-Papá, ¿cómo conociste a mamá?

-Esa es una historia muy larga, también tiene muchas partes feas.

-¿Me la puedes contar?

-Está bien, pero debes prometer que no harás lo mismo que hice yo.

-Está bien.

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Tu madre era una niña demasiado tímida, ella pasaba todo el tiempo sola, todos se burlaran de ella por sus ojos, le decían cosas horribles y siempre la golpeaban.

Todos, incluído yo, la exhiliabamos. A pesar de ser una chica muy inteligente nunca hacía nada para evitar que la tratase mal.

Siempre que salíamos de clases las chicas que eran populares, la llevaban a lugares alejados de los adultos o de otros niños. Para que no las vieran y las acusaran con los profesores.

La primera vez que la mandaron al hospital gravemente me acerqué a ella. Traté de ayudarla pero ella me tenía demasiado miedo, es normal cuando no haces nada cuando la intimidan, con el tiempo me fui ganando su confianza, ella confiaba en mi, todo el tiempo estábamos juntos, yo ya no permitía que volvieran a abusar de ella.

Eventualmente nos fuimos conociendo más y más, incluso supe que ella sabía artes marciales por parte de tu abuelo, pero nunca dejaban que ella utilizará esa fuerza contra nadie, por las tradiciones que la familia Hyuga tiene, así que por eso no hacia nada contra esas chicas.

Descubrí que tú madre era la persona más maravillosa del mundo, que sus ojos no solo demostraban la pureza que había en ella, su amabilidad, inteligencia. Si no también mucha tristeza, me pesaba verla de esa manera, así que le prometí que siempre la iba a proteger.

Pero no pude, la última vez la golpearon demasiado y provocaron que ella llegara al hospital. Pero afortunadamente estaba bien. Después de ese día no volvimos a verla.

Hasta que entré a la universidad, la volví a ver y ella era la mejor mujer del mundo como ahorita. Ya era toda una adulta. Cuando la vi sentada en la biblioteca las emociones que sentía de niño volvieron a aparecer. Me acerqué a ella intentando volver a ese tiempo. Sin embargo, ella no me reconoció.

Parece que había perdido sus recuerdos, así que volví a hablarle. La incluí a mí grupo de amigos, creo que fue una decisión mala, pues la mayoría de ellos al parecer se enamoraron de ella o al menos les pareció atractiva. Hasta que la conquisté y la tuve a mí lado, todo el tiempo la quería para mí. Fue uno de los mejores momentos de mi vida.

Con el tiempo nos graduamos de la universidad, ella comenzó a trabajar en las empresas de tu abuelo y yo en las de mi padre. Pero seguiamos siendo la mejor pareja y el mejor equipo.

A los dos años decidimos casarnos, o bueno, yo prácticamente se lo rogué, todo el tiempo que fuimos pareja yo siempre se lo pedía y ella siempre me daba la misma respuesta. "Podremos hacerlo en un futuro", vaya respuesta.

Hasta que una vez me dijo que sí, por fin había logrado que esa hermosa mujer aceptara casarse conmigo. Soy demasiado afortunado por estar a su lado.

A los dos años de casados tuvimos a tu hermano Itsuki, fue otro momento hermoso para ambos, después siguieron los gemelos; Suki e Hisaki y al final llegaste tú. Todos esos momentos los atesoramos con demasiado cariño. Desde ese momento, desde que tú madre y yo estamos juntos ha habido demasiada felicidad que me aterra que algo me la quite.

De lo que estoy completamente seguro es que nunca sentiré esto por nadie más que tú madre. Ella es mi felicidad.

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-Mamá, papá me contó su historia de como se conocieron

-¿a si?

-Si, es genial, tengo que decirte que fuiste una niña muy valiente.

-Mamá es la mejor mujer del mundo, nunca lo dudes.

-Basta de peleas.