El equipo avatar se encontraba encapsulando cosas que necesitarían después y cargando las más esenciales en el lomo de Leigh. Viajarían en él para ir más rápido, tenían una gran distancia que recorrer.
Bien, solo nos falta esto-dijo Milk mientras salía del templo. Llevaba algo envuelto en un saco en sus manos-Preparé comida para el viaje, será bastante largo si debemos ir al templo del aire.
Bien, creo que ya está todo-dijo Bulma, Vegeta recibió lo que Milk le alcanzaba para que lo ubicara encima del mítico animal.
Debemos irnos-expresó Vegeta luego de bajar del lomo de Leigh, estaban empacando bajo la vigilancia de Toma. El mismo estaba procurando que no se les estuviera olvidando nada.
Bien, entonces esta es la despedida -dijo Toma con tono amable. Miró a los jóvenes allí con cierta nostalgia- Sean cuidadosos en su viaje, no deben dejar que los capturen.
Ya sabemos eso-dijo Vegeta con fastidio, había algo que le decía que las cosas no estaban bien-No creo que esto sea lo correcto.
Vegeta, esto es lo que debe suceder. Eres el maestro fuego más prometedor que he visto, ya no debes ser mi alumno. Sé bien que podrás continuar tu entrenamiento solo-dijo Toma con seguridad-Sé que no dejarás de entrenar ni aunque estés desfalleciendo. Tu determinación te llevará lejos, ahora debes concentrarte en estar a salvo hasta que estés listo para cumplir con tu deber.
Bien, nos iremos-dijo Vegeta no del todo convencido. No planeaba enfrentarlo, pero no pensaba quedarse de brazos cruzados. Su sospecha no desaparecía.
Que la fuerza de los espíritus te acompañe y te guíe, avatar Vegeta-se despidió el maestro fuego mayor haciendo una leve reverencia-En lo que a mi concierne, ya eres un maestro fuego.
Vegeta lo miró de reojo y tan solo espetó unas pocas palabras a modo de saludo. Los demás se despidieron también y procedieron a subir al dragón.
Partieron en pocos segundos, Vegeta miró desde las alturas cómo Toma se iba de la plataforma del templo. No era todo, sabía que ese no era el final de lo que estaba pasando.
No vamos a ir al templo del aire todavía-dijo Vegeta con decisión. Los demás lo miraron confundidos al escucharlo.
¿Qué? Pero Toma dijo que...-dijo Krilin a modo de respuesta, Vegeta lo interrumpió.
Aquí sucede algo, y no me iré sin saberlo-dijo el avatar nuevamente. No podía dejar las cosas así, una extraña sensación que crecía dentro de él le decía que debía insistir.
Pero ¿Qué es? Déjanos ayudarte-dijo Goku a su vez. Vegeta asintió indicando que les diría lo que sospechaba.
No sé exactamente qué pasa, pero debemos quedarnos en Santaun hasta hoy en la tarde. Será la ejecución pública del señor del fuego desterrado-dijo con seguridad.
El señor del fuego seguro estará allí ¿No sería peligroso que te vea otra vez?-preguntó Milk-Ya te arriesgaste mucho peleando con el príncipe Broly la otra vez.
No hay que interferir, solo se que necesitamos ir-dijo Vegeta, estaba seguro de que su instinto no estaba errado en lo que le indicaba.
Bien, pero no te metas en el camino del señor del fuego-dijo Milk a modo de advertencia.
No lo haré-aseguró Vegeta. Estaba pensando en eso desde ayer, cuando Toma había cambiado su actitud luego de saber lo del señor del fuego anterior. No entendía qué relación tenían, pero sabía que debía ser algo importante.
¿Entonces nos quedaremos un día más?-preguntó Bulma interesada- En todo el tiempo que nos hemos estado quedando aquí no hemos podido averiguar nada de los prisioneros de la nación del fuego.
Tal vez sepamos algo ahora, las personas que van a ejecutar hoy son prisioneros de la nación del fuego -dijo Vegeta pensativo. Las veces que habían preguntado sobre eso en la ciudad, la gente no había querido decirles mucho sobre eso. Al parecer era algo de lo que no hablaban.
Siento que vamos a meternos en problemas pronto-dijo Yamcha a su vez. Sospechaba que evitarían muchos conflictos si solo se iban a los templos del aire sin indagar más.
No puedo irme y fingir que nada está pasando. Esas personas tal vez estén en esa situación porque están protegiéndome-dijo Vegeta algo nervioso. Sabía que ponerse en contra de la nación del fuego podía ser muy peligroso.
Ellos ni siquiera saben quién eres- dijo Yamcha como argumento.
Aunque no lo sepan hay muchas personas del lado del avatar-dijo Krilin a su vez- Lo ayudarán aunque no conozcan su identidad. El avatar es la persona más importante, sin él el caos se apoderará de todo.
No puedo dejar que la nación del fuego haga esto, ni aunque tenga que desobedecer a Toma-dijo Vegeta nuevamente, estaba seguro que su maestro había hecho que se fueran por algún motivo que él desconocía.
Bien, de todos modos todos están a favor de ir-dijo Yamcha rindiéndose. Vegeta le indicó a Leigh rápidamente que cambiara de dirección.
Se resguardaron en el bosque hasta que cayó la tarde. Cuando lo consideraron prudente, se dirigieron a la ciudad con capas de tonos rojizos que cubrían sus cabezas. Prefería cubrir sus identidades desde la última vez que habían visto al señor del fuego.
El escenario que habían visto el primer día que habían llegado allí, estaba en el mismo lugar. Encima de él, había unos postes metálicos que habían sido fijados al suelo.
Una gran cantidad de personas estaban allí para ver el evento, al parecer no era algo recurrente.
Toma se dirigió al centro de Santaun apenas el avatar y sus amigos se habían ido. Estaba vestido con una capa negra que cubría su rostro y su armadura de entrenamiento.
Había estado vigilando el lugar desde temprano, quería saber la cantidad de soldados del ejército que habría allí. En cuanto el atardecer estaba próximo a ocurrir, vio llegar al señor del fuego y sus guardias.
Notó que unos carros transportaban unas jaulas metálicas llegaron momentos después que el señor del fuego y el príncipe. Sería difícil escapar de allí cuando le tocara interferir.
No dejaré que pierdas a tu padre- dijo para sí mismo mientras recordaba a su discípulo. Si bien no habían pasado tanto tiempo juntos, ya había desarrollado algo de afecto hacia él. Después de todo, era el hijo de su mejor amigo.
Los guardias comenzaron a subir a los prisioneros que antes estaban en las jaulas, estaban confeccionadas de un metal grueso del que los maestros fuego no podrían escapar fácilmente. Además de que tenían sus piernas encadenadas y sus manos estaban aprisionadas por grilletes detrás de su espalda, también tenían unas mascarillas que cubrían sus bocas.
Los ubicaron uno junto al otro en el gran escenario, de frente a la multitud que esperaba impaciente. Las personas parecían estar muy exaltadas por el evento. Había habitantes que estaban felices por lo que sucedería mientras que otros sólo miraban horrorizados.
Pudo reconocer al instante a su amigo de toda la vida, su gran altura y su peculiar peinado lo delataban. Se reprochó mentalmente a sí mismo por no darse cuenta antes que Vegeta prácticamente había heredado su cara y la forma de su cabello.
Papá-dijo Vegeta en cuanto lo reconoció en el escenario, Milk sólo miró la situación espantada mientras que el señor del fuego comenzaba a hablar.
¿Ese es tu papá?-preguntó Bulma confundida en un susurro. Los demás también lo miraron confundidos.
Los convoqué en esta excepcional ocasión para que sean testigos de la justicia. Estos prisioneros han sido fugitivos de la nación del fuego por años-comenzó a decir Paragus- Ellos colaboraron para que la identidad del avatar sea desconocida luego de arrebatar la vida de nuestro apreciado avatar Bardock. Le han robado la oportunidad a nuestro país de erigirse como el más rico y poderoso de todo el mundo.
La multitud dejó escapar una expresión de asombro al escuchar las palabras de su gobernante.
Entre ellos, hoy ejecutaremos a uno de los principales responsables de esta traición a la nación del fuego. Tenemos aquí al señor del fuego desterrado, al traidor. El antiguo señor del fuego Vegeta-anunció. Los guardias obligaron al padre de Vegeta a dar unos pasos hacia adelante, sería el primero.
Vegeta y Milk miraron impactados la escena, habían enmudecido por lo que acababan de escuchar.
Esto no es posible, no puede estar pasando-dijo Milk anonadada, de todas las cosas que habría podido esperar esa era algo que nunca habría podido imaginar.
Los hemos sentenciado a una muerte rápida, la ejecución será con rayos. De esta forma no podrán interferir nuevamente en el vínculo de la nación del fuego con el avatar, nunca más-aseguró Paragus. Si bien procuraba no sonreír, podía verse en su rostro que estaba disfrutando de lo que sucedía.
Hay que parar esto-dijo Vegeta, su voz temblaba. Sentía que no podía moverse, aquello lo había descolocado totalmente.
¿Qué vas a hacer? Si te descubren será el fin-dijo Milk, también se sentía muy asustada. No podían permitir que mataran a su padre.
Nosotros podemos-dijo Bulma, notaba que Milk y Vegeta estaban muy afectados por la situación.
No, yo tengo que hacerlo-dijo Vegeta deteniendo a Bulma, sabía que ella no dudaría un segundo en correr al escenario e intentar detener lo que estaba pasando.
Pero...-dijo Goku, también quería interferir. Los guardias se encontraban preparando la ejecución pública del padre de Vegeta, lo habían puesto en el centro del escenario y Paragus estaba tomando posición para hacerlo.
Vegeta...-dijo Milk, ambos intercambiaron miradas intentando acordar qué iban a hacer.
Ambos veían cómo Paragus ya estaba deshaciéndose de su capa para poder realizar la técnica letal rápidamente.
Hazlo, yo no puedo usar tierra control -dijo Vegeta en un susurro. Milk entendió a lo que se refería instantáneamente.
Con unos pocos movimientos de sus manos hizo que una plataforma de roca se levantara rápidamente para impulsar a su hermano para saltar hacia el escenario.
En cuanto estuvo en el aire, se propulsó con llamaradas que expulsaba de sus manos, las había colocado en su espalda para que le dieran la potencia suficiente para llegar a donde estaban su padre y Paragus.
Mocoso obstinado-dijo Toma desde donde estaba, estaba a pocos metros del escenario. Ya estaba preparado para interceder, pero Vegeta lo había hecho primero.
En cuanto Paragus lo vio, dispersó rápidamente las llamas que Vegeta dirigió hacia él cuando aterrizó. La multitud que los observaba expresaba asombro al ver que alguien había interrumpido el evento.
El señor del fuego le hizo un gesto a los guardias para que no se acercaran y se dispuso a pelear él mismo con el intruso.
El señor del fuego anterior vio la situación confundido, minutos antes solo había podido pensar en la manera tan injusta en la que su vida terminaría.
¿Qué quieres? ¿Buscas un Agni Kai contra el señor del fuego?-preguntó desafiante Paragus al ver a su oponente, aunque no podía ver su cara por la capa que llevaba encima- ¿O eres un defensor de estos traidores?
Vegeta lo miró con determinación, Toma le había hablado de eso. Entre los entrenamientos le había contado un poco de la cultura de la nación del fuego, los Agni Kai eran una parte importante de esa sociedad.
Sí, te desafío a un Agni Kai-dijo Vegeta con decisión. Paragus dejó escapar una carcajada al oírlo, desafiar al señor del fuego en un duelo de fuego control le parecía lo más estúpido que se podía hacer- No dejaré que hagas esto.
Bien, aceptaré tu desafío, pero solo si puedo ver con quién estoy peleando- dijo con una media sonrisa. Vegeta suspiró al escucharlo, sabía que tendría que mostrar su rostro en algún momento.
Se quitó la capa rápidamente, afortunadamente no podían ver su cabello, se había puesto un pañuelo rojizo para cubrirlo en caso de que le quitaran la capa.
Miró de reojo a su papá el cual estaba a pocos metros de él, pudo notar que él lo miraba atentamente.
Eres tú-dijo el señor del fuego desterrado con sorpresa, no se lo escuchaba muy bien ya que tenía la boca cubierta. Había reconocido la mirada dura y fría de su hijo, era idéntica a la suya.
¿Aceptas mi desafío? ¿O el señor del fuego le teme a un maestro fuego principiante?-preguntó Vegeta con tono arrogante, un suspiro de sorpresa provino de la audiencia que los observaba.
Te daré el gusto, pero no saldrás ileso de esta-dijo Paragus con decisión mientras se ponía en pose de combate. Le indicó con un gesto a los guardias que despejaran el escenario. Habían obligado al padre de Vegeta a alejarse al borde del mismo para que no interfirieran con el duelo.
El señor del fuego anterior solo miraba al situación con preocupación y silencio. No podía hacer nada para ayudar a su hijo en esos momentos.
Ambos maestros comenzaron a arrojarse ataques incesantes de llamaradas, Vegeta las esquivó lo más eficientemente que pudo. Aunque podía notar que estaba en cierta desventaja con respecto al señor del fuego, tenía que admitir que él era excepcional. Casi lo había alcanzado algunas veces con sus poderosas llamas.
Eres un joven obstinado, interesante- dijo el señor del fuego en cuanto Vegeta esquivó varios de sus ataques consecutivos.
Vegeta aprovechó los pocos segundos que Paragus le dio para pensar en su entrenamiento de fuego control ¿Cómo podía vencerlo?
Flashback*
No, así nunca vas a ganar-dijo Toma con fastidio. Se encontraba recepcionando todos los ataques de Vegeta sin ningún tipo de dificultad. Sólo podía notar cómo la ira de Vegeta crecía mientras lo atacaba.
En un descuido, derribó a su alumno haciendo que el mismo perdiera el equilibrio, había perdido la firmeza de su posición de fuego control.
Vegeta cayó sobre su espalda y dejó escapar un gran suspiro de frustración, luego, se levantó nuevamente mientras miraba a Toma con enojo.
Si tu oponente es más fuerte que tú debes encontrar la forma de desestabilizarlo. Tal vez no puedas hacer que tus llamas sean más poderosas que las de otro, pero si interrumpes el punto de generación de su fuego podrás aprovechar para atacar-dijo Toma con un semblante serio.
Vegeta lo miró pensando en lo que le había dicho, Toma le había explicado que el fuego surgía de uno mismo. El control del mismo dependía del manejo adecuado de las pasiones.
Para que tu oponente no pueda usar esa técnica contigo debes ser firme y estable, como la tierra. Creo que sabes algo sobre eso-dijo el maestro fuego mayor haciendo referencia al conocimiento que Vegeta ya poseía de ese elemento.
No estamos haciendo tierra control -dijo Vegeta como argumento, no entendía qué tenía que ver con el fuego control.
Los elementos no son cuatro cosas distintas, todos están conectados. Tu existencia es la prueba viviente de que son extensiones de lo mismo, si logras entender las conexiones que hay entre ellos puedes hacerte más poderoso-explicó. Era consciente de lo increíble que podía ser el manejo de un elemento- Utiliza lo que sabes, pocas veces se ha visto un avatar de fuego que sepa más de tierra control que de su propio elemento.
Maldigo ese hecho todos los días-dijo Vegeta refiriéndose a lo último que había dicho. Se posicionó firmemente en el suelo, aunque usando la posición del caballo- Desde el principio, esta vez no caeré.
Toma sonrió al escucharlo y procedió a pelear con él otra vez. Podía notar que Vegeta escuchaba atentamente sus lecciones e intentaba aplicarlas correctamente de inmediato.
Fin flashback*
Vegeta observó detenidamente los movimientos de su oponente, cada vez el combate se volvía más intenso. Necesitaba desestabilizar a Paragus pronto o el gran poder del señor del fuego lo haría retroceder. Sabía que un Agni Kai podía llegar a ser mortal.
En cuanto Paragus iba a lanzar contra él un inmenso puño de fuego Vegeta lo esquivó por debajo. En un rápido movimiento pateó su mano haciendo que el fuego cesara ya que el señor del fuego se había desconcentrado con eso.
Luego, hizo retroceder al gobernante con una gran llamarada que lo arrojó al suelo, Paragus no había alcanzado a bloquearlo ya que lo había tomado por sorpresa.
Vegeta lo amenazó levantando su mano en cuanto llegó hasta donde lo había arrojado. Se suponía que el ganador del Agni Kai debía dar un golpe final en cuanto una de las partes obtenía la victoria. Lo miró pensativo algunos segundos, optó por no hacer nada. Quemar el rostro del señor del fuego era lo último que necesitaba en ese momento.
Vegeta volteó a ver a su padre, el cual había estado observando toda su pelea. Se dirigió a acercarse a él mientras que Paragus lo miraba confundido desde el suelo.
Debes dar el último golpe, esto se trata de honor-reclamó el señor del fuego en cuanto se levantó.
Yo no necesito obtener honor de esa forma-dijo Vegeta sin detener lo que hacía.
Paragus hizo unos movimientos circulares con sus manos, el avatar no podía verlo ya que estaba acercándose a su padre.
Si defiendes a ese traidor mereces morir junto a él-dijo con furia el señor del fuego. Toma saltó al escenario y lo desestabilizó de una patada barrida, notaba que iba a dirigir un rayo hacia Vegeta.
Vegeta se dispuso a pelear con los sujetos que custodiaban a su padre para poder llevárselo de allí en cuanto vio a su maestro intervenir. Ya había causado mucho escándalo, debía salir de ahí lo más pronto posible.
Luego de arrojar a algunos guardias del escenario con su fuego control, utilizó una daga de fuego para romper la cadena que su padre tenía en sus piernas. Al menos así podría caminar cómodamente.
En cuanto liberó las piernas de su padre, el mismo dirigió una patada de fuego a un guardia que intentó atacar a su hijo por la espalda, lo arrojó fuera del escenario. Al menos podía pelear de esa forma ahora que podía mover sus piernas con libertad.
Vegeta silvó fuertemente antes de comenzar a pelear otra vez, esperaba que Leigh pudiera escucharlo. Salir de allí era la prioridad y había una cantidad inmensa de guardias que se lo impedirían.
Toma se encontraba peleando con el señor del fuego, ya que el mismo no parecía querer ceder al ataque sorpresivo que habían realizado a su evento.
Pronto, vio a Leigh acercarse al lugar, al parecer sus amigos habían ido a buscarlo inmediatamente después de que él se había subido al escenario. Sólo Milk estaba encima de él, probablemente los demás estaban en otra parte para reagruparse otra vez después, Leigh volaría más rápido mientras estuviera cargando con menos personas.
Leigh aterrizó en el escenario y comenzó a escupir fuego a las personas que estaban atacando a Vegeta y a su padre.
Papá, sube-dijo Vegeta mirando a su padre, el mismo obedeció al escuchar a su hijo.
Por su parte, Vegeta le indicó a Leigh que comenzara a agitar sus alas comenzando a crear corrientes de aire que distrajeron a Toma y Paragus de su combate. Vegeta jaló del brazo de Toma y Paragus intentó dirigir un ataque hacia ambos al ver que planeaban escapar en ese dragón, pero Leigh escupió fuego directamente hacia él causando que tuviera que usar sus brazos para cubrirse de las poderosas llamaradas.
Ambos subieron lo más pronto que pudieron y Leigh despegó rápidamente sin dejar de lanzar fuego a los guardias que intentaban acercarse para impedirlo.
Lo habían logrado, habían escapado del señor del fuego y sus guardias.
Ahora sí podemos irnos de aquí-dijo Vegeta algo agitado. Todas las cosas que habían sucedido lo habían agotado.
Miró a su maestro y a su padre que también estaban en el lomo del dragón. Quería hablar con ellos, pero no siquiera sabía por dónde empezar. No podía hablar, no podía siquiera pensar correctamente en la magnitud del secreto que había descubierto, era algo simplemente inimaginable.
Buenas noches! Aquí les traigo el capítulo número 30! Espero les haya gustado el rumbo que va tomando la historia, realmente les agradezco a quienes siguen esta historia. Aunque no tenga tanto apoyo disfruto mucho escribiendola, espero la continúen leyendo y me dejen sus reviews si les gustó.
Nos leemos pronto.
Niebla~
