Capítulo 13: Draco solo quiere gritar, porque no está ocultando nada… bueno nada de lo que piensan.

Draco se sorprende del movimiento bajo él que indica un nuevo día, primeramente, porque está durmiendo sobre una persona, la segunda porque recuerda tarde que es un hurón y cae de bruces al lado del humano cuando intenta ponerse sobre sus pies y dar un paso. La risa de Potter es lo primero que recibe y Draco se siente de mal humor en la mañana al recordar que está atrapado en este lugar de la muerte. Se estira un poco en su lugar, viendo al resto de Gryffindor comenzar el día de forma desordenada y bastante indigna que los Slytherin no harían en su vida.

Pero que sabe que la cabaña de Hermes o en dado caso, Percy Jackson solían hacer.

—Espérame aquí, iremos a comer algo y con suerte encontraremos a tu dueño —habla Potter como si lo entendiera.

Bueno.

Lo entiende.

Pero un hurón normal no lo haría.

Draco resopla antes de asomarse por el lugar, nadie parece listo para irse y eso provoca que su huida o plan de escape no funcione. De hecho, Potter es quien llega primero para sujetarlo contra su pecho, antes de esperar a Weasley para bajar las escaleras.

La sala común está llena de Gryffindor.

Draco puede vomitar, en su lugar busca desesperadamente a Lavender y con horror no la nota en ningún lado, está tentado a saltar de los brazos de Potter y correr; aunque un colegio de día lleno de estudiantes no sería muy seguro.

Solo ocupa llegar a una esquina solitaria y convertirse en humano de nuevo, va a ser raro que ande con ropa muggle, pero ese podría ser el menor de sus males.

—Harry, ¿qué es eso? —gruñe Granger caminando hacia ellos apurada, con un enorme gato gordo detrás de ella que parece verlo con curiosidad.

Potter lo sujeta con cuidado contra su pecho, mientras inesperadamente Weasley salta frente a él para protegerlo. Casi siente asco de ser protegido por Weasley y sabe que, si habla en voz alta al respecto, este probablemente sentiría un asco peor por sus acciones.

—Cuidado Hermione, ese gato siempre está detrás de la pobre Scabbers, que no se acerque —señala el chico Weasley sin ningún tacto, puede ver el rostro ofendido de Granger y Draco solamente los ignora para ver al gato que solamente lo ve con ojos fijos y brillantes.

Bueno.

Entiende un poco a la rata, se ve peligroso si toma en cuenta su tamaño actual.

—Oye, no me mires así, no quiero estar aquí, me trajeron en contra de mi voluntad y quiero volver a mi propia casa —farfulla Draco con duda.

Había podido hablar con Percy cuando era un conejillo de indias, pero ambos estaban relacionados de alguna forma como animales, o eso cree, más cerca que con el gato y dudaba que pudiera hablar con algo que no fuera un humano transformado.

Lo cual no parece ser el gato.

Para su sorpresa, el gato habla.

—Estoy un poco cansado de humanos disfrazados cerca de mi humana. —Las palabras confunden un poco a Draco, pero niega con la cabeza saliendo de su sorpresa.

—¿Me entiendes? —Ladea la cabeza sorprendido.

El gato parece casi ofendido.

—Soy mitad Kneazle, pero cualquier gato es suficientemente inteligente para entender a los estúpidos humanos que se convierten en animales —sisea provocando que Weasley lo señale y se queje más con Granger, que parece apenada mientras sujeta al enorme gato.

¿Crookshanks?

¿Qué jodido nombre es Crookshanks?

Draco simplemente mira como Potter lo protege más contra sus brazos y bufa molesto, se escurre de sus brazos fácilmente y correr por su cuerpo fácilmente; no quiere pensar que de alguna forma lo ha tocado, no quiere pensar en eso. Cuando cae al suelo ágilmente a una distancia segura, salta un poco hasta estar frente al enorme gato que es sujetado por Granger.

No le hace daño.

Solamente le bufa, pero no parece una amenaza, aun cuando claramente podría ser una.

—Lo que sea, solo quiero salir de aquí, pero me tienen cautivo contra mi voluntad —chilla lo que podría sonar como un cacareo para los humanos.

El gato o el mitad Kneazle.

¿Importa?

Bueno, este solamente mueve su cola antes de suspirar, no parece querer ayudarle, solamente se sienta sobre sus patas traseras al verlo.

—Los humanos siempre buscan ayuda, agotador.

—Prometo recompensarte, alguna vez en el futuro lejano, si vienes a buscarme, no vendré aquí por mi voluntad nunca más.

—¿Cuál es tu nombre humano?

—Draco Malfoy.

El gato parece agrandar ligeramente sus ojos, Draco no quiere saber qué clase de cosas han dicho los Gryffindor sobre él, pero por ahora busca un aliado y este gato parece ser el único que los entiende.

De reojo nota al estúpido trío verlos sorprendidos, Weasley parece señalar, otra vez sin tacto, la sorpresa que Crookshanks no lo esté asesinando. Potter revolotea cerca de él, como si quisiera protegerlo, pero dudoso y Granger parece un poco fanfarrona.

Los ignora.

—Deja que los humanos te saquen de aquí, es la forma más fácil, si vuelves te ayudaré a escabullirte.

—Eso no me ayuda de ninguna forma.

—Te estoy ayudando al no comerte.

Draco gruñe molesto, pero el gato usa una pata suavemente para empujarlo, antes de dar media vuelta e irse. Algo de su actitud malhumorada le recuerda un poco a Annabeth, pero no quiere señalarlo en voz alta, temeroso un poco de qué pasaría si la hija de Atenea lo descubre.

—Oh jodida cabaña de Ares. —La voz hace que Draco levante la mirada emocionado, justo cuando Potter lo levanta entre sus brazos.

—¿Lavender? —habla Weasley confundido cuando la niña rápidamente termina de bajar las escaleras prácticamente saltando junto a ellos, viéndolo horrorizada.

—Soy yo Lavender, soy Draco —chilla, aunque duda que le entienda, aunque Circe le hizo esto, tal vez pueda entenderlo de alguna forma con magia del Olimpo.

Duda que pase.

La chica solamente abre la boca incrédula, no debe entenderlo, pero está segura que lo reconoce y Draco podría simplemente amarla por eso.

Si fuera heterosexual, claro.

Todo es simplemente platónico.

—Me encontré este hurón anoche. —No rebela como, Potter tal vez no es tan tonto—. Estaba a punto de pedirle ayuda a Hermione para buscar a su dueño —añade un poco confundido de la reacción de Lavender.

La niña de rizos solamente levanta la vista, la baja para verlo preocupada, antes de tragar saliva.

—Él es… es… la mascota de Draco —dice casi sin voz al verlo. Draco se retuerce entre el agarre de Potter, que solamente aumenta un poco contra él cuando escucha su nombre; su rostro se oscurece y sabe que Lavender se ha equivocado.

—Oh. —Sí, no puede ser bueno nada que sale de la voz de Potter así.

Draco y Lavender comparten una mirada que significa lo mismo.

"Mierda".

—¿Malfoy tiene un hurón como mascota? —cuestiona Granger con duda, al tiempo que Weasley se ríe ligeramente, como si fuera mejor que él, a pesar de que tiene una rata como mascota.

—Sí, es su hurón mascota, se llama Per… —Draco le da la peor mirada como hurón que puede, porque si ella se atreve a llamarlo "Percy" jura que la asesinará apenas pueda, algo que ella puede ver—. Sparky, se llama Sparky. —Casi solloza atemorizada.

Hay un silencio.

Uno largo e incómodo.

Weasley se ríe descaradamente, Draco se queda viendo a Lavender con enojo, esta solamente se sonroja abochornada, Potter mira confundido a Granger.

—Hay una historia famosa entre niños magos, se llama "Sparky el dragón", lo escuché de algunas niñas en primer año —explica la niña amablemente, pero Draco solo le da una mala mirada a Lavender que parece nerviosa.

—Joder, Malfoy es patético, me burlaré de eso apenas pueda. —Se ríe Weasley al tiempo que Lavender le da una mala mirada, pero no dice nada más.

Granger suelta un suspiro.

—Ron ya hablamos de eso, ahora que Malfoy nos ignora es mejor alejarse de él y no buscar peleas innecesarias.

Eso le parece curioso.

Han hablado de él.

Ve de reojo a Lavender, pero esta parece decirle que hablarán luego con la mirada.

—Probablemente trama algo, Harry siempre lo dice, es imposible que cambie de la noche a la mañana.

—Ron, estuvo un año fuera de Hogwarts, muchas cosas pueden cambiar en un año.

—Él no Hermione, aunque incluso Lavender hable con él. —Le da una leve mirada de disculpa a la niña, que simplemente lo ve estoica—. Todos sabemos que es cuestión de tiempo antes de que vuelva a ser el mocoso mimado por su padre como conocemos.

—Salvó a Neville.

—Lo que sea, eso no prueba nada.

Bien, se cansó de humillaciones de esos dos, incluso aunque Granger parecía ligeramente de su lado, tampoco iba a defenderlo, el silencio de Potter fue molesto porque eso significaba que apoyaba la idea de Weasley, sobre que tramaba algo.

Salta de los brazos de Potter, quien intenta sujetarlo, pero corre hacía Lavender que lo sujeta protectoramente entre su pecho, dándole una mala mirada a Potter cuando este se acerca; parece que este quiere tenerlo de regreso y lo ve, pero Draco se ha cansado de esto y se acurruca más contra Lavender.

Se siente cálido.

En los brazos de alguien que definitivamente no lo odia y piensa que es un idiota, sabe que lo fue en su primer año, pero no ha hecho nada que merezca tal desprecio este año.

Los ha dejado tranquilos como señaló Granger y cualquier cosa que esté tramando, no tiene nada que ver con ellos.

Incluso ayudó a salvar a Longbottom, de forma poco planeada, pero eso debería contar con que ya no es malo, o al menos un matón. Piensa en su venganza contra aquellos que hacen sentir alejada a Lavender y sin duda no dudará en cobrarla, si van a hablar mal de él bueno, que sea por algo que hizo al menos.

—No confió en Malfoy, si le pertenece, ¿por qué lo dejó vagar por la noche en Hogwarts? Podría haber salido herido. —Es extraño que Potter defienda a Draco-hurón del Draco-humano.

Lavender solamente lo ve fijamente, antes de verlo de reojo preocupada, pero Draco los ignora, sintiéndose seguro ahora.

No importa lo que digan de él.

Ya lo desprecian.

Siempre lo han hecho.

Potter había rechazado su amistad en primer año y sabe que eso no cambiará ahora, solo porque Potter fuera amable con él ahora que era un animal, no significa que sienta alguna especie de aprecio por su persona; toda amabilidad de la noche anterior y esta mañana no era dirigida a él.

Bueno.

De una forma retorcida sí, pero no importa.

—Es el hurón de Draco, yo lo regresaré —habla Lavender de forma regia, Draco levantaría los puños para apoyarla si pudiera.

Potter es terco, por otro lado.

—Tal vez debería hacerlo yo para hablar con él y decirle lo que pienso de él.

Lavender no se deja amedrentar.

—No, Draco es mi amigo y ha dejado muy claro que no los molestará este año, los ignora y simplemente deberían dejarlo de lado; si no les agrada, al menos deberían mantenerse alejados y llevar todo esto en paz. Si fueran al menos un poco maduros, verían la bandera de paz que ha levantado. —Bueno técnicamente no levantó ninguna bandera, pero técnicamente podría verse así.

Weasley bufa por bajo.

—No sabes ni la mitad de cosas que hizo en primer año.

Draco masculla por bajo, porque en realidad sí hizo algunas cosas bastante dudosas buscando la atención de Potter, en su defensa, era un niño idiota.

Se sorprendió de lo leal y protectora de su amiga, casi como una leona que protege a sus cachorros.

—No, pero ustedes no saben ni la mitad de cosas que ha hecho desde este verano, ha cambiado, es mi amigo y es la persona más valiente que conozco —gruñe Lavender con molestia, hay algunas miradas molestas de los Gryffindors a su dirección.

Draco se asegura de memorizarlas.

Por cierto, no es la persona más valiente que conoce, sin duda ese sería Percy (con una gran cantidad de estupidez) o Annabeth (con inteligencia y lógica), pero supone que Lavender de alguna forma ha logrado empatizar más con él.

Bueno.

No se molestará en corregirla, ya era hora que alguien lo admirara por todo lo que ha sufrido.

—Probablemente se esté burlando de ti a tus espaldas, eso hacen los Slytherin. —Se ríe alguien a su espalda, pero Lavender se mantiene con el mentón en alto.

No duda.

Confía en él.

Oh no.

Draco lo siente, como un fuego que recorre sus venas, una ira que no es suya y emociones de feroz protección que tampoco le pertenecen; no sabe si sentirse aliviado o preocupado cuando Lavender sale del lugar sin ver a nadie más.

Un vínculo.

Un vínculo con Lavender Brown se ha formado.

Sí.

Percy no estará feliz con eso.

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—Podrías dejar de formar vínculos con alguien, por tan solo cinco minutos —se queja Percy totalmente lleno de celos infantiles cuando puede hablar con él.

Tomó su forma humana en el pasillo y pasó gran parte de la mañana agradeciéndole a Lavender por salvarlo, además de esquivar a los Slytherin que habían notado su falta de presencia durante la noche. La niña no parecía afectada por las palabras de otros, lo que le hizo entender que esto probablemente pasaba de forma mucho más constante de la que le gustaría admitir.

No lo hizo feliz.

Por otro lado, al igual que Annabeth, las emociones de Lavender eran mucho más difíciles de captar que las de Percy; incluso a la distancia podía sentir retazos de molestia o felicidad en días random del día.

—No se lo he dicho todavía, pero se dará cuenta pronto —comenta Draco sabiendo que tiene que hablar con Quirón sobre el tema.

Al centauro le gusta estar enterado de cualquier cosa nueva del vínculo, aunque aún no le ha dicho sobre las extrañas visiones de Percy en los reflejos.

—¿Tenía que ser Lavender?

—La veo todos los días.

—Lo cual es jodidamente injusto, soy tu mejor amigo, ya sabes, mejores amigos por siempre.

—No eres un mago.

Percy se hace para atrás de forma dramática sujetando su pecho, hablando sobre discriminación, lo cual hace reír a Draco, lo cual hace que Percy sonría de forma brillante.

Sí.

Su sonrisa es diferente a la de Potter.

Cuando piensa en la sonrisa de Potter, siente amargura.

—¿Draco? —pregunta Percy preocupado, claramente ha sentido algo por el vínculo, pero Draco lo bloquea fácilmente.

—Recordé algo desagradable, por cierto, tengo una nueva idea para un movimiento con mi lanza, pero me cuesta un poco la idea de implementarlo sin un buen adversario. —Percy rápidamente toma el cambio de tema con la facilidad que Draco esperaba.

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Draco.

Se que te dije que podrías contar con mi ayuda y no pienso retirar ese ofrecimiento, pero tengo que admitir que el hecho de que solicitaras un hurón albino lo más rápido posible, es algo que es un poco… inesperado de muchas maneras.

Igualmente, te lo he enviado, la jaula viene con magia para que no pasara frío durante el viaje de entrega, también se adjunta un libro que se entregó en la tienda de mascotas con sus instrucciones para su cuidado. El vendedor (criatura bastante desagradable de baja clase) indicó que era el mejor dentro de su camada y mantiene buenos cuidados, también que está entrenado y por lo tanto no debería causar problemas.

Tu querida madre advierte sobre qué pasará si al regresar a casa lo traes contigo, en tu próximo verano deberás llevarlo contigo.

Lucius Malfoy.

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Querido Padre.

Eres el mejor padre del mundo.

Att: Draco.

P.D: claramente quedé como buscador de Slytherin, puedes venir sin miedo al primer partido, prometo capturar la Snitch por ti.

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Draco y Lavender miran intensamente al hurón dentro de la jaula en medio de su habitación en Slytherin, claramente sus compañeros de casa vieron horrorizados cuando un león entró en la guarida de las serpientes; un Slytherin de quinto año intentó decir algo, Draco solamente lo barrió con una facilidad alarmante con sus pies y manos al suelo. Puede que no tenga tanto respeto como tuvo en primer año, pero a diferencia de entonces, cuanto utilizaba su apellido, ahora usaba su propia fuerza para intimidar a otros. Los magos tenían un arsenal mucho mayor que los mestizos del campamento, pero en términos de velocidad y fuerza física, Draco simplemente lograba superarlos fácilmente; si pudiera usar su lanza está seguro que ya habría dominado su casa a pura fuerza física.

—Su nombre va a ser Sparky, porque alguien no pensó algo mejor —gruñe viendo a Lavender, que tiene el placer de sonrojarse.

—Es mejor que mi primera idea.

—Lo cual sigue siendo una estupidez, llamarlo Percy sería mi muerte.

—No lo sería, todos en el campamento sabemos sobre tu crush por él.

Draco va a empujarla fuera de su cama, donde su hurón está tranquilamente acostado frente a ellos viéndolos con la cabeza ladeada. En ese momento claro que Theo Nott aparece, no parece sorprendido por a Lavender, pero sí se fija en el hurón frente a ellos y tiene un momento donde su rostro lo traiciona como si pensara "¿Qué mierda es esto?", antes de recuperarse y caminar hacía su cama como si no hubiera visto nada.

Es lo mejor.

Todos deberían saber al final del día que Draco tiene un hurón, lo cual claramente todos deben saber cuándo lo vieron llegar con una jaula con un hurón a su sala común.

—No tengo un crush por Percy— farfulla por lo bajo para que Theo no lo escuche, Lavender tiene el descaro de levantar una ceja incrédula.

Al final del día, cuando Severus pasa por la sala común, claramente alertado de su nueva mascota, solamente le da una larga mirada como si quisiera que le dijera que es mentira. Draco solamente sigue con su nuevo hurón, que es una mierda que necesita cariño todo el día, sobre sus hombros dormitando.

Aparentemente, los hurones son seres sociales.

Que ocupan interacción con otros hurones.

Lavender no dejó de reírse por minutos al decir que solo ocupaba convertirse en hurón para que no se sienta solo, es una maldita hija de perra, pero tiene razón.

Dudoso sobre qué debería hacer, la primera noche, luego de encantar sus cortinas para que nadie pudiera escucharlo, se convierte en un hurón frente a su nueva mascota. Duda sobre si este podrá comunicarse con él como el gato de Granger, pero para su sorpresa el hurón solamente bosteza aburrido.

—No me gusta mi nombre, soy en realidad niña, quiero un amigo hurón de verdad —habla Sparky de forma bastante soberbia.

Draco maldice con sus manos sobre su rostro de hurón.

Obviamente obtiuvo el hurón más molesto que pudo.

Percy casi se orina de la risa (lo ha sentido por el vínculo) cuando le explica sobre su nueva mascota.

.

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Camina hacia su clase de defensa de mal humor, ha dejado a su hurón en la habitación con la promesa que no se saliera, Sparky (incluso si no le gusta, es su jodido nombre ahora) termina aceptando a regañadientes con la promesa de comida deliciosa. Está meditando sobre la idea de hacer un anuncio para encontrar alguien que tenga un hurón en el castillo para conseguirle un compañero de juegos a su hurón, Lavender a su lado camina con una gran sonrisa divertida al respecto. Ha pasado apenas una semana desde el incidente de Potter y el hurón, ha sentido la mirada de este sobre él, pero Draco está determinado a ignorarlo por lo que resta de vida.

Cuando ha entrenado con Lavender, ha regresado a su sala común como humano.

Prefiere ser atrapado por Filch que volver a ser un hurón en las manos de Potter.

—¿Quién tiene un puto hurón de mascota en estos días? —gruñe Draco molesto con las manos en sus bolsillos.

Lavender solo lo mira divertida.

—En realidad estuve haciendo esa tarea cariño, escuché que un chico de Ravenclaw tiene un hurón.

Bueno, eso es interesante, Draco mira a Lavender curioso, porque entre las demás casas (ha investigado y nadie en Slytherin tiene un hurón) prefiere alguien de Ravenclaw que un Gryffindor, aunque los Hufflepuff incluso son más tolerables ante un Gryffindor cualquiera.

Su querida Lavender es una excepción a la regla.

—Soy todo oídos —habla, sentándose en la parte más alejada del salón, hace una doble toma curiosa cuando Theo toma el otro asiento a su lado sin parecer afectado por su falta de saludo.

A estas alturas Blaise si bien no lo ignora, tampoco lo busca activamente, Gregory solamente está a su lado si hay comida deliciosa de lado y aunque Vincent parece curioso por su nuevo hurón, solamente camina con él si hablan de quidditch. Pansy es una persona interesante, no hablan mucho estos días, pero parece mucho más receptiva a él como si supiera que puede utilizarlo a conveniencia.

Aún le debe un favor.

Tiene que estar al pendiente para cuando ella se lo solicite.

—Anthony Goldstein —habla Lavender por bajo, a lo cual Draco levanta una ceja curioso antes de intentar meditar sobre los Ravenclaw.

Cree que es de su generación.

Probablemente lo había empujado en su primer año alguna vez por el pasillo, si no se equivoca es un hijo de muggles… no… el apellido Goldstein en realidad es un apellido de magos; aunque no recuerda verlo en alguna reunión de los sagrados 28, así que debe ser un mestizo.

No es que importe ahora.

Su yo de 11 años debería estar horrorizado, pero Draco en realidad siente tranquilidad actualmente, mientras Anthony Goldstein pueda ayudarlo con su problema, le importa muy poco su sangre. El único inconveniente es que las personas no suelen ayudar sin nada de por medio (es aquí donde que hubiera sido Hufflepuff hubiera ayudado) y tendría que tener algo que ofrecerle a este Ravenclaw.

¿Un libro?

Mira a Lavender de brazos cruzados curioso, pero ella solo se encoge de hombros.

—Parvati podría hablar con su hermana Padma, no es gran amiga de Anthony, pero podría obtener más información.

—Y por eso eres mi favorita.

Lavender le da una mirada de incredulidad, ambos saben que Percy es su favorito, pero lo que este no sepa por ahora no lastima a nadie.

La clase da inicio, Draco mira a su profesor que parece haber dejado de intentar charlar con él desde el incidente del boggart. No ha vuelto a participar tampoco en clases, Lupin tampoco parece incitarlo a participar y gracias a eso las clases no se han convertido en un desastre. Hoy estaban estudiando las maldiciones que ocuparían cuando vieran a los "Gorros rojos", Draco solamente bostezaba durante la clase sintiéndose un poco inquieto.

Aunque más relajado debido a las prácticas de quidditch.

Su pie no dejaba de moverse de forma permanente contra el suelo por inercia, era muy común que los semidioses tuvieran una especie de tic, Percy jugaría con sus lapiceros en sus manos siempre que tenían que estudiar; si Draco había visto o no de más esos dedos con curiosidad pensando que sentiría que tocaran su rostro, era su mayor secreto. Lavender, por otro lado, jugaría con sus dedos, se moverían rítmicamente contra la mesa una y otra vez.

Toca el piano.

Es una costumbre de sangre pura, aunque no sea de una familia muy famosa, los Brown le habían instruido a tocar el piano; ella misma admite no ser muy buena en ello, pero parece relajarla. Como si pensar en acordes mientras otros hablan la entretuviera, la hiciera lograr no enfocarse tanto en los demás.

¿Tocaría alguna vez un dueto con él y su violín?

Regresa de sus pensamientos cuando ve a varios Gryffindor lucir encandilados por el profesor, todos emocionados por saber más sobre las criaturas; aunque por algún motivo la túnica del hombre parece bastante deteriorada y puede ver de reojo a Pansy burlarse de eso con Daphne.

Draco ve fijamente a su profesor, antes de tomar el pergamino de Lavender ante una mala mirada de ella.

"Dime loco, pero se ve algo atractivo".

Señala a Lupin, a lo cual Lavender debe colocar una mano sobre su boca para evitar reírse.

Theo los ve curiosos, pero ambos vuelven a verse serios cuando el profesor comenta algunas cosas más.

Un gorro rojo es una criatura semejante a un enano, que vive en hoyos de antiguos campos de batalla o en cualquier otro lugar donde se haya derramado sangre humana. Es fácil repelerlos con encantamientos y maldiciones, pero son muy peligrosos para los muggle solitarios. Si un gorro rojo da con un muggle en una noche oscura, tratará de golpearlo con su mazo hasta matarlo.

Pueden ser evitados rociándolos con una poción embellecedora, ya que su apariencia "hermosa" temporal les resultaba repulsiva. Los gorros rojos normalmente miden alrededor de un metro, con ojos rojos y uñas largas y afiladas. Se encuentran con mayor frecuencia en el norte de Europa.

Los gorros rojos eran menos peligrosos durante su temporada de apareamiento, pues les interesa más en atacarse entre sí que a cualquier invasor de su territorio.

Draco no quiere pensar en esas bestias apareándose.

—Bien ahora formen parejas, haremos un pequeño ejercicio, quiero que iniciemos a practicar un nuevo hechizo para cuando enfrentemos la próxima semana a los gorros rojos —señala Lupin con una sonrisa demasiado amable.

Carpe retractum.

El encantamiento tira y afloja es un encantamiento que crea una soga mágica retráctil hecha de luz. Esta cuerda puede ser usada para tirar objetos a distancia hacia el lanzador, o para tirar al mago hacia lo que sea que se fije este hechizo. Es generalmente usado en objetivos inanimados, aunque puede ser usado en plantas o animales.

Todos parecen emocionados.

Draco solamente toma la mano de Lavender, quien se ríe encantada de ser elegida, como si hubiera una jodida posibilidad de alguien más.

Se dispersan por la sala, Lavender sujeta entre sus manos una pequeña bola roja que debe servir como blanco. Draco no ha aprendido este hechizo en particular y aunque ve de reojo con algo de molestia que Hermione Granger es la primera en lograr el hechizo unos momentos después de iniciar, se las arregla para crear sin mucho retraso el látigo de luz.

Luego sigue Lavender.

Draco debe arrojarse al suelo, justo antes que el látigo golpee la pared donde momentos antes estuvo su cabeza.

—Vaya señorita Brown eso fue bastante poderoso, debe ser un núcleo mágico bastante fuerte en tu interior y solo ocupas un poco de control para lograrlo; 5 puntos para Gryffindor —anuncia Lupin al lado de ambos, haciendo a Lavender sonrojarse emocionada y Draco suspirar al ver que su cabeza sigue en su lugar.

Nota al profesor viéndolo de reojo curioso, aunque Draco solamente disfruta como del otro lado del salón Granger no está del todo feliz de no haber destacado mucho. Intenta no pensar mucho en ella, fue una de las pocas que no lo atacó cuando era un hurón, tampoco lo defendió, no lo creía capaz luego que le llamara sangre sucia todo el primer año.

No parecía una mala persona.

Pero sí era mala perdedora.

Y Draco era un pésimo perdedor que disfrutaba ver a otros sufrir un poquito, nadie quería verlo realmente cuando ganaba una partida de "Uno" contra Percy, nadie.

—Cambio de pareja —anuncia Lupin de repente y todos parecen confundidos, antes que se muevan en las manecillas del reloj.

Draco hace una mueca al notar que su nuevo compañero es Seamus Finnigan, pero no tanto porque fuera un Gryffindor, sino porque no bien iniciado la práctica, este hizo explotar parte de la bola en sus manos, sin que Draco lo tocara; el niño tiene serios problemas de control de magia.

Luego de Seamus sigue Blaise, este se ríe divertido de su suspiro poco controlado de alegría, luego cuando le tocó con Vincent no practicó para, en su lugar, ir con este para ayudarlo con la idea base; no ocupó mucha ayuda, pero Vincent siempre ocupaba que le explicaran las cosas de forma diferente.

Granger aparece frente a él.

De reojo ve a Weasley hacer una mueca poco disimulada en su dirección, pero lo ignora, casi quiere ignorar a Granger.

Ella lanza el primer hechizo, nunca en su dirección, nunca con intención de atacarlo y atrapa la bola entre el látigo de luz que atrae hacia ella. Draco puede sentir la mirada curiosa de su profesor frente a ellos, no solo él, varios Gryffindor ven en su dirección.

Los ignora.

Usa el encantamiento para sujetar el balón en las manos de Granger y atraerlo hacia él sin ningún problema.

La mirada de Granger parece curiosa.

—Buen trabajo a ambos, han logrado dominar el hechizo en tan solo algunos minutos, ambos tienen un gran talento, eso serán 5 puntos tanto para Gryffindor y Slytherin —anuncia Remus Lupin emocionado, los demás compañeros parecen dudosos sobre qué significa eso, ya que ambas clases usualmente no son tratadas de igual forma por un profesor.

Un profesor que claramente había sido un Gryffindor en algún momento, Draco aprecia que no parezca favorecer una casa sobre otra.

Le da otro punto de belleza.

Sin intercambiar palabras, intercambia el balón con el hechizo un poco más con Granger, buena técnica no puede evitar pensar molesto, pero en general es competente.

Sigue Parvati, quien, aunque recelosa, no dice nada en su contra.

—Tu muñeca está torcida, el centro de tu cuerpo y una buena postura maximiza los beneficios del hechizo —habla Draco con aburrimiento, Parvati chilla un poco sorprendida de que le hable y solamente asiente con torpeza.

Sigue sus instrucciones, lo hace mejor.

Draco piensa que no merece venganza (tanta) por ignorar a Lavender más que antes, pero tendrá un ojo en ella.

—Cambio —anuncia Lupin nuevamente, parece alegre de no tener ningún accidente hasta ahora, aparte de Finnigan explotando algunos balones.

Claro que eso va a cambiar ahora.

Draco mantiene el rostro en blanco, pero por dentro se sujeta el cabello molesto al ver a Harry Potter frente a él. No tiene por qué salir nada mal, pudo convivir con Granger sin dificultad, además Weasley es uno como Draco que no se mueve a la hora de cambiar de compañero y por eso está agradecido de que nada estalle en medio de ambos.

Pero Potter no es mejor que Weasley, tampoco es silencioso como Granger.

—Vi a tu hurón solo en la noche. —Parece una forma de acusación, Draco lo ignora sujetando el balón, esperando que solo usara el maldito hechizo y no hablara—. Casi lo atrapa la gata de Filch, no deberías cuidar así a tus mascotas. —Aunque este podría pensar que está siendo amable, la soberbia y arrogancia con la que habla es molesta.

Draco sabe mucho sobre soberbia y arrogancia.

Los Gryffindor son iguales.

Idiotas moralistas que se creen mejor que los demás.

—No es tu problema —dice con voz plana apenas conteniendo el gruñido, sujetando el balón con fuerza.

Potter frunce el ceño.

—Pudo haber salido herido.

—Créeme, mi hurón puede defenderse bien, ahora usa el maldito hechizo.

Potter se ve molesto, intenta usar el hechizo y no sale bien, Draco sonríe burlón y este claramente se siente ofendido por lo que sigue hablando.

—Lo cuidé esa noche.

—Nadie te pidió que lo hicieras.

—Lavender dice que cambiaste, pero sigues siendo un idiota.

—Usa el maldito hechizo Potter.

Sus manos comienzan a sentirse inquietas, sabe que no ha tenido magia accidental en mucho tiempo, las clases con Amos en realidad han ayudado mucho al respecto y el desgaste de energía como mestizo también ayudan bastante; lo que más ayudaba usualmente era Percy a su lado, pero por ahora con Lavender se las arregla.

Potter no está haciendo esto más fácil.

Solo tiene que usar el hechizo, Lupin cambiará a la siguiente pareja y con suerte nunca más tendrían que hablar en su vida.

—Está claro que escondes algo —dice Potter acusadoramente y joder, es como volver al maldito primer año de nuevo.

Draco solo quiere gritar que claro que guarda secretos, hay una larga lista desde ser un semidiós, hasta tener un crush masivo por su mejor amigo, que le gusten los niños, que una vez quedó sujetándose de su lanza en un enorme edificio con los calzoncillos a la vista; también su gusto culposo por las tardes de doramas con la señora Jackson.

Oculta que tiene una vida, una muy buena, lejos de este lugar.

No entiende por qué volvió.

Aparte de Lavender, no hay nada aquí que lo retenga, debió quedarse en Long Island con Percy y Sally, personas que lo querían y cuyas clases hicieron todo más divertido. Quedarse cerca del campamento donde todos lo habían odiado, pero quienes sabían que era uno de ellos. Amos debió seguir dándole clases, nadie había recibido fuera de la casa de la vida lecciones de magia milenaria.

Incluso el señor de la tienda de la esquina del departamento de los Jackson, un estúpido muggle de mediana edad, siempre lo detenía para regalarle un confite de manzana verde; porque una vez compró uno en su tienda y dijo que era su favorito.

Es curioso.

No quiere estar aquí.

Y lo acaba de descubrir, por lo mismo que descubrió que el primer año iba a ser un infierno cuando estuvo en ese año.

Harry Potter lo odiaba.

Rechazó su amistad.

Usualmente, Draco no se rompe tan fácilmente, puede que sea una mierda para el trabajo pesado en el campamento mestizo, pero suele mantener lo mejor que puede su dignidad; pero Harry Potter lo rompió fácilmente con unas palabras que golpearon el ego herido que tiene por él desde primer año.

Lo odia.

—Por supuesto que escondo algo pequeño zoquete de cara partida —dice en voz alta, provocando que algunos volteen a ver, pero Draco solamente mira a Potter quien parece a punto de sonreír victorioso, demasiado pronto—. Soy una maldita persona normal, con estúpidos secretos normales de adolescente—. Okey, este punto es debatible, pero no importa—. Lo que no puedo meterme en la cabeza, es porque un idiota con gafas no se mete en su maldito asunto en lugar de buscar una estúpida confrontación conmigo. Pensé que querías que los dejara en paz y tranquilidad, no he volteado a ver en su maldita dirección ni una puta vez, así que no vengas ante mí como si tuviera la moral en alto para corregirme como si fueras un santo —añade de forma venenosa y con clara intención de asesinarlo.

Sería tan fácil.

Su lanza sería tan fácil para herir, bueno no podría, solo puede herir a monstruos y semidioses.

¿Puede herir a magos?

Estúpido Potter.

—Eres un idiota, Malfoy, ocultas algo y solo estás fingiendo con los demás —declara Potter, ligeramente sonrojado y abochornado.

Draco va a matarlo.

—¿Y eso que mierdas te importa? —prácticamente grita, ve a Lupin corregirlo por su lenguaje, pero no le importa—. No eres absolutamente nada de mi persona, no somos amigos. —Quiere agregar que, por culpa de Potter en el mejor de los casos—. No somos nada, ni siquiera somos enemigos mortales o cualquier cosa infantil, tu existencia no significa absolutamente nada importante para mí, solo te quiero lo más alejado de mi vida en este momento. —Percy lo llamaría reina del drama, piensa Draco cuando los ojos de Potter se abren incrédulos—. Si estás obsesionado con no sé qué maldita cosa, te lo digo desde ahora, solo déjame malditamente tranquilo y lanza el puto hechizo de mierda que es lo único que tienes que hacer, para poder cambiar de pareja ahora mismo pedazo de mierda con cara marcada —dice casi al borde de la histeria, levantando el balón para que vea que solo tiene que lanzar el maldito hechizo.

Solo eso.

Potter va a decir algo.

—Señor Malfoy. —Draco se encoge ante el tono de voz de Lupin, quien está al lado de ambos y piensa que le van a quitar puntos—. Quiero hablar con usted después de clases.

Maldición.

Eso es peor que la pérdida de puntos.

Le da una mirada asesina a Potter, pero este solamente lo ve como si estuviera indignado de alguna forma.

Lo odia.

.

.

Draco espera que Marcus Flint no se enoje por llegar tarde a la práctica de Quidditch, Lupin no dice nada mientras toma asiento en su escritorio de su salón personal y Draco está frente a él luciendo claramente incómodo. Al menos su profesor no parece enojado, pero tampoco parece que lo vaya a dejar ir gratis, así que no está seguro si eso es algo positivo o negativo. Cuando le ofrecen té, lo toma en silencio antes de beberlo, es té de lavanda y aunque usualmente sirve como relajante, no es uno que Draco tomaría abiertamente.

Es más fanático del té de menta.

La calma antes de la tormenta.

—¿Chocolate? —ofrece Lupin y aunque Draco quiere negarse, acepta uno con torpeza—. Señor Malfoy entiendo que a veces ser joven es un poco estresante, pero agradecería que en la próxima clase se abstuviera de usar cierto… lenguaje, con otros estudiantes. —Inicia Lupin de forma pensativa, sigue con esa sonrisa amable.

Draco solamente se encoge antes de levantar el mentón.

—Lo haré, solo no me ponga a trabajar con Potter nunca más. —No es una súplica tan difícil, la mayoría de profesores en las clases que comparten, tienen esta regla no dicha sobre cómo es mejor mantenerlos alejados.

Lupin asiente.

—Parece que ambos tienen… pasado. —En el mejor de los casos—. Escuché que el año pasado no estuviste en el colegio, un intercambio en otro país. —Bueno, los profesores también son cotillas, piensa con amargura antes de morder el chocolate—. Aunque la historia de ambos en primer año es bastante, conocida.

—No pienso pelear con Potter como niños, si eso piensa, solamente lo quiero lejos de mí, ignorando su existencia y deseando que él también ignore la mía.

Es sincero en sus palabras, Lupin parece verlo ahora con curiosidad.

¿Será por Potter o por él?

Draco ha visto al hombre intentar no favorecer mucho a Potter, pero la mirada de este suele vagar sobre Potter en ocasiones. Draco se congela ante el pensamiento, porque el haber notado eso, significa que de alguna forma sigue prestando atención a Potter y eso es inaceptable.

—¿No quieres ser amigos? —La pregunta lo toma por sorpresa.

—Ese tren partió hace mucho tiempo, él dejó en claro que no le interesaba mi amistad y ahora yo tengo muy claro que no me interesa la suya. —Toma un poco de té, los ojos de Lupin se vuelven un poco agudos.

—Esa es una expresión, bastante muggle de decir.

La tasa se congela en sus manos, sus instintos se ponen alerta y su mirada levanta lentamente de su taza de té para ver al hombre frente a él. Por un instante casi había podido pensar que le importaba al hombre, como un estudiante al cual vigilar, que era alguien amable y que no debería tener las barreras en alto ante él; había pensado lo mismo de Luke.

Puede verlo.

El momento donde Lupin se da cuenta de que ha cometido un error, pero no importa.

Draco da una oportunidad.

Una.

A veces ni una.

Luke le ha enseñado eso.

Sus emociones rápidamente se sellan al vacío, toma lentamente la taza de té, Lupin no dice nada, pero su postura ha cambiado notablemente. La próxima vez que Draco lo ve, luego de tomar toda la bebida, puede ver al hombre estremecerse como si supiera que hace.

Lo observa.

Ahora bien.

Tiene algunas cicatrices que no se notarían mucho, pero sus ojos siempre han sido más afilados, no sabe qué clase de trabajo ha hecho antes de ser profesor de defensa y casi se ve tentado a enviarle una carta a su padre solo para investigarlo; no lo hace. Tampoco siente la necesidad de destruir la carrera del hombre solo por su observación ante él, no sabe demasiado, nadie podría saber nunca la realidad o la verdad detrás de lo que Draco oculta.

Aunque se ve tentado, solo para enseñarle a este hombre con quien se ha metido.

Un juego quizás.

Subestimarlo.

Intentar controlarlo de alguna forma, como si tuviera algo que usar en su contra. Puede que exagere, que el hombre solamente quiera conocerlo, pero ha cometido un error fatal y Draco no se piensa dejar llevar.

Examina sus ropas, bastante viejas, casi destruidas, que demuestra una pésima condición social. Ya que era un mago bastante decente, puede significar que no ha conseguido trabajo o tiene una deuda de por medio, duda que fuera una deuda, no parece esa clase de idiota. La dificultad de conseguir trabajo podría significar que tiene algo pesado en su espalda, algo que Draco podría encontrar y amenazar en su contra.

Otra vez piensa en su padre, pero descarta la idea.

Puede averiguarlo solo si quisiera.

Coloca la taza de té sobre la mesa, Lupin lo mira expectante.

—Profesor Lupin ha sido un té bastante decente, así que solamente diré esto una vez —habla con calma, tranquilo como siempre hace cuando va a una reunión social con magos de sangre pura, sin emociones a la vista—. Manténgase alejado de mí, le aseguro que es por su propio bien, pero no soy una persona que disfruta de otros husmeando a su alrededor —añade con una leve sonrisa practicada—. También agradecería que alejara a Potter de futuros proyectos con mi persona, si lo hace, fingiré que esta charla con té nunca existió y créame… es lo mejor para ambos.

—Señor Malfoy…

—No fue un placer conocerlo en estas condiciones, no se preocupe, no está en mi interés quebrantar ninguna regla en el futuro.

Lupin no parece feliz cuando se pone de pie para salir del lugar.

Es como si una línea se formara en su mente y tachara el nombre de este, simplemente no siente la necesidad de relacionarse con él, que desperdicio.

.

.

La siguiente clase de defensas ve al hombre intentar saludarlo, mata su optimismo cuando lo ignora olímpicamente y toma asiento sin prestar atención al resto de la clase; incluso tiene el descaro de dormirse en media clase. Aunque Lupin parece reacio a comentarlo con su jefe de casa, debe hacerlo, lo cual tampoco funciona mucho, ya que lejos de molestar a Severus, este literalmente tiene una sonrisa ligera cuando indica que se encargará de la disciplina de su alumno.

Sí claro.

Toman una hora para jugar ajedrez mientras Severus le da una leve revisión de sus conocimientos en pociones.

Draco había pasado la mejor hora de su vida en ese lugar.

.

.

Draco había logrado perfeccionar el hechizo Aguamenti con una facilidad alarmante antes de ser necesario para sus clases, eso le permitía poder hablar con Percy en cualquier lugar fuera de la vista de otros, sin tener que pasar horas en el baño; al parecer Blaise y Theo estaban en contra de que acaparara el baño de Slytherin de tercer año, perras sensibles. Aprovechó para escabullirse antes del desayuno, el día de hoy era 31 de octubre y, por lo tanto, su primera salida a Hogsmeade donde Lavender no había dejado de hablar emocionada (y un poco chillona) sobre todo lo que harían ambos juntos.

La niña puede ser más energética y melosa que la misma Pansy.

Increíble que esta sea su candidata a mejor amiga.

—Sabes, no es que no me interese escuchar durante los últimos veinte minutos sobre lo asombrosa que es Annabeth, pero tengo un viaje de escuela hoy. —Vale, puede que tenga un poco de celos ahí en su voz, pero es divertido ver a Percy totalmente inconsciente de su obvio enamoramiento.

El chico se sonroja violentamente.

Lindo, piensa su mente sin su permiso.

Con nostalgia y una sensación incómoda de que quisiera ser él quien pone esa expresión en Percy, pero al mismo tiempo, sin quererlo por temor a que su amistad pudiera arruinarse y Draco era sincero en un pensamiento, ocupaba a Percy en su vida.

Tal vez solo se estaba intentando convencer de que lo mejor era que fueran amigos.

Quien sabe.

—No me gusta.

—El sonrojo en tus mejillas y la fotografía de ella que siempre andas contigo puede decir otra cosa,

—Eso no es verdad, además también tengo una fotografía tuya.

Draco ignora el latido de su corazón para verlo incrédulo, solo para que sus emociones mueran cuando este le enseña lo que parece el recorte de un periódico; una noticia vieja. Se puede ver a Draco sujetándose de algo (que no es su lanza) contra la pared de un edificio, con Percy sujetando sus talones y Lavender sujetándose a este; Draco solo tiene su ropa interior a la vista, porque Percy le había bajado los pantalones por error.

Se quedan en silencio.

Luego, si alguien pasaba por ese pasillo, habría escuchado gritos, luego Draco sale molesto ignorando cómo cortó la llamada de Percy luego de asegurarle que cuando fuera estas vacaciones moriría lentamente.

Este se rió.

Luego se puso nervioso al ver su rostro.

Sí.

Una muerte lenta y dolorosa es lo que este viviría, luego quemaría esa fotografía y no quiere pensar que, en algún lugar de internet, es probable que esté viva. Había aprendido del mundo muggle que, si algo estaba en internet, es probable que viviera para siempre y eso no lo puede permitir.

—Draco —chilla Lavender cuando se acerca al pasillo, parpadea confundido cuando ve a Theo ahí esperando también.

No había quedado con él.

Solo con Lavender.

Mira de reojo a su amiga, quien se encoge de hombros, pero también parece bastante curiosa al respecto. No es que vaya a apartar a Theo, usualmente su actitud tan diferente a primer año servía para apartar aquellos que antes estaban a su alrededor. Sigue su camino sin entender bien qué pasa, pero todo queda congelado cuando al llegar al final del pasillo justo al doblar se encuentra cara a cara con esos ojos verdes que tanto odia.

Se congela.

Este también.

Mierda.

Ambos se ven un instante, al menos en la mente de Draco navegan las últimas palabras que le dijo la última vez hace días en la clase de defensa; hasta ahora ambos habían cumplido bien su papel de alejarse del otro como peste. No se veían durante el almuerzo o alguna comida, cuando sus miradas de casualidad vagaban sobre la del otro (Draco piensa con molesto horror que podría haber sido una especie de costumbre entre ellos) voltean la mirada y se aseguran de no verse.

¿Su buena suerte término?

Tiene la necesidad de voltear hacia el cielo y maldecir a cualquier Olimpo si estuviera involucrado.

—Malfoy —gruñe Weasley con claro resentimiento en su voz, Draco rueda los ojos pensando que no entiende por qué.

En realidad.

Si entiende (su primer año había sido una mierda orgullosa de eso).

Pero se ha estado comportando bastante bien hasta ahora, aún no se ha vengado de los chicos que alejan a Lavender, incluso cuando Pansy hizo un informe detallado el día anterior, que quisiera colocarlo sobre su cama con orgullo. Sabe que no le interesa, pero está seguro que Pansy podría ser de esos trabajadores de los doramas, que siempre tienen información para ayudar al protagonista.

Hizo un excelente trabajo.

—Weasley —gruñe Lavender para su sorpresa, voltea a verle recordando como el verano pasado había reído un poco tonta mientras hablaba del pelirrojo.

Ahora no.

Parece casi molesta.

Ve de reojo a Theo, quien parece querer ocultar su sonrisa detrás de su mano.

—No deberías juntarte con serpientes —gruñe Weasley como si estuviera rescatando a una damisela en apuros, Lavender coloca un rostro frío.

Draco mira alarmado a Granger, pero esta solo parece ver a Weasley con molestia y cansancio, Potter está haciendo todo lo posible por no verlo, pero tampoco parece que estuviera dispuesto a ayudar a que la explosión no fuera causada frente a ellos.

Ojalá pudiera desaparecerse.

Como deseaba ser un hurón en este momento y salir corriendo.

—Puedo hacer lo que quiera y con quien quiera. —Lavender levanta el mentón mientras se abraza más a su brazo, luciendo jodidamente retadora, Draco se siente orgulloso por eso, aunque no es el momento—. Sé que tu estúpido cerebro no puede procesarlo, pero si las personas prefieren a Draco tal vez es porque es un mejor hombre que tú —gruñe ella con seguridad.

Theo ahora se está riendo libremente.

Draco le da una mirada molesta.

—Solamente es un idiota pomposo como su padre y vas a salir herida, nadie aparte de ti quiere estar con él —farfulla Weasley totalmente humillado, sigue insistiendo en alguna especie de proteger a Lavender, pero puede verlo en sus ojos.

Solo quiere que las personas lo odien.

Curioso.

Draco siente lo mismo en este momento.

—Bueno los celos son divertidos hasta cierto punto —habla Theo para su sorpresa, todos voltean a verlo, Weasley frunce el ceño, pero Theo mantiene el tono neutral que un sangre pura sabe en una discusión—. Poder, dinero, conexiones… vaya no había visto que alguien quisiera arruinar la vida de alguien solo por celos, pero que se puede esperar de la clase pobre. —Lo está defendiendo, de una extraña y retorcida manera.

Draco lo mira un poco, antes de ver curioso a Weasley cuyo rostro ha caído claramente incrédulo, solo para encenderse como si estuviera furioso; quiere señalar que, con su cabello rojo, ahora parece una especie de cangrejo o langosta totalmente roja.

No lo hace.

Duda que ayude.

Eso solamente lo hace más tentador.

—Tú —dice Weasley con odio hacia Theo, que claramente parece encantado con la creación de un nuevo némesis y por un momento Draco está casi tentado a preferir luchar contra un cíclope que verse en este ridículo mundo adolescente.

—Ron ya basta, vamos a llegar tarde —gruñe Granger como si quisiera alejarlo, a lo cual Weasley parece reacio hasta que el propio Potter también lo sujeta del brazo para que no haga alguna locura.

Punto para Potter.

Su récord con Draco ha pasado de -99 a un -98.

—Deberías hacerle caso a tu mascota sangre suci… —Draco puede ver lo que Theo está por decir antes que lo haga, su mano viaja con violencia hacia la parte trasera de la nuca de Theo, para darle un golpe ligeramente fuerte que hace sonar todo el pasillo y casi tumbarlo al suelo.

El trío dorado (sigue pensando que ese nombre es estúpido) se queda paralizado, pero Lavender no parece en nada asombrada.

Theo le dirige una mirada de muerte, que Draco responde con una indiferencia.

Este tema no.

No lo va a permitir.

Sangre sucia.

No.

Piensa en Percy y como otros lo considerarían un sangre sucia (aunque es un semidiós y probablemente con sangre más poderosa que cualquiera a la redonda), no puede permitir que alguien se refiera así a otros en su presencia; aun cuando Draco en su momento lo hizo.

Piensa en Sally Jackson, la adorable Sally Jackson que tomaría asiento con él en el suelo hablando sobre libros y el señor de los anillos.

Las sonrisas de ambos son tan iguales.

No.

Eso jamás.

No con ellos.

—Mira Theo, puedes burlarte de su posición socioeconómica, de su forma de vestir, de su forma de hablar, del estúpido pelo de la comadreja. —Weasley salta ofendido hacia eso—. Pero no llames a nadie de esa forma, tampoco a los mestizos, no me importa si se odian, pero frente a mí simplemente no. —No es una petición de amigos o compañeros de casa.

Es una orden.

Theo lo ve con ojos chispeantes de molestia y probablemente pensando en una venganza futura, no importa. Comienza a caminar pasando entre Granger y Potter ignorando a los demás, Lavender rápidamente se sujeta a su brazo de forma acaramelada, sonriendo casi divertida al ver a Theo maldecir por lo bajo antes de gruñirle al trío dorado.

Debe estar molesto que arruinara su diversión.

Se mantuvo a su lado el resto del viaje en silencio.

—¿Por qué? —Es todo lo que pregunta durante la salida de Hogsmeade.

—Mi mejor amigo es un mestizo. —Aunque no es técnicamente lo que piensa, no es una mentira, los ojos de Theo solo se abren incrédulos mientras entran a las 3 escobas.

Sí.

Percy Jackson es un idiota que cambió su vida.

Continuará…

Draco queriendo tener una vida tranquila en Hogwarts.

La escritora: No eso no se va a poder.

Amo la idea de que aun siendo enemigos, Harry de alguna forma busca la atención de Draco y este también lo tiene al pendiente, aun cuando ambos claramente se quieren lejos del otro. Como bien dice el dicho, los que luchan se aman.

Lupin la tiene difícil con el Draco.