quitarse esa espina del corazón, necesitaba resolverlo, necesitaba resolver sus sentimientos por Sasuke Uchiha antes de decidirse sobre dejarlo ir y un beso no era suficiente para apagar el incendio en su interior, ya no quería ser más presa de la duda, no quería encontrarse en las madrugadas pensando en que hubiera pasado si hubiera sido más valiente, si hubiera insistido con sus sentimientos, necesitaba arrancar el último clavo de la cruz, no le importaba lo lejos que podían llegar y oh… si estaban llegando muy lejos.
Ni en sus mejores fantasías adolescentes había imaginado las manos de Sasuke recorrerla sin pudor jugando con el cierre del vestido, bajándolo lentamente, cambiando el ritmo de sus labios a uno lento y sensual para torturarla, despersonalizándola y despersonalizándose, bendito sea el alcohol, y bendita la situación tan bizarra de estar a punto de tener sexo con su mejor amigo en la oficina de su padre como en una película pornográfica con mal script, sonrió en medio del beso cargado de pasión que compartían, su boca húmeda descendió de su mejilla a su cuello dejando un camino de besos.
-Ah… Sasuke-kun…- el primer gemido escapó suavemente de sus labios como un susurro espectral en la oscuridad, la parte superior de su vestido descendiendo a la par que la boca de Sasuke se acercaba al inicio de sus pechos y acariciaba su seno derecho con una mano sobre la ropa interior sin dejar de aferrarse a su cintura con la otra mano, el vestido ya le estorbaba a estas alturas, se levantó mirándolo fijamente el fuego ardiendo en su mirada, su boca hinchada, su maquillaje deshecho por el sudor y su largo cabello rosa cayendo como una cascada de despeinados rizos por su espalda, sus hombros y su rostro, dejó caer el vestido a su pies revelando un sensual conjunto de lencería de encaje color bordo y Sasuke la admiró embelesado.
Era bañada por la luz de la luna, sus ojos oscurecidos de deseo y su rostro sonrojado por el calor del momento y el alcohol, no quedaba nada de la inocente Sakura que vio reír bajo el sol de invierno.
¿Ella había premeditado esto?
-Sakura… - comenzaba a arrepentirse y ella le calló con su dedo índice sobre sus labios, sus ojos verdes desprendían llamaradas, los ojos negros la recorrían hambrientos como un lobo a su presa.
Era muy tarde para detenerse.
Se sentía tan falso, tan hipócrita, su deber era protegerla, pero su cuerpo ya no le obedecía, él, Sasuke Uchiha un ser de piedra, sucumbiendo ante sus impulsos más primitivos.
Esto estaba llegando demasiado lejos, su consciencia comenzó a gritarle que parase, que no era lo correcto, que ella había bebido demasiado, que no sabía lo que hacía, que le dolería más su arrepentimiento al día siguiente al darse cuenta de lo que habían hecho.
-No voy a arrepentirme de esto, Sasuke, así que no te preocupes - le susurró al oído con sensualidad adivinando sus pensamientos- he esperado demasiado tiempo por hacer realidad esta fantasía, sé que tú también tienes esta duda, lo veo en tus ojos… vamos a quitarnos este peso de encima ahora que quiero arruinar nuestra amistad- besó el lóbulo de su oreja descendiendo por su cuello con besos húmedos, sus manos rozando su miembro por encima de la ropa haciéndole notar su excitación por ella, subió por su pecho e hizo descender el saco por sus brazos, él le ayudó quitándose la camisa y exponiendo su fuerte pecho para que ella repartiera besos, el pantalón comenzó a apretarle como el infierno.
Esa no era la Sakura que él conocía ¿o sí?
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Cerca de las diez de la noche el nuevo compromiso de Fugaku Uchiha y su futura esposa que casualmente era su exesposa se dio a conocer estallando los invitados en aplausos y felicitaciones a la pareja, extendió sus felicitaciones y buscó a Sakura entre la pequeña multitud pero no había señales de ella hace casi una hora, había pasado el rato con sus viejos amigos del intercambio compartiendo anécdotas de fiestas y personas que conocieron, preguntó a Ino por su amiga pelirosa pero descubrió que había dejado su bolso de mano con su teléfono dentro en la mesa que compartía con su madre y los Uchiha.
Y hablando de Uchihas… Uchiha Sasuke tampoco estaba a la vista.
Se retiró un momento del gran salón para fumar.
Sospechoso…
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-Uhmm… Sasuke- él estaba tocándola por encima de la ropa interior al tiempo que atendía su seno derecho con su boca, se sentía a punto de estallar, con Sasuke totalmente desnudo ahora solo una última prenda los separaba del cielo, ella estando arriba se movió sensualmente sobre su miembro anticipándose.
Gimió gustosa por el contacto íntimo.
Una espina de culpa empezó a aparecer muy en el fondo de su consciencia, pero al menos Sasuke se había rendido al movimiento del cuerpo femenino sobre el propio.
El ruido estruendoso del celular de Sasuke resonó en algún lugar de la habitación donde había ido a parar su saco, para este momento ambos tenían el alcohol muy elevado en sus venas y trataban de darle un cierre a su obra en la habitación de Sakura a la que habían llegado a trompicones y con mucha suerte sin ser descubiertos, así que ignoraron el ruidoso aparato.
Se sorprendió cuando en la oficina ella se levantó abruptamente diciendo torpemente- Aquí no…- se quitó los tacones, se enfundó de vuelta el vestido sin si quiera subir el cierre, Sasuke se puso el saco sin la camisa, llevando esta última en su mano y juntos salieron por la puerta trasera del despacho como dos fugitivos corriendo en medio del frio, Sakura reía estruendosamente ajena al peligro que suponía ser descubiertos en una situación tan comprometedora, a Sasuke le dieron ganas de reír por lo irrisorio de la situación, se sentía tentado a pellizcarse para saber si estaba soñando, si se había quedado dormido en una silla a mitad de la fiesta y ahora mismo Sakura estaba compartiendo su cama con el odioso de Akasuna y no con él.
Sakura dio un pequeño grito de frustración cuando el teléfono antes ignorado empezó a sonar otra vez.
-Contesta… tal vez sea algo importante- habló cubriéndose el rostro con las manos dejando sus preciosos pechos expuestos para él quien contempló su cuerpo tendido sobre la cama sin pudor.
Disfrutaba de ella como si no la hubiera prácticamente rechazado hace menos de una hora, él mismo no se entendía ahora mismo.
- Es Itachi- informó- ¿Hola? – respondió al aceptar la llamada pronunciando la "L" con dificultad.
- ¿Estás ebrio? - La voz risueña de Itachi del otro lado de la línea acompañado de la voz de Izumi a su lado preguntando sobre su estado lo recibió.
- ¿Tal vez? – Respondió con torpeza a su hermano que en seguida estalló entre risas gritando- ¡Joder mamá Sasuke está ebrio y a saber dónde! - Itachi podía estar casado y con un hijo, pero no dejaba de ser un niño, Sasuke rodó los ojos recomponiéndose un poco, respiró oxigenando su cabeza que aún no procesaba los hechos de la última media hora- Dame eso- escuchó la voz de su madre y el sonido del teléfono pasando de mano a mano.
- ¿Se puede saber dónde te has metido? - estaba molesta, muy molesta.
-Eh… estoy… en el baño- hablaba lento, mierda si estaba ebrio, se maldijo mentalmente por acabarse esa botella de whisky con Sakura que no estaba mejor que él y reía descontroladamente cubriéndose la cara ahora con una almohada.
- ¡Sasuke quiero tener sexo! - gritó sin vergüenza contra la almohada muerta de risa, ahora si se arrepentirían por la mañana, cubrió el teléfono con fuerza suplicando a todos los Dioses del universo que su madre no la hubiera escuchado.
- ¿Hola? ¿Hijo? ¿Sigues ahí? - preguntó preocupada- Ve a buscar en que baño está, tal vez se ha desmayado- ordenó llena de preocupación a su hijo mayor que ahora si había largado la carcajada junto a su esposa seguramente grabando el momento y subiéndolo a sus historias de Instagram.
-Mamá estoy bien, aquí estoy- respondió apresurado- voy ahora, Sakura no se sentía bien así que la acompañé a casa para descansar- inventó rápidamente una excusa para tranquilizar a su madre sintiéndose repentinamente más sobrio por el susto.
Sakura se quitó la almohada de la cara mirándolo con una mezcla de enfado y resignación por la excusa tan barata que había inventado Sasuke.
Pues ahora no pasaría nada, Sasuke se disculpó con la mirada acomodándose la ropa lo mejor que pudo y salió de la habitación como alma que lleva el diablo.
Sakura se quedó ahí, sola, desnuda, caliente y muy avergonzada.
Se levantó de la cama y se dirigió al baño para que el agua helada la despejara, la noche es joven y aún podría regresar a la fiesta sin levantar demasiadas sospechas.
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A las once de la noche Sakura reapareció en la fiesta pasando inadvertida para la mayoría de las personas que para esas instancias ya estaban afectados por las bebidas, la música y el buen ambiente así que no la notaban, pero el sospechoso cambio de vestuario, maquillaje retocado, cabello largo revuelto atado torpemente con un pasador y andar torpe no se escapó de sus perspicaces ojos avellana, cuando Uchiha regresó explicó que Sakura se sentía indispuesta y que tuvo un "accidente con su vestido" por el que quizás no volvería porque deseaba descansar, no le creyó nada, menos si tenía la camisa mal puesta y el pelo revuelto como si se acabara de despertar.
Por su salud mental todos prefirieron creerle y excusar su estado desgarbado con las copas que claramente traía de más.
Sasuke Uchiha no era Sasuke Uchiha en ese momento, pero para su fortuna pocas personas estaban en condiciones de notar algo así.
Apenada la madre de Sakura se propuso a ir en búsqueda de su hija para comprobar su bienestar, pero pronto fue detenida por el mismo Sasuke excusando que Sakura había pedido que se le dejase descansar por esa noche.
Pero ahí estaba ella, luciéndose con un vestido rojo de satén y un chal blanco, su cabello ligeramente ondulado sujeto ahora en una media cola con un pasador mal puesto notándose confundida y no muy sobria.
Pero ¿Quién era él para juzgar?
Se acercó a la chica visiblemente confundida antes de que hiciera algo que pudiera delatar su estado aún más.
-Sakura ¿Qué carajos te pasó? – preguntó curioso conteniendo la risa que le provocaba ver la cara desubicada de la pelirosa.
-Pues… me abrumé y… bebí… sola- aclaró nerviosamente.
-Ya, y lo mismo le pasó a tu amigo ¿no? – cuestionó esta vez soltando un poco la risa, señalando la pista de baile donde Sasuke no muy en sus cinco sentidos era arrastrado por Naruto a sumarse al trencito que estaban haciendo todos sus amigos ya ebrios.
Los mayores solo reían y dejaban que los jóvenes disfruten de la fiesta que también era en su honor ahora que habían pasado las formalidades.
-No le digas a nadie ¿vale? - ella hizo la señal de silencio colocando un dedo sobre sus labios y le hizo una señal para que se acercara más- v-ven, vamos a fumar como en los viejos tiempos- sonrió traviesa.
Tomó la mano de Sasori sacándolo "disimuladamente" de la fiesta al exterior del invernadero por una puerta lateral, antes de salir tomó dos vasos de licor de la bandeja de uno de los mozos y le dio uno a Sasori sonriendo con complicidad.
Estando fuera los recibió el frío aire campestre, sacó su cajetilla de cigarrillos del traje y le ofreció uno a Sakura como acostumbraban en Londres cuando se embriagaban juntos en el balcón conversando de la vida, encendió ambos cigarros y dieron la calada al mismo tiempo.
Sakura acabó de un firme trago el contenido de la copa gritando un "wuuuuu" cuando lo terminó y dejó reposar la pieza de cristalería sobre el barandal llevándose nuevamente el cigarrillo a los labios.
Sakura prometía que esta sería la última vez que dejaría salir a su yo ebria, y la última vez que fumaba, era consciente de lo que estaba haciéndole a su cuerpo, pero en este punto de la noche solo quería distraer su mente con lo que fuera.
Para esas alturas Part-Time Lover de Steve Wonder ya tenía bailando a todos los presentes, risas y uno que otro grito divertido provenía del interior si así era la fiesta de compromiso no quería imaginar la boda.
Con su cigarro en la mano y tan alegre como en sus recuerdos Sakura comenzó a bailar contagiada por las personas bailando del otro lado del cristal, en su sobriedad podía sentir la intensa mirada ónix de cierto pelinegro clavada en ellos desde algún punto del interior del salón.
Le tomó de la mano invitándolo a bailar con ella, y él rio abiertamente echando la cabeza hacia atrás relajadamente e imitando los pasos de la chica que agitaba sus caderas y hombros al ritmo de la música, la observó desbordar energía e intensidad.
Sakura internamente estaba desesperada y perdida, pero ahora mismo solo quería desahogarse bailando que más daba lo que piensen los demás, o si se vaía como una loca bailando en el frío con un chico cuando acababa de casi acostarse con otro ¡Viva la juventud!- celebró internamente- se dejó llevar por el momento, agitaba sus brazos haciendo el gesto "ven aquí" a Sasori con sus manos y el se acercó a ella divertido siguiéndole el juego, movieron sus hombros adelante y atrás bailando de forma juguetona y errática, en un movimiento rápido él le tomó de la muñeca atrayéndola hacia si enrollándola desde el brazo y comenzaron a seguir el son de la música un poco más a consciencia, debía admitir que Sasori era un gran bailarín, ya tenían algunos ojos sobre ellos mientras daban su espectáculo, a pesar de su estado Sakura aún era capaz de bailar con sentido.
- We are strangers by day lovers by night… (Somos desconocidos de día, amantes de noche)- cantó Sakura riendo sin abandonar sus pasos "disco".
-Knowing it's so wrong but feeling so right… (Sabiendo que está tan mal, pero te hace sentir tan bien)- siguió la letra Sasori.
Para Sasori todo se sentía hilarante.
Para Sakura todo se sentía surreal.
¿Estaba soñando verdad?
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NOTAS DE LA AUTORA
Alguien detenga a Sakura, está desatada.
Sin más que decir ¡Gracias por leer!
Con cariño, Azulen.
