Liam despertó sin camisa, y abrazado a Emma, se preguntó que tanto estuvo haciendo la noche anterior, hasta que, al levantarse, vio una botella de poción vacía, se le ocurrió lo que pudieron hacer.

El comedor estaba bien iluminado, como siempre. Emma tenía enfrente un rico plato de huevos revueltos con jamón, Liam se la había servido de una sartén que estaba al centro de la mesa. Estaba algo indecisa, no sabía si comerlo con pan tostado, o si simplemente comerlo con el tenedor, aún que podría ver al centro de la mesa, al lado del sartén, una canasta con tortillas, que no sabía para que se usaban, aún que Liam tenía un poco de experiencia en eso.

-hmmm, Liam, dame de comer – le dijo finalmente al chico

-sí – Liam levantó el tenedor, pincho una porción y se le extendió a Emma, quién se la comió de un bocado

-que rico – dijo la chica masticando – dame más – Liam así lo hizo

-están muy cariñosos, ¿no? – dijo Odette bajando un libro de cocina mexicana

-sí, porque nos queremos mucho – sonrió Emma, mientras Liam le extendía otra porción

-así es – Liam suspiro un poco sonrojado, y si pudiera, le saldrían corazones de la cabeza, como en alguno de los videojuegos de granja que Liam solía jugar, en los que pasaba eso cuando cuidaba de las vacas

-ya… – Odette subió el libro

-HOLA! – dijo de repente una chica, azotando la mano contra la mesa – soy yo, Roxy Green! Verdad que no se olvidaron de mí, ¿no?

-ah! Roxy! – Emma sonrió contenta – esperaba verte por aquí, en dónde estabas?

-bueno es que al autor se acaba de acordar que existo – sonrió Roxy

-que autor? – pregunto Liam

-no lo entendieras – Roxy movió las caderas, muy contenta – miren, miren, mi cabello sigue siendo morado, pero ahora es largo… ah, Liam, te acuerdas cuando nos conocimos en primer año?

-sí, me acuerdo – Liam río un poco – estás muy emocionada jaja

-claro, es que es mi aparición desde la primera parte de la historia – dijo Roxy tranquilamente – ahora sí me voy a volver un personaje regular, yo… – la campana de inicio de clases sonó, y los alumnos se empezaron a poner de pie – oh, no! ¡Espera, no! ¡Maldito autor, siempre me saca! Bueno, ya que – suspiro – me voy a clases… espero tener relevancia en la trama… – dijo saliendo del comedor

-no sé qué tanto decía – suspiro Liam – pero es agradable volver a verla

-sí, ya sabes que siempre le gusto hablar de esas cosas que nadie entiende – Emma río un poco

-oh, Liam, estás recetas son muy buenas – dijo Odette cambiando de tema – se ven muy ricas

-Sofía me ayudo a escribir un libro de cocina mexicana – contó Liam – resulta que es muy diferente a la de los libros, cuando fui al mundial de Quidditch me di cuenta

-ya veo – Odette suspiro un poco – quisiera probar estás tales… flautas?

-creo que las recuerdo – Liam pensó un poco – puedo prepararlas, si las encuentro en mi libro

-por favor! – dijo Odette ilusionada

-hmmm, me preguntó si tendremos clases también – dijo Emma en un suspiro – no quiero!

-yo sí que tengo clases – suspiro Liam

-ah, es verdad, con la japonesita esa – bufó Emma – será mejor que no te confundas de pelirroja, Liam, porque si no…

-no, no, es que yo soy… yo…

-dilo – Emma sonrió maliciosamente

-yo… soy… soy de una sola pelirroja – susurro Liam apenado

-eso, eso, muy bien – Emma le dio una palmadita a Liam en la cabeza

-a veces me arrepiento de juntarme mucho con ustedes – dijo Odette apenada

Cómo el desayuno de las mesas desapareció, los chicos se fueron a otro lado. En el carruaje, la profesora Amelia escribía algo en una pizarra, mientras los alumnos miraban somnolientos. Liam, Emma y Odette llegaron entonces, y la profesora Amelia los miro contenta.

-qué bueno que llegan – les dijo – estaba escribiendo nuestro espectáculo!

-Liam, haz algo mejor – le pidió la chica de slytherin – mira lo que escribió tu madre

-qué pasa? – Liam se acercó a la pizarra – a ver… eh? ¿Cómo que nos va a transformar en conejos?

-pues claro, menos a ti, tú serás el hurón – explico la profesora – y como los demás son conejos, tú los vas a cazar

-bueno, pero yo sí voy a ser consiente – dijo Liam – pero ellos van a pensar como verdaderos conejos

-ya – la profesora Amelia asintió con la cabeza

-van a hacer un desastre en el escenario! – dijo Liam exaltado – y van a correr por todas partes, como los encontraremos si se esconden?

-bueno, los hurones pueden rastrearlos – dijo la profesora

-pero mis instintos de hurón no siempre funcionan como los de verdad – suspiro Liam – aún que supongo que funcionan… No, no, es mala idea

-Liam, yo puedo ser tu conejita si quieres – sugirió Amanda provocativamente

-no empieces – gruño Liam, eh hizo un esfuerzo sobrehumano para no imaginarse a Amanda vestida de conejita – a ver… a ustedes que se les ocurre?

-yo opino que hagamos una transformación de objetos a animales – sugirió el chico de Ravenclaw

-me parece buena idea – Liam asintió con la cabeza – podemos hacer un encantamiento y nos harán caso

-y si transformamos también objetos en obstáculos? – sugirió Odette – ya saben, y con los animales transformados, hacemos que pasen los obstáculos, como un circo

-suena divertido – dijo el chico de Hufflepuf de séptimo – yo apoyo la idea

-sí, sí, y Liam será el principal – dijo Emma – como es un hurón, puede hacer todas esas cosas, ¿no?

-supongo que si – suspiro Liam – pero tenemos que planear que hacer, yo opino que primero transformemos los obstáculos, y después escribimos el acto de los animales

-así si – dijo la chica de slytherin – que bueno que llegaste, no quería ser una coneja

-oigan, era una buena idea – dijo la profesora Amelia desanimada

-no se preocupe – le dijo Liam cariñosamente – puede seguir participando, si usted era una Ravenclaw, es muy creativa!

-gracias – la profesora sonrió – bueno, entonces empecemos a escribir el acto!

-sí, aún que creo que primero tenemos que decidir a los animales transformados – dijo Liam – así podemos decidir mejor los obstáculos

Empezaron a sugerir animales, descartaron y confirmaron, pensaron e hicieron una representación mental. Las horas volaron, Liam se la paso muy bien junto a sus compañeros, y ellos a su vez también se divirtieron mucho.

-y… – antes de que Liam dijera algo más, su teléfono vibró, era su alarma, eran las doce del día – oh, lo siento, tengo que irme

-qué pasa? – dijo la profesora curiosa

-tengo que hacer de profesor – suspiro Liam – bueno, me voy…

-adiós… – dijo la profesora un poco confundida. Liam salió del carruaje, pero Emma lo detuvo

-espera! – le dijo, cerrando la puerta del carruaje – te vas a tardar mucho?

-no lo sé, tal vez solo hasta la comida – suspiro Liam – tranquila, solo le enseñaré inglés y ya

-está bien – Emma suspiro un poco

-además, tú y yo estamos bastante bien, ¿no? – Liam sonrió un poco

-oh, sí, claro que lo estamos – Emma se acercó a Liam y lo abrazo por el cuello – mira, qué tal si mientras enseñas, yo… hago más poción y… ya sabes, está noche – empezó a susurrar – me enseñas algo más, por qué eh sido una mala alumna

-jeje, claro – Liam se sonrojo y sonrió – nos vemos después

-nos vemos – Emma se acercó y le dio un beso a Liam – suerte, profesor Baker

-gracias, señora Baker – río Liam – te quiero

-yo también – Emma sonrió y soltó a Liam – ya, ve

Liam asintió con la cabeza, y se dio la vuelta. Emma entro de nuevo al carruaje, y continúo planeando el espectáculo. El chico camino por los pasillos de Ilvermorny, algunos alumnos lo saludaban, aún que Liam regresaba el saludo, no sabía por qué lo hacían, tal vez se había lavado muy bien el cabello ese día. Con algo de dificultad, Liam llegó a la biblioteca, y no tuvo que buscar demasiado a Yamada, por qué la chica corrió a abrazarlo en cuanto puso un pie en la biblioteca.

-bien, empecemos – dijo Liam, una vez apartó a Yamada de él, y después de que se sentarán en una mesa, uno enfrente del otro – descargue en internet un libro de cuando era pequeño, así que servirá por ahora

-y-yo… – Yamada veía impresionada a Liam, que sacaba su teléfono

-sí, tu – Liam le extendió el teléfono – es de izquierda a derecha

-no… – Yamada vio confundida el teléfono

-ah, bien, aquí vamos – suspiro Liam

Sería una enseñanza lenta, Liam lo descubrió a los cinco segundos. Se pregunto cómo le habían hecho sus profesores del pasado, para que el pequeño Liam aprendiera a decir frases coherentes, incluso comparo a Julie con Yamada, Julie parecía toda una intelectual.

La campana de fin de clases sonó, ya era la segunda vez que Liam había escuchado esa campaña, eso significaba que eran las dos de la tarde. Era la hora de la comida, Liam tomo su teléfono y suspiro un poco, tenía que sacar la negatividad.

-bien, terminamos – suspiro Liam, y cerro el traductor inglés-japonés

-y-yo… ya? – Yamada veía sonrojada a Liam

-sí, ya – Liam hizo una seña con la mano, que indicaba el final de la clase

-no! – Yamada se puso de pie – mi… cabello…

-qué pasa? – Liam vio al cabello de Yamada, seguía siendo pelirrojo, pero era corto, aún que no era lacio y brillante como el de Emma, si no un poco ondulado y rebelde – lo cortaste

-te… te… gusta? – dijo la chica, sonrojada

-eh… supongo – dijo Liam confundido, asintiendo con la cabeza

-yo… corte… por… – Yamada apartó la mirada nerviosa

-ah… está bien, no tienes que darme explicaciones – Liam se puso de pie – yo… ya me voy

-ah! – Yamada miro preocupada a Liam, que se dio la vuelta rápidamente y salió de la biblioteca – Baker-san! – lo alcanzó y lo tomo del brazo

-Yamada… creo que es suficiente – dijo Liam apenado, y se apartó de Yamada

-no! – Yamada se acercó a Liam – yo… tu…

-haber – Liam saco su teléfono y abrió el traductor – habla, habla mujer – Yamada hablo en japonés – a ver… cómo? ¿Qué quieres comer?

-yo… – Yamada bajo la mirada

-dices mucho eso – suspiro Liam – bueno… es hora de comer, pero… supongo que querrás algo de tu país – dijo escribiéndolo en el traductor, después lo enseño a Yamada

-ah! ¡S-si! – Yamada asintió con la cabeza – Ramen!

-ah, ya, eh oído de eso – dijo Liam tranquilamente, Yamada tomo el celular de Liam y hablo – ya veo… llevas tiempo sin comerlo… Bueno…

-quiero…

-está bien… yo… – Liam se dio la vuelta, podría cocinarle, pero no quería pasar más tiempo con ella, ni tampoco sabía cómo hacer Ramen

-Baker-san… – Yamada lo tomo otra vez del brazo

-yo… – Liam suspiro un poco, le había dado ganas de comer Ramen a la pobre Yamada, y ahora se iba a ir como si nada – realmente quieres comer eso, ¿eh?

-quiero…

-ya… – Liam miro su teléfono – ah, está bien, creo que puedo buscar la receta en internet, ok? – Liam le pasó el teléfono a Yamada, y la chica le dijo algo muy sorprendida, ella no sabía que Liam sabía cocinar – si… sé un poco…

Yamada lo miraba con admiración, y Liam decidió ir directamente a las cocinas. Recordó el camino que les había enseñado Amanda el día siguiente, mientras investigaba la receta en internet. Encontró una, en específico, la que a Yamada se le hizo más apetitosa.

La comida ya se estaba sirviendo. Liam veía como los elfos ponían la comida sobre mesas, casi como lo hacían en Hogwarts, aún que con las numerosas mesas de Ilvermorny. El chico se presentó ante los elfos, se le había olvidado hacerlo el día anterior.

Busco en todas partes, pero no encontró fideos, hasta que le pregunto a un elfo doméstico, que chasqueo los dedos y le apareció un sobre de fideos, entonces Liam le dio dos galeones, que el elfo doméstico rechazo, como siempre.

Empezó a cocinar, a ojos de Yamada. Se pregunto si ella realmente quería Ramen, no lo sabía, pero de todos modos le había dado hambre, y nunca había probado aquella comida, entonces trato de hacerlo lo mejor que pudo.

-a ver… aquí tienes – dijo Liam, extendiéndole el cuenco con Ramen a la chica. Decidieron comer en una barra

-g-gracias – sonrió Yamada

-ah, muy bien – Liam sonrió – creo que es un poco difícil enseñarte… segura que quieres aprender inglés? – Yamada lo vio confusa, y Liam saco el traductor

-s-si – contesto – quiero…

-ya veo – suspiro Liam – entonces… era… G-Ganbatte kudasai!

-B-Baker-san… – Yamada se sonrojo mucho – tu… japonés…

-yo? – Liam apunto a su mismo – supongo que tratas de decir si quiero aprender japonés… pues, no, yo ya se español, español

-e-español… – repitió Yamada – yo… quiero… tu… japonés…

-bueno, no digo que no sea interesante – dijo escribiéndolo en el traductor – pero no creo hablarlo mucho después de esto

-oh… – Yamada miro cabizbaja el Ramen, y tomo un poco con un tenedor, pues no había palillos – yo… inglés… para… cabello…

-habla – dijo extendiéndole el traductor, Yamada hablo en japonés, y Liam leyó – ya veo… por mí?

-corte… para ti – Yamada sonrió

-ya veo… – Liam comió de su Ramen, estaba rico para ser su primera vez cocinándolo – te gusta? – dijo apuntando a él Ramen de Yamada

-s-si! – Yamada sonrió – Baker-san…

-hmmmm, que chica tan peculiar – suspiro Liam con una sonrisa – seguiré enseñándote inglés, de acuerdo? – le extendió el traductor

-sí! – Yamada asintió con la cabeza – yo… tu… – Yamada apunto a sí misma y Liam

-claro – dijo Liam tranquilamente – para cuando acabe el mes, podrías hablar inglés mucho mejor!

Continuaron comiendo, y Yamada se acercaba poco a poco a Liam. Siempre había sido despistado, pero Liam se daba cuenta que le gustaba a Yamada. No quería ilusionarla, por eso se aseguraría de enseñarle lo más rápido posible su relación con Emma. Aún que se lo podía decir directamente en el traductor, Liam prefería que lo entendiera ella sola. Por lo que veía, era una chica agradable, tímida y un tanto distraída. Claro que no la conocía mejor por la barrera del lenguaje, aún que estaba bien con formar una amistad con la chica, que se había enterado, tenía su misma edad.

Salieron de la cocina, y Yamada siguió a Liam por el colegio. Aún que tuvo que despedirse de ella al salir del colegio, pues Liam iría al carruaje de Hogwarts.

-dónde estabas? – le pregunto Emma apenas Liam entro

-con Yamada – contesto – quería un Ramen, así que se lo prepare…

-y a ella si le cocinas lo que te pide? – gruño Emma

-a ti también te cocino lo que pidas – dijo Liam apenado – estás celosa?

-claro que estoy celosa! – Emma le dio un pequeño golpe a Liam en el hombro – que crees que siento cuando me dices "hola, ya llegué, estuve todo el día con otra chica" eh?

-lo siento – Liam suspiro un poco – pero solo le enseñe inglés

-AHHHH, ODIO SABER QUE NO ME MIENTES – dijo Emma sacudiendo a Liam – te esperé en el comedor, ¡ni siquiera comí nada!

-oh, perdón – dijo Liam cabizbajo – tuve que ir a buscarte, te prepararé algo para compensar

-no! – Emma tomo a Liam de los brazos – no quiero que te vayas otra vez

-bueno, me quedo – Liam se quedó quieto, y Emma lo abrazo

-vaya parejita – suspiro la chica de slytherin, sentada en un sillón en la estancia del carruaje

-CALLATE TU NO TIENES NOVIO! – grito Emma lanzándole a la chica lo primero que encontró

Liam suspiro un poco y entro a su habitación, seguido por Emma, entonces saco el pay del día anterior, que estaba descansando en su escritorio.

-estoy enojada – le dijo Emma a Liam, con un pedazo de pay en la mano – te la pasas con otras chicas, y no me pones atención

-eso no es cierto – dijo Liam de inmediato

-es que… – Emma le dio una mordida a su rebanada de pay – siempre te encuentras con alguna chica – dijo con la boca llena

-no las busco – dijo Liam tranquilamente

-lo sé, pero… – volvió a darle una mordida al pay – te gustan todas

-no – contesto Liam – porque tengo novia, tu

-ya no se si creerte

-paso algo? – Liam miro un poco confundido a Emma – estás bien?

-sí, solo que… – otra mordida – no quiero que te vayas con nadie más

-no lo haré – dijo Liam – de hecho… sabes qué? Mañana dame un beso frente a Yamada, eso lo dejara bastante claro

-ok – Emma se acabó su pedazo de pay – le gustas a esa chica

-lo sé, es agradable, supongo, pero ya sabes – Liam miro tranquilamente a Emma – y es bonita, seguro le gusta a alguien más también

-también? – Emma se puso una mano en la cadera

-sí, como yo a ella, ya sabes – explico Liam – bueno, aún que es cierto que tampoco vienen muchos chicos de Mahoutokoro, tal vez el chico que gusta de ella esté en su colegio

-tal vez – suspiro Emma – oye, entonces se te hace linda?

-sí, lo es – reconoció Liam – y hasta se cortó el cabello, por mi jajaja

-se cortó el cabello?

-sí, como el tuyo – le dijo Liam – debió de ver qué lo tenías tu y pensó que me gustaría que lo usará así

-y te gusta? – pregunto Emma

-supongo, no lo vi mucho – dijo Liam tranquilamente – dejemos de hablar de ella

-no – dijo – aprende rápido?

-no, definitivamente no – suspiro Liam – creo que me va a costar mucho

-ya veo – Emma miro a la ventana

-podemos dejarla ya de lado? – Liam se acercó a Emma

-dame un beso – Emma miro a Liam

-claro – Liam abrazo a Emma, y le dio un agradable beso

-sigo celosa – dijo Emma

-bueno – Liam tomo a Emma del brazo, y bajo lentamente hacia la mano de la chica, entrelazó sus dedos con los de ella – yo también estoy celoso

-ah sí? – gruño Emma, con la vista apartada de Liam

-sí, porque eres una chica muy bonita – Liam miro a Emma a los ojos – y… tienes buen cuerpo y… ya sabes, también le gustas a muchos chicos… tu eres mucho mejor que yo, y… no lo sé, tal vez un día llegué alguien y… sea… mejor que yo… porque la capitana de slytherin necesita a alguien mejor que un simple cocinero… alguien… que sea interesante…

-no, Liam, te equivocas – Emma miro a Liam de inmediato

-no, yo no… no soy nadie – Liam bajo la mirada y empezó a soltar algunas lágrimas – sé que dices que te gustaría casarte conmigo, pero no sé si lleguemos hasta eso, porque soy un idiota…

-Liam, no hables así – Emma le limpió las lágrimas a Liam

-no soy para ti, Emma, tenemos que aceptarlo – sollozo Liam – tú quieres jugar en grandes estadios y equipos y yo… yo solo quiero una estúpida cafetería, de la cual ya no estoy seguro por qué mi mejor amigo me odia… tú vas a viajar por todo el mundo con los equipos de Quidditch, y yo voy a estar fijo aquí… yo… no…

-no, Liam – Emma volvió a limpiarte las lágrimas a Liam, y subió la mirada de Liam – sí, quiero seguir jugando al Quidditch, pero también quiero seguir estando contigo, y si eso implica viajar, no me importa, te llevaré conmigo a dónde sea que vayamos

-no, sería una carga – Liam continúo llorando – solo una obligación, solo sería el que va con Emma Brown, la pareja de Emma Brown… solo sería… nadie

-Liam, hemos hablado sobre esto – dijo Emma cariñosamente – tu eres más que eso, eres genial! Tu…

-solo te gusto porque fui el único que te hablo – suspiro – si se te hubiera acercado alguien más… otro… más… yo… solo… yo no siquiera estuviera aquí… y tú… me gustas porque… me encantas con… todo, de ti, porque eres increíble… eres fuerte y divertida y siempre parece que te agrado, y siempre me gustaste, de entre todas las chicas, porque… de… entre todas las chicas tu… tu… tu fuiste, y siempre serás la que más brilla para mí…

-Awww, Liam, eso es muy lindo – Emma sonrió y se acercó un poco a Liam, pero el chico la interrumpió

-pero… yo… soy una simple luz… y que es una simple luz al lado del sol – dijo Liam en un hilo de voz

-no, Liam, por favor no digas eso – Emma apretó más la mano de Liam – tu no solo me gustas por ser el primero que se me acercó, me gustas por cómo me haces sentir, contigo siento seguridad, me siento completa, siento que puedo ser yo misma!

-Emma…

-no sé por qué sigues haciéndote de menos, si tú has conseguido un montón de cosas – dijo Emma con una sonrisa – para empezar, eres un animago, eso demuestra lo bueno que eres en transformaciones, por qué te has esforzado. Ah, y no olvidemos que puedes hacer un patronus corpóreo, que es muy difícil. Puedes hacer un Flipendo increíble, y eres muy bueno en defensa contra las artes oscuras ¿te recuerdo que sacaste una "E" en transformaciones y defensa contra las artes oscuras?

-pero…

-no, Liam, ningún "pero", ya es hora de que reconozcas tus logros – dijo Emma decidida – el año pasado llevaste a la victoria a Gryffindor en Quidditch, puedes usar magia no verbal ¡PUEDES VOLAR! Sabes cuánto te costó volar Liam, pero lo conseguiste. Y eres un excelente cocinero, así que, Liam, no eres una simple luz, eres más que eso, los dos somos buenos por separados, pero cuando estamos juntos – dijo tomando la otra mano de Liam, y entrelazándola con la suya – nosotros… ¡somos un enorme sol!

-yo… – Liam se sonrojo

-tu, Liam, eres especial, eres importante para mí, para todos, y tú eres el único responsable de serlo – dijo Emma animadamente – estoy muy orgullosa de ti, de lo que has logrado, ya no eres el niño de once años que tenía miedo de ser un pésimo mago, eres Liam Baker, el segundo animago registrado del siglo!

-cuando lo dices así suena mejor de lo que es – Liam río un poco

-lo es, es mucho mejor de lo que crees! – sonrió Emma – ahora quiero que lo digas, ¿quién eres?

-soy Liam

-más fuerte!

-soy Liam!

-MAS FUERTE!

-SOY LIAM BAKER – grito con fuerza

-Y QUIEN ES LIAM BAKER?!

-SOY EL SEGUNDO ANIMAGO REGISTRADO DEL SIGLO! – dijo Liam con una sonrisa

-eso es! – Emma sonrió contenta – Liam, tú eres la persona con quién quiero estar, y no me importa nada más, entiendes?

-sí, Emma – Liam sonrió – te quiero

-yo no te quiero – Emma río un poco – yo te amo, te adoro!

-yo también! – Liam abrazo a Emma – te amo tanto!

-eso es correspondido – dijo Emma correspondiendo al abrazo