Se decía que cuando el Kólasi se empezó a crear, los demonios fueron el resultado de un desligue de la entidad lovecraftiana, Azathoth.

Como resultado de eso, los demonios resultaron tener un poder muy grande debido a los Circuitos Azathoth con los que nacían los seres demoníacos.

El cosmos que poseían era grande ya que entre más grandes eran, más poder le daba y así fue como nació la realeza del reino de los demonios.

Estos poseían más poder haciéndolos más fuertes, estableciéndose en la parte baja del Kólasi en donde podían ver todo el reino desde ahí.

Pero había algo que ocurrió en los inicios del Kólasi y es que hubo una bestia de cosmos de oscuridad la cual hacía estragos al recién formado reino.

Este fue conocido como Abrahel, el cual era una bestia destructora que todo lo que tocaba, terminaba en ruinas, así como múltiples vidas que se fueron gracias a él.

No obstante, apareció un guerrero el cual fue capaz de darle batalla a esta bestia.

- ¿Serás capaz de matarlo? Puedes morir en el intento.

- No me importa, salvaré a todo el reino – este demonio, de cabellos rojizos y ojos del mismo color, sacó sus alas y fue a la batalla contra Abrahel.

La entidad maligna fue bastante poderosa, no obstante, este demonio sacrificó su vida con tal de que Abrahel fuera detenido, convirtiéndolo en solo un espíritu, pero su poder aún era muy grande.

Y los antiguos gobernantes del Kólasi solo pensaron en una cosa y fue encerrar a Abrahel en algún cuerpo.

Y eligieron a la hija de una de los altos mandos del reino de los demonios el cual terminó siendo una pequeña demonio de cabello rubio y ojos azules.

Su nombre fue Suikyo y la forma en la que se mostraba que ella poseía esa criatura dentro era un tatuaje en su espalda, indicador de que Abrahel estaba encerrado en su cuerpo.

Y así fue como la rubia en ese entonces fue temido y rechazada, por el miedo a que esa bestia que alguna aterrorizó el Kólasi volviera a salir.

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Volviendo al tiempo actual, la bestia Abrahel había vuelto a salir y eso se mostró cuando todo el cielo se puso oscuro y el planeta tembló un momento.

El poder tan fuerte se sintió hasta en el Kólasi. La batalla entre Eneas y Kana se detuvo al sentir esa energía tan fuerte.

- ¿Q-Que has hecho abuela?

- Ese cosmos… no puede ser que sea ella – el ex Cáncer decía mientras veía a la peli naranja con la mirada oculta bajo su cabello.

- Avia Abrahel non putabatur exire... pollicitus es nunquam eum emittere (Abuela, se supone que Abrahel no debía salir… prometiste que nunca lo dejarías salir) – susurraba esta en el idioma del reino de los demonios.

- Parece que no era un mito el que la reina de los demonios era poderosa, pero no me imaginé que mucho.

- ¡Cállate! – la aparición de los cuernos de Kana era mal indicio y así fue como la pelea contra Eneas siguió.

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Todos los seres humanos vieron esto y pensaron que sería un eclipse o algo, pero no se esperaban que pasaría lo que iba a ocurrir a continuación.

El fuerte rugido de la bestia se escuchó en todos los lugares posibles, no se comparaba nada la erupción del Krakatoa con esto.

- Madre – susurró la Shogun la cual detuvo su pelea contra Quirón, ambos vieron hacia el cielo junto con todos los habitantes de Edo.

- Eso no detendrá mi propósito – el centauro sacó una de sus flechas y la disparó hacia el cielo justo en donde se podía ver la cabeza de Abrahel.

Su flecha no era normal, era una la cual podría atravesar lo que fuera, pero justo cuando por llegar hacia la bestia, el arma se deshizo como si nada.

- ¿Qué? ¿Cómo lo hizo? – en eso, un fuerte estruendo provino del cielo y cuando menos acordaron, gran parte de Edo fue destruida, dejando a muchas personas muertas, así como múltiples heridos.

- ¡¿Qué carajos?!

- Mami – Nunki veía a su madre mientras volaba con Tokime.

- ¿Abuela?

- Sí, mami – la mini Amazon voló hacia donde estaba Abrahel quien seguía lanzando múltiples ráfagas de aire y disparos de cosmos a varias partes del planeta, acabando con ciudades o islas enteras.

Llegando, no solo ella iba, sino que Arkab, la más cercana de las mini Amazon a su madre, quien iba volando a toda prisa.

Ambas niñas llegaron, aun llevando a Tokime en brazos por lo que cuando arribaron, Abrahel los notó y lanzó varios disparos de energía a las niñas quienes esquivaban como si nada.

- Mami – Arkab siguió su camino hasta que llegó a la cabeza de esta y a pesar de que muchos pensaran que iba a atacar con su espada, pero en vez de eso, se acostó ahí.

- Miau.

- Mami.

- Mami – Arkab solo se acostó sobre la cabeza de su madre y esta continuó atacando todo, Nunki decidió bajar junto con Tokime, sin saber qué pasaría con su progenitora.

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Gautama solo veía como se desarrollaba todo, el despertar a su vieja amiga era algo que podría marcar el fin de la humanidad, pero ya dependía de los que fueran a defenderla en este momento ya que él pertenecía a otro plano, es decir, el Nirvana.

No obstante, había alguien que se activó al sentir el poder de Ángel despertar.

- Veo que has hecho el trabajo por mí, Buda de Virgo – escuchó una voz detrás de él, siendo este Luzbel quien había aparecido.

- La decisión fue de ella, cada quien ejerce su propio camino.

- Como sea, es hora de acabar con esto de una vez – el hermano de Ángel corrió hacia donde estaba poniéndose delante de esta.

Cuando Abrahel sintió el fuerte cosmos de Luzbel, rápidamente fue contra él, pero logró detenerlo usando sus dos brazos, justo le habían lanzado una ráfaga de cosmos.

- Podrás ser muy poderosa, que esa forma de Abrahel te dé un poder abismal, pero yo… poseo una buena parte de un gran poder que me otorgó Azathoth, así que ningún poder te ayudará.

- ¡ROAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!

Ambos se dieron un solo golpe, pero fue tanto que el sentir de esto se pudo percibir en todos los reinos, por lo que sin más, todos se asustaron.

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De vuelta con los geminianos, la batalla había dado un giro interesante ya que se había abierto la Hiper Dimensión y no solo eso, sino que todos los involucrados tenían a su disposición las armas para continuar la batalla.

- ¡Y no hemos acabado! – el par de gemelos elevaron más sus energías cósmicas, haciendo que el Camino de los Dioses se hiciera más grande, algo que no se había visto desde hace siglos atrás.

Algo más había pasado con Yuzu y es que la Luna se había movido hacía por donde estaban, gracias a la ayuda de Tsukiyomi dándole a la gata mágica más poder, esto gracias a la iluminación de su cabello.

- Gracias Tsuki-chan – pensó la gata mágica pensando en su hija adoptiva.

- ¡Ya valieron verga! – Harumi exclamó quien junto con Kanon, cargaron contra Castor quien quiso atacar, pero no se esperó el ataque rápido de los dos.

- ¡ARC GEMINGA! – Kanon y Harumi atacaron haciendo que el cuerpo del gemelo mortal fuera atraído por la estrella de neutrones.

- ¡No dejaré que lo hagan! – Pólux iba a atacar, pero Yuzu corrió rápidamente hacia el hijo de Zeus y cargó todo su cosmos en su pierna.

- ¡Géminis Kick! – a pesar del enorme poder de Pólux, no podía hacer nada contra la energía de una divinidad que ayudaba a la colombiana y el golpe fue tan fuerte que lo mandó a volar, no solo eso, sino en dirección hacia la Hiper Dimensión.

- ¡No puede ser! – gritaron los geminianos, Castor fue atraído por el Arc Geminga hasta que fue lanzado hacia la Hiper Dimensión, lo mismo que Pólux y ambos destrozados, sin importar la condición inmortal del hijo de Zeus fueron llevados a ese sitio y el portal, se cerró.

- Lo hicimos… realmente lo hicimos – susurró Saga cerrando el ataque, pero este cayó al suelo cansado, lo mismo que los otros 3.

- Ha sido duro… pero lo hemos hecho.

- ¿Qué es lo que pasará ahora?

- Ni idea, pero sé que esto todavía no acaba.

- Lo sé – Yuzu vio hacia el reino – Edo ha sido destruido casi en su totalidad.

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Akamaru seguía en su batalla contra Di Renjie el cual le estaba ganando mucho, a pesar de la convicción del peli rojo, el poder de las armas de Libra podían más contra él.

- Hasta aquí has llegado – el chino decía mientras apuntaba con su espada contra el samurái.

- Ni creas que… eso me dará miedo.

- Ya ríndete… ¡hasta aquí llegas! – la espada que poseía Di Renjie bajó de golpe, pero justo cuando estaba por darle, algo se colocó en medio de él – ¿qué diablos? ¿La Armadura Dorada de Libra?

- Vaya, es sorprendente – para sorpresa de Akamaru, la armadura fue a su cuerpo envolviéndolo, como si esta aceptara tenerlo para ayudarlo – no sé qué pasa… pero me gusta esto.

- El que tengas ayuda te hace más débil.

- No me hace más débil, la ayuda solo te fortalece – este sin más, sacó una de las espadas doradas y fue hacia Di Renjie.

La batalla tomó un rumbo diferente, ahora estaban en igualdad de condiciones, o al menos eso parecía ya que la experiencia de Akamaru le iba dando algo de ventaja.

Y todo se definió en un ataque, justo cuando ambos dejaron sus armas a un lado y se librarían a ataque de cosmos.

- ¡Morirás!

- ¡No lo haré! – como si fuera en cámara lenta, los dos centraron sus energías en sus puños y los dos atacaron, aunque hubo algo que definió la victoria.

Al chocar sus energías, cientos de dragones volaron por todo el sitio, causando un enorme cráter en el lugar hasta que finalmente todo se calmó revelando como había quedado todo.

Tanto Di Renjie como Akamaru estaban muy jodidos, con sangre por todos lados, no obstante, solo uno de ellos estaba mejor que el otro.

- ¿Cómo… pudiste ganarme? No entiendo…

- Te lo diré… usé el escudo antes de que… atacarás… pero no me salvé de unos buenos golpes…

- Akamaru Akaza ¿no? – el peli rojo asintió – fue un… honor…

- Gracias, igual tú – el ex Libra cayó al suelo, muerto. Por el lado de Akamaru, este solo se fue para atrás, debilitado y muy herido por su pelea contra el guerrero legendario.

Pero el samurái, se vistió de gloria llevando la Armadura Dorada de Libra.

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De vuelta en Argentina, Franco había llegado justo cuando miró la pelea de su hijo Regulus contra Horus de Escorpio.

El primogénito de Honoka daba una buena batalla y todo mientras su madre y las demás veían todo desde la casa, ni que decir que la peli jengibre estaba que se moría mirando eso.

- ¡Regulus-kun, te ayudaré! – Yotsuba exclamó la cual iba a saltar, pero alguien más llegó y la perrita peli azul la reconoció – papá.

- ¡Fran-kun! – las chicas de este decían mirando al peli azul quien llegó junto con Goldie.

- Papá – Regulus miró a su progenitor quien asintió y se colocó delante de él, poniéndose cara a cara con el ex Escorpio Dorado.

- ¿Qué te crees tú para atacar a mi familia de ese modo?

- Hm, parece que alguien como tú no es tan fuerte, pero tu cosmos te delata, estás débil.

- Da igual eso, el que se meta con mi familia, lo pagará caro – el peli azul cerró sus ojos y volvió a activar la Doctrina Egoísta.

- Eso lo veremos… ¡Aguja Escarlata! – el disparo fue hacia el chico quien se movió evitando que le diera, pero este rápidamente notó como el egipcio seguía lanzando sus ataques, dándole uno en una pierna, cosa que sorprendió al argentino.

- Mierda… duele.

- Por si no solo sabías, mis Agujas Escarlatas son venenosas, el veneno recorrerá tu cuerpo hasta que recibas la última que te matará.

- Como si eso fuera a pasar – el chico se levantó como si nada, luciendo fuerte – eso no funciona conmigo.

- ¿Qué has dicho?

- Una de mis chicas tiene un escorpión que me estuvo picando tanto que me hizo la sangre venenosa, es jodido, pero al final, tu veneno no me hará daño ya que mi sangre tiene un nivel de toxicidad alto – Horus parecía sorprendido por eso y fue cuando notó como el chico llegó estando frente a él, dándole un poderoso golpe que dejó mareado a Horus.

- N-No puede ser…

- Y no dejaré que dañes a mi familia – la calma con la que le decía daba miedo, pero por un momento, el cabello de Franco se tornó blanco, pero solo fue un instante.

Aunque esto, apenas era el inicio.

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Reino del Vrăjitoare.

En el castillo de la reina Agrat, esta veía todo lo que ocurría desde su trono, no obstante, esta decidió salir de ahí.

- Mi Señora, ¿Qué planea hacer? – dijo una de sus maids, la peli negra solo sonrió.

- Obvio, aprovechando que mi señor Luzbel está peleando contra Suikyo, me encargaré de vengarme de esas malditas gatas que me hicieron esto – se señaló el ojo que ya no tenía – lo hará pagar caro a esa estúpida de Blair. Y ya tengo algo.

- ¿Qué tiene? – Agrat fijó su mirada en una bola de cristal que poseía y ahí fue donde enfocó su vista justo a Shaina y Maki, quienes seguían en Cabo Sunion.

- Sencillo… torturaré y mataré a esas chicas que quiere Blair – la reina de las brujas se fue de su castillo, con rumbo hacia las amantes de la peli lavanda.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Las cosas se han puesto más duras, pero de suerte han avanzado para bien.

Yuzu, Saga, Kanon y Harumi lograron vencer a Castor y Pólux, así mismo, Akamaru logró terminar con Di Renjie en un duelo de maestros.

Franco va contra Horus, pero parece que el veneno que tanto Antares le estuvo dando le ayudará con su batalla y hay un indicio de que algo más pasará.

Y Agrat, atacará y duro, irá contra Maki y Shaina. Yuzu, tienes que hacer algo.

Y Abrahel / Ángel pelea contra Luzbel y parecen en igualdad de condiciones, esto se puso muy duro.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.