Bulbasaur corría de forma desesperada entre el fuego y el humo hacia aquel campo de batalla.

No podía decir que hasta ahora haya tenido algún sentimiento de lealtad hacia Vermilio, le agradecía que la hubiera ayudado y la mantuviera todo este tiempo, pero no era significativo, Vermilio no era para nada un gran entrenador a sus ojos, ni siquiera era un buen entrenador, que apenas sabía dirigir bien a su Inicial.

Pero… pero…

Indudablemente era su único apoyo, quien le extendió la mano de forma desinteresada y le dio a la vez todo el espacio que necesitaba, y si Bulbasaur algún día decidiera dejarlo, sabía que Vermilio no le impediría, solo le daría una suave sonrisa.

Muy en su fuero interno entendía, que solo la acogió para una vana esperanza y la quiso ayudar solo para que la misma Bulbasaur se ayudará.

No porque él lo pensara, pero si como actuaba, abriendo sus brazos para abrazarla y darle alivio, apreciando lo linda que era pero nunca tratando de ponerla en una caja de cristal para apreciarla, solo para verla ahí, en la cima de la colina, como danzaba entre árboles y el cielo…

Y la idea de perder esa mirada, era algo que no sabía que temía, no hasta ahora, el perder esos brazos, era algo que le aterrorizaba.

¿Qué pasaría si de repente desapareciera? No había duda que esa hermosa Butterfly le ayudaba solo por Vermilio ¿Qué pasaría si ambos desaparecen bajo la el destello resplandeciente?

Como la noche rindiéndose ante el sol, como la tormenta brillando ante la centella.

¿Qué pasaría con ella cuando no podía, otra vez, salvar aquello que la admiraban por ser ella y no por ser una Bulbasaur?

Los ojos de la niña semilla se pararon en aquel risco, con el agua cubriendo su figura y los rayos centellando con un rugido inclemente y burlon a lo lejos, con la cacofonía de la batalla deteniéndose ante la furia del alto cielo cayendo sobre ellos, con el aire pesado y el Vacío desapareciendo en el aire.

Y es ahí, justo cuando la tormenta abrió paso para someter el bosque sobre ellos, justo ver cómo su entrenador volaba ante el impacto de un explosión estremecedora sin desacelerar ningún momento, pero fue justo que Bulbasaur no escucho al caer de rodillas, viendo cómo su mundo se caía a pedazos.

De nuevo ¿Ella puede hacer algo?.


Su inutilidad, sentirse imponente al ver el campo de batalla donde dos de las cosas más importantes actualmente para ella sucumbían con el Pikachu rugiendo en victoria hacia el Cielo Alto, hizo que todo cayera a sus pies al darse cuenta de una simple verdad.

No había hecho nada hasta ahora, ni ayudar a su antiguo entrenador, ni tener el poder de ayudar a su nuevo entrenador…

Butterfly se levantó ante el movimiento brusco de Vermilio, viéndolo volar como un cometa rota ante la explosión atronadora del impacto de ataques devastadores.

La iris de la dama mariposa se encogieron, para luego brillar en furia simple y llana, que uso como catalizador para encender sus alas brillando iridiscentes encendiendo su aura que hizo que Pikachu se sintiera oprimida.

"Inaceptable… Inaceptable… ¡Inaceptable! ¡Absolutamente inaceptable! ¡Podrás haber venido de una tierra villana, ser de otra escala¡ ¡Pero yo aquí he de Dictar y Dominar!"

Puede que tenga un sentimiento de odió-amor a Vermilio, pero ella lo entendía, lo entendía muy bien, no era adecuada para estar con él, no por lo mala que era sino por justamente lo contrario, era demasiado excelente para un entrenador como él. Estar con Vermilio solo atraería millares de problemas para ambos, incluso cuando ahora solo estaba en problema que ellos mismo causaron.

Pero incluso, su corazón era así de irracional aunque sabía muy bien el motivo de forma muy racional.

Aunque lo odié solo por no haber cumplido un capricho, no puede dejar de amarlo con locura.

La misma locura al ver su cuerpo caer al borde del campo devastado con sangre fluyendo en las rocas y barro sobre el cielo lluvioso y rugiente, sin dar señas su cuerpo joven y frágil moverse, sin dar ningún espasmos tan siquiera...

Eso solo enfrió repentinamente su cerebro, para mirar con calma a la Pikachu que retrocedía ante su grito, solo enseñando sus ojos blanco y perdidos abiertos de par en par, solo enseñando los dientes apretándose una a otra, con el campo de energía rodeándola y comprimiéndola a su alrededor, conteniendo el resultado de su inevitable destino.

Las acciones de esta Pikachu más que instintivas parecían conscientes, más parecía una borracha que simplemente va con un auto a altas velocidades, se va estrellar y con ello va producir una terrible tragedia, pero nadie estaba impidiéndolo.

Incluso si la dejarán sola, va a hacer un terrible daño.

Pikachu no se quedó quieta y rugió hacia Butterfly enseñando sus colmillos, lanzando Bola Voltio que chocaron con el aura de Butterfly que batió sus alas generando un poderoso Despejar que aisló la lluvia a sus alrededor, el Aura empezó a rodear a la Dominante como un disco de acreción alrededor de un agujero negro, todo mientras brillaba.

Si quería cortar lo que estaba tratando de hacer, debe hacerlo con un ataque de Tipo Oscuro.

La energía caótica tomada directamente más allá de la jaula del cielo villano envolvió a Butterfly, con una tormenta oscura y crujiente a su alrededor con su silueta bañándose en una tinta negra y sus ojos brillando en amarillo para luego su forma agitarse y crecer... Todo mientras Pikachu era sostenida ahí por el terror de la presencia ante ella que estaba quemando su núcleo para detenerla de golpe.

Quien viera el cambio de Butterfly se sorprendería, era el proceso que iba acompañado a una evolución natural convirtiendo la Energía Oscura en el material para el proceso de cambio. Butterfly en este momento parecía estar evolucionando.

Pero Butterfly no tenía más evoluciones, y se convertiría en polvo si intentará mega-evolucionar, pero ella si tenía algo más…

Una nube roja se abrió paso y baño de energía escarlata alrededor de Butterfly, con las líneas ley ayudando a la Dominante a lograr una acción imposible, un Dinamax.

La silueta fue crescendo, in crescendo… con la forma de una inmensa mariposa surgiendo de la tormenta oscura con un chirrido que lanzó estremeciendo todo el campo de batalla y más allá del bosque como de la montaña. Pero antes de que se manifestará el constructo de energía caótica que aleataba para ir más allá de sus capacidades, tratando infructuosamente en tomar vuelo, Butterfly recogió el poder masivo para canalizarlo hacia Pikachu que salió de la presión de terror, saltando hacia atrás y comenzando a bombardear a la Dominante que estaba buscando una forma de pulverizarla de golpe sirviendo ella misma de catalizador para una acción casi imposible.

Trataría de usar esta energía para lanzar un Movimiento Dinamax.

Vermilio no entendía muy bien lo que hace una Pokémon fuerte o débil, cómo funciona realmente sus capacidades y actitudes, las reglas 'definidas' no son tan definidas… pero había hasta cierto punto una sencillez en ella, que simplemente desconocía y se le escapaba.

En cambio, Butterfly sabía que está Pikachu era una asaltante de niveles, tal vez sea una de nivel 6 o 7, infinitamente cerca de ser una Pseudo-Legendaria, por eso Charmander ni Bulbasaur sintieron el peligro de esta Pikachu, su escala de poder era tan grande que simplemente era como tratar de sentir la inmensidad del mar o del bosque, era simplemente imposible para ellas.

Butterfly apenas lo detectó y Vermilio lo sospecho con mucha fuerza aunque no sintió nunca luchar contra el equivalente de un ecosistema móvil.

La misma Dominante era de Nivel 4, siguiendo la secuencia divina, solo podía hacer un rendimiento 5 veces a comparación a Pikachu que puede hacerlo 13 o 21 veces, no podía igualar ni acercarse a su potencia de fuego en bruto, pero si daba un golpe preciso había una esperanza.

Pikachu se puso de pie por primera vez en el combate después de sus intentos infructuosos de cancelar el movimiento de Butterfly, para luego lanzar un poderoso Rayo al cielo, un cielo que rugió con furia antes de dispersarse en siete rayos a todas la direcciones, con el cielo alto chirriando no en un sonido como el agua cayendo a mamparos o el rayo tronando.

Era más el sonido de un chirrido que por mucho que te tapes los oídos, no podrás escapar de él, resonaba mucho más profundo y doloroso en el fuero interno del oyente, más aún de aquellos muy conectado y arraigados al propio mundo.

Y ese sonido hizo que una existencia imposible saliera de su acción inútil contra una niña con corazón de campana.

La acción de la Pikachu coloco una expresión severa y un poco lívida en el anterior un rostro jugueton y relajada de una existencia que estaba sobre muchos en el mundo, pero que aún era sostenida por el mismo mundo.

Ella, alguien que se alimentó de traiciones y dolores, con su mirada esmeralda, expresión de dama de cabaret y vestido amarillo con manchas verde sin hombro. Ella, que volteó hacia el combate con la muchacha usando de forma indiscriminada MT para mantenerla a raya, voltio su mirada más allá de su mirada, mientras los rayos volvían a su origen está vez, como meteoros espectrales, alumbrando cada uno con un color diferente… la tonalidad del arcoiris...

Sus ojos se encogieron al sentir eso.

¿Un ataque al maldito Cielo Villano? A tomado de su energía para…

Fue en eso momento que Victribeel, la dama de la corte del Rey Loco, la Emperatriz de Esmeralda, la Pokémon Noble del Bosque Viridian, fue justo en ese momento viendo los rayos trayendo consigo el poder del Alto Cielo, es que supo, que se equivocó.

Ahora sabía que tenía que dejar de jugar.

Cuando la energía devastadora de 10.000.000 de voltios cayó hacia Pikachu que fue rodeada de un campo energético con la brillantez de una aurora boreal, Butterfly supo que ya había perdido.

Así que se enfocó para asimilar el impacto e impedir que el cuerpo de Vermilio salga lastimado.

Pero antes de poder hacer nada, dispuesta a tomar el daño de tal ataque masivo que incluso el cielo trataba de retroceder ante la intensidad de poder que había detrás, una pequeña figura brillando como una cerilla de fósforo se paró en medio de los dos titanes que se media caras, con una gorra cubriendo su rostro lloroso y temblando sin un motivo, o muchos motivos tras de si.

Pikachu solo vio la forma borrosa de esa figura que temblaba ante ella, sin entender como una debilucha y tonta pueda pararse ante ella ¡Ella, por El Maldito Cielo, ella que fue maldecida para maldecir el terreno sobre el que camina! ¡Maldecir a aquellos que estaba en el camino!.

¡Ella que vio mundo devorados ante Bestia y monstruos surgiendo del tejido mismo de la realidad! ¡Que aplicaron su hambre con realidades que los contenía como una bolsa!

¡Ahora como puede ser esta luz de luciérnaga enfrentar el enfado de la tormenta imperecedera!

Era inaudito y estúpido ¡Una absurdez!

Pero Charmander miro temblando, no de miedo o de frío sino de tristeza a Pikachu, queriendo abrir la boca y gritar, revolcarse en el suelo en medio del barro, el agua y sus lágrimas mientras regorjoteaba, pero de su boca no salió ni una nota de voz, sabiendo que esta vez… se equivocó.

Podía haberte salvado, pero… falle, lo siento hermanita, lo siento, pero no tengo la fuerza para…

Miro la palma de su mano izquierda, ni siquiera tenía la fuerza para sostenerlo, ni siquiera tenía la fuerza para sostener a esta Pikachu.

No tenía la fuerza para sostenerse.

Solo era egoísta, tal vez su hermana le esté yendo bien… ella era brillante y hermosa, por eso la cuido mucho, su encanto harán que la cuide y la protejan como no pudo hacer, solo hacerla angustiar sin saber si su hermana mayor regresará o no... Era un castigo aceptable que se haya quedado atrás.

Solo por su egoísmo de algo que no dejo, había perdido todo de nuevo, no pudo aferrarse a lo poco que consiguió.

Su cola se agitó alumbrando como un fosforito bajo la lluvia, tintineante, pero cálida y brillante, pero un brillo a punto de apagar.

Alzó su mirada firme de su mano izquierda, con sus ojos ardiendo en butano, esos ojos que enamoraron perdidamente un forastero observando a la Pokémon ratón eléctrica que salió de su estupor antes de decidir enviar al olvido a esta ilusa.

No viviré más con miedo ni terror, esta vez, será el final.

Y el cuerpo de Vermilio se agitó como si escuchará los pensamientos de Charmander, hundiendo la palma de su mano izquierda en el suelo, agarrando un puñado de barro y agua, con su sangre ardiendo como fósforo bajo su acción.

Cuando Pikachu iba lanzar el terrible Gigarrayo sobre la pobre criatura, con Butterfly sin saber muy bien como proceder, solo percibió como de repente la mujer ratón eléctrica sufrió lo que parecía un paro cardiaco.

Pikachu cayo de rodillas sosteniendo su pecho con su corazón de repente arrítmico y la mitad de su vitalidad evaporándose en el éter, mientras surgen líneas negras sobre su piel quemándola y terminando de destruirla por dentro. Enviándola a la inconsciencia, conciencia y lucidez de un solo golpe sin poder detener el acto horroroso que iba a acometer.

Ya con el Movimiento Z colapsando sobre ella, con la energía caótica que no obedecía, ni quería ser obedecida, ni tenía y ni quería tener ninguna dirección, Charmander salto hacia la Pikachu a punto de implosionar sin importarle nada.

Incluso si esa explosión se llevará consigo todo este bosque, la linda niña lagartija no se detuvo, dejando un rastro de lágrimas mientras de su cuerpo brotaba en un calor que alejaba el agua o el viento, los rayos y el sonido.

Un calor que lo consumía todo, incluso a ella misma.

Un calor que alejaba todo, incluso sus pesares o alegrías.

Y con una sonrisa, Charmander salto hacia Pikachu que aún sostenía su pecho ante su inminente final, mirando horrorizada a la niña que iba hacia ella con una preciosa sonrisa soleada, sin poder detener nada, sin lograr nada, sin conseguir nada, tan solo un amargo final por un estúpido error y por su exceso de confianza, solo quería gritar una disculpa y una oportunidad más a cualquiera, pero tan solo dio un grito silencio.

Y justo en el momento de explotar, la niña lagartija cerro los ojos aún manteniendo su sonrisa.

Su mano izquierda se apretó en un puño.

Para luego así, Charmander explotar con Pikachu misma que soltó lágrimas también por ella y junto a ella en su momento final.

Y ese día, el sol volvió a salir en el horizonte de Kanto. Un día donde el sol salió dos veces.

El día donde ocurrió un segundo amanecer.