Disclaimer: Los personajes que reconozcáis y el universo le pertenecen a JK Rowling. La historia es mía. No obtengo beneficios económicos al escribirla.
Aviso: Este fic participa en el tópico "Duelos entre Potterhead" del foro "Hogwarts a través de los años".
Escogí un desafío de MissDBlack22.
Escribir algo sobre los gemelos Prewett.
Preparativos para una boda.
Fabian apresuró a su hermano. Tenía mucha prisa. Su boda estaba a nueve meses de distancia y necesitaba hacer todos los preparativos.
-Vamos, hay mucho que ver. -Gruñó.
-¿No puede hacerlo Molly?
-Es mi boda, Gideon. Nadie más va a hacer los preparativos.
No le importó cuando Barty le dijo que era cosa de mujeres ni cuando le preguntó a Regulus, su prometido, si es que Fabian haría el papel de la esposa.
Bueno, eso sí que le molestó. Pero no tuvo que hacer nada porque Regulus le maldijo dolorosamente.
-No me hagas retorcerte los huevos, Fabian. He aprendido una maldición que hace eso y he visto lo dolorosa que es.
-Es que odio ver flores. Es aburrido. ¿Y qué importa si es blanco nieve o blanco huevo? ¿Y por qué las servilletas tienen que estar dobladas en forma de tiara o cisne? ¡Son servilletas, por amor a Merlín!
-Si no me acompañas a esto, no pienso llevarte a la cata de tartas. -Avisó.
Gideon protestó mucho pero accedió a ir, como Fabian supo que haría.
Regulus escogería las túnicas. Tenía mucha clase y Fabian mentiría si dijera que no le gustaba lo elegante que iba su prometido siempre.
Gideon miró el techo, mortalmente aburrido. Sienna Shafiq estaba mostrándole a Fabian cientos de flores para los centros de mesa, para los arcos, para decoración... ¿Cómo podía su hermano soportar todo eso? Él ya tenía claro que no pensaba ocuparse de nada de eso si es que llegaba a casarse. Solo haría lo de la comida y la tarta. Lo demás podría hacerlo su prometida o prometido. Aún estaba soltero así que eso de casarse no era una preocupación.
Cuando Shafiq le preguntó si tenía alguna opinión, Gideon la miró durante mucho rato.
-No. -Respondió casi un minuto después.
-Déjalo, es un caso perdido. -Fabian suspiró. -Además, tiene muy mal gusto.
Si Gideon tenía que ver más formas de doblar servilletas, iba a hechizarlas para que se convirtieran en pájaros caóticos. ¿Cómo es que una boda tenía tantos matices y él no lo sabía? No creyó que todo tuviera que ser mirado y remirado. Había que planear todo hasta el milímetro y cada segundo era horrible.
-¿Qué color te parece mejor? Azul cielo o azul eléctrico? ¿Quizá turquesa?
-Todo es azul. Es igual para mí, Fabian.
-Eres un padrino horrible. ¿Por qué te elegí?
-Porque soy tu hermano y porque Molly se habría hecho cargo de todo en tu boda, obviamente.
Al fin llegó la cata de tartas. Regulus y Barty se reunirían con ellos en el local para que pudieran elegirla juntos.
En esta parte, Gideon sí tendría mucho que decir. La comida era lo suyo.
