Nota: Al final del capitulo voy a estar haciendo un Preguntas y Respuestas de Amata Yume y Murtilla, ¿ que considero que pueden ser relevantes en la trama.
Ademas, desde hoy 15.09 hasta el 22.09. Voy a estar publicando un capitulo diario de este fic. Solo porque son fiestas patrias en mi pais (Chile).
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"Deseo que seas FELIZ
Deseo que seas libre.
Deseo que seas valiente
Esos son mis deseos uno, dos y tres.
Y no deseo ser tuyo o que seas mía
Pero continuaré deseando todo esto para ti." 1
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Luego que los resultados de las revisiones de los profesores fueron publicados, las clases volvieron a su extenuante ritmo.
Cada martes, día en que tocaba encantamientos, el profesor Flitwick, les daba su minicharla acerca de la importancia de este último semestre para quienes llevaban aplazando el momento de estudiar para los TIMOS. Utilizaba en su discurso todas las palabras terminadas en "isimo" y, aunque el profesor pensaba que con eso motivaba a sus alumnos; en realidad se traducía como una nueva bola de agobio.
Por eso mismo, los estudiantes esperaban impacientes el próximo partido de quidditch, para poder refrescar los ánimos y distanciarse un poco de los problemas. Todos estaban ansiosos de cómo se desempeñaba el equipo de Gryffindor, ahora que no tenían ni a sus bateadores estrellas o su demente, pero siempre victorioso, buscador.
Ron despertaba cada día con menos ganas de levantarse. Odiaba los días que tocaba entrenamiento y Harry notaba como pasaba largos minutos mirando a la nada. No lo comprendía, hasta que decidió pasarse un día a ver como jugaba el equipo.
Eran pésimos.
Todavía no forjaban esa confianza necesaria con los nuevos bateadores (Andrew Kirke y Jack Sloper), por lo que las cazadoras en más de una ocasión chocaban con ellos que se atravesaban en el campo. Ron jugaba bien, cuando creía que no lo miraban, algo que era una clara desventaja, al saber que el puesto del guardián era de los más vistosos.
Ginny, sin dudarlo, era increíble; sobrevolaba de una punta del campo en pocos segundos, con su larga trenza pelirroja marcando el trayecto. Jugaba como buscadora, porque se trataba de la más pequeña del equipo, pero Harry identificaba en ella un excelente potencial como cazadora. Le faltaba la visión para identificar la snitch, atrapándola después de que el partido llevara más de media hora.
Tendría que comentárselo a Angelina cuando dejara de estar enfadada con él y los gemelos (Fred replicaba que ni siquiera aceptó su cita para San Valentín).
Todo apuntaba a que ese año perderían la copa de la forma más tormentosa posible.
—Por lo que veo, lo único que podemos hacer es pedirles a todos los espectadores que se den vuelta cuando la quaffle esté llegando al aro ¿no? —mencionó Fred, apuntando a Ron—. ¡Vamos, Ron!
Su hermano se desconcentró ante ese grito y por ese leve instante, la pelota pasó por el aro. Ron bajó la cabeza y pudo verlo murmurar un insulto que no reconoció.
—Estamos perdidos —exclamaron los gemelos al unísono—. ¡Increíble! Sin el quidditch el colegio perdió todo el sentido. Nuestro último año, y nos iremos sin la victoria de nuestra casa.
Hermione dejó sus apuntes de runas antiguas a un lado, con el cejo fruncido.
—Sigo sin comprender el alboroto. Solo es un juego ¿No es así? ¡Deberían entonces disfrutar del partido, no del resultado!
Los gemelos miraron a Harry, que seguía pendiente del partido; Suspiró y sin mirar a Hermione respondió.
—Hermione, eres super inteligente, pero de quidditch no tienes ni idea.
—¡Bueno! Al menos mi felicidad no depende de que Ron atrape la quaffle —gruñó Hermione—. ¡Ustedes dos deberían estar estudiando para los EXTASIS! En todo el año no los he visto tocar ni un solo cuaderno.
—Mione, querida, a nosotros los EXTASIS, nos dan igual —contestó George—. Consideramos que nuestro futuro no estará restringido por el resultado de una prueba. —Frente a sus narices, Ginny ascendió a toda velocidad, para terminar dando un brusco giro. Al fin vio la snitch que Harry notó hace diez minutos—. ¡Ginny eres increíble! Sigo sin entender como es increíble, ¿si nunca la dejamos jugar con nosotros?
—Se metía a hurtadillas al almacén donde guardan sus escobas todas las mañana —relató Hermione—. Me lo dijo el otro día. Además, tenía que entretenerse de alguna forma cuando Ron entró a Hogwarts y se quedó sola ¿no?
—Eso explica muchas cosas —sentenció Fred—. Lástima que no tenga tan buena vista como Harry, tal vez la clave está en tus lentes.
Sin pedir permiso Fred le quitó a Harry sus gafas y se los puso. Odiaba que hicieran eso, era como si a una persona sin piernas le quitaran su silla de ruedas.
—¡Hermano, con estos lentes puedo ver el futuro! —Se burló Fred, entregándole el par a George— Tienes una vista terrible.
Literalmente, era un caso grave de miopía y astigmatismo. Sin lentes solo identificaba formas borrosas, como si fueran manchas. George le devolvió las gafas a Harry riéndose de Él.
El resultado fue desastroso en esa práctica, terminando ciento noventa a ciento setenta. Solo porque Ginny logró atrapar la snitch.
Los gemelos fueron a los camarines para ver que tal el ambiente tras una práctica tan desastrosa. El problema del quidditch era ese; que no era como el baloncesto o futbol, que con mejorar la capacidad física, ya avanzabas la mitad del camino. El quidditch requería de una concentración y fuerza mental, la cual en ciertas ocasiones, era más complicado de adquirir.
Hermione acompañó a Harry de vuelta al castillo, sin querer molestar a Ron, más de lo que sus hermanos lo harían. En el camino, pudieron ver como Hagrid iba en dirección contraria a ellos (lo más probable hacia su cabaña), con el gesto preocupado y algo triste.
—¡Hola Hagrid! —saludó Hermione. Hagrid sonrió a duras penas—. ¿Qué sucedió?
—Hola Mione, Hola Harry. Nada... es decir... No lo sé.
Mientras más se acercaban a Hagrid, se hacían notorias las claras marcas de golpes, rasguños que tenía por todo el rostro. Harry lo observó por un instante, tratando de descubrir la verdad.
—Sabes que puedes decirnos lo que sea ¿Verdad? —añadió Harry—. Eres nuestro amigo.
Hagrid se agachó y abrazó a ambos chicos con su gran cuerpo, parecía querer llorar, pero se contuvo haciendo un mohín con los labios.
—Estoy en periodo de prueba —reveló, separándose—. Es decir, lo sabía después de la visita que Umbridge me hizo a mi cabaña y luego de haber hecho esa clase de los thestrals... Supongo que me lo esperaba.
—¿Eso significa que —comenzó Hermione con la voz cortada. Ella era consciente de que Hagrid no era el mejor profesor, pero antes que eso era su amigo— te van a despedir?
—No todavía. Según tengo entendido la profesora Trelawney también lo está. Voy a tener que comenzar a hacer clases con animales más aburridos, como crups o puffskeins —dijo Hagrid, desmotivado—. Lo peor es que hablé con un amigo de Grecia para que trajera una quimera real y se las enseñara en clases.
Los chicos trataron de animarlo, lográndolo a medias. Ya que Hagrid se despidió con una sonrisa cansada.
Ahora las cosas estaban puestas en la cuerda floja. Trelawney o Hagrid. Harry sabía que Umbridge tan solo hacía eso como una cruel forma de demostrarle al resto de los profesores que ella tenía el poder suficiente como para despedirlos, si ella así lo deseaba.
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Notaba los avances de todos sus compañeros, la magia era vivida y salía disparada de cada uno con naturalidad.
Muchos todavía no lograban dominar el patronus, pero la gran mayoría al menos lo invocaba de forma no corpórea. Harry se fijó en Neville, especialmente, porque tenía el presentimiento que algo en sí mismo lo retrasaba sin saber el porqué. Veía los esfuerzos de su amigo, durante sus tiempos libres se la pasaba repitiendo el movimiento de varita y la pronunciación del encantamiento, alcanzando una mínima mejora casi insignificante.
Al menos estaba seguro, de que si seguía a ese paso de tortuga hasta el final del ciclo escolar, podría invocar un patronus en toda norma.
Caminaba mientras hacía apuntes sobre un portapapeles, detalles personalizados para cada uno de sus amigos. Ahí fue cuando, al final de la fila del medio, oculta entre algunos alumnos más altos se encontró con Jessica, quien aunque intentara el hechizo reiteradas veces, no lograba sacar ni una pizca de magia.
—Hola, Jessi ¿Cómo estuvieron tus vacaciones? —interrumpió Harry, dejando el bolígrafo en el bolsillo de su chaqueta. La niña elevó la vista, para luego acomodar su cabello con las mejillas sonrojadas.
—Bien, quiero decir, tranquilas... ¿Y las tuyas?
—Las pasé con mis amigos —contestó Harry—. Veo que tienes algunos problemas, ¿Qué tal si vuelves a intentarlo?
Jessica asintió, y volvió a conjurar el patronus. El movimiento de varita era el adecuado, la pronunciación excelente; en esta ocasión de la punta de la varita saltó una chispa antes de desvanecerse por completo.
—¿Me podrías decir que recuerdo estás utilizando? —Harry lo reconocía, todos los magos tenían una extraña fuerza que emanaban, en cambio, Jessica, a pesar de tener magia; no era demasiado fuerte, parecida a una suave brisa. Un soplido—. Porque a pesar de que tu ejecución es buena, puede que no salga como lo esperado por el recuerdo.
—No es un recuerdo, es algo que inventé —explicó—, o bueno... modifiqué; Es de cuando tenía cinco. En la guardería hicimos una obra de teatro y yo era una de las tres brujas de "la fuente de la buena fortuna", Asha.
Harry ignoraba el hecho de nunca haber escuchado nada acerca de esa historia, lo más probable era algo con lo que los niños magos crecían, como "la Caperucita roja" o "la bella durmiente".
—¿Fue, de verdad, el momento más feliz?
—Si, puede clasificarse como feliz —aseguró con desgano—. Lo siento, últimamente, las cosas no han ido muy bien.
—Eso puede estar interfiriendo, Jessi. —Harry volvió a sacar su lápiz y anotó en la hoja "Jessi, revisar próxima clase"—. Si crees que no puedes concentrarte en eso, acabaras agotándote. Practica otros encantamientos por mientras ¿vale?
La niña asintió, pero el resto de la clase se la pasó deambulando entre los estudiantes, siendo la primera en irse. Harry solo esperaba que esto fuera momentáneo; tal vez solo era una mala nota o una riña con sus amigas. Si, solo debía ser eso, es decir, ella no era él cuando estaba en tercero, (preocupado de que un asesino le hiciera papilla), así que consideraba que los problemas normales, a esa edad no eran complejos de sobrellevar.
En los últimos momentos de clase, pudo ver como un hermoso cisne surcaba el cielo de la sala, robándose la atención de todos. Cho Chang sonreía con ilusión, maravillada de sus propios logros, y cuando el espectáculo terminó, su mejor amiga, Marietta, fue a felicitarla entusiasmada.
Tuvo que armarse de valor, pero luego consideró que, si ya se había besado con Cho Chang, un simple "Bien hecho" no era tan complicado.
Para Harry sí que lo fue, porque cada paso que daba era más largo que el anterior y al momento en que rozó con su mano el hombro de Cho, para llamar su atención, la chica desvió la mirada, recibiendo su felicitaciones con cordial indiferencia.
Ella fingía bien, eso era lo peor. Ya que al instante se recompuso y le sonrió como si estuviera esperando algo más, Harry no la comprendió. Que raras eran las chicas, actuando tristes de un momento a otro, cuando al par de segundos vuelven a reírse.
Al concluir la clase, Harry se reunió con Hermione y Ron, dentro de la sala de menesteres, para revisar los avances del grupo; a pesar de lo poco que se veía, según los cálculos de su amiga, todos habían mejorado un 20% respecto al nivel con el que llegaron.
—Harry, estuve comprobando los libros de la biblioteca de esta sala y me di cuenta de que no están en la biblioteca del colegio —comentó Hermione, entregándole un montón que clasificó y apartó—, aunque una gran parte de ellos son de hechizos de defensa, hay de herbología, pociones, incluso encontré uno de adivinación.
—¿Y encontraste tu ojo interior, Mione? —inquirió Ron, provocando un bufido por parte de su amiga.
Se enfocó tanto en las clases, que solo se molestó en verificar un par de elementos superficiales de esa sala. ¿Qué tantos misterios podía llegar a albergar si cambiaba de forma constantemente?
—Está bien, sé lo que quieres que haga —murmuró Harry. Hermione le guiñó un ojo, de forma amistosa—, voy a venir más seguido. Oye Ron —llamó, cambiando de tema— ¿sabes que es la poza de la buena suerte, o algo así?
—La fuente de la buena fortuna —corrigió Ron—, es un cuento para niños, mi mamá nos lo contaba antes de dormir a mí y mis hermanos, pero no era nuestro favorito, nosotros éramos más de Babbitty Rabbitty o la fábula de los tres hermanos.
Harry lo miró confundido y luego se volteó a Hermione que se encogió de hombros, su indiferencia mostraba que tampoco le importaba saber el argumento de las tres historias.
—¿Por qué la pregunta?
—Jessica me la mencionó hace un rato —respondió Harry.
—¿La Hufflepuff de primero? —cuestionó Ron. Harry frunció el cejo y le dijo que era de tercero— ¡Wow! ¡Pero si es minúscula! Bueno, de cualquier modo, como te dije; solo son historias para niños con moraleja.
—Tal parece que tú no aprendiste nada, Ron —mencionó Hermione, con una sonrisa traviesa. El chico se sonrojó mirando a un costado—. Yo creo que ya deberíamos irnos.
Los tres abandonaron la sala, con una media hora libre antes de la cena, la paz reinaba en ese piso y en el de más abajo. Eso no era normal, considerando que los alumnos solían merodear por los pasillos todo el rato que se pudiera antes de la comida.
Fueron embaucados por Neville, pálido y nervioso, que luego de recorrer extensos tramos de escalera, les expresó con la respiración entrecortada:
—¡Vengan, rápido! ¡La profesora Trelawney!
En el patio la escena era fúnebre. Umbridge sonreía con ironía a la profesora Trelawney que le suplicaba que no la echara de Hogwarts; su hogar. Las maletas estaban esparcidas a su lado y se aferraba a la profesora McGonagall emitiendo sollozos ahogados.
Con una fuerte presencia, Dumbledore se abrió paso entre los estudiantes. Lo podía ver en su rostro, esa calma con la que camuflaba su irritación, las palabras que meditó de camino al patio salieron de su boca sin prisa. La actitud desdeñosa de Umbridge no flaqueó ni un instante, en ese vestido rosado que contrastaba con el infierno que estaba desatando en el patio.
Trelawney terminó siendo despedida, pero no desahuciada de Hogwarts. Harry se quedó viendo a Dumbledore, quien antes de desaparecer de todo el campo de visión, guiñó asintiendo con levedad.
Era cierto, ese era su hogar. El de todos.
Donde los buenos recuerdos abundaban, se creaban algunos crueles y tratabas de reparar las heridas del pasado. Tal vez, en ese preciso instante, no estaban siendo de los tiempos más gloriosos, pero por ahora, era el único refugio donde Harry se sentía, de verdad, seguro.
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"Los signos más significativos de cambio, comienzan en la adolescencia. Los licántropos son una especia que frecuenta los cambios de mentalidad y una tendencia a la bipolaridad, durante la adolescencia, cuando el sujeto presenta un constante cambio hormonal, las conductas depresivas, ansiosas y conflictivas, son recurrentes.
Situaciones similares suceden con los infectados por vampirismo, en menor medida. Aún se continúa investigando la hormona específica que produce en los adolescentes licántropos, estas modificaciones en la conducta, en especial días antes de la luna llena. Donde los deseos de realizar cambios en la rutina y la experimentación indiscriminada de nuevas sensaciones pueden verse afectadas..."
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Pansy cerró el libro con su corazón latiendo de asombro. Aquel párrafo encerrado con lapicera roja la dejó intrigada.
Se jugaba el cuello estando dentro de la habitación de los chicos, pero después de enterarse de que Zabini y Nott se pelearon con Draco, por una escapada nocturna que este tuvo, supo que debía tomar las riendas de la situación.
Sus amigos no harían nada por ayudarlo, porque reclamaban que Draco no quería ser ayudado, tal vez era cierto, y a pesar de recordarle en cada ronda nocturna lo apreciado que era por ella, no podía quitarse la sensación de que vivían una amistad unilateral y vacía.
No solo ponía en riesgo su plaza en Hogwarts, infiltrándose en el cuarto de los varones, luego de lograr desencantar el hechizo protector de género. Quien sea que lo hubiese puesto en un principio, subestimaba el poder de las mujeres, eso estaba claro, porque solo le bastó una leve insinuación a Daphne para que ella soltara la información necesaria.
Antes Daphne entró con Nott a ese cuarto, hicieron de sus deseos una realidad, y gracias a este pecado, lograron averiguar que el hechizo protector era débil. Daphne incluso le aseguró que a la hora de hacer el encantamiento, estaba algo ebria y lo más probable es que haya arrastrado las palabras.
No recordaba haber visto ese libro antes en la biblioteca, pero de cualquier modo, tampoco pasaba demasiado tiempo en ese lugar. Le confundía lo específico del tema y lo claro que estaba explicado. Era un texto médico, de eso no tenía duda alguna. Solo los sanadores e investigadores de criaturas mágicas se interesarían tanto en un tema para hacerlo el trabajo de toda una vida.
Recordaba cuando le tocó estudiar a Newt Scamander en segundo, durante la aburrida clase del profesor Binns, quien lo describió como un apasionado en su trabajo. Luego de que el profesor les mostrara algunas fotografías viejísimas del hombre, a Pansy le pareció un desperdicio, que alguien tan guapo, se haya dedicado a algo aburrido como el estudio de vulgares animales.
Ella sabía que todo lo que Draco hacía era por una razón, así era el, trataba de sacar provecho de sus aficiones, por lo tanto, la selección de ese libro no era mera casualidad. Volvió a dejar el libro debajo de la ropa doblada de su cómoda, que tenía solo para ocultar el libro y se quedó el próximo cuarto de hora hechizando el cajón de Draco, sin poder abrirlo. Al final, desistió saliendo de la habitación en silencio. Todo el lugar estaba vacío porque era horario de clases, y ella decidió saltarse encantamientos solo para investigar un poco más.
Su mente tenía varias teorías que luego logró reducir a tres, las cuales ordenó de menor a mayor posibilidad:
1. Tenía a un familiar infectado de licantropía.
2. Se había obsesionado con los hombres lobos.
3. Era un hombre lobo.
La última opción estuvo a punto de desecharla antes de recordar la visita de Draco a su casa, y los ojos brillantes. Eran preciosos y tenían un tinte natural que le aterraba. Si es que llevaba lentillas, debía cambiarlas por unas que no brillaran, sin embargo, Draco nunca le expresó alguna dificultad con su vista.
Le daba miedo que la tercera fuera la correcta y poco a poco fue recordando los signos que la convertían en la más probable, casi se rehusaba a aceptar la realidad, debía estar segura al completo antes de pedir una declaración.
Se metió en la biblioteca, inventando una vaga excusa para no ser llevada a detención. Esperó sentada en la mesa, hasta que el timbre del recreo sonó y, pocos minutos después, distinguió la salvaje melena de Hermione entrar a la biblioteca. Se miraron por un instante, antes de que Pansy le hiciera un gesto para que se acercara.
—Hola —saludó Hermione, sentándose en la silla a su lado. No eran amigas, pero al menos trataban de no lanzarse insultos cada cinco minutos como hace años— ¿Qué sucede?
—Dime ¿Qué sabes acerca de los hombres lobos?
La chica frunció el cejo, pero evitó preguntar él por qué; eso le gustaba de Hermione, que se limitaba a responder, ansiosa del reconocimiento del saber. Luego cuestionaba, aunque para ese entonces ya había inventado una mentira convincente.
—No mucho, en realidad. Según lo que recuerdo, es una enfermedad que es trasmitida por mordida, sufren transformaciones mensuales con los que pierden todo el racionamiento —enlistó Hermione, sin cortarse—, si es que no toman la poción mata-lobos (creada a mediados de los años setenta). Y que suelen verse demacrados, y algo irritables. ¿Por qué?
—Tarea —mintió Pansy tronándose las muñecas—. ¿No era el profesor de DFCO un hombre lobo? ¿Cómo se llamaba?
—El profesor Lupin —aclaró Hermione, enderezándose en la silla—, aunque ha sido el mejor profesor de defensa contra las artes oscura que hemos tenido.
—Si tú lo dices... —Pansy rodó los ojos, recordando tercero. Cualquier profesor de defensa contra las artes oscuras, parecía un genio comparado con Umbridge (y Lockhart)—. De todos modos, ¿Qué sucedió con él?
—No lo sé —mintió Hermione. Siendo consciente de que Pansy también mentía. ¿Tarea? Ella que estudiaba el plan completo antes de que las clases comenzaran era consciente que el estudio de licántropos no estaba dentro de la malla de quinto—. Según tengo entendido lo están buscando por ser un licántropo no registrado.
Ambas chicas se miraron por un minuto, guardando un cómodo silencio, solo para que Pansy pudiera reordenar sus pensamientos y Hermione comenzara a formular sus propias teorías.
—Sé bien que no me preguntas por tarea, Parkinson —aseguró Hermione, tomando un coletero que tenía en su muñeca, ya comenzaba a calentar y traer el cabello suelto no era confortable—, puedes decirme lo que sucede, considerando que Greengrass no es demasiado útil.
Pansy suspiró y se ofreció para hacerle una trenza, Hermione accedió, acomodándose sentada de espaldas, frente a la chica. Pansy comenzó a hablar, desenredando con los dedos el cabello de Hermione, en un tacto suave y lento. Cuando terminó de hacer la trenza, al mismo tiempo en que el relato llegó al fin, notó como las lágrimas se acumularon en sus ojos.
—Estoy preocupada y asustada. No entiendo que le pasa y ¿si de verdad es lo que pienso? Eso significaría que Draco... —Hermione no interrumpió a Pansy en ningún momento, aun cuando las manos de la otra chica comenzaron a temblar—. Draco no puede ser un hombre lobo ¿verdad? Es imposible, es sangre pura y... Es Draco, Draco Malfoy ¿entiendes?
—Los hombres lobo no discriminan, Pansy. —Hermione se levantó de la silla y abrazó a la chica que comenzaba a quebrarse—. Me dijiste que sus ojos brillaban, que tenía cicatrices en los brazos y que le obsesionaban los olores ¿recuerdas? —Pansy asintió escondiendo su rostro entre sus manos—. Dime, ¿Anoche desapareció? No por minutos, toda la noche.
—Si...
Con eso fue suficiente. Hermione dejó que Pansy se sentara y ella revisó el calendario de su agenda, era sorprendente, interesante, y para nada imposible. La teoría de Pansy estaba en lo correcto y con eso también comprobaba la hipótesis que había formulado hace tiempo.
Que Harry sabía algo de Draco que el resto de sus amigos no. Estaba claro, sus reacciones lo delataban. Asintió satisfecha de sus propias conclusiones y luego comenzó a jugar con el galeón de oro encantado.
—Anoche fue luna llena.
Pansy dejó de llorar y levantó la vista con los ojos rojos, guiándolos a donde Hermione apuntaba con el dedo.
—Es...
—Draco es un hombre lobo.
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1. 11:11_ Ben Barnes: Lo siento, pero amo demasiado a este hombre. Él es la definición de perfección. LEGIT, me estoy viendo todo el contenido que hay de el por internet. Si la vida no me tiene un Ben Barnes para mí, ¡No quiero nada! (Dios tiene favoritismos, lo comprobé con Él)
Ok ya me calmo, pero tenía que desahogarme.
¡Hola!
Preguntas y Respuestas.
Pregunta Murtilla: Me encanta la historia. ¿Qué es un gamma?
Respuesta: Maravillada de que te guste, Murtilla, siempre intento hacer mi mejor esfuerzo cuando escribo.
Ahora, respecto a tu pregunta. Un gamma, es una nomenclatura perteneciente al alfabeto griego (G γ); pero dentro de mi historia, me refiero al sistema de jerarquía que los lobos establecen cuando forman una manada. Por ejemplo: Los Alfas como el líder, o los betas como miembros de la manada que se someten al Alfa.
En futuros capítulos, vas a poder explorar a profundidad el concepto de estas nomenclaturas que he ido colocando a lo largo de mi fic, ya que a cada una le he creado unas características coherentes respecto al rol que estos lobos poseen.
Pregunta Murtilla: Hola! Me encanta este fic y la temática de licántropos. ¿No sería más fácil si Draco preguntara directamente a Lupin? ¿El que no coma lo suficiente… no será perjudicial para su desarrollo? Saludos!
Respuesta: Obviamente que Draco hablara con Lupin, cara a cara, sería más sencillo y conveniente, pero hay que considerar todo lo que Draco hizo durante tercer año y los rumores que expandió (escuchó) acerca de Lupin cuando era su profesor de DCAO.
No veo a Draco, rompiendo ese ego que estableció con tanta fuerza, solo por conveniencia propia. Ya que, de por si es una persona que le cuesta arrepentirse por los errores que comente (esta fue la forma en la fue criado). Además, estamos hablando de Remus, un hombre que Draco, en su perspectiva de persona sangre pura, y de la clase alta; siempre ha considerado como alguien inferior a él, y el ir a preguntar, sin tapujos, todos sus problemas sería rebajarse de forma incoherente con el personaje. (Aunque esto no significa que no pueda llegar a suceder, solo que los eventos no se han dado para que ocurra)
Ahora, que no coma lo suficiente; es perjudicial. Para él como licántropo, como para cualquier ser humano. Sin los nutrientes necesarios, está de peor humor y decaído.
El único problema que tiene ser un licántropo son su metabolismo apresurado. Draco siempre va con comida, por esa misma razón. Para matar el hambre que le da a cada hora del día. (o también lo vimos con Lupin con su mítica barra de chocolate). Draco, siempre tiene hambre y, por más que coma, no va a poder suplir esa carencia tan fácil. No puedo decir más, porque eso ya serían spoilers.
Pregunta Murtilla: Me dejas en ascuas por cómo termina el capítulo. Me preocupa la historia detrás de Jess. Ese intercambio entre Pansy y Mione puede desencadenar conclusiones muy cercanas.
Respuesta: Si te dejo en ascuas, entonces he cumplido mi propósito.
Jessica es un personaje al que le he invertido horas en su planificación. Su papel en la historia, que ahora se ve tan tenue, va a ser trascendental para Draco; en especial después del plot twist que tengo planeado para ella.
Soy fan también del Pansmione (siempre he pensado que harían una pareja peligrosa). Pero mi historia es Romione so… lo siento. Ahora, consideré que Pansy y Hermione, son lo suficientemente racionales como para superar su rivalidad de hace años, por el bienestar de sus amigos. Y Eso trajo las conclusiones de este capítulo. Las amo a ambas.
Pregunta Murtilla: Dependiendo de los sentimientos ¿Los ojos pueden ser normales blancos en el caso de Draco o amarillos cuando está fúrico?
Respuesta: No conocía la palabra fúrico, hasta que la empleaste. Tu pregunta tiene una respuesta que yo misma me planteé cuando planificaba el fic.
Los animales, de por si son animales susceptibles. Y Siempre se ha dicho que los lobos lo son aún más. Ahora, la licantropía puede traer varias ventajas como desventajas, desde el espejo por el que se mire. Y Una de ellas es la sensibilidad alterada. Esta es la razón por la que Draco, en varias ocasiones se ve haciendo actos que, en un pasado no hubiese hecho. Como desafiar la petición de su padre tras navidad.
Porque sus sentidos afectan a la forma en la que reacciona al mundo y nubla para de su razonamiento humano (ejemplificando esta constante batalla en si mismo humano v/s lobo).
Los ojos, solo son una manera visual de ejemplificar esta sensibilidad alterada y como se reflejan hacia el resto personas. (Esto en un futuro tendrá relevancia). El brillo, que le han hecho notar a Draco, solo cuando se encuentra maravillado, en una buena manera. Ahora, cuando estuvo furioso, Sus ojos incluso cambiaron de tonalidad, ya que se reflejó toda esa emoción de la ira contenida, hacia sus ojos. Como una forma de hacerle saber al resto (indirecta e involuntariamente), sus sentimientos.
Pregunta AmataYume: Definitivamente, Draco lobo necesita una pareja, y quien mejor que Harry para hacerle compañía a un lobo como el dragón! Me pregunto si el lobo lo pondrá en modo cacería mientras vuela detrás la snitch o, por el contrario, lo dejará desgastado para el partido contra Harry. Me habría gustado leer más sobre Luna (siempre sabe qué decir) Draco sabrá en algún momento donde están las cocinas de Hogwarts? Remus debería darle una clase tutorial a Draco para que aprenda a sobrellevar a su lobo.
Respuesta: Muchas gracias por leer, y aunque ya te respondí por DM, consideré que tu pregunta puede esclarecer bastante puntos en la trama.
Draco, (hasta enero) y Harry por ahora están "vetados del Quidditch" hasta próximo aviso. Por la pelea en la que metieron. Aun así, si tomamos el arquetipo general clásico de un licántropo dentro de la cultura popular; nos percatamos de su característica atlética y fuerte. Y Como el quidditch es un deporte, de una forma u otra, su condición de lobo le afectará al rendimiento que posee en el juego.
¡Luna va a regresar! Solo que, por el momento, al menos en esos capítulos, no considero que su participación sea tan relevante como para incluirá. Llegará cuando sea importante. Ya que, como dijiste, ella es maravillosa.
Lo de las cocinas de Hogwarts, me pareció un puntazo que tengo anotado en futuras ideas. Considerando que siempre esta hambriento, pues… lo dejo ahí.
Esta es una pregunta bastante vieja, así que lo de Remus ya lo contesté en capítulos pasados.
Espero que les haya gustado esta dinámica. Que comenzaré a hacer siempre que algún Gusto (ya que no les puedo contestar por DM) o algún user, me haga una pegunta crucial.
Solo queda animarlos para que continúen comentando, porque adoro responder sus preguntas y así, también me voy apuntando cosas que debo explicar a futuro y de las cuales, quizás, no me había percatado.
Un abrazo a tod s.
THE_MACHINE.
Este es un capitulo un poco mas tranquilo que de costumbre. No es mi favorito, pero me sirve como introducción para el siguiente arco intenso que se viene.
Mi propósito es terminar quinto antes de Navidad ¿Lo lograré? Eso está por verse.
THE_MACHINE
