Rodorio, Grecia.
La ciudad de Rodorio antes fue un pueblo normal y sin nada de especial, salvo ser el asentamiento humano más cercana al Santuario, pero desde que la nueva diosa Athena tomó el lugar de la comandante de los Caballeros, el pueblo cambió a ser tecnológicamente igual que las grandes ciudades.
Ni que decir de la esperanza de vida de sus pobladores la cual mejoró, además de que muchos eran agradecidos con la diosa que les dio esa nueva vida.
Aunque como dicen "siempre hay un pelo en la sopa", por lo que había una familia quien no era muy agradecida con esto.
Pero volviendo al tema principal, se acercaba el festival de Rodorio, una fiesta la cual era muy grande y se realizaba cada año en honor a la fundación del pueblo, así como en la honra de los Caballeros de la Era Mitológica quienes batallaron contra el malvado Hades.
Además, había que añadir otra cosa y era que un trio de chicos estaba siendo de gran ayuda para el pueblo y los habitantes.
- ¿Puedes hacerla más arriba? – preguntó un señor quien estaba a cargo con otras personas de unas decoraciones.
- Bien – a quien le hablaban era al menor de los hijos de Yuzu y Ángel, Yuusuke, quien mostró sus ojos azules y dio fuertes saltos hasta que colocó las decoraciones en los lugares indicados – ¿está bien así?
- Perfecto – el chico se detuvo mirando lo que había colocado siendo el letrero colgante anunciando el festival.
FESTIVAL DE FUNDACIÓN DE RODORIO
- Se ve genial – el encargado de eso sonrió – muchas gracias por la ayuda.
- No hay de que – sonrió el peli negro yéndose de ahí, los hombres solo lo vieron alejarse.
- Sus poderes realmente no han ayudado.
- Sí, es una bendición tenerlos a ellos, al igual que sus hermanas que ayudan a los que necesitan una mano en Rodorio.
- Mira que a la gente le ha dado completamente igual si son demonios, ellos están aquí para ayudar a quien lo necesite – los comentarios de los sujetos eran completamente ciertos.
Con las hermanas mayores de Yuusuke, estas estaban ayudando a algunos dueños de establecimientos llevando varias cajas con artículos para venta y otras cosas más.
Setsuna y Towa poseían más fuerza que la de un humano normal, por lo que podían llevar varias cajas sin problemas. Las gemelas ya contaban con 13 años de edad por lo que era un problema menos.
- Creo que ya están – el dueño de esa tienda se puso a contar las cajas – sí, están todas, muchas gracias por la ayuda, chicas.
- No hay de que, estamos aquí para ayudar.
- Cuando tenga todo listo, les tendré algo listo como agradecimiento.
- Muchas gracias – estas hicieron una reverencia mientras se alejaban de ahí mirando cómo iban los preparativos del festival.
Las personas saludaban a las dos gemelas quienes regresaban la cordialidad recibida. Las hijas de Yuzu y Ángel eran muy queridas en todo Rodorio, esto al igual que Yuusuke. Tal y como su madre peli blanca decía, ellas eran unas masitas de amor ya que siempre intentaban que todo el mundo estuviera feliz y daban amor a quien lo necesitara.
Incluso si había alguien nuevo o turistas que hablara mal del par de demonios, les caía miradas asesinas por parte de los pobladores, aunque estos comentarios no parecían afectar en nada a las dos rubias quienes ya sabían que no tenía nada de malo que fueran demonios, se sentían humanas también a pesar de tener cuernos y cola demoníaca.
Aunque como se dijo un momento antes, no todos estaban muy bien con la presencia de los trillizos.
- ¿Realmente todo el pueblo siempre tiene que ser así con esos demonios? – decía la matriarca de una familia la cual era conformada por su esposo y sus tres hijos quienes eran dos mujeres y un varón.
- No me gusta que esas demonios del infierno se lleven la atención de todos, además de que varios chicos lindos se fijan más en ellas que yo.
- Por algo será hermana.
- ¡Cállate!
- No puedo creer que la diosa Athena permita que seres como esos vivan en Rodorio.
- Por lo que sé, son hijos de la esposa del Caballero de Géminis, así que tienen una alta importancia y relevancia en las esferas del Santuario – la madre de la familia decía – ¡y para colmo ellas son muy amadas!
- ¿No podemos hacer nada con tal de hacerlas ver mal?
- El festival reúne a mucha gente no solo de Rodorio, sino que de Grecia entera también – la mujer decía – eso haremos, les demostraremos como es que son realmente las demonios esas y así dejarán de verla con otros ojos.
- No me gusta nada la presencia de ellas – el menor de los hermanos dijo – acabémoslas.
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El día pasó con normalidad. La festividad del pueblo estaba próxima a realizarse, en el caso de Towa y Setsuna, estas iban a ver en una tienda a buscar algún traje lindo para llevar.
- Es una lástima que Yuusuke se fuera a tomar una siesta en ese momento, pero creo que mamá le comprará un traje para el festival.
- ¿Qué elegirás tú Setsuna-chan? – preguntó Towa.
- No sé, a lo mejor encuentro algo por ahí – las dos rubias estaban mirando algunas opciones de vestidos por ahí sin saber que las dos hermanas de la familia Vasil, Cora y Evanthe, las espiaban.
- Esas dos… son realmente lindas – la mayor decía – me da asco, a mí no me pelan por verlas a ellas en la Real Academia.
- No te preocupes, mira eso, por ejemplo, el estante que sujeta los trajes de arriba está suelto, solo le damos un pequeño empujoncito y pum, les caerá encima.
- Que mala eres Cora… me gusta – la menor de las dos tomó una camiseta de ahí, la hizo bolita y la tiró justo en donde estaba una de las bisagras sueltas, justo cuando una mujer miraba también algunos trajes – ay no.
- No planeamos eso – susurró esta, la estantería se soltó, la mujer ahí miró como muchas cosas le venían encima.
- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! – pero no sintió nada, es más, ni siquiera una camiseta le cayó – ¿eh? ¿Qué pasó?
- ¿Está bien? – Towa voló rápidamente tomando la estantería mientras que Setsuna se cargó de evitar que algunos de los objetos le dieran a la señora.
- S-Sí… ¡muchas gracias!
- No hay de que, no podíamos evitar que esto pasara – los encargados de la tienda llegaron a ver qué pasaba y luego de inspeccionar la estantería, se dieron cuenta de que esta poseía los clavos y tornillos oxidados lo que puedo ocasionar el siniestro de no ser por la intervención de las gemelas Tachibana Araki.
Nadie resultó herido, además de que los propietarios pudieron salir bien librados, pero decidieron premiar a la valentía de las gemelas obsequiándoles unos vestidos muy hermosos, esto por haber hecho tan buena labor.
Las hermanas de la familia Vasil huyeron de ahí rápidamente notando como es que la fama de las hermanas Tachibana Araki había aumentado.
- A todo esto, ¿Dónde está Rokuro?
- No te preocupes, según dijo que estaría buscando una solución para hacer quedar mal al menor de los hermanos, Yuusuke.
- Esperemos que le vaya mejor que a nosotros.
En otro lado de la ciudad, el pequeño Yuusuke salía recién de su siesta y fue a dar un paseo por el pueblo. Rodorio era un sitio seguro por lo que su madre no tenía problemas en que saliera por su cuenta, además de que era muy conocido y querido.
- Muy bien, veremos que tal es este Yuusuke Tachibana Araki – el chico de nombre Rokuro se iba acercando al peli negro quien se distrajo viendo un águila volar encima de unos árboles.
- Quiero verla – dijo este mientras sus ojos cambiaron a azules y dio un fuerte salto justo antes de que el sujeto lo tomara.
- ¿Qué mierda? ¿A dónde fue? – Rokuro miró hacia arriba notando a Yuusuke encima del árbol mirando el águila – ¿Cómo diablos logró llegar allá en un segundo?
- Te atraparé águila – Yuusuke siguió con sus poderes para perseguir al ave.
- Mierda, se me fue así de golpe.
Los intentos de los hijos de la familia Vasil fallaron en tratar de hacerles algo, y con eso se avanzó hasta la noche del festival en donde las luces iluminaron todo el paisaje.
- Este año se han lucido con la decoración – Yuzu decía paseando con su esposo y las demás chicas.
- Está todo muy hermoso.
- Sí, tiene un aura bastante genial.
- ¿Qué cosas podremos hacer el día de hoy?
- Hay tantas que no sé dónde empezar.
- Yo iré a ver algunos puestos por allá – el festival había tomado algunas inspiraciones de los festivales japoneses como los puestos y otras cosas, no obstante, la gente los disfrutaba aún más.
- Oigan niñas, aquí tengo lo prometido, su favorito – el señor del puesto que ambas ayudaron les tenía dos platos grandes de ramen con el cual ambas asintieron y comenzaron a degustar.
- Vaya, ¿tanto han ayudado? – preguntó Yuzu.
- Estas niñas son un milagro para todos nosotros, nos ayudaron en la preparación del festival y muchas cosas, esto es poco en comparación a lo que nos han ayudado a nosotros.
- Mis niñas están dispuestas a ayudar a todo el mundo – Ángel apareció ahí – ¿no es así Blair-chan?
- Sí, tienen un gran sentido de la justicia y el ayudar a los demás es algo que hacen desde niñas.
- Por eso son mis masitas de amor – la argentina abrazó a sus hijas – las quiero con mi todo mi corazón.
- A todo esto, ¿y Yuusuke? – Saga preguntó.
- Creo que Kuuga-kun debe andar por ahí en algún puesto por lo que no hay de qué preocuparse, la gente del pueblo lo quieren – con el pequeño peli negro, este estaba visitando un puesto de peces en donde miraba como muchos lo hacían, pero les costaba mucho.
- Mierda, casi lo tengo.
- ¿Quieres probarlo Yuusuke-kun? – el dueño del puesto le dio una red al chico quien asintió, los hermanos Vasil miraron esto como oportunidad.
- ¿Quién lo empuja? Si cae ahí, quedará como el malo por haber arruinado el juego de los peces.
- Yo lo haré yo – la mayor, Cora, fue hacia él, momentos antes, Yuusuke cambió sus ojos a verdes, así como la manifestación de sus orejas de gato ya que con eso podría ver mejor el movimiento de los peces, pero justo antes de que tomara uno, escuchaba unos pasos rápidos hacia él por lo que instintivamente se hizo a un lado haciendo que la tipa cayera de cara en el agua, de suerte, Yuusuke tomó rápidamente el estanque evitando que alguien saliera herido, incluso los peces.
- ¿Qué demonios haces? – reclamó el dueño a la chica quien se separó y corrió de ahí junto con sus hermanos – en serio, ¿Qué le pasa a esa tipa?
- ¿Está bien?
- No te preocupes Yuusuke, de suerte no le pasó nada a los peces, además, mira que esquivaste y lograste atrapar un pez – el pequeño miró su red en donde tenía a uno de estos – felicidades, has ganado un premio.
- ¡Yupi!
Con los hermanos de esa familia, estos huyeron a su casa en donde solo entraron a esconderse en sus cuartos.
- ¿Y cómo les fue?
- ¡Esas personas son indestructibles! – gritaron el trio de hermanos.
- ¡Carajo!
De vuelta al festival, los tres hermanos Tachibana Araki paseaban juntos por ahí, siendo saludados por los demás del pueblo, sus madres miraban con alegría esto.
- Nuestros pequeños realmente son muy queridos, no cabe duda que serán grandes personas en el futuro.
- Sí, y tendrán oportunidades de mejorar, además cuentan con el respaldo del pueblo de Rodorio – sonrió la gata mágica, en eso, una persona llegó frente a ella – oh, jefe, ¿Cómo está?
- ¿Jefe?
- Sí, es el jefe de albañiles que están ayudándome con la construcción de la academia.
- Araki-san, me complace informarle que hemos terminado de dar los últimos toques, ya la academia está construida – eso fue una gran noticia para la colombiana.
- Genial – dijo esta cuando los fuegos artificiales comenzaron a mirarse en el cielo – finalmente mi sueño se cumplirá.
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Continuará…
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Y hasta aquí el capítulo de hoy.
Bueno, como pueden ver fue un pequeño capítulo en donde brillaron la prole de Yuzu y Ángel, hay que decir que Towa y Setsuna son unos angelitos, realmente van por allá buscando a quien ayudar y poner una sonrisa en sus rostros al igual que Yuusuke.
Además, bien chida la gente de Rodorio, les importa un carajo que sean demonios, ellas son especiales ahí y ni siquiera intentando sabotearlas pudieron XD.
Al menos obtuvieron su recompensa jaja.
Sin más, este ninja se despide.
Bye.
