El Muchacho
Viéndose sobrecogida por la emoción que aquel momento suscitaba, Erika decidió cortar de súbito su conexión con Leah. Si bien una parte suya resentía la idea de privarse de las sensaciones que podía llegar a experimentar en caso de seguir ligada a la mujer, la idea de tener un asiento en primera fila y presenciar el instante preciso en el que ella cedía a sus impulsos pesaba mucho más. Al grado de dejar salir un agudo grito que ensordeció a la mascota que flotaba a su lado. Sonriendo y exhibiendo sus dientes y la aterradora sonrisa que su condición fantasmal le había provisto. Y comenzar a aplaudir como lo haría una niña pequeña; juntando sus muñecas y moviendo eufóricamente el resto de sus palmas con el fin de alcanzar la máxima velocidad o realizar la mayor cantidad de palmadas que le fuese posible.
-¡Uuuuuh! ¿¡Ves esto, pequeño!? ¡ESTO es lo que buscábamos conseguir!- Le comentó ella a su acompañante y escriba designado. Aprovechando la pausa dramática que la mujer y el joven parecían haber impuesto, y la subsecuente pausa en la labor de su mascota para así abrazarla con todo el cariño y emoción que tenía en ese momento. -¿¡Puedes sentir la electricidad en el aire y la TENSIÓN por parte de estos dos!?- Cuestionó en tono de voz irónico, presionando su rostro contra la cubierta que servía a modo de rostro del libro fantasmal. Quién por su parte, haría girar sus ojos y dejaría caer una gota de tinta por un costado, antes de ofrecer una respuesta que poco le importaría a su dueña. -¡JA! ¿¡Qué digo!? ¡Claro que puedes! Y es qué claro, ¿¡Cómo no hacerlo cuando no hay ¡PASIÓN! en el mundo que sea más genuina y más intensa que la de una Milf y un inocente joven adulto que apenas está empezando a definir sus preferencias!?- Declaró, rodeando al libro con su brazo, alzando su mano lo más alto que pudo y cerrando su puño con una fuerza y determinación abismal.
De hecho, tal era el grado de ensimismamiento de la Fantasma en ese momento, que ella tardaría unos segundos en caer en cuenta de lo que realmente ocurría a su alrededor. Siendo la primera cosa que notó, la forma en que un Boocky desesperado y falto de aire la empujaba con el listón que le servía a modo de lengua en un intento de zafarse de su agarre constrictor. O la segunda y más importante, el instante en el que una enrojecida y avergonzada Leah comenzaba a subir y acomodarse nuevamente los pantalones.
-¡O-Oh Dios! ¡Él acaba de ver cómo yo…! ¡Me vio mientras…! ¡E-ese chico acaba de ver como alguien de la edad de su madre estaba…!- Fueron algunas de las cosas que cruzarían por la mente de la castaña, poco antes de acabar de arreglarse lo mejor que pudo. Ocultando su rostro tras un libro que; debido a las prisas; accidentalmente sujetaba de cabeza. Sirviéndole única y exclusivamente como una forma de impedir que haya contacto visual entre ella y el muchacho que alcanzo a ver tras uno de los tantos libreros del sitio.
-¿Eh? ¿Pero qué mierda?- Preguntaría por su parte Erika, incapaz de esconder su sorpresa ante aquel desarrollo de los acontecimientos.
A su vez, tras aprovechar dicha confusión y ser capaz de librarse del agarre ejercido por su dueña, Boocky tomó varias bocanadas de aire y regularizo sus nervios antes de finalmente volver en sí. Denotando la actitud irónica y desafiante que lo caracterizaba cuando no ejercía ni como libro redactor, ni como mascota sumisa; el escrito fantasmagórico comenzó a ladrar y quejarse por lo que veía. Avisando de antemano que no pensaba a someterse por segunda vez al suplicio que suponía el borrar partes ya redactadas. A la vez que criticaba y volvía a cuestionar a su dueña sobre sí realmente sabía lo que hacía o no.
-Oye, tranquilo, amigo. Quizás nuestra mamá castaña no está tan desesperada y deseosa cómo pensé en un inicio.- Admitió ella, presionando y picando con su dedo la tapa dura que cubría gran parte del cuerpo del libro. -Pero sí algo nos ha enseñado la vida es que cuando un chico con más hormonas que cerebro, se encuentra con una mujer en "Plena Acción", su primer y más natural reacción es…- Continuó diciendo, cerrando sus ojos, alzando su índice en el aire y adaptando una actitud de erudita del tema. La cual sí bien se vería reforzada luego de que ella decidiese acomodar y resaltar sus enormes lentes por medio del uso de su muñeca, la misma no tardaría en resquebrajarse y romperse luego de oír y repetir la descripción que su más atenta mascota le dio respecto a lo que el muchacho en sí estaba haciendo en ese preciso momento. -¿¡Qué!? ¡NO! ¿¡Qué clase de perdedor falto de bolas optaría por "Hacer de cuenta que nada paso e irse de regreso a su me-"!?- Cuestionó Erika, volteándose y abriendo súbitamente sus ojos. Sujetando rápidamente a Boocky de los costados y ofreciéndole una mirada de enfado que se mantendría hasta el momento en que él le señalo la posición actual del rubio bajo sus imperceptibles e imaginarios pies. -¿-sa?-
-C-creo que fui a verla en un muy mal momento. Lo mejor será fingir que no vi nada y REZAR para que ella no piense que la estuve espiando o algo así. Por cómo está todo hoy en día, quizás me acusen a mí de mirón, mientras que vean lo de ella como un acto de "Empoderamiento" o alguna otra mierda así.- Se quejó en su mente el chico que iba avanzando a rastras por entre los anaqueles y muebles repletos de libros. Decidido a hacer como la castaña e ignorar lo acontecido por su propio conjunto de razones personales.
-¡Oye, tú! ¡VUELVE AQUÍ AHORA MISMO!- Ordenó Erika, reuniendo su ectoplasma en la zona baja de su cuerpo para así dar forma a un par de piernas con las cuales impulsarse. Mismas que no tardaría en emplear sobre la cubierta semi-rígida del cuerpo de Boocky; ignorando o cuando menos, no dando importancia a sus quejas; con tal de llegar junto al joven lo más rápido que podía. Dándole la libertad y la ocasión ideales para reclamarle por su forma cobarde de actuar. -¿¡Acaso piensas dejar que la oportunidad de una vida se te escape así como así!? Es decir, ¡Solo mírala, chico! ¡Ella es encantadora, bella y está necesitada del afecto de alguien! ¡Y ESE "ALGUIEN" PODRÍAS SER TÚ, JODER!- Declaró, aún a sabiendas de que se mantenía indetectable ante los ojos y oídos del chico. Hecho que no tardaría en recalcar un cierto libro volador, de semblante malhumorado y con un más que notorio par de marcas de pies adornando su rostro, luego de reducir la distancia entre él y su dueña.
Frustrada tanto por la actitud pasiva del joven, como por la falta de ánimos de su mascota, Erika optaría finalmente por adoptar otra clase de enfoque con tal de resolver el problema. Dejando que su naturaleza como Lust Goblin se apoderase de ella momentáneamente. Preparando y afilando sus enormes garras fantasmales, momentos antes de hundirlas de improviso en ambos lados de la sien y conseguir así que sus palabras y órdenes calasen de manera directa dentro de la psiquis del rubio.
-Detente… ¡AHORA, MIERDA!- Vociferó, ya con sus cuchillas clavadas en lo profundo del cerebro. Ejerciendo un control parcial del mismo y haciendo que el muchacho se aterrase ante la incapacidad de moverse como él deseaba.
-¿¡Eh!? ¿¡Q-qué está…!? ¿¡Por qué mis piernas no se mueven!?-
-Oh, yo te diré porque, tú…universitario…estirado…¡Y VIRGENCITO HIJO DE PERRA!- Farfulló la Fantasma, todavía encolerizada y furiosa debido al desastroso desarrollo hasta ese momento. Dejando que la información que recibía de la mente del chico fluyese dentro de sí; permitiéndole insultar apropiadamente al muchacho, ahora identificado como Thomas. -Como es CLARO que eres un cobarde como casi cualquier hombre en este mugroso pueblo lleno de Manginas y Castrados, ¡No me dejas otra opción más que violar mi promesa de no interferir, con tal de arrastrar tu jodido culo hacia donde se supone que debía ir!-
-¡Wah! ¿¡QUÉ MIERDA!?- Vociferó Thomas, aterrado por la manera robótica y antinatura en que una de sus piernas pateó el aire frente a él y quedó suspendida, casi como si una fuerza ajena la mantuviese en dicha posición. Intentando inútilmente por destrabar la misma por medio de sus manos, antes de que un inesperado giro por obra de la extremidad lo forzase a dar varias vueltas sobre sí. Desorientándolo, mareándolo y dejándolo a media vuelta de su posición inicial. -¿Qué me pas…?- Cuestionó fugazmente mientras contenía sus nauseas. Momentos previos a que la misteriosa fuerza a cargo de sus piernas lo obligase a marchar de regreso hacia el sitio donde la castaña se encontraba. -¡Hey! ¿¡Y-y ahora por qué voy directamente hacia la Sra. Stein-Torres!?- Preguntó, totalmente desconcertado y ajeno a las quejas dichas por la responsable de aquel fenómeno paranormal.
-¿¡DE QUÉ CARAJOS TE QUEJAS!? ¡Por mucho que te escondas, eventualmente vas a tener que cruzarte con ella cuando quieras irte de aquí! ¿¡O NO!?- Declaró Erika, picoteando la mente del rubio con sus garras y dirigiéndolo como si de una marioneta se tratase. -Créeme que yo no estoy mucho más feliz que tú por tener que recurrir a esto, pero… ¡Ya que eres un gallina, no me queda más que tomar el asunto en mis manos y FORZAR a que un bello momento entre ambos se dé de la forma más NATURAL posible! ¡Ya que si no lo hacen te juro que…!- Farfulló con frustración y enfado más que evidente, sin dar importancia a la resistencia ofrecida por el joven o a la expresión confundida que su libro mascota le dedicaría.
Por su parte, mientras observaba el desarrollo de todo, Boocky aprovecharía el momento para hacer unas anotaciones personales en la parte final de sus hojas. Revelando lo que serían unas "Fichas de Personaje" de algunas de las personas más importantes o cercanas a él. Parándose en la hoja dedicada a Erika y añadiendo frases como "No es de las que aceptan un 'NO' como respuesta", "Puede ser contradictoria y confusa con lo que quiere" o "REALMENTE da miedo cuando se enfada. Tratar de evitar que eso pase". Las cuales almacenaría como información valiosa para prevenir o evitar problemas a futuro.
Finalmente, luego de forzarlo a realizar varios pasos pesados; poner a prueba la resistencia del chico al momento de aferrarse a un librero; y hacerlo rodar cuando la fuerza de las piernas demostrase ser superior a la de sus brazos; Erika fue capaz de ubicar a Thomas en frente del mostrador de Leah. Llamándola la atención de la castaña luego de que la cabeza del rubio chocase contra el mostrador.
-Y, ¡VUALÁ! ¡Ya hice la parte más difícil por ti, garañón!- Afirmó en tono victorioso Erika, sujetando del pescuezo a Thomas para así levantarlo del suelo. Dejándolo de pie y frente a frente con la castaña, poco antes de que ella atinase a despegar su mirada de su libro tras el sonido del choque. -Ahora, veamos si ya fuiste capaz de hacer que te creciese un par de cojones, ¿Si?- Murmuró, con los brazos entrecruzados y uno de sus amenazantes dedos picando su antebrazo en señal de expectación e impaciencia.
-¿¡S-si!? ¿En qué puedo ayudarte…cHiCo?- Escupió a modo de pregunta Leah. Viéndose obligada a bajar la muralla compuesta de hojas y cuero que todavía leería al revés, y cuya función principal era prevenir un contacto visual que acababa de volverse inevitable. Revelando un rostro todavía enrojecido y unos enternecedores ojos que coronaban la parte superior del libro que la ocultaba.
- Umm…b-bueno…yo…verá…s-solo quería…- Balbuceó el joven, en parte debido a la confusión que lo asolaba respecto a su visita al sitio, o por la vergüenza que lo golpeó al cruzar su mirada con la de la castaña; notándola tanto o inclusive más incómoda que él.
Tras ello, el dúo intercambiaría una serie de jadeos, balbuceos y risas incomodas que no aportaban nada ni parecían estar acercándolos al desenlace buscado por una cierta Fantasma que acabaría por arrancarse metafórica y ligeramente las cejas del rostro.
-Va- ¡-moooooos! ¡HAGAN ALGO, COÑO!- Suplicó Erika, habiendo llegado al límite de su paciencia. -¡Carajo! ¿¡Es que acaso tengo que hacer TODO yo!?- Cuestionó, tras hartarse de ver el paupérrimo y aburrido desarrollo de la situación.
Adaptando un aspecto digno de un espectro como lo era ella, la incorpórea mujer rodeó y preparó sus intimidantes garras cargadas con leves corrientes eléctricas. A las cuales distribuiría y repartiría a lo largo y ancho de la cabeza de Thomas. Haciendo que una por una ingresasen al interior de este y comenzasen a escudriñar, punzar y alterar partes concretas de su cerebro. Con la finalidad de "Despertar" en el joven ciertas características o "Adormecer" aquellas que resultaban menos productivas para sus planes.
-Veamos…si disminuimos un poco las inhibiciones…aumentamos la actividad de su pituitaria…le damos un incremento a su confianza por medio de una descarga de testosterona…y hacemos que rememore todas esas veces que se ha masturbado viendo a mujeres maduras entonces…- Murmuró, tratando de recordar lo mejor que podía de su entrenamiento como Lust Goblin, aplicando sus vagos recuerdos sobre anatomía y llevando a cabo lo que en sus propias palabras era una "Cirugía Seria", mientras procuraba afectar o herir lo menos posible la psiquis de un Thomas que no pudo ocultar su reacción ante las descargas.
-Au. ¡AUCH! ¿¡Y ahora qué…!? ¡AHH! ¿¡Que carajos le está pasando a mi puta cabeza!?- Preguntó, llevándose ambas manos a los costados. Provocando que Boocky dejase salir un silbido de dolor ajeno debido a ello.
-¡Listo! Ahora sí, a ver qué haces, muchacho.- Comentó Erika, tras dar por finiquitada su obra y dejar tanto a la castaña como al rubio a cargo de lo que acontecería de ahora en más.
-O-oye. ¿Qué sucede? ¿¡Quieres que llame a emergencias!?- Inquirió Leah, quién no tardó en bajar su libro, rodear su escritorio y socorrer al muchacho que acababa de dejarse caer al suelo debido a las fuertes migrañas que acababan de surgir en él.
-No, yo…creo que ya pasó.- Declararía Thomas, al irse recobrando levemente luego del shock. Frotándose la cabeza y cuestionándose sí debía ir al médico luego de la caterva de cosas inusuales y rarezas que no parecían dejar de sucederse una tras otra. -Pero, ¡MIERDA! Esa sin duda ha de haber sido la migraña más fuerte y rara que he tenido.- Musitó, comenzando a incorporarse gracias a la ayuda ofrecida por la castaña. Sin caer en cuenta de las consecuencias que dicho roce provocarían tras la manipulación mental que él acababa de sufrir.
Ya que a diferencia de sus anteriores intercambios, al momento en el cual el rubio volvió a fijar su mirada en Leah, un extraño pero satisfactorio sentimiento comenzó a surgir de lo profundo de su ser. Sintiendo como si de repente su mente se viese despojada del velo que le había impedido captar por completo el encanto de la mujer que lo sujetaba y ayudaba de manera tan desinteresada. Notando en ella un brillo y una belleza que; además de dejarlo flechado mientras la veía expresar su preocupación hacia él doblando sus cejas; hizo latir su corazón y provocó que sus hormonas rápidamente pasasen a tomar mayor control sobre sí.
-Wow. No sé cómo es que no lo había notado hasta ahora, pero…e-ella se ve…realmente linda de cerca.- Afirmó dentro de su mente. Tragando una bocanada abundante de saliva, abriendo sus ojos de par en par y enrojeciéndose vivazmente. Cosa que provocó que otra pregunta respecto a su estado rápidamente entrase a colación.
-¿Seguro que te sientes bien, chico?- Denotó Leah, sintiendo como su lado materno y actitud usualmente responsable había ayudado a dejar sus vergüenzas y preocupaciones momentáneamente de lado. Poniendo al chico y su estado de salud como su única preocupación en aquel momento preciso. -Francamente te veo demasiado rojo todavía. ¿No será que tendrás fiebre o algo así?- Cuestionó, reduciendo la distancia que separaba ambos rostros para así ser capaz de posar su mano sobre la frente del joven. Revisando su temperatura y usándose a sí misma a modo de referencia. Ignorando y pasando por alto la reacción del rubio ante aquello.
-Pensar que alguien así de encantadora y sexy tenga que conformarse solo con sus dedos es una verdadera pena…- Comentaría mentalmente, cayendo presa de la falta de inhibiciones que los "Retoques" de Erika habían propiciado en él. Expulsando una bocanada de aire de sus fosas nasales tras notar la cercanía entre sus bocas y el busto de la castaña. Al tiempo que un bulto y sensación de opresión se hacía presente en sus pantalones.
Cayendo en cuenta del cambio en la actitud del joven, Leah decidió seguir la dirección que los ojos de este último habían tomado. Haciendo que se percatase tanto de la intensa mirada que él mantenía sobre sus senos; como de la evidente, furiosa y notoria erección que amenazaba con deshilachar y romper el botón que mantenía sus prendas en su sitio.
-Mmm…b-bueno. Parece que lo que haya sido eso, ya pasó. A-así que…- Comentó ella, ahogando un jadeo de sorpresa. Cerciorándose de apartar nuevamente la mirada y creando una distancia aceptable entre ambos. Dejando que los pensamientos vagasen libremente en su mente. -¡O-oh, cielos! Veo que él sigue algo…"ANIMADO" luego de lo que me vio hacer. Eso es algo…halagador en cierta forma.- Murmuró, incapaz de evitar que sus mejillas se iluminasen o de rascar las mismas debido a la "Alegría" y el orgullo que dicho hecho y reacción le daba. -A-aunque obviamente, aquello es más una reacción natural luego de todo lo ocurrido. Ya que dudo que alguien como él pueda REALMENTE encontrar atractiva a alguien que…- Declaró, en un intento instintivo esfuerzo por rectificar su actitud. Sin que se le pasase por la mente la forma en que dicha línea de pensamiento coincidiría y se contrastaría con la del muchacho en cuestión.
-¡M-mierda! Ella bien podría tener la misma edad que mi madre. P-pero aun así…- Divagó Thomas, previo a que las últimas triquiñuelas y modificaciones hechas en su psiquis lo impulsasen a sincerarse consigo mismo. -No…más bien creo que es JUSTO POR ESO que me siento de esta forma al verla. Y si bien mi cabeza me advierte lo "Mala Idea" que es lo que estoy a punto de decir…- Musitó, frunciendo sus ojos, reforzando su convicción y propiciando una mordida a sus labios con tal de ayudar a que las palabras en su mente surgiesen antes que las de su boca. -Pero justo ahora, ¡Me siento lo suficientemente valiente como para probar suerte!- Declaró, adelantando sus manos para así rodear y apresar la palma que la castaña hubo posado en su frente. Consiguiendo una reacción de sorpresa inmediata por parte de esta.
-¿E-eh? ¿Qué estás…?- Llegaría articular por su parte Leah, cuya expresión de incredulidad y desconcierto intercaló entre la extremidad que hubo sido secuestrada y el rostro seguro de un Thomas que la interrumpiría diciendo…
-¡Sra. Stein…!- Empezó por decir él. Debiendo interrumpirse a la mitad, no tanto debido a alguna clase de mengua en su confianza, sino más bien por la necesidad de corregirse y ser lo más claro que pudo. -No… ¡Leah! Desde hace rato he querido decirle que… ¡M-me gustaría ofrecerle mi ayuda y saber si estaría dispuesta a conformarse con tener sexo con alguien como yo! Aún y cuando no pueda prometer ser mucho mejor que sus dedos…- Se forzó a espetar de súbito el muchacho, haciendo gala de todo el coraje que todavía le quedaba. Consiguiendo con ello que la mandíbula de la castaña se abriese de par en par; y que Erika no fuese capaz de ocultar su emoción respecto al rumbo que todo parecía estar a punto de tomar desde ese preciso momento.
-Jojo~ Mejor empieza a tomar nota, muchacho. Algo me dice que a partir de aquí, es cuando las cosas realmente empezarán a tomar vuelo.- Declaró la Fantasma, clavando sus uñas en la cubierta del libro flotando junto a ella, al punto de hacerlo chillar debido al dolor. -¡Oops! Perdona.- Espetó al momento de soltarlo y dejar que una sonrisa en forma de luna creciente ocupase todo su rostro tras ver la forma en que el rostro de la castaña se tiñó de rojo luego de la confesión.
-¿¡Ehh!? ¿¡P-pero qué dices, chico!? Yo soy…y-y tú eres…y eso sería algo demasiado…- Intentó articular Leah, llevándose una mano al rostro con el fin de cubrirse y viendo como tanto su lengua como su mente parecieron sufrir un cortocircuito a causa de su creciente ritmo cardiaco y conflictuadas emociones.
-Seré el primero en admitir que es algo repentino, y en caso de que sea algo que la haga sentir incomoda me detendré, pero…- Murmuró en respuesta el joven, haciendo que una de sus manos se posase contra aquella junto a la mejilla de la castaña. Acariciando el dorso de esta, haciendo a un lado el mechón de pelo que cubría su cara y provocando que la mujer se crispase levemente al momento en que él retiró la extremidad para dejar al descubierto un rostro que se aproximaría más al de una colegiala avergonzada. -Antes de responderme, me gustaría que escuchase lo que tengo que decir.- Solicitó un sonriente Thomas, embelesado y encantado por el aspecto actual de la mujer. El cual sirvió para facilitar la salida de sus palabras e hizo que una sonrisa ligera y segura se mantuviese en su rostro mientras hablaba. -Desde siempre, usted me ha parecido alguien sumamente bella y a la que es sumamente divertido tener cerca. He visto la forma tan animada en que se asegura de cuidar de su biblioteca y de tratar tan bien a todo aquel que la visita. Haciendo que este se vuelva mi sitio favorito en el cual estudiar y leer.-
-Oye…ya fue suficiente de bromas, ¿No crees?- Insistió Leah, desviando su vista al hacérsele imposible la idea de seguir manteniendo un contacto visual directo con el rubio mientras hablaba.
-Todavía no termino. Y como le decía, sé perfectamente que alguien como usted jamás se fijaría en alguien como yo de manera seria, pero… Me da verdadera rabia el ver cómo debe conformarse con algo como autosatisfacerse a sí misma. Así que pensé que quizás…y solo ¡QUIZÁS! ambos podríamos dejar de lado nuestras inseguridades y complejos; así sea solo por hoy. Y solo…limitarnos a calmar las urgencias que OBVIAMENTE ambos tenemos.- Inquirió el muchacho, poco antes de alzar sus manos y aquellas a las que tenía apresadas. Dejándolas entremedio de ambos rostros y cerrando su propuesta con un beso y una lamida dada a la mano y los dedos que todavía mantenían parte del sabor a jugo femenino sobre sí.
Siendo consciente de ello y sintiendo como algo dentro de sí acababa de estallar debido al indecoro e incredulidad de la situación, a Leah le tomó unos segundos el ser capaz de reaccionar. Abriendo su boca solo para comprobar que las palabras no le brotaban. Cerrando y frunciendo sus labios, al punto de acabar creando una especie de "Onda" que le recordaba a cierto personaje ficticio de un cómic en su juventud. Todo mientras su corazón no paraba de tamborear; generando una crecida en su temperatura corporal; junto con otra serie de reacciones por parte de las zonas más sensibles de su cuerpo.
-Creo que tú…no d-deberías de bromear en ese tipo de cosas.- Acabaría por declarar ella luego de hacer descender saliva por su garganta. -Yo ya no estoy en edad para chistes de ese estilo, así que…hará falta algo más que un par de palabras acarameladas y promesas vacías como para que yo…- Musitó, en un último intento por refrenar al chico y privarse de aquella atención que ella misma sabía que necesitaba. Ganándose con ello una efusiva crítica por parte del dúo fantasmal que la observaba.
Mostrando a un Boocky que ladraba con desespero ante su indecisión y a una Erika que superaba con creses la agresividad y enfado de este último.
-Oh…por… ¡DIOS! ¿¡Es que acaso tratas de matarme por segunda vez, mujer!? ¡Aprende a aceptar un cumplido y darte un gusto por una puta vez! ¿¡QUIERES!?- Reclamó Erika, sujetando con exasperación las bolsas de sus ojos y jalándolas amen de reprimir sus deseos de poseer o manipular a la castaña. -¡La escena está lista! ¡Tu galán te espera! ¡Y TÚ TIENES UNA PUTA INUNDACIÓN EN LAS BRAGAS Y UN PAR DE 'CORTADORES DE VIDRIO' AMENAZANDO CON HACERLE UN AGUJERO A TU SOSTÉN EN CUALQUIER MOMENTO!- Vociferó la espectro, resaltando, denotando y dándonos a conocer aquellos cambios que si bien pasarían desapercibido a simple vista, comenzaban a hacerse evidentes y sumamente notorios en la mujer; y particularmente desde la perspectiva del joven que la observaba. -¡Dime entonces! ¿¡QUÉ MIERDA SE NECESITA PARA QUE TE CONVENZAS Y DEJES AL MUCHACHO DARTE ALGO DE…!?- Fue lo que llegó a cuestionar Erika, poco antes de ver a Thomas librar a las manos de su agarre, tomar a la castaña de los hombros y acercar su rostro al de ella con el fin de propiciarle un beso que diese un peso real a todo lo que había dicho hasta ahora.
Mostrándonos algo de la renuencia obstinada que comenzaba a ser característica en ella, Leah intentó empujar y apartar al chico. Empujándolo, golpeteándolo e inclusive planteándose la idea de morderlo. Viendo minimizados y convertidos dichos intentos en algo fútil; al enfrentar la determinación de los labios presionados contra los suyos; sentir la inclemencia del músculo bucal al momento de serpentear y envolverse alrededor de su lengua; o ver como la fuerza en sus brazos fuese cayendo en picada luego de que tanto su resistencia física como voluntad cediesen poco a poco ante la mirada intensa y apasionada con la que el rubio insistentemente la veía.
-Oh~ Así que ESO es lo que hacía falta, ¿Eh?- Comentaría Erika, tras observar como con el pasar de los segundos Leah pasó de repeler, empujar y atacar, a ceñir sus manos alrededor de la camisa del muchacho. En lo que obviamente sería un intento por hacer perdurar el momento lo máximo que le fuese posible. -Mentiría si no señalase lo cliché que es esto, ¡PERO HEY! mientras que haya funcionado…- Añadió, encogiéndose de hombros y limitándose a seguir vigilando el desarrollo de todo.
-¡Wah! ¡É-él me está besando! ¡A-aun cuando dije que no debía…! ¡Y AÚN A SABIENDAS DE LO INCORRECTO E INMORAL QUE ES ESTO…!- Se recriminó la castaña, tras no ser capaz de pasar por alto la indecencia del acto. Pero denotando su hipocresía al no solo no seguir esforzándose en prevenirlo, sino que consintiéndolo por actos tales como el momento en el que se aferró al torso de Thomas, o le dio libertad a este para que posase su mano y comenzase a manosear su trasero por encima de sus pantalones. -Ha pasado tanto tiempo y…había echado TANTO de menos el sentir el deseo de un hombre hacia mí~- Musitó, previo a que el intercambio entre los dos debiese llegar a su fin. Viéndose ambos obligados a reponer sus suministros de aire por medio de respiraciones cortas y agitadas.
Mientras descansaban, la pareja optó por enfrentar y mantener presionadas sus frentes. Valiéndose tanto de ello como de la mirada presente en el rostro del otro para así transmitir sus pensamientos y sensaciones. Algo que sirvió de preámbulo y alentó al chico a retomar su ofensiva. Dando pie a una serie de besuqueos a lo largo y ancho de una Leah que instintivamente trataría de poner un alto a ello.
-Jaja~ O-oye…me haces cosquillas, chi-…- Alcanzaría a reclamar entre carcajadas que brotaron más por falta de costumbre que por incomodidad. Presionando su mano contra el pecho del rubio. Sin esperar o imaginarse la clase de respuesta que aquello suscitaría por parte de este último. -¡-CO!- Jadeó en respuesta, al sentir como su propio pecho era victimado y frotado de manera inmisericorde por el joven.
-¡Ah! Señora~ Usted es tan suave y… ¡Tan deliciosa~!- Musitó el muchacho, totalmente embelesado y centrado en su labor. Maravillándose al sentir por vez primera la calidez y contextura propia del seno rodeado por su mano. Ejerciendo algo de presión a su alrededor, masajeándolo, palpando y sacudiéndolo. Celebrando el hecho de toparse con el pezón erecto de la mujer; al tiempo que maldecía el hecho de solo estar sintiendo la mama a través de la camisa que todavía cubría el pecho de la castaña.
-¡Yu-ju! ¡Eso es, muchacho! ¡Cierra el trato! ¡Ciérralo! ¡CIERRALO! ¡Ya no falta mucho, así que no pares!- Animó la Fantasma, dejando ver una mano que acababa de doblar su tamaño y emulaba la apariencia de un dedo de espuma; con la frase "Milf Lover" escrita al dorso de la misma.
Prosiguiendo con su degustación y primer acercamiento al cuerpo femenino, Thomas decidió hacer descender su lengua por el cuello que había estado besuqueando. Haciendo que la misma acabase por llegar hasta el sitio en donde un notorio bulto sobresalía, y dejaría ver un leve color rojizo a cualquiera que mirase con detenimiento y cercanía dicha área.
-Déjeme que le dé una mejor probada, por favor~- Susurró, exhalando una cálida ráfaga de aire que haría temblar a la tetilla, y en cierta forma le sirvió de preámbulo al momento de sentir el asedio por parte de la curiosamente intensa boca de Thomas.
-¡Ah, cielos! ¡Él fue directamente por mis pezones!- Exclamó mentalmente ella, luego de que una de sus zonas erógenas más desatendidas y sensibles pasasen a ser un objetivo primario para el chico. El cual comenzó a chupar y lamer vorazmente la misma; colmando de una cuantiosa cantidad de saliva la circunferencia y la areola; generando una cierta transparencia que permitió apreciar más de la tetilla; aun cuando la tela que prevenía un contacto o visión total de esta última; y el sabor que se comenzaba a extender por su boca era más bien una ilusión propia de su mente excitada que algo verdaderamente tangible y propio del sitio en cuestión. -¿¡Cuánto ha pasado desde la última vez que…!?- Cuestionaría fugazmente, poco antes de que el posar de los dientes del rubio sobre el pezón que tanto lo había entretenido hasta ahora; y la incursión de una de sus manos bajo su ropa; la obligasen a dejar salir un gemido y arquear ligeramente la espalda. Siendo la única otra reacción posible en su haber el atinar a rodear sus brazos detrás de la espalda de Thomas y darle vía libre para que continuase.
Este hecho no pasaría desapercibido por el joven, el cual optaría en dejar su mente en blanco y permitir que sus instintos y las incontables "Horas de Estudio" viendo pornografía fuese lo que guiase sus manos. Viendo con excitación la manera en que una de ellas estaba formando un bulto debajo de la prenda blanquecina, y sintiendo el calor emanado por el pecho que apresaba, lo primero que decidió hacer fue ir reduciendo poco a poco el espacio entremedio de sus dedos. Ubicando rápidamente el área perteneciente a la areola, la cual destacaba por la rugosidad que contrastaba con el resto de la piel tersa y suave; y la evidente y excitada tetilla que pasó a ser sujeta por su índice y anular.
Arrancando con ello otro leve jadeo de la dama tras aquel mero roce, el rubio continuó estimulando aquel puntillo de carne a través de una serie de piquetes y sacudidas; propiciadas única y exclusivamente por su dedo. Provocando que; al momento de ejercer presión y comenzar a jalar la tetilla con su índice y pulgar; o reiniciar sus chupetones y sorbidas hacía la gemela de esta última; aquella seguidilla de gemidos acabase por convertirse en una reiterada y constante caterva de gritos de placer. Motivando por medio de estos últimos; y por la expresión cada vez más lujuriosa presente en el rostro de Leah; a que el muchacho estuviese dispuesto a pasar al siguiente nivel.
-Esta cosa de aquí me está empezando a estorbar, señora…- Susurró, tan pronto como hubo hecho para atrás su rostro. Señalando y dando a entender aquello a lo que se refería, luego de colocar su otra mano disponible sobre la teta cubierta por la camisa; de forma tal que su dedo gordo quedase junto al borde y se encargase de correr hacia arriba parte de ella. Cosa que; junto con su comentario siguiente; dejó en claras sus intenciones. -Así que…l-la voy a apartar.- Afirmó, deslizando súbita y velozmente la prenda; viendo como esta era sujeta por los dientes de la castaña; y permitiendo que ambos senos fuesen ahora completamente visibles y estuviesen enteramente a su disposición. -Wow…los dos sin duda son…d-dignos de usted. Es decir, SUMAMENTE bellos~- Farfulló, completamente embelesado y dichoso de tener al prominente par en frente; dejándole apreciar dos areolas y pezones de gran tamaño; el color que iba desde un rojo oscuro a un marrón desteñido, debido a la edad y condición materna de su pareja; y por supuesto, la encantadora mirada de esta última, luego de que tales palabras surgiesen de la boca del rubio, aún y cuando ella consideraba que la mejor época de sus pechos había pasado tras concluir la labor de amamantar a su hija en sus primeros años de vida.
-N-no bromees, ¿Quie-?- Fue lo que llegaría a decir, segundos antes de ver a Thomas interrumpiéndola, reanudando e intensificando su asedio anterior.
-¡PERO LO SON! ¡LE JURO QUE AMBAS SON PERFECTAS PARA MÍ!- Declaró en tono solemne y sin un solo atisbo de duda. Posando ambas manos en la parte baja de los senos. Con sus dedos estirados y separados con tal de abarcar el mayor espacio posible. Asegurándose de rozar y mantener contacto con los bordes de la tetilla rojiza; aún de forma ligera. -Son tan suaves…tan flexibles…y tan… ¡GRANDES! que se me hace imposible imaginar a alguien que no desee jugar con ellas, en cuanto las tenga en frente.-
Dicho eso, el muchacho comenzó a sacudir y frotar al par de mamas. Inicialmente masajeando y hundiendo sus manos en las mismas, al tiempo que seguía manteniéndolas firmemente sujetas desde abajo. Permitiendo que sus índices tuviesen un encuentro con los pezones, tras pasar por encima de estos. Decidido y con la idea de que su siguiente movida consistiese en amoldar y ejercer una presión creciente sobre el pecho; rodeándolo en primera instancia por debajo; e irse deslizando lentamente hacia arriba; hasta finalmente acabar por rodear y centrar su agarre alrededor de las areolas que tanto lo enloquecían.
-¡Ahh! ¡C-cielos! ¡Eso se siente tan…! ¡TAN BIEN!- Admitió la castaña, visiblemente extasiada y contenta por recibir aquellos tratos. Con un ojo ligeramente cerrado a causa del placer, y manteniendo a duras penas su camisa entre sus dientes. -¡N-no pares! ¡Solo sigue y…! ¡Haa! ¡Dioooos!- Gimió, al ver como las caricias y masajeos del rubio se reanudaban. Enfocándose en estimular y centrar su completa atención en sus pezones.
Permitiéndonos ver como luego de sujetar de los costados a aquel par de botoncillos carnosos, por medio de su dedo gordo y anular, el muchacho hizo uso de sus índices para ejercer presión, golpetear de arriba abajo y escudriñar a lo largo y ancho de toda la tetilla. Optando por jalar y retorcer una de ellas, luego de ejercer un agarre con tres de sus cuatro dedos. Y sintiéndose en la imperiosa necesidad de volver a hundir sus dientes en el pecho que otrora solo pudo degustar a medias. Dándonos así una imagen en la que él prácticamente replicaría el accionar de un bebé sediento de leche. Aferrándose con saña a la mama o rodeando con sus manos los costados flexibles del pecho; al tiempo que sus labios se ceñían al pezón y buscaban desesperadamente extraer algo de estos por medio de jaladas feroces; sorbidos sonoros; o hundidas de rostros que; en sumatoria con las lamidas y mordidas; poco tardaron en obligar a la mujer a que arquease aún más su espalda.
-¡Haa! Si… ¡SIIIIII! ¡Eso es, nene! ¡S-solo un poco! ¡Sigue así por un poco más y…!- Ordenó, obteniendo como respuesta inmediata ante su petición, una invasión y roce hacia su entrepierna. Ofrecida por parte de la mano que decidió no enfocarse en retener al seno por el costado.
Si bien la estimulación se hubo limitado en un inicio a solo frotar la parte inferior de la castaña por encima de sus Jeans. Todo cambió luego de que el chico hiciese una ligera pausa y un cambio en el agarre que ejercía. Usando el escaso tiempo para desabotonar los pantalones, él no tardó en descender por debajo de estos y encontrarse con la cuantiosa humedad generada por la feminidad. Hecho que lo envalentonaría y enorgullecería al grado de ofrecer una sonrisa que anticipó no solo el momento en el que le dedicó una lamida bífida al pezón más próximo a él; o acarició con cariño y cuidado aquel par de labios inferiores. Si no que se sumó al instante en el cual el otro pecho fue apresado y jalado por medio de una mano que él hizo pasar tras la espalda de Leah. Dando como resultado un sobrecogedor y eficaz golpe triple; el cual hasta la propia Erika se vio en la necesidad de reconocer y aplaudir a causa de su inventiva.
-Eso es…wow…c-creo que te juzgue mal, chico.- Admitió en tono de voz apagado la Fantasma, viéndose incapaz de apartar su vista de la escena y manteniendo expuesto el "Dedo de Espuma" que hubo agitado anteriormente del lado opuesto al que había exhibido antes. Revelando la otra inscripción que decía "Go, Tommy!" y haciendo que tanto esta como el siguiente comentario dicho por ella se coordinasen perfectamente con el momento en el cual la castaña llegó a su límite. -De seguir así…no me extrañaría que fueses capaz de…-
-¡Ahh! ¡Ya no puedo! ¡Me corro! ¡ME CORRO, JODEEEEEER!- Gritaría a todo pulmón, al alcanzar su clímax por segunda vez ese día. Dejando que de ella emergiese un abundante torrente de líquido. El cual humedeció rápidamente sus bragas, y mojó por completo los dedos que Thomas mantuvo todavía dentro de ella. Haciendo que, al momento de llegar al último par de segundos y sentirse al filo final de su acabada, esta última tuviese que extenderse y retomarse a causa de una caricia inesperadamente repentina y sumamente acuosa. Haciéndola rememorar la presencia de aquellos dedos ajenos a los suyos, junto con la vergüenza que le generó el saber que había vaciado sus jugos femeniles en las falanges del rubio frente a sí.
-Oh, cielos…yo…sabía que no faltaba mucho para que eso ocurriese.- Susurró dentro de sí la Fantasma. Limitándose a observar silenciosamente la escena con un deleite y un rubor notorios. Siendo testigo del momento en el cual el muchacho atinase a retirar sus dedos del interior de la mujer; quedándose algo descolocado e incrédulo tras ver estos cubiertos de líquido o rodeados por uno que otro vello de un color marrón oscuro. -Tú SIN DUDA te acabas de ganar el derecho de "Degustar" los frutos de tu arduo trabajo, chico. Así que…asegúrate de disfrutarlo, ¿Si?- Agregó, al momento de ver la forma en que Thomas decidió llevarse ambos dedos a la boca. Iniciando con ello una serie de lamidas y sorbidas que; además de no expresar desagrado debido a los restos de pubis que se rozaban contra su lengua; consiguieron excitar a la Espectro al grado de replicar parte del acto con la mano que no había convertido en un "Dedo de Espuma". -Siiiii~ ¡Eso! ¡Eso es, JODER! ¡Apuesto a que ha de ser lo más delicioso que alguna vez hayas probado! ¿¡O no!? ¿¡Verdad que no te importa lo amargo o salado de su sabor, y qué con gusto darías LO QUE FUESE con tal de conseguir más de ese embriagador néctar!?- Preguntaría de forma retórica, mientras se seguía relamiendo y degustando las falanges. Teniendo más que en clara la respuesta que el chico daría ante aquella interrogante, luego de ver el momento en que este se tragó por completo sus dedos y no los retiró hasta dejarlos completamente pulcros y relucientes. Produciendo un sonoro "Pop" a la hora de sacarlos; junto a un gemido que incluía la palabra "Delicioso~"; y que serviría como anticipo del momento en el cual tanto el rubio como Erika decidieron enfocar y centrar nuevamente su atención en la castaña.
-Señora Stein-… Leah~- Comenzó a decir el chico tras optar por retomar la palabra. Notando como sus mejillas se iluminaron y el corazón le volvió a palpitar velozmente al estar en confianza y ser capaz de referirse a la mujer por su nombre real. -Yo…gulp…estoy listo para lo que sigue, así que…- Farfulló, viéndose incapaz o con deseo alguno de seguir ocultando la erección que crispaba bajo sus pantalones. Intentando pensar, hasta finalmente dar con las palabras que expresasen aquello que él quería acabar de decir. -C-cuando se sienta lista…n-nosotros…p-podríamos…umm…-
Al oír eso, la castaña que hasta ese momento únicamente se habría enfrascado en gemir y ocultar parte de su rostro por medio de la sombra proyectada por su flequillo y brazo, simplemente se limitó a escupir una pregunta; sin variar su postura o semblante en lo más mínimo.
-¿Tú crees que…? …Haa… Tú… ¿A-acaso te sientes listo para…? …Ahh… ¿…responsabilizarte y…? …Oh, cielos… ¿…c-continuar desde donde lo dejamos?-
Siendo esta una duda ante la cual; si bien Thomas respondería únicamente por medio de un leve asentir y palabras afirmativas; Erika reaccionaría de manera efusivamente enardecida.
-Oh~ Esa mirada… Yo…creo que la conozco~ Y sé exactamente lo que signifi…- Fue lo que llegaría a expresar la Espectro, al tiempo en que una sonrisa alargada y con aires propios de una lujuria desencadenada se dibujase de súbito y distinguiese bajo la sombra que escondía el rostro de la mujer. Segundos antes de que esta última dejase su cara a plena vista, optando por embestir contra el suelo y ubicarse encima del joven antes de retomar finalmente la palabra.
-Tú~…Muchachito atrevido~…Jeje~- Carcajeó, exhibiendo una cara sonriente y una mirada que desprendía una lujuria capaz de poner nervioso al joven que yacía debajo suyo. -¿En verdad pensabas que yo; una mujer hecha y derecha; que ha sido esposa y madre soltera; sería la que tuviese problemas con proseguir~?- Cuestionó, frotando ligeramente su entrepierna en contra de los abdominales del rubio; haciendo que sus pantalones desabotonados se corriesen levemente. Revelando parte de sus bragas humedecidas y algo del vello púbico que sobresalía de la parte superior; debido a su escasez de cuidados recientes. -Ternurita~- Musitó, tras inclinarse levemente hacia adelante y lamer de forma lente y juguetona, una de las mejillas de Thomas. Provocando que este se crispase y sintiese como la piel de gallina comenzaba a predominar y extenderse a lo largo de su cuerpo al ver a la castaña desabotonando su camisa. -Yo NO SOY de la que deberías estar preocupándote justo ahora~- Declaró, habiéndose quitado la prenda. Poco antes de dejar que esta última permaneciese suspendida en el aire por medio de una mano que extendió hacia un costado. Cubriendo sus pechos por medio de su otro brazo y palma. Previo al momento en que dejó salir una risilla juguetona y optó por no solo a dejar caer la camisa al suelo; sino también presumir su pezón al revelarlo luego de abrir los dedos que lo cubrían, para así realizar un signo de paz. Calzando a la perfección con la adorable expresión que adoptó al sacar levemente su lengua y guiñarle un ojo al chico.
Siendo testigo de ello; y dada la posición en la que estaba; Thomas fue incapaz de disimular el instante en el que su ya de por sí necesitada polla alcanzase un nuevo grado de dureza. Obligándolo a tragar saliva y ofrecer una disculpa, tras caer en cuenta de que Leah se había percatado de ello debido al roce que hubo entre el miembro de él y el trasero de ella.
-L-lamento eso. Pero es que…Wow…u-usted simplemente no deja de sorprenderme y…- Alcanzaría a pronunciar él. Observando como; luego de echar su vista hacía atrás y relamerse los labios ante lo que veía; la mujer simplemente se limitó a deslizar sus suaves manos por debajo de la camisa que él traía. Aferrándose y sujetando la parte central, en donde los botones y orificios encastraban entre sí. Realizando un tirón repentino hacia lados opuestos, que; además de desabotonar o deshilachar las presillas; acabaron por exponer el torso y dejar al rubio en una desnudez similar al de ella. Causando una reacción de sorpresa y vergüenza representada perfectamente por la frase a medias que llegaría a articular. -V-veo que piensa…umm… ¿Ser la que tome la iniciativa a partir de…?-
-Shhh…hablas mucho, pequeño~- Inquirió ella, colocando su índice por sobre los labios de Thomas. Silenciándolo y haciendo que una gota de sudor frío le brotase por la frente, mientras veía como la castaña comenzaba a deslizar y descender con la falange mientras seguía hablando con él. -Lo único que quiero que hagas a partir de aquí es poner en práctica una serie de cosas que estoy segura que tu mami te ha debido de inculcar en algún momento de tu vida.- Prosiguió, con la punta de su dedo posada sobre la barbilla. Obligando al muchacho a alzar la cabeza y esperar pacientemente antes de retomar la palabra. -Y eso es… "Hacer caso a tus mayores…"- Continuó, esta vez mientras hacía que el índice siguiese o "Empujase" la bocanada de saliva que el chico trago debido al nerviosismo que lo asolaba. -"Asegurarte dar tanto como recibas…"- Añadió, tras variar la línea recta que había seguido hasta ese momento. Enfilando su punta en dirección al pezón; al cual comenzaría a rondar de forma tentativa; dibujando numerosos y cada vez más pequeños círculos a su alrededor. -Y…- Agregó, tras haberle dedicado un pinchazo a la tetilla y conseguido extraer un agudo gemido a modo de "Venganza" en honor a sus pechos. -SOBRE TODO~…- Exclamó, reanudando su viaje de bajada, al tiempo que hacía hacia atrás sus caderas. Dando el espacio suficiente para que; al momento de posar sus manos al borde de los pantalones y ropa interior del joven; aquello que pensaba hacer quedase más que esclarecido.
-Oh, cielos… ¿E-ella realmente va a…?- Trataría de elucubrar Thomas, antes de verse despojado de sus prendas inferiores. Dejando a plena vista su masculinidad y sorprendiéndose no tanto por la forma en que esta saltaría o rebotaría tras ser privada de su prisión de tela. Sino que más que nada, por la manera en que en pleno acto, la mujer había sido capaz de cazar el mismo con su mano; acercar la punta a su boca; y ofrecerle un tierno beso que se aseguró de reunir y sorber con deleite todo el líquido pre-seminal almacenado en la punta. Dando fe de su experiencia y comodidad, al acomodarse el pelo tras la oreja y continuar su discurso con una naturalidad difícil de imaginar al hacer la vista atrás y rememorar sus reacciones iniciales.
-"Hacerte responsable de lo que dices" y NUNCA…"Hacer promesas que seas incapaz de cumplir~"- Declaró, al momento de estirar su lengua y posarla bajo el frenillo del miembro. Sintiendo tanto una fascinación como una añoranza por aquel sabor que llevaba años sin degustar. Al punto de orillarla a hacer girar su músculo bucal por los alrededores del glande. Sin darle mayor importancia a la piel que todavía cubría al pene; y lo que es más; aventurándose a ahondar bajo esta. Hallando con ello una versión concentrada de almizcle masculino, que prontamente la haría sonrojar y gemir con encanto. -Mmm~ ¡Muac! Ahora, con eso dicho y…dado que ya estás bien duro y limpio… Jeje~- Comentó, tras acabar de pelar y revelar la cabeza rozagante y sensible del miembro viril por medio de sus labios y una jalada desde la base. Haciendo que otro chorro de líquido blancuzco saliese por reflejo y acabase por ser succionado luego de que la castaña ciñese sus dedos sobre el inicio del tronco. Devorando la cabeza y sorbiéndola luego de que sus labios y el frenillo hiciesen contacto directo. -¿Qué te parece si uso a "Mis Niñas" y te enseño lo que se siente el cielo, pequeño?- Preguntó, mientras mantenía el falo sujeto entre sus labios y adelantaba su cuerpo. Provocando que un encuentro entre el tronco de carne y los melones carnosos fuese inevitable. Dejando más que en claras las intenciones de la mujer y marcando con ello el inicio del encuentro…tras oír una última discusión entre el dúo de espectadores que ni ella ni el chico sabían que tenían.
Balbuceando un poco; más no dejando de escribir por ello; Boocky atinó a soltar una pregunta a su dueña. Ignorando la estrepitosa velocidad con la que las palabras eran anotadas en la rapidez con la que las paginas pasaban, mientras él veía atentamente el desarrollo de la escena.
-¡Si, si! Sé que es irónico que una judía haga mención del cielo, dado que ellos no creen en ello; y que bien que nosotros somos prueba fehaciente de lo errado de dicho concepto, pero… ¡SHHHH! ¡Solo limítate a guardar silencio y escribir hasta el más sórdido detalle! ¿¡SI!?- Respondió la espectro de color amatista imperial, sin despegar sus ojos o caer en cuenta del momento en el cual el cuerpo de su compañero comenzó a emanar humo a causa de la presteza inhumana con la que se movía el lápiz. Generando una fricción que amenazaba con prenderlo en llamas en cualquier momento.
…
Sin perder el tiempo o esperar una respuesta obvia tras contemplar la expresión de encanto en el rostro del chico, la castaña se limitó a envolver la polla de este último. Divirtiéndose al ver la manera en que aquel mero roce y presión ejercida por sus manos bastó para hacer temblar y resaltar las venas del miembro. Sonriendo y relamiéndose los labios ante dicha reacción, Leah de inmediato optó por redoblar la fuerza de su constricción, dificultando la circulación del falo, al tiempo que denotaba la flexibilidad de sus senos.
-Juju~ Espero que te guste~ A mi marido solía encantarle cuando hacía esto por él~-
Mostrando y resaltando la forma en que sus dedos se hundían a causa de la presión ejercida hacia ambos costados, la mujer decidió aumentar la intensidad del acto al comenzar a deslizar hacia arriba a sus niñas. Obligando a Thomas a apretar los dientes y clavar sus uñas en el suelo, con tal de tener la fortaleza necesaria para no sufrir un orgasmo prematuro, tras sentir su frenillo siento envuelto con la parte superior de los senos.
-¡Ah, mierda! ¡L-Leah…! ¡Eso se siente tan jodidamente…! ¡B-BIEN!-
Percatándose y enterneciéndose ante dicha respuesta, la castaña no pudo hacer otra cosa más que llenarse de orgullo y alegrarse por no haber perdido facultades a la hora de brindar placer con sus "Niñas". Motivándola a sacar su lengua de manera picaresca; derramar una cuantiosa cantidad de saliva por medio de esta; y propiciar una súbita y violenta bajada. Consiguiendo así, extraer otro sonoro gemido por parte del rubio, y excitarse al grado de comenzar a frotar sus piernas o variar la manera en que sujetaba los pechos para así frotar y estimular levemente sus pezones a medida que avanzaba.
-Solo espera, muchacho. La cosa no hará más que mejorar de ahora en más~-
Aquel acto se repetiría y sucedería un cuantioso número de veces, antes de que se percatase o necesitara un cambio de algún tipo. Siendo este último, algo que surgiese naturalmente, luego de las repetidas veces en las que el aliento y la nariz prominente de la morena tuviese un encontronazo o acercamiento con la ensanchada, tentadora y cada vez más necesitada punta del miembro. Haciendo que, al momento en el cual ella arqueo la espalda, alzó el trasero y pellizco sus tetillas con tal de variar el ángulo en el que estaba, la introducción; o mejor dicho, la zampada total y desaparición absoluta; del glande fuese llevada a cabo con una suavidad y cariño que iban magistralmente en contraposición con el desespero e incredulidad del muchacho.
-¡Oh, mierda! ¡Oooooooh…! ¡MIERDAAAAH! ¡Su boca es como la de un ángel, pero…! ¡S-SU LENGUA Y FORMA DE MOVERSE ES MÁS COMO LA DE UNA VAMPIRESA O SÚCUBO QUE SOLO BUSCA…!-
No obstante, al ver que este último todavía seguía manteniéndose firme, a Leah prontamente se le iluminaría el rostro, al ocurrírsele una libidinosa idea que no ponía en práctica desde sus días en la universidad. En la cual veríamos como; tras colocar sus brazos a ambos lados de sus pechos; cerciorarse de rodear sus tetillas con sus manos; y ofrecer una mirada en la que sus ojos achinados y la sobresaliente lengua que exhibía a un costado del miembro fueron los principales protagonistas; la castaña comenzaría a sacudir sus pechos con fiereza e intensidad. Decidida a que tanto ellos como la constante e inclementes invasión dada por su músculo bucal hacia la uretra y corona del glande, fuesen los responsables de vencer la resistencia y conducir al rubio a uno de los más grandes y placenteros orgasmos de su vida.
-Vamos~ Sé que pretendes hacerte el valiente. Pero esta parte no miente. Y está más que desesperada y lista para explotar en cualquier momento~-
Siendo esto algo que no tardaría en llegar dado a todo lo descrito con anterioridad. Pero que de igual forma, llegaría a sorprender a Leah debido a la abundancia y espesura del jugo que asaltó y rápidamente tomó posición de su boca. Obligándola a tragar lo más humanamente posible, antes de finalmente verse rebasada por la tarea. Acabando así por dejar que los últimos disparos se filtrasen renuentemente por su boca; cubriendo al pene; y viendo su descenso detenido únicamente debido al par de pechos y la presión que la judía todavía mantenía respecto a estos.
-¡C-carajo! ¡Lo siento mucho, pero…! ¡HAH! ¡Y-ya casi termino…!-
Sin decir nada, la mujer diligentemente se comprometió y dio a la tarea de beberse hasta la última gota que había conseguido extraer. Con una insistencia y voracidad que la motivó a mantener firme su agarre y descender cuidadosamente los pechos, hasta finalmente ser capaz de acceder y sorber los restos de esperma que habían sido volcados en estos. Finiquitando su labor al darle las gracias al muchacho luego de "La Bebida", y brindarle un pantallazo de lo que le esperaba, al despojarse de sus pantalones y hacer a un lado sus bragas.
…
Inicialmente, el chico trataría de ponerse de pie, con la idea de aportar algo o contribuir a la experiencia. No obstante, él acabó por desistir de la idea luego de atestiguar el brillo de excitación y la lujuria desbocada con la que Leah lo miró. Asegurando su dominio de la situación al posar su mano sobre el torso de Thomas y dedicarle una mirada mordaz, al tiempo que sujetaba y se encargaba de guiar el miembro a la entrada del humedecido y cálido orificio entre sus piernas.
-Ah-ha~ Quédate justo donde estás, pequeño. Tú solo espera y deja que yo sea la que te guie, ¿De acuerdo~?-
Impotente, más no precisamente molesto por la situación, el rubio decidió mantenerse estático y disfrutar la manera en que aquella belleza madura buscaba concretar su conexión y despojarlo de su virginidad. Atestiguando la forma en cómo esta optó por alargar la incertidumbre del momento y tentarlo por medio de frotadas dadas a la base. Las cuales, además de asegurar un mayor grado de rigidez por su parte, tendrían como objetivo el "Precalentar" adecuadamente aquellos motores que el tiempo había deteriorado inmisericordemente. Dando como resultado, una escena en la que el glande era presionado contra la feminidad; frotado desde la base por la mano de la castaña; y cubierto en jugos lubricantes que poco a poco brotaban del interior de esta, antes de dar pie al evento principal.
-¡Joder! Y yo que creía que todos esos años "Fuera de Juego" iban a pasarme factura, pero…p-por lo visto esto no deja de ser algo parecido a aprender a montar bicicleta. Je…más que nada porque también consiste en "Montar" encima de algo~-
Sintiéndose lista y ya al límite de su propia resistencia, la mujer apartó su mano de la polla. Haciéndola deslizar y subir de forma lentamente seductora, hasta ubicar y hacer uso de sus dedos índice y anular para así abrir su coño y permitir el ingreso del muchacho. Deleitándose fugazmente por la mirada que este le dedicó al graduarse de su virginidad, luego del ingreso del glande. Cosa que llenó de alegría a Leah e hizo desbocar por completo sus deseos, al preguntarse "¿Cómo es que él reaccionaría ante una inserción total?"
Guiada y excitada como hacía mucho luego de cruzársele dicha idea, la mujer no tardó en peinar y arquear hacía atrás su espalda. Cerciorándose de tener una posición y abertura de piernas adecuada, momentos antes de sacar su lengua de forma juguetona y realizar una sentadilla que; además de haber acabado de introducir al joven al "Mundo del Placer"; también provocó la llegada al clímax de la castaña. En parte debido a la apuñalada próxima a la entrada de su útero; en parte debido a sus años de frustración y abandono.
-¡Ahh! ¡Siiiii~! ¡Eso es muchacho! ¡No sabes cómo me hacía falta sentir algo así!-
Sin embargo, en cuanto ella hubo sentido y superado aquella placentera y nostálgica sensación inicial, ella no tardó en disculparse debido a la pausa que había hecho involuntariamente. Poco antes de relamerse ligeramente los labios y prometer que aquello no se repetiría; o al menos no sería un impedimento. Dando lugar a un sorpresivo elevar de caderas con una facilidad; atribuida enteramente al reciente flujo de líquido emergido de su interior; junto a una igualmente atronadora bajada. La cual inicio a una sucesiva, reiterada e intensa serie de sentadillas orquestadas y dirigidas por las inclementes y desenfrenadas caderas de una Leah que, además de gemir y jadear de forma incontrolable, empezaría a sacudir hacia adelante y atrás, de lado a lado y en zigzag a las mismas. Sobrecogiéndola y desgastándola poco a poco, hasta verse finalmente obligada a variar su postura o readaptar el ritmo que llevaba.
-¡C-cielos! ¡La forma en que se mueve es tan…! ¡Hah! ¡S-si sigue así, no sé si cuanto más pueda…!-
Debiendo hincarse y echar al frente su delantera con tal de conseguir un mayor equilibrio y control, la castaña continuó su cabalgata realizando movimientos que hiciesen sacudir y mover la polla dentro de sí. Frotándose contra el pubis y los testículos del rubio, debido al cansancio que le impedía elevar las caderas. Consiguiendo que el miembro tallase diversos pliegues de su interior y maravillando al dueño de este no solo por la sensación de goce y compresión que estos le daban; sino también por un detalle que no pareció haber pasado desapercibido por la mujer.
-¡P-pero bueno! ¡Si así es como usted quiere jugar! ¡Entonces JUGUEMOS!-
Dada la naturaleza del movimiento, la postura y ensimismamiento actual de la castaña, esta no notó la forma en que sus pechos se sacudían, rebotaban y bamboleaban tentadoramente ante los ojos del muchacho apostado en el suelo. Quién; luego de pasarse varios minutos contemplando y obrando de la forma sumisa que le habían pedido; acabó por llegar su límite y reunido el ímpetu necesario como para darse la libertad de pinchar y comenzar a jugar con las tetillas frente a él. Haciendo reaccionar y gemir a la dueña de estas por medio de unos golpeteos de dedos que prontamente devinieron en pellizcos. Pasando a convertirse luego en ser retorcidas y unas apretadas de seno lo suficientemente satisfactorias y eficaces como para orillarla a reclinarse más hacia el frente. Brindándole mayor libertad al joven, y sacando fuerzas de su renovada lujuria para así retomar las sentadillas violentas y veloces de un inicio.
-¡Ahh! ¡Sigue así, chico! ¡No te detengas! ¡Y-ya casi…!-
Brindándonos con ello un cuadro en el cual, Leah montaría desaforadamente la entrepierna de Thomas; a la vez que veía uno de sus pezones siendo devorado; y un seno apresado por la mano que no se encontraba asistiéndola en su juego de caderas. En donde la lengua de ella saltó de su boca y expelió una abundancia de saliva, luego de sentir al miembro llegar a su punto G y obligándola a abrazarse al cuello del chico. Haciendo a su vez que Thomas quedase escaso de aire por culpa de los pechos y el sudor que le bloqueaban su rostro y que; si bien no le incomodaban en lo más mínimo; tendría que apartar lo antes posible.
-S-siento que podría desmayarme en cualquier momento, pero… ¡NI LOCO PIENSO PARAR AHORA! ¡CUALQUIERA ESTARÍA DISPUESTO A MORIR EN UNA SITUACIÓN ASÍ!-
Lo que nos llevó al último cambio de postura en este primer encuentro por parte de la pareja. Que debió despegarse desde su posición pegada al suelo, mientras atinaban a retirar al pene por miedo a una próxima e inevitable eyaculación. Ubicando el mismo entremedio de las nalgas de la castaña; que comenzaría a aplicar presión con las mismas; al tiempo que su propio clímax se iba acercando conforme las succiones de pechos, mordidas y jaladas de Thomas proseguían. Haciendo que más temprano que tarde, ambos experimentasen el cenit del placer al verter sus jugos sobre los abdominales del joven; o descargar sus bolas sobre la espalda baja y trasero de una Milf poseedora de una piel color caramelo. Creando con ello una imagen que excitaría y pareció renovar los deseos de proseguir por parte de ambos.
…
Ya en aras de lo que sabían, sería su último encuentro de la noche, el dúo decidió ponerse de pie y recobrar sus fuerzas por medio de un beso apasionado. Abrazándose con una confianza y comodidad, que quedó en evidencia debido a la forma en que Thomas frotaba y hundía sus manos sobre el trasero o senos de la mujer. Siendo esto un intento fútil de establecer su dominancia o restituir parte del orgullo perdido tras su sumiso desempeño hasta ese momento.
-Juju~ Vaya, vaya~ Veo que alguien está dando todo de sí~-
No obstante, tras ejercer fuerza sobre una de las tetillas de la castaña, el rubio no tardó en recibir un recordatorio acerca de la diferencia de experiencia y asertividad de ambos. Mostrándonos como; luego de detener en seco los avances del joven, por medio de un repentino y firme agarre a sus bolas; posar y masajear con dos de sus dedos la parte intermedia entre los dos testículos; e iniciar un recorrido por el tallo, que desembocaría en un feroz asedio alrededor de este; Leah fácilmente había conseguido reducir y dejar temblando al muchacho.
-Espero que no te importe que yo haga lo mismo contigo~-
Sonriendo por la reacción que había conseguido sonsacar, la castaña comenzó a masturbar al miembro por medio de sus dedos índice y pulgar. Realizando movimientos veloces y certeros; poco antes de sumarles algún que otro roce dado a la uretra por medio de su meñique; y recalcar su postura dominante al abrazarse al cuello del chico, frotarle la parte superior de la cabeza y susurrarle cosas al oído. Logrando así que todo el vigor del rubio volviese, e inclusive consiguiendo acrecentar el mismo luego que ella optase por descender por el cuello de este dándole lamidas; haciendo rozar sus tetillas contras las de él; y finiquitando todo ese jugueteo previo al propiciar una mordida de pezón que dejase marca y un hilillo de saliva tras la retirada final de la judía. Misma que prontamente expresaría su empatía para con el joven, quién se notó frustrado tras su fallido intento de imponerse.
-Pero bueno, creo que sería injusto el no dejar que me muestres de lo que REALMENTE eres capaz, ¿O no~?-
Hecho que más temprano que tarde hizo que Leah comenzará a recostarse sobre el mostrador del local. Colocando sus piernas de costado, jalando una de sus nalgas de forma tentadora y básicamente dándole vía libre al rubio para que la tomase e hiciese lo que deseará. Siendo esta oferta algo que dicho muchacho no desaprovecharía y que rápidamente lo condujo a reducir la distancia entre ambos.
-¡S-si! ¡Gracias! ¡N-no la pienso decepcionar!-
Sin embargo, en cuanto él sujetó e hizo a un lado las bragas; inicialmente con la intención de apartarlas más y dar comienzo a todo; acabó por recordar algo que le había llamado la atención anteriormente. Motivándolo así a sujetar la prenda desde su humedecida parte inferior, deslizarla por las alargadas piernas acarameladas y tersas de la mujer, y sorprenderse; no solo por lo que acabaría por toparse, sino también por enternecedora y apenada reacción de la castaña tras verse despojada de la última prenda que le quedaba.
-¡O-oye! ¡Eso no es! ¡Waaaaah!-
Al quitarle las bragas, Thomas acabó por toparse con un ennegrecido, desalineado y abundante arbusto compuesto por el vello púbico que Leah llevaba meses sin reducir, debido a falta de tiempo o abandono personal. Hecho que evidentemente, parecía afectar y avergonzar a la mujer. Quién al tratar de esconderlo con sus manos o justificar la presencia del mismo, se sorprendió, no solo por el hecho de ser puesta súbitamente en la pose necesaria para un Misionero, sino por la convicción y excitación de Thomas a la hora de hacer a un lado sus inseguridades por medio de la endurecida, cálida y más fidedigna prueba de que aquella vista y actitud solo sirvió para avivar la llama que ya de por sí ardía fuertemente dentro de él.
-No hay razón para sentirse apenada por ello, señora. De hecho, creo que eso es algo que le queda DEMASIADO bien.-
Tras asegurar una adecuada abertura de piernas por parte de su pareja, el rubio posaría sus manos sobre el escritorio y daría comienzo a una serie de estocadas furiosas y decididas. Mismas que prontamente hicieron temblar y sacudir varios de los artículos desperdigados y dispersos por el mueble. A la vez que se deleitaba y enardecía al ver la manera en que la Milf judía jadeaba a todo pulmón; posaba sus delicadas manos sobre su abdomen; o le clavaba levemente las uñas mientras le suplicaba que diese todo de sí. Provocando que los enormes senos de Leah rebotasen y saltasen de forma asincrónica. Obligando al rubio seducido por dicha visión a tratar de "Corregir" su ritmo, luego de tomar las muñecas de la castaña; para así hacer uso de sus antebrazos; y obligar a ambas ubres a brincar al son de cada nuestra arremetida dada por él.
-¿¡Le gusta eso!? ¡Haa! ¡E-espero que le guste, ya que yo…! ¡ADORO LO QUE ESTOY VIENDO Y HACIENDO JUSTO AHORA!-
Al verse superada, la mujer no tardó en arquear su espalda o hacer lo posible por liberar sus apresadas manos. Siendo esto algo que Thomas no tardaría en notar y ayudaría a concretar, principalmente por la curiosidad de ver qué sería lo que la mujer pensaba hacer. Cosa que lo llevó a alcanzar un nuevo grado de excitación, tras observar a la mujer cubriendo su rostro por medio de unos dedos que no atinaban a formar una pared sólida, dada la forma en que permitían distinguir los ojos a través del espacio entremedio de ellos.
-¡Ahh! A mí también me encanta, pero…n-no deja de ser algo vergonzoso que él…-
Fascinado y extasiado por lo bello de dicha visión, el chico no tardó en posar sus manos sobre los senos y comenzar a amasarlos con una violencia acorde con la de sus cada vez más eufóricas embestidas. Pasando por alto el momento en el cual la morena de piel alzó levemente sus caderas o ciño sus piernas tras su espalda, con tal de variar el ángulo y facilitar aún más las penetraciones que ya le habían provocado una seguidilla de pequeños orgasmos. Permaneciendo en dicha pose y dándose a la tarea de apretar y degustar al máximo con su feminidad, no pasaría mucho antes de que la extasiada y ensimismada mujer acabase por llevar al límite a su pareja.
-¡Oh, Dios! ¡Y-ya estoy muy cerca, chico! ¡Sigue así! ¡No pares! ¡E-ESTOY TAN CERCA QUE…!-
-¡Pero si yo hago eso e-entonces…!-
A sabiendas de lo que vendría luego de que el chico la hiciese volver levemente en sí, Leah se vio forzada a chasquear su lengua con frustración y aflojar el agarre de sus piernas con tal de evitar un desenlace indeseado por ambos. Molesta por no haber sido capaz de darle un adecuado final al asunto o coronado el mismo con la liberación del clímax que llevaba tiempo cocinándose dentro de sí.
-¡Tch! Es una lástima, pero tiene razón. Y aun y cuando lo sé, el hecho de no haber sido capaz de correrme como se debe es algo…-
No obstante, poco o nada se esperaría al ver cómo; guiado por una frustración y deseo tan o inclusive superior a la suya; el muchacho decidió apostar su miembro sobre su vientre, generar presión por medio de los muslos que apresó y juntó súbitamente, y comenzar a tallar con energía y ahínco el erecto y sensible clítoris y parte de los labios vaginales. Consiguiendo de esa manera que tanto él como su sorprendida pareja acabasen por llegar a un orgasmo que cubriría de jugos femeniles el escritorio y piso aledaños, y teñiría de blanco el abdomen, pecho y rostro de una Leah que solo atinó a abrir su boca para así recibir gustosamente todo lo que el chico le ofrecía.
-Dioooooos…en verdad, los chicos de hoy en día son asombrosos~-
Finiquitando todo con el desplome repentino de Thomas y el cerrar momentáneo de los parpados de una Leah que permanecería consiente pero en "Piloto Automático" hasta que las secuelas de su intenso clímax pasasen definitivamente, o el caudal emanando de su coño se redujese en gran medida.
…
Tras todo lo ocurrido, veríamos a la pareja ocupando nuevamente sus roles y aptitudes más convencionales. Reunidos al frente de la biblioteca de la castaña y ofreciéndose una despedida que difícilmente alguien ajeno tachase de indebida. Pero que a los ojos de ambos y de sus dos entrometidos vigías cargaba con un peso y una profundidad difícil de explayar.
-¿Yyyyyyy…? ¿Qué dices ahora, mi querido y escéptico compañero~?- Preguntó en tono burlón y risueño la Fantasma. Interrumpiendo súbitamente la escritura de su mascota y haciendo que esta última arrugase los ojos a causa de la molestia que sabía que ella le causaría.
Enderezando su flotante postura para que así tanto su rostro como las hojas dentro de sí fuesen vistas al mismo tiempo, Boocky comenzó a balbucear. Dándole finalmente la razón de todo a su dueña; enumerando los posibles Pros y Contras de lo que llevaban de historia hasta ahora; regañándola por su manera descarada de haber forzado literal y metafóricamente la mano de uno de sus personajes con tal de lograr el resultado deseado; y haciendo un equilibrio entre las páginas de "Desarrollo" y páginas de "Acción" en el escrito de aquel día.
-En primera: ¡JA! ¡Yo te lo dije!- Se apresuró en responder y destacar la Espectro, incapaz de reprimir su deseo de echar en cara las cosas a los demás. Y presionando fuertemente su índice sobre el dorso que servía a modo de nariz para su acompañante, antes de recobrar su compostura y contestar al resto de tópicos de manera calmada. -En segunda: Sé perfectamente que tanto la historia como los personajes están LEJOS de ser perfectos. ¡Pero he ahí el PUTO encanto! Lo principal y esencial para un protagonista en este tipo de relatos es; como ya te dije antes; su capacidad de conectar a nivel emocional con su audiencia, ¡Y…!- Recalcó, apartando su dedo del libro y haciendo uso de este para así dar énfasis a lo que decía. Sacudiéndolo en el aire mientras volaba de lado a lado y se acomodaba los lentes con la base de su otra mano restante. Haciendo una pausa dramática antes de continuar. -El ser capaz de transmitir ese "Potencial" latente en su interior. El cual ayude a la audiencia a forjar un marcado interés de ver "¿Qué sigue luego de ello?", "¿Cuál será su siguiente paso?", o "¿Acaso no ha ido lo suficientemente lejos ya?"- Comentó, ofreciendo tras ello una mirada fugaz en dirección a Leah. Observando el momento en el cual ella atinó estirar su mano luego de que el rubio le diese la espalda para seguir con su camino. Momentos antes de desistir de lo que sea que tuviese en mente, y básicamente volver a ser aquella madre soltera, recatada y vergonzosa que hubo sido al inicio de todo. -ESO, mi estimado colega y mascota, es justo lo que necesitamos y…- Dijo de forma incompleta, formando una pistola con el dedo que hubo estado moviendo y apuntando directamente a la cabeza de la castaña con él. Estirando el mismo y "Disparando" sus garras con el fin de analizar y tener un pantallazo de lo que la mujer trató de decir. Formándosele un escenario hipotético en el que ella le dijo a Thomas que "Volviese a verla pronto…o le enviase algunos amigos con los cuales divertirse". Cosa que hizo sonreír de oreja a oreja a Erika y la ayudó a finiquitar su frase. -JUSTO lo que la gente quiere ver. Una Leah desatada. ¡Lujuria desenfrenada! ¡Y SER TESTIGOS DE CÓMO UNA MUJER ACABA POR VOLVERSE CAPAZ DE CUMPLIR AQUELLOS DESEOS QUE MORAN EN SU MENTE!-
Dicho eso, la Fantasma decidió girar lentamente su cabeza hasta alcanzar un ángulo de 180 grados. Manteniendo una sonrisa estática y sumamente perturbadora, antes de quedar cara a cara con el que sentía era el "Punto de Vista" del público que la veía. Cosa que la llevó a adoptar una expresión más atemorizante y propia de su fugaz vida como asustadora del Mundo Fantasma, para así ofrecer las palabras que cerrarían todo por ese día.
-Así que…no se pierdan nada y estén muy atentos. Ya que todavía tenemos VAAAAAA~RIAS cosas planeadas para nuestra dulce y encantadora Milf de aquí. Hasta entonces…Nos vemos…-
Continuará…
