Hola, aunque somos fans de Dragon Ball y seguro que tod@s hemos leído el manga, quería avisar de que hay un pequeño spoiler. Más concretamente es la parte de Cell max.

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Por fin había finalizado de repasar todas las facturas, documentación y todo lo relacionado con la empresa. Junto todos los papeles, los alineó con un par de golpecitos contra la mesa para luego dejarlos a un lado de esta y salió del despacho para tomar su merecido descanso con la intención de volver con energías renovadas.

Trunks, aunque a veces ayudaba en el taller o en el laboratorio, nunca fue tan habilidoso como su madre o hermana, hasta su novia es más apta para ayudar en el taller. Esta última solo lo hacia para pagar su alojamiento en la casa junto a Pilaf y Shū, pero ahora estos tres exbandidos forman parte de la familia y Mai disfruta de su trabajo.

Al parecer las mujeres de la familia son las que heredan la inteligencia de su abuelo, la prueba más concluyente fue cuando Bra con tan solo tres años consiguió desactivar el virus creado por el Doctor Hedo, el nieto de Gero. Ese virus estaba en un disco encontrado por Trunks cuando, junto a Goten, intentaban averiguar el por qué los robots ayudantes se averiaban con el resultado de que todo fue obra del Doctor Hedo, que ahora es un gran empleado en Capsule Corp., su función prioritaria, tratamientos de belleza, les hicieron introducirse en este sector tan aclamado por la mayoría de mujeres.

Entró con pesadez en la sala de estar donde encontró a su madre y Mai hablando de cosas triviales sentadas en el sofá, cuando vio a su novia todos los males se le fueron. Se acercó a ellas, saludo a su madre y luego le dio un beso a Mai en la mejilla.

~ Hijo, se te ve decaído. ~ dijo preocupada. Normalmente por muchos informes o trabajo que tuviera nunca lo vio así. ~ ¿Quieres hacer unos días de fiesta?

~ ¿Tan mal me veo? ~ sonriendo con nerviosismo. ~ Solo es que tengo muchas cosas en la cabeza. Cuando las resuelva, todo estará bien. ~ dice recogiendo las tazas vacías que hay encima de la mesa para ponerlas en la pequeña bandeja de madera con asas ~ Voy a la cocina. ¿Queréis algo más?

~ Creo que necesitaré un poco más de café. ~ dice Mai ~ La demanda de productos ha aumentado esta vez.

~ Pues otro café para mi hermosa novia.

~ ¡Trunks! ~ dice sonrojada ~ no digas esas cosas delante de tu madre.

~ Si solo he dicho la verdad. ~ sonriendo de oreja a oreja.

Mientras los dos discutían la forma de comportarse delante de los demás, Bulma los observa con una sonrisa. Desde que conoció la relación de Trunks y Mai del futuro pensó que hacían una gran pareja, no hay otra chica mejor para su hijo y espero este momento durante mucho tiempo.

Aunque son personas con mentalidad diferentes consiguieron conectar, Trunks no es como su hijo del futuro que consiguió madurar mucho antes de lo que debía por sus circunstancias, Trunks es un poco más inmaduro y Mai es demasiado madura para su edad, hasta sus gustos como por ejemplo música o ropa no coinciden con una chica de su edad, pero estar juntos es su destino, hace tiempo que está decidido y nadie lo podría cambiar.

Bulma creía que la actitud de Mai se debía a que creció solo con la compañia de Pilaf y Shū haciéndola crecer rápidamente, nunca ha hablado de sus padres y ella no iba a preguntar por si le recordaba malos momentos, solo espero a que ella se lo explicara, pero ese momento no llegó como tampoco llegó noticias de que la estuvieran buscando. Pero todo esto ahora no le preocupa sino que ella no lucia la joya de la familia y sabía que Trunks se iba a declarar o eso le pareció después de haberle escuchado ensayar secretamente en el despacho ¿algo pudo salir mal? Se preguntaba internamente hasta que Mai hizo una pregunta a Trunks y el ambiente cambió.

~ ¿Has arreglado las cosas con Pan?

~ No ha habido ocasión. ~ no quería hablar de eso, estaba de buen humor y ese tema cambiaría su estado ~ Además no hay nada que arreglar.

~ Qué no habido ocasión ~ dijo desconcertada ~ ¿Desde el domingo que intenta contactar?

~ Voy a por los cafés. ~ evadiendo la pregunta y mirando a Bulma ~ Mamá ¿quieres algo?

~ Un...té. ~ dice confusa al notar el cambio de tema tan repentino por parte de Trunks.

~ Pues voy a prepararlo.

Su hijo se fue terminando de esa manera la conversación. ¿Qué habría pasado con Pan? Una discusión entre ellos dos era muy raro o al menos hasta ahora no hubo problemas entre ellos. No quería meterse en medio de problemas ajenos, pero como madre no podía evitar estar preocupada.

~ Mai, ¿Qué pasa con Pan?

~ Exactamente no lo sé ~ volviendo su atención a la madre de su novio ~ desde el domingo que Pan no le deja de llamar y en una de esas contesté. Lo único que dijo fue que quería hablar con Trunks, la noté preocupada así que se lo fui a dar a él, pero no se quiso poner y por mucho que pregunte no me dice que ha pasado entre ellos.

~ Que raro...~ se quedó pensando durante unos segundos ~ Siempre se han llevado bien, él siempre la protege como lo hace con Bra.

Derrepente, la puerta se abrió atrayendo la atención de las dos mujeres sorprendidas al ver entrar al hombre que vino de otro tiempo vestido con el traje para entrenar.

~ Mirai, pensé que estarías entrenando con tu padre. ~ dijo Bulma sorprendida al verlo tan pronto. Vegeta es el tipo de persona que entrena hasta la hora de comer y no dejaría ir a su hijo fácilmente.

~ Y eso hacia, pero me ha dado un tiempo para que descanse ~ poniendo la mano detrás de la cabeza ~ dijo que había bajado el rendimiento.

~ Entonces, quédate y tomas algo con nosotros. Trunks ahora mismo está en la cocina preparando nuestras bebidas.

~ Vale, entonces iré ayudarlo ~ mientras se dirigía a la cocina.

~ Mai, ~ dice cuando vio desaparecer a Mirai ~ creo que sé lo que ha podido pasar con Pan.

~ ¿El qué? ~ dice intrigada.

~ Últimamente Pan pasa mucho más tiempo con Mirai, parece que Trunks le preocupa que sea cambiado por él y perder a su hermanita. ~ con sus dedos simuló dos comillas en el aire en el momento que pronunció la palabra hermanita.

Durante estos años, Bulma, pudo comprobar que los que tienen sangre saiyan parece ser que son atraídos mutuamente como si fueran imanes atrayendo al metal. Sus diferentes formas de pensar no les privaban a la hora de juntarse, una de las parejas más claras son Bra y Pan, distintos gusto, distinta forma de vestir, distintas en todo y aún así se entendían la una a la otra.

~ Pan nunca lo cambiaría, ¿no? ~ preguntó Mai no muy convencida.

~ Claro que no. Pan solo está haciendo lo que siempre ha dicho, pasar su máximo tiempo con Mirai. Lo que pasa es que Trunks siempre ha sido un poco celoso y protector. Ya lo deberías saber.

~ Eso es verdad, muchas veces se ha puesto a la defensiva cuando un hombre me ha mirado.

~ Ahí lo tienes, aunque por ti es otro tipo de celos. ~ río cuando vio a Mai enrojecerse.

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Mientras Mirai se dirigía a la cocina pensaba en como empezar el diálogo con Trunks y, aunque no le dijo nada a su madre, lo que pretendía era tener una charla sobre una cierta llamada que hicieron a la empresa. Cuando pasaba por la entrada escuchó a la mujer de la recepción intentar convencer a quién se encontraba al otro lado de la línea que sin identificación no podía pasarle con el presidente, tan apurada la vio que quiso ayudar y cuando se acercó a ella, al ser la viva imagen de Trunks, la mujer le resumió la discusión con el que tenía al otro lado de la línea tratándolo de la misma forma que lo hacía con Trunks. Sin pensar cogió el teléfono y eso que no sabía cómo lidiar con un importante empresario, pero no le importó, se presentó como el presidente de Capsula corp. y para su sorpresa la voz que escuchó fue la de Pan.

Había llamado con la intención de hablar con Trunks porque no conseguía contactar con él y con la idea de que no prestaría atención al número para luego sorprenderlo, pero por la desesperación no se acordó que llamar a ese número con quién tendría que hablar primero es con la recepcionista.

Estaba decepcionado y enfadado con Trunks por no querer hablar con ella, no podía ser que fuera tan despreocupado con todo lo que estaba por venir, no era momento para malos entendidos o discusiones, había mucho en juego. Es cierto que podría haber detectado el ki para encontrarlo, pero eso sería una intrusión a sus vidas personales y solo lo hacían si tenían una razón plausible para hacerlo y estando en la misma casa lo encontraría sin utilizar la técnica de rastrear el ki.

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Entre tanto, en la cocina, ajeno a todo, Trunks prepara los dos cafés y el té para su madre.

Era mitad de semana, pronto se acercaba el fin de semana en el que celebraría su cumpleaños y todavía no había hecho lo más importante. Al final, el día que tenía pensado proponer matrimonio a Mai no fue el indicado, no estaba de buen humor y todo por lo que pasó con su joven amiga. Ese día debía ser para recordar solo ese momento y no también el berrinche de la joven.

Sabía que tenía que hablar con ella puesto que desde el domingo lo intenta contactar y quería hacerlo, pero siempre acababa declinandolo. Le ponía furioso el solo hecho de que no le quisiera escuchar, lo único que quiere es evitar que le hicieran daño y a sus ojos le pareció que estaba muy interesada en Mirai, en ese momento no le pareció que le tratara como un ídolo como ella le dijo incontables veces sino como algo más.

~ Por fin nos vemos. ~ dijo Mirai entrando a la cocina ~ Parece que me estuvieras evitando.

~ No digas tonterias. ~ dice poniendo las tazas en la pequeña bandeja ~ Estoy ocupado con el trabajo.

Trunks mentía, lo estuvo evitando todos estos días y si hubiera podido, toda la semana porque con sólo verlo le recuerda todo lo sucedido con Pan y no solo por eso, ella poco a poco se distanciaba de él desde que Mirai llegó a sus vidas y la prueba era que pasaba mucho más tiempo con el recién llegado que con él, sentía como si Mirai intentara quitarle todo lo que le importa.

~ ¿A Pan tampoco la estás evitando? ~ no hubo contestación así que siguió hablando ~ No es asunto mio, pero...no crees que deberías hablar con ella.

~ Sí, tienes razón.~ por fin lo miró ~ No es asunto tuyo.

~ Deberías hablar con ella.

~ ¿Es una orden?

~ No, es una sugerencia. ~ dice pasando por el lado de Trunks ~ Acaba de llamar a la empresa con intención de hablar contigo porque no coges sus llamadas.

~ Sabe que por esta temporada el trabajo aumenta y estoy muy ocupado. ~ mientras lo sigue con la mirada para verlo detenerse en el armario de las tazas.

~ Lo entiendo, pero podrias hacer un hueco como ahora con el café. ~ abre el armario y agarra una taza ~ Como su amigo, deberías saber cómo se siente.

~ ¡Exacto, yo soy su amigo y no tú! ~ dijo con ira por escucharle hablar como si conociera a Pan mejor que él. ~ Tú sólo aprovechas que somos parecidos para acercarte a Pan haciendo que se aleje de mi. ~ sin cambiar el tono de voz ~ Ella te idolatra y tu amabilidad puede llegar a confundirla haciéndola sentir cosas que no debería, ella es joven y los sentimientos la pueden confundir.

~ Así que crees que puede llegar a sentir algo más que amistad.

~ No lo creo, lo sé. La conozco muy bien.

~ Primero, la única vez que me he hecho pasar por ti ha sido cuando he tenido que ponerme al teléfono hace unos minutos ~ dice mientras coge la jarra de cristal de la cafetera y vierte el contenido en la taza ~ y segundo, es imposible engañarla porque sabía con quién estaba hablando sin que en ningún momento le dijera que era yo. ~ dejando la jarra en su lugar y lo mira ~ Deberías dejar de imaginar cosas porque sino lo haces perderás mucho más de lo que crees. ~ dijo harto de que no se diera cuenta de todo lo que había en juego.

~ ¿Qué quieres decir?

~ Que solo ves lo que quieres ver. Me he dado cuenta durante estos días, sólo miras por ti. ~ agarra la taza ~ Tienes todo lo que yo no he tenido y lo desperdicias estúpidamente. ~ cerró en puño la mano que tiene libre con fuerza ~ Aunque sea triste, ahora me alegro de mi pasado porque evitó que me convirtiera en el hombre en el que te has tranformado. ~ pasó por su lado para pararse a centímetros de separación quedando espalda contra espalda. ~ Y otra cosa, Pan hace tiempo que se está distanciando de ti, mucho antes de que yo llegara.

Dicho esto, salió de la cocina dejando a un Trunks pensativo.

Por la ira dijo cosas que no sentía, todo lo que pasó solo para no convertirse en él no era una razón lo bastante valida para el sufrimiento que tuvieron que pasar los de su tiempo.

Esperaba que esas palabra le hicieran recapacitar porque sus acciones podrían desencadenar los sucesos, aunque todos podrían hacerlo, ahora mismo él era quien estaba más cerca de conseguirlo.

¿Qué se alegraba de su pasado?, claro que no, en lo único que se alegraba era en que él puede ver más allá que su contra parte. Trunks se quedó con la mejor vida de los dos, perdón, de los tres contando con el que está en su tiempo, tiene a sus padres, una hermana hermosa y cariñosa, una vida feliz con su novia, todos sus amigos están vivos y mucho más, pero es incapaz de acabar con una simple pelea que con tan solo unas cuantas palabra se arreglaría. Lágrimas de tristeza, dolor y rabia se deslizaban por sus mejillas cuando recordó su pasado arrebatándole la vida deseada y feliz que su otro él tiene.

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Recién acabado el examen y entregado, Pan se encontraba sentada y con la cabeza recostada en el pupitre, aún le quedaba por hacer dos exámenes más y una de ellas es la que menos le gusta e irónicamente también la tendrá cuando fuera a la universidad a estudiar ingeniería mecánica, matemáticas es lo que más dolor de cabeza le producía, pero todavía queda dos días para ese infernal examen.

Se sentía sin fuerzas ni ganas de hacer algo y no es por los ejercicios escritos en las hojas que le parecieron interminables, lo achacaba todo a los estudios y, sobre todo, por no poder comunicarse con Trunks, y sí, seguía entrenando, pero eso nunca la haría sentir así, más bien se desahogaba.

Desde el día posterior al de la pelea con él no ha dejado de llamar o enviar mensajes para hablar con Trunks. No tenía que disculparse y no iba hacerlo, lo que quería era tener una charla para aclarar todo y volver a estar en buenos términos porque le mataba esta situación, aunque últimamente se había alejado de él se escribían o llamaban para saber uno del otro, pero no se acordaba de lo testarudo que podría llegar a ser cuando quería evitar un tema, siempre era lo mismo con Trunks, si hablar lo pone de mal de humor cambia de tema o intenta escapar, pero esta vez no se saldrá con la suya, ella también es terca. La diferencia entre ellos dos es que él nunca reconocerá lo testarudo que es mientras que Pan no tiene problema en hacerlo.

El sonido de la campana que anuncia el final de las clases la sacó de su ensoñamiento, se sentó bien, cogió su cartera escolar colgada en uno de los lados del pupitre y la dejó encima de este. No todos los alumnos necesariamente tienen la misma cartera que Pan, unos llevan mochilas y otros una cartera bandolera, ella sólo escogió la elección más fácil porque le daba pereza y también porque creía que era una pérdida de tiempo elegir varias carteras o mochilas para ir al instituto.

~ Pan ¿cómo te fue el examen? ~ pregunto su amiga pelirroja de pelo corto, piel blanca como la nieve, ojos verdes con gafas redondas y grandes, al lado del pupitre.

~ Bueno, no me puedo quejar. ~ mientras busca en uno de los bolsillos de la cartera el móvil.

Conoció a la pelirroja al principio de entrar al instituto, una chica tímida que no parecía tener amigas y es que se acababa de mudar a la ciudad. Por su actitud le costaba hacer amigas y era una diana perfecta para las chicas populares. Un día, en la clase de ciencias, hicieron pareja para los experimentos, al principio fue un poco incómodo sobre todo para Pan porque la pelirroja casi ni hablaba, pero día tras día la situación mejoraba y llegaron hacerse amigas, aparte, Pan muchas veces la protegía de las chicas que buscaban problemas sin ninguna razón.

~ Ella nunca tiene problemas. ~ dice la rubia de ojos azules y pelo largo que se encontraba en el pupitre detrás de Pan.

~ A esto no se le puede llamar problemas ~ sin mirarla y revisando el teléfono comprobando que no tenía llamadas ni mensajes. ~ El gran problema todavía estaba por venir. ~ pensó.

La rubia que llevaba también desde el primer año en el instituto no se unió a ellas dos hasta el año pasado que fue cuando coincidieron en la misma clase y al parecer ya se conocían. Pan y ella, se encontraron un día en el centro comercial cuando compraban cada una con sus respectivas madres descubriendo que era hija de Irēsa antigua compañera de Videl y que de pequeñas se conocieron cuando sus madres quedaban para tomar café. Videl e Irēsa seguían quedando, pero las niñas crecieron y no hacia falta llevarlas perdiendo, así, el contacto entre las dos jóvenes hasta ahora. La rubia es la viva imagen de su madre en la adolescencia con la diferencia que es más bromista y sarcástica hasta el punto de llevar a Pan, muchas veces, a la desesperación y eso le encantaba, ver la cara de su amiga desencajada es su pasatiempos favorito.

~ ¿Problemas con el novio? ~ se burlaba la rubia.

~ Sabes que no tengo ~ todavía con la mirada fija al móvil como si fuera a sonar de un momento al otro.

~ Pues no lo parece. ~ apoyando un codo en la mesa para recortar su cabeza en la mano ~ Últimamente estás muy pendiente del móvil y hay rumores de que has cazado al hijo del director.

~ ¡¿Quién lo ha dicho?! ~ girando medio cuerpo hacia atrás para mirarla.

~ No seas tonta Pan, rumores son rumores, no se sabe quién los empieza.

~ Yo hasta he escuchado que habéis tenido una cita el sábado. ~ habló la pelirroja. ~ Hacéis una pareja magnífica. ~ dice con una sonrisa sincera.

~ No digas tonterias ~ volviendo otra vez a mirar a la pelirroja. ~ Eres demasiado inocente. ~ dirigió su atención a su móvil ~ Lo del sábado solo fue por estudios obligada por el director.

~ Si es así ¿por qué está viniendo hacia aquí? ~ preguntó la rubia.

~ ¿Cómo? ~ miró hacia la puerta descubriendo que, efectivamente, Baozi con su mochila a cuestas se acercaba a ellas.

~ Nosotras nos vamos. ~ dice levantándose del pupitre y poniéndose la mochila bandolera.

~ ¿Pensáis dejarme sola?

~ Sola no. Enseguida tendrás compañia. ~ dice divertida la hija de Irēsa.

~ Ni se os ocurra marcharos. ~ les advirtió.

~ No te oímos. ~ mientras empuja por la espalda a la tímida chica que mira con preocupación a Pan por dejarla sola.

~ Traidoras ~ dice entre dientes. ~ Ten amigas para esto.

Empezó a recoger todo lo que había en el pupitre lo más rápido que pudo guardando los libros en la parte con más espacio y el estuche en otro compartimento más pequeño, pero se detuvo al ver una piedra de color púrpura. Metió la mano con mucho cuidado y lentamente cuando le pareció ver que se iluminaba tenuemente.

~ ¿Qué haces?

~ ¿Qué? ~ dice sorprendida mirando al chico y a su vez sacando la mano de la cartera.

~ Llevas segundos absorta mirando la cartera. ~ llevaba casi un minuto de pie al lado de la chica sin que se diera cuenta de su presencia.

~ ¿Mirando? ~ dice confusa.

~ Sí, ¿hay algo raro?

Entonces, Pan, extrañada miró a la cartera. ¿De verdad la estuvo mirando? ¿Por qué no se acuerda? ¿Tan cansada está? Se estremeció

cuando su visión fue atraída hacia uno de los pequeños bolsillos, algo que había ahí le hacía tener esa sensación, intento volver a mirar, pero el chico cogió la cartera apartandola de su vista.

~ ¿Un bicho? ~ dice revisando el interior ~ Yo puedo salvarte si les tienes miedo.

~ No necesito que me salves. ~ arrebatando la cartera de las manos de Baozi. Le pareció que salvar era la palabra favorita del muchacho, no es la primera vez que se lo decía ~ Estoy acostumbrada a animales, bichos e insectos. ~ mientras guarda el estuche y cierra la cremallera. ~ No les tengo miedo.

~ Entonces, ¿por qué la mirabas?

~ ¿Mirar? ~ preguntó levantándose de la silla ~ Solo guardaba mis cosas. ~ colgando la cartera en el hombro ~ ¿Y qué querias?

Baozi se quedó sorprendido sin decir nada por el cambio de actitud de la chica. Es como si la conversación anterior fuera borrada de su mente y su expresión de incredulidad fue cambiada a una de seguridad como siempre tenía.

~ Baozi si no quieres nada me voy. ~ empeieza a caminar.

~ ¡No, espera! ~ salió de sus pensamientos al escuchar su nombre salir de los labios de Pan ~ Necesito que me ayudes otra vez ~ dice llegando a su lado para seguir caminando junto a ella.

~ Pero si no lo necesitas.

~ Claro que sí.

~ Hay personas mejor cualificadas que yo.

~ Pero tú explicas mejor. Venga, va, no seas mala. ~ dice suplicante.

~ Deja que lo piense. ~ lo mira con fastidio y le vio sonreír ~ ¿Por qué sonríes?

~ Por dos cosas. Uno, porque no has dicho un no rotundo ~ enumerando con sus dedos ~ y dos, nos conocemos desde que empezamos el instituto y es la primera vez que escucho que dices mi nombre.

~ No digas tonterias ~ dice parando en seco en medio del pasillo lleno de taquillas y alumnos sacando sus pertenencias ~ Claro que he pronunciado tú nombre.

~ No delante de mí. Dilo otra vez.

~ No.

~ Vamos, solo una vez más ~ con ojos de cordero degollado.

~ Que pesado eres, te he dicho que no lo voy a decir. ~ retoma su camino ~ Y no me sigas o directamente te diré que no a ayudarte sin pensarlo.

~ Vale. ~ viendo como Pan se aleja ~ ¡¿Cuándo quedamos?!

~ Aún tengo que pensarlo. ~ dice caminando sin mirar atrás.

Pan desapareció de la vista de Baozi, pero el seguía mirando en la misma dirección y el recuerdo de ver a la chica mirando la cartera volvio a su mente. El bolsillo que miraba era el mismo en el que metió la piedra dos días antes en un despiste de la muchacha y aún seguía ahí, la vio cuando cogió la cartera. La maga o bruja que le dio la piedra dijo que le podría ayudar a conseguir el corazón de Pan y parecía que era cierto, su comportamiento hacia él había cambiado y no le pareció que lo mirara con indiferencia como hacia normalmente, eso quería decir que ¿funcionaba? sí es así, dentro de poco lo confirmaría.

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Bra sabiendo el horario de su amiga decidió ir a su encuentro esperando en la entrada del recinto del instituto. Las chicas que pasaban por su lado la miraban y no porque fuera reconocida sino porque vestía a la última moda lo que quería decir que su ropa es bastante cara, ella todavía no es tan famosa como su hermano. También hubo chicos que se acercaron a ella pero se deshizo de ellos rápidamente y con elegancia, además, su novio superaba a todos con creces.

Desde que habló con Pan por teléfono estos últimos días comentando lo sucedido con su hermano, no se sentía tranquila y también seguía debatiéndose si contar su noviazgo con Goten porque ellas no tienen secretos, cierto es que él podría tener razón y hacer más mal que bien, pero cuando una conseguía algo que la otra no podía y deseaba, se alegraban por la victoria de la otra, es lo que pasó cuando ella llegó a la transformación de súper saiyan. Pan lo desea con fervor, aunque lo consiguió durante unos segundo no pudo mantener la transformación, pero eso no le impidió alegrarse por ella. Entonces, ¿no sería lo mismo con su relación con Goten? Pero también está el asunto de que Trunks le pedirá a Mai que se casen, eso si que podría influir en el estado de ánimo de Pan. Su cabeza estaba en caos.

~ ¿Bra? ~ dice Pan sorprendida al verla allí.

~ Has tardado. ~ con enfado fingido.

~ Tampoco sabía que estarías esperando.

~ Vamos a una cafetería ~ poniéndose en el lado contrario donde su amiga tenía la cartera y entrelazando sus brazos con el de ella ~ invitó yo.

~ ¿Por eso te has saltado las clases? ¿Para tomar algo?

~ Y también para hablar de esa pelea ~ arrastrando a su amiga.

~ Claro, porque esas son razones válidas. ~ para ella las razones válidas eran tener un resfriado que no la dejara mover de la cama o el fin del mundo.

~ No te preocupes, con que me pasen los apuntes todo ira bien.

~ Me gustaría tener tu celebro ~ dice bostezando tapando la boca con la mano.

~ Perdón si te aburro.

~ No es eso, contigo nadie se puede aburrir.

~ Yo también te quiero. ~ abrazandola. ~ ¿Y entoces? ~ soltandola para volver a coger el brazo de Pan.

~ Llevo unos días cansada por los exámenes, aunque quién más influye es tu hermano.

~ Vaya, ~ entre cerrando los ojos ~ estás queriendo decir que mi hermano y tú...

~ No digas tonterias ~ interrumpiendola con las mejillas rojas.

~ Iba a decir que volvíais a entrenar juntos. Eres muy mal pensada.

~ Sabes que no es eso lo que ibas a decir y menos con el tono con el que lo dijistes. ~ la mira enfadada cuando oye unas risitas por parte de Bra.

~ Vale, vale, no te enfades. ~ enterrando así el hacha de guerra ~ ¿Quieres decir qué no has podido hablar con él?

~ Por mucho que lo llamo y le envió mensajes no contesta ~ con semblante triste ~ y por culpa de eso mi mente no puede descansar bien. ~ ahora lo dice en tono de enfado, cualquiera diría que es bipolar.

~ ¿Sabes que también tienes parte de culpa de que este actuando de esta forma?

~ Perdona ~ indignada ~ ¿qué se supone que he hecho?

~ Pan, tu excusa para no ver tan seguido a Trunks es porque tienes exámenes sin tener tiempo para pasar por casa, pero si lo tienes para Mirai.

Pan no podía decir nada porque es cierto todo lo que Bra dijo. Esa es la mejor excusa que se le ocurrió aunque no fuera cierto porque tiempo tenía, pero tenía que alejarse de Trunks, ya que, había peligro de que se diera cuenta de sus sentimientos. Gracias a esa separación, el dolor que sentía cada vez que estaba con él parecía desaparecer, aunque tuviera recaídas sabía que con el tiempo conseguiría superarlo.

~ Acuérdate de como actuó una de las veces que Mai habló de Mirai.

~ Eso no tiene nada que ver y menos conmigo.

~ Entiende que es un tema delicado para mi hermano.

~ Y tú entiende que insinuó que sentía algo más por Trun...Mirai que no fuera admiración cuando perfectamente sabe lo que siento. El problema es que su terquedad es de tan alto nivel que no es capaz de hablar de un tema del que él cree que tiene razón. ~ dice aún más enfadada. ~ Siempre es lo mismo, cuando no quiere hablar de algo se escabulle e ignora el problema.

~ Lo dice la que no es terca.

~ Sí, lo soy y no tengo problemas en reconocerlo.

~ No me gusta esa parte tuya que se te pego de Trunks.

~ ¿De qué hablas? Yo nací siendo terca.

~ Oooh y tanto que se te pego, como decir las mismas frases y puedo asegurar de que antes de que pasaras tanto tiempo con mi hermano, no eras así ~ mirándola de reojo esperando a que hablara.

~ No digas...

~ ...tonterias ~ acabando la frase y sorprendiendo a su amiga ~ Sabía que lo dirías, mi hermano la dice mucho.

~ Bueno, sí, pero... ~ no tenía ningún argumento válido para negarlo así que sólo cambio el tema ~ no he pasado tanto tiempo con Mirai como dices, al menos como yo quería.

~ Son Pan, no esperaba eso de ti. ¿Cómo te gustaría pasar el tiempo con él?

~ Bra, ¿por qué cambias el sentido de mis palabras? Sabes que me refiero a entrenar.

~ Porque has cambiado de tema.

~ ¡¿Qué?! ¡No es cierto!

~ ¡Mira! ~ señalando a una cafetería e ignorando a Pan ~ Vamos a esa cafetería ~ soltandose del brazo ajeno para dirigirse al establecimiento.

~ ¡Bra, no me ignores! ~ dice antes de seguirla.

Claro que Bra tenía razón, los malos hábitos son más fáciles de aprender que los buenos y eso es lo que le pasó a Pan. No lo reconocería porque la razón era tonta y esa razón es porque se sentía más cercana a él. Sobre todo la frase "no digas tonterias", aunque parezca mentira, nadie más la pronunciaba, solo ellos dos. Se acordaría toda la vida de aquel día en que decidió decir esa frase sabiendo que solo ellos dos la dirían.

Los recuerdo le vinieron a la mente de ese día de años atrás...

Continuará...