Las hermanas Araki fueron directamente hacia donde estaba Ángel para consultarle sobre eso, ya sabían sobre la historia de que los Géminis poseían una maldición, solo les quedaba saber cómo es que podrían separarse.

- Ya veo, entonces han descubierto que hay otra Blair-chan dentro de ti ¿no es así? – la argentina señaló a Yuzu quien asintió.

- Dijo que se llamaba Harumi y que su nombre de bruja era Kyteler, además de que posee el cabello negro al igual que sus ojos, es algo que no logro entender – la peli morada decía – ¿crees que nos podamos separar?

- Sí, pero no de la forma en que Ramón lo hizo – exclamó Mei – no quiero que él lo vuelva a hacer, ya dio la mitad de su vida para que nosotras dos fuéramos libres, no quiero que esto vuelva a pasar ya que si lo hace de nuevo…

- Morirá – la demonio exclamó mientras miraba al cielo azul desde su ventana en su estudio, ambas hermanas Araki estaban pensando en que hacer, en eso, se le vino algo a la mente a la peli blanca.

- ¿Tienes algo en mente?

- Sí, hay alguien que puede ayudarnos y es alguien que vive en mi reino, no pensé en ella cuando Ramón las separó a ambas, luego con el tiempo me di cuenta de que en un libro muy antiguo hay un hechizo el cual puede servir para separarlas a ambas, tal vez eso ayude.

- ¿Se puede hacer?

- Sí, solo díganme una cosa, ¿están listas para esto? – ambas asintieron, en eso, Yuzu se quedó helada sintiendo algo extraño en su cuerpo, no fue hasta que esta cambió de color de cabello emitiendo un aura extraña.

- Vaya, con que deseas separarme ¿no?

- Tú debes ser justamente la que dicen ellos – Ángel dijo mirando a la ahora peli negra – vaya, pero si eres sexy.

- Debe ser porque tiene el cuerpo de mi hermana – Mei decía.

- No crean que les dejaré hacer lo que deseen – decía esta quien iba a atacar, pero Ángel solo concentró su cosmos evitando que esta se moviera de su lugar.

- ¿C-Cuanto cosmos posees? N-No me puedo mover.

- Muy bien, con la nueva gatita vamos al Kólasi, tendremos que ver a esa persona que nos ayudará – creando un portal parecido a una puerta japonesa antigua, Ángel tomó a Harumi y Mei la siguió.

Una vez llegadas al Kólasi, estas fueron hacia una oficina grande en donde nada más entrar, fueron recibidas por una mujer de cabello rubio, ojos verdes claros la cual las recibió con un abrazo, en especial a la demonio de cabello blanco.

- ¡Tiempo sin verte mi pequeña! – la mujer tenía presa a Ángel entre sus pechos.

- M-Mamá… ¡espera, no puedo respirar! – para Mei eso era una sorpresa grande.

- A ver, a ver, aguántame las carnes, ¿Cómo es que es tu madre? ¿No que tienes tu madre con Yuzaki?

- Verás Salem-chan, lo que pasa es que ella…

- Me presento, mi nombre es Cime, madre de Suikyo-chan – esta se presentó.

- ¿Me lo explicar por favor?

- Una larga historia que nos llevaría todo un capítulo, pero el autor está escribiendo de otro tema y vamos a ir con el asunto que nos incumbe – Ángel miró a su madre – mamá Cime, por favor, quiero que me muestres el libro que encontraste el otro día, sobre la separación.

- Entiendo, vamos adentro por favor – el trio pasó al interior del palacio, aunque a Harumi tuvieron que llevarla hasta que encontraron el libro.

Este parecía muy antiguo y al abrirlo, notaron como es que había muchos hechizos los cuales estaban escritos en una lengua antigua, Ángel parecía ser la única que lo comprendía.

- Aquí está, con este hechizo podremos separarlas a ambas – susurró esta leyendo un poco – muy bien, preparemos el escenario entonces.

- ¡¿Qué me van a hacer?!

- Sencillo, vamos a separarte de Blair-chan, así tú serás libre de hacer tus cosas y dejarás en paz a Blair-chan.

- ¡Ni crean que dejaré que hagan eso!

- Salem-chan, mamá Cime, háganse a un lado, trataré de hacer este hechizo – las dos asintieron, se hicieron a un lado y el cuerpo de Yuzu controlado por Harumi se iluminó por el enorme círculo mágico debajo de esta.

- ¡No te atrevas!

- Imini nobusuku bahlukanise iplanethi, ngendlela efanayo, ngicela ukuthi lezi zidalwa ezimbili zihlukaniswe, zizimele! Yizwa ukukhala kwabo! Ukuhlukana ngokuphelele! (El día y la noche dividieron el planeta, de la misma forma, pido que se dividan estos dos seres, ¡sean independientes! ¡Escuchen sus lamentos! ¡Separación absoluta!)

Al decir eso, el círculo comenzó a ponerse más rojo de lo normal y el enorme cosmos que emanó fue tanto que la figura de Yuzu se puso en total oscuridad, en eso, se miró como su cuerpo comenzó a fracturarse.

Esto fue peor ya que el grito que daban parecía dividido, además de ver cómo estas se fueron separando de a poco hasta que finalmente se separaron por completo dando origen a otro ser independiente de la peli lavanda.

- Funcionó.

- S-Sí, funcionó – Ángel cayó de rodillas – mierda, esto consume mucho cosmos, por algo deben ser hechizos antiguos y de gran poder.

- Alejandra, ¿te encuentras bien? – Mei fue hacia donde estaba su hermana quien apenas se iba levantando hasta que se topó cara a cara con esta.

- Mei… ¿Dónde estamos?

- Estás en mi reino Blair-chan, además de que gracias a un hechizo antiguo logré separarte de tu maldición.

- ¿Lo hiciste? – esta vio a un lado en donde justo estaba su parte maligna, esta era como Yuzu en todos los sentidos, solo que peli negra, además de llevar la misma ropa que ambas hermanas, solo que de color azul oscuro.

- Ay mamita, que linda es – susurró Ángel mirando a Harumi quien se ponía de pie por un momento revisando el cuerpo.

- T-Tengo un cuerpo propio… pero que pechos tengo – esta se los vio, parecían ser iguales o un poco más grandes que los de Yuzu – en serio, que raro se siente esto.

- Que grandes – susurró Yuzu mirando a su versión maligna, su traje a diferencia del de Mei y el suyo, era más ajustado.

- ¿Cómo es que tiene mejor cuerpo? – Mei dijo mirándose los pechos – demonios, los tiene más grandes que yo.

- Y ahora que estoy libre, realmente puedo hacer lo que deseo – Harumi exclamó por lo bajo mientras que esta creaba una calabaza de color negro y se subía a ella para irse de ahí.

- Oye, ¿A dónde vas?

- Por ahí – exclamó la peli negra yéndose de ahí.

- No escaparás – Yuzu hizo lo mismo y fue tras ella.

- No la dejaré ir – Mei creó una calabaza y fue por su hermana y la parte malvada de esta, Ángel solo vio a las gatas mágicas yéndose de ahí, pero cuando estaba por ir, esta notó algo.

- Mamá Cime, mira esto.

- No me lo creo… ¿en serio pasó esto?

Con las gatas mágicas, estas iban en persecución, Harumi solo reía mirando a los demonios por ahí, esta creaba bolas de energía con las cuales amenazaba con lanzarlas hacia el Kólasi y algunos de sus habitantes.

- Mierda, esto no será bueno si ella hace eso – Yuzu exclamó la cual creó un agujero dimensional metiéndose de golpe ahí y poniéndose frente a la pelinegra.

La pelea entre ambas gemelas inició, aunque parecía más una pelea callejera ya que Harumi le jalaba del pelo mientras que Yuzu le jalaba con fuerza las orejas, Mei solo estaba con cara de póker mirando todo.

- Diría algo, pero es que esta es pelea de barrio – susurró la peli blanca, de vuelta con las otras dos, estas se daban de muchos golpes, aunque las cosas se elevaron aún más.

Harumi comenzó a lanzar varias calabazas negras, su parte buena no se quedaría atrás ya que contrarrestó del mismo modo, las calabazas al chocar explotaban, los demonios en el suelo miraban esto como fuegos artificiales.

Mientras tanto, ambas gatas mágicas volvieron a chocar poderes, siendo esta vez varias esferas de energía, aunque luego se vinieron palabras mayores, el cosmos de ambas comenzó a cargarse de manera abismal.

- No saldrás con vida de esta – susurró la peli negra alistando su cosmos.

- No dejaré que eso pase, además, no deseo que dañes a nadie de este reino – ambas decidieron atacar al mismo tiempo.

- ¡EXPLOSIÓN DE GALAXIAS! – en el cielo del reino de los demonios se pudo como ver dos galaxias chocaron entre sí causando un gran brillo en el firmamento.

Los dos cosmos chocaban con fuerza, ninguna de las dos cedía ante nada, un movimiento en falso y la otra saldría muerta, aunque las cosas parecían ir a que se batirían en una batalla de mil días, fueron interrumpidas por Mei quien lanzó una bola de cosmos en medio del ataque causando una poderosa explosión que iluminó parte de la región del séptimo círculo del Kólasi.

- Muy bien, ya párenle ustedes dos, no vayan a caer en que tendrán que pelear por mucho rato ya que no deseo eso – la menor dijo yendo a donde estaban ambas – a ver, Harumi, ¿Qué es lo que deseas?

- Simplemente quiero hacer lo que se me pega la gana, y si es de hacer libertinaje o matar a alguien, no me importa, solo haré lo que me salga de la mente.

- Lo siento, pero es algo que no puedo permitir, puedes hacer lo que desees, pero no puedes cometer tales crímenes – la oji carmín decía – yo así fui al inicio, quería matar todo el que se pusiera en mi camino, aun así, gracias a mi hijos y demás personas que me he rodeado he cambiado y eso, deberías probar lo mismo.

- Tsk, no me hables así de esa forma ya que solo son palabras sin valor alguno – la peli negra se quedó mirando a Yuzu, sin más, esta fue a donde estaba esta – aunque puedo calmarme con algo.

- ¿Por qué te le pegas?

- Porque mi versión buena se ve buena – Harumi se pegó bastante a Yuzu juntando sus pechos con los de ella, ni que decir que toma su trasero con ambas manos – este culo está bastante bueno.

- ¡Oye, no la agarres así!

- Dime Yuzu, ¿o cómo quieres que te llame? ¿Alejandra o Blair?

- B-Bueno, puede ser como quieras… a-además de que me llamen por cualquiera de esos nombres – decía esta con las mejillas rojas sintiendo como su versión maligna seguía tocando sus atributos, no solo eso, sino que dirigió sus dedos hacia la intimidad de esta frotándola por encima de su ropa.

- ¡Deja en paz a mi hermana! – Mei se la quitó de golpe – no hagas esas tonterías, además, ¿no te das cuenta de que ella está embarazada?

- Pues yo no le veo panza de embarazada, ¿estás segura? – ambas se quedaron calladas, pero al ver el vientre de Yuzu, se dieron cuenta de que era cierto, ya no poseía esa parte del cuerpo abultada.

- ¡¿Q-Qué le pasó a mi bebé?!

- ¡Blair-chan! – Ángel apareció ahí y traía lo que parecían ser dos bultos en sus brazos – felicidades.

- ¿Por qué? ¡Ángel-san, creo que perdí mis hijos!

- No fue así, tal parece que el hechizo de separación fue muy general y separó tus bebés de tu cuerpo, de suerte, tuvieron cuerpos sanos, aunque es mejor que los veas.

- A ver – Yuzu fue hacia los bebés que tenía su pareja y al verlos, se llevó tremenda sorpresa. Habían sido gemelas, una de cabello azul pálido y la otra de un tono de negro muy pálido sin llegar a ser gris, pero el detalle más llamativo fue que las dos, poseían orejitas de gato.

- Sí, tienen tus orejitas.

- N-No me lo creo… f-finalmente tengo bebés con mis orejitas – susurró esta abrazando con bastante alegría a sus recién nacidos – ¡que feliz estoy!

- Y se nota – Mei exclamó sonriendo, las pequeñas solo maullaban estando con su madre.

- Eso es muy bueno Blair-chan, aunque hay otra cosa buena – Ángel le echó mirada a Harumi – Kyteler-chan, ¿Qué tal si salimos en algo tú y to? Ya sabes, para entrar en confianza.

- Ni que estuviera fumada, prefiero cogerme a Alejandra que está bien buena.

- ¡Que solo yo me la puedo coger! – Mei reclamó.

- ¡Y si la reclamó yo ¿Cuál es el problema?!

- ¿Por qué me quieren coger por todos lados? – susurró esta.

- Es porque eres sexy – decía Ángel riendo por la situación, Yuzu solo suspiró un poco mirando a sus bebés que había traído.

- Bueno, menos mal que ya había pensado en algunos nombres – esta primero miró a la mayor de cabello azul pálido – tú serás Konata.

- Miau.

- Y tú serás Kagami.

- Miau.

- Ay, como las quiero mis gatitas – esta dio más abrazos a sus pequeñas gatitas que recién vinieron al mundo y tendrían un largo camino que recorrer.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Bueno, hemos visto el nacimiento oficial de Harumi, mejor dicho, de la gata mágica Kyteler, aunque la tipa sea mala, parece que es traviesa y se quiere tirar a Yuzu, aunque Mei no dejará eso.

Y, además, Yuzu tuvo a sus bebés, de extraña forma, pero los tuvo y vaya, por primera vez tuvo gatitas puras que nacieron saludables y todo, así que felicidades por las primeras gatitas que nacieron de Yuzu: Konata y Kagami.

Ya con eso, bueno… a todo esto, creo que Yuzu ahora tiene 2 gemelas, pobre de su madre cuando sepa que no tiene 4 sino 6 hijos XD.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.