Luces de Neón

Capítulo XVI

Lazos

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-

M por Mature Content – (Lime / Soft Lemmon)

Ooc (Un poco, por el bien de la trama xD)

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AVISO: -Leer con precaución, este capítulo contiene lenguaje explícito y lemon-

•••

-Qué frívola Sakura, te acabo de decir que mi madre intentó matarme- rió.

-Si y casi me provocas un ataque de pánico, pero estuve preparándome mentalmente en la ducha así que puedes continuar con tu relato, prometo no escupir el té.

Sasori suavizó su mirada tomando su mano y entrelazando sus dedos.

-Gracias Sakura, no sé por qué, pero siempre es muy fácil hablar contigo- sonrió.

La pelirosa le envolvió con los brazos y él le correspondió sintiendo las suaves caricias de la chica deslizarse sobre su espalda y por primera vez desde que era un niño se permitió sentirse reconfortado en los brazos de una mujer.

•••

Eran aproximadamente las cinco de la madrugada cuando tres toques al timbre de su departamento lo despertaron, se levantó de la cama arrastrando los pies con claras intenciones asesinas y deseando mandar al diablo a quien sea que estuviese jodiéndole el día desde tan temprano, aunque muy en el fondo de su mente estaba seguro de que se encontraría con una rosada cabellera revuelta y su dueña apenas pudiendo sostenerse en pie, el sonido de la puerta siendo desbloqueada confirmó sus sospechas y frunció el ceño listo para echarle la bronca mientras se acercaba a zancadas por el pasillo hasta el recibidor.

-Oye Sakura, es peligroso que te aparezcas así a estas horas la próxima vez llámame e iré a recogerte ¿Quién te trajo?

- ¿Esperabas a Sakura?

- ¿Qué hacen ustedes aquí? ¿Dónde está Sakura?

Shisui visiblemente ebrio y cargando con Naruto en peores condiciones en su espalda elevó una ceja y se encogió de hombros sin responder al tiempo que se descalzaba torpemente y avanzaba con dificultad hasta la sala y echando a Naruto sobre el sofá sin ningún cuidado.

-No tengo idea… seguramente se fue temprano con Ino y Sai-murmuró adormilado tumbándose en el otro sofá a penas consciente de sí mismo.

-Tch- chasqueo irritado- eres un irresponsable.

Comenzaba a pensar que todos a su alrededor tenían serios problemas con el alcohol, no era posible que cada fin de semana y cada maldito festivo aparecieran casi inconscientes en la puerta de su casa como si no tuvieran otro sitio donde caerse a morir.

Pateó con fuerza a Shisui para despertarlo.

No funcionó.

Gruñó regresando con fuertes pisadas a su habitación considerando seriamente mudarse para deshacerse de su primo y su mejor amigo, por fortuna Shisui se iría en pocos días y si no se iba estaba dispuesto a cumplir su amenaza de colgarlo.

El timbre de espera de la llamada sonó cuatro veces antes de mandarlo al buzón y eso le dio un muy mal presentimiento.

¿Y si le había pasado algo malo?

O tal vez solo estaba siendo paranoico, Sakura sabía cuidarse sola y seguramente estaba con Ino quizás solo estaba dormida, entonces ¿Por qué tenía este sentimiento tan inquietante?

¿Por qué sentía que algo no estaba en su lugar?

Repiqueteó con su pie y el timbre de espera de llamada sonó dos veces antes de que una voz masculina respondiera.

- ¿Uchiha? – bostezó.

- ¿Akasuna? - arrastró la palabra con una mezcla de sorpresa, desconcierto y fastidio, por supuesto que reconocía esa molesta voz.

Apretó los puños sintiéndose un imbécil, juró no hacerse ideas, pero empezó a dudar, nunca se consideró una persona celosa, pero un sentimiento similar comenzó a nublarle la cabeza.

La risa del chico pelirrojo del otro lado del teléfono lo sacó de sus cavilaciones.

-Hombre, Sakura te tiene agendado como "El Grinch"- volvió a reír, a Sasuke le saltó una vena en la frente- intuí que serías tú…

- ¿Por qué tienes su teléfono? - preguntó cortante.

- ¿Por qué crees tú? ¿Quieres saber con qué nombre me agendó? – Sasuke sintió ese tono burlón en la voz de ese idiota tratando de picarlo y tuvo ganas de rastrearlo solo para romperle la cara.

- Deja de jugar idiota, iré por ella envíame la ubicación ahora, seguramente la drogaste y la secuestraste.

- No me des órdenes Uchiha, yo no trabajo para ti y tampoco soy ningún enfermo- escupió entre divertido y molesto – está aquí porque quiere y se irá cuando quiera, ella no te pertenece.

-A ti tampoco te pertenece así que deja de hablar por ella ¿Dónde está? – Sacó del armario su chaqueta y tomó las llaves del coche sobre su mesita esta vez completamente enojado con ese bastardo.

Sintió el suspiro de Sasori del otro lado del teléfono antes de cambiar su tono a uno mucho más relajado.

-Cálmate hombre solo te estoy tomando el pelo, tiene medio turno en el hospital y está tratando de quitarse la resaca ¿Feliz?

- ¿Quién es? Sasori ¿Por qué respondes mi teléfono? - la voz molesta de Sakura llegó a sus oídos antes del sonido del teléfono siendo cambiado de mano.

- ¿Sasuke?

- ¿Te fuiste con Akasuna porque no te acompañé a esa fiesta? ¿En serio Sakura? ¿Cuántos repuestos más tienes? - tal vez se estaba pasando, pero tienen que comprenderlo "Vamos a tomarlo con calma" significa "algo" ¿o no?

Además, ya le había prestado sus boxers y su ropa, eso debía ser considerado especial ¿verdad?

- ¿Qué? ¡No! Sasuke ¿Qué carajos? Mira, tengo turno en el hospital, la cabeza me está matando me regañas luego ¿ok?

- ¿Sakura que pa-

El sonido de la llamada terminada lo dejó boqueando como un pez y con dos puntos extra de mal humor.

Ese veinticuatro de diciembre tenía pensado pasarlo en casa, como una persona normal, incluso pensó en salir a ver el gran árbol de navidad a Shibuya con Sakura, comprar regalos de última hora, verla beber un chocolate caliente muriendo de risa por alguna anécdota mientras él bebía su inseparable café para luego volver juntos a casa escuchándola cantar villancicos todo el camino y finalmente cenar todos en familia abriendo regalos y riendo mientras jugaban a la familia feliz y funcional.

Pero no.

Iría a trabajar e intentaría por todos los medios no desquitarse con nadie de su personal ese día.

El cúmulo de acciones y actitudes tan erráticas de su parte le hacían sentir que ya no conocía a Sakura.

•••

Tragó los analgésicos repitiéndose a sí misma que dejaría de pasarse de imbécil y empezaría a cuidar más su cuerpo porque ya tenía veintidós le faltaba muy poco para convertirse en médico y su vida debería de tomar un rumbo más socialmente respetable para el estrato en el que le había tocado vivir.

Se miró en el espejo maldiciendo el poco autocontrol que había tenido, acompañó a su mejor amiga a desahogar sus emociones en shots de Bacardí, no debió desvelarse hablando con Sasori, en primer lugar no debió irse con él, debió irse a casa temprano como había acordado consigo misma en el espejo la noche anterior y sobretodo no podía volver a presentarse en el hospital de forma poco profesional, no iba a salvarse del castigo de Tsunade si alguien llegaba a descubrirla presentándose a su turno resacosa y con ropa "no apropiada" y ya no estaba segura de tener su uniforme extra en la taquilla.

-Pssst Sasori- le llamó asomando su cabeza por la puerta del baño- déjame algo de ropa deportiva por favor, no puedo ir con esta ropa de teibolera al hospital.

La risa de Sasori retumbó por todo el departamento siendo acompañado por Sakura que explotó también de risa aceptando la petición con un asentimiento.

-Creo que tengo algo que puede quedarte- rió buscando en sus cajones extendiéndole una camiseta negra y unos joggers del mismo color que seguramente le quedaban pequeños, pero en Sakura no se verían taann… mal.

Se apresuró cambiándose en el baño cuando escuchó su teléfono sonar en la sala.

- No me des órdenes Uchiha, yo no trabajo para ti y tampoco soy ningún enfermo- escupió entre divertido y molesto – está aquí porque quiere y se irá cuando quiera, ella no te pertenece.

- ¿Qué mier…? - La pregunta quedó en el aire cuando vio a Sasori hablando a través de su teléfono probablemente con Sasuke.

El volteó a mirarla con una ceja elevada y una mirada incrédula encogiéndose de hombros.

-Cálmate hombre solo te estoy tomando el pelo, tiene medio turno en el hospital y está tratando de quitarse la resaca ¿Feliz? - rodó los ojos.

- ¿Quién es? Sasori ¿Por qué respondes mi teléfono? – Decir que no le molestó esa intromisión sería mentir.

Tomó el teléfono lanzándole una mirada de reproche al pelirrojo.

- ¿Sasuke? -cuestionó.

- ¿Te fuiste con Akasuna porque no te acompañé a esa fiesta? ¿En serio Sakura? ¿Cuántos repuestos más tienes? – ¿Sasuke estaba haciendo una escena de celos? Celebró internamente pero no quería decir que dejara de estar molesta, además ¿Desde cuándo tenía que reportarle su ubicación?

- ¿Qué? ¡No! Sasuke ¿Qué carajos? Mira, tengo turno en el hospital, la cabeza me está matando me regañas luego ¿ok? - cerró la llamada y dirigió su mirada irritada a Sasori.

- ¿Por qué respondiste mi teléfono? – su mirada jade se entrecerró y una mueca de molestia se dejó ver en su rostro, sentía su cabeza palpitar por la resaca y eso la había hecho sentir aún peor.

- ¿Estás saliendo con él? ¿Quién se cree? Te trata como si fueras de su propiedad, no me gusta nada, si eres tan permisiva acabará orinando sobre ti- Sasori torció el gesto, sus palabras iban en serio.

Sakura rodó los ojos.

-Ya, lo sé, no estuvo bien, pero simplemente se preocupó porque los chicos debieron de aparecer en su departamento sin mí y le molestó que me dejaran tirada, lo conozco bien, él es un poco sobreprotector- respondió con seriedad recogiendo sus cosas- además la forma en la que él y yo nos tratemos no debería importarte a ti.

Sasori tomó una bocanada de aire, se llevó la mano derecha al pecho exagerando su reacción y sintiéndose ofendido por la insinuación de "no eres nadie, no te metas" pero soltó el aire contenido en su pecho y simplemente dejó las cosas estar, no quería iniciar un discusión sin sentido por algo que no era de su incumbencia, es verdad, además ella ya estaba molesta por la resaca.

-No lo justifiques Sakura…-resopló.

No quería provocar al diablo, sonrió burlón maquinando su siguiente movimiento.

-Let it snow let it snow let it snow…- aprovechando que la joven estaba de espaldas le dio un abrazo rodeando sus hombros con sus brazos mientras cantaba el coro de esa canción pegajosa que había escuchado en redes para romper el hielo.

-Estás loco- soltó un pequeño grito por la impresión y rió dándole un pequeño apretón a su mano antes de girar sobre sus pies para mirarlo de frente con él aun sujetando sus hombros suavemente.

Un impulso de su cuerpo lo obligó a apretarla suavemente contra su pecho en un cálido abrazo que ella correspondió rodeándole la cintura con sus brazos delicados mientras reía por su inesperada acción.

- ¿Ahora qué bicho te picó? - le preguntó pellizcándole ligeramente la espalda.

Ella levantó la mirada y él no pudo resistirse a depositarle un pequeño beso en la frente y acariciar su cabello, las mejillas de la pelirosa se tintaron de un suave rosa por ese marcado gesto de cariño de su parte.

- Ahh… gracias, Sakura eres un amor- su sonrisa se ensanchó y en sus ojos se instaló un brillo de ternura- no puedes salir así tontolona, iré por algo para abrigarte.

-Te crees muy rudo, pero eres una nubecilla- sonrió apretándole- ¿Cómo me llamaste?

Él le miró a los ojos componiendo una mirada pensativa, Sakura no tardó en resolver aquello que aquejaba la mente de su amigo.

- ¿Sabes Sakura? honestamente me cuesta entender por qué tu insistencia en hacer tu vida junto a alguien con quien claramente no puedes ser tu misma, no es que los haya visto juntos realmente, pero no siento que puedas ser así de libre cuando estás con él.

La soltó y se dirigió a la habitación dejando a la joven de pie y muda por el cambio tan repentino de ambiente y de discurso, pero ya debería de acostumbrarse a que las cosas con Sasori sean de esa manera, era su amigo el inestable, tan inestable como ella misma.

A veces pensaba que cambiaba de personalidad debido a algún transtorno.

•••

El movimiento ansioso de su pie reflejaba la impaciencia que sentía en ese momento, su madre había arrastrado a su padre a por las compras de última hora, lo único que lo divertía de ese acontecimiento era lo mal que debía estar pasándolo su padre en ese momento con el mar de gente en el distrito comercial. Con Izumi presente en un evento benéfico en representación de Itachi, la única persona "disponible" o aclarando, molestable en ese momento para recoger a su no muy apreciado hermano mayor en el aeropuerto era él, porque claro enviar al chofer el día de noche buena si era una desconsideración ¿verdad?

Rodó los ojos por sus pensamientos.

-Por Dios, hermano, tener que volar un veinticuatro de diciembre es la cosa más mierda que me ha pasado en la vida- se quejó Itachi mientras acomodaban las maletas entre el maletero y el asiento trasero- Vamos a tu casa, necesito que me ayudes a envolver y etiquetar los regalos para el intercambio y los escondas de Izumi.

- ¿Qué intercambio? - preguntó contrariado- y no, jodete.

-Que carácter… -Itachi puso los ojos en blanco- sé que no tienes nada mejor que hacer así que me ayudarás, es mi regalo de navidad ¿Entendido?

Atinó a lanzarle una mirada asesina y torcer el gesto con disgusto.

-Hoy cenaremos con los Haruno, ayer casi me vuelvo loco comprando regalos de última hora, hacer esto solo sin Izumi es un asco, ella siempre sabe que regalar, tuve que hacer filas infinitas en las cajas y pelearme con unas viejas harpías por un par de zapatos de los que Izumi no paraba de hablar…- Itachi se ajustó el cinturón de seguridad sin dejar de quejarse.

-Ah… que lamentable es la vida de un padre de familia…- Sasuke sonrió de lado recibiendo la mirada acusadora de Itachi en respuesta.

-No cantes victoria, no estás muy lejos de convertirte en uno- una sonrisa socarrona se deslizó por sus comisuras mientras volteaba a mirar por la ventana las atestadas calles de Tokio en el día de noche buena.

-No gracias, me gusta mi vida, así como está…- murmuró Sasuke poniendo los ojos en blanco.

Eran tan parecidos y al mismo tiempo tan diferentes.

- ¿Y? ¿Compraste los regalos para el intercambio verdad? Sakura me envió un whatsapp anoche diciendo que su amiga Ino y su familia se habían unido al intercambio a última hora así que aparca un rato en ese centro comercial que tienes cerca de casa, tengo que comprar un par de cosas más ¿Crees que a la madre de Ino le guste tejer?

-Primera noticia…- el rostro serio de Sasuke se crispó con un toque de molestia- y no he comprado regalos para nadie, mi madre dijo que harían un intercambio, pero creí que sería entre la familia.

Itachi rio con fuerza y disimulando mal los nervios.

-Los Haruno y nosotros somos prácticamente familia, Sasuke, cenamos juntos todos los años- Itachi hizo un mohín preocupado- el único motivo por el que no me casaron con Sakura es porque van a casarte a ti con ella- sonrió ampliamente y le picó en las costillas haciendo que Sasuke perdiera el control de coche medio segundo a causa del ligero manto de nieve que había comenzado a formarse en las calles desde hace un par de horas.

- ¡¿Qué haces idiota quieres matarnos?!- le gritó.

-Que sensible…- rio nerviosamente Itachi sujetándose con fuerza del asiento.

Un suave tinte rosa se extendió por las mejillas de Sasuke mientras suspiraba ofuscado, que insoportable era su hermano, con lo poco que lo había tratado a lo largo de su vida, jamás le había caído bien.

-Y por si lo olvidaste yo jamás he celebrado navidad- torció el gesto sintiéndose incómodo.

El ambiente divertido entre los hermanos fue repentinamente reemplazado por un aire pesado, un tenso silencio se instaló al tiempo que la pena y la culpa comenzaban a aparecer en los oscuros ojos de Itachi.

-No te atrevas a mirarme así Itachi- la voz de Sasuke era tranquila y neutral, como la calma antes de la tormenta, soltó un bufido similar a un risa desganada.

- ¿Así cómo? No te estoy mirando de ninguna forma en especial…- Itachi trató de mantener su tono jovial de siempre desviando la mirada hacia el frente y viendo los copos caer sobre el parabrisas.

- Como un cachorro abandonado- declaró Sasuke con firmeza- me miras como si tuvieras la culpa de lo que me tocó a mi- sonrió ladinamente sin ánimos.

- Bueno, al menos tu tuviste a mamá- acotó incómodo.

- ¿A mamá? – esta vez Sasuke elevó una ceja y le lanzó una mirada incrédula- vale, no me hubiera gustado quedarme con papá, honestamente- rio sin ganas- pero al menos tu tuviste a Sakura y su familia, y a Izumi ¿no? No es que me duela reconocerlo, hace mucho dejó de importarme, además no puedo extrañar algo que nunca he tenido.

Dejó Japón a los once años y un par de años después ya entrando en la adolescencia, las sillas vacías en el comedor dejaron de importarle, y la navidad se convirtió en un número más en el calendario.

Un paño de tristeza cubrió los ojos de Itachi profundizándose con cada palabra que salía de la boca de su hermano menor, se sentía culpable, el ya era un adolescente cuando todo ocurrió, pero Sasuke era solo un niño, un niño al que le arrebataron todo de un momento a otro por un capricho egoísta.

Aunque la voz de Sasuke era neutral, estaba ahí, ese deje de rencor, él tenía un punto, Itachi mordió su labio inferior reprimiendo la sensación de impotencia con una grieta doliéndole en el corazón, tenía razón, creció rodeado de amigos, haciendo galletas con Izumi y Sakura en casa de los Haruno en navidad, tomaba chocolate riendo con las chicas y con Naruto, casi siempre las familias se reunían a celebrar un gran banquete y a intercambiar regalos donde las risas y las payasadas no faltaban, la ausencia de su madre en la mesa exceptuando por uno que otro año en él que fue de visita a Japón o él a Corea y las inexistentes emociones de su padre que muchas veces ni siquiera se aparecía a cenar siempre pesaron en su corazón, pero de alguna forma siempre se vio rodeado de personas que le brindaron calidez durante esos helados inviernos, nunca se detuvo a pensar en la soledad de su hermano menor, él probablemente se sentaba en silencio a mirar la nieve caer desde el ventanal de un enorme salón vacío, abriendo regalos completamente solo en la mañana del veinticinco sin sentir ninguna clase de emoción ni luz, jamás quiso pensar ni un momento en ello, debió verlo venir, Sasuke nunca quiso poner un pie en Japón en todo ese tiempo a pesar de la insistencia de Izumi y la suya e incluso la de Sakura, su incomodidad era natural.

Él nunca tuvo una vida, ni un lugar al cual llamar hogar ahí, para él todos eran prácticamente extraños.

Decidió ser más comprensivo.

A la visión de su silencioso hermano menor adulto se le superpuso un Sasuke más pequeño, con la misma cara de gruñón y el mismo aura de soledad que tan triste lo ponía.

Suspiró.

- ¿Ahora que te pasa? - escuchó la profunda voz de Sasuke- tienes cara de estreñido.

-Si, seguramente- respondió en un tono de resignación y una suave risa escapando de sus labios mientras devolvía la mirada a la ventana- aparca ahí, es un centro comercial pero no es tan concurrido porque está lejos del distrito comercial a Izumi y Sakura les gusta porque dicen que tiene una plaza muy europea- rio.

Decidió olvidar los tristes pensamientos sobre el pasado y concentrarse en el momento que vivía, en esa oportunidad que estaba teniendo, es verdad que las navidades de Sasuke fueron muy solitarias los últimos años, pero él se encargaría en persona de que aquello no vuelva a ocurrir, a partir de este día las navidades de Sasuke estarían llenas de felicidad y amor, como siempre debió ser.

Una sonrisa se expandió por su rostro mientras bajaban del coche y dejó caer uno de sus brazos sobre los hombros de su hermano menor que le miró mosqueado.

-Hoy tendremos una tarde de compras entre hermanos- sonrió ampliamente- bienvenido a tu primera ronda de compras navideñas de última hora Sasuke-chan- canturreó.

-Insisto, me gustaba mi vida tal cual estaba- suspiró con resignación.

- ¡Primera parada McDonalds! Me muero de hambre- Itachi inició el paso feliz ingresando al establecimiento mientras arrastraba a un malhumorado Sasuke aún aferrado a sus hombros.

Sasuke se encogió ocultándose en su abrigo oscuro y sin querer una diminuta sonrisa sincera luchó por dibujarse en su rostro.

•••

- ¿Voy a tu casa para arreglarnos juntas? – jugó con los palillos en sus manos revolviendo sin muchas ganas el ramen instantáneo.

-No puedo, la directora Tsunade me castigó, me pilló bajando de la motocicleta de Sasori esta mañana y cuando se acercó a regañarme por llegar con el tiempo en el culo se dio cuenta de que me pasé la noche bebiendo y me echó la bronca del siglo- se acercó murmurando Sakura solo para ellas, después de todo estaban en el comedor de las enfermeras.

Los mofletes de ambas chicas se hincharon con aire y rieron por lo bajo divertidas.

-Ni siquiera saludó a Sasori, le lanzó una de esas miradas asesinas suyas y no nos dejó despedirnos si quiera, me siguió al vestidor para regañarme y entonces hubieras visto su cara cuando me quité la sudadera, es que todo lo que traía puesto era ropa de Sasori- terminó con una risotada no pudiendo aguantar más e Ino la secundó.

- ¡Joder, debió ponerse como loca! ¡Eres una idiota Sakura! - rio Ino- le va a decir a tu madre y te vas a joder.

-Nah mamá sabe que Sasori y yo solo somos amigos- con un gesto de su mano restó importancia y le pidió a la rubia que se acerque, sin querer habían subido un poco el tono ganándose la atención de algunas enfermeras chismosas.

- ¿Entonces traías su ropa, pero solo son amigos? Te recuerdo que hace nada también traías la ropa de Sasuke- la picó con una sonrisa socarrona.

-Eso es diferente… Sasuke y yo estamos… en algo ¿sabes? – un sonrisa ilusionada se extendió por el rostro de Sakura e Ino dio pequeños aplausos con las manos juntas riendo emocionada.

-Entonces ese iceberg idiota si tenía su corazoncito- afirmó con seguridad- bueno, si sabe lo que le conviene pronto te pedirá hacerlo oficial, estoy segura- un gesto pensativo cruzó por su rostro.

-Ah… no lo sé- suspiró- Sasuke es un raro- frunció la nariz en un gesto de extrañeza- a saber si no me deja en el limbo.

-No seas tonta Sakura, debes darte tu lugar, si no quiere dejar las cosas claras es que no sabe lo que quiere, ya te dije que mereces a alguien que vaya a por todas por ti- puso los ojos en blanco.

-Tienes razón- rio la pelirosa- Y dime ¿Cómo te sientes hoy?

Una sonrisa algo desanimada pero sincera se extendió por el rostro de Ino.

-Ni bien ni mal, quisiera decir que estoy acostumbrada a esta mierda, pero no importa cuánto pase, jamás puedo acostumbrarme a las imbeciladas de mi padre- suspiró- no te preocupes, tampoco dejaré que arruine la navidad, hoy cenaremos todos juntos, tenemos que subirle el animo a mamá, no se merece nada de lo que le está pasando.

-Además Sai y su hermano también estarán- sonrió ampliamente.

-Estaré rodeada de las personas que más amo y me aman y eso me hace inmensamente feliz- Ino sonrió con sinceridad llevando un bocado de su ramen instantáneo.

Sakura rió divertida.

- ¿Estás segura de que está bien que Sai y su familia nos acompañen? – Ino ya sabía la respuesta, pero era la primera vez que presentaría a la familia de su novio a su madre en una cena navideña.

-Mi madre está tan emocionada por tener más invitados que contrató al mejor catering de la ciudad, o sea los de siempre- Sakura rodó los ojos- sabes que mis padres son las personas más sociables de japón- sobre todo porque eres como una hija para ellos y que quieras presentar a la familia de tu novio en nuestra cena de navidad es todo un honor ¿sabes? Ella lo ve como algo muy formal, está encantada y no deja de hablar de eso, por tu culpa ahora insiste más que nunca en casarme con Sasuke.

Ambas rieron juntas y se tomaron de las manos con cariño.

-El abuelo de Sai da un poco de mal rollo, es muy serio y siempre parece enfadado, no lo he visto mucho pero el que haya aceptado la invitación se siente importante- Ino apretó su mano nerviosa.

-Es verdad ¡Este año no iremos de pijama! - Sakura le miró asustada- no sé qué ponerme, conociendo a Tsunade no me devolverá la libertad fácilmente.

Ino explotó en carcajadas.

-No te preocupes iré a saquear tu armario y te prepararé algo decente- llevó un mechón de su cabello rubio tras su oreja y apartó el bol ya vacío de fideos.

-Eres maravillosa- la alagó la pelirosa acunando su rostro entre sus manos.

- Oye Sakura… ¿Crees que Sai quiera… - se cortó

La pelirosa le miró expectante por escuchar el final de esa pregunta.

- Olvídalo, sería lo más cliché del universo- rió.

Sakura sonrió con malicia intuyendo lo que su mejor amiga estaba pensando.

-Quien sabe… navidad es una fecha muy popular para "ese" tipo de propuestas… y su abuelo está… digo… no lo sé- fingió inocencia.

Los colores subieron por el rostro de Ino antes de empezar a golpear a Sakura que estallaba a carcajadas cubriéndose como podía con la bandeja de la comida bajo la atenta mirada y cuchicheos de las enfermeras.

•••

- ¿Crees que esto esté bien? - preguntó Sasuke levantando con recelo de la etiqueta un par de pantuflas de patito- es para la chica Yamanaka…

-Eres tonto Sasuke, por Dios se nota que no tienes idea sobre mujeres… -se quejó rodando los ojos- ah no, espera, a Izumi le van a encantar- sonrió lanzando las pantuflas al carrito.

Sasuke puso los ojos en blanco.

-Creo que ese par de pijamas de Friends son geniales para Sakura e Ino, les encanta esa serie- dijo Itachi tomando ambos pijamas a juego y echándolos al carrito- se pondrán como locas cuando los vean.

-Bueno, dijiste que la condición del intercambio de este año es que sea un regalo divertido… así que supongo que está bien.

-El novio de Ino y su familia también fueron invitados al intercambio, Danzo-san es un hombre muy serio y da miedo, dudo que un set de Hot Wheels sea un buen regalo para él- rio Itachi dejando el juguete en su lugar.

- ¿Un bolígrafo de caligrafía? – sugirió Sasuke.

- Oh y una agenda, es abogado, gran idea- celebró el mayor dando un par de palmadas que contrariaron a Sasuke asqueándolo con su inmadurez.

- ¿Qué no era un político o algo así? ¿Estás seguro de que tenemos que darle un regalo? No lo conocemos – Preguntó desinteresado y receloso metiendo cosas en el carrito, ya luego etiquetaría los nombres al azar.

- Nah… Es navidad, es tiempo de dar sin esperar nada a cambio, Sasuke, ah y él solía ser un senador, pero está retirado ahora, su nieto Shin sigue sus pasos en la política y Sai estudia bellas artes, sé que tienen una relación algo tensa a causa de eso.

- ¿Cómo conoció a la amiga de Sakura si no tienen nada en común?

-Los opuestos se atraen, querido hermanito- Itachi le guiñó un ojo con complicidad haciendo notar su doble intención.

-No fue eso lo que pregunté, pero viniendo de las dos neuronas que te quedan no me asombra para nada que no puedas formular una respuesta coherente- empujó el carro sin interés adelantándose a su hermano quien le miró indignado.

•••

El sol se ponía a su espalda cubriendo el cielo invernal de magenta y azul mientras aparcaba su motocicleta en el estacionamiento del bar que le servía casi como un segundo hogar, se quitó los guantes negros de cuero guardándolos en el compartimento del asiento.

Su teléfono móvil vibró en el bolsillo interno de la chaqueta mientras entraba a ese local que conocía tan bien.

Decidió ignorarlo.

-¡Eeeey Sasori! Sabía que vendrías hijo de perra- el espeso humo de cigarro se disipó revelando el rostro de un apuesto chico de cabellos naranjas y piercings repartidos por su cara, a su lado su novia le lanzaba una mirada aburrida y acomodó sus claros cabellos azules antes de levantarse del sofá pasando totalmente de él para ubicarse detrás de la barra dispuesta a preparar tragos a los clientes.

- ¡Yahiko! ¿Listo para perder? - se rió chocando puños con su amigo en forma de saludo- ¿Konan sigue enojada por lo de la otra noche?

-Aaa no le hagas caso, sabes como son las mujeres- sonrió de lado.

-Que mala perdedora- se burló sacando su teléfono y la caja de cigarros encendió uno llevándoselo a los labios antes de mirar en la pantalla bloqueada la notificación de un mensaje de Sakura.

La curiosidad le invadió de repente e ignoró el parloteo de Yahiko sobre lo sorprendente que había sido su última carrera para leer el mensaje.

¡Hola! Se que es un poco tarde y está bien si no lees esto a tiempo, no lo veas como una invitación de última hora ¿vale? Mi familia organizó un banquete de navidad, no hace falta traer regalos, pero admito que tengo un regalo para ti, así que más te vale regalarme algo. La cena se servirá a las 10, no hace falta venir muy formal.

Sasori rio por lo bajo al leer el mensaje tecleando un rápido "Salí de la ciudad ¿Otro día?" antes de devolver el teléfono a su bolsillo.

- ¿Nagato no viene al billar? - preguntó tomando un taco dispuesto a reunirse con el resto de la banda en las mesas.

Yahiko se hizo con un taco también antes de responder.

-Bah, la prima de su madre lo invitó a una cena de ricachones estirados y pasarán por él en un rato- usó su mano libre para sujetarse el cuello fingiendo una arcada.

-Uhm… cierto Nagato es un Uzumaki.

-Un Uzumaki pobre, pero uno, a fin de cuentas- se rió Yahiko por su propio chiste.

-Te escuché desgraciado.

Un alto y pálido chico de liso cabello pelirojo elegantemente vestido bajó las escaleras que llevaban al piso superior, tenía el flequillo peinado hacia atrás descubriendo sus extraños ojos color violeta.

-Pareces un pingüino- se burló entre carcajadas el chico de los cabellos naranja.

-Que guapo estás Nagato, creo que me equivoqué de primo- halagó Konan desde la barra guiñándole un ojo y su novio le lanzó una mirada entrecerrada.

Nagato le lanzó una mirada acusadora ante la insinuación y se acomodó la corbata observándose en los espejos que decoraban el fondo del mueble de los licores- ¿Cenas aquí antes de la carrera?

-Por supuesto- sonrió de lado- ¿Tu padre tiene lista a mi chica?

-Sabes que si

Yahiko rodó los ojos

-A veces pienso que se preocupa más por tu motocicleta que por la mía, bah, eres un ricachón mimado igual a Nagato, Sasori- rio

Sasori y Nagato rieron.

- ¿Tanto te molesta no tener pedigree? - se burló Konan lanzándole una mirada burlona.

Yahiko desvió la mirada incómodo

-Olvidas que el viejo Uzumaki se deshizo de mi como basura y la única que me habla de esa familia es Kushina- rodó los ojos- no es que haya mucho que envidiar.

-Bueno, al menos vives en el mejor basurero de la ciudad- lo codeó Sasori.

Todos rieron a carcajadas.

No siempre la familia que te toca es la que permanece.

•••

- ¡Llegamos! – exclamó bajando emocionada del coche de su tía Tsunade y adentrándose a la casa.

- ¡No corras te vas a resbalar! - la regañó su madre cuando pasó a su lado, tenía prisa por entrar y arreglarse para esa noche, se sentía en las nubes, era con mucha probabilidad la navidad más feliz de su vida, al fin volvería a ver juntos a todas las personas que amaba como cuando era pequeña, abrirían los regalos con ilusión y beberían chocolate de la Nana Hikari recordando anécdotas del pasado.

Era un verdadero milagro de Navidad el poder haber sido liberada de sus labores en el hospital antes de la hora, había olvidado que su tía Tsunade y su tío Dan siempre pasaban la navidad y el año nuevo en casa, así que se había pasado por su oficina anunciándole que la llevaría a casa y que cumpliría con el castigo en su próxima guardia.

Sonrió con emoción subiendo las escaleras.

Se detuvo en seco cuando notó la imponente figura de Sasuke dándole la espalda del otro lado al final del ancho pasillo mientras observaba a con aire pensativo a través del gran ventanal el jardín exterior cubierto por una gruesa capa de nieve.

Y recordó que Sasuke había pasado de ella todo el día.

Si, fue una idiota al responder así por la mañana, fue una idiota por pasar la noche con Sasori a sabiendas que Sasuke le desagradaba totalmente, pero llevaba prisa y él seguramente estaba preocupado por una buena razón para haberla llamado por voluntad propia.

Quizás esa había sido la primera vez que Sasuke mostraba su preocupación abiertamente.

Se sintió fatal, practicando mentalmente una disculpa y una explicación a cada paso que daba, aunque no eran nada ¿Le debía alguna explicación? Tal vez, a fin de cuentas, no habían definido su relación, así que no tenían una relación abierta.

Pero Sasuke veía a Sasori casi como un enemigo.

Pero Sasuke ve así a casi todo el mundo.

Tomó aire profundamente.

-Sasuke-kun…- le llamó suavemente.

El suave movimiento de su espalda al inspirar y suspirar abandonando sus pensamientos le indicaron que le había escuchado, volteó.

Ella acortó los pasos que los separaban acercándose con cautela.

-Mira arriba- se limitó a responder.

Desconcertada llevó sus ojos sobre su cabeza en donde un muérdago de navidad colgado en el borde del ventanal parecía reírse de ella en su cara.

-Qu…- fue interrumpida.

Aprovechando la distracción de la chica, atrapó sus labios en un movimiento rápido tomándola desprevenida y robándole un beso fugaz que la dejó atónita, cuando su cerebro decidió reaccionar a la acción del joven pelinegro todas las tonalidades de rojo brillaron en su rostro en un segundo, pero cuando quiso reclamar él ya se estaba alejando por el pasillo sonriendo con arrogancia.

Marcador: Sasuke 1 – Sakura 0

Se acarició los labios con los dedos ligeramente sintiendo un suave cosquilleo y sonriendo como una tonta, se sonrojó pensando en los revoloteos que estaba sintiendo en su estómago en ese momento así que corrió por el pasillo para alcanzar a Sasuke y saltar a su espalda riendo.

Entonces estaba perdonada ¿Verdad?

- ¿No estás molesto por lo de esta mañana? – preguntó muy cerca de su oído aferrándose a su cuello.

- Primero ve a cambiarte, hueles a hospital – la picó abriendo la puerta de la habitación donde había estado con su hermano envolviendo regalos.

-¡No entren estoy envolviendo los suyos!- se escuchó desde dentro la voz de Itachi.

Sasuke rodó los ojos, Sakura rió intentando ver por la pequeña franja de la puerta entreabierta.

- Odio tu humor cambiante Sasuke, ni tú te entiendes – se bajó de su espalda inflando las mejillas con molestia- no pensé que fueras un romántico- se burló volteando y señalando el muérdago mientras le mostraba la lengua de forma juguetona.

Sasuke dejó escapar una pequeña risa resignada antes de entrar en la habitación a costa de los gritos de Itachi para que no vea su regalo mientras terminaba de envolverlo rápidamente.

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NOTAS DE LA AUTORA:

Sasori y Sasuke marcando territorio wtf, quería subir esto antes, el capítulo es algo largo, llevo tiempo redactándolo, tuve que cortarlo aquí para que la lectura no se vuelva tan pesada, así que continúa en el siguiente episodio, entre el trabajo, los compromisos familiares y las crisis existenciales de esta época no pude tomarme el tiempo de editarlo a profundidad, si se me pasó alguna falta ortográfica me excusan :P

¡Gracias por su apoyo! Mucho cariño para todos y felices fiestas :3

Azulen.