Disclaimer: los personajes no son míos les pertenecen a sus respectivos dueños.

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Capítulo 9: Equipo Possible

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Latveria

11:35 Hrs

Sus más allegados no la soltaban ¡Al fin estaba ahí! Kim Possible sentía los besos de Shego en sus mejillas, hasta Sam le estrujó las costillas de verla otra vez.

–Estúpida nos hiciste asustar, pensé que no te volveríamos a ver. – Shego casi rompe en llanto.

–No vuelvas a hacer eso otra vez. – Sam le besó la frente.

–Me alegra tanto verte, Kim.

Jacob Leiter sintió ese abrazo de la pelirroja, que también la abrazó.

–¿Hija?

Ella se quedó helada al escucharla nuevamente. Dejó a Jacob y miró atrás. Ann sonreía de felicidad tanto como sus hijos y su padre. Fue un maravilloso momento que la familia Possible necesitaba, todos reunidos.

La felicidad también invadió a los miembros de Overwatch al ver a Hana Song, no importaba los detalles, estaba ahí. Hubo reencuentros esperados por ambos bandos.

–Los extrañé, a todos ustedes. – Kim Possible les habló a los suyos. – Lamento haberlos hecho daño.

–No te culpes. – Jill Valentine dijo por detrás.

Tenía algo pendiente con la pelirroja, era tiempo de cerrar esa puerta.

–Kim… debo confesarte que te escondí algo, y tendría que habértelo dicho antes del coma…

–Lo sé, Jill. Y gracias por lo que hiciste, querías protegerme. No tienes qué, yo te debo un gracias enorme.

Kim Possible mientras estrechó su mano con la de Jill Valentine, se abrazaron. La pelirroja le miró las piernas y nuevamente la miró a los ojos.

–Y me alegra mucho que estés aquí. – Dijo ella.

La castaña le sonrió.

Por otra parte, Azrael con Punisher se acercaron a Glenn Arias que estaba con Kane y Lynch.

–Los desgraciados entraron por debajo del búnker, tuvimos que taparlo a la fuerza.

–Me lo imaginaba, aquí también hicieron lo mismo. – Le decía Glenn a Frank Castle. – Pero no esperábamos ayuda de ellos.

El viejo grupo de Overwatch se reagrupaba de tantos años alejados por peleas y diferencias. Dejaron todo atrás. En una de esas, veían como Doctor Doom se acercaba a Gabriel Reyes que había sido elegido para dirigir la defensa de Latveria. Lo miró directo a los ojos y después vio los muros destruidos, y probablemente el interior esté peor. El resto no lo conocía, a lo que se pusieron cerca por si llegaba a aumentar la tensión. Víctor estaba frente a frente con Reyes, y éste ocultando su miedo lo miraba.

–Si dependía de mi… el estado de Latveria sería igual. Gracias por proteger mis dominios, comandante Reyes.

–Es un honor, señor Doom. – se inclinó.

Víctor se quedó unos segundos, y se marchó. La palmada de Jack Morrison lo calmó. Gabriel Reyes se salvó de morir. Pero no era todo felicidad, Doom le habló otra vez.

–Tendrás que limpiar el desastre que hiciste, la sangre latveriana no se limpia con halagos.

El soberano de Latveria entró a la ciudad.

Gabriel Reyes entendía el mensaje, y Jack Morrison lo acompañaba.

Tanto Sonic como los demás no esperaban la ayuda de Knuckles y los suyos, vino bien en que apoyaran la defensa de Latveria por sorpresa. El trío se volvió a juntar.

–Espero que Amy no te haya seguido.

–No lo hizo, Sonic. Se quedó en Mobius.

–¿Estás seguro, Knuckles? Porque podría aparecer en cualquier momento a querer abrazar a Sonic.

–Y que no aparezca con Sticks…

Nack interrumpió a Tails. No tenía su sombrero y guardó su revolver. Se secó la cara con su poncho rojo. Hasta el parche tenía sangre que no era suya.

–Cuando Shadow preparó los ejércitos para atacar Persia…

–¿Persia? ¡¿Mi hermano está bien?! – El príncipe Dastan se oía preocupado.

–Así que tú eres de ahí. Debo decir que no tengo la menor idea. – Le respondió Knuckles.

–Había venido él con Sigma y unos robots a pedir ayuda. – Dijo Jack Morrison viendo a Doctor Doom. – Shadow optó por ir con todo el ejército de Mobius allí a Persia, para liberarla. Si tu hermano sabe cuidarse, de seguro estará bien. – Trató de calmar a Dastan un poco.

–Sigma puede ser un idiota ególatra. – Two Horns se acercó, mientras encendía un habano. – Pero cumple con su palabra.

–¡Esperen todos! Recién me entero ¿Qué? ¿extraterrestres invasores de Apoki Apo? Bueno eso ¡Ni siquiera papá tiene un ejército para enfrentar eso! Cada vez se pone peor… – Charlie Magne se arrodilló y miró al cielo gris. Aún caían algunas gotas de lluvia.

–¿Y Alastor? No me digas que los abandonó. – Le preguntó Zero.

–¿Lo conoces? – Vaggie alzó su ceja con intriga.

–Lamentablemente a medias, si. – respondió el chacal. – Y conociéndolo, debe estar por ahí, jugando sucio.

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Reino de Persia.

Una hora después de la liberación del planeta.

Una de las capitanas de las tropas enemigas la obligaron a ponerse de rodillas frente a Malik, el rey de estas tierras. A los lados, se encontraban el mismísimo Sigma con X y Zero, el androide. Kratos y Alastor. La reina Elise de Soleanna y Shadow de G.U.N. con la flota de naves resguardando el reino y otras partes del mundo afectados por la invasión de Apokolips. Como el resto de espectadores tanto civiles como soldados de toda clase, la reina Qiyana, Samira, Sky, Rotty Tops, Twitch, Vinegar, Bolo y Risky Boots miraban el interrogatorio público de la prisionera.

–¿Qué hicieron con mi hermano? ¿lo mataron? ¿Qué hicieron con el resto? La Daga del Tiempo, ¿Dónde está? ¡Habla, desgraciada! – Malik estaba enojado hasta las venas.

–La daga está en Apokolips, lejos de ustedes… – La mujer escupió sangre al suelo. – ¿Tu hermano? Está muerto.

–El príncipe Dastan está en otro lugar, Malik, está en buenas manos. – Dijo el erizo Shadow. – No le crea.

–Al parecer, – Sigma acercó su espada láser al cuello, casi a centímetros de la piel – Va a mentir para salvarse ¡¿Para quién respondes?!

–La furia de Apokolips caerá sobre todos, condenando las generaciones venideras y obedeciendo a un solo gobernante. – La prisionera aún derrotada imponía miedo en sus dichos.

–Dame los nombres de tus generales, ahora. – Shadow el erizo sacó la pistola de la funda, quitándole el seguro.

–Steppenwolf, Abuela Bondad, Balder, Bahamut y yo, Big Barda…

–¿Cómo? – La reina Elise agudizó sus oídos. –¿Bahamut? Imposible, no puede ser el mismo Bahamut.

–¿El dictador? Si, me dijo. – Big Barda sonrió, sus dientes estaban rojos.

–El coronel Bahamut fue derrotado en Central City hace años, como toda conexión con su trabajo. – Shadow dejó su dedo en el gatillo de su pistola.

Los presentes no sabían de quién se trataba, a comparación de los de Mobius. Ese militar trajo problemas de su mundo. La prisionera comenzó a reír con dificultad.

–Nos contó todo, y nos dio nuevas motivaciones para acabar con los enemigos que aparecerán en nuestra misión ¡APOKOLIPS SE LEVANTARÁ OTRA VEZ! ¡AHH!

Los tentáculos que salían del suelo, atraparon a Big Barda de todos lados, rompiéndole tanto las piernas, la columna, los brazos; y lo más importante, su cuello. Los ojos los tenía fijos. Alastor hizo desaparecer los tentáculos, siendo el verdugo.

–Suficiente con las malas noticias. – Dijo el demonio, girando su bastón.

–Parece que no es cualquier enemigo. – Sigma miró a Shadow como a Elise.

–Fue una plaga difícil de erradicar en Mobius, y otra vez está contagiando nuevos mundo ¡Eggman debió matarlo cuando tenía oportunidad! ¡Idiota! – Shadow maldijo al doctor.

–No debemos echarle la culpa, Robotnik no tenía en ese momento las agallas para matarlo. – Elise justificó las acciones pasadas.

–¿Qué quiso decir con "Apokolips se levantará otra vez"? Entonces alguien ya los derrotó en otro momento. – Malik recordó las últimas palabras de Big Barda.

–Si. – Kratos se alzó ante todos. – Y Chakan debe explicarlo ¿No, Alastor?

El radio demon apoyó sus manos en su bastón. Su expresión al recordar aquella batalla le hizo sonreír de manera placentera. Aquel llamativo ser recomendó unir los ejércitos presentes, y contactar con el resto de los aliados lo antes posible. Mientras tanto, Alastor les dio algo de información.

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Apokolips

Ambos estaban viendo la estatua de piedra, Desaad les contó quien era el del monumento. Fue asesinado hace 200 años atrás, en el campo de batalla por un espadachín invencible. Tan fue la derrota que su reputación bajó y no se atrevieron a alzar armas contra otros planetas, un golpe duro para la monarquía.

–Imagina ser tan temido en todos los universos, y de un día para el otro, seas olvidado en las generaciones siguientes.– Bahamut vio el rostro de la estatua.

–Entonces vas por ese camino. – Deathstroke lo miró de reojo.

El coronel no pudo evitar reírse por el comentario.

–Es probable, aunque en estos momentos seré un mal sueño por las noches. ¿Crees que Wesker supere a Darkseid?

Deathstroke iba a responder pero vio que desde la entrada venía corriendo Balder.

–Después veremos… ¿Qué pasó?

–¡Dormammu nos traicionó! El maldito hechicero intentó matar a Wesker.

–¡¿QUÉ?! – Deathstroke no podía procesar lo que escuchó.

–Pero tengo el Ojo de Odín. – se apareció Albert con la piedra. – Balder y Jedah pelearon contra Dormammu y otros dos, no sé de dónde salieron, pero regresamos. Nos tomó de sorpresa. – Wesker se veía enojado.

–Y Dormammu sabe cada rincón de Apokolips ¡Nos vendió! Hijo de puta. – Bahamut golpeó la columna con su mano metálica.

–Oigan, bombones. – Evelynn salió de las sombras – La vieja vino derrotada y sin Ras Al Ghul, y mandaron una cápsula con Big Barda como si fuera un muñeco de trapo. Los parademonios están afuera gritando como locos y Steppenwolf está exigiendo una reunión de emergencia. Esto va de mal en peor, queridos.

–Vengan, calmaré a las tropas. – Dijo Wesker.

–Déjamelo a mí, no quiero que pierdan la confianza que te tienen. Todos ustedes síganme al balcón.

El pueblo guerrero de Apokolips pedía explicaciones a gritos. Ya dos derrotas en distintos lugares del multiverso era un detonante para que se vuelvan en contra de su nuevo líder y sus allegados. Desaad los puso al tanto de lo ocurrido. Uno, era que máquinas y hombres con una numerosa flota de naves liberaron Persia y los rincones de ese mundo. En otro, que el ejército de Latveria, como de otros lugares y el mismísimo asesino de Darkseid, Chakan, decapitó a Ras Al Ghul, y venía por todos.

Cómo todo líder, Albert Wesker se acercó al balcón alzando sus manos, se podían oír aplausos y gritos tanto a su favor como en contra. Bahamut también se acercó, fue diferente el trato. Moviendo sus manos, calmó a cada parademonio y ser horrible presente. Con un silencio absoluto, habló para todos.

–¡Un nuevo líder está surgiendo, levantando la moral y la gloria de Apokolips! ¡La victoria está cerca! – los rugidos de los parademonios empezaron a intensificarse por las palabras del coronel – ¡A partir de ahora, vendrán aquí! ¡Y este lugar será su tumba! ¡Derramen su sangre en éstas tierras sagradas de antiguos dioses! ¡Muerte a los enemigos! ¡MUERTE A LOS TRAIDORES! ¡GUERRAAAAA!

Agarrándole la mano a Wesker y alzándola junto con la suya, tanto Bahamut como los presentes en el balcón se sintieron motivados con esas palabras clave, hasta Abuela Bondad derrotada y con heridas gritó junto a su pueblo. Steppenwolf alzó su hacha y gritó desde su interior junto a todos. Albert Wesker subió su otra mano y todos en Apokolips gritaron. Un ejército dispuesto a pelear por él hasta el final.

Bahamut volvió a sentir aquel sentimiento después de motivar a esas millones de tropas.

Deathstroke pensó a quien iba dirigido esos gritos. Aún así, la victoria estaba asegurada.

Apokolips es el infierno, y no saldrá nadie vivo de aquí.

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Latveria

14:21 Hrs

Prendieron leña para asar carnes, mientras se reconstruía y atendían a los heridos. Hasta los recién llegados se comprometieron en ayudar a los Latverianos. La Tierra entera sufrió daños con la invasión de Apokolips. Desde una de las colinas, Chakan observó la ciudad destruida por la batalla. La lluvia se había ido, pero aún el cielo estaba gris.

–Habrá que agruparnos otra vez, es probable de que vuelvan a atacar o se pongan a la defensiva.

–Maestro – Zero el chacal le habló – Kratos fue a tu presencia ¿Qué pasó que no vino aquí?

–Lo mandé con Alastor a Persia, aunque tendría que haber ido en persona. – Dijo el espadachín. – y seguro hicieron contacto con los nuevos aliados.

–Shadow y GUN. – Zero pensó en voz alta. – Entonces ¿No hay forma de evitar esto?

Chakan junto con Zero que había terminado de hacer la pregunta, vieron a lo lejos un portal en llamas, de ahí salieron Drácula con Monika, y Dormammu cargando a la mano derecha de David Xanatos en sus brazos.

–No hay escape… – el espadachín respondió la pregunta.

Para facilitar las cosas, usaron una de las excavadoras que había. Se habían sumado los familiares con palas. Escupiendo al suelo, Gabriel Reyes clavó la pala en la tierra, sacando el sudor de su frente y pensando en el castigo que le dio Doom. Era de esperarse que las bajas aparecerían y más si eran civiles inexpertos. Aunque entendía a Víctor, el castigo era innecesario.

–No son tantos.

–¿novecientos ochenta y cuatro muertos no son tantos? – Shego le respondió a Lynch y su comentario.

–Puta madre dejen de pelear, suficiente que estemos vivos. – Dijo Kane. – Además si no eran los parademonios, es Víctor Doom.

–¿Tú no deberías estar con Kim? Todos la extrañamos pero estás aquí ayudando. – Dijo Lynch sacando agua de la botella.

–Necesita estar con su familia, viene de estar perdida por ahí. Lo más reconfortante es un abrazo de mamá ¿No? Aunque Jill parece que quiere hablar con ella en privado. – Shego respondió tomando agua. – Hablando de personas ¿Dónde está el resto? Ni siquiera Brigitte ni Dastan están aquí ayudando.

–La grandota está con ese vejete con el visor rojo, y con esa chica que trajo Drake ¿Es verdad que es un clon? – Kane se unió a la charla.

–¿Enserio? – Jacob Leiter lo miró, expresando desacuerdo por lo que escuchó. – El príncipe Dastan debe estar preguntando por su hermano, aunque nosotros no sabemos, excepto Doom, pero mejor no dirigirle la palabra.

Mientras seguían discutiendo, apareció Kristoff Bernard avisando que habló con su padre. Le costó convencerlo de que los perdonará, como buen sucesor, tomó la responsabilidad de los actos. El mismo eligió a Reyes como el comandante, sabiendo los riesgos. Dejando las palas, el grupo salió del cementerio, no sin antes de terminar con esa tanda de fallecidos.

En eso era buena, lo llamó con tan solo verlo directo a los ojos. Se alejó del grupo y entró a esa casa en ruinas, junto con Perci.

–Y ¿Cómo estás?

–Estoy respirando, eso es lo importante. ¿Qué ocurre? – Gabriel fue directo.

–No voy a esperar a que pase algo más, debo decirlo. – Perci lo tomó de la mano, viéndolo a los ojos. – Te mentí, cuando formamos el grupo Red Bullets obedecía las órdenes directas de Shadow. Tenía miedo de que mataras a Nack o alguien del grupo.

La miró sin decir nada. Aunque ya había sospechado en su momento, y cuando Shego y Lynch se lo dijeron cuando la vieron, intuía algo de eso. Perci lo confirmó de sus labios.

–Pero me acerqué a ti de otra forma, y esa es verdadera. Lamento mucho haberte mentido, Gabriel.

–Entiendo a Shadow, y te entiendo. No ya no soy esa persona, no más. Y lo nuestro… es solamente carnal. Desahogamos los problemas de otra forma.

–Si obvio, por supuesto… ¿No?

Se acercó a ella sintiendo el aire salir de su nariz. Vio por la puerta que nadie viniera y la cerró. Mientras tapaba la ventana con la cortina, rodeó la cintura de Perci, mientras ella lo atrapaba con las piernas. Nadie escuchará esa forma de resolver problemas.

Usando un pequeño hechizo Dormammu abrió las puertas, llevándose todas las miradas, incluso de Doctor Doom como de Shantae. Hasta los que venían con él era inevitable verlos.

–¡OWEN!

David Xanatos y sus compañeros lo vieron malherido, con sangre y moretones.

–Señor Xanatos, chicos…

–Hicimos lo que pudimos. – Dormammu lo dejó descansar en esa reposera. – No pude matarlo a tiempo.

–¿A quien? – Xanatos lo miró sin soltar la mano de Owen Burnet.

–Albert Wesker – dijo el hechicero supremo.

–MIERDA – Glenn Arias escuchó ese nombre – Ese disparo en el corazón no bastó para matarlo.

–Entonces debiste dispararle en otro lado porque está ahí, más vivo que nunca. – Dormammu miró al empresario.

–Los pozos de Lázaro… – Murmuró Sheva Alomar. Hunk y Diva la vieron. – Van Argiano tenía razón, esa cosa verde le devolvió la vida.

–¡¿Cómo?!

La presencia de Dormammu como la de sus acompañantes le incomodaba, no tanto como Monika. Kim Possible se acercó hasta él queriendo saber como Albert Wesker seguía vivo tras la confesión de Arias.

–Luchamos contra él dos veces ¿tenemos que pelear otra vez? Esto es de nunca acabar.

–Tiene las gemas del poder y del tiempo, ya es peligroso con eso; y me enteré que tenías la de la mente, lo noté por esas líneas negras de tu pecho…

Dormammu murmuró lo último, descolocando a Kim ya que tenía su ropa puesta. No podía descartar que ese hechicero supremo veía más haya del ojo común.

–Debo admitir que me sorprende la resistencia que hicieron aquí, espero puedan contra el ejército de Apokolips.

–Gracias por la motivación, calaca chida. – Dijo Nathan Drake.

–Vamos a poder contra ellos – Kim Possible miró a cada uno de los presentes. – Juntos podemos hacer que las cosas imposibles sean posibles.

–¿Cómo harás para unir a todos y pelear juntos contra un enemigo con entrenamiento de hace siglos? – Chakan la miró con esos penetrantes ojos rojos.

La pelirroja bajó la vista antes de responder – Pensaré en algo…

Por otra parte, Owen Burnet llamó a Xanatos como a los Grandes Héroes para hablar lejos de la gente. El rubio tenía moretones y las vendas seguían machadas. Wesker le dio una paliza en la torre Xanatos.

–Lamento no poder protegerla, había venido de contrabando ¿Fui un tonto en dejarla ahí? Karmi… la mató ese Wesker… no pude salvarla.

Nadie habló, Owen tenía humor elegante aunque en esta ocasión, era verdad. Su cuerpo es una prueba de lo que ocurrió. El primero en acercarse fue Hiro Hamada.

–Pero ¡Tú sabes pelear, Owen! ¿Acaso..? Oh… ¡RAYOS, MIERDA, DIABLOS! ¡KARMI ESTÁ MUERTA!

–¿Qué?

Olivia Colomar los siguió queriendo saber lo ocurrido, debió mantenerse alejada. Gogo se le vino encima queriendo pegarle, y de no ser por Baymax que la detuvo a tiempo para evitar empeorar la situación.

–¡Tienes la culpa de involucrarla en tus cosas de villana!

–¡No la culpes, Gogo! Karmi se metió sola.

–No quiero que la protejas, Honey Lemon ¿Acaso estás del lado de Olivia? No puede ser.

–Oigan chicos, nadie tiene la culpa. No podemos hacer nada…

–Aunque duela mucho, Fred tiene razón. Pobre Karmi.

–La muerte es inevitable para todos, Wasabi. Recomiendo que te alejes, Olivia. Es por tu seguridad física, le recomiendo que vuelva en unas horas.

–Gracias Baymax.

Estando afuera, se podía escuchar la discusión del grupo. Hiro empezó a llorar de la impotencia, Gogo lo abrazó uniéndose en el dolor, como el resto del grupo. Owen bajó la vista, secando sus anteojos con su camisa. David Xanatos salió de ahí, alcanzado a Olivia lejos del cuarto. Los dos estaban fuera, en el segundo piso con una ventana rota. Notó que los nudillos de la chica estaba ensangrentados.

–No esperaba esa noticia. Owen entendía los riesgo de cuidar el Ojo de Odín, pero Karmi… diablos, no vi venir eso. Cuando te vi no sabía que pensar sobre ti, Zero me mantuvo al tanto de lo que hiciste.

–¿También me vas a juzgar como Gogo?

–No. También hice cosas malas, y no estoy orgulloso de eso. Olivia, no podemos mejorar el pasado pero ¿El futuro? Es lo que estamos haciendo, lo que estoy haciendo, y lo que estás haciendo.

Olivia bajó la vista con una sonrisa. – Que… cursi. Gracias, David.

Amablemente posó su mano en el hombro. David Xanatos sabía lo que hizo antes de topársela por boca de Zero. Nadie tenía la culpa de que Karmi se infiltrara en el viaje, pero no se iba a quedar así.

Monika pudo reconocer al tipo que la ayudó en su travesía, había venido con las tropas de Overwatch. Como si fuera una vieja amiga, la saludó con un apretón de manos, aunque ella apretó demás. Por suerte era la parte metálica.

–Pensé que te habías muerto, otra vez. Y trajiste a un vampiro ¿Existen por dónde vives?

–El conde estaba perdido, igual que yo. Pero pudimos encaminarnos. Junkrat, un gusto verte otra vez.

–¿conoces a esta desgraciada? – Two Horns se acercó con su habano encendido.

–Se la busca por innumerables crímenes. – Connor también se acercó. – O acaso también te manipuló.

–O la manipularon. – 2B también vino.

Los tres estaban cerca de Monika, y Junkrat no supo que hacer ya que no quería empeorar el clima tenso que había entre las máquinas. Monika se le adelantó con la respuesta.

–Estuve navegando por un mar de dudas después de lo que vivimos ¿Acaso tengo un propósito mayor? Gracias a alguien que conocí en ese tiempo, me replanteó mi existencia, y eso les va a gustar a ustedes dos. – Ella miró a 2B y a Connor. – ¿Soy algo más que un robot? Ese acto no va a cambiar lo que hice en nuestro planeta, voy a cumplir con la palabra de Fareeha Amari; y a su momento, pagaré por mis actos. Ahora déjenme ser yo, por favor.

Se produjo un silencio después de las palabras de Monika. Con una frase, Two Horns rompió el momento.

–Fareeha es nombre de chica… ah ¡Jaja! Que loca…

El resto había encontrado a Kim Possible observando el cuerpo de Van Argiano. Junto a ella estaban Jill, Sheva, hasta Diva y Hunk. Kane y Lynch se fueron a otro lado mientras Shego con Sam y Jacob venían.

–Se que cometió errores y te hizo la vida imposible, pero a su manera, se redimió. Hasta nos dijo la verdad. – Dijo la morena cruzada de brazos, viendo de lado.

–Por un momento pensé en matarlo, pero Thalia se adelantó. – Dijo Hunk.

–Era un idiota. – Diva no se molestó en mentir. – Pero me caía bien, me compraba cosas caras.

–Kim… Wesker está vivo. Estamos reunidos y vamos a terminar esto, sabes que estoy aquí para ti. – Jill Valentine la miró.

–Aunque lo encerremos en la mejor cárcel, saldrá vivo. Y todos aquí no planeamos dejarlo en una celda. – Sam Fisher pensó por todos, y tenía razón.

–No nos vamos a ablandar ahora, tenemos aliados de todo tipo ¿Vieron a la mujer alta y al negro pelón? Vienen con Xanatos. Y ese Chakan nos serviría mucho. – Shego abrió la bolsa, para ver por última vez a Argiano. – Estamos ahí de ganar esta pelea.

–Las estrategias serán escuchadas, ahora dejemos que nuestra líder de grupo diga la suya. – Jacob Leiter miró a Kim Possible.

Bruce Wayne ya no está, él tenía las mejores estrategias para acabar con una red criminal y no quería imaginar si se hablaría de infiltrarse en un planeta lleno de marcianos asesinos. Aún con dolor, aceptó que no está ahí, pero seguirá vivo en los recuerdos, en los buenos y malos. Miró a los suyos. A Shego, su antigua archienemiga, ahora mejor amiga. Sam Fisher y el asesino 47, dos caras de la misma moneda que se volvieron compañeros. A Jill Valentine, la que apareció en su peor momento que la hizo regresar. A Diva, a la que asesinó. Le debe una disculpa pero la quiróptero insistió hablar en otro momento. Ahora a Sheva y Hunk, conocidos de Jill. El los peores momentos, aparecen los verdaderos amigos. Kim Possible miró a cada uno y empezó a sonreír.

–Tengo un plan… y necesitamos a Olivia, Tails y a Wade. Vamos a llamarlos a todos con un mensaje… ¿Equipo Possible?

Kim Possible dejó la mano en el aire, invitándolos a formar algo más que un grupo. La primera en apoyar la mano, fue Shego.

–Tuvimos nuestros altibajos. Nuestras diferencias, las peleas. Pero ¿Sabes? No importa, eres algo más que mi amiga, eres una hermana… no directamente claro.

–No lo arruines, Shego. – Dijo Fisher.

–Era para aclarar, mejor cierro la boca.

Fisher y Jacob fueron los segundos en colocar su mano.

–Kim, te fuiste. Pero regresaste, y pase lo que pase, te voy a acompañar hasta el final.

–Empecé con Shego haciendo un dúo, con ustedes… – Jacob miró a cada uno, en especial a Jill. – un grupo muy unido.

–Que seco – Dijo Shego riendo.

–Extrañaba esto – Jill Valentine se acercó y también dejó su mano encima. – Después del coma, llegaron muchas noticias malas, muchos de los nuestros no estás, pero pelearemos por ellos. Por Saya, por Alfred, por Bruce, por mis amigos de la BSAA… por mi padre.

Para sorpresa de todos, Diva también se acercó y colocó su mano.

–Bueno ¿Qué puedo decir? Fuimos enemigos, ella me mató. Aún así voy a dejar eso atrás, por mi hermana Saya Otonashi y por mi.

Sin dudarlo, Sheva no rechazó la invitación.

–Soy nueva aquí, y si van a pelear, voy a ir con ustedes a terminar con esto. ¿Hunk?

El enmascarado se mantuvo distante, sabiendo lo que vendría. No por nada lo llamaban Grim Reaper, el único sobreviviente.

–Muchos van a morir a partir de aquí, y si es posible… – la pelirroja lo miró por eso. Hunk continuó hablando. – haré que vengan a casa, vivos.

Hunk se unió. Desde atrás, Glenn Arias que escuchó a cada uno, hicieron que también se una al Equipo Possible.

–Muy emocionante sus dichos, caballeros. También tuve mis problemas contigo, Kim Possible, pero lo solucionamos antes, y lo voy a compensar acompañándote en esta batalla.

–¡Oigan! Nosotros también queremos unirnos.

Lynch se acercó junto con Kane y Rachel Foley. También vinieron Nathan Drake y Hellboy. Fue una sorpresa que también vinieran Cherry Boom con Brigitte Lindholm y un sonriente Wade. Gabriel Reyes que vino acomodándose la ropa. Hasta Amelie Guillard, Sonic, Nack y el doctor Eggman. Desde otro rincón, vinieron el rudo Frank Castle y el caballero Azrael, serios y decididos. Motivada por su charla con David Xanatos, Olivia Colomar apareció y se unió al grupo, queriendo pelear por Karmi y obtener a toda costa una redención digna.

Algunos se conocían desde hace años, otros desde hace poco, eso no evitaría que la causa que los unía sea unánime. Ir a Apokolips, derrotar al ejército enemigo… y acabar de una vez por todas con Albert Wesker.

Desde otro lugar más alto, Zero el chacal junto con su maestro, Chakan, veían como esa gente juntaron sus manos y con un aguerrido grito, alzaron las manos.

Era momento de reunir a todos.

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Continuará…

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