6 - Fresa Alada
Prompt: Encaja
De nada hubiera servido que Madeline se memorizara su camino previo al espejo. Igual no lo hizo en un principio. Cuando salió corriendo para perseguir a su reflejo se encontró con que las habitaciones habían cambiado a otras distintas.
A diferencia de los cuartos en los que Madeline caminó previamente, encontró bloques negros flotando en el aire. Parecían estar hechos de gelatina. Pudo notar que la superficie y los bordes de estos bloques se movían como olas de mar. En su interior podía ver incontables galaxias y firmamentos. Como el cielo estrellado, pero mejor.
Descubrió que podía volar a través de ellos si los atravesaba usando su dash. Esto le permitió escalar el pozo en el que resultaba que ahora se encontraba. Era difícil ver afuera de los bloques una vez que se metía. El mundo se movía mientras ella permanecía en estasis y flotaba entre esos cuerpos celestes con una paz y tranquilidad que pocas veces veía en días recientes. Como si tuviera su lugar en el universo. La idea de quedarse allí frotando por supuesto cruzó su mente como ella cruzaba a través de esos bloques de ensueño. Hasta que era disparada afuera como una bola de cañón.
Podría ser fatigoso cuanto menos el tener que encontrar de nuevo su camino, pero la novedad y la sensación que los bloques le daban hacía mucho más ameno esta nueva exploración. Además, no podía estar perdida si no sabía a dónde iba ¿Verdad?
Como si las ruinas no fueran ya de por si extrañas, su exploración le llevó a una habitación con vista al cielo nocturno. Al entrar, su cuerpo sintió un vacío en su pecho, como si algo dentro de ella hubiera desaparecido. Madeline no pensó mucho de ello. Este lugar era tan extraño de por sí que ya no sabía que pensar de todo.
Al explorar con la mirada encontró que había una fresa como las que cargaba en su espalda mochila. Con la diferencia que esta fresa tenía pequeñas alas blancas elevándola en el aire varios metros por encima de ella. Madeline quería creer que estaba viendo bien. Su visión ya no era atormentada por esa visión doble que la acompañaba desde que despertó.
Pensó que llegar a esa fresa sería fácil usando su dash con suficiente precisión, pero más pronto que tarde descubrió que no podía usarlo. La única manera para avanzar que tenía era usar unos resortes que encontró esparcidos por la habitación.
Madeline tuvo que adaptarse y encajar en lo que esta fresa quería si ella quería llevársela consigo.
Rebotó por toda la habitación de resorte a resorte empezando por uno que estaba en el propio piso, elevándose un par de metros del suelo a una pared de la cual saltó a un escombro de piedra flotante. Algunos de esos escombros apenas eran tan grandes como una losa. Madeline se sujetaba por atrás de ellas y saltó por encima para llegar a un resorte encima del bloque. Llegó llegar hasta unas baldosas que igual flotaban en el aire. Tan pronto como las piso, estas empezaron a temblar y se cayeron una por una. Madeline no tardó en reaccionar y saltó de vuelta a una cuestionable seguridad colgada de un escombro. No tenía mucho tiempo para dudar antes de que sus brazos se cansaran.
A partir de allí Madeline se aferró a esas losas como si su vida dependiera de ello, y en cierto sentido lo hacía. Madeline no se había dado cuenta de lo vulnerable y expuesta estaba sin su dash hasta ese momento.
Así siguió de escombro a escombro hasta que estaba frente a frente de la fresa aleada, pero no al alcance de su mano. Tampoco tenía mucho espacio para el error cuando su agarre dependía de solo un brazo que ya podía sentir entumiéndose del esfuerzo.
Por un momento Madeline vio abajo. Un fallo por clavarse en su vértigo más de lo que debía al casi resbalarse. Madeline estaba suspendida a diez metros del suelo, para ella eran cincuenta.
Pero mirar abajo también fue un acierto al ver que podría amortiguar su caída si caía justo encima en el primer resorte que estaba en el piso.
Uno de los ladrillos de la losa en los que tenía apoyado su pie se desprendió de la losa y cayó a gran velocidad, rompiéndose en varios pedazos al impactar contra el suelo.
No lo pensó tres veces, Madeline saltó de la última losa hacia la fresa alada como un pájaro cazando su comida. Logró agarrar la fresa con ambas manos e inmediatamente después puso su cuerpo en posición fetal mientras caía y cerró los ojos fuertemente esperando por lo peor.
Pudo sentir como su cabello revoloteaba sin control y el aire llenaba sus oídos. su cuerpo chocó contra el resorte, amortiguando la mayor parte de la caída. Pero Madeline terminó recibiendo un rígido impacto contra el piso y rodando un poco. Su costado izquierdo recibió la peor parte pero nada que no pudiera soportar.
Fue sorprendentemente entretenido escribir niveles de plataformeo. Si tuviera más espacio para escribir definitivamente lo haría. Tal vez lo haga si escribo algo más después de que termine con esta serie.
Cualquier comentario es apreciado, incluso un simple "¡Me encanto!"
Nos vemos.
