Su pie estaba sobre la cabeza del poderoso hombre, su mirada estaba llena de un impecable odio, el Byakugō y el Modo Sabio no podían ser más notorios, al igual que el cráter bajo sus pies, producto de un fuerte golpe cargado de ira.
—Primero despretigias a mi padre—Presionó su pie con más fuerza—Luego, asesinas a mi madre—La cara del nada inofensivo hombre se quería desfigurar debido a la gravedad—Y ahora, intentas destruir MI aldea—Si se dijera que intentaba resguardar el llanto sería una mentira, solo tenía ansias de destrucción en su conciencia,
El hombre debajo su pie, no sentía el más mínimo dolor propiciado por su tacón, y la destrucción de sus alrededores era testigo de aquello.Fue algo de suerte que no se hubiese desfigurado aún, tenía demasiada.
—¡Ero-Hime!— Gritó desde la lejanía su discípulo, Ren.
—¡Tú cállate! —Lo silenció, siquiera le importó como la llamó— Eres tan culpable de todo esto tanto como él—Oh, y eso no era una simple acusación, el mentir y traicionar eran suficientes razones para presentar quejas ante ello.
—Jirume-sensei... —El chico derramaba lágrimas —Nunca fue mi intención y usted lo sabe—Se intentaba disculpar inútilmente—Yo no quería-
—¡Cierra la boca! —Gritó con despecho—No lo era pero ocurrió —Por tu culpa, muchos han muerto—Esa desgarradors sentencia fue lo único escuchado en unos cuantos metros a la redonda.
—Jirume... —Keiko recargada en Mirai la miraba mientras murmuraba con tristeza y súbita comparecencia.
Y se preguntarán, el por qué ocurrió todo esto, pues fácil, pero antes lo mejor será conocer toda la historia iniciando desde cero, desde su época Gennin
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