Luces de Neón
Capítulo XV
Secretos
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-
M por Mature Content – (Lime / Soft Lemmon)
Ooc (Un poco, por el bien de la trama xD)
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AVISO: -Leer con precaución, este capítulo contiene lenguaje explícito y lemon-
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No se puede tapar el sol con un dedo
Llenó la ficha de otro paciente con un suspiro, no había bebido lo suficiente para justificar sus acciones de la noche anterior, el recuerdo del torso desnudo de Sasuke regresó a su mente con tortuosa claridad.
Iremos despacio decía…
Aún no estaba segura de hacia dónde se dirigía con Sasuke Uchiha, pero la línea entre su amistad y sus oscuros deseos era borrosa, sin embargo había un factor con el que ella no estaba contando, la dulce Sakura mejor amiga de Sasuke Uchiha y Sakura Haruno eran personas distintas, la situación era como comparar canciones de Britney una era tan "Sometimes" y la otra "Gimme More" en toda la regla, se encontraba en medio de una encrucijada sin poder entenderse a sí misma, el alcohol liberaba a esa antigua "Sakura salvaje" que descansaba en su interior allí entre sus recuerdos de borracheras clandestinas de instituto y sus primeros años de universidad, cuando tenía ganas de comerse el mundo, antes de que el mundo se la comiera, la misma dualidad entre ser una talentosa y sensual porrista y la chica genio del primer lugar nacional en química, romper el status quo era su don natural.
Un coro infantil entonando un villancico a lo lejos adornó el silencio de los pasillos del hospital.
Desde que tenía memoria había adorado la navidad, en contraparte Sasuke aborrecía esas fechas con su alma, encontrándose siempre de un humor de perros y siempre buscaba mantenerse ocupado ese día, creía entender que era porque en el fondo le dolía crecer con el recuerdo de navidades solitarias, con una familia separada y teniendo que aparentar en múltiples compromisos sociales o de plano ninguno de sus padres se encontrara disponible en esas fechas por tener reuniones que atender, reuniones a las que él no quería ir, a diferencia de ella, Sasuke fue un niño privado de tener una infancia feliz y había aprendido a enterrar sus emociones en una pila de papeleos y responsabilidades frívolas, su semblante se ensombreció con el pensamiento mientras sellaba otra ficha médica.
Quería creer que este año sería diferente, que podría sanar a ese niño hambriento de cariño que Sasuke guardaba muy en el fondo de su helado corazón, porque esta vez su familia estaría reunida, celebrarían todos juntos, su familia y la de él, todos en pijamas, como siempre debió ser.
¿Sería Sasuke un hombre distinto si se le hubiera permitido vivir una infancia con calor familiar?
Tal vez todo habría sido diferente si Sasuke nunca se hubiera ido, ella habría sido siempre la dulce Sakura que era para él, jamás habría conocido a Deidara, ni a sus fugaces predecesores intentando olvidarlo y probablemente no habría perdido la virginidad a las 2 AM en el baño de una gasolinera a los dieciséis regresando de una fiesta.
Bostezó sonoramente.
-Sakura
-Ti-tía Tsunade- se sobresaltó cuando escuchó su nombre en los labios de la estricta directora del hospital que la había tomado como su pupila desde antes de nacer puesto que era su madrina.
¿Nepotismo? ¿Dónde?
La imponente mujer la miraba con el ceño fruncido, no admitía distracciones.
- Sabes que detesto la impuntualidad Sakura, que no vuelva a repetirse y soy directora Tsunade aquí- la regañó entregándole una carpeta.
- Me disculpo por los inconvenientes Tsunade-sama no volverá a ocurrir- se disculpó avergonzada, esa mañana había despertado casi a las 11:30, Sasuke la había llevado al hospital sin siquiera poder cambiarse de ropa por suerte tenía un uniforme de interna adicional en su taquilla y eso le había salvado de una vergüenza mayor- ¿Reservado? ¿Quién es? – miró con curiosidad la carpeta que contenía la ficha de ingreso de una nueva paciente- "Akasuna"- leyó las letras impresas- ¿La senadora en coma? - cuestionó sorprendida mirando a su superior.
La mayor estrechó la mirada y asintió con rigidez.
Así que habían trasladado a la madre de Sasori…
De pronto se encontraba preguntando si Sasori habría vuelto a Sapporo con su abuela o si se había quedado en Tokio con sus padres.
Sea como sea, esperaba no verlo.
•••
El mundo es un lugar muy ruidoso, de vez en cuando me cuesta mucho entender por qué.
Sakura se había prometido a sí misma que ya no volvería a excederse con el alcohol, pero eran exactamente las 2:51AM cuando sintió el ardor en su garganta exigiendo devolver todo lo que había bebido esa noche y eran exactamente las 2:52AM cuando su cabeza desapareció entre la brillante porcelana del inodoro mientras su mejor amiga Ino le sujetaba el cabello con más fuerza de la necesaria en un vano intento por mantener su propio equilibrio y no vomitarle encima.
Rezaba mentalmente porque Ino no le vomitara encima.
La fiesta de navidad que sus amigos organizaron en el club se había salido de control como cada 23 de diciembre desde ese cruel último año de instituto, montar esa "fiestecita" privada en el club del padrino de Naruto se había convertido en tradición, Neón, era un nombre particular y al mismo tiempo con mucho sentido.
Se dejó caer de espaldas contra las frías baldosas sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo al entrar estas en contacto con su espalda desnuda, Ino se dejó caer a su lado, Sasuke no había querido acompañarlos, tenía responsabilidades de hombre de negocios que atender, chasqueó la lengua ante el recuerdo de su negativa.
- ¿Puedes levantarte? Creo que olvidé como respirar…- a su lado Ino no estaba en mejor estado, casi sintió lástima al ver su rostro empapado en lágrimas y su top arruinado por su propio vomito, ella gimoteó desconsolada.
-Vamos, Ino… fue suficiente…-le acarició los hombros con cariño antes de abrazarle a riesgo de que Ino vomitara sobre ella.
-No Sakura… no quiero regresar a esa casa jamás- gimoteó golpeando el sucio suelo con las palmas abiertas en una rabieta.
-Sabes que puedes quedarte conmigo el tiempo que necesites, vamos hagamos una pijamada ¿vale? - la consoló.
Porque claro, su madre había descubierto a su padre con su amante en una cena de beneficencia, en su propia cara, ya ni se molestaba en ocultarlo… y solo un día antes de navidad, pero ellos eran los Yamanaka y como siempre su madre lloraría en silencio jugando a la familia feliz y el matrimonio perfecto en cada reunión social, soportando la humillación de ser observada por encima del hombro por las amantes de su esposo.
-Ese maldito mentiroso… y esa perra- escupió con desdén, las palabras emergieron de su garganta impregnadas en un odio que jamás llegó a imaginar sentir.
Sakura era una buena amiga, ella sabía que la familia de su amiga era de plástico y tenían que mantener las apariencias hace años, los padres de Ino se habían casado por arreglo de sus familias pero no quería decir que no se debieran respeto, dentro de las ironías de la vida la madre de Ino se había enamorado perdidamente de su esposo y su esposo de ella o al menos lo que durara el encanto de su belleza juvenil, con los años comenzó a tener una que otra amante, cada vez más seguido, rompiendo el corazón de la madre de Ino y en el proceso también la confianza de su amiga sobre los hombres, por supuesto el divorcio no era una opción en un matrimonio por arreglo y la fidelidad nunca estuvo pactada, tantos problemas hicieron que Ino tenga un serio problema con su materialismo, pero intentaba mantener vivo un corazón humano dentro de esa muñeca Barbie en la que se había convertido su mejor amiga.
Irónicamente la que aspiraba a psiquiatra era ella, no Sakura.
-Sakura… Sai me ha propuesto mudarnos juntos- dijo en un susurro.
- ¡Eso es genial Ino! Quiere estabilizarse contigo, eso es maravilloso- la abrazó.
Ino torció el gesto.
-Eso es el primer paso al fracaso Sakura, no quiero basar el futuro de mi vida amorosa en la compasión…
-No seas idiota, no digas eso- rodó los ojos- venga, estas ebria, hablemos de esto cuando no estés así de deprimida, levanta- se apoyó contra las baldosas para poder levantarse con algo de dificultad y tomó las manos de Ino haciendo un esfuerzo para levantarla de suelo.
Cuando por fin lograron salir de ese infernal cubículo se apoyaban la una contra el cuerpo de la otra para no tropezar con sus tacones.
Ellas siempre habían sido el apoyo de la otra en medio de la adversidad, Ino comenzó a reír con la vista perdida mientras avanzaban hasta la salida del baño, de reojo se vieron en el gran espejo que adornaba la pared, el cabello enmarañado, la ropa sucia, el maquillaje corrido por toda su cara y comenzaron a reír a carcajadas alejándose por la puerta principal de ese baño dispuestas a enfrentar el mundo otra vez.
-Gracias Sakura, eres mi luz en medio de toda esta mierda, siempre lo has sido- le susurró Ino juntando sus cabezas recargando un poco de su peso sobre el cuerpo de Sakura.
-Lo sé y no te pegues tanto que nos caemos, cerda- se rió y en seguida vio a Sai acercarse tomando a Ino entre sus brazos y suspirando profundamente.
-Cariño…
-No digas nada, por favor, no ahora- susurró la rubia en su oído apoyando la mejilla contra el hombro masculino, el sostuvo su cuerpo entre sus brazos- ¿Por qué no me detuviste cuando decidí empinarme esa botella de Bacardí? - reclamó.
El le sonrió con dulzura.
-Está bien, hermosa no te dejaré caer…- acarició con delicadeza el largo cabello rubio revuelto y ella se derrumbó llorando amargamente empapando su ropa- pero tu hígado no tiene la culpa de lo que hagan tus padres, no te desquites con él…
Sakura empezó a sentir que sobraba en esa escena.
Se alejó discretamente desapareciendo en el mar de gente y tomando una copa de rosé de la bandeja de una camarera más por costumbre y prometiéndose que sería su última copa de la noche, un pequeño brindis personal, le dio un trago mirando desde el barandal del altillo a Ino y Sai abrazados, realmente estaba feliz por Ino en ese sentido, ella realmente había encontrado a un chico distinto, un hombre dispuesto a devolverle la fe en que el amor podía ser bonito, sabía lo que le costaba a Ino confiar, sabía que aunque amaba a Sai ella evitaba aferrarse a él y tomarse la relación demasiado en serio, tenía miedo de enamorarse perdidamente de alguien y que le rompan el corazón como a su madre, Ino había sido una jugadora sin sentimientos la mayor parte de su vida, cuando Sai llegó ella solo quería divertirse un rato, pero el tiempo pasó y quería seguir ahí, aún no se aburría y eso era lo que dejaba su linda cabeza frita, porque Sai era bastante aburrido, era sencillo, era serio, pero no la juzgaba y siempre reía con ella, la aceptaba con todas sus manías y la acompañaba incondicionalmente en cada locura que se metía en su rubia cabeza.
Era lo que Ino merecía, todo el amor del mundo.
Tal vez era la manera que tenía Dios de compensarle el haber nacido en una familia tan complicada…
"Eres mi luz"
Ino solía usar esa frase desde que eran niñas, fijó sus ojos levemente en las luces rosas de neón que daban nombre al club y sintió que ella tenía mucho en común con ese tipo de luces, las luces de neón eran llamativas, coloridas, pero no se usaban precisamente para iluminar un gran salón, eran luces tenues, decorativas a veces sensuales, pero lo más importante es que eran luces que ponías para decorar la oscuridad no para iluminarla.
Sakura quería sentirse un precioso candelabro, pero no era más que una pequeña luz de neón, su única función era ser una decoración llamativa.
El diablo está en los detalles.
Su celular vibró en su bolsa.
Sai: Me llevo a Ino a casa ¿Quieres un aventón?
Sakura: Cuídala, yo me iré con los chicos.
Guardó su móvil y sintió una corriente helada correrle por el cuerpo cuando una botella helada de cerveza fue apegada contra la piel desnuda de su espalda, se volteó dispuesta a golpear al que idiota y se congeló cuando se encontró con unos ojos avellana que creyó nunca volvería a ver.
-No te culparía por querer golpearme- dijo él apoyándose a su lado en el barandal, su rebelde cabello rojizo estaba más revuelto de lo acostumbrado, se relajó con un suspiro.
-Creí que no volvería a ver tu cara, al menos no de frente.
-Ouch Haruno ¿Soy tan fácil de olvidar? - sonrió de medio lado arrogante.
-Siempre apareces de la nada, comienzo a pensar que eres una especie de demonio enviado para atormentarme- admitió devolviéndole la sonrisa- ¿Un cigarrillo como en los viejos tiempos?
Sasori ensanchó su sonrisa y asintió.
Las respuestas llegaron a Sakura tan rápido como las dudas.
Sakura rió a carcajadas.
- ¿Una moto? ¿Puede ser esto más cliché?
Sasori la secundó con una risa y sus ojos en blanco.
- ¿Cliché? ¿Entonces soy el chico malo de la motocicleta con el que la dulce niña rica tiene una escapada? – le sonrió con picardía lanzándole un casco- La seguridad es primero Haruno- le guiñó un ojo.
-Así es- acomodó el casco y la chaqueta subiendo sin ninguna gracia a la motocicleta.
-Solo no me vomites encima Sakura- advirtió entre risas el pelirojo antes de arrancar.
- ¿Sabes que nos vamos a morir de hipotermia verdad?
Estaban lejos y los miseros quince minutos de trayecto hasta el estudio de Sasori en el centro de la ciudad se pasaron volando, casi literalmente Sasori pensaba matarlos a la velocidad que conducía ese monstruo esquivando coches ¿No que la seguridad era primero? pero por alguna razón en medio de su ebriedad a Sakura realmente le gustó la sensación de la velocidad traspasando su cuerpo en ráfagas de viento helado y al mismo tiempo sintiendo la calidez de la espalda de Sasori en su mejilla allí con los brazos enredados a su cuerpo.
Sasori era libre, insurrecto y experimentado, cada momento con él estaba lleno de adrenalina de alguna manera, él era interesante y envolvente, podía pasar un buen rato con él y no se refería al sexo precisamente que honestamente había sido… alucinante.
-Entonces ¿Esta es tu cueva?
Sasori abrió el ventanal de cristal invitándola a pasar al balcón, salió y una vista panorámica de la ciudad le hizo sentir vértigo, al alcohol en su sangre estaba haciendo de las suyas y el frio no hacia más que empeorar las cosas, pero le daba un poco igual, estaba acostumbrada a estar ebria y con frío.
Tembló.
Sintió algo cálido cubrir sus hombros y vio Sasori acomodando una manta sobre su cuerpo.
-A veces me pregunto si realmente eres capaz de sentir frío- rió- me preocupas Sakura, háztelo ver.
Sakura rodó los ojos aceptando el cigarrillo ya encendido, se sentó en el suelo con los ojos fijos en la ciudad dando una calada a gusto con el calor que le brindaba.
Estos momentos, por ejemplo.
Estos eran la clase de momentos que no podía tener con Sasuke. Si bien Sasuke conocía algo de su lado salvaje en realidad no era una cara de ella que hubiera experimentado en persona con él del todo, no, no era una mojigata, sus padres sabían que, aunque era una buena chica por alguna razón era un imán de problemas, en algún punto de su vida se habían resignado a su forma de vivir, a fin de cuentas, Ino y Sakura eran una dupla imparable, las cosas cambiaron con la llegada de Deidara a la vida de Sakura.
Ella nunca más volvería a cambiarse a si misma para ajustarse al gusto de un hombre.
Sus momentos de silencio con Sasuke hasta el momento habían estado llenos de emociones, con Sasuke despertaba esa Sakura vulnerable y dulce, Sasuke inspiraba en ella sonrojos delicados, caricias lentas y una profunda paz y complicidad, Sasuke siempre había estado lejos, él en realidad no pertenecía a ese lugar, por eso siempre había sido una especie de refugio en su absurda realidad.
Sasori se parecía más a ella, a la forma en la que brillaba ante el mundo, la llenaba de adrenalina, cada segundo a su lado era una aventura intrigante, sus momentos estaban llenos de risas y pasión desenfrenada, nunca sabía en lo que estaba pensando, era un enigma, un desconocido que desaparecía de su vida como si nada y regresaba como si nada también y siempre con la precisión de un reloj suizo.
- ¿Por qué siempre haces como que me dejas y luego vuelves como si no me hubieras estado ghosteando durante semanas?
Sasori se encogió de hombros.
-Mis clases terminaron, voy a graduarme en primavera y organizaba todo para regresar a Sapporo con mi abuela, no quería convertirme en una piedra en tu camino.
Sakura le miró atentamente.
- ¿Y por qué has cambiado de opinión?
- Porque mi abuela murió anteayer y ahora soy el dueño de la mitad de todo lo que esté bajo el apellido Akasuna, este edificio incluido-murmuró con amargura.
- ¿Qué? - Sakura se tomó un momento para procesar todo lo que Sasori había soltado como si fuera nada.
-Y te busqué en esa fiesta porque eres la única persona en quien puedo confiar, Sakura- la miró directamente a los ojos con una profundidad que parecía atravesar su alma como dagas- Oh no pongas esa cara de cachorro lastimado Sakura… lo detesto- sonrió de lado.
Le miraba intensamente con sus ojos verdes brillando alcoholizados y sin saber bien que decir, sabía que ser dueño de la mitad de todo lo que involucraba a los Akasuna debía significar algo temible y más en su inestable situación familiar, sus ojos se tintaron de tristeza por la muerte de su abuela.
-Siento mucho lo de tu abuela…- susurró- ¿Por qué no estás en el funeral?
-Estuve ayer un rato, solo me despedí de ella y me retiré antes de que llegara mi padre, se que está contactando a los mejores abogados para quitarme la herencia y quedarse con todo, el siempre estuvo esperando por este momento, me desprecia desde el día en el que se enteró que mi abuela de su parte no le dejaría nada en absoluto.
- ¿Por qué?
Sasori rió, una risa oscura que provocó un pequeño escalofrío en la pelirosa.
-Porque en realidad… el solo es el dueño del 20% el resto se distribuye en acciones, cuando mi abuelo murió dejó en manos de mi abuela la mitad de todo porque vio que mi madre era una mujer ambiciosa y mal intencionada y mi padre un imbécil igual de codicioso, quería evitar que lo sacara del juego así que compro las acciones de sus amigos y recuperó el 70% de todo, al morir le dio a mi padre el 20% y por supuesto la presidencia al no ser mi abuela apta para ese tipo de trabajo, mi padre se conformó con eso creyendo que al morir mi abuela se haría con todo al ser el único hijo.
-Entonces tú…- su boca se abrió al caer en cuenta de lo que eso significaba.
-Así es, si me da la gana… puedo destronar a mi padre.
Sonrió con ese toque de maldad y sadismo que solo afloraba cuando hablaba de Masaki Akasuna.
- ¿No debería ser esto público? – murmuró.
- Debería… pero ciertamente fue pactado antes del matrimonio de mis padres por lo que no afectaba a la inexistente carrera política de mi madre, cuando mi abuela enfermó un abogado informó a mis padres sobre esos "detalles" y bueno… digamos que la impresión fue tan grande que ahora la muy idiota está en coma.
Sasori rió lánguidamente.
-Lo llamo karma instantáneo- murmuró con odio.
- ¿Por qué karma?
Sasori estaba sincerándose con ella por primera vez, no entendía que lo había llevado a tomar tal decisión o donde quería llegar contándole la historia de su familia un 24 de diciembre a las 4 de la mañana, pero algo le hacía sentir que estaba en peligro.
-Porque mi madre intentó deshacerse de mi hermana y de mi… mi hermana no murió por leucemia Sakura… no tengo pruebas, pero sé que mi madre… provocó su muerte.
Dio una última calada al cigarrillo, lo lanzó a un pequeño cenicero y se levantó de golpe entrando a la casa presa del pánico y la impresión por lo que había escuchado.
Ahora todo respecto a Sasori encajaba.
Él la siguió preocupado de haber soltado esa información sin ninguna delicadeza y sujetó a Sakura por lo hombros para mantenerla quieta, parecía estar a punto de tener un ataque de ansiedad.
- Me estás diciendo que tu madre intentó matarte y lo logró con tu hermana ¿Sasori sabes la magnitud de lo que me estás contando? Podrían matarme solo por saberlo, joder- se mordía las uñas sumamente nerviosa.
Sasori soltó una risilla y la abrazó.
-Sakura, estás ebria y con mucho mucho frío, Dios estás helada- la miró con preocupación- ven necesitas calentarte.
Enredó su mano helada con la propia y la guio hasta el baño, el departamento era elegante, de buen tamaño, pero nada exuberante como el pent-house de Sasuke, una habitación con un baño completo, una habitación de visitas, un baño al final del pasillo y una sala que hacia de sala comedor y cocina.
Asintió dándose cuenta de que, entre el alcohol, el susto y el frio del exterior su cuerpo ya no resistía más, cuando se quedó sola en ese baño decidió que lo mejor sería vomitar para expulsar el alcohol sin procesar de su sistema, tomó una ducha caliente y 20 minutos después salió renovada y envuelta en una toalla notando que Sasori había subido bastante la calefacción del departamento para ayudarla a recuperar su temperatura.
Ciertamente había sido demasiada información y saber que Sasori la había estado buscando precisamente porque necesitaba hablar de algo tan importante le daba cierta sensación de alta jerarquía, se sentía como una pieza clave dentro de un perverso juego de poder.
- ¿Te sientes mejor? – peguntó el pelirrojo extendiéndole una taza de té de manzanilla recién hecho.
-Mucho mejor- se sentó junto a él en el sofá de la salita y se acurrucó en la sudadera prestada del chico dispuesta a seguir escuchando- ¿En que estábamos?
-Qué frívola Sakura, te acabo de decir que mi madre intentó matarme- rió.
-Si y casi me provocas un ataque de pánico, pero estuve preparándome mentalmente en la ducha asi que puedes continuar con tu relato, prometo no escupir el té.
Sasori suavizo su mirada tomando su mano y entrelazando sus dedos.
-Gracias Sakura, no sé por qué, pero siempre es muy fácil hablar contigo- sonrió.
La pelirosa le envolvió con los brazos y el le correspondió sintiendo las suaves caricias de la chica deslizarse sobre su espalda y por primera vez desde que era un niño se permitió sentirse reconfortado en los brazos de una mujer.
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Notas de Autor:
Tuve muchos altibajos con este capi, es un poco mas corto que los anteriores, disculpen por la tardanza, espero les haya gustado mucho y me dejen sus comentarios en la cajita, estaré feliz de leerlos.
Les comento que voy a traerles una nueva historia que creo les puede estar gustando, tiene un poco de Itasaku y fue una idea que tenía dandome vueltas en la cabeza desde la peli de road to ninja, si asi de vieja es la idea JAJA, si, es que cuando me bloqueo con una me desbloqueo escribiendo otra historia, no sé si a alguien más le pase xD también en estos días tendremos conti de Linaje de Sangre.
Gracias por leer!
Azulen.
