Capitulo 3: Sombras del espacio
New York
12:50 Hrs
Eran como niños. Absorbían la información y la entendían; nomás algunas cosas. Pero podían cambiar de canal o usar la computadora que se les dio. Rachel Foley parecía una madre como vigilaba para que no rompieran nada de valor. Los amigos se hacían más numerosos.
–Es pesada.
Le costó a Lynch poder levantar la espada de Geralt y hacer movimientos con ella. El brujo se reía por la fuerza que hacía.
–Si, porque es para hombres. – Dijo Shego.
Los que la escucharon se rieron, también Lynch que dejó la espada con su dueño. Glenn Arias trató de ocultar su sonrisa.
–Sus armaduras están limpias y reparadas, pero veo que están cómodos con la ropa que les di.
–Me aprieta un poco ahí… – Davion señaló las partes bajas. Glenn lo entendió. – ¿Dónde están los demás?
–Charla privada. – Dijo Garrett alejándose de los cuadros.
Se encontraba apoyado en la barandilla, observando los edificios. Ni eso lo sorprendía, tuvo que contenerse al saber lo que describió en esa cosa llamada "internet".
–¡¿Cómo es que el Imperio Persa acabe así?! ¿Y que es primera guerra mundial? Ni siquiera tenemos tanques que se muevan solos.
–Sabes que nuestras tierras son diferente. – Dijo Gabriel Reyes. – Hasta de dónde vengo es distinto.
–Si de algo sirve lo que voy a decir, tu Tierra aún se mantiene eh… no sé, sin cambios. – Agregó Jill Valentine. – Es probable que tengan una revolución industrial, pero sin que el imperio se desmorone ¿Me entiendes?
–Yo si. – Dijo Purist. – Tal parece que es verdad. Mira Scuttle Town. Otro ejemplo es Demacia.
–No tengo conocimientos académicos como los de Purist, pero, le creo. – Apoyó Drow Ranger al pelirrojo.
–Si esa invasión a mi reino fue una advertencia, debo impedir que suceda. Tengo que acabar con los que iniciaron esto. – Dastan suspiró.
–Debemos hacer un esfuerzo, y no dejar que le pase lo mismo a las personas que queremos; y a las que nos están ayudando. – Purist miró a Reyes y a Valentine.
Ambos asentaron.
Vieron a Jacob Leiter. No sabían que está ahí o vino después; lo que más importaba era que necesitaba sus presencias en la sala de proyección.
En la pantalla apareció el mismísimo Doctor Doom, haciendo un llamado de emergencia. No se molestó en preguntar quienes eran las caras nuevas, después se presentarían.
–Me sorprende que hayas llamado, Vic. – Dijo Glenn Arias.
–Mandé a Drake a otro mundo, y su señal despareció; y es probable que esté en apuros.
–¿Cómo? ¿Dónde lo mandaste? – Preguntó Shego.
–Eso es lo de menos. – Doom fue cortante. – Tampoco quiero darles falsas esperanzas, pero en ese mundo hay un setenta por ciento de que esté Possible. Y algo más… mira tu celular, te mandé fotos. Recomiendo que vengan a Latveria; en mi escritorio hay instrucciones… el portal está listo. Los dos agentes de la AIDP vendrán conmigo. Estaré llamando después.
Sin más nada que decir, el Doctor Doom terminó la llamada. Glenn Arias miró las fotos que le envío. La expresión fue señal de problemas. El resto quería verlas también y fue el miedo de los guerreros que los puso aún más nerviosos. Reconocieron esos objetos de metal que volaban.
Doom localizó una numerosa flota de naves cerca de la órbita de Júpiter, en dirección a la Tierra.
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Aeropuerto Kennedy.
Sección VIP
17:50 Hrs
Glenn Arias había ordenado la evacuación de sus empleados como de todo objeto con valor, todo bajo discreción y sin llamar a las autoridades tanto locales como gubernamentales. Shego junto con Jacob Leiter avisaron a cada familiar y amigos de Kim Possible que vayan al búnker privado de Arias.
Dos aviones de carga estaban listos para usar. Dentro de uno irían todo el grupo, incluyendo a Wade que fue llamado casi por obligación. En el otro estaba un vehículo extraño que llamó la atención de los guerreros.
–¿Vas a llevar el Batmovil?
–Si Shego – Le respondió Glenn. – Brigitte, Tails, Eggman y Wade le harán unas mejoras. Es probable que lo terminemos usando.
–Así que no descartas la invasión. – Dijo Jacob Leiter.
–También están todas nuestras armas. – Sam Fisher le palmó el hombro. – Municiones, equipo. Las armaduras de ellos. Todo lo que necesitemos.
–¿Cuánto espacio hay en el búnker? – Preguntó Jill Valentine.
–Para más de doscientas cincuenta personas. Fue un capricho mío, realmente era para guardar mis cosas o dinero. Eso está en otro lado. No deben preocuparse, puede resistir bombas nucleares. Comida para tres años. Agua potable. Combustible. Está todo.
–¿Quién irá? – Preguntó Shego preocupada.
Glenn Arias sonrió, viendo a cada uno de ellos.
–Todos los que conocimos. ¿Nos vamos?
Junto a él, empezaron o movilizarse. Kane giró su brazo y Lynch incitando a abordar los aviones.
Con los motores listos, el primer Hércules salió. Luego de diez minutos, despegó el otro. Pasando la media noche estarían en Latveria.
–Oigan ¿Cómo hacemos para evitar los controles de la ONU? – Preguntó Shego por la radio.
Todos estaban comunicados, ya que necesitaban estar en contacto por si pasaba algún problema dentro o fuera de las naves.
–¿Qué es ONU? – Quiso saber el príncipe Dastan. – ¡Ya se manejar esta cosa de mi oído!
–La ONU es como un grupo formada por otros países. Ayudan a los que no tienen y se meten en países en conflicto, para que no escale mayores. – Le dijo Brigitte Lindholm. – De dónde vengo existía eso.
–¿Ya no existe más?
–No, o tal ves si, Dastan. Pasó de todo de dónde venimos, no quiero aburrirte. – Le respondió la pelirroja.
–Si es para evitar alguna guerra viene muy bien eso. – Dijo Geralt. – Pero parece que aquí no sirve de mucho.
–¡Jaja! Miren. – Dijo Sam Fisher. – Apenas llevan días aquí y se dan cuenta que nuestro planeta se va a la basura.
–¿Qué mundo no tiene un conflicto? – Davion los dejó pensativos con su pregunta.
–Perdí mucha gente que quería para conseguir la supuesta paz. – Dijo Gabriel.
Los de Mobius se pusieron nostálgicos, sabiendo de lo que habla Reyes. Amelie, Eggman, Sonic y sus amigos, Brigitte tenían aquella mirada tras recordar esos sucesos.
–Es irónico, paz escondida con violencia. – Finalizó.
–Te entiendo. – Dijo Garrett.
–Oye, Wade ¿Vas a decir algo o vas a seguir mirándolos como bobo? – Dijo Shego.
–Perdón, es como si salieran de esos juegos de rol. Vestidos así no parecen tanto, ella parece una cantante de Kpop vestida así. – Opinó el moreno.
Kai'sa no entendió el cumplido.
–Pensé que no te volvería a ver, Nack. Pero me agrada tu presencia. – Dijo Masha.
–Lamento haberte disparado de esa forma cuando te vimos, muñeca. – La comadreja le guiñó el ojo.
Geralt sonrió mientras lo veía.
–Este no perdona nada…
Tras ese comentario que hizo el brujo, algunos se rieron; otros nomás esbozaron una sonrisa.
Mientras los demás seguían conversando, el único que se mantenía distante era Van Argiano, y con razón. Nomás quería saber que pasaría cuando lleguen a Latveria. La flota de ovnis y Ras Al Ghul tras su cabeza lo tenían loco.
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Latveria
05:13 Hrs
Se supo que tendrían que mantenerse fuera de los radares haciendo maniobras arriesgadas y aterrizando en Casablanca con el pretexto de que era un ejercicio militar. Después de evadir con éxito los chequeos. Llegaron hasta los dominios de Víctor Von Doom, o como lo llamaban aquí, Doctor Doom.
Al ser un país rodeado por las fuerzas de la OTAN, se tuvo que sobornar algunos oficiales para hacer la vista gorda cuando dos aviones Hércules pasaran encima de las tropas. Ya ambos en la pista de aterrizaje, los tripulantes bajaron.
Kane y Lynch engancharon las cajas al Batimóvil. Shego junto con Fisher acercaron los jeeps que estaban cerca del hangar que también, acoplaron todo los suministros. Dejando los Hércules estacionados y todos listos, marcharon hacía aquel castillo que se alzaba sobre las murallas. Les tomarán por lo menos casi una hora en llegar y acomodar el equipo.
–Esto sí se me hace familiar. – Dijo Davion al ver ese castillo.
–Acéptenlo, se ve espectacular. Y muy bien cuidado. – Drow Ranger observó cada rincón del lugar.
–Pero la gente de aquí se ve un poco diferente. – Dijo Purist al ver a los pueblerinos con la roba similar a la que tenían.
–Parecen algo asustados ¿No? – Dijo Shantae viendo los rostros, hasta los niños se veían aterrados. – Pobrecitos.
–Porque saben lo que viene. – Le respondió Kai'sa.
–No hagan movimientos bruscos, no queremos que se asusten con nosotros. Lo único que falta. – Dijo Masha.
–Ni que fuéramos saqueadores. – Murmuró Garrett.
–Mientras esté todo en su lugar… – Geralt lo miró de reojo.
–¿Quién nos va a entrevistar? – Cuestionó el príncipe Dastan.
Al escuchar eso, Glenn Arias se subió al cerco de la fuente de agua y se dirigió al pueblo larveriano.
–¡¿Quién está a cargo aquí?! Víctor Doom no está, y vengo por su recomendación. ¿hay alguien aquí que hable por él?
El empresario como los demás esperaron a que se presente alguien. Entre la multitud se empezó a acercar alguien; nomás era un joven. Los que conocían a Víctor, notaron que usaba casi una réplica de la armadura, la capa y la ropa, pero sin esa máscara.
–Soy Kristoff Vernard, en nombre de Latveria, les damos la bienvenida.
–Nunca mencionó que tenía un hijo. – Murmuró Rachel Foley.
–No debía hacerlo, la sucesión aquí llamaría la atención de malos oídos. – Escuchó el joven heredero. – Señor Arias, bienvenido.
–Gracias Kristoff. Rachel Foley, mi mano derecha en los negocios. Y ellos son…
–Si Glenn, los conozco a todos; excepto ellos… y esas cosas que hablan.
–Oigan ¿Podemos ir adentro? Siento que la gente quiere tocarme. – Dijo Sonic al ver las manos de los pueblerinos cerca de él y de Tails como de Nack y Perci.
Sin hablar, Kristoff Vernard los guio al interior del castillo, siendo observados por todos.
Por el momento se pondrían en el salón, donde podría caber un cuarto de las personas. Wade instaló su computadora, al igual que Tails, teniéndolo al lado. Eggman también montó su computadora personal y era un poco más grande que la de los muchachos.
–¿Compensado otra cosa, Eggman?
–¡Silencio Sonic! No te pases de listo aquí, pequeño erizo.
–No es el tamaño, si no como lo uses. – Dijo Nack a lo lejos, haciendo que Perci riera.
Eggman se puso colorado.
Mientras los demás discutían, Gabriel en una esquina la llamó con la mirada. Haciéndose la que estaba observando los cuadros de la familia Doom, se alejó.
Los dos se fueron lejos de los ojos curiosos, entrando en un cuarto. Sabían que no tenían que hacer ruido y mucho menos hacer otra cosa. Nomás se abrazaron.
–Creí que no te volvería a ver, Gabe.
–Que mal momento para vernos ¿No?
Perci lo atrapó con sus brazos. Se sorprendió que creció de altura; le llegaba hasta el pecho. Ahora sí la tenía a la vista, sin tener que arrodillarse.
–Me agrada que hicieras una vida tranquila al fin, te lo mereces.
–No fue casualidad, pero gracias por aparecer en ella, Perci.
No tenían que hacer ruido. Nomás apoyaron sus labios; un pequeño beso que significaba mucho. Perci tenía algo que decir desde que convivió con él, que la estaba matando por dentro.
–Gabriel… debo decirte algo… eh…
Apoyó su dedo, deteniéndola. Se lo quedó viendo, con esos ojos morados.
–Aun no, Perci. Ya sea bueno o malo, ahora no. Tenemos un mayor problema. Después.
Sacó el dedo y posó la mano en su espalda; dibujando un círculo en ella. Sintió una pequeña electricidad recorriendo su cuello al sentir el aliento de Reyes, que la hizo soltar un pequeño jadeo. Ella acercó más su rodilla entre el medio de las piernas, levantando el deseo reprimido. Él aguantó darla vuelta y apoyarla contra la pared. Antes de salir del cuarto, Perci y Reyes rozaron sus labios, sin llegar a besarse; y sin dejar de verse.
Ya afuera, actuaron normal.
–Oye no quiero ponerte incómodo pero, eres muy guapo. – Le dijo Shego a Kristoff.
Glenn Arias la miró con la mirada tensa, sabiendo que era una figura que no se tenía que insultar. El heredero nomás sonrió.
–Muchas gracias por el cumplido, Shego.
–Tu papá ya la habría matado. – Dijo Sam Fisher.
–Él es el explosivo, yo trato ser el diplomático. Además sería muy frívolo no aceptar un comentario halagador viniendo de una mujer bella como lo es Shego.
Los que estaban ahí se sorprendieron por el intelectual comentario.
–¿Bella? – Dijo Lynch.
Kane lo codeo en las costillas.
–Tienes un gran futuro por delante, niño. – Le dijo Fisher.
Por otra parte, se seguían conociendo el resto del numeroso grupo. Amelie Guillard entabló una amigable conversación con Jill Valentine.
–Me agrada que Gabe haya hecho otra amistad.
–El es muy bueno con los suyos ¿No? Su historia contigo me hace pensar que son casi como hermanos. – Le dijo Jill.
–No de sangre, pero si… y hablando de sangre…
Amelie observó a Diva que se aparecía como si se tratara de un fantasma al lado de Jill, haciendo que ésta la mirara.
–¿Tienes un tiempito? – Le dijo la chica.
La castaña supo que no haría nada malo, o eso quería creer. Amelie se alejó, y ayudó a los chicos con las computadoras.
Pasó tanto tiempo desde que se vieron, y otra vez, cara a cara. La antigua reina quiróptero comenzó primero a hablar.
–Se que antiguamente quería asesinarte como un insecto, pero eso fueron otros tiempos. Me di cuenta de que Wesker le gusta manipular personas; y yo fui una de ellas.
–Dímelo a mí… – Jill murmuró, agachando la vista. – Bueno, niña; estoy feliz de que hayas despertado. Siendo un clon idéntico a la Diva original, espero que hayas olvidado tus instintos asesinos.
–Quiero probar tu sangre…
Diva sonrió como psicópata, abriendo y dejando sus ojos azules clavados en los de ella. Después de un segundo, comenzó a reír. Fue una broma de mal gusto para Jill.
–¡Hubieras visto tu cara! ¡Jajaja! Que tonta; saca la mano de tu pistola. Estoy de tu lado.
–Diva siempre hacia eso, fuera broma o no, me asustaba. – Dijo Sheeva mientras se acercaba.
–Te volviste su niñera ¿eh? – Le dijo la castaña.
–Si algo parecido. Hunk ayudó mucho en eso. – Le respondió la africana, observando al tipo de la máscara de gas, apoyado en una esquina y hablando con Jacob.
–Y ahora estamos ayudando a Argiano. Esto es de locos. – Dijo Jill Valentine mirando a todos los que estaban ahí.
–Oigan ¿Quieren tomar algo? Me avisaron que tienen cerveza aquí, aparte de la que trajimos. – Anunció Brigitte. – ¿Ustedes quieren?
–No pecas, hoy no. – Dijo el príncipe Dastan.
–Necesito mis espadas. – pidió Geralt.
–Si temen por su bienestar estando aquí, será imposible que alguien entre. – Dijo Kristoff Vernard. – O ustedes vieron algo que yo no… – Murmuró lo último.
Eran pasada las 4 de la madrugada. No había sirvientes despiertos ni los invitados. Corrían en silencio por el suelo, sin que nadie los escuchara. No hacía falta eliminar a los guardias, ya que no había ninguno. Se metieron dentro del castillo.
Eran en total cien miembros de la Liga de los Asesinos, comandados por la hija del líder, Talia Al Ghul. Armados con espadas y cuchillos.
En la inmensa cocina, estaban Kane y Lynch junto con Sam Fisher y Jacob Leiter. Estaban sentados en esa mesa circular viendo sus tazas de café. Lo que los ninjas no esperaban, es que tenían armas escondidas debajo de la mesa.
Shego junto con Jill Valentine, Sheeva Alomar, Rachel Foley estaban acostadas en las camas, también con armas bajo las sábanas.
Wade y Tails estaban operando las computadoras, viendo las cámaras de seguridad y observando la excelente coordinación de los asesinos. Hunk estaba escondido dentro del armario, como Eggman lo estaba dentro de una caja con su cañón de rayos.
Cómo ya habían pasado por emboscadas nocturnas, Dastan, Geralt de Rivia, Drow Ranger, Garrett, Davion, Purist, Kai'sa y Masha taparon las almohadas con las sábanas, simulando estar durmiendo y escondidos detrás de las cortinas, dejando a Shantae como sebo y también con su espada oculta entre sus piernas.
Sonic junto con Perci estaban en las murallas observando con los binoculares al grupo de ninjas, que parecía ser el refuerzo. En el campanario y con una línea de tiro perfecta, estaba Amelie Guillard apuntándoles a la cabeza.
Reyes se quedó en la habitación de Kristoff que también él estaba listo para pelear, junto con Glenn Arias.
El objetivo a asesinar era Van Argiano, por haber destruido el templo y por enterrar los pozos de Lázaro, haciéndolo inútil.
Al abrir una de las puertas, Nack y su revólver iniciaron la batalla. Tras asesinar al ninja, sus compañeros también recibieron una bala en la cabeza, la precisión fue perfecta para estar a oscuras. Brigitte lo salvó cubriéndolo con su escudo.
En la cocina, tirando las sillas a patas, sacaron las armas asesinando a los ninjas, destruyendo objetos en ella. En una fila, Kane, Lynch, Jacob y Fisher empezarían a limpiar los pasillos.
¡Tenían razón! Nomás algunos esperaban que esto sucediera pero no al cien por ciento. Shantae vio como sus compañeros atraparon a los ninjas, acabando con todos. Todos juntos salieron y empezaron a chocar las espadas con el enemigo nocturno; llevando la pelea hasta el patio.
Amelie eliminó a varios, cubriendo a los guerreros que seguían aguantando la oleada.
Davion escupió fuego, ahuyentando a los ninjas junto con el hechizo de Geralt, lanzando llamaradas de su mano.
Sonic no podía quedarse quieto, empezó a correr hasta ayudar tanto a los guerreros hasta adentrarse al castillo, lanzando a los intrusos por los aires. Amelie eliminó al que iba detrás de Perci, haciendo que se mueva de lugar y agarre una de las armas que soltaron los ninjas. Una ballesta le ayudaría bastante.
Kristoff al no ser el objetivo se le intentó asesinar, siendo protegido por Glenn Arias como por Gabriel Reyes. Estaban acabando con todos. Wade y Tails eran protegidos por el experto Hunk y el entusiasmo de Eggman, haciendo que la victoria esté cerca.
Talia Al Ghul al ver qué su ataque estaba siendo repelido, comenzó a moverse para buscar al objetivo. De una patada y haciéndolo asustar, Van Argiano se arrinconó en el respaldo de la cama; gritando y pidiendo ayuda. Corrió con su cuchillo y saltó.
La espada le atravesó el hombro, clavándola en la pared. Talia no podía hacer nada para escapar, el filo le estaba cortando la carne, y la sangre recorriendo cada rincón del arma blanca. Diva comenzó a reírse al ver los inútiles intentos de la asesina por escapar de ahí.
–¡Jajaja! Que estúpida ¿Te gusta que te hagan lo mismo? Desgraciada.
–¡¿Diva?! – Talia gritó de dolor.
–Shhh, deja de quejarte. ¿Qué se siente eh? Maldita…
Abrieron la puerta desesperadas. Shego junto a las demás entraron y vieron toda la escena.
–¿Están bien? – Preguntó Sheeva.
Diva como Van Argiano aún asustados asentaron.
–No esperaba a ésta otra vez. – Dijo Shego viendo a la mujer.
–¿Ella es la..? – Dijo Jill y Rachel afirmó moviendo su cabeza. – Que sinvergüenza.
–El resto está limpiando los pasillos, en un rato estaremos a salvo… ¡Ey! Tú otra vez. – Recordó Nack al ver a Talia Al Ghul.
–El padre debe estar cerca. – Dijo Brigitte viendo a los lados.
Aún con una espada impidiendo que escape, Talia sonrió. Esa expresión alarmó al resto.
Después de limpiar el castillo y dejando a los acabados afuera del castillo, para que después los enterraran, se armó una junta en el salón principal. Kristoff Vernard estaba sentado en el trono de su padre, con sus manos entrelazadas y una expresión pensativa. Mientras los demás discutían qué hacer con la hija de Ras Al Ghul.
–Hay que matarla, ya lo intentó en Mu hace un año. No dejemos que se nos escape otra vez. – Dijo sin pensarlo Lynch. Aún tenía su escopeta cargada.
–¿Y que su papá venga aquí? – Le respondió Kane. – Si ella es una fiera, no quiero pensar lo que haría Ras Al Ghul con nosotros.
–Lo que me sorprende es que ella haya entrado aquí, y sin que las tropas de la OTAN la hayan visto. No quiero pensar algo feo. – Dijo Glenn Arias.
–¿Qué hayan asesinado a los soldados para entrar a Latveria? Si, lo pensé. – Habló Sam Fisher desde la esquina.
–Oigan, si mi palabra vale algo. – Dijo el príncipe Dastan – En los tiempos de mi padre, hubo una revuelta en un pueblo rebelde. Capturaron al hijo del gobernante para poder negociar la rendición de la ciudad. La tensión siguió cuando las tropas persas entraron, pero no hubo guerra. Se evitó, por un tiempo.
–Te recuerdo, príncipe, que Van Argiano destruyó su casa como su fuente de la vida eterna. Aún si le entregamos a Talia, nos aniquilará no solamente a Argiano, sinó a todos. – Dijo con respeto Jacob Leiter.
–¿Kristoff? – Glenn Arias quería la opinión del muchacho.
El heredero suspiró aún teniendo ese rostro pensativo. Después de unos momentos se levantó del trono, y se acercó a lo más cercano que tenía de un consejero.
–Papá haría algo mucho más, duro; por así decirlo. Si planeamos que Ra's Al Ghul se rinda, teniendo a su hija como rehén, la victoria estará lejos. – Kristoff suspiró. – Temo decirlo, pero es más probable que un conflicto bélico aparezca primero. O es él, o es la flota alienígena que se acerca. ¡Por cierto! ¿por donde van?
–Están llegando a Marte, en unos días estará por la Luna, y luego aquí. – Le dijo Wade.
Todos cambiaron las caras, sabiendo lo que venía.
–¿Cuándo empezamos a hacer los fosos? – Dijo Glenn Arias.
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Alaska.
El Bunker.
17:45 Hrs.
El espeso bosque dificultaba la visibilidad para cualquier civil; nomás algunos podían atacar sorprendiendo al enemigo desde los arbustos, o saliendo del abundante pasto y hojas. Era inaccesible para los curiosos. Al estar aburrida dentro, dejó a sus hijos y a su esposo ahí. Quería tomar aire fresco hasta que sea la noche.
–Usted no debería estar aquí. – Dijo el cruzado Azrael.
–Quería ver el paisaje, el lugar es hermoso. – Respondió ella.
–Esta bien, pero no sé aleje, señora Possible. – Le recomendó Frank Castle.
–Llámame Ann, tamos entre amigos, Frank. Prefiero la formalidad de lado. ¿Encontraron algo?
–LoneWolf está a unos kilómetros, poniendo sensores junto con Ayano Aishi. – Dijo Castle. – Oráculo y Microchip van a supervisar la seguridad.
Antes de hablar, la mujer suspiró al pensar en ella.
–Sé que molestaré con la pregunta pero ¿Saben dónde está mi hija? No sé de ella desde hace un año. Su padre y sus hermanos están desesperados por saber si está bien… hasta yo lo estoy.
Frank Castle nomás ladeó la vista, en cambio Azrael se acercó para hablarle.
–Ann, no quiero darle falsas esperanzas, pero la encontrarán. Escuché el rumor de que Nathan Drake, de la AIDP, está a cargo de eso.
–Espero que esté bien… – Alzó la vista al cielo.
Algunas estrellas se podían ver. El Sol se estaba ocultando, dejando las puertas abiertas para la noche. Frank le palmó el hombro, dándole ánimos. Azrael suspiró.
–Hija ¿Dónde estás?
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Continuará…
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