[Ha llegado el momento. Finalmente tu temple se pondrá a prueba]
...
[El momento es ahora. Debes prepararte. Estar ansioso. Pero también decidido a enfrentar lo que se te venga en frente]
...
[Enciende la artoncha. ¡Demuestrale al mundo que tu corazón ha florecido, que la llama de la juventud dentro de ti h-
Ok, ok, detente. Para. Ahora solo estás copiando Naruto.
[Eh, pensé más en Fairy Tail mientras decía esto]
Por supuesto que el kusoge iba a pensar en Fairy Tail cuando habla. ¿Por qué esperar algo diferente.
[Soy esclavo de la carne, lo admito]
Je, creí que le echabas ojitos a mi celular.
[Un esclavo de la carne no discrimina. Ama todas las formas de amor]
¨¡HIKIGAYA, DEJA DE MIRAR LA NADA Y PONTE A CORRER! ¡ACEPTE QUE TE UNIERAS HOY PARA TRABAJAR, NO PARA POSAR! ¡CADA SEGUNDO QUE NO CORRES ALGUIEN MUERE! ¡¿ES QUE QUIERES MORIR?!¨
¨Estoy seguro de que si corro también muere gent-¨
¨¡HAZLO!¨
Si, si. Ya entendí que eres casi tan irrazonable como este kusoge.
Maldita sea yo por querer unirme a este entrenamiento hoy. Sé que es lo mejor: cualquier cosa para evitar a Yukinoshita Yukino hoy vale la pena, pero no me gusta ni un poco.
Con la cara más plana que el pecho de Yukinoshita, seguí mi trote junto a las otras pobres almas que fueron obligadas a vivir este entrenamiento espartano. Se veía con ojos casi igual de muertos que yo, pero como Estados Unidos, yo también soy el número. Demostrando mi supremacía en verme mal, no pude evitar pensar en lo horrible que es esto.
Incluso cuando ya pertenezco a un club, todavía estoy obligado a hacer esto. Este tipo no atiende a razones, Hiratsuka-sensei también y estoy bastante seguro de que el director soltó pis cuando estuvo a pocos metros del entrenador. En pocas palabras, estoy jodido, obligado por doble a ser un esclavo.
Y además...
¨¡Usted puede, Hayama-san!¨
¨¡Hayama-senpai, puede acabar primero! ¡Creo en usted!¨
¨H-Hayama-kun, t-tú puedes¨
¨¡Go go, Hayama-senpai!¨
¨¡Es increíble!¨
... Me doy cuenta que yo también soy un poco esclavo de mi carne.
El infeliz de Hayama corría delante de todos nosotros, sin despeinarse casi, con una perpetua sonrisa de buen chico tan falsa como las espadas de Shirou. El falso buen chico, como siempre, era el centro de todo, capaz de juntar a sus admiradores incluso cuando la mitad de ellas probablemente ni sepa lo que es un fuera de juego.
No es que yo lo sepa, pero...
¨¡Creo en ti, Hayato! ¡Acaba con ellos!¨
Aterrador. Es muy aterrador lo que has dicho, Miura. Entiendo que seas una egolatra, ¿pero tanto te cuesta no sonar tan agresiva? Ni que esto fuera una guerra.
Si se juntan las fans de Hayama, Miura tiene que estar. Y donde está Miura andan sus esclavos que ocultan diciendo 'amigos'. Mi único consuelo es que Tobe no está aquí, y menos mal, porque si lo escuchara alentar como colegiala al príncipe, juro que prendo fuego la escuela con dos ramas si hace falta.
Aunque es verdad que una Ebina Hina babeando no es mucho mejor. Ni tampoco una Yuigahama Yui mirándome con unos ojos tan penentrantes. Dios, parece que quieres arrancarme la cabeza a mordiscos, mujer.
Ignorándolas lo mejor que pude, llegué al final del recorrido, quedando en la mitad para abajo en esta 'carrera', pero con unas seis personas atrás de mí. Nada mal si lo digo yo mismo. Hasta di ventaja y todo.
¨¡Bien, ahora a practicar con la pelota! ¡Y como alguien la manche tiene un pase directo al hospital!¨
Maradona estaría contento. Lleno de felicidad si trajeras la hierba mágica, entrenador.
¨¡Tú, al arco! ¡Después tú! ¡Y finalmente va Hikigaya! ¡Tres pateadores cada uno!¨
Suspiré de alivio al descansar un poco de esta locura. Sin esperar a que me digan algo, me fui a sentar en las gradas, lo más lejos que me fuera posible de ese grupo de fans y la rarita de pelo rosa. Mirando con anhelo dentro de la escuela, pensé en lo lindo que sería estar dentro, tomar un MAXX Coffee y tratar de ganarle a Yukinoshita es ver quien es más grosero. Algún día revertiré el marcador.
Mientras apoyaba mis mejillas con mis manos con una cara que pondría Hayao Miyazaki si le hablaras del anime que no ha hecho él, traté de no voltear mi cabeza hacia Yuigahama. Si no le devuelvo la mirada, ella no existe. Física básica.
[Ser o no ser: esa es la cuestión]
¿Qué?
[¿Qué? Si vamos a hablar estupideces, quiero unirme. Así es como nos hacemos cercanos nosotros, los chicos, ¿no? Hablando mierda, deportes, de mujeres y mierda sobre los deportes y las mujeres]
Kusoge, que hombre eres.
[Lo sé, lo sé. Soy increíble]
Increíblemente estúpido.
[Pero increíble al fin y al cabo, ¿no?]
¨... Ah, me siento viejo¨
Hablar contigo me quita años de vida.
[Yo también. No puedo creer que tienes a una chica que claramente te quiere y no haces nada más que evitarla]
¿De nuevo con eso? Ya lo hablamos. Esa chica no es nada más que una tonta que por alguna razón se enamoro de mí. Seguramente por lástima. Rechazarla es lo mejor para todos. Ella se merece a alguien mejor y yo me merezco que me dejen en paz: es sencillo. Además, seguro hay un malentendido aquí.
Hay algo que ella no entiende o entendió mal, y por eso me está buscando... así.
[Aaah~ ¿Sabes? Escucharte hablar a veces parece como esos libros de autoayuda para ser un ¨verdadero hombre¨ o ¨comprender la realidad de las cosas¨. Ya sabes, de esos escritos por hombres que se pegan un tiro antes de los 30]
¿30 años? Vaya, que vida tan larga y prospera.
[Sarcasmo a un lado... ¿no te parece que antes de rechazarla, sería mejor intentar a ver cómo funcionan las cosas? Pensar las cosas esta bien, pero quedarse solo en el pensamiento es lo opuesto a vivir la vida. A un hombre lo forman las experiencias, y un hombre siempre se está formando. Nunca deja de aprender]
... Todo muy bonito, pero solo quieres que me las folle a todas.
[Eso es lo que un hombre hace]
Que bueno que soy adolescente.
[En el pasado, ya tendrías dos hijos]
En el pasado, probablemente me habría muerto de bebé por una diarrea.
[...]
...
[Hikigaya Hachiman...]
¿? ¿Qué pasa?
[Para tu edad, eres listo. Comprendes cosas que tus congeneres apenas pensarán cuando tengas hijos y deudas, si es que lo hacen. Estás en una posición que hoy te permite vivir experiencias con el conocimiento de que pueden salir mal; puedes prepararte o aceptar el fracaso como parte de la vida]
...
[Pero ser inteligente no es igual a ser maduro. El siguiente paso es madurar. Hazlo, antes de que sea demasiado tarde]
...
[Antes de que llegue el día en que cuando mires esta época, solo sientas arrepentimiento]
...
...
Cállate. Ni que rechazar a una chica que no sabe lo que quiere fuera el fin de todo.
Suspirando con más fuerza de la cuenta debido a las palabras de ese kusoge, decidí que era mejor centrarme en algo más que mis pensamientos. Con renuencia miré al equipo de fútbol siendo unos idiotas que se emocionaban por algo tan tonto como atajar una pelota o meterla en el arco. Hasta se felicitaban entre sí, cualquiera que fuera.
Menudos idiotas. Todos ellos.
Viviendo la juventud ideal sin saber lo falsa que es, que todo al final quedará en nada, en arrepentimientos que darán lugar a la idealización de esta época. Yo, como alguien que en el pasado intentó ser así, veo esto y me repugna. Me hace sentir asqueado la emoción tan jovial por algo tan sin valor.
Nada de esto tiene valor. Todo acabará en nada. Cuanto antes lo entiendan más rápido podrán saber que la juventud es una ment-
¨Hikio, deja de mirarlos como si los quisieras matar. Es asqueroso. Es aterrador. Es tan Hikio¨
Ya liberado de mi bucle de odio, miré con molestia a Miura antes de volver a mirar al frente rápido para que no se llegue a ofender. Antes de que pudiera preguntarle qué hacía al lado mío, ella suspiró con aún más desgana que yo. Aún sin mirarla, supe que se estaba estirando con esos sonidos tan raros.
¨...¨
¨Oye, Hikio, ¿tanto odias a todos?¨
Esa pregunta... no diré que me tomó por sorpresa, pero sí me inquietó un poco. Pensar en tener una de esas charlas con Miura de todas las personas hace que me quiera romper los dedos a mordiscos.
Controlando mi escalofrio, la miré de reojo para ver si su cara mostraba algo ajeno. Cuando comprobé que era solo curiosidad, miré al frente, entrecerré los ojos y me enderecé por el bien de mi espalda.
¨¿Por qué preguntas eso, Miura? No es propio de ti¨
Su respuesta inmediata fue yo sintiendo sus ojos perforar mi garganta.
¨No es propio de mí, dices... ¿Pero qué sabes tú de mí? Nunca hemos hablado hasta hace unos días. No nos conocemos, ¿así que qué derechos tienes de hablar como si ya supieras quien soy?¨
Carcajeando de forma forzada mientras levantaba las manos en señal de paz, traté de evitar que me golpee. Todo sin mirarla, por supuesto, porque a una abeja reina no debes mirarla o te van a picar. Hasta la muerte.
¨Perdón, perdón. Es mi culpa. No me golpees, ¿si? Solo fue una manera de expresarme¨
¨... Dices eso, ¿pero no acabas de decir que no te golpee? ¿Crees que te lastimaría?¨
¨Eh... ¿Tal vez?¨
Definitivamente. Sin dudarlo. Nunca he dudado menos de algo en mi vida. Casi que quiero hacerle un culto a esa verdad.
Hice lo mejor posible para que Miura no viera mi expresión ni de costado, no vaya a ser que descubra mis pensamientos y me rompa la muela del juicio. Mi corazón se aceleró, listo para correr hasta Seúl si hace falta, pero cuando la escuché suspirar desganada... bueno, no me tranquilice, pero...
... Si, no me tranquilice.
¨Hikio, de verdad eres... No puedo entender por qué Yui piensa tan bien de ti¨
Yo tampoco.
Mi respuesta fue el silencio y la de Miura fue quedarse callada con el añadido de infundirme miedo. Con el ruido del equipo menos laureado que el club recreativo para niños del barrio más pobre de Mozambique y las fans de Hayama que andaban quejándose de que su príncipe todavía no pateó, decidí que quería darle una respuesta a Miura.
No tanto por ella o por Yuigahama que podría aprenderlo a través del chisme, sino más que nada para el kusogame que no para de romperme los huevos como si le pagaran por ello.
[Bueno, no es que me pagen, pero...]
Quita.
¨... Sobre si odio a todos... Bueno, más o menos¨
¨...¨
¨Digo, sé que está mal, y que es patético y que... bueno, todo eso. Pero cuando eres como yo es normal, ¿sabes? Toda mi vida me rechazaron, me trataron de menos, se burlaron de mí... En un punto quise acabar con todos, dejar de sufrir, darles una lección... Pero al final no tiene sentido. Lo único que mostraré es que tenían razón al alejarme, y lo último que quiero es darles las razón¨
Fui un niño tonto, uno demasiado extremista en mis ideas producto del rechazo generalizado que recibí luego de la confesión de Orimoto. Si bien con la propia Orimoto nuestra relación acabó como tuvo que acabar, sin nada demasiado traumático sobre el evento en sí, lo que siguió después... Si, pude acabar mal.
... Tal vez acabé mal, pero pudo ser peor.
Eso es suficiente.
Sintiendo más frío que de costumbre, continúe, queriendo darle un final no tan asqueroso.
¨Pero entiendo mi lugar. Entiendo que nadie tiene la culpa de esto; nadie estaba obligado a hacerme caso o fingir que le importaba. Mucho menos ustedes, que me han visto ya con todo eso ocurrido. No puedo culpar a nadie, ni mucho menos lastimarlos. Puedo odiarlos, mirarlos con asco, pero eso hará que me sigan alejando¨
En medio de mi monologo empecé a sonreír, no con falsedad, sino con genuina alegría. Sintiéndome feliz de haber encontrado las palabras correctas para responderle al kusoge tocapiedras, me enfrenté a Miura, queriendo que ella, la espectadora de mi respuesta, viera que soy genuino al respecto.
¨...¨
¨Y eso está bien. Me merezco eso. Y no quiero sufrir más¨
Por supuesto que no esperaba que ella lo tomara bien, pero no era mi intención. Que me mire con asco, aunque doloroso para mi masculinidad, no afecta mis creencias. Todo lo contrario: las valida. Ya sin prestarle atención a la rubia, miré el campo de fútbol, a esos chicos que son la antitesis de todo lo que soy yo, tratando de ver si mi determinación flaqueaba.
No lo hizo.
¨Eres un asqueroso¨
Tras decir eso, Miura se levantó. Y ya era hora, me estab-
[¡Has ganado 5 Puntos de Afecto con [Heroína] Miura Yumiko!]
¡¿EH?! ¡¿Por qué?! ¡¿Qué caraj-
¨¡HIKIGAYA, DEJA DE HOLGAZANEAR! ¡ES TU TURNO!¨
¨¿E-Eh? Pero yo n-¨
¨¡VEN AQUÍ AHORA O YO IRÉ HACIA TI!¨
[¡Es tu hora de brillar! ¡GO GO HIKIGAYA!]
¡Que asco! ¡¿Qué mierda, kusogame?!
¡Maldición, ¿por qué todo siempre me sale tan mal?!
¨¡HIKIGAYA!¨
¡Necesito tiempo para recuperarme, oso de mierda!
¨Muy bien, escuchca, pequeña mierda. Cada pateador tendrá que hacer cinco tiros desde ese punto blanco que ves ahí. Un penal no nos dice nada y tres es de maricones, así que cinco es lo mejor. ¿Alguna queja?¨
¨Si. ¿Puedo solo quedarme quiet-¨
¨Sin preguntas, entiendo. ¡Bueno, empiezas tú, Kitagawa!¨
¨¡S-Si!¨
Que dolor de culo. De verdad odio esforzarme sin ninguna recompensa. Esto solo me hará raspar las rodillas seguro. Con eso en mente, aun así supe que de no esforzarme al menos un poco el entrenador se pondría a explotar peor que el Vesubio. Por eso, cuando el tipo con cara de protagonista isekai pateó, intenté detenerlo.
Fallé en agarrarla, pero se fue al palo... Eso me da un punto, ¿no?
¨¡Kitagawa, tú, pequeña bolsa de basura! ¡Tira bien!¨
¨¡S-Si!¨
Con otra pelota puesta inmediatamente por el entrenador el tipo pateó con una fuerza tal que me impidió reaccionar... a que la pelota me golpeara justo el estómago, por supuesto.
Como un hombre, les juro que el grito que solté fue totalmente varonil. Se los juro por el honor de mi gato.
¨...¨
El entrenador no dijo nada, pero la cara que le enviaba al pobre chico le hizo patear apenas el entrenador puso la pelota. Esta vez no me dio en el estómago, sino en mi pie derecho, rebotando y acabando justo frente al tal Kitagawa.
¨... ¿Quizás soy un genio en esto?¨
Lo que dije fue un pensamiento interno mío que hice escuchar. La respuesta del entrenador fue darme la cara de cero amigos que tan bien le queda y que Kitagawa mirara a su alrededor viendo hacia donde correr. Atrás de él sus compañeros se reían, demostrándome una vez más que la juventud es una basura sin valor que solo trae desgracias.
De nada, sociedad. Ojalá me escucharas en vez de lanzarme tu mierda.
El cuarto fue uno que sí atajé y ya para el quinto el tipo estaba tan al filo de la muerte que, aunque su disparo era atajable para mí, como fui bueno no me moví demasiado. Solo lo suficiente para aparentar que me esforcé y me tomó por sorpresa. Por supuesto, como actor soy buen cirujano, así que todos me miraron con caras de que no se tragaron mi mentira.
El entrenador pareciera que quiere convertirse en asesino serial, el chico con los nervios más alto que la Estatua de la libertad me miro entre avergonzado y agradecido. Los chicos de atrás se reían no tan disimuladamente de todo esto, aunque más de uno me miró con respeto, admirando mi ¨buena acción¨.
Tch. No quiero su lástima. Váyanse a explotar mejor.
[Por un gesto compasivo a quien más lo necesitaba, obtienes +2 de {Encanto}]
... Bueno... Al menos ahora está par. Eso es bueno... creo.
No sé, ayúdame a no querer matarte, kusogame.
[¿Por qué debería justificarme? ¡Te estoy dando encanto! ¡Deberías ser agradecido!]
Cierto, debería arrodillarme frente a ti por darme tanto encanto que una chica creyó que era un violador y me pateo las bolas de boliche. Si, debería arrastrarme y besar tus pies digitales, porque sin duda eso es lo que mereces.
[...]
...
[... ¿Y bien? Dijiste que te ibas a arrodilar, ¿no?]
... Te odio.
[Y tú no aguantas nada]
¨¡Que venga el siguiente! ¡Aoba, es tu turno!¨
¨¡SI!¨
Oh, parece que este es de esos que viene motivado. Me recuerda al presidente del consejo estudiantil que tuve cuando iba en secundaria. Era un tipo que aparentaba ser igual de estirado.
... Y eso no me gusta.
¨¡!¨
Ese bastardo me metió en muchos problemas por hacerle caso a esos idiotas que se metían conmigo porque hice cosas que ni ellos sabían antes de soltarla en el acto. Fue un narcisista que nunca aceptaba estar equivocado y siempre me veía como el malo por tener opiniones preconcebidas de mí.
Si... Uno de mis tantos arrepentimientos fue no tirarle un huevo encima a su pelo de esclavo corporativo.
¨¡Aoba, pégale!¨
Al menos en uno voy a ganarle.
¨¡M-Me tengo que ir!¨
¨¿Eh?¨
¨¿Eh?¨
... ¿Ah?
¨¡S-Si, lo siento, entrenador, pero recordé que mis p-padres no van a venir hasta tarde a casa! ¡Tengo que hacerle la cena a mi h-hermanita!¨
¨Aoba... tú...¨
¨¿Eh?¨
No estoy entendiendo nada. ¿Qué mierda está pasando?
¨Espera, ¿Aoba tenía hermana? Creí que era hijo ún-¡KAH!¨
¨¡AAAH! ¡PERDÓN, ENTRENADOR! ¡PROMETO TRABAJAR EL DOBLE MAÑANA!¨
Y así, llevándose al tipo que hablaba sobre algo que parecía muy importante, Aoba, el tipo que me parecía tan correcto que me daba nauseas, se fue corriendo como si se le fuera la vida en ello. Como si escapara de alguna clase de monstruo de sus pesadillas, a pesar de que solo estoy yo en el arco.
[...]
... ¿Qué?
[...]
[¡Has aumentado tu {Aura} en 10! ¡Felicidades!]
¨... De verdad que no entiendo. ¿Qué pasó?¨
Mirando atrás de mí en busca de respuestas, al no encontrar miré al frente a ver si alguien me daba aunque sea una pista. Lo que encontré fue a varios mirándome con caras raras, aunque ninguna con mala intención. El entrenador pareciera que quería empezar a romper huesos, pero se veía como si estuviera forzando su enojo, no como algo que nace de sí.
Sin muchas opciones miré hacia el grupo de fans de Hayama... y enseguida me volteé cuando vislumbré a una Yuigahama Yui sonrojada. No entiendo cómo ni por qué, pero es un hecho que me estaba mirando. Mejor no pensar en eso.
¨... Eres un verdadero hombre¨
¨¿?¨
El chico que hace nada se veía a punto de llorar, Kitagawa, de repente soltó una bomba homoerotica, y mientras yo tuve una cara de confusión peor que la de un colombiano viendo el katakana, por alguna razón nadie estuvo en contra de sus palabras. No dijeron nada, pero se veían como si estuvieran de acuerdo.
... Bueno, siempre supe que los deportistas son raros, pero esto es un poco...
¨... Hayama, tú sigues¨
¨Si, entrenador¨
Así que me toca el príncipe, ¿eh?
Hayama, como siempre, fue el único que no se vio descolocado por todo esto. Si bien mostró sorpresa, fue la justa para no parecer un sociopata, pero no tanta para verse demasiado emocional. La imagen de chico perfecto le impedía ser otra cosa que el mejor en todo lo que se proponga, especialmente el ambito social.
Es un chico falso, pero esa misma falsedad es la que es capaz de atraer a todos. Si que sea genuino con mis pensamientos es lo que aleja a las personas de mí, entonces Hayama no puede ser otra cosa que mi contrario, mi opuesto.
Mi enemigo.
¨...¨
Si bien no me importa nada hacer esto, apenas me surga la chance me iré de aquí y tampoco quiero esfvorzarme por algo tan sin valor... al final, como un chico que tiene un poco de orgullo todavía, no puedo perder.
Quiero ganar.
Voy a ganar.
¨¡!... Visto de cerca, comprendo a Aoba¨
Al estar frente a mí el don perfecto se quedó quieto y puso una cara que casi se asemejaba a la del tipo que fue a cocinarle a su hermanita. Pero, al final, Hayama es demasiado perfecto para permitirse mostrar algo así; casi sin esfuerzo ocultó aquello en una máscara de niño bonito que me dio arcadas.
Ignorando mi malestar, me centré en ganar. Apenas el entrenador puso la pelota, me olvidé de todo lo que no fuera el objetivo que tengo frente a mí.
¨¡TIRA!¨
Mientra Hayama corría a la pelota, mi mente era un lío.
¿Adónde va a tirar? ¿Al medio? ¿A mi derecha o izquierda? ¿Y qué tan a la derecha o izquierda? ¿Alto o bajo?
Pensé y pensé, pero no me se me ocurrió nada. Miré a Hayama impotente, a punto de echarle todo a la suerte... y entonces lo vi.
Vi como se movió su cadera.
Si es así, lo más probable es que sea
¨¡AQUÍ!¨
Corriendo desde la derecha, usando la pierna derecha y girando su cadera en esa misma dirección: con esa poca información, lo más probable es que la mandé a la derecha. Es incómodo patear así, y es justamente por eso que lo hace: para que no lo piense.
La altura me es imposible de adivinar, pero con eso es suficiente.
Porque mis manos lograron impedir que Hayama festejara algo frente a mí.
¨¡!¨
¨¡!¨
¨¡!¨
¨...¨
Por un segundo vi la sorpresa en los rostros de sus compañeros y del entrenador, pero de inmediato los bloqueé. Solo importaba Hayama y ganarle, pero también el ver como trataba de ocultar la frustración que seguro está sintiendo. El bastardo puede esconderlo bien, pero yo sé que debajo de eso también estás podrido, príncipe.
¨... ¡Siguiente!¨
Ya ambos en posición, Hayama tomó carrera, esta vez del otro lado. Justo cuando estaba a punto de tirarlo, lo vi.
Correr desde la izquierda, usando pierna derecha y moviendo su cadera también a la misma posición. Parece que quiere confundirme por donde empieza a correr, pero en realidad va a tirarla al mismo lugar, esperando que no me trague que tiraría al mismo lugar dos veces.
Por eso debe ir ¡AQU-¡!
¨¿Eh?¨
La pateó... con la izquierda. Pateó con la derecha el aire y luego con la izquierda la envocó en el poste izquierdo. De tan mala forma que estoy seguro pude haberla detenido sin esfuerzo.
¿Fue una finta? ¿Se dio cuenta tan rápido de que lo estaba viendo?
Sin todavía poder procesarlo me levanté y me puse en posición, estando en piloto automático hasta que escuché al entrenador gritar en la lejanía una vez le puso la pelota en frente. Fue ahí que, con Hayama corriendo desde la derecha, esperé mucho antes de que llegara al punto óptimo para pensar.
¿Adónde irá? Si se dio cuenta de cómo acerté su tiro, ahora es inservible... o eso quiere que piense. ¿Izquierda o derecha? ¿Arriba o abajo? ¿Va a engañarme de nuevo?
¿Qué hago?
Cuando vi el movimiento que hizo, tomé una elección.
No moverme.
¨¡!¨
¡Era una finta! ¡Ahora...!
Sin tener tiempo de poder corregir su rumbo Hayama estaba a punto de patear. Y cuando vi el cómo su cuerpo se contorsionaba hacia la izquierda, sin pensarlo me tiré en esa dirección, rogando que la altura fuera la mejor.
¨... Tch¨
Fue al medio y fuerte. Para cuando noté mi error ya fue demasiado tarde: Hayama me engañó, o puede que simplemente la sorpresa de que adivinara su finta lo hiciera perder el equilibrio en ese momento. No cambia que me metió dos y estoy a uno de ser humillado.
No pudiendo controlarme, golpeé con fuerza el piso mientras maldecía, pero solo para liberar algo de mi tensión. Apenas me desquité me puse en posición, sin importarme nada más. Hayama, como siempre, mantuvo una expresión serena, pero sé que por dentro se está regodeando de verme humillado.
No pienso dejar que eso continúe.
¨¡Dispara!¨
Bien, ¿adónde va esta vez? Y no te apresures, Hachiman. Hay que pensarlo bien. Necesitas estar un paso delante de él, dos en este caso, si quieres ganar.
Corre desde la izquierda y parece que va a pegarle con la pierna derecha. La cadera... pensar en eso no es bueno: él seguro lo ha notado y por eso puede burlarme. Si quiero atajarle, necesito pensar fuera de la caja para equipararme.
Piensa, Hachiman. ¿Qué es lo que va a...
¡!
¡Si, VA AHÍ!
¨¡!¨
¨¡¿QUÉ?!
¨...¨
... Como ahora mismo estoy a un gol de perder, Hayama debe pensar que me tiraré a uno de los lados. En momentos de desesperación uno piensa en la forma más complicada en que van a suceder las cosas, sin tomar en cuenta que quizás el enemigo que tienes delante, al saberlo, tomará la decisión más obvia pero que está oculta a simple vista.
Hayama pateó al medio otra vez.
Solo que ahora yo la atajé. La tengo entre mis manos.
¨... Je¨
Rodando la pelota hacia Hayama con una cara que seguro era asquerosa, sonreí cuando pude apreciar como la careta de chico perfecto se resquebrajaba en algún mucho más asemejable a mí, lo que si bien me da asco, al mismo tiempo me dio satisfacción: porque esta lucha que estoy teniendo no es de un solo lado.
Hayama, tú tampoco quieres perder. Que pierdas contra mí iría en contra de todo lo que proteges.
Es una pena que mi empatía hacia ti sea más corta que el aprecio de los coreanos hacia nosotros, o sea, nula.
Poniéndome en posición y Hayama también, no hizo falta escuchar de fondo el grito del entrenador para acabar con esto.
Esta vez Hayama esta lo más cerca del medio posible. No es una línea perfecta, pero no puedo basarme solo en eso. Estoy nervioso, y él también: ambos contamos con eso para afectar al otro. Él ya conoce cómo me doy cuenta de hacia donde quiere tirar y yo soy consciente de que es capaz de hacer una finta.
Aun así... yo tengo las de perder.
En comparación a él yo solo tengo un arma mientras Hayama varias. Aunque sé qué armas puede usar, de nada sirve si el número es más allá de una. Solo provocará un lío en mi cabeza pensar en todas las posibilidades, y es justamente con lo que cuenta el príncipe.
Quiere que me agobie, que me congelé por un segundo valioso o que de los nervios me vaya a la primera opción que veo. Quizás acierte y gane, o quizás no. El punto es que me tiene, estoy a merced de él.
No hay verguenza en perder con él, mucho menos cuando lo llevé a este punto... Pero...
Pero quiero ganar.
Quiero borrar esa sonrisa.
Quiero demostrarles a todos que mi pensamiento también vale.
Quiero... por una vez, ser el que sonría al final.
Miré a cada parte del cuerpo de Hayama avanzando, en busca de cualquier pista, de algo que me esté perdiendo. Cuando ya se puso justo frente a la pelota, mi mente racional me dijo que desistiera, que probara suerte en cualquier lado. Aunque no sirva de mucho, que pruebe suerte.
Entonces yo...
Vi... algo.
Hayama pateó. A la izquierda.
Yo me tiré al piso, casi en el medio.
Aun así...
¨¡!¨
¡PAAAM!
... Si bien fue a la izquierda, no llegó ni de cerca al extremo, mucho más cercana al medio. Yo al tirarme al piso me aseguré de estirar bien mis piernas en esa dirección, confiando en que podría detenerlo.
No con mis piernas, sino...
¨... Con una patada¨
Mis palabras llamaron la atención de Hayama Hayato, quien se estaba presionando la mejilla cada vez más roja a la vez que tenía una cara de querer golpear algo. Su imagen de chico perfecto desaparecida junto con mis nervios.
Estoy aliviado: eso es lo que pensé mientras me levantaba con algo de esfuerzo, ignorando el ardor de mi pie derecho.
¨Hikigaya... tú...¨
¨Puede que sea un novato en esto y sepa menos fútbol que una mujer casada, pero eres muy bueno, Hayama. Mucho mejor que yo... Pero cometiste el error de no pensar en tus ojos¨
¨¡!¨
Si, fue así como adiviné. Hayama se había asegurado de no dar pistas con sus ojos durante todo nuestro enfrentamiento. Si lo hubiera mantenido hasta el final, es casi seguro que habría perdido. No, es una certeza, porque nunca puedo contar con la suerte.
¨Tú te pusiste nervioso, igual que yo; por eso no pensaste en tus ojos sino en los movimientos de la cintura para abajo y de dónde corrías. Caíste porque te puse de los nervios y encima mi pelotazo te dio en la mejilla. Hayama, eso significa...¨
¨... Tú...¨
¨Que te superé¨
[¡VICTORY! ¡A través de la compasión, intimidación, ingenio y algo de suerte, lograste superar el desafío de forma excelsa! ¡Dignas de un {MC}!]
[Has ganado 3000 {Puntos de Habilidad}]
[Tu {Aura} ha aumentado en 10]
[Tu {Carisma} ha aumentado en 40]
[Tu {Habla} ha aumentado en 5]
[Tu {Inteligencia} aumentó en 1]
¿Sólo 1 en inteligencia? Que robo.
Pero bueno, estoy de buen humor ahora mismo, kusoge. Lo pasaré por alto.
Dándole mi mayor sonrisa de 'come mierda' a Hayama, me deleité en como, mientras nadie lo podía ver por tener su cara cubierta con sus manos, me miraban con unos ojos de profundo odio, de rechazo total hacia mi persona. Hayama, al final, es como todo niño perfecto: cuando nada sale como él quiere, se pone de malas.
Se siente bien. Me siento muy bien.
¨¡Hayama-senpai!¨
¨¡Senpai!¨
¨¡Por favor dejarme ver la herida! ¡Mi mamá es enfermera!¨
¨¡Piérdete, lo haré yo! ¡Mi papá es doctor!¨
¨¡No es momento de que peleen! ¡Dejenme ayudar a Hayama-kun!¨
Se ve que el club de fans ya no pudo controlarse. Utilizarán este momento para tratar de acercarse a Hayama. Desagradable, pero no se puede pedir mucho de estas mujeres. Son así de básicas cuando son normies y encima viviendo la juventud. Ya se les pasará cuando sepan la verdad.
Dedicándole una última sonrisa al príncipe que ya apenas me podía ver, asumí que ya había terminado por hoy. Al fin y al cabo, no soy parte del equipo oficialmente, aparte de haber lastimado al líder. Es natural que ya no me quieran aquí. Tal vez ahora sí pueda irm-
¨¡ESO FUE INCREÍBLE!¨
¨¡¿VERDAD?! ¡Este tipo y Hayama parecía que se estaban jugando la vida en esto! ¡Fue como ver un anime!¨
¨Y las caras... ¡Dios, sí que fue como un anime! ¡Y encima las palabras que le dijo al capitán! ¡Eso fue asombroso!¨
E-Eh... Bueno, supongo que no está tan mal. Parece que su pasión por el deporte les pudo más que su camaradería. Eso es bueno... creo.
[Solo admite que te guste que te alaben]
Lo haré cuando nos invadan los reptilianos.
Un golpe poderoso le llegó a mi hombro. Casi me tira al piso de lo escualido que soy.
¨Físicamente eres una mierda y te falta mucha experiencia... pero tienes potencial. Te haré llegar alto¨
Oi, oi, ¿qué pasa contigo, haciéndote el genial ahora? Hace nada te veías más agresivo que oso en ayuna. Y no te vayas como si fueras la gran cosa o como si dejara que me controles. Esto lo hago por miedo, ¿escuchaste? Solo acepté venir aquí porque me niego a quedarme con Yukinoshita hoy de todos los días. Esa mujer no parará de meterse en mi piel por lo de hoy.
Aunque no hice nada, ¿por qué todas las mujeres que no son mi hermana me odian? Casi parece que quieran que me vuelva un misógino.
¨¡Hikio!¨
¨¿Qu-PUGH!¨
El golpe directo a mi estómago fue tan sorpresivo que, aunque no fue tan fuerte, me hizo retroceder y perder un poco el equilibrio. Como pude me estabilicé y miré a la abeja reina con un odio mezclado con temor, tanto que este último era el reinante. La mujer, fiera como siempre, se veía como un tigre dispuesto a devorar a quien fuera. Mientras tiene a su lindo gatito rosa atrás, por supuesto.
Entendí que ella no iba a estar feliz por lo que hice, ¿pero de verdad tanto como para golpearme? ¿Tanto es... ¿Saben? Ahora que lo pienso, debí esperar un abuso físico. Fue mi error. No debí esperar otra cosa de este kusoge.
Mientras pensaba qué decir que suene ofensivo pero que no me gane otro golpe, Miura... se vio nerviosa, lo que me descolocó. La chica miró hacia un costado con las mejillas sonrojadas, un espectáculo que muchos normies adorarían presenciar en primera mano y... me miró, con una cara rara.
¨L-Lo hicicste bien. Estoy enojada por lo que hiciste, pero... te viste un poco genial. Para ser Hikio. S-Sigue así, ¿de acuerdo?¨
[Has ganado +3 Puntos de Afecto con {Heroína} Miura Yumiko]
Y tras decir eso, ella, la abeja reina inconsciente de su entorno, se giró como una bestia a las que ella llamaría 'perras' que se atreven a tratar de robarse a su Hayama. Y aunque esa Miura me genera asco, al menos es una a la que estoy acostumbrado. Insensibilizado. Así que mientras la alternativa sea ver a Miura siendo... así, prefiero esta.
Pero la preferiría cerca mío o que se lleve su equipaje porque...
¨U-Um...¨
¨...¨
Yuigahama Yui, como siempre, me pone las cosas incómodas.
¿Debería rechazarla? ¿Decir algo hiriente? Pero eso es algo que ella ya espera y sabe que es 'falso'. Sin mencionar que Miura esta vez sí me daría una paliza. Y no quiero ni pensar en cómo actuaría Yukinoshita. Esa mujer de pecho plano es capaz de meterme en la carcel con una llamada.
Kuh, ¿qué hacer?
¨Um... Esto... Yo... ¡C-Creo que fuiste increíble!¨
¨...¨
¨Me asusté un poco, ¿sabes? E-Era como, muy intenso y todo eso. Hayato-kun también se veía aterrador. ¡P-Pero creo que fue increíble! ¡Fue super emocionante! Solo... ¿p-podrían bajarle unas rayitas la próxima vez?
¨... No prometo nada, pero lo intentaré¨
¨¡¿En serio?! ¡Que alivio! De verdad quiero que se lleven bien. Todos somos amigos de clase, ¿verdad?¨
¨...¨
¨... B-Bueno, si, eso era todo. Ahor-¨
¨Yuigahama¨
¨¡¿S-S-Si?!¨
¨Tú... eres amable. Genuinamente amable¨
¨¡!¨
Y por eso nunca podré aceptarte.
[Has obtenido +15 Puntos de Afecto con {Heroína} Yuigahama Yui]
¨Nos vemos luego¨
Eres la clase de mujer que debo evitar. Necesito que te alejes de mí. Pero no puedo hacerlo. Este sistema seguro que me lo impedirá: generará encuentros hasta que caigas enamorada, por más que parta de un malentendido. Y honestamente, tal vez por tener la mente algo ida por todo lo que sentí hace nada, llegué a una especie de conclusión.
Seré yo mismo.
Así es como se alejarán de mí.
Así es como me quedará solo.
Me quedaré en paz.
Hikigaya Hachiman le demostrará al sistema que gobierna esta vida falsa, a Zaimokuza, pero sobretodo a mí mismo, que mis ideales son los correctos. Que todo lo que viví hasta ahora fue la verdad absoluta.
Es una promesa.
[... Lo que le hace a un hombre ser virgen, dios santo]
Se le llama tener ideales.
[Se le llama matarse a pajas]
Y así, comencé una guerra con un juego basura sobre si tengo razón o él está equivocado mientras traté de no prestarle atención a los ojos de una Yuigahama Yui que cada vez son más intensos.
Más enamorados.
... Ugh, que asco.
[¿Cuántos tienes? ¿Seis?]
Todos somos niños por dentro.
[Los niños no se matan a pajas]
¡Que no me mato a pajas, juego basura!
A que nadie se esperaba este capítulo tan pronto, ¿verdad? Si soy honesto, ni yo. Todo surge de tener el martes relativamente libre, sin trabajo, sin gimnasio y sin escuela o tarea que hacer. Más la inspiración, pues acabé este capítulo en menos de un día. Me duele los brazos, pero valió la pena.
Si soy algo honesto, parte de lo que me hizo decantarme por Eroge es porque lo que más disfruto son estos enfrentamientos entre Hikki y Hayama. Me salgan bien o mal, son mi disfrute cuando pienso en esta historia. Y este volumen tendrá los enfrentamientos como algo destacado. Todo prota necesita un rival, y Hayama en este voluemen será ese enemigo a vencer.
Pero tranquilos, no será todo sobre él. Más que nada, este es un volumen para afianzar la relación entre Hachi y las chicas. Es a partir del Volumen 3 que todo comenzará a ir encaminado más hacia lo que todos están pensando.
Y hablando del Volumen 3, no sé si me expresé bien, pero en el capítulo anterior cuando dije mis planes a futuro, hablaba más del futuro cercano, o sea estos pocos meses más libres que tengo. No quise dar a entender que hacía esto y me voy, aunque lo aclaro por si hay confusiones.
Ahora, ¿podré sacar capítulos a buena velocidad? Eso... no lo sé. Ni siquiera sé cuándo vendrá el próximo. Como hice toda la tarea ayer hoy tuve tiempo, pero no sé cómo me iría un fin de semana o un día de semana más libre. Habrá que ver. De momento me tendrán aquí unos meses.
Este capítulo fue impulsado también para demostrar que hablo en serio sobre volver. Quería dejarlo claro rápido... aunque no pensaba en el día siguiente cuando decía eso.
Bueno, con eso dicho, a los comentarios.
Yostein010:
Si, he vuelto, espero que esta vez por más tiempo. Me alegra que te gustaran mis historias y las recordaras a pesar de todos estos años. Me siento feliz como escritor. Especialmente que te guste tanto la de Sagami: fue para mí lo que debió ser Autoconvencimiento, mezclando drama con comedia pero con la experiencia previa. No puedo prometer actualizarla pronto, pero esta en mis planes completar el arco de Kyoto al menos, que es más o menos la mitad de la historia. Ya a partir de ahí quien sabe, pero daré lo mejor de mí.
A diferencia del pasado, hoy puedo escribir más rápido y más tiempo. Los capítulos de Sagami perfectamente puedo hacerlo en un domingo si me lo impongo. Aunque primero tendré que releerla: recuerdo cómo quería que fuera, pero no los detalles más finos o qué venía justo después. Pero esta en mis planes, sino terminarla, al menos darle un cierre más digno, como HxH 2011.
Gracias por desearme suerte. Esperemos lo mejor para ambos: tú como lector y yo como escritor. Espero este capítulo haya mantenido algo de la esencia que te gustó en el pasado.
Todos los demás:
Aunque me di cuenta que son demasiados comentarios para responderlos todos sin alargar esto demasiado... además de que muchos son de hace tantos años que dudo varios sigan esperando esta historia, aun así, como escritor, leí cada uno y les agradezco un montón sus palabras, ya fueran críticas, halagos o amputaciones. De verdad los quiero y espero que si no continúan la historia, por lo menos puedan leer estas palabras.
De todo corazón, muchas gracias. Les deseo lo mejor y que su vida sea muy plena. Los quiero a todos. Como escritor, gracias por todo. Si alguno de ustedes o cualquier otro que comenta por primera vez aparece en los comentarios, prometo dar todo de mí para dar la mejor respuesta. Se los juro.
Pues bueno, a partir de ahora se viene lo que yo llamó ¨el nacimiento del rey harem¨ o así lo llamaría el kusoge para molestar a Hikio. Se vienen desarrollos, comedia, romance-ish, presentaciones de heroínas, Toyota-san siendo la mejor chica y unos duelos totalmente masculinos entre dos hombres. Se los juro por Diegito Maradona.
En fin, gracias a los que le leyeron. Nos vemos lo más pronto posible.
Hasta luego.
