Btw, obviamente nosotros no somos dueños de "Yu-Gi-Oh!".


Jaden se encontraba de vuelta en aquel lugar ardiente en la boca del volcán, observando como una figura enmascarada le ordenaba a un dragón oscuro cremar a Aarón. El ser alado obedece, lanzando una llamarada contra el obelisco indefenso, dejándolo en el suelo inmóvil.

El ambiente del viaje onírico da una vuelta inesperada, regresando a la noche cuando Cámula derrotó a Crowler, convirtiéndolo en muñeco, la mujer vampira pateando el contenedor de almas para que cayera frente del slifer antes de reír con desdén por el destino del profesor. Las risas son interrumpidas repentinamente por la escena de Jorge acabando el duelo finalmente, gritandole a la derrotada vampiresa un "¡Sufre más!".

Sin previo aviso se encuentra en un duelo contra una sombra, en su campo tiene al Héroe Elemental Wildheart, sin perder tiempo, Jaden le ordena atacar a su monstruo, pero al hacerlo la figura cambia a la silueta de un dragón que contraataca con llamas azules, eliminando al monstruo de Jaden.

Jaden ha perdido el duelo, los gritos de Syrus y Chumley se escuchan, siendo engullidos en llamas azules, Jaden intenta correr hacia ellos, pero, hilos de color morado salen del suelo y comienzan a arrastrarlo.

– ¡Lo siento chicos, lo siento!


Esa noche, otro chico estaba soñando, mas, este era más placentero que la pesadilla del slifer estrella.

Encontrándose nuevamente en el espiral de colores que le recordaba a la creación de un monstruo de fusión, Jorge intenta en vano mover su cuerpo, quedando desorientado en cambio al darse cuenta que está paralizado.

– Este sueño de nuevo… –

A lo lejos, la figura misteriosa recurrente vuelve a aparecer, siendo igual de irreconocible por la distancia que aún les separaba a los dos.

– ¡Tú! ¿Quién eres? – Exige en sus pensamientos el slifer, estos sonando como eco por todo el mundo distorsionado donde se encontraba.

El ser responde acercándose un poco más, pero, a este ritmo tardarían, tardarían años en llegar a una distancia que les permitiera verse con claridad. Brevemente, murmullos comienzan a sonar a lo lejos. El chico los reconoce como palabras, pero, aún son ininteligibles.

– ¡Por favor, habla más claro!

– Tu rol...humano...duelista. – La voz que le había contactado en sus sueños anteriores y en su duelo contra Cámula dice vagamente.

– ¿Mi rol? ¡No seas ambigua! – Se queja Jorge.

Perdiendo la concentración, la figura desaparece a lo lejos, dejando que la mente del chico navegue sin rumbo y caiga en un sueño profundo.


Otro día de clases había comenzado en el radiante edificio principal de la academia de duelos. En los asientos, Jorge se encontraba sentado en una fila entre Chazz y Mindy, Alexis sentada en el último asiento junto a su amiga obelisco. Aunque el slifer usuario de peluchanimales le encantara estar al lado de Jaden y compañía, últimamente se había estado juntando en equipos de trabajo con su compañero de cuartos y su pupila. En parte, era por lo imposible que resultaba vivir con una persona y no hacer buenas migas, el nuevo Chazz mostrándose más amable de lo esperado tras su regreso de la academia norte. ¿Quién diría que un Ojama te podría ablandar tan fácilmente? Tal vez eran sus tangas coloridas sumado a sus actitudes joviales. En cuanto a Mindy…

Mirando a ver a la chica, Jorge no puede evitar sonreír. Originalmente, no esperaba el giro de eventos que había desencadenado tras derrotarla aquella noche en el "Catfishing de Syrus". Siempre le había parecido un personaje secundario sin mayor personalidad y, en parte, todavía le daba esa impresión. Pero, poco a poco, estaba logrando entender su persona y ayudarla con su habilidad como duelista. Sus múltiples conversaciones nocturnas le había ayudado mucho en ese sentido. Además, debía admitir que disfrutaba ver sus arrebatos infantiles cuando trataban de temas que involucraban cosas lindas.

Mindy estaba platicando con Alexis. Oh, Alexis Rhodes. Desde que había cometido la burrada del comentario sobre su hermano, la obelisco siempre lo tenía con una mirada de muerte. Se había aferrado a la idea de que él era parte de los Jinetes oscuros. Por favor, si fuera parte de esa banda de payasos, ya hubiera acabado con toda la academia 9000 veces o incluso más. Pero, le dolía haber perdido la confianza que le tenía Alexis, aunque no interactuaran muy a menudo.

Alexis termina interceptado su mirada, devolviéndole un rostro de mal agüero que inmediatamente le hace ver hacia abajo. Chazz se percata de esto, colocando una mano en su hombro intentando consolarlo.

Después de unos breves instantes, unas pisadas al lado de Jorge le llaman la atención. Mirando a su lado para ver al dueño de los zapatos que reproducían el sonido fino, se encuentra con el Doctor Profesor Crowler, completamente recuperado de su encuentro cercano con el vudú. Ambos slifers le miran contentos.

– ¡Profe, está bien! – Comienza Jorge, festejando el recuperamiento exitoso del afeminado hombre.

Crowler asiente, devolviendoles el sentimiento. – Escuché que barriste el piso con la esperpéntica. Sólo por esta vez...bien hecho, holgazán.

Jorge sonríe al escuchar las primeras palabras de felicitación de su profesor, en ese momento la voz de Mindy capta la atención de los presentes.

– Oye Alexis, ¿y Aarón?

– Sigue en la enfermería, pero la señorita Fontaine dice que mañana ya debería estar como nuevo. – Después de responder, Alexis se pregunta qué estará haciendo su amigo en la enfermería.


– ¡Quítame tus sucias manos de encima, mono lampiño! – Se escucha la voz de Cámula en la enfermería.

Aarón, al no tener nada que hacer, estaba "jugando" con Ixchel y la muñeca Cámula, él sólo se limitaba a mover a Cámula reaccionando a lo que Ixchel se estaba inventando.

– ¡Ahora la poderosa heroína, procede a desterrar al malvado vampiro! ¡Supernova! – La pequeña Ixchel exclama mientras imita la pose del ataque que usó en su duelo contra Velo Nocturno.

Aarón mueve a Cámula hacia atrás en un señal de haber sido "afectada" por el ataque.

– ¡Dejen de usarme como juguete, payasos! ¡Me las pagarán!

No hay necesidad de decir que las quejas de Cámula cayeron en oídos sordos, pero aún así se dijo.


Después de clases, Jorge y Jaden se encontraban en un domo a las orillas de la isla de la academia, ambos habían sido traídos ahí por Syrus y Chumley.

El peliazul había encontrado a Jorge en los pasillos de la academia mientras regresaba a su habitación. Tras detenerlo y reiterar varias veces sobre cómo estaba preocupado por él al ver que los días pasados le notaba tenso, le ofreció ir a las aguas termales de la academia para "liberar la tensión". Claro, había aceptado con gusto, solo que, una vez estando cara a cara con el cuerpo de agua profundo y los cuerpos mamados de sus acompañantes y cubiertos solo por una toalla, (en serio ¿Cómo podían estar tan musculosos si se la pasaban casi todo el día jugando un juego de cartas para niños?) Jorge estaba un poco intimidado por no estar a esa altura de sus condiciones físicas.

– ¿Por qué estamos aquí? – Cuestiona Jaden, aparentemente a él no le habían informado el destino del grupo, aunque fuera un poco obvio por las toallas que llevaban desde el inicio del viaje.

– Bueno, tú y George han estado muy tensos desde anoche, así que pensamos en algo que los animaría. – Responde Chumley.

– ¡Un chapuzón de amistad en las aguas termales de la academia! – Termina Syrus animadamente.

– Pero Syrus… No sé nadar. – Aclara Jorge mientras retrocede un poco, esperando que todavía haya escape de la presión social que estaba sufriendo.

– ¡No te preocupes, yo tampoco! ¡Si nos hundimos, moriremos juntos como amigos! – Le regresa el chico de lentes redondos el comentario asertivo que le hizo cuando estaba atado en el bote durante sus duelos en el dormitorio de chicas.

– Jajaja, muy gracioso, don comedia. – Dice Jorge antes de que Syrus le lanzara uno de sus flotadores que había traído, atrapandolo y colocándoselo, sonrojándose tras imaginarse cómo se veía en él.

– Me decían chistín en la secundaria. – Declara Syrus antes de finalmente correr y lanzarse a las aguas termales de un clavado, surgiendo del agua contento. – ¡Esta es la vida! ¿Podría haber algo mejor?

– Claro que sí, Syrus. Tu toalla podría seguir seca. – Le comenta Jaden, causando que el peliazul se de cuenta de su mala fortuna y se ruborice.

– Esperen, ¿¡Van a entrar sin toalla!? – Pregunta un ahora completamente asustado y entomatado Jorge.


Tras un rato de estar relajándose en la deliciosa agua caliente, el grupo de amigos se encontraban platicando sobre cosas aleatorias, principalmente sobre cuál de sus naipes era la más atractiva, conversación en la que sólo Jaden no estaba participando.

Jorge, dándose cuenta de esto, gira su flotador de perrito en dirección del slifer estrella, hablándole para sacarlo de sus pensamientos.

– Jaden, el agua está perfecta. – Observando que alrededor de Jaden comenzaban a salir burbujas, el chico suelta un bufido. – ¡Cerdo!

El grupo ríe ante la situación, Jaden siendo sacado de su trance pensativo mientras se rasca la parte de atrás de la cabeza y sonríe ampliamente avergonzado.

– ¡Por eso estoy de este lado! – Responde el joven de pelo Kuriboh.

Tras acabar su rutina de hienas, Syrus dispara una pregunta sin pensarla mucho. – ¿Ya olvidaste tu pesadilla, Jaden?

La sonrisa que traía el normalmente jovial usuario de héroes desaparece inmediatamente antes de que mire al suelo. Evidentemente, todavía estaba consternado por sus terrores nocturnos. Jorge pasa por algo similar, sólo que estando más pensativo que preocupado. Chumley mira al peliazul con cara de molestia. Syrus tarda un momento en darse cuenta de su cagada, manteniendo su sonrisa en un intento en vano de recuperar el ánimo del ambiente antes de finalmente disculparse, Jaden respondiendo con un "claro" a la vez que se hundía en el agua.

Syrus se distrae un momento, sintiéndose culpable por lo que acababa de pasar. Viendo la oportunidad perfecta, un depredador de toallas submarino se lanza sobre sus presas incautas, dejando al peliazul y al duelista con problemas de autoimagen expuestos sin sus toallas.

El duelista de máquinas es el primero en salir disparado en busca de recuperar su prenda capturada por Jaden, mientras que Jorge se queda paralizado por la vergüenza.

Eventualmente, un nuevo contrincante acuático aparece y ataca con un cubetazo de agua al de apellido Truesdale, revelando su voz como la perteneciente al Chazz. Sentado como sireno en una roca convenientemente cercana a ellos, el obelisco degradado le ofrece al peliazul calmarse.

– Vaya, esperaba que el "Chazzmático" apareciera en una tanga roja. – Le saluda su compañero de cuarto, causando una breve aparición de cierto espíritu de duelos amarillo riendo al oír el comentario.

Chazz se aguanta hablarle al aire antes de contestar. – Ok, admito que me gustó lo de "Chazzmático", pero la tanga la reservo para-

– ¿Entonces si tienes una tanga? – Pregunta Jaden, claramente bromeando para sacarle de sus cabales.

Chazz le mira molesto, pero antes de que pudiera responder con algún comentario inteligente, se ve asaltado por una ráfaga de agua termal enviada por Syrus. Este le saca la lengua en reto antes de hacer un pose ridícula, imitando la reacción de Chazz mientras dice en una mala imitación de su voz. – Ooooh, ¡Mírenme! ¡Soy Chazz con mi tanga!

Eso fue lo último que necesitaba hacer para mandar disparado a Chazz en búsqueda del peliazul, ambos batallando en el agua mientras los otros tres presentes les miraban entretenidos. Chumley eventualmente se anima y se une a la partida de chapoteos, dejando a los dos atormentados por sus sueños solos.

Jorge se queda pensando, aprovechando la distracción de los demás para contemplar sus siguientes movimientos. Después de ver un rato su reflejo en el agua, un objeto circular y amarillo le llama la atención al verlo en su visión periférica. Volteando a verlo, lo reconoce inmediatamente como Amante Feliz. El espíritu le mira brevemente antes de flotar detrás de una roca.

Sin pensarlo realmente, el chico decide seguirlo, acabando detrás de la roca, su flotador de perrito se atasca entre la pared y esta. Tras intentar liberarse, lo último que ve es una bola alada cayendo del cielo con un Martillo Mago del Tiempo en mano mientras escucha una voz suave gritar. – Vibe check!


Una sensación húmeda termina despertando al slifer. Abriendo lentamente los ojos, se da cuenta de que se encuentra en una especie de caverna de color celeste, pequeñas gotas de agua cayendo del techo. A su alrededor, solo podía observar túneles que iban más profundo en la cueva.

– De acuerdo, ¿Ahora en qué estómago de animal acabé?

Sus palabras terminan sonando en eco, alertando a los residentes del extraño lugar. Un ladrido le responde a lo lejos, acercándose cada vez más. El seseo de un perro rompe el estado de aleta de Jorge, revelando al Perro peluchanimal que estaba corriendo en dirección de su dueño. El lindo can se sienta frente al maravillado chico, moviendo su colita y alitas alegremente mientras es acariciado en su cabeza.

– ¡¿Quién es el perrito más lindo de esta cueva rara, tú lo eres!? – Le adora Jorge.

Distraído por el can, el slifer no se da cuenta de trío de seres que se acercaba a ellos.

– Oh, así que este es el duelista que conociste con Belowski.

La voz de una chica llama la atención del protagonista. Se trataba de una joven de pelo celeste largo, vestida con un suéter verde y chaleco marrón, en su mano, un báculo con un cristal azul. Venía acompañada del Amante Feliz y un lagarto verde antropomorfo musculoso.

Perplejo por la aparición de estas figuras disparejas, el chico parpadeó varias veces pensando que sus ojos estaban fallando. Tras darse cuenta de que los espíritus estaban esperando que rompiera el silencio, Jorge recuerda de quién se trataban.

– ¡Oh, perdón! Me presento. – Parándose rápidamente, el chico hace una reverencia. – Mi nombre es George Lionheart. Pero pueden decirme Jorge. – Acabando su presentación, ahora les mira con respeto. – Es bueno ver que acabaste libre, Eria. Y es un placer conocer finalmente al gran Gagagagagagagagagagaga… – El chico se ve atrapado por la onomatopeya, viéndose incapaz de acabar.

La encantadora del agua se tapa la boca intentado ocultar unas risitas mientras que el lagarto simplemente suspira. – Siempre pasa esto. – Explica el familiar de la maga. – ¡Gagagigo! – Dice firmemente, liberando de su prisión de muletillas al humano.

Jorge se ríe apenado antes de que la chica continúe. – Sí, te agradezco a tu amigo y a tí por combatir contra aquella sombra espeluznante. Verás, es una historia interesante. – Jorge se pone serio al ver que los presentes estaban de igual forma. – Supongo que ya sabes dónde te encuentras, así que me saltaré las formalidades. Hace un tiempo, estaba caminando casualmente por un parque con mi hermana Wynn cuando, repentinamente, ambas fuimos atrapadas por un ser que no identificamos. Poco después perdimos el conocimiento y, cuando me desperté, estaba atrapada en la baraja de esa cosa. – La chica se estremece al recordar el olor pútrido que cargaba la silueta malvada. – Pero, después de que fuera eliminado ese villano, me encontré en esta cueva curiosa, rodeada de otros espíritus perdidos. Pronto me encontré con el asombroso lagarto que ves a mi lado. – Gagagigo sonríe mientras se lame su hocico con su lengua larga y se cruza de brazos. – Igual me encontré con el familiar de mi hermana, la cual me contó mucho sobre tí.

El slifer estaba escuchando con atención a la historia. – Ok, interesante historia, ¿pero eso en qué afecta a Goku? – Pregunta Jorge.

– Es muy sencillo en realidad. Esta bola de pelos… – Eria entonces toma en sus brazos a la criatura voladora y la acaricia lentamente. – Me avisó sobre tu mok negativo. Así que, te hemos traído aquí para una pequeña lección de vida...– Explica la maga antes de revelar un disco de duelos hecho de madera en su muñeca, activandolo inmediatamente mientras sonríe. – Sobre el respeto a los espíritus.

La situación se estaba volviendo un poco tenebrosa para Jorge. – ¿Respeto? Bueno, no puedo negarme a un duelo contra una de mis cartas favoritas... – El chico activa su propio disco y toma una pose de batalla con una sonrisa confiada. – Sólo dime que no es un juego de las sombras.

– ¡Ja, Eria no necesita trucos ruines para hacerte humilde! – Amenaza el acompañante de sangre fría. – Ella es la más guapa y hábil de sus hermanas. – Tras esto, el lagartijo se sonroja, dándose cuenta muy tarde de lo que dijo.

La peliazul sonríe cálidamente ante el halago. – ¡Qué tierno! Pero deja los halagos para después. ¿Listo?

– ¡Duelo!

Jorge vs Eria, la Encantadora de Agua.

La embaucadora de monstruos tipo agua cierra los ojos, contenta con la gran mano inicial que robó.

– ¡Estás en problemas! Activo mi magia de campo Lemuria, La Ciudad Olvidada. – Dando un brinquito mientras revela la carta mágica, Eria coloca la carta en su disco. Tras un breve instante, agua aparece hasta las rodillas de los presentes, sin señal de ninguna ciudad apareciendo.

– Gracias a su efecto todos los monstruos AGUA ganan 200 puntos de ataque y defensa. – Gagagigo explica, flexionando un bicep con orgullo.

– Para terminar, colocaré un monstruo y una carta. ¡Buena suerte! – La chica coloca las cartas, guiñando a su oponente.

Jorge ve su mano, intentando no revelar sus múltiples jugadas posibles con una sonrisa.

– ¡Gracias por el boost! Activo Dai Inesperado, con su efecto invoco desde mi mazo a Megalosmasher X (2200/200), luego juego Olla de la Codicia. – El dinosaurio acuático resurge tras muchos duelos, mirando con resentimiento a su dueño brevemente. – Hey, no me culpes a mí, de seguro la Coronada no quería que aparecieras. – Se intenta excusar Jorge. – Ahora invoco a Perro Peluchanimal (1700/1000) y con su efecto agrego a Diablillo de las Tijeras a mi mano. – El perrito que estaba observando el combate a un lado camina felizmente hacia el campo, materializando las tijeras en su hocico para luego lanzarlas a su dueño, convirtiéndose en la carta correspondiente. – ¡Buen perrito! – Jorge se acerca a felicitar a su carta antes de continuar.

– Veo que si le tienes respeto a algunas cartas. ¿Qué tienen tus naipes amarillos que ellos no? – Cuestiona Eria.

– Hmm, ¿Efectos? – Ante esta respuesta, el lagarto le mira feo. – ¡Cómo sea! ¡Batalla! Perro Peluchanimal ataca a su monstruo boca abajo. – El can corre hacia la carta boca abajo, saltando sobre ella antes de caer con su panza abajo, aplastándola.

– El efecto de Madre Oso Pardo se activa, cuando es destruida puedo invocar un monstruo AGUA con 1500 puntos de ataque o menos desde mi mazo ¡Aparece! mi segunda Madre Oso Pardo (1600/1200). – La hechicera da una vueltita sobre ella misma antes de que surja la segunda osa de pelaje azul.

– ¡Un clásico! Megalosmasher X ataca, invita a su siguiente osa a salir, por favor. – El monstruo de agua salada se sumerge en el suelo como si de agua profunda se tratase, desapareciendo de la vista antes de emerger detrás del mamífero y tragarsela de un bocado.

Eria (4000 - 3400)

– ¡Ja, esta no te la esperabas! Con el efecto de Madre Oso Pardo invoco a la maravillosa, talentosa y mejor de sus hermanas, ¡Eria la Encantadora de Agua!(700/1700). – Con esto, el oponente de Jorge da dos pasos al frente a la vez que saluda como si hubiera una audiencia, "invocándose" a sí misma mientras su familiar le aplaude.

– Estabas esperando este momento, ¿No? – La chica simplemente asiente contenta ante el comentario del humano, aún con una sonrisa emocionada. – Va, te toca.

– Mi turno. Activo el efecto Lemuria, La Ciudad Olvidada puedo aumentar el nivel de los monstruos AGUA en mi campo por cada monstruo AGUA que controlo, así que Eria es ahora nivel 4. – El agua brilla alrededor del espíritu, dándole un aura blanco que giraba alrededor de la chica. – Luego invoco a mi última Madre Oso Pardo (1600/1200), ahora, me sobrepongo a mi misma y a mi osa para invocar al rango 4; Número 37: Tejedor de la Esperanza Dragón Araña Tiburón (2800/2300).

Jorge se queda atónito al oír esa jugada. – ¡¿Pero qué? ¿Una invocación XYZ de un monstruo número en esta época?!

Gagagigo se encoge de brazos mientras le mira sin una expresión reconocible. – ¿Qué tiene de extraño? ¿Los humanos no tienen acceso a estos espíritus?

Antes de que pudiera explicarse, Eria continúa con su invocación. – ¡Arco de luz que une las galaxias y mareas del mar cósmico, acude a mi llamado! – Tras acabar el cántico, la osa se convierte en una esfera de luz que flota a unos metros arriba de los presentes. El aura brillante de la chica se dispersa para formar otra esfera, uniéndose en un bailes con la otra. Tras una breve rutina de giros, entre las dos esferas surge una quimera fantástica, la fusión entre tres criaturas que parecían no tener relación.

– Bueno, esa no me la esperaba. – Dice Jorge sin saber qué más responder ante esta jugada.

– Uso a Número 37 para atacar a Megalosmasher X y activo su efecto, desacoplo una unidad XYZ para hacer que todos tus monstruos pierdan 1000 puntos de ataque por este turno. – Una de las esferas que rodeaba al ser de tres genes se separa de este, colocándose entre los dos monstruos del duelista y explotando en una luz cegadora, desorientando a las cartas; Megalosmasher X (1200/200), Perro Peluchanimal (700/1000). El dragón se abalanza sobre el dinosaurio, tomándolo entre sus múltiples patas y levantándolo en el aire antes de arrancarle la cabeza.

Jorge (4000 - 2400)

– Y con eso termino mi turno. – Eria acaba mientras hace reverencias a su público ficticio, recibiendo aplausos solo del lagarto.

Jorge se toma un momento antes de seguir con una jugada imprudente. Ahora tenía que esperar un turno antes de contraatacar. – Me toca. Cambio a Perro Peluchanimal a defensa y coloco un monstruo, eso será todo.

– Pensaba que eras mejor que eso. Oh, bueno. Pues ahora voy yo. – La chica mira brevemente a su compañero antes de asentirle y activar una carta. – Invoco al bien visto, ¡Gagagagagagagagaga...!(2050/1200). – El reptil rueda sus ojos antes de caminar hacia el campo y tomar una pose de batalla y repetir su nombre para destrabar a la chica. – Y lo usaré para atacar al Perro Peluchanimal. – Al oír esto, el peluche simplemente huye del campo, dejando a Gagagigo parado mientras se encoge de brazos.

– Ahora Número 37 ataca a tu monstruo boca abajo. – El dragón escupe una bola de agua, hundiendo la carta colocada – Con eso, vas tú.

El slifer se mentaliza para ejecutar un robo del destino. Suspira profundamente y… – ¡Doro! – Jorge sonríe al ver la carta que robó. – Invoco a Búho Peluchanimal (1000/1000) y gracias a su efecto traigo una Polimerización a mi mano. Ahora activo Polimerización para-

– ¡Valiste! Activo mi trampa continua Área de No-Fusión, no creo que necesites que te explique esta ¿Cierto? – La chica termina mientras cierra los ojos y sonríe presumida a la vez que asiente repetidas veces.

Jorge coloca sus manos en su frente, totalmente atónito y aturdido ante la repentina revelación de no poder hacer nada sin sus cartas de fusión. Nada. Sí, nada. Nada de nada. – Fuck. Me. – Debía haber algo que pudiera hacer. Tras ver que su carta mágica desaparezca, algo se le viene a la mente. – Por favor, Coronada…¿por fis? – Piensa apenado antes de aclarar su garganta y comenzar firme con su jugada desesperada.

– Activo el efecto de Diablillo de las Tijeras en mi cementerio, mandó una carta de mi mano a lo alto de mi mazo, y puedo invocarlo en modo de defensa. – Diablillo de las Tijeras (1200/800). – Las navajas surgen recostadas mientras miran con temor al monstruo de borde negro.

– Ahora...Es la hora. ¡Aparece, circuito que enlaza al futuro! – Al declarar ese cántico, un cuadrado con apariencia cibernética y flechas aparece en el techo de la caverna, el búho y diablillo siendo absorbidos hacia las flechas de izquierda y derecha, coloreandolas de rojo en señal de confirmación. – ¡Fechas confirmadas! ¡Las condiciones son dos monstruos de distintos tipos y atributos el uno del otro! Por favor... ¡aparece, Ib la Sacerdotisa del Cáliz Mundial (2000/LINK-2)! – Los presentes observan asombrados como de la puerta de datos aparece la coronada, con una apariencia magistral y un báculo lleno de poder.

La sacerdotisa voltea a ver inmediatamente al slifer, mirándole con ojos entrecerrados. – No pudiste vivir con tus errores. Y, mira a donde te llevaron: de vuelta a mí.

Tras la emoción de haber hecho su primer cántico y el pavor que le estaba infundiendo la chica a la cual le faltó el respeto anteriormente, Jorge suelta una risita nerviosa. – Bueno, puedes demostrarme tu valor ahora mismo…¿por fa?

Ib asiente sin cambiar su expresión facial, quedando frente a frente con el monstruo XYZ. Rápidamente pierde su bravado de ser invocada al darse cuenta de que no puede saltarse tal barda. – Hmm, tal vez todavía no… – Dice apenada y riendo nerviosamente.

– ¡Vaya, pero que cambio de actitud! Aunque, es demasiado tarde para remontar. – Viendo su siguiente carta, la Encantadora la abraza gentilmente antes de continuar su turno. – Invoco a mi segundo Gagagigo. – Tras aparecer el segundo lagarto, el espíritu duelista para sumirse en un delirio mientras se sonroja. – ¡AAAAA, ahora hay dos! ¡Esto es un sueño! – Los presentes sueltan una gota de sudor tras sus cabezas, viendo entretenidos a Eria – Ahora sobrepongo a mis dos Gagagigos para invocar al rango 4; Número 101: Honor Silencioso ARCA (2300/1200) y usaré su efecto, desacoplo dos unidades XYZ para seleccionar un monstruo en tu campo. Ese monstruo se vuelve una nueva unidad XYZ para Número 101. – Con esto, la nave espacial dispara un rayo verde contra la sacerdotisa, arrastrándola lentamente hacia su perdición. – Espero que esto sirva de lección sobre el respeto hacia tus acompañantes.

Jorge entonces frunce el ceño mientras se defiende verbalmente. – ¡No hay nadie que respete más a sus monstruos que yo, Eria! Así que prepárate para...espera. – El chico mira a Ib antes de seguir. – Ib, ¿Por qué no puedes salvarte? Pensaba que siendo un monstruo LINK aunque sea podrías salvarte a tí misma. ¡Incluso eras mejor en posición de defensa sin los puntos de ATK! ¡Eres inútil para mí, Ib la Sacerdotisa del Cáliz Mundial!

Tras las palabras "amables" del duelista, la chica se rinde y es convertida en un material para el monstruo galáctico.

– Usted no aprende, ¿Verdad? ¡Batalla! Número 101: Honor Silencioso ARCA, ataque directo. – La nave vuela en dirección del chico, chocando contra él y dejándolo en el suelo.

Jorge (2400 - 100)

– ¡Tal vez a golpes entre a tu cabeza esta lección de vida! Número 37: Tejedor de la Esperanza Dragón Araña Tiburón, ataque directo. – El tiburón se acerca lentamente al chico antes de dejarse caer sobre él, aplastándolo como un insecto.

Jorge (100 - 0)

Ganador: Eria la Encantadora de Agua

Jorge se encontraba tirado en el suelo boca arriba, mirando el techo con un rostro que solo se podía describir como derrotado. Lo habían destrozado por un mazo de agua genérico y a parte le dieron una lección de vida. Levantándose tras la derrota, observa como Eria se le acerca y suelta una risita.

– ¡Eres terco! Te pareces a Hiita. – Dicho esto, le ofrece una mano para ayudarle a levantarse.

El chico intenta tomarla, solo para que el espíritu se la aleje apenas acerca la suya y se peine su largo cabello con ella. – Get na naed! – Se burla la chica mientras que el lagartijo se ríe junto a ella.

– Ok, ok. Ya entendí. El respeto al derecho ajeno es la paz o algo así. – Dice Jorge mientras se levanta él solo.

La chica asiente antes de apuntar al techo de la caverna. – Muy bien, es hora de que te largues de nuestro hogar. ¡Gracias de nuevo por salvarme! ¡Espero que arregles tus asuntos personales con tu compañera!

– Lo dudo mucho. – Piensa Jorge antes de cerrar los ojos y comenzar a desear salir del mundo de los espíritus, eventualmente siendo eyectado violentamente por el hueco que estaba sobre él.


– No digo que esté mal que estés molesta por lo de tu raza. Solo digo que no puedes involucrar a inocentes en el fuego cruzado.

– ¡¿Inocentes?! ¡Toda tu raza es culpable!

La escena en la enfermería era extraña, Aarón estaba discutiendo con la muñeca Cámula, mientras Alexis los veía desde su posición junto a su hermano, ella inteligentemente decidió no interactuar con la vampiro de cientos de años.

– Oye tranquila, viejo. Si nos ponemos cínicos, deberías vengarte únicamente de los que cazaron a tu raza y pues me imagino ya estiraron la pata. – Debate el obelisco.

– Tu no entiendes lo que sufri.

– ¡Oh! Ya entiendo todo tu personaje se basa en tu inhabilidad para aceptar que tu familia esta muerta.

– ¡¿Qué?!

– Piensas que aferrarte al recuerdo de lo que una vez fue te hace más fuerte, cuando en realidad te niegas la habilidad de sentirte triste y avanzar.

– ¡¿Eres idiota?!

– No, sé exactamente de lo que hablo. Aceptar la mortalidad de la gente a tu alrededor te ayuda a ser una mejor y más completa persona.

– ¡Eramos vampiros inmortales y fuimos cazados por ustedes los humanos!

– Si eran inmortales ¿Cómo es que murieron? – Entonces, una música de cierto juego del sistema jurídico de Japón comienza a sonar en la mente del chico.

– ¡AAAAAA!

Alexis solo se jura a sí misma olvidar todo lo que había escuchado. Ixchel reía histéricamente ante el grito exagerado de la vampiro.

– A todo esto Aarón ¿Por qué tienes eso? – Pregunta Alexis mientras apunta a la muñeca con alma sobre la mesa de la camilla de Aarón.

Cámula al parecer había decidido ignorar a los dos estudiantes después de su conversación con el chico hace rato.

– Pues verás, ella dijo en su duelo contra Chi que un muñeco con alma no se puede destruir, asi que me sentiría mal solo dejándola tirada por ahi. – Explica el obelisco mientras ve como Ixchel flota lentamente hacia la muñeca para hacer quien sabe que.

– Espera ¿Lionheart derrotó a la vampiro? – Pregunta sorprendida la reina del obelisco azul, recordando el extraño apodo que su amigo usa para Lionheart.

– Si ¿Qué tiene de raro? – Después de pensarlo unos segundo el chico parece tener una idea. – ¡Ah! es porque es slifer, Alexis, Chi es bueno no dejes que el color te engañe.

– Lionheart puede ser un jinete de las sombras que sólo derrotó a Cámula para cuidar apariencias, necesitamos estar alerta. – Responde la chica rubia con preocupación por el probable enemigo entre ellos.

– Tranquila Alexis, si Chi fuera un jinete de las sombras, seguramente ya me hubiera retado por mi alma. – Asegura Aarón con una risita.

– ¿Le ganarías? – Pregunta repentinamente Alexis con una mirada seria.

– Ni idea. – Responde sinceramente el obelisco, sin darse cuenta que su respuesta no era lo que la chica estaba esperando.