La constelación de Géminis siempre ha sido una de las más queridas por los entusiastas de la astronomía, no obstante, para los que nacían para este signo solo experimentarían lo que eran las desgracias.

Ya se habían registrado casos donde los que eran Géminis terminaban de malas maneras, ni que decir de las personas que resultaban ser inocentes y acababan de forma trágica.

Y esta vez, no sería la excepción.

Ya Yuzu había experimentado de primera mano cómo era pasar por algo así, lo mismo que su cónyuge Saga. El peli azul fue víctima de un espectro maligno que lo hizo cometer atrocidades, de suerte obtuvo perdón y logró redimirse.

Por el lado de la peli lavanda, esta obtuvo una versión maligna por así decirlo, la cual resultó ser Mei, aunque se notaba que sería así, esta al final aprendió a vivir como una persona normal o al menos eso es lo que ella quería y al final fue madre de 3 pequeños a quienes quería muchísimo.

Aunque se pensó que Mei fue la versión maligna de Yuzu, cumpliendo así la maldición de los Géminis con ella, tal parece que no fue el caso.

- Todo parece estar bien – la colombiana daba un paseo por el pueblo de Rodorio mirando para todos lados, de la nada, su mente se nubló y no solo eso, sino que su cabello lavanda cambió a uno de color negro, tan oscuro como la noche misma.

- Hm, parece que aquí las cosas son calmadas – susurró esta nueva forma de Yuzu quien continuó su camino mirando todo sin emoción alguna. Las personas saludaban a la gata mágica que solo seguía adelante. En un momento determinado, esta arribó a Cabo Sunion en donde se encontró con una persona conocida por Yuzu.

- Madre, bienvenida – esta fue Hikari Sonoda, la sobrina de Umi la cual como era sabido, fue cuidada por Yuzu desde que era una bebé y desde entonces formaron un vínculo grande como madre e hijo.

- …

- ¿Pasa algo? – la reencarnación de Poseidón notó algo extraño en la chica quien de la nada saltó sobre ella tratando de herirla, pero la peli azul la detuvo sin vacilar – algo no cuadra en ti, no eres mi madre ¿no?

- Eres alguien fuerte, pero no puedo creer que detuvieras el golpe que te iba a lanzar.

- No seas impertinente, ¡¿Quién eres y por qué tomaste el cuerpo de mi madre?!

- ¿Yo? Nadie en especial – la peli negra comenzó a reír – solo uso este cuerpo para querer hacer el mal jeje.

- Eres una… ¡¿Cómo te atreves a hacerle eso a mi madre?! – Hikari elevó su cosmos haciendo que el mar alrededor del cabo comenzara a sonar con fuerza, esto era claro de que el dios de los mares no estaba nada contento.

- Jaja, espero que solo pienses en una cosa, nadie saldrá vivo de mi tormento – exclamó esta haciendo que el cabello de Yuzu volviera a su color original.

- ¿Eh? ¿Dónde estoy? – esta miró para todos lados hasta que se dio cuenta en donde se encontraba – Pose-chan, ¿Por qué estoy en tu templo en Cabo Sunion?

- ¿No recuerdas nada de lo que pasó? – la colombiana negó – madre, el cabello te cambió de color a negro y estabas diciendo cosas extrañas.

- ¿En serio? P-Pero se supone que ya no tengo ninguna versión malvada, Mei ya salió de mí y es un ser independiente.

- Madre, dime una cosa, ¿la tía Mei es alguien que nació espiritual o de alguna otra cosa? – Yuzu quedó pensativa por eso.

- Mei y yo íbamos a hacer el mismo día como gemelas, pero tal parece que yo la absorbí durante la gestación, pero sus células estuvieron en mi interior hasta que desarrolló conciencia propia y bueno, lo demás es historia, tengo una hermana gemela y sobrinos de parte de ella.

- Entonces, por lo que he vivido por años, ¿será que ahora si despertará tu verdadera maldad del signo Géminis? – Yuzu se quedó en silencio y solo miró a su hija adoptiva y se dio cuenta de que podía ser bastante asertiva.

Despidiéndose de esta, Yuzu volvió a su casa en el templo de Géminis en donde decidió darse otro baño y acostarse un rato. Como su día libre, se tomó una pequeña siesta en donde parecía que se aclararía todo.

Aunque sus sueños fueron todo lo contrario.

Dentro de la mente de Yuzu, esta estaba flotando en medio de la nada, era el espacio exterior el que se manifestó ahora y el cielo estaba bañado de estrellas.

- ¿Por qué estoy flotando en el espacio? – delante de ella, de la nada, se manifestó a todo color y en vivo la constelación de Géminis en el horizonte.

No obstante, algo más vino con la formación de estrellas y fue una copia de ella, igual en todos los sentidos, solo que peli negra y ojos del mismo color, además de una sonrisa macabra en su rostro.

- ¿E-Eres tú Mei? No… no puedes ser Mei, esa aura… ese cosmos, no eres tú.

- Soy yo, bruja Blair, ¿o prefieres ser llamada Yuzu Alejandra Araki?

- ¿Quién rayos eres tú? – la peli negra comenzó a reír de forma horrida.

- Te lo estoy diciendo, soy tú, pero tu parte maligna, aquella que guardas muy dentro de tu corazón, soy todo eso que te molesta, odias, irrita, desde familia hasta tus amigos.

- ¡No eso puede ser posible!

- Desde lo que te molesta de tus amigos, hasta el odio que posees a tu familia biológica, tu madre, tus hermanos, todos ellos.

- Puede que con mis hermanos mayores no estén las cosas que bien, pero a mi madre y con ellos yo no…

- ¡Mentira! – gritó su otra yo dejándola en silencio – por más que lo niegues, por más que digas que no tienes odio hacia ellos, en tu corazón tienes ese odio hacia ellos y solo deseas matarlos.

- ¡No es así! ¡No tengo eso contra mi familia! – esta calló al ver como su otra yo caminaba hacia ella a paso lento, pero firme hasta quedar frente a frente con la peli lavanda.

- Bruja Blair, Yuzu Araki, como sea que te llames, cuando me libere, no sé qué haré ya que no me controlaré y no me vendrás conque para detenerme te matarás ya que, si tú mueres, yo tomaré tu cuerpo.

- ¿No morirás también?

- Gata idiota, morirás tú, yo tomaré tu cuerpo y eso será suficiente para hacer lo que yo quiera – la peli negra fue y la tomó del cuello elevándola mientras su agarre se hacía fuerte quitándole de a poco el oxígeno.

- P-Pero… ¿Q-Que deseas?

- Deseo hacer lo que se me pega la gana con tu cuerpo, además, se ve bien que llevas un niño en tu interior, por lo que no me molesta acabar con él también – esta sin más atacó el vientre de esta del cual salió una cantidad inmensa de sangre – nunca olvides esto, Yuzu Alejandra Araki.

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- ¡NOOO! – esta se despertó de golpe revisándose todo el cuerpo notando que estaba bien. Su vientre estaba sano y salvo, apenas notándose lo abultado que estaba, rápidamente Yuzu se revisó en el espejo notando que estaba en su forma normal – menos mal, por un momento pensé que yo…

- ¿Te pasa algo Alejandra?

- ¡MIAU! – Yuzu pegó un gran brinco, aunque de suerte con una de sus calabazas evitó caer de golpe al suelo – ¡Mei, no me asustes así!

- Lo siento, tampoco te esponjes, solo pasé a saludar – la peli blanca decía mientras iba hacia la cama de esta acostándose – y dime, ¿Qué te pasa que estás así?

- Mei, dime una cosa por favor – susurró la peli lavanda – ¿tú crees que haya alguien peor dentro de mí?

- ¿Algo peor? No sé a qué te refieres.

- Mei, creo que la verdadera maldad de la constelación de Géminis se está manifestando dentro de mí, quiere salir, así como lo hiciste tú.

- O sea, ¿Qué hay otro yo dentro de ti? – la peli blanca se quedó pensando un poco en eso, era algo que no pensó que podría pasar – es extraño, no recuerdo una entidad maligna cuando estuve dentro de ti, aunque suene feo eso jeje.

- Lo entiendo, pero siento que en cualquier momento pueda salir y lastimar a mi familia.

- Es peligrosa entonces, sé que no soy quien para hablar ya que me comporté igual, pero esta sí se escucha peligrosa – ambas hermanas sintieron un cosmos extraño y a la vez maligno, estas se pusieron alerta mirando para todos lados.

- Vaya, vaya, así que esta es la que salió de tu cuerpo, realmente me esperé algo más duro y maligno, pero esto solo fue una decepción la verdad – la voz de la nueva personalidad se hizo presente.

Como si fuera un deja-vú para ambas hermanas, frente a ellas se materializó una copia de ambas, pero peli negra, con su vestimenta igual a las de ambas, salvo que era de color azul marino.

- ¿Tú eres la versión malvada de mi hermana? – Mei preguntó.

- Hm, podemos decirlo así – esta caminó hacia ponerse al lado de las dos hermanas, ambas estaban atentas por si hacía algún movimiento peligroso.

- ¿Cómo te haces llamar? – preguntó la peli blanca sin quitarle la vista, la peli negra comenzó a reír.

- Veamos, no sé cómo podría presentarme, digo, ustedes tienen sus nombres, así como de bruja y humano, mi nombre humano lo tengo, pero se los diré si adivinan mi nombre de bruja.

- ¿Tu nombre de bruja? – ambas se concentraron un poco para dar con el nombre de bruja de la peli negra, cosa que al final ambas lograron.

- Kyteler.

- ¿Tu nombre de bruja es ese?

- ¡Bingo! Le han dado, felicidades – esta aplaudía con burla – y bueno, mi nombre humano es Harumi, por así decirlo.

- ¿Harumi?

- Siento que aquí hay una conexión con nuestros nombres – Yuzu decía – Harumi, ¿Qué intenciones tienes?

- Como dije, quiero tomar tu cuerpo para hacer lo que se me plazca.

- ¿Lo que se te plazca?

- Así es, y si tengo que matar a las personas que desee, lo haré entonces – la sonrisa de la peli negra se hizo más grande.

- Eres una… ¿en serio crees que te dejaré hacer eso? – Mei se puso en posición de combate por si tenía que pelear.

- ¿Y cómo me matarás? Este es mi cosmos manifestándose apenas, una vez que posea a tu hermana, sabrás enfrentarme, aunque… – la peli negra desapareció de ahí poniéndose en el cuerpo de Yuzu cuyo cabello cambió de color a negro – si quieres atacarme, hazlo, pero ya sabes qué pasará con el cuerpo de tu hermana.

- Maldita, ¡pelea como se debe! – Mei decía, pero Harumi solo atacó a la peli blanca dándole un fuerte golpe en el rostro, pero esta se levantó de golpe y sin medir palabras, le dio una fuerte cachetada a la peli negra que quedó en silencio por eso.

- T-Tú…

- Puede que Alejandra esté embarazada, pero eso no quiere decir que tú tomes su cuerpo como si nada – Mei exclamó molesta – ¡sal de ahí, perra!

- E-Eres… por el momento lo dejaré así, pero no crean que se liberarán de mí, después de todo, no me pueden separar – susurró Harumi quien de la nada desapareció y Yuzu volvió a su forma original.

- Alejandra, eres tú de nuevo.

- ¿Harumi tomó mi cuerpo?

- Sí, esto no me gusta mucho – la menor de las gemelas miraba al cielo de la habitación – Alejandra, ¿crees que podamos separarte de esa parte tuya?

- Es que no sé qué hacer, digo, ya Nin-chan dio parte de su vida para que tú y yo estemos separadas, no podría pedirle que lo haga de nuevo.

- ¿Entonces como le haremos para separarte de Harumi?

- Ni idea – ambas lo pensaron hasta que dieron con una respuesta – lo tengo, sé de alguien que podría averiguarlo.

- ¿Quién?

- Sencillo, nuestra demonio que lleva millones de años existiendo, ella podría saber sobre esto.

- Gran idea, habrá que preguntarle a Ángel si tiene algún hechizo antiguo.

- Vamos con ella – exclamó esta y sin más, Mei y Yuzu partieron hacia la residencia Tachibana para ver si se podía hacer algo.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Ya la parte malvada de Yuzu, la originaria de la maldición se ha revelado y como vimos, es peli negra y el traje de bruja es color azul marino, además de poseer su nombre humano como Harumi y su nombre de bruja Kyteler.

El nombre de Harumi lo relacioné con el de Yuzu y Mei, creo que a lo mejor se den cuenta por qué.

Así como el nombre de bruja de Yuzu, Blair, es por la bruja Blair; y el nombre de bruja de Mei, Salem, es por los Juicios de Salem; el nombre de Harumi, Kyteler, es por Dame Alice Kyteler, la primera mujer en ser enjuiciada y asesinada por brujería en Irlanda en el siglo XIV, por lo que es conocida como la bruja más antigua de ese país.

Además, se dice que ella tuvo relaciones sexuales con un incubo llamada Robin Artisson, dicho por ella misma.

Con eso dicho, ahora veremos si se puede hacer algo para poder separar a Yuzu de Harumi, ya que como dijo esta última, incluso si Yuzu muere, esta tomará su cuerpo, no será lo mismo que con Mei.

Eso lo veremos en el siguiente capítulo.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.