Saludos mis preciosos lectores! Me disculpo por la larga espera, acá está el nuevo capítulo de A Song of Wolves, Lions, Stags and Dragons!
Lamento no haber podido publicar este capítulo antes, pero por alguna razón el archivo dónde estaba guardado el capítulo en mi teléfono se borró junto todo lo que llevaba escrito así que tuve que reescribir todo nuevamente, las buenas noticias sin embargo, es que estoy mucho más contento con esta versión 😃!
Además, acabo de hacer unas cuantas ediciones a los dos capítulos anteriores, no es mucho, no se preocupen, en su mayoría es ortografía y redacción, la historia de ambos capítulos sigue siendo la misma pero está mejor escrito! Si lo desean pueden releerlos y con eso entran a éste capítulo con la historia más fresca en sus mentes.
También respondí los comentarios del primer capítulo en la nota al principio del segundo, para los que quieran leer las respuestas, ahí están.
Trinity Seven: Gracias por tus comentarios! Sí, gracias, ya los corregí (espero que hayan sido todos), no tengo lector beta así que hago todo lo posible para evitar cometer errores antes de publicar. En cuanto a Lady Catelyn, Jon casi nunca guarda rencores (Aunque hay excepciones), él ya la había perdonado hace mucho, en especial ahora que nada de eso importa realmente, lo único que es importante para Jon ahora es su familia y el norte.
Yenlyn: Gracias por tus comentarios! Adoro leerlos! Espero que los próximos capítulos te gusten tanto cómo los primeros!
Poki: Gracias! Espero que te guste éste capítulo también!
Disclaimer: No soy dueño de ninguno de los personajes, ni del mundo de Juego de Tronos, ese privilegio les pertenece a George R.R. Martin y a David Benioff y D.B. Weiss , así como HBO.
Robb II
Era mucha información para procesar…
El Joven Lobo no sabía qué responder, realmente le costaba entender toda la historia que su hermano había terminado de contar no hace un par de minutos.
Había pasado un par de horas escuchando a su sucesor y heredero relatar todas sus vivencias desde que partió al muro para unirse a la Guardia Nocturna hace poco más de dos años, aunque para Jon eran más de ocho hasta el momento de su regreso…
Y que experiencia había sido, Robb no tenía idea que habría hecho de haber estado en la posición de su hermano, ciertamente no le habría ido tan bien como a su contraparte, de eso estaba seguro.
Era una jodida locura todo lo que le había ocurrido: enfrentarse al ejército de los muertos, convivir con los salvajes por más un año, escalar el muro y sobrevivir, la traición de los hermanos negros, su muerte y resurrección… y todo eso antes de regresar a Winterfell, recuperar el hogar de su infancia y convertirse en Rey!
Era increíble y Robb no podría si quiera llegar a imaginarse cuan afectado su mejor amigo terminó a causa de todas las dificultades que encontró a lo largo de los años.
Sin embargo, todo iba a ser diferente ahora! Robb juró para sí mismo, era cierto, en sus otras vidas fueron separados y cada uno tuvo que enfrentarse a las atrocidades del mundo sin el apoyo de su familia, pero no esta vez, era justo como su señor padre siempre decía: "Cuando la nieve cae y los blancos vientos soplan, el lobo solitario muere pero la manada sobrevive".
Con esta nueva oportunidad que ese dios extranjero les otorgó, jamás volverán a estar solos, los Lobos del Norte nunca volverán a caer ante sus enemigos, ellos se adaptarán y encontrarán la manera de salir victoriosos, no importa que, ésta vez ellos prevalecerán, ni los leones, ni los ciervos ni los dragones volverán a lastimarlos, no mientras él viva!
"Entonces… Alguna vez estuviste casado?"
La pregunta de Robb aparentemente tomó al Lobo blanco por sorpresa a juzgar por la expresión de absoluta incredulidad en su rostro.
"Después de todo lo que acabo de contarte eso es lo primero que se te ocurre preguntar?" Jon soltó impresionado por la poca seriedad que Robb podía exhibir de vez en cuando. "Eres increíble, Stark, eres increíble…"
El Joven Lobo sonrío ante la reacción de su hermano, bueno, alguien tenía que aligerar en ambiente, no es así?
Cómo extrañaba esto, bromear con Jon, alguien en quien confiaba más que nadie en el mundo, sabiendo que ninguno de ellos, ni nadie en su familia estaba en peligro, que no tenían que preocuparse por luchar una guerra en el sur o por muertos vivientes invadiendo el norte… aún no, por lo menos.
"Lo sé, Snow, soy el mejor!" Declaró en broma dándole un suave golpe en el hombro, Jon sabía de su matrimonio con Talisa, así que, como el buen hermano mayor que era, estaba decidido a entrometerse en su vida amorosa tanto como fuera posible.
"Bueno, responde, Snow, no creas que no presté atención a tus palabras, dijiste que tú y esta chica pelirroja estuvieron juntos mientras vivías más allá del muro con los salvajes, cómo se llamaba, Ingrid?"
Jon suspiró pasándose la mano por su cabello ondulado en resignación. "Ygritte, su nombre es Ygritte".
El mayor de los hijos de Ned Stark no se molestó en ocultar su expresión engreída, sólo mantuvo su mirada fija en el pelinegro esperando su respuesta.
"Sí, estuve casado con Ygritte" Confirmó, un tono de tristeza empañó su voz, fue algo tranquilo mezclado con resignación… no, aceptación.
Si recordaba bien, Jon mencionó que ella murió en Castle Black, durante el ataque del Rey de los salvajes al muro más o menos un año después de su propia muerte y la destrucción del ejército norteño en la boda del Tío Edmure.
Robb de inmediato se pateo mentalmente a sí mismo por recordarle a su hermano la muerte de alguien tan importante para él, estuvo apunto de disculparse por sacar el tema en primer lugar pero Jon habló primero
"En un principio, no me di cuenta que me había casado con ella" Medio bromeó.
Eh? Es posible contraer matrimonio con alguien sin saberlo? Su hermano debió ver cuan confundido estaba porque elaboró después de soltar una risilla irónica.
"En serio, te estoy diciendo la verdad! no miento" Enfatizó sonriendo "Verás, las bodas entre el pueblo libre consiste en que el hombre -o a veces la mujer- roba a su pareja mientras el otro lucha durante todo el proceso, esto se hace para probar su habilidad para proteger y proveer a su familia"
Esa era un extraña y barbárica ceremonia de boda comparado con lo que hacían al sur del muro, y si Robb era honesto consigo mismo, le costaba entender cómo su hermano se había hecho tan cercano a los salvajes cuando ellos eran tan poco civilizados, más aún, el cómo fueron ellos los que se convirtieron en los mayores aliados de Jon junto a los Mormont de Bear Island incluso antes de su ascenso a rey, no obstante ahora podía ver lo que Jon estaba implicando.
"Y tu la robaste sin saberlo, Snow, Ja! Qué romántico, hermano mío!" Se burló, encontraba absurdo que algo así le haya pasado realmente, En serio! Qué tan probable era? Cuando Jon le contó cómo terminó viviendo con los salvajes no le prestó mucha atención a la forma en que conoció a esta mujer, pero sí pensaba en ello, él la tomó prisionera esa vez por lo que-
"Te casaste con ella en el momento que la conociste! y pensar que todos me dijeron que mi matrimonio con Talisa había sido apresurado, entre otras cosas, por tomar su mano a los pocos meses de haberla conocido!"
Robb no pudo contener su risa, estallando en carcajadas, para la absoluta vergüenza de Jon, en especial porque Robb estaba prácticamente rodando por el suelo sosteniendo sus costados sin cuidado alguno, su personalidad de rey olvidada por el momento, no la necesitaba cuando él y Jon estaban solos.
Para cuando por fin pudo controlarse y volver a respirar correctamente comentó "Tu la amabas" Ni siquiera fue una pregunta, por como habló de ella en su relato era algo obvio.
No podía creer la suerte de Jon, no sabría decir si era buena o mala pero había tenido suerte, teniendo en cuenta que a pesar de todo, ellos terminaron enamorándose verdaderamente, pero este mundo cruel había hecho que su hermano la perdiera demasiado pronto y sin embargo…
Ahora estaban de regreso, de vuelta al principio y eso significaba que él tenía una nueva oportunidad de perseguir la felicidad, de por fin conseguir lo que se le fue negado a él y a su familia por tanto tiempo.
El Rey en el Norte y el Tridente había decidido que está vez no iba a someter a sus hermanos, a ninguno de ellos, a matrimonios políticos, sería un hipócrita si lo hiciera teniendo en cuenta su propia experiencia con tales arreglos.
Que la esposa de Jon sea una salvaje o mujer libre -como él constantemente insistía que era la forma correcta de llamarla- sería fuertemente controversial entre sus vasallos, no estarán contentos que alguien tan importante como él, quién una vez fuera Rey en el Norte y el Vale, la elija a ella en vez de tomar la hija de algún gran Lord para fortalecer sus lazos con las casas nobles, pero eventualmente tendrían que aceptarla como lo hicieron con Talisa, una curandera nacida en Volantis que sí bien era de noble cuna en las ciudades libres, su estatus no tenía importancia en Westeros.
Snow sólo lo miró con cariño, disfrutando de este ambiente tranquilo y lleno de esas pequeñas bromas que acostumbraban en su juventud.
"Sí, yo la amaba" El Lobo Blanco dijo en un susurro, regresando a su casi perpetua expresión cerrada y melancólica.
"Ella era fuerte, independiente y ferozmente protectora con aquellos a los que amaba pero también era sorprendentemente amable, cariñosa, muy divertida y atrevida, fue en parte gracias a Ygritte que pude convertirme en el hombre que soy ahora, o al menos ella sacó partes de mí que nunca creí tener…" Una pequeña sonrisa adornó su rostro al hablar de ella.
"Me amaba con todo su corazón, con ella, mi nombre nunca importó, lo único que quería de mí era mi amor… ella habría abandonado al ejército de Mance y a todo el pueblo libre por mí, por nosotros, por nuestro futuro juntos"
No se atrevió a interrumpir, su hermano estaba tan inmerso en sus recuerdos sobre esta chica que era dolorosamente evidente lo profundos que eran sus sentimientos por ella, incluso cuando para Jon ya habían pasado seis años desde su muerte.
"Y yo la traicioné, elegí a la Guardia, a mi deber sobre ella" La mirada embrujada en su rostro y la forma en que su voz se rompió cuando confesó su culpa sólo podía significar que ésta herida aún permanecía abierta y negaba cerrarse, a pesar del todo el tiempo transcurrido "No fue sino hasta que la perdí para siempre que supe el terrible error que había cometido"
Robb sólo pudo tomar a su hermano en un abrazo lateral ofreciéndole en silencio su apoyo, ambos habían perdido a sus compañeras, a los amores de sus vidas, él por la traición de sus hombres y Jon por culpa del conflicto innecesario entre la guardia y los salvajes, en el que ambos pertenecían a bandos contrarios, pero así cómo Robb estaba decidido a recuperar a su esposa, ayudaría a su hermano a hacer lo mismo con esta chica.
Jon recuperó la compostura sorprendente rápido, quizás porque con el tiempo el dolor se había adormecido un poco.
"Traté de seguir adelante, de vivir plenamente como ella me había enseñado y por un momento pensé que tal vez lo estaba logrando, creí haber encontrado el amor nuevamente…" Su sonrisa regresó brevemente, pero desapareció incluso aún más rápido, reemplazada por un ceño fruncido.
"En Dany" susurró casi con temor.
Oh… ohhh. Podía deducir a donde iba esto.
"A decir verdad, mi primera impresión sobre ella no fue para nada buena" Masculló "Sí, ella era hermosa, no lo niego, deslumbrante en verdad, pero era demasiado arrogante, egocéntrica y de mal carácter, parecía más interesada en el trono de hierro que en la seguridad y bienestar de su gente…"
Se detuvo por un segundo, reuniendo sus pensamientos antes de continuar. Robb estaba muy interesado en escuchar lo que su hermano estaba apunto de decir, Jon no había mencionado muchos detalles sobre ella en su relato anterior.
"No me enteré sino hasta más tarde que, durante una batalla contra los Lannister, utilizó a su dragón para quemar una caravana de carretas repletas de comida…"
Dragones, el símbolo de poder de la dinastía Targaryen. Él siempre había escuchado que esas bestias se habían extinto durante una de las muchas guerras de sucesión por ese maldito trono.
Sin embargo, está niña, al otro lado del Mar Estrecho logró eclosionar tres huevos convertidos en piedra y traerlos de regreso para así poder utilizarlos en la guerra una vez más, creyéndose Aegon el Conquistador.
"…Comida que bien ella podría haber utilizado para alimentar a su ejército y su gente durante el invierno, los dioses saben cuánto lo necesitaban… Pero en vez de tomarla, decidió destruirla para que no llegara a Cersei y le fuera más fácil derrocarla"
Como un Rey, como un Stark, como un ser humano, Robb entendió el disgusto que brotaba de las palabras de su hermano.
Desde pequeños ambos fueron criados por su padre para preocuparse y cuidar de sus súbditos sobre todas las cosas, ese era su deber principal como un gobernante, y como norteños se les enseñó a prepararse para la inminente llegada del invierno, almacenando tanta comida y madera como les fuera posible, de lo contrario no sobrevivirían a los años enteros sin cosecha que les esperaban.
Así que escuchar cómo alguien que decía ser una Reina desperdiciaba toneladas de algo tan importante -aún más valioso que el oro cuando los ríos se congelan y la tierra era sepultada bajo metros de nieve- sin pensar en sus seguidores sólo lo hacía enojar, está mujer era tan mala gobernante como Joffrey había sido…
"Pero sus asesores no hacían sino hablar de lo buena mujer y reina que era y no paraban de insistir en su valor y bondad que, cuando perdió a uno de sus dragones para rescatarnos del ejército de los muertos no pude evitar pensar que tal vez ella sería alguien a quien yo podría seguir, a quien yo podía ceder mi corona sin arrepentimientos y eventualmente incluso llegar a amar…"
Le costaba hablar sobre ella, eso era obvio, para ser sincero, la chica Targaryen parecía ser un tema mucho más delicado para su heredero de lo que su esposa había sido y ciertamente podía ver por qué.
"Me equivoque" Sentenció, odiándose a si mismo por su error de juicio.
Robb quiso asegurarle a su hermano, hacerle entender que cualquiera habría sido engañado, que tanto él como su señor padre estando en una situación tan desesperada habrían confiado en ella también, ellos no habrían visto su verdadera naturaleza hasta que fuera demasiado tarde… ellos de haber estado en su lugar también se habrían visto obligados a ver cómo está mujer destruía la vida de tantos inocentes sin ser capaces de hacer nada al respecto…
"Me enamoré de una Dany que nunca existió… o si lo hizo, ya había desaparecido para cuando la conocí." Se lamentó, sus manos temblaban, sin duda por el recuerdo de ese día, por la impotencia que debió sentir al no poder evitar esa tragedia.
"En mi desesperación por encontrar aliados contra el rey de la noche, creí erróneamente que la conocía, que ella valoraba la vida y la libertad de las personas tanto como yo, que su prioridad estaría en proteger a su pueblo cuando realmente todo en lo que pensaba era ese sangriento trono y en su destino como la salvadora del mundo, la que liberaría al pueblo de los gobiernos tiránicos y que rompería la rueda de poder que tanto daño le hacía al reino… cuando la mayor tirana era ella misma"
Jamás había escuchado tanto arrepentimiento, sarcasmo y resentimiento salir de la boca de su hermano, todo al mismo tiempo.
"Sansa y Arya me lo advirtieron, ellas vieron a través de su falsa amabilidad y sus sonrisas manipuladoras desde el principio, pero no las escuché…" Jon enterró su rostro en sus manos avergonzado por todos sus errores.
"… No las escuché, no, me negué a hacerlo" Jon no se atrevió a mirarlo.
Lo entendía, enfrentar tus errores jamás sería fácil, Robb lo sabía, conocía el sentimiento de fracaso que todo lo consumía, la culpa y el arrepentimiento que pesaban en su mente, lo sabía porque era algo que lo ha acompañado desde esa maldita boda que para él había ocurrido hace tan sólo un par de horas.
"Para ser sincero nunca fui feliz con ella…" Confesó amargado, por primera vez desde que ambos regresaron, viéndose como un hombre de mucha más edad de lo que su cuerpo sugería. "Todo siempre giraba entorno al maldito trono, no podíamos tener una conversación sin que ella resaltara su estatus como la verdadera reina de los siete reinos, incluso cuando ya le había entregado mi corona…"
Suspiró derrotado, cómo si admitirlo lo lastimara físicamente "Yo le temía, me atemorizaba lo que haría ella si desataba su furia"
El Joven Lobo sólo pudo escuchar atentamente las palabras de su hermano y ser su apoyo moral tal y como él lo había sido hace un par de horas para Robb.
"Ella amenazó a Sansa frente a mí, Robb, dos veces!" Su voz se quebró mientras lágrimas rodaban por su rostro, el enojo remplazando el resto de sus emociones. "Y no hice nada! Permití que la mujer que decía amarme amenazara a hermana! A mi hermana! Y no dije nada!"
Ver a su hermano así le dolía, le rompía el corazón, tenía que decir algo "Jon, no fue-"
"No te atrevas a decirlo!" Gruñó interrumpiéndolo mostrándose más molesto que en toda su vida hasta ese punto.
"Fue mi culpa, caí en sus encantos, en sus mentiras!... Y lo peor de todo es que incluso cuando sabía de lo que era capaz, después de ver lo que le hizo a King's Landing, después de que masacrara a cientos de miles de inocentes… fui tan estúpidamente leal que Tyrion Lannister tuvo que hacerme entrar en razón, hacerme entender que Dany atacaría Winterfell, que… Sansa y Arya serían las próximas en enfrentar su enfermo sentido de justicia!" Jon respiró hondo, reuniendo las fuerzas para continuar.
"Fue entonces cuando decidí poner fin a su vida y proteger al reino de los hombres de su locura" Sonaba más calmado… no esa no era la palabra, sonaba vacío, podría jurar que un espectro tendría más emociones que las reflejadas en la voz y el rostro de Jon "Aún así, cuando lo hice ya era demasiado tarde, un millón de almas ya habían pagado el precio de mi estupidez"
Esto estaba mal! Jon no tenía porque condenarse por el mal cometido por otra persona, en especial por una Targaryen. "Jon-!"
"Y a pesar de todo lo que hizo, a pesar de que sabía el monstruo que ella era, yo aún la amaba, aún lloré su muerte, cuando la asesiné, sentí como si alguien me hubiera arrancado el corazón del pecho y luego lo devorara frente a mí…"
Qué podía decir ante eso? Cómo podría responder a tal declaración?
"Me tomo casi un año completo y la constante molestia de Tormund" El brillo en los ojos de Jon reapareció ligeramente junto con una pequeña sonrisa irónica. "Para que finalmente siguiera adelante y empezara a ser yo mismo otra vez, para que pudiera divertirme nuevamente"
Tormund Giantsbane, uno de los principales caudillos de los salvajes, su nombre apareció con mucha frecuencia en la historia de Jon, por como su hermano hablaba de él, era uno de sus más grandes amigos y aliados desde la masacre de Hardhome, siguiéndolo fielmente sin importar las adversidades a las que se enfrentaran… Por su puesto que sería él quién regresaría a su hermano a la normalidad.
Debo recordar agradecerle cuando lo conozca. Robb sonrío aliviado.
"Aunque estoy seguro que si continuaba de aguafiestas, enfurruñándome en una esquina todos los días, Val me habría pateado el culo hasta que dejará de estar tan melancólico todo el tiempo" Jon mencionó casualmente, riéndose suavemente cómo si fuera algún tipo de broma que sólo él entendería.
Sin embargo Robb captó la implicación.
"Val?" Puede que hayan habido más mujeres en la vida de su hermanito de lo que imaginaba "Hay algo de lo que aún no me hayas contado? Jon~"
El lobo blanco se dio cuenta de su error, pero ya no había vuelta atrás, no existía fuerza en este mundo que le impidiera descubrir los detalles jugosos y vergonzosos de Jon y sus demás hermanitos.
"Robb!" Exclamó enojado, pero el susodicho no cedió terreno. "Argh! Te odio"
"Entonces? Te escucho" Al ver que la irritante sonrisa de Robb no desaparecía, su heredero sólo pudo suspirar y responder a regañadientes.
"Val es una mujer de las lanzas muy importante para el Pueblo Libre, ella es hermana de la esposa de Mance, se podría decir que es lo más cercano a una Princesa que tiene el Pueblo Libre" La describió brevemente, sin dar mucha información no queriendo seguir el juego del Stark de ojos azules.
Él sólo levantó una ceja, manteniendo su mirada fija en los ojos de Jon, casi exigiendo la respuesta que quería escuchar. "Sabes bien que eso no fue lo que pregunté"
Jon gruñó molesto pero respondió de todas formas. "Sí! Me acosté con ella un par de veces! Feliz?"
Robb simplemente asintió con una sonrisa satisfecha a la vez que le daba una palmadita en la espalda a su hermano. "… Y?"
Jon lo miró perplejo.
"Eso es todo? Vamos hermano, escúpelo! Necesito detalles!" Si las miradas mataran ya habría muerto un par de veces, un hombre cualquiera se habría orinado de terror al ver la cara de Jon en ese momento, más aún cuando la sangre lo cubría por completo pero a Robb sólo le divertía. "La robaste?"
No respondió
"Tomaré eso como un sí!" decidió
"No!" Negó, demasiado rápido, Jon inmediatamente se dio cuenta, sonrojándose tomó aire y explicó. "No la robe, aún no estaba listo para una relación seria… no estaba listo para ningún tipo de relación amorosa si soy sincero… aunque creo que si me tardaba demasiado en intentar robarla, probablemente… no, lo más seguro es que ella se hubiera cansado de esperarme y me secuestrara por si misma"
Esa declaración tomó por sorpresa a Robb. Puede que le lleguen a agradar estos hombres libres después de todo, no podía esperar a encontrarse con ellos en especial con Tormund, Mance, Val e Ingrid- no, Ygritte?
Jaime I
El Goldroad…
Uno de los caminos principales que atraviesan Westeros.
Uno de los caminos que conectan a cada uno de los Siete Reinos entre ellos y King's Landing.
Éste en particular conectaba la capital de Poniente con las Westerlands, atravesando en su recorrido la frontera más a sur de las Tierras de los Ríos y el borde más septentrional del Reach.
La batalla del Field of Fire, donde Aegon el Conquistador y sus ejércitos derrotaron a las fuerzas combinadas del Rey Loren Lannister de la Roca y el Rey Mern Gardener del Reach tuvo lugar muy cerca de donde sería construido el actual Camino del Oro… Quién diría que éste lugar vería la historia repetirse.
Durante la unificación de los Siete Reinos, el Field of Fire fue la primera y única vez que Aegon, Rhaenys y Visenya desataron el poder combinado de Balerion el Terror Negro, Meraxes y Vhagar a la vez, más de cuatro mil hombres fueron quemados vivos ese día…
Trescientos seis años después, poco después del inicio del invierno, Daenerys Targaryen seguiría el ejemplo de su antepasado y montando sobre el lomo del más grande de sus dragones, Drogon, convirtió el Goldroad en un infierno ardiente, haciendo llover fuego sobre las tropas Lannister y Tarly, reduciéndolos a poco más que cenizas.
Sí, Jaime tenía muy malos recuerdos asociados con la vía que conectaba Casterly Rock con la ciudad más poblada de Westeros… no es que la vista de la propia King's Landing fuera mejor en su mente.
Y no es para menos!
Presenciar de primera mano la destrucción que una sola de esas bestias era capaz de hacer dejaría marcado de por vida a cualquier hombre cuerdo…
En especial cuando ese mismo dragón fue la razón de su muerte y de la muerte de su querida hermana, el amor de su vida, la madre de sus hijos, quién llevaba en su vientre al último de sus pequeños cachorros, un alma inocente que no tenía nada que ver con los pecados cometidos por sus padres.
Cabe decir que despertarse en los aposentos de la Reina, envuelto en los brazos de Cersei a primera hora de la mañana, luego de haber sido enterrados bajo los escombros de la Fortaleza Roja cuando ésta se derrumbó sobre si misma fue lo más impactante que había ocurrido en su vida… y eso que él fue uno de los hombres que lucharon en Winterfell durante la Batalla por el Amanecer contra el ejército de los muertos.
Si bien el nunca fue muy creyente en la Fe de los Siete, ni en ninguna otra religión de hecho, mucho menos en la magia, con todo lo que presenció durante su estancia en el norte, tuvo que reconsiderar seriamente sus pensamientos sobre lo que consideraba posible y lo que no.
Wights y White Walkers? Claro, no podría negarlo aunque quisiera.
Cambia pieles y Greenseers? Por supuesto, al menos una docena de los salvajes que eran leales al Rey en el Norte podían entrar en la mente de alguna bestia y controlarla.
Regresar de la muerte? No hay problema, dos hombres lo hicieron, uno de ellos seis veces.
Un niño con la habilidad de ver el pasado y tener visiones del futuro, así como ver a través de los árboles de corazón y los cuervos?
Brandon Stark, es todo lo que necesitaba decir.
Así que el viaje en el tiempo no era una idea tan descabellada, verdad?
Ver a Cersei, ver al amor de su vida descansar desnuda en sus brazos, con su piel inmaculada y perfecta, suave al tacto y sin una sola cicatriz, cubierta sólo por una ligera sábana de seda y su largo cabello dorado enmarcando su bello rostro fue todo lo que necesitó para saber que se encontraban en el pasado.
Esa era la única conclusión a la que podía llegar, esto no podría ser algún tipo de vida después de la muerte, no si creía los rumores que escuchó en el norte… Rumores que tanto Tyrion como Brienne confirmaron.
No hay lugar a donde ir luego de partir de éste mundo y ciertamente no fueron traídos de regreso a la vida por una bruja roja, no mientras la Reina de Dragones gobierne Desembarco del Rey…
Además, se había despertado en una habitación que no debería existir, definitivamente no cómo algo más que escombros enterrando miles de vidas bajo su aplastante peso.
También estaba el hecho de que por primera vez en años, podía sentir su mano derecha, la que perdió por defender la virtud de Brienne de los malditos Bolt-
"JAIME!"
El grito desgarrador de su amada lo sacó por la fuerza de sus pensamientos enfocando su absoluta atención en ella.
Ella se arrastró sobre las sábanas hasta enterrar su rostro en su pecho, envolviendo su delicado cuerpo sobre el suyo en un abrazo desesperado.
"No me dejes morir! No quiero morir!" Su hermana sollozó entre lágrimas derritiéndose en su brazos "Por favor Jaime… Quiero que nuestro bebé viva… por favor no lo dejes morir, Jaime por favor!"
Él inmediatamente se percató que no había sido el único en regresar, no, Cersei lo siguió al pasado, pero por supuesto, eso era obvio, no importa ni cómo ni cuándo, ellos siempre han estado juntos y siempre van a estarlo.
"Tranquila, Cersei" Susurró suavemente en su oído derramando todo su amor y cuidado por ella en sus palabras "Todo va a estar bien, lo prometo, todo va a estar bien… no hay nada que temer, nadie va hacernos daño, no lo permitiré… nunca…"
Se quedaron en esa posición por lo que parecieron horas, calmándose en la presencia del otro.
Siempre ha sido así, estar junto a su gemelo tenía un efecto calmante para ambos… o al menos así lo fue para él, no podía estar muy seguro que era igual para ella, ya no.
Durante su intento fallido por escapar de la Fortaleza Roja, Jaime hizo todo lo posible para mantener la compostura por el bien de Cersei, sin importar que la muerte estuviera sobre ellos, sin importar el daño que se hicieron el uno al otro a lo largo de los años, sin importar las infidelidades ni las traiciones, no, su mayor preocupación en ese instante fue Cersei y al ver que no tenían escapatoria, al ver que su fin estaba cerca, se concentró en consolarla en sus últimos momentos en el mundo de los vivos.
Pero ahora, estaban a salvo, él, su hermana y sus tres hermosos hijos, todos estaban a salvo, Joffrey no había sido envenenado por Olenna Tyrell, Myrcella no había muerto en sus brazos asesinada como venganza por la muerte de Oberyn Martell y Tommen, su pequeño bebé, no había decidido tomar su propia vida después de presenciar la destrucción de Septo de Baelor!
Demonios, incluso su padre debía estar con vida también! Probablemente iniciando su día como Lord de Casterly Rock y Guardián de Oeste.
Sí, algo imposible había ocurrido y ahora tenían una segunda oportunidad, una segunda vida que podrían utilizar para al fin ser felices!
Ellos podrían huir de éste sangriento lugar, tomar todo el oro que pudieran cargar, y antes de que se dieran cuenta, estarían en Pentos junto a sus hijos, viviendo como una familia rica en las ciudades libres, lejos de toda conspiración, lejos de Robert, lejos de Stannis, lejos de los hipócritas cerdos de la corte, lejos del trono y por lo tanto de la mira de Daenerys y sus dragones… Podrían ser una verdadera familia, ellos cinco, no, seis, él juró que su cachorro nacería!
A…
A quién intentaba engañar…
Cersei nunca abandonaría el poder, no después de décadas ansiándolo, no después de todo lo que había sacrificado para llegar a este punto, no cuando ha probado lo que se siente ser una Reina, una verdadera Reina, la primera mujer en sentarse en el-
"Jaime…" Escuchó la suave voz de su otra mitad llamando su atención, Cersei no se había movido de su posición, aún acurrucándose fuertemente en su costado con su rostro oculto en el espacio entre su hombro y su cuello.
Él no respondió verbalmente, sólo plantó un pequeño beso en su cabello haciéndole saber que estaba escuchando.
"Quiero salir de aquí…"
Eh!? había escuchado bien? Su Cersei estaba pidiéndole abandonar King's Landing?
"No soporto éste lugar, Jaime, llévame a la Roca, llévanos a Casterly Rock" Ella casi imploró, ella, la feroz leona del occidente, rogando?! "No paro de escucharlo… los rugidos de esa bestia, las campanas, los sonidos del Red Keep viniéndose abajo, aún siento el olor a carne quemada… yo… yo…"
El hijo mayor de Tywin Lannister tomó el rostro de su gemela entre sus manos, alejándose ligeramente de ella para poder verla directamente a los ojos.
En ellos sólo vio un mar de absoluto terror empañando el hermoso esmeralda al que estaba acostumbrado, ella tenía la misma expresión cuando su mundo se derrumbó a su alrededor, cuando Daenerys decidió terminar lo que el Rey loco había empezado tantos años atrás.
Jaime sólo atinó a asentir dispuesto hacer lo que sea para borrar el miedo de su rostro y reemplazarlo por esa sonrisa que desde pequeño lo traía loco.
"Espérame acá, no tardo" Plantó un pequeño beso en sus labios levantándose para recoger sus ropajes y armadura, si iban a abandonar está ciudad endemoniada bien podría reemplazarla por su armadura Lannister, ya no sería un Guardia Real por más tiempo de todos modos, no se había alejado demasiado de la cama cuando sintió a su hermana tomar su mano.
"Los niños…" No dijo más, no necesitaba decir más.
Le dio un apretón reconfortante a su delicada mano antes de que lo dejara ir.
"Yo me encargo, no te preocupes."
En menos de tres horas ya tenía preparado un carruaje donde viajaría su familia, además de por supuesto treinta jinetes del ejército Lannister que servirían como guardias durante todo el camino hacia Casterly Rock.
El resto del ejército de su familia estacionado en Desembarco del Rey darían inicio a su marcha por el Camino del Oro cuando el sol esté en su punto más alto, con eso tendrán tiempo suficiente para preparar todo para su movilización hacia las tierras del Oeste, su primo Lancel cabalgaría con el grueso del ejército.
Jaime recibió una grata sorpresa cuando ninguno de sus hijos se negó a abandonar la capital, más aún cuando Joffrey declaró que deseaba cabalgar con el resto de los hombres en vez de acompañar a su madre y hermanos en el carruaje, usualmente, su primogénito viajaba cómodamente en el carruaje con su familia.
No tenía idea si la decisión que estaba tomando era la correcta, no sabía que repercusiones provocaría los cambios que estaban haciendo con respecto a la línea de tiempo original pero si era honesto consigo mismo, no le importaba en lo más mínimo, Cersei necesitaba esto, sus hijos necesitaban esto y eso era todo lo que importaba.
Él haría lo que fuera por su hermana y por sus hijos, ellos eran las personas más importantes en su vida, incluso más que su padre, más que Tyrion o Brienne y ciertamente mucho más que cualquier otro hombre, mujer y niño en los Siete Reinos y ésta vez el va a protegerlos, ésta vez no va a fallar!
Puede que hasta ahora no haya sido el mejor padre, diablos, ni siquiera ha sido realmente un padre para ellos, pero estaba dispuesto a corregir ese error, con Robert fuera de la imagen por fin podría ser quien siempre debió ser para Myrcella, Tommen e incluso Joffrey.
Sí, puede que no lo parezca, pero a pesar de la personalidad de su hijo mayor, él aún lo amaba, y su muerte fue uno de sus mayores fracasos.
Joff lo prometo, ésta vez todo va a ser diferente, está vez voy a protegerlos, lo juro!
Mientras su caravana entraba al Goldroad iniciando su viaje al oeste, Jaime observó con atención al primero de sus niños, tan sólo diez y seis días del nombre, tan joven y guapo pero a la vez tan retorcido…
Culpa de Cersei realmente, siempre lo malcrió y le dio todo, jamás lo castigó cuando hacía algo malo… tampoco ayudó que creciera viendo a Robert y lo imitara pensando que así es cómo se debe comportar un Rey…
Va a ser difícil, casi imposible, convertirlo en un buen hombre, pero de igual manera Jaime estaba decidido a corregir a su hijo sin importar cuanto se oponga Cersei, no permitiría que fuera asesinado otra vez por culpa de su personalidad, sólo era bueno haciendo enemigos al fin y al cabo.
Algo que encontró curioso cuando puso sus ojos por primera vez en Joffrey al encontrarse en la salida de la fortaleza ésta mañana había sido su vestimenta, por ningún lado se veían sus usuales y ostentosas ropas elegantes habiendo optado por portar una versión ligeramente modificada de la armadura roja, negra y dorada característica del ejército de su casa y eso colgando en su cadera era Hearteater?
Cómo es que Joff tenía con él esa espada? Si recordaba bien, Hearteater no fue forjada sino hasta poco antes de la Batalla del Blackwater… aunque tal vez él no era quien para decir, teniendo en cuenta las hojas que colgaban de su propia cintura.
Dos espadas gemelas cuyas guardias y pomos estaban hechos de oro Lannister, dos espadas que aún no deberían existir.
Regresando su atención a su hijo, él parecía estar más tranquilo y callado que nunca, esa mirada engreída y altanera que siempre estaba presente en su rostro había desaparecido, reemplazada por algo de lo que Jaime no estaba seguro…
melancolía? No, ciertamente no era eso.
Miedo? Terror? Desconcierto?
"Joff, estás bien?" Su voz lo tomó por sorpresa, saltando asustado sobre su montura… entonces era miedo, pero, qué tenía a alguien como Joffrey en tal estado?
"Si no te sientes bien, siempre puedes acompañar a tu madre y tus hermanos en el carruaje" Ofreció, dándole una salida a su hijo, pensando que probablemente haya decidido cabalgar todo el camino hasta la Roca por puro orgullo, rehusándose a viajar con las mujeres y niños por no soportar su incesante parloteo o algo así, al menos eso sería algo que su hijo diría.
Joffrey sólo negó con un ligero movimiento de su cabeza y continuo ignorando a todos mientras su caballo lo llevaba suavemente por el camino de tierra siguiendo a los demás en la caravana.
Ese gesto sólo alarmó a Jaime aún más. La última vez que él había visto a su hijo, se estaba ahogando en su propia sangre así que era perfectamente normal y entendible que se sintiera un poco sobreprotector con su primogénito.
"Joffrey, te ves pálido y estás distraído, no pareces tú mismo." Acercó su caballo blanco al de su cachorro, quería que Joff lo escuchara pero no estaba dispuesto a hacer una escena "Nadie pensará menos de ti si vas en el carruaje con tu madre en vez de cabalgar con el resto de los soldados, en especial si no te encuentras bien de salud"
Jaime sabía que convencer a Joffrey de hacer algo que remotamente podría dañar su imagen, o lo que él creía que era su imagen, sería una batalla cuesta arriba en especial cuando ya se había decidido, al menos por ahora, su hijo dejaba mucho que desear en cuanto a personalidad se refiere.
"Estoy bien" Fue toda su respuesta, su mirada aún perdida. Nada en su comportamiento era normal.
"Estás seguro?" Preguntó más por instinto que nada, ya medio convencido en detener la marcha y obligar a su hijo a viajar con sus hermanos y su madre.
Su próxima acción francamente lo tomó desprevenido, Joff volteó a mirarlo y le sonrió.
No una falsa sonrisa o una de sus muchas sonrisas engreídas o manipuladoras, no una de las que mostraba cuando torturaba a alguien o las que portaba cuando todo salía a su favor, no… fue una sonrisa sincera.
"Sí" Aseguró "Sí, estoy bien"
Jaime no pudo apartar su vista de su hijo, sus ojos no le estaban fallando, verdad?
"De acuerdo, si tú lo dices" Aceptó permitirle mantenerse con él y el resto de su guardia, por el resto del día, al menos "Pero prométeme que me entregarás tu caballo y entrarás en el carruaje si tú salud empeora"
Estaba seguro que Joffrey se molestaría por la sugerencia o simplemente lo ignoraría como todo consejo que cualquiera no llamado Tywin Lannister intentara darle, en cambio él simplemente asintió y respondió con un tembloroso "Lo prometo".
Eso… eso fue inesperado. No supo que decir en absoluto, así que sólo sonrío tentativamente como respuesta y se concentró en la vía por delante de ellos, las millas y millas de campos y colinas que se extendían hasta donde alcanzaba la vista, en poco tiempo un embarazoso silencio cayó sobre ellos, pero…
"Gracias" La voz de su hijo lo sacó de sus pensamientos desviando su atención del Goldroad hacia la espalda de Joffrey, en los minutos que habían permanecido en silencio el semental marrón de su cachorro había apretado un poco el paso y ahora estaba ligeramente frente al suyo. "Padre".
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Qué?
TBC
Bien! Ésto es todo por hoy! Espero que les haya gustado el capítulo tanto como a mí, en especial porque es la introducción a nuestro leones favoritos!
Está bien, creo que debo aclarar algo antes que alguien malentienda mi intención con el capítulo
Primero que nada debo recordarles que me encanta el personaje de Daenerys Targaryen, ella es uno de mis personajes favoritos (de la misma manera que me encantan Cersei y Ivar El Deshuesado de la serie Vikings)
Dany no es una Santa, ni una buena gobernante realmente (Miren a Astapor, Mereen y King's Landing como ejemplos), ella comete mucho errores, es despiadada, hipócrita, doble moral y su método preferido de ejecución es quemar a las personas vivas, sin embargo no creo que ella esté loca como el show trata de implicar, ella genuinamente cree que está haciendo lo correcto y eso es lo que hace su personaje tan interesante.
Habiendo dicho eso, en Westeros ella será recordada como la Reina Loca, Jon, los norteños, los Lannister, los Tarly y muchos otros la recordarán por sus acciones en Desembarco del Rey, sus pensamientos sobre ella no van a ser amables... Aunque en Essos las cosas pueden ser distintas.
Espero no haber molestado a muchos de mis lectores con éste capítulo... Y si lo hice, no se preocupen, pronto será la introducción de los Targaryen a la historia!
No olviden dejar sus comentarios, recuerden que de ellos nos alimentamos los escritores jajajaja!
Hasta la próxima!
