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Candy iba de regreso a su casa, sentía mariposa en el estómago, se preguntaba de donde había sacado valor para invitar a Terry que la acompañara.

-Vaya… sinceramente no sé cómo me atreví a invitarlo? – se dijo a si misma – bueno, lo hice en agradecimiento, nada más. Sí, sólo eso. – dijo segura de sí.

La rubia caminada por el parque cuando escuchó que sonó su celular, uno que no le gustaba usar, y al ver al nombre de la llamada entrante hizo un gesto de fastidio.

-Dime papá. – dijo con desgano.

-Cariño dónde estás? iré por ti, quiero hablar contigo. – oyó del otro lado.

-Hoy no papá. Voy a casa, mamá me dijo que debía llegar temprano. – era esquiva.

-Por favor cariño, necesitamos hablar.

-Lo siento – dijo cortante – pero tengo algo que hacer, ahora soy yo, quien está ocupada. - cortó la llamada, no quería hablar con su padre, estaba molesta con él.

En seguida vio que le llegaba algunos mensajes, claro, no los abriría, al menos no en ese momento.

Desde el divorcio de sus padres su vida se vio afectada; aunque gracias a Paty, Archie y Stear, lo estaba sobrellevando, sus amigos eran de gran apoyo para ella.

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Candy y Terry llegaron juntos a la fiesta dejando a todos los que conocían a la rubia realmente atónitos, pues nunca le habían conocido novio ni la habían visto con algún chico que no fuera parte de la academia de ballet.

-Candy – Paty la alejó un poco mientras Stear hablaba con Terry. – estás saliendo con el chico guapo de la cafetería? – así llamaba Paty al castaño después que él las atendiera la primera vez.

-Con Terry? – susurró igual que su amiga – no, él sólo es un amigo que me ayudó con el pastel.

-En serio? Él parece muy interesado en ti.

-Sólo somos amigos… o eso creo – murmuró lo último para sí; no era tonta, fue claro el interés del joven hacia ella.

-Ok, si tú lo dices… - dijo con tono juguetón – ya veremos más adelante. – Candy sólo sonrió negando con la cabeza, pues eso le había dicho ella cuando le presentó a Stear. – gracias por ayudarnos con el pastel, sabemos lo ocupada que es tu agenda y aun así lo conseguiste.

-Stear es mi amigo y no fue molestia, además fue Terry quien me ayudó con el pastel – dijo apenada – no creo haber hecho mucho a comparación de Archie y tú.

-Sí lo hiciste – aseguró – sin el pastel no podría apagar las velas.

-Ay Paty – sonrió – eres una buena amiga.

-Claro que lo soy!

Desde muy pequeña, su madre le había instado a cumplir su sueño de ser una gran bailarina de ballet, soñar con ser reconocida mundialmente y pertenecer a una de las compañías más prestigiosas de ballet clásico para recorrer el mundo y presentar su arte. Sin embargo, para conseguir todo eso debía darle dedicación y esfuerzo, por lo que la vida social de la rubia era muy limitada, cada hora estaba programada para practicas o lecciones que la ayudarían a conseguir su sueño.

-Te diviertes?

-Sí, gracias por invitarme, tus amigos son muy agradables.

-La que debe agradecerte soy yo – sonrió mientras se acercaba más al castaño – si no hubieras hablado con tu jefa no habría pastel y hubiera arruinado la fiesta de Stear. – miró a su amigo – él es fanático de los postres dulces.

-No fue nada; aunque creo que no hubieras arruinado nada, ellos habrían entendido – miró hacía el grupo de amigos de Candy – se nota que te quieren mucho. En ese momento escucharon que la música cambió a salsa.

-Gatita – aquel apelativo molestó a Terry, pues el tono que Archie había usado fue un tanto meloso – vamos a bailar, es nuestra música - se acercó a la rubia, la tomó de la mano y sin esperar respuesta la llevó al centro de la sala.

-Lo hacen desde pequeños– escuchó la voz de Stear cerca de él – fue idea de Archie desde el inicio, sólo para mostrarle a mi padre que es un buen bailarín y así le pague las clases de ballet.

-Bailan muy bien – miraba atentamente como la pareja bailaba magistralmente aquel género.

-Candy es una bailarina excelente, no importa el género, se destaca en todos.

-Tu hermano no se queda atrás. – lo miró de reojo.

-No le vayas a decir esto; pero fue Candy quien le enseñó a bailar – susurraba – aún recuerdo esas clases – dijo riendo - Archie se frustraba tanto por no poder hacerlo bien desde el principio que se ponía a llorar, Candy fue muy paciente con él.

-Él… está enamorado de ella?

-Yo no podría responder eso. – lo miró – pero puedo asegurarte que todos los que conocemos a Candy la queremos mucho.

Terry ya no dijo más, sólo miró como la pareja bailaba; si bien el clima seguía siendo frio, Candy llevaba un top rosa de tiras delgadas combinado con una falda corta con volados de estampado floral, sus piernas eran esbeltas y firmes, eran realmente atractivas; al final de la música, Archie tomó uno de los muslos de la rubia y lo subió a su cintura mientras la joven arqueaba la espalda hacia atrás extendiendo el brazo, eso despertó los celos del castaño; aunque podría asegurar que también su envidia, deseó ser aquel joven y ser él, quien bailara con aquella atractiva y hermosa joven.

Los aplausos se escucharon en la sala. La pareja hacia venias de agradecimiento ante su público, Terry sólo aplaudía sin quitar la mirada de Candy, quien con una sonrisa se lo agradecía.

-Qué te pareció?

-Bailas muy bien.

-En serio? – estaba sonrojada – desde niños, Archie siempre me saca a bailar cuando escucha salsa, fue lo primero que aprendió y yo era su compañera de baile, supongo que por eso lo hace.

-Supongo que sí. – sonrió ante el leve sonrojo de la rubia, la hacía ver más bonita – es la primera vez que te veo bailar, ahora deseo ver una de tus presentaciones de ballet.

-Te invitaré cuando sea el estreno de la siguiente presentación – le gustaba su sonrisa, se veía tan contenta – aunque debo confesar que me gusta más este tipo de baile, es más libre y no tan preciso como el clásico.

-Lo haces bien. – afirmó - por qué no cambias de género, si este es el que te gusta?

-No podría, mi madre jamás lo permitiría.

-Pero es lo que a ti te gusta, por qué no hablas con ella?

-Lo hice, una vez hace dos años – bajó la cabeza – no es que odie el ballet, también me gusta; pero… mamá me dijo que tendré más éxito con el clásico y… bueno, está bien, no importa cuál sea el género me gusta bailar.

-Y eres excelente en eso – acarició su mejilla, logrando que la rubia se sorprendiera bastante – sólo haz lo que te haga feliz y nunca pierdas esa hermosa sonrisa.

De repente ya no escucharon ruido en aquella sala, todos habían desaparecido, estaban sólo ellos dos; el corazón de Candy comenzó a latir rápidamente y con fuerza; Terry no dejaba de mirar sus labios, estaba acercándose a ellos y cuando estaba a unos centímetros, se escucharon fuertes aplausos animando otra presentación, está vez la de Paty y el cumpleañero. El momento se había roto y rápidamente Candy se alejó del castaño para observar la presentación de sus amigos.

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Eran las 11 de la noche y la fiesta transcurría de manera amena y alegre para muchos, menos para una de las invitadas que desde un extremo de la sala miraba al joven que le gustaba hablar con una chica que nunca había visto, y lo peor de todo, que había llegado con él.

-Te encuentras bien?

-Sí, por qué?

-Porque desde hace rato no apartas la vista de Terry.

-Crees que esté saliendo con esa chica? – había tristeza en su voz – Tom, tú eres su amigo, no sabes nada?

-Karen, deja de lastimarte de esa manera. – se acercó más a ella y acarició su brazo – desde el inicio, Terry fue muy claro contigo.

-Creí que eso podría cambiar si me conocía mejor.

-Creo que Terry no se involucró contigo de otra manera porque no quiere perder tu amistad, ya sabes, si las cosas no salen bien entre ustedes, eso podría pasar.

-No estoy segura de eso… - una lagrima escapó de sus ojos – siempre es distante conmigo, simplemente no le gusto… acaso no viste a la chica con quien llegó y cómo la mira? – dijo molesta.

-Ambos son mis amigos y sólo quiero que sean felices… - la abrazó – espero que pase lo que pase, no cambie la relación que tienen, siempre se han llevado muy bien.

-No lo hará. – se abrazó más a él – gracias por acompañarme.

-Cuando quieras linda.

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Después de la presentación de Paty y Stear, todos los invitados comenzaron a bailar, la fiesta estaba divertida. Algunos bailaban, otros formaron grupos de juegos y algunos charlaban y reían.

-Aquí tienes tu bebida.

-Gracias - tomó el vaso que le extendía, se sintió algo tímida.

-Tienes frio?

-No, estoy bien, Stear puso la calefacción – realmente se sintió nerviosa.

-Aun así, hace algo de frío y… - la vio atentamente – no quiero que enfermes. – se acercó a ella nuevamente mientras se quitaba la chamarra.

-Terry? – susurró con la mirada fija en los labios masculinos mientras él la cubría con la prenda.

-Dime - susurró mientras se acercaba lentamente a su rostro.

-Ya vamos a cantar el feliz cumpleaños, acérquense todos! – un grito los interrumpió nuevamente cuando estaban casi por besarse, Terry soltó un bufido de frustración al haber sido interrumpidos otra vez.

-Deberíamos acercarnos – la suave voz de Candy lo calmó – ven – tomó su mano – vamos o nos quedaremos fuera del acto principal, y este es gracias a nosotros – susurró lo último tratando de bromear, Terry la siguió con una leve sonrisa, que erróneamente Candy pensó que era por su bromita; pero la razón era aquel acto tan simple y casto de su parte, tomar la mano de su acompañante.

Todos los invitados estaban reunidos alrededor de la mesa, el pastel iluminado por una vela en forma de signo de interrogación, fue el causante de las bromas hacia el cumpleañero, entre aplausos comenzaron a cantar el acostumbrado Happy Birthday y al finalizar Stear acercó su rostro al pastel para soplar la vela y pedir un deseo.

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Terry estaba con los brazos apoyados en la baranda del balcón mientras miraba la luna pensando en el casi beso entre él y Candy. Hubiera querido repetir la escena; lastimosamente en ese momento, Candy estaba ayudando a Paty a cortar el pastel.

-Tal vez la tercera sea la vencida. – murmuró para sí antes de que alguien más saliera al balcón.

-Te estás divirtiendo? - Terry volteó.

-Karen, estás bien… necesitas algo?

-Dijiste que no podías acompañarme porque tenías que estudiar para un examen importante del lunes. – había reclamo en la voz femenina.

-Cuánto has bebido? – se dio cuenta del tambaleo al dar un par de pasos hacia él – Karen…

-Por qué Terry? - la castaña rodeó su cuello cuando él se acercó para evitar que cayera. – acaso no te das cuenta que lo que siento por ti es verdadero?

-Karen… - no pudo decir más, pues la castaña lo besó. – espera…

-Bésame Terry… – su voz sonó a súplica – por favor no me rechaces… - era tan lastimero aquel tono que salió de la castaña que al joven le dio pena y se sintió culpable.

-Bebiste mucho cariño – nunca la había visto en ese estado, muchas veces, después del trabajo los empleados habían salido a bailar o coincidido en la fiesta de algún amigo en común, y nunca la había visto así, Karen solía cuidar su imagen; pero ahora, ahí estaba apenas sosteniéndose y suplicando un poco de su afecto.

-Es la primera vez que me llamas de ese modo – levantó su mirada y le sonrió – debes pensar que soy patética…

-Nada de eso, nunca pensaría algo así de ti. – acarició su mejilla. – te llevaré a casa. – ella asintió como una niña. – espera aquí un momento, en seguida vuelvo, de acuerdo?

Terry buscaba con la mirada a Candy, ya no estaba con Patricia, la castaña ahora estaba con Annie repartiendo los últimos pedazos de pastel a sus amigos.

-Paty…? - se acercó a la castaña.

-Oh, Terry, dime. – le sonrió. – ya comiste pastel?

-Eh… sí, has visto a Candy?

-Candy? Sí, hace un momento fue a buscarte.

-Qué!? – se sorprendió - Cuándo?

-Hace como cinco minutos más o menos.

-Demonios. – se alejó rápidamente y comenzó a buscar a la rubia – Candy… - la encontró en la habitación de Stear, estaba parada frente a la ventana.

-Terry, necesitas algo? – le sonreía, pero esa sonrisa parecía falsa.

-Paty dijo que me estabas buscando y…

-Ah… sí, te llevaba un pedazo de pastel – desvió su mirada - pero estabas ocupado con tu novia así que…

-Karen no es mi novia. – aclaró rápidamente.

-Lo siento… me confundí, es que la besabas y llamabas de manera cariñosa que creí que lo era.

-Karen es solo una amiga. – la rubia bajó la mirada – Candy, tú eres quien me gusta y...

-Terry… - lo interrumpió – yo no planeó tener novio ni salir con nadie, deberías intentarlo con tu amiga, es claro que ella siente algo por ti y tú no pareces indiferente a sus sentimientos.

Sin saber por qué, Candy se molestó con el castaño, no le gustó que aquella chica lo besara. Por otro lado, Terry pudo notar que la rubia estaba celosa, internamente eso le gustó; pero oírla decir que no le interesaba tener novio y sugerirle que aceptara a Karen, lo ofendió y molestó.

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-Arruiné tu noche. – escuchó el suave susurro de su amiga.

-No lo hiciste. - ni siquiera la miró, su vista estaba fija en el camino.

-Terry… no era necesario que me trajeras. – lo miró, esperando que por un momento él desviara su vista del camino – aquella chica… Candy…

-No quiero hablar de ella. – fue tajante al decir aquello, la castaña guardó silencio y sin poder evitarlo sonrió levemente.

Sí, Terry estaba furioso, tanto que su mente repetía una y otra vez aquella escena, ni siquiera miraba a su acompañante, si lo hubiera hecho y habría visto la sonrisa de Karen, lo más seguro es que hubiera explotado y descargado su rabia con ella.

Flashback

-Candy… - se acercaba a la rubia, quien no se movió de su lugar, tal vez esperando que el castaño la alcanzara – yo podría…

-Candy!? – fue interrumpido por la voz de un joven, quien casi corriendo se acercó a la rubia abrazándola e ignorando groseramente su presencia.

-Anthony!? - la rubia correspondió al abrazo, miró de reojo al castaño mientras el rubio le daba vueltas.

-Cómo estás cariño? – la puso en el piso y tomó su rostro entre sus manos – te extrañé tanto linda. – la volvió a abrazar, ahora con la vista a la ventana, evitando que ella viera a Terry.

Estaba furioso, no sólo con aquel rubio grosero que lo ignoró; sino también con la rubia, pues se mostró cariñosa con aquel chico ignorándolo también, es por eso que prefirió salir y dejar de presenciar aquella escena romántica entre esos dos.

-Estúpido. – murmuraba mientras se habría paso entre los invitados. – vámonos – ordenó.

-Estás seguro? – Karen se puso de pie – no quiero arruinar tu noche.

-No lo haces, ya me aburrí; así que mejor te llevo a tu casa para que descanses.

-S-sí… - bajó la mirada apenada y tímida cuando el castaño tomó su mano y la guiaba a la salida.

-Terry! – escuchó la voz de Paty – ya te vas?

-Sí, ya es algo tarde. – acercó un poco más a Karen, quien había apretado su mano. – llevaré a mi amiga a casa. – no supo por qué le dio una justificación; sin embargo, al escuchar eso, Karen se acercó más a él y rodeó su brazo mostrando una imagen algo íntima.

-Oh! Bueno, gracias por venir. – lo despidió.

Fin de flashback

Ahora estaba llevando a la castaña a su casa; pero interiormente deseaba volver a la fiesta y alejar a Candy de aquel rubio, por supuesto no lo haría, tenía orgullo y si ella fue capaz de ignorarlo, él también la ignoraría.

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Candy estaba ayudando a Paty a limpiar, ya todos se habían ido, Archie y Anthony estaban sacando la basura: cajas de pizza, vasos desechables en su mayoría; las chicas estaban recogiendo las botellas de cerveza que estaban detrás de los muebles.

-Mañana tendrás más trabajo con la limpieza.

-Uy sí – se quejó la castaña – gracias por ayudarme a limpiar, debes estar cansada.

-No tanto, sólo el trasnoche. – la rubia no bebía, aunque su madre se lo había prohibido, a ella nunca le interesó aquellos vicios perjudiciales para su cuerpo y salud. – Stear se la pasó de maravilla. – dijo riendo mientras ambas miraron al moreno dormir en el sofá.

-No dejaban de darle tragos – dijo la novia cerrando la bolsa de basura – se arrepentirá mañana cuando tenga una resaca.

-Es lo más seguro. – acompañó su risa – cuando los chicos regresen lo llevaran a su habitación. – dijo al ver que Paty trataba de levantarlo.

-Sí, pesa mucho. – lo dejó descansar – si mi madre llama, le dirás que me quedé a dormir en tu casa, verdad?

-No te preocupes por eso, yo le diré.

-Gracias – sonrió – iré a arreglar su habitación, vi a una pareja entrar ahí y no quiero imaginar lo que hicieron.

Candy sonrió ante aquel comentario, vio a su amiga ir a la habitación y la escuchó limpiar un poco. Agotada se sentó en el sofá más pequeño y recordó lo sucedido unas horas atrás.

Flashback

-Anthony… - lo alejó – quiero presen… - al girar se dio cuenta que Terry ya no estaba en la habitación – se fue… - dijo bajito.

-Quién, el chico que estaba aquí? – miró hacia el lugar donde el castaño había estado hacía unos segundos atrás – seguro salió para beber algo.

-Sí… tal vez – por un instante imaginó al castaño regresar con Karen, sacudió la cabeza para eliminar aquella imagen, iría a hablar con él.

-Él es tu novio? – rápidamente miró al rubio y se percató de su desilusión.

-Eh! N-no, es sólo un amigo.

-Me alegra oír eso.

-Anthony… ven, vamos con los demás. – Salieron de la habitación y con la mirada buscó al castaño.

-Paty… viste a Terry?

-Ah sí… - dudó – se fue hace un momento.

-Supongo que se fue con aquella chica. – la miró.

-Sí. – nunca se mentían, así que le contó lo que vio – Candy… tal vez…

-Hace un momento la besó – la interrumpió, pues sabía que su amiga trataría de minimizar la situación – no importa, además no estoy interesada. – la fiesta continuó amenamente unas horas más mientras la rubia trataba de sacar a Terry y a aquella chica de su mente, lastimosamente nunca lo logró.

Fin de flashback

-Nos vamos? Te llevaré a casa. – Anthony se ofreció para llevarla a casa y así pasar más tiempo con ella.

-Gracias. – se puso de pie – Archie, tú no vienes con nosotros?

-No gatita, yo traje coche. – le pasó un abrigo, la rubia se lo agradeció con una sonrisa. – no sé por qué vistes de esa manera con tanto frio.

-Jajaja… sabes que no me gusta usar pantalones. – rio mientras se ponía el enorme abrigo de Stear.

-Sí, pero al menos usa un vestido más abrigador.

-Lo haré la próxima vez.

-Candy confía en que siempre subamos la calefacción. – añadió Anthony – hoy vi a más de diez chicos sudar por el calor. – sonrió – incluso se abanicaban y se pasaban hielo por el cuello para refrescarse.

-No exageres Anthony. – le golpeó el brazo.

-Es la verdad. – rio con ella – verdad Archie?

-Así es. – concordó – pobres, y ellos sí estaban muy abrigados.

-Sí claro… mejor ya vámonos – le dijo al rubio - nos vemos el lunes en la academia. – se acercó al castaño para darle un beso en la mejilla.

-Cuídala – se dirigió a su primo.

-Sabes que siempre lo haré. – sonrió por la connotación de su afirmación.

-Adiós Paty, te veo el lunes. – se despidieron de la castaña.

-De acuerdo. – caminó con ella hasta la puerta. – adiós Tony. – el rubio salió detrás de Candy.

Anthony había planeado llevar a Candy a casa para hablar con ella sobre sus sentimientos; sin embargo, eso no fue posible, ya que la rubia se había quedado dormida enseguida, sólo despertó cuando el joven la movió un poco para que despertara indicándole que ya habían llegado, después de agradecerle y despedirse ingresó a su casa.

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