Reino de Edo.

Las cosas en ese lugar estaban normales, el incidente de los necrofriggians estaba quedando poco a poco en el pasado y los habitantes estaban regresando a sus vidas ordinarias.

No obstante, ese día volvía alguien el cual sería vital para la vida de los autores, en especial de la colombiana que en ese momento, alguien llegó a informarle sobre eso y fue nada más que su sobrina.

- Tía, alguien ha regresado a Edo.

- ¿Quién es Matsuri? Para que sea alguien importante, vienes muy apresurada, ¿algún magistrado?

- No tía… viene el Sensei – al decir eso, Yuzu paró de escribir y se quedó mirando a su sobrina fijamente.

- No me digas que… ¿te refieres a él?

- Sí, ha vuelto a Edo después de mucho tiempo – la noticia alegró a la peli lavanda quien se levantó y salió de la mansión corriendo.

Para la gata mágica no fue difícil no sentir el cosmos de esa persona, pero antes de que usara su Otra Dimensión, justo esa persona estaba delante del clan.

- Sensei – susurró Yuzu, frente a ella estaba un peli rojo de ojos morados el cual iba con ropas de samurái, así como una espada. La colombiana lucía emocionada que lo abrazó – ¡Sensei! ¿Cuándo volvió?

- Hola Yuzu, tiempo sin vernos – el hombre correspondió al abrazo de la peli lavanda.

- He vuelto de mi entrenamiento en las montañas chinas, podemos decir que estuve haciendo algunas cosas por allá, pero estoy de vuelta para pasar un tiempo de nuevo aquí en Edo – el chico dijo.

Ese era Akamaru Akaza, un samurái el cual empleaba la función de un guerrero bastante fuerte, así como leal a sus convicciones, no solo eso, sino que empleó la función de maestro para Yuzu en el dominio de espada, así como el código de samurái el cual la colombiana aprendió una vez que se hizo hatamoto al servicio del shogunato.

- ¿Por qué no me dijo que vendría?

- Era una sorpresa, además de que parece que has crecido bastante, cuando me fui apenas cumplías la función de hatamoto, pero ahora parece que eres más.

- Han pasado cosas, pero quisiera que las habláramos, si quieres pasa – el peli rojo asintió.

Ambos se pusieron al tanto sobre lo que habían hecho durante todo el tiempo en que estuvieron fuera de la vida del otro.

Yuzu le comentó sobre qué pasó de ser una hatamoto a ser nombrada como Bugyō de Kitamachi, así como al mismo tiempo era la líder del clan Tamaki-no-kami en donde muchos gatos mágicos, así como otras especies peleaban en nombre del shogunato Tokugawa.

- Vaya que has avanzado mucho – Akamaru dijo – no fuiste la única que estuvo haciendo cosas todo este tiempo.

- ¿Y qué fue lo que hizo en este tiempo?

- Estuvo entrenando mis habilidades en espada, así como el uso de técnicas las cuales hacían fortalecer el uso de mi arma, muchas técnicas aprendí, así como el de cazar demonios los cuales invadían algunas zonas cercanas.

- Realmente se ha hecho fuerte Sensei, aunque posea mi cosmos y muchas más técnicas, no creo que tenga la misma capacidad del uso de la espada que usted.

- Aun así, eres fuerte en lo que puedes serlo Yuzu, no por algo fuiste mi mejor alumna y mírate, te has vuelto más fuerte, lo puedo ver – la peli lavanda asintió.

- Por cierto, ¿Cómo le ha ido en su vida amorosa? Escuché que había algo con algunas chicas – el samurái asintió.

- Pues sí, me ligué con algunas chicas y bueno, soy padre, aunque cuando me fui, tú no habías tenido hijos todavía.

- Bueno… digamos que soy una madre amorosa con mis hijos – la chica dijo – por cierto, leí el último libro que publicó, me gustó mucho, miré a varios del clan leyéndolo.

- Lo escribí basándome en una pareja que conocí en China, fue muy lindo verlas y bueno, de ahí fue mi inspiración para "Amor Femenino", fue gracias a mi hermana mayor que me di cuenta que fue un éxito, además gracias a ella también es que mi tienda de anime y manga ha permanecido abierta y parece que se vende muy bien.

- Sí, es la más popular de esta zona, créame, cuando sale un nuevo volumen de varios mangas, mucha gente hace fila.

- Y lo agradezco, además de que quisiera que conocieras a mi familia luego de mucho tiempo.

- Me sentiría honrada, Sensei.

Unos momentos después, se dirigieron hacia la residencia Akaza, esta era una buena casa, pero siempre manteniendo la humildad ya que a pesar de los logros del samurái peli rojo, prefería vivir normal que una persona de alto rango, aun así, la casa era para su familia.

Llegando, enseguida Yuzu notó a tres chicas quienes estaban con unos jóvenes, estos lucían sonrientes mirando como su padre volvía junto con la peli lavanda.

-Ya volví chicas.

- Bienvenido.

- Les quiero presentar a una alumna la cual ahora era Bugyō de Kitamachi – Yuzu hizo una reverencia, las demás hicieron lo mismo.

- Un gusto recibirla, señorita Bugyō.

- No sean tan formales, con Araki está bien, igual si quieren llamarme por mi nombre, Yuzu, está bien también.

- Te las presento entonces Yuzu – ahí fue donde Akamaru le mostró sus esposas a la gata mágica.

La principal esposa del peli rojo, como la matriarca de la familia, era una peli negra de ojos azules que se llamaba Akebi Komichi, esta tenía su vientre abultado dando a indicar que estaba embarazada.

La que le seguía era una peli celeste de cabello corto, así como los ojos del mismo color, esta era la famosa sirvienta Rem, aunque luego juntarse con el peli rojo, adoptó su apellido y pasó a ser Rem Akaza. Con ella, Akamaru poseía dos pequeños llamado Rigel y Spica.

Otra de las amantes del samurái era justo una peli morada de ojos del mismo color cuyo nombre era Kagami Hiiragi, la mayor de las gemelas se enamoró de la fortaleza del guerrero y no solo eso, de ese amor surgió un hijo llamado Yasuhiro Akaza Hiiragi el cual era el mayor de la progenie de Akamaru.

La siguiente era alguien conocida, con su cabello castaño y ojos del mismo color, estaba la guitarrista Yui Hirasawa con quien Akamaru tuvo a Susumu Akaza Hirasawa, nombrado así por el guitarrista de la extinta banda P-MODEL, al igual que su madre, heredó el gusto por la guitarra, además de que era el segundo mayor.

Pero las cosas no solo se limitaban a sus chicas, sino también a sus hermanas, siendo este el de en medio, con Akane Akaza como la mayor y Akari Akaza como la menor, pero no solo eso, los tres poseían una relación incestuosa.

- ¿No te molesta eso Yuzu? – preguntó el samurái.

- Bueno, sería raro, pero en sí… yo también tengo una relación algo extraña con mi hermana gemela.

- ¿Hermana gemela? Pero dijiste que en tu familia eran solo 4 hermanos y que tú eras la tercera.

- Pasaron cosas Sensei, digamos que obtuve dos gemelas, una llamada Mei y la otra Harumi. Con Mei… ya nos hemos acostado y todo, es más, hasta tuvimos dos pequeñas – la colombiana le mostró una foto en donde la albina de ojos rojos salía sosteniendo dos bebés los cuales tuvo con la mayor de las Araki. Una era albina como su madre y la otra poseía una peculiar combinación de colores el cual daba un rosado pálido.

- Vaya, parece que pasaste a lo grande con tu hermana.

- Fue durante la época de celo que tuvimos y pues… 9 meses después vinieron las pequeñas Shinku y Sakura, así les pusimos.

- Pero ¿no les afecta le endogamia?

- No, verá, tengo genes demoniacos, es una larga historia, pero en sí, gracias a eso mis pequeños no pueden nacer con enfermedades de ese tipo, así que no hay problema.

- Papá, iré a tocar un poco – Susumu tomó su guitarra y salió de la casa.

- Ve con cuidado hijo – Yui dijo a su vástago el cual asintió.

El joven iba con su guitarra metida en su funda, este llegó a una zona apartada de las casas en donde nada más arribar, escuchó un sonido de otro instrumento de cuerdas ejecutarse.

Al acercarse, notó como estaba el mayor de los hijos de Yuzu con Maki, Wataru, tocando en su violín, aunque no estaba solo ya que Mei junto con sus hijos estaba escuchando la melodía que tocaba el peli rojo.

La hermana de Yuzu estaba recostada apoyándose en un árbol, en un cochecito estaban las pequeñas Shinku y Sakura, ambas estaban dormidas, en el caso de Yoko y Joe, estos estaban sentadas escuchando al peli rojo, Tokime solo jugaba un poco con una mariposa que andaba por ahí.

- Parece que tiene un buen nivel tocando el violín, pero no creo que sea suficiente para vencerme – el chico castaño fue hacia donde estaba el peli rojo quien sintió su presencia.

- Oh, ¿pasa algo?

- Veo que tocas bien el violín, pero dime, ¿Qué tanto toco yo? – el chico sacó una guitarra la cual era un modelo similar a la de su madre, pero de diferentes colores.

Susumu comenzó a tocar de una forma similar a lo que hacía su progenitora, el sonido era bueno, así como la sincronización de los acordes tocados, incluso Tokime dejó de seguir a la mariposa.

- Canción linda – la peli morada dijo moviendo un poco sus orejas.

- Miau – Yoko y Joe maullaron escuchando al castaño ejecutar su guitarra, Mei solo echó mirada al chico.

- Eres bueno – Wataru dijo tomando su instrumento y comenzó a hacer lo mismo, su ejecución era bastante buena, aunque en el caso del hijo de Maki y Yuzu, este parecía ir en completa armonía.

Esto fue algo bonito, aunque a medida que avanzaba el toque de ambos instrumentos, se notaba que poco a poco fue surgiendo como una pequeña competencia para ver quien tocaba mejor.

Mei miraba esto pensando en que parecía algo loco ver como un chico llegó de la nada para competir con su sobrino, pero debía admitir que poseía un buen talento en la guitarra.

No obstante, no todos parecían estar calmados por la melodía que ambos chicos entonaban.

- Oigan, ¿creen que pueden callarse con eso? – la menor de las gemelas Araki, Harumi, estaba encima de ese árbol en su forma gatuna.

- Parece que se despertó la malhumorada.

- ¿Y ella quién es? – preguntó el castaño – una gata que habla.

- Gata tu abuela, pero bueno, al final eso es lo que soy, no me quejo – la gata mágica bajó del árbol adquiriendo su forma humana, ondeando su cabello negro, así como su traje de bruja haciendo lo mismo.

- Tía Harumi.

- A ver, ¿no saben que es de mala educación interrumpir mi siesta de 20 horas? – exclamó la peli negra mirando a ambos chicos, pero esta fijó su mirada en el hijo de Akamaru con Yui – a ti no te he visto, solo al hijo de Alejandra con su novia peli roja, pero de ti ni idea.

- Soy Susumu Akaza Hirasawa – el guitarrista se presentó, aunque había algo que el chico se fijó y era que la Araki poseía una belleza bastante evidente.

- Como sea, si van a tocar sus cosas por favor vayan a otro lado, que aquí esta damita tiene que dormir, si vuelvo a escucharlos con sus instrumentos esos, ¡se los voy a estrellar en la cabeza! – sin más, Harumi volvió a su forma gatuna y se fue a dormir encima de la copa del árbol.

- Lamento el comportamiento de mi tía, ella es así.

- Da igual, ni mamá Yuzu sabe cómo hablar con ella – el peli rojo exclamó – soy Wataru Araki Nishikino, no hace falta que te presentes, ya escuché que te llamas Susumu.

- Sí, y solo diré una cosa, encontré una buen rival para pelear cara a cara con mi instrumento – el castaño le señaló – escúchame bien, yo seré el que gane al mejor instrumentista de cuerda.

- Eso lo veremos, no me dejaré vencer, llevo mucho tiempo tocando el violín y lo he mejorado mucho, además, sé tocar piano también.

- ¿Piano?

- Así es, mi madre me enseñó y lo tocó muy bien.

- Bueno, entonces veremos quién es el mejor músico, pero antes, dime otra cosa – el castaño se acercó al peli rojo – esa mujer, dijiste que era tu tía ¿no?

- Sí, es mi tía Harumi.

- Es muy linda, realmente lo es… ¿y está soltera?

- ¿Por qué preguntas mucho sobre ella?

- No, no es nada – disimuladamente, el castaño dirigió su mirada hacia donde estaba la menor de las Araki que seguía durmiendo.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

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Modo medio serio.

Después de tiempo, he vuelto con la historia, la verdad fue un mes algo duro, pasaron de cosas y al final he regresado. Aunque… como pueden ver en mi mural, decidí eliminar historias y creo que las que más me dolieron eliminar fueron KR Noir y Dynamic, más porque ya no tenía motivación para seguirlos.

Además, tampoco le quería causar problemas y estrés innecesarios a personas que quiero, ya me lo han dicho de que solo les causo dolores de cabeza, por lo que no se preocupen, no los molestaré.

No solo eso, sino que también anuncio mi mudanza hacia Ao3, ojo, no me voy por completo de aquí, solo que dividiré mi tiempo aquí como en la nueva página, será un nuevo reto, pero lo acepto.

Así que lamento si he causado un inconveniente, como siempre lo he hecho.

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Bueno, tenemos el debut de un nuevo personaje el cual también jugará un rol importante, además de que hará apariciones en varios capítulos.

Akamaru Akaza, un samurái que fue maestro de Yuzu en los primeros días que ella estuvo en Edo, un maestro espadachín, así como un escritor muy conocido, además de ser dueño de un dojo. Literal hace muchas cosas jeje y al igual que nosotros, tiene sus chicas con sus hijos.

Sus esposas son chicas muy bonitas, aunque en el caso de Yui, su hijo, Susumu, no solo tendrá una rivalidad musical con Wataru, sino que parece que se ha enamorado de Harumi.

No es por nada, pero quitando la gran diferencia de edad, creo que será muy difícil ya que conociendo a Harumi, dudo que vaya a cambiar por el momento, sabiendo cómo es ella, pero creo que Susumu podrá ir por Harumi, solo el tiempo lo dirá.

Jaja, le gustan mayores como dice la canción XD.

Ah, otra cosa, también de la relación de Mei y Yuzu que fue durante la época de celo, nacieron dos pequeñas, Shinku y Sakura, así que Mei ya es madre de 5 gatitos y Yuzu ya es feliz con sus nuevas gatitas jeje.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.