Reino de Edo.

Las cosas no podían ir mejor en el reino de la gobernante Yoshimune, las cosechas de arroz, así como de otros productos de canasta básica iban de lo mejor, así mismo, había otra cosa la cual estaba mejorando.

- Inicien el combate – Yuzu decía y en eso, su sobrina Matsuri y uno de sus compañeros, Sukehachi, comenzaron una pelea de entrenamiento.

La peli negra comenzó duro, sus habilidades de gata mágica eran muy agiles, así mismo, Sukehachi era hábil en el uso de la espada, así como de los kunais, aunque Matsuri los esquivaba de buena forma.

Luego de un momento, se libró una batalla a puño limpio en donde ambos mostraban su nivel, luego tomaron las espadas chocándolas, estaban igualados en muchas habilidades, no obstante, algo pasó y es que un mal movimiento de Matsuri le provocó la derrota.

- ¡Te tengo! – Sukehachi derribó a la chica quien solo bajó su mirada.

- He… perdido.

- Muy bien, fue un gran encuentro – Yuzu exclamó.

La colombiana era líder del clan Tamakinokami, un clan el cual estaba creando especialmente por gatos mágicos que habían encontrado acogida en Edo y de ahí se fueron haciendo más numerosos, muchos de ellos se volvieron oniwaban, es decir, shinobis al servicio directo del shogunato y la peli lavanda, era líder.

- Matsuri, descuidaste tu flanco izquierdo en un momento, recuerda que un solo segundo puede marcar la diferencia en el combate.

- Sí – a pesar de que era sobrina de Yuzu, esta mostraba respeto como la líder del clan.

- Muy bien Sukehachi, bien como siempre.

- Sí.

- Veo que las cosas van bien – justo apareció Yoshimune y los demás hicieron reverencia ante la Shogun.

- Mi Señora, todo marcha bien – Yuzu decía.

- Me alegra que todo va bien, aunque hay algo de lo que… - justo cuando decía eso, se escuchó un fuerte estruendo el cual alertó a todos.

- ¿Qué fue eso?

- ¡Mi Señora! – Tadasuke Ooka Sonoda apareció hacia donde estaba la peli rosa – hay un demonio gigante atacando la zona del barrio Megumi.

- ¿Qué has dicho? – los demás salieron y justo como dijo la Bugyo de Minamimachi, un demonio el cual poseía forma de gusano gigante estaba atacando esa zona y no solo eso, causaba incendios los cuales eran controlados por el cuerpo de bomberos de ahí.

- ¡Apaguen el fuego de esa casa, muchachos!

- Sí – Nico daba sus ordenes a sus muchachos para que siguieran batallando en apagar el fuego causado por el demonio.

Los oniwaban del clan Tamakinokami fueron en dirección del desastre en donde se encargarían de ayudar a las personas de ahí, así como acabar con el demonio que estaba causando estragos en el sitio.

- ¡Mi Señora, mejor aléjese! – Yuzu indicó a Yoshimune quien negó.

- Mi Bugyo, no lo haré, por el momento no soy la Shogun, soy la Mahou Shoujo Shino Tokuda y mi deber es ayudar a los míos – esta activó su transformación mágica la cual consistía en un traje victoriano con algunos detalles de rosa en las caderas, un moño rosa con rombos en la zona del pecho, falda hasta la rodilla con ciertos detalles en el final de esta, guantes blancos con detalles y la zona del brazo parecía una especie de armadura y botas rojas con un rombo azul en el centro – batallemos.

- ¡Lo haremos! – Yuzu dijo con sus gatos a cargo, pero en eso, algo pasó y es que el demonio comenzó a sangrar mientras soltaba un fuerte grito.

- ¿Qué fue eso? – preguntó la ninja de cabello rojo.

- Ni idea Osono, pero siento un cosmos familiar – Yuzu decía y en ese momento, justo apareció alguien que conocía muy bien el cual usaba varios shurikens creados con agua comprimida.

- ¿Un ninja?

- No solo es un ninja, es un amigo muy cercano y podemos decir que es más que eso – Yuxzu decía, pero sin más, decidió atacar con los demás ninjas y Yoshimune, esto fue un ataque en grupo, pero parece que no fue de gran ayuda ya que el demonio comenzó a caer poco a poco ya que el hondureño que era el causante no era tocado por el enorme sujeto y sol hería al demonio.

- ¡A-MA-ZON! – el grito de Ninja lo volvió a su forma Amazon y con eso, usando sus garras afiladas derrotó al demonio abriéndole el vientre y haciéndolo sangrar hasta la muerte.

- ¿Qué demonios fue eso?

- Ese sujeto acabó con el demonio como si no fuera nada – Sukehachi dijo con asombro, la Shogun estaba del mismo modo y no fue hasta que el hondureño aterrizó cerca de ellos.

- Mi Bugyo… ¿sabes quién es?

- Sí, es mi mejor amigo, así como el padre de los hijos de mi hermana gemela, se llama Ramón Maldonado, bueno, le digo Nin-chan de cariño y es fuerte, así como un ninja.

- ¿Un ninja?

- Sí, es fuerte y en lo que se ha transformado es su forma Amazon, una forma demoníaca que lo hace más fuerte y veloz que un ninja normal, de hecho, creo que ninguno de nosotros lo podría vencer.

- Entiendo – la peli rosa se le quedó mirando un poco al centroamericano el cual solo volvió a la normalidad.

Los hikeshi o bomberos se encargaron de los incendios que causó el demonio gusano, de suerte no hubo víctimas que lamentar, aunque si lesionados los cuales no fueron de gravedad.

- Ramón, ¿estás bien? – justo la Araki menor apareció al lado de su pareja.

- No te preocupes, ese tipo apareció de la nada, pero no fue mucho problema, su cosmos no era tan alto.

- Veo que eres muy fuerte – justo Yoshimune apareció frente a los dos, Yuzu y sus subordinados iban con ella también.

- Bueno, no diría que soy fuerte, este demonio me venía siguiendo y me atacó, pero al final creo que no pudo ante mí jeje.

- Aun así, te agradezco que hayas acabado con eso, evitamos una tragedia y el pueblo estará bien – la gobernante miró a la peli blanca – y me alegra ver a Mei-san por aquí.

- Supongo que sí – Mei sabía de los sentimientos que tenía la gobernante de Edo hacia ella, cosa que se había manifestado a través de cartas y algunos regalos que le había mandado a través de Yuzu.

El día pasó con rapidez y gracias al clan Tamakinokami las cosas se pusieron calmadas, además de que contaban con Mei y Ninja quienes echaron una mano por lo que las cosas fueron más fáciles.

Al día siguiente, se trabajaba un poco en la construcción de las casas destruidas, en el caso de Nico, esta caminaba un poco hacia un basurero en donde nada más encontrarlo, tiró unas cajitas las cuales poseían unos moños encima de estos.

- No necesito tus regalos basuras – susurró esta dejando las cajas ahí, pero justo dándose la vuelta, se dio cuenta de la presencia de alguien a quien nada más ver frunció el ceño.

- Nikogoro.

- Kochiyama, ¿Qué haces aquí? – el ambiente se puso más tenso al estar las dos presentes.

- ¿En serio harás eso? – susurró la peli negra de ojos dorados mirando a la líder de los bomberos de Minamimachi.

- No los necesito, no me interesa eso, así que no entiendo cómo es que me sigues reclamando por cosas como eso – Nico estaba caminando al lado de Matsuri, pero esta no estaba conforme con eso.

- ¿Seguirás con tu maldita actitud hacia mi tía?

- El otro día vinieron y nada más pasó eso, creo que deben pensar que las cosas están bien, pero en sí, estoy pasando hoja en mi vida, pero sin olvidar lo que siento por los del clan Tamakinokami ya que desde que he estado en Edo me causan problemas, lo único que hacen es estar con la Shogun y… olvídalo, esos regalos no me gustan y solo los tiré.

- ¡¿Por qué eres así?! – Matsuri exclamó la cual elevó más su cosmos haciendo que sus orejas mágicas aparecieran en su cabeza, esta eran como las de los gatos, solo que hechas con un elemento parecido al fuego.

- ¡Atácame si puedes, gata del demonio!

- ¡Eres de lo peor Nikogoro! – gritó la sobrina de Yuzu y sin querer lanzó una bola de fuego hacia Nico la cual terminó impactando lo que la dejó algo herida, de suerte, los compañeros de la peli negra llegaron a ella.

- ¡Jefa!

- ¡¿Qué le hiciste?! – los sujetos estaban atendiendo a Nico, Matsuri se quedó en silencio por eso.

- No puede… ser… - la gente se reunió mirando eso y se dieron cuenta de lo que había pasado con uno de los miembros del clan de gatos mágicos reales por lo que no tardó nada en llegar a los oídos de Yuzu.

Obvio las cosas no pasarían por alto y la sobrina de la colombiana fue llevada ante la corte del Bugyō de Minamimachi, es decir, la prima de Umi, Tadasuke Ooka Sonoda, además de que estaba Yuzu presente, así como muchos miembros del clan Tamakinokami.

- Matsuri Kochiyama, Nico Yazawa, levanten sus rostros – decía la peli azul y las dos mencionadas hicieron eso, Nico estaba con varias vendas ya que a pesar de que fue atacada, no fue herida de gravedad y podía estar ahí sin más – la Shogun juzgará este asunto debido a ser ocasionado por una integrante del clan Tamakinokami.

- Sí.

- ¡LA SHOGUN ESTÁ AQUÍ! – al hacer el anuncio, todos inclinaron su rostro cuando la peli rosa hizo aparición ahí sentándose en medio de todos.

- Veo que las cosas no salieron bien estos días, desde ese ataque hasta lo que pasó ahora – Yoshimune miró hacia la oji dorada – Matsuri Kochiyama, te lo preguntaré directamente, ¿Cuál fue la razón del ataque hacia Nico Yazawa?

- Realmente me apeno de lo que hice, fue un ataque de ira que me dio debido a los regalos arrojados a la basura por parte de Nikogoro.

- Nico Yazawa, ¿Cuál es tu explicación a esto? – la Shogun miró a su madre adoptiva quien solo asintió.

- Shin… Mi Señora, ya no deseaba tener presentes dados por la líder del clan Tamakinokami, los cuales ya me tienen cansada, así que los fui dando a personas más necesitadas y bueno, me cansé de tenerlos conmigo y decidí tirarlos ya que no me hace gracia tener regalos de gente con la que no me quiero relacionar mucho.

- Nico – pensó Yuzu – aun tienes ese odio por mí y mi clan ¿no es así?

- Mi Señora, reunimos testimonios y todos coinciden en que fue comenzó una discusión y Kochiyama-san atacó a Yazawa-san.

- Entiendo, entonces tenemos el veredicto Tadasuke – Yoshimune miró a la peli azul quien asintió, luego a Yuzu quien estaba con la mirada baja sabiendo que su sobrina debería pagar por eso – Yuzu-san, como líder del clan de los gatos mágicos, sabes bien que esto es inaceptable.

- Lo sé, como líder, no puedo dejar pasar esto, aunque sea miembro de mi clan.

- Como lo dicta la ley, el hecho de que alguien que atacó a un civil se castiga duramente, no obstante, al haber sido por impulso es otra cosa por lo que se dictará el castigo dado a ambas – Tadasuke decía y segundos después se tenía todo listo – Nico Yazawa.

- Sí.

- No se hizo uso de violencia, más el hecho de que los regalos hechos por el clan Tamakinokami sean arrojados a la basura es un hecho de mala educación, no obstante, se te dejará ir con una advertencia.

- Entiendo.

- Matsuri Kochiyama.

- Sí.

- El uso de la violencia contra una civil en un arranque de ira no es excusa para el hecho cometido, por lo que, por el delito, se te condena a 300 golpes de shinaí, reducido de 500 por ser miembro del clan Tamakinokami – eso fue duro para Yuzu ya que lo que menos quería era eso, pero debía hacer cumplir la ley.

- Sí, acepto la culpa y lo pagaré con esto.

La noticia fue dura en Edo, así como las amistades de la sobrina de Yuzu quienes asistieron a eso, siendo dos de ellas la raijin Candy Inazuma y una joven de cabello rojo y ojos verdes de excelente figura llamada Kaen Namahono.

- ¿Por qué tuvo que pasar esto? – susurró la peli roja – Candy, ¿no hay nada que se puede hacer?

- La muy tonta de Matsuri la atacó por un descuido de su poder, lastimosamente no podemos hacer nada – la rubia decía – y lo peor es que no le enseñé el Tenkishin Kykyu Kou, esa técnica le hubiera servido para evitar el dolor de los golpes.

- Mierda, ¿Por qué hiciste eso Matsuri?

En la plaza de castigo, se procedió a leer la sentencia de la peli negra, además de que para el dolor y demás, el castigo para Matsuri inició, no solo eso, su tía debía presenciar eso a pesar del enorme dolor que le causaría.

- Por favor Matsuri, resiste.

- ¡Iniciaremos el castigo! – la espalda de la chica estaba destapada y así fue como inició la cuenta.

Yuzu mantuvo la mirada baja, así como muchos de los miembros del clan entre ellos Sukehachi y Osono.

Los golpes pasaban y la espalda de Matsuri sangraba bastante, aun así, esta seguía firme a pesar de las lágrimas que caían de sus ojos, así como la sangre que seguía escurriendo.

- ¡98! ¡99! ¡100!

- ¡Esperen! – justo alguien apareció delante de los encargados del castigo, poniéndose de frente con la Shogun y los demás.

- Nin-chan.

- ¡¿Qué haces aquí?! – muchos guardias se pusieron delante, pero el solo uso de cosmos del hondureño los mandó a volar.

- Creo que es suficiente castigo para un crimen así, el hecho de que ya su espalda sangre de ese modo es inhumano, incluso siendo la Shogun creo que deberías saberlo ¿o eres una inútil? – la sola ofensa de Ninja hacia la peli rosa asustó a todos, incluso Yoshimune quedó en silencio.

- ¡¿Quién eres tú para hablarle así a su Majestad? – reclamó Gorozaemon, el tío adoptivo de Yoshimune y su asistente, este estaba molesto, pero se calló cuando sintió el cosmos del chico.

- Soy aquel que te matará si no detienen esta barbarie – volvió a mirar a la peli rosa – para ser la gobernante de Edo, vaya que dejas mucho que desear, no eres como Yuzu decía que eras.

- Nin-chan, eso no…

- He sido muy dura entonces ¿verdad? – la peli rosa dijo mirando como el peli morado usaba su brazo iluminado de cosmos negro, eso la puso alerta – y supongo que atacarás.

- Reina Yoshimune, prepárate – y así, el chico se lanzó al ataque ante la mirada de todos.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Una vez más en Edo para plasmar una idea que me venía haciendo y es que las cosas ahí no saldrán muy bien que digamos, batallaba contra un demonio y luego una pelea entre Matsuri y Nico, así como la que hizo Yuzu, solo que con una cosa que estuvimos hablando y es un punto que me hizo pensar en algo.

Matsuri es joven todavía y una ofensa algo dura puede provocar un descontrol de las emociones, entonces fue un ataque sin querer, aun así, recibió un castigo bastante duro por el ataque a una civil sin poderes, pero apareció algo inesperado.

No sé qué me pasa, pero creo que las cosas con Yoshimune y Edo se pondrán duras ya que les diré honestamente, no siento que sea yo quien está actuando, pero me pregunto qué o quién será.

Por cierto…

Conseguí una nueva PC… lo malo es que el sistema operativo es una mierda y la persona que me ayudará estará hasta unos días, si no funciona esa PC al final, la venderé y recuperaré algo de dinero jeje.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.