Un tumulto de personas, hombres y mujeres, disfrutaban de aquella música tan atractiva, aquel bar estaba repleto de personas.
-Hina, acompáñame al tocador- le pidió Sakura su mejor amiga, iban a sentarse a descansar antes de que Sasuke y Naruto regresaran con las bebidas. Sakura arrastró a Hinata hasta el sanitario. -Mirame Hina, estoy hecha un asco- Sakura comenzó a arreglar su maquillaje que antes había Sido hecho con cuidado.
-A mi me pareces hermo...
No pudo terminar, ambas chicas vieron como un hombre entró al baño. Rápidamente se acercó a Sakura, intentando besarla. Hinata como pudo lo alejó de ella, aunque sin tener mucho éxito.
-Que hermosa chica acabo de encontrar, no quieres que la tome a ella, entonces te tomaré a ti- Comenzó a acercarse a Hinata, Sakura estaba en un rincón llena de miedo. Arrinconó a Hinata en una pared y con demasiada fuerza le tomo ambas manos inmovilizando su cuerpo en el acto, sin más tomó los labios de Hinata. Esta no pudo hacer nada más que sellar bien sus labios esperando a que parara.
-¡Que putas está pasando aquí!- De un momento a otro Hinata ya no estaba prisionera, vió a Sasuke furioso, golpeando al hombre que la había besado.
-¡Sasuke!¡para!- intentó separarlo.
-¡Cállate puta!- la empujó provocando que su espalda chocara con el frío concreto. -Asi que con ese bastardo me engañas, creí que eras diferente Hinata, no quiero volver a verte- colérico salió de ahí. Naruto corrió a ayudar a Sakura.
-¡Sasuke! ¡espera! ¡no es lo que estás pensando!¡por favor!- corrió detrás de él lo más rapido que sus zapatos altos le permitían. -¡Sasuke!- volvió a gritarle ya estando afuera del bar.
-¡¿Qué me vas a decir?! ¿que te tomó a la fuerza? ¡Por dios Hinata! no pensarás que me creeré eso, incluso Sakura era parte de eso.
-¡No es eso Sasuke! él de verdad me tomó a la fuerza, yo... yo...
Sasuke no quiso escuchar se acercó a Hinata y tomó su mano, de ella le retiró el anillo de compromiso y siguió su camino.
-No quiero que vuelvas a acercarte a mí.
Hinata se quedó parada, sola, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, sentía que su corazón se habia estrellado como un vidrio.
-Hina, perdóname, de verdad- Sakura apareció detras de ella. Hinata la abrazó con fuerza.
-Me alegro que estés bien Sakura-chan- Ambas comenzaron a llorar. Naruto solo las veía detrás.
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Hinata tenía que levantarse para ir al trabajo, estaba cansada. No quería ir, desde hace una semana que Sasuke había cortado todo contacto con ella. Nisiquiera dejó que le explicara. Sakura también intentó explicarle pero no la escucho.
Sin más llegó a la oficina. Un nuevo día iba a comenzar.
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-Sasuke, cree en lo que te estoy diciendo, de verdad Hina intentó ayudar a Sakura, ese tipo no era su amante.
-Jodete Naruto, deja de hablarme de ella.
Naruto saco su celular y se lo mostró.
-¿ves esto? por seguridad el baño del bar tiene cámaras ocultas, pero solamente en el lavamanos, aquí se ve claramente lo que Sakura-chan y Hina dicen.
Sasuke sin más remedio vió el vídeo, se veía claramente como Hinata ayudaba a Sakura. Se puso de pie, debía aclarar eso con Hinata.
-¡Maldita sea!- apresurado encendió el auto, iba golpeando el volante. -Yo no le creí, ¡maldita sea! ¡no puede ser! soy un idiota.- condujo con demasiada velocidad, a esa hora ella estaría aún en su trabajo. -Hinata intentó decirme y yo no le hice caso, la ignore. Cómo el estúpido idiota que soy.
Llegó al trabajo de Hinata. Preguntó por ella pero desafortunadamente había salido temprano. Condujo hasta su departamento, pero se encontró con la sorpresa de que no había nadie. Decidió esperarla dentro.
Ya era de noche y ella aún no aparecía. Intentó llamarla pero nisiquiera entraba la llamada.
-¡Maldita sea Hinata!, ¿dónde estás?- se estaba impacientando.
Escuchó que alguien estaba abriendo la puerta.
-Esta bien Hina. Seguro encuentras a alguien más en el futuro...
Sakura se quedó callada al ver a Sasuke de pie en medio de la sala.
-¿Dónde estabas Hinata?- su pregunta salió con reproche. Hinata al verlo de pie sintió como su corazón palpitó con fuerza.
-¿Que haces aquí?- le respondió con una pregunta.
-Sakura, lárgate- Sakura no esperó otra orden así que salió lo más rápido posible de ahí.
-¿Qué pasa contigo? Se va a ir sola. Le prometí...
-¿porqué llegas a esta hora? ¿Dónde estabas? te estuve esperando por horas y tú no llegabas.
-¿Porque ahora quieres saberlo? eso no te interesa, tu y yo ya no somos nada...
-No Hime, tú eres mía- se acercó a ella sin darle tiempo a retroceder, tomó su mano y volvió a colocar el anillo que antes había retirado. -Soy un idiota Hime, por favor, vuelve conmigo
-Sasuke, apártate o voy a gritar.
Sasuke la tenía sujeta de ambas mejillas a punto de tomar sus labios.
-Por favor Hinata, dame otra oportunidad- Sasuke sentía como su pecho dolía, a pesar de que los demás creían que su corazón era de piedra, él y Hinata sabían que era el que más intenso experimentaba los sentimientos.
-¿Cómo voy a confiar en ti si tú no lo hiciste en mi? Esto no es justo Sasuke, no quiero vivir así, no quiero que desconfíes de mi. Sasuke, cualquier cosa que haga y que parezca que está mal, tú me vas a abandonar, vas a creer que soy la peor persona del mundo. Aunque intente explicarte tú no me vas a escuchar.
Intentó apartarse de él pero Sasuke no la dejó.
-Perdoname Hina, sabes que no tengo confianza en cualquier persona.
-yo no soy cualquier persona, Sasuke. Era la persona que habías elegido para compartir tu vida.
-y la que sigo eligiendo Hina. Por favor, ¿podrías darme otra oportunidad? Sabes que estoy tratando de eliminar esas desconfianzas. Pondré más esfuerzo, pero quiero que estés ahí conmigo.
Sin más tomo los labios de Hinata. Al principio ella no correspondió pero al final lo hizo, porsupuesto que había extrañado tanto sus besos. Lo había extrañado a él.
El beso se volvió más demandante, Sasuke cargó a Hinata dejando ambas piernas a cada costado. La llevó a la cama y comenzó a desnudarla.
Sus besos se estaban expandiendo a cada centímetro de piel que se podía ver.
-Hina, eres la mujer de mi vida, quiero hacerte felíz por el resto de nuestras vidas
Hinata tomó sus labios, lo ayudó a terminar de quitar sus prendas.
Ambos se sumergieron en un éxtasis de sensaciones y emociones.
