DISCLAIMER: Los personajes de The Loud House y Spider-Man no me pertenecen. Son propiedad de sus respectivos dueños y cualquier uso que se les dé aquí no busca remuneración alguna. Esta historia está escrita con fines lúdicos.:

J0nas Nagera:

Capítulo 23: Desgraciadamente Lori y Ronnie no son conscientes de todo el marco de circunstancias, cuando solo sabemos parte de la situación, solemos tomar decisiones apresuradas o erróneas creyendo que son las mejores. ¿Buscará el Rey venganza contra spider-kid?. No se revelará la identidad de Venom de inmediato, pero estoy casi seguro de que tu descubrirás su identidad antes de que lo diga por los cabos sueltos que habrá.

Capítulo 24: He visto que Luan es de las hermanas menos queridas en el fandom, pero hay capítulos en los que me agrado mucho su actitud y ciertamente los capítulos del "día de las bromas" le ha jugado mucho en contra para su reputación con los fans. Considero que duelen más las palabras hirientes que son de una persona a la que tú consideras noble, porque cuando es alguien que suele ser agresiva como que ya no afectan de la misma manera con el pasar del tiempo. Es inevitable enojarnos y cometer errores, desgraciadamente hay ocasiones en las que ya no hay oportunidad de pedir perdón.

Alphared45667: Alguien hará entrar en razón muy pronto a Ronnie.

Capítulo 25: Vence el mal con el bien

Todos suelen afrontar dilemas internos a lo largo de su vida, en el caso de Stella tenía que enfrentar uno bastante peculiar y complicado: por una parte, estaba su padre, desde que ella tenía uso de razón él siempre había sido su héroe y no por tener poderes, sino porque había salvado decenas de vidas y combatido el crimen con éxito, para ella era el hombre más fuerte y valiente del mundo. Pero últimamente alguien más se había robado su corazón, Lincoln no era el estereotipo de chico fuerte y rudo de las películas; su padre le había dicho muchas veces que si algún día (después de los 39 años) se pensaba casar, debía ser alguien más fuerte que él para que la pudiera proteger. Stella siempre imaginó que su primer novio sería un chico atlético, un príncipe azul de cuentos de hadas, pero cuando conoció a Lincoln Loud esa idea preconcebida cambió. El ex peli blanco no cumplía sus expectativas; no era más alto que ella, no tenía ningún músculo visible e incluso ella había tenido que protegerlo de los ataques de Chandler, pero a pesar de todo ello, el chico supo ganar su corazón a través de acciones cotidianas en las que demostraba su peculiar amabilidad y su gran empatía. Lincoln podía ser egoísta en ocasiones, pero estaba dispuesto a renunciar a sus propios intereses para no perjudicar a los demás y siempre buscaba hacer lo correcto, aunque no era fácil.

Ahora tanto su padre como su novio eran enemigos, aunque ambos querían lo mismo, su padre estaba convencido de que spider-kid era una amenaza que debía ser exterminada y Lincoln…. bueno, había visto la reacción de su conejito cuando su padre había intentado arrestarlo y seguía sin creer que se tratara de él. Era cierto que no había disparado contra ningún policía, pero a Stella le aterraba imaginar el trágico desenlace que podría alcanzar si continuaba esa absurda batalla entre su padre y Lincoln. Todo lo que quería era conversar con alguno de los dos, pero su padre estaba más ocupado que nunca persiguiendo a las personas con poderes desde que se les declaró ilegales y Lincoln pues… llevar dos vidas no era nada fácil para un niño de 12 años. Stella sabía que su novio estaba pasando por un mal momento y quería apoyarlo, pero al estar castigada no había mucho que pudiera hacer, había pensado en la posibilidad de fugarse, pero jamás había desobedecido a sus padres, nunca había tenido aquella necesidad. La filipina intentó distraerse revisando su celular, pero en aquel momento recibió un mensaje que la haría romper su imagen de hija perfecta.

La familia Loud desayunaba, pero había algo diferente aquella mañana: Lily no estaba parloteando, Lisa no le explicaba a nadie las causas negativas para la salud sobre el consumo de algún alimento, las guerras de comida de las gemelas tan destructivas ahora se habían convertido en un intercambio de miradas incómodas, Lucy no había asustado a nadie para que se le cayera la comida encima, Lynn Junior no estaba quejándose de que ayer los leones hubieran perdido el juego, Luan no decía ningún juego de palabras aunque tuvo la oportunidad en varias ocasiones, Luna no tarareaba ninguna canción mientras comía, solamente Leni y Lori hablaban entre sí pero era en un tono tan bajo que nadie las escuchaba. Por mucho que los padres intentarán iniciar una conversación, no recibían respuesta alguna por parte de sus hijas.

Un ambiente de culpa era el que se respiraba en la familia, todos habían tratado mal de alguna u otra forma a Lincoln por una tonta superstición, algunos en menor grado, pero lo cierto es que todos lo habían lastimado y ahora él ya no se consideraba un Loud. Cada vez que lo veían, el dolor no les permitía hablarle, los recuerdos negativos secaban sus gargantas para siquiera decir: "lo siento". 12 de los 13 miembros creían que era una herida ya cicatrizada, o al menos eso quisieron creer, porque Lincoln aún sufría por aquel error, pero al ser tan optimista siempre ¿quién iba a imaginar que detrás de esa sonrisa se escondían lágrimas de amargura y resentimiento?

Todos voltearon hacia la escalera cuando escucharon unos pasos bajar, solo para mirar a un niño que parecía un muerto viviente. Lincoln se había deteriorado completamente: su piel había perdido todo rastro de color, sus ojos ahora no tenían nada de brillo y sus ojeras pronunciadas no lo favorecían para nada, si aún tuviera el cabello blanco, cualquier desconocido lo confundiría con alguien de la tercera edad, prácticamente Lincoln Loud era una tenue sombra de lo que alguna vez había llegado a ser. Sus padres habían intentado llevarlo varias veces con un doctor o un nutriólogo creyendo que se trataba de una especie de anorexia, pero él salía corriendo en cada ocasión, Lisa había estado suministrándole algunas vitaminas especiales sin que se diera cuenta, pero ya no eran suficientes. Lori, Leni, Lucy y Lisa solo esperaban con dolor a que ocurriera lo peor.

- ¡Hola cariño!, ven a desayunar con nosotros, tu padre preparo tu comida favorita- le dijo con una sonrisa su madre.

Lincoln no respondió nada, solamente se dirigió hacia la puerta para salir. En ese momento una llamada captó la atención de todos, menos la del chico a quien poco le interesaban los problemas de su ex familia. Pero por alguna razón comenzó a caminar más despacio, era extraño, como si se tratara de su sentido arácnido, algo lo detenía de marcharse como si de aquello dependiera su vida, por lo que se quedó estático tomando con la mano la perilla de la puerta. En ese instante la matriarca del hogar regresó al comedor con los ojos enrojecidos y cientos de lágrimas sobre su rostro, al observarla, su esposo e hijas se acercó a ella con mucha preocupación, Rita era una mujer muy fuerte que raramente se derrumbaba frente a sus hijos, por lo que verla en ese estado alarmó a la familia:

-Amor, ¿qué sucede? -

-Mama, ¿por qué lloras? -

-Era Myrtle, papá... papa- Rita se quebró, por lo que no pudo seguir hablando.

- ¿Qué le pasó a Pop-Pop mami? -

-El... falleció esta mañana- la mujer comenzó a llorar a todo pulmón.

Las reacciones fueron diferentes, el señor Lynn se inclinó para abrazar a su esposa, algunas de las niñas comenzaron a llorar y patalear mientras gritaban que eso era mentira, otras solo estaban petrificadas al igual que Lincoln, quien a pesar de no llorar sujeto con fuerza la zona de su pecho donde estaba su corazón. Pero sin previo aviso un golpe lo arrojó hacia el suelo.

- ¡TU LO MATASTE! - gritó Lynn Junior a todo pulmón mientras se abalanzaba sobre su hermano y comenzaba a golpearlo.

-¡Lynn!, detente ahora mismo- ordenó Lori, pero la deportista no la escuchó.

Lori y Luna tuvieron que intervenir para controlar a Lynn Junior:

- ¡SUÉLTENME! - ordenó la castaña con lágrimas en los ojos y en cuestión de segundos derrumbándose.

Por su parte Lincoln se quedó en el suelo inconsciente, al verlo, Lisa pasó de estar congelada a ponerse en acción de inmediato, rápidamente se secó las lágrimas de los ojos y corrió hacia donde estaba su hermano, suplicando mentalmente que se tratase de un error, comenzó a medir sus signos vitales:

-No, no, no. No te vayas ahora hermano, ayúdenme a llevarlo a mi habitación ¡ahora!- ordenó la pequeña genio.

- ¡Lo siento!, yo no quería...- dijo asustada Lynn Junior.

Ronnie Anne se encontraba en su habitación borrando cada una de las fotos en las que aparecía junto a Lincoln, cada una era un doloroso recuerdo melancólico que quería dejar en el pasado, cuando estaba a punto de borrar la última, su mano comenzó a temblar, no era fácil hacerlo. En ese momento su hermano llamó a la puerta:

-Ronnie, ¿puedo pasar? -

La chica escondió su teléfono bajo la almohada y comenzó a secar sus lágrimas:

- ¡Pasa! - gritó La Niña.

- ¿Cómo está mi hermana favorita? - preguntó el chico mientras le llevaba un tamal oaxaqueño con atole de guayaba.

-Ya te he dicho que puedo ir a desayunar sola- contestó la mexicana con una sonrisa.

- ¿Ahora está prohibido consentir a mi hermanita? -

-Está bien, solo porque recordaste que el atole de guayaba es mi favorito-

Bobby sonrió y se sentó al lado de la pequeña:

-Se me hace extraño que Lincoln no haya venido, cuando estabas en el hospital él iba cada día a verte, incluso me quitaba mi turno-

Ronnie bajo la mirada mientras comía su tamal:

- ¡No lo recuerdo! - se limitó a decir La Niña.

-Debieras haberlo visto, pero no te preocupes, mamá pidió las grabaciones del hospital- el joven fue corriendo de forma entusiasmada por un viejo reproductor de discos sin escuchar a su hermana, quien le pidió que no lo hiciera. Y rápidamente comenzó a preparar todo para ver las grabaciones-

-Bobby en verdad no quiero ver…-

-Vamos Ronnie, ayer me la pase recortando el video para juntar las mejores partes, ¡no me digas que mi trabajo de edición de cinco horas fue en vano! - dijo el chico quien le puso play al video- ahí Lincoln estaba dormido, el pobre luego llegaba con unas enormes ojeras a visitarte, mamá le decía que no era necesario que viniera todos los días, pero ese chico puede llegar a ser tan terco como tú.

La mexicana observaba como Lincoln no dejaba de repetir su nombre mientras estaba dormido, algo que le pareció tierno, pero a la vez muy desgarrador por el estado de su rostro, el cual no había notado antes, luego siguió una parte en la que el chico le leía sus cómics:

- ¿Ya te conté que voy a trabajar con los escritores en la próxima película de Ace Sevvy?,si despiertas pronto, prometo crear un personaje solo para que tú lo interpretes- le decía el chico a Ronnie en el video.

Después siguió una parte en la que Lincoln le cantaba serenatas:

-Lincoln le pidió prestada su guitarra acústica a Luna-comentaba Bobby mientras reía- luego un doctor lo regañó por hacer demasiado ruido.

Ronnie comenzó a reír inconscientemente por las tarugadas de Lincoln, pero poco a poco comenzó a derramar lágrimas y a sentir una gran culpa en su conciencia. Su dolor no le había permitido ver cuánto la quería Lincoln, ahora comprendía que no era Stella la causa de que su relación con él no fuera igual, sino ella misma. Rápidamente se levantó de su cama y sin escuchar a Bobby, tomó su patineta para llegar lo más rápido posible a la casa Loud. No podía quedarse sin hacer nada, no después de... Ignorando a las personas y casi siendo atropellada en tres ocasiones, Ronnie comenzó a sentir dolor en la zona donde había recibido la bala. Finalmente vio a lo lejos una casa cuyo techo y jardín estaban llenos de juguetes y demás artículos que sólo podía tener una juguetería o una residencia con 11 hijos. Al llegar, golpeó la puerta como si de una emergencia se tratara, pues lo era para ella. Aprovecho el tiempo de espera para recuperar el aliento y reponerse del dolor en su costado. Necesitaba urgentemente ver a Lincoln, no sabía qué decirle, pero tenía que verlo. La puerta se abrió y para sorpresa de la chica, quien abrió fue Clyde que traía su inhalador en la mano, seguramente se encontraba jugando con Lincoln y por ello estaba en su casa. Ronnie entró sin esperar un segundo más y comenzó a buscar con la mirada a alguien:

- ¿Dónde está Lincoln? -

Lincoln estaba con sus "amigos" en el sótano, sus hermanas acababan de reclamarle por pedirles que ahorraran energía cuando ciertamente él no lo estaba haciendo:

-Significa que perderás el reto del oso polar para nuestra clase-

-Y significa que no deben vernos contigo-

-Y significa que tu vida social se irá por la ventana-

Algo extraño ocurría, estaba seguro de que él ya había vivido aquello, pero lo extraño es que todo lo veía en blanco y negro, ¿estaría soñando?, no era probable ya que todo parecía muy real para serlo. El chico cerró los ojos y al abrirlos de nuevo noto que ya no se encontraba en el sótano de su casa sino en el mirador de Great Lakes City junto a Ronnie Anne:

-Oye, ¿cuál es tu problema? - preguntó molesta Ronnie después de arrebatarle a Lincoln la sudadera amarilla que él le había regalado horas antes aquel día.

El Niño separó a la chica de su grupo de amigas para confrontarla:

-Ya sé lo que sucede, les dijiste a tus amigos que eres de las afueras en lugar de Royal Woods-

- ¿Qué?, eso es ridículo- contestó Ronnie.

- ¡No soy tonto, te avergüenzas por ser de Royal Woods! -

-Solo cállate Lincoln-

-Pues puedes hacer lo que quieras, pero yo no mentiré respecto de donde soy-

Lincoln entendía la razón por la que Ronnie mentía, ser una niña de raíces mexicanas podía llegar a ser complicado, sobre todo porque había personas que se sentían superiores a otras por la ridícula razón del color de piel, pertenecer a cierta nación o por su nivel económico de vida. A él nunca le había importado aquello pues al final todos eran seres humanos y no había razones válidas desde su perspectiva para que existiera la discriminación, pero la latina seguía sin comprender aquello, fue por ello que ella lo tomó bruscamente del brazo en un desesperado intento de detenerlo para evitar perder a sus amigos:

- ¿Porque tienes que arruinar todo para mí?, para empezar ¡YO NO TE PEDÍ QUE VINIERAS! –

Ronnie Anne escuchaba la explicación que a duras penas Clyde le daba y no podía creerlo, se apresuró a subir las escaleras sin que Clyde hubiera terminado de contarle y miro una escena muy desgarradora: la mayoría de hermanas de Lincoln estaban en el pasillo de la casa llorando sin ningún tipo de consuelo, algo incomoda se acercó poco a poco a la habitación de Lisa, que había sido acondicionada como una especia de cuarto de hospital. La pequeña genio se encontraba realizando quien sabe qué cosa de nerds, pero lo que llamó la atención de Ronnie fue que Stella estaba llorando sobre el pecho de Lincoln, los signos vitales del chico cada vez eran más débiles y en cualquier momento…. ocurriría lo peor. Ronnie estaba triste pero también enojada, quería estar junto a Lincoln, pero Stella se le había adelantado. La mexicana consideró la posibilidad de marcharse de ahí, aunque... no era momento de ser orgullosa, a pesar de que ver a Stella le producía un dolor semejante al de miles de quemaduras de tercer grado... lo cierto era que la filipina también estaba triste por Lincoln. Podía ver por su dolor que ella en verdad amaba al chico y tras un largo suspiro y mordiendo su lengua para no decir alguna tontería, se acercó a Stella para darle una palmada en la espalda:

-Tranquila, el patético se pondrá bien-

Stella levantó la mirada para verla con los ojos hinchados de tanto llorar:

- ¿De verdad lo crees? - preguntó con un débil susurro Stella.

- ¡Claro!, me debe 20 dólares y no se puede ir sin pagar-contestó la mexicana secándose las lágrimas.

Stella sin previo aviso abraza a Ronnie Anne, quien no esperaba esa reacción, sentía las lágrimas querer salir de nuevo de sus ojos, pero ya había muchas lloronas en la casa, alguien tenía que ser fuerte.
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-En realidad el libro es…- confesaba Lucy.

-Mío, no quería decirles porque sabía que se burlarían de mí- interrumpió Lincoln a Lucy.

- ¡Oh Lincoln!, por supuesto que nos burlaremos de ti, pero solo por el resto de tu vida- decía Lori en tono burlón.

-Estoy esperando a que lo hagan, ahora si me disculpan iré a decirle a…-

- ¡Papá!, fue Lincoln quien tapó el inodoro- gritó Lola.

-Lincoln, ¡estás castigado!, chicas, ya no están castigadas- gritó desde el primer piso el señor Lynn-

Ahora Lincoln se encontraba en la camioneta junto a su madre y sus diez hermanas atrás:

-Bueno, ¡no es hermoso!, ahora tendré que ir de compras a otra ciudad- decía con sarcasmo la señora Rita.

- ¡Lo siento mamá!, pero no todo es mi culpa- suplicaba Lincoln.

- ¡No quiero escuchar nada!, me dijiste que podías encargarte de las compras, pero es claro que no- le recriminó su madre señalándolo.

Lincoln ahora despertó en el jardín de su casa cubierto de hojas y con una ardilla en la cabeza, había pasado frío y todo su cuerpo le dolía por no dormir en una cama, ¡sin duda no había sido su mejor noche! Quiso entrar a su casa para desayunar, pero la puerta no habría:

-Oigan, creo que me dejaron afuera por accidente-

En ese momento un plato de cereal salió por la puerta del perro, ¡no había sido un accidente! Fue entonces que Lincoln comenzó a espiar a través de la ventana de la puerta el anuncio que darían sus padres:

-Tenemos un premio especial para ustedes, como la presentación de su padre salió tan bien-

-y los pacientes de su madre también-

-Pensamos en celebrar con un viaje a la playa mañana-

- ¡La familia irá a la playa mañana! - dijo Lincoln entusiasmado.

-Oh cielos, lo siento hijo, ¡tú no!, alguien podría toparse con un tiburón- le contestó su padre.

-Oh quedar atrapado en un torbellino- añadió Lynn Junior.

-Oh ser quemado por una medusa- dijo Luna.

-Oh, si eso pasa, yo pido hacer pipí en la herida- expresó Lana imaginando las posibilidades.

- ¿Qué les pasa a todos?, ¡sean razonables! - argumentó Lincoln.

-Eres de mala suerte Lincoln, ¡no puedes ir! - dijo Lola mientras cerraba la puerta del perro en la cara de su hermano.

Minutos después….

- ¡Atención familia Loud!, tengo una confesión que hacer, contraria a la creencia popular, no soy de mala suerte . Les deje creer eso para no tener que acompañarlos a sus cosas, fue una acción muy egoísta, tenemos que apoyarnos unos a otros. ¡De verdad lo lamento! - decía a través de un megáfono Lincoln a su familia desde el patio de la casa.

-Si no eres de mala suerte, ¿por qué después de que no fuiste, mi equipo ganó dos juegos seguidos y vamos a ir a la eliminatoria? - le contestó gritando Lynn Junior desde la ventana.

-Mantente lejos de la casa- agregó el señor Lynn cerrando una ventana junto con el resto de la familia.

Lincoln tuvo una idea para solucionarlo todo y parecía que había tenido éxito, Lynn Junior había ganado el juego y toda su familia celebraba:

-te importaría bola de pelo, es un momento familiar- dijo Lola al ver que alguien con traje de ardilla estaba junto a ellos.

-Pero soy yo, estuve aquí todo el tiempo, eso lo prueba, ¡no soy de mala suerte! - contestó Lincoln quitándose la máscara del traje de ardilla.

-No puedo creerlo, tienes razón, ¡wok Lincoln, de verdad lo siento! - se disculpó Lynn Junior mientras el resto de su familia lo rodeaba.

-Yo lamentó haber vendido tus muebles- dijo la señora Rita.

-Espera ¿qué? - preguntó asustado Lincoln.

Ya en la playa, con un sol abrasador, toda la familia Loud estaba en la playa:

-Bueno, mi familia ya no cree que soy de mala suerte, de hecho, ahora cree lo contrario-

-Oye Lincoln, ponte la cabeza de nuevo antes de que nos pique una medusa- ordeno Lola.

-Pero por desgracia, solo con el traje de ardilla puesto-

El Niño estaba harto de recordar, solo quería dormir, dormir para no recordar y no despertar más. Pero cuando levantó la mirada vio algo que lo empeoró todo, frente a él estaba la tumba de su abuelo, sin poder tolerarlo más, comenzó a llorar. Entonces, apareció el simbionte tomando la forma de su traje negro:

- ¿Por qué culparte?, nosotros no matamos al abuelo, ¡el mundo nos lo quitó!, el mundo nos quita todo lo que amamos. Ven con nosotros Lincoln Load, has nuestros nexos permanentes y seremos nosotros contra el mundo- el simbionte extiende su mano hacia el chico, quien después de unos segundos acepta la invitación y el simbionte comienza a adherirse lentamente a él:
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En ese momento la máquina que medía los signos vitales de Lincoln comenzó a emitir ruidos que erizaron la piel de todas los presentes, quienes se aproximaron al muchacho, pero fueron las gemelas quienes se subieron a la cama junto al cuerpo de Lincoln:

-No puedes morir, la gente grande como el abuelo muere, pero tú no eres más grande- decía Lana mientras movía a su hermano en un intento por despertarlo.

-Prometo ya no enfadarme contigo nunca más. ¡No volveré a gritarte!, pero por favor, ¡abre los ojos! - gritaba Lola, cuyo maquillaje de los ojos se le había corrido por las mejillas.

-No te vayas- suplicaba Lana- ¡Lisa!, tienes que hacer algo-la mecánica agita a la genio del cuello de su suéter.

-No puedo hacer nada- contestó Lisa bajando la mirada y con gran frustración confesó- ¡soy una inútil!

-Te haré una fiesta de té. Serás el invitado de honor- decía Lola mientras lloraba sobre el abdomen de Lincoln- ¿recuerdas?, me prometiste regalarme un vestido cuando ganara el concurso de Miss Universo. ¡Soy tu princesa!, ¡no puedes dejarme sola! -

-Tuve que enterrar a muchas mascotas, no es lindo, no…. ¡tú también no por favor! - Lana comienza a golpear débilmente el pecho de Lincoln, por lo que Lynn Junior interviene para apartarla.

-Necesito que me ayudes a peinarme-

-A llevar a sus citas con el veterinario a Charles-

-Que me dejes dormir contigo cuando haya una tormenta…-

-Que me animes cuando nadie más lo puede hacer…-

- ¡Te amamos! - dijeron ambas niñas al mismo tiempo.

Las gemelas comenzaron a hablar al mismo tiempo hasta que se quedaron sin voz y lágrimas. Ambas eran diferentes, una llevaba ropa de mecánica y otra de princesa y aun así sus llantos y dolor eran igual de desgarradores. Ninguna de las demás hermanas sabía cómo consolarlas, era una tristeza imposible de cubrir que se había arraigado en sus pequeños corazones, la única solución era que su hermano abriera los ojos, pero eso parecía casi imposible.
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En la mente de Lincoln, el simbionte casi se había adherido por completo al brazo del chico, cuando otra mano lo detuvo:

-Un momento-

El muchacho levantó la mirada y pudo ver a su abuelo, quien lo ayudaba a incorporarse:

- ¡Ya no te necesitamos más anciano! - le decía el simbionte con hostilidad a Albert.

- ¡Es una pena!, has envenenado la mente de mi nieto y ahora lo sanaré- Albert comienza a limpiar las lágrimas de Lincoln.

-Pero si eres mi abuelito…. eres mi abuelito, ¡abuelito! - decía Lincoln mientras sus labios temblaban- ¡Lo siento!, ¡lo siento mucho! -El Niño abrazaba muy fuerte a su abuelo en un intento por evitar que se fuera.

-No es tu culpa, este corazón no iba a ser eterno. Hijo, ¿recuerdas lo que te enseñe acerca del gran poder? - menciona el hombre colocándose a la altura de su nieto.

- ¡Si!, "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad"- contestaba Lincoln intentando tranquilizarse.

-Ahora que yo no estaré, será tu responsabilidad moral ser fuerte por la familia, Lincoln ¡tus hermanas te necesitan! -

- ¿Por qué ayudarlas cuando ellas nos han tratado como basura? - gritó furioso el simbionte- ¿no lo entiendes Lincoln?, te quiere engañar. Hemos hecho mucho por esta familia, pero ¿cómo nos han pagado? Con golpes, regaños y desprecio. Lincoln no tiene a nadie ni siquiera fuera de su familia, excepto a nosotros- el simbionte intenta adherirse de nuevo a Lincoln, pero el abuelo Albert lo impide.

-Yo tengo una opinión diferente- le contesta Pop-Pop al simbionte.

En ese momento Lincoln comienza a recuperar poco a poco la habilidad de ver colores de nuevo. El chico había reunido a todas sus hermanas en la habitación:

-Tal vez se pregunten por qué las reuní a todas aquí-

-Ah Si, tienes cinco minutos, literalmente tengo todo un guardarropa que empacar-

-No te molestes, ah, escuche otra conversación entre papá y mamá, (todas sus hermanas comienzan a quejarse), esperen, mamá y papá no eligieron a uno para que se quede, solo se desharán de uno, de mí, quiero darles mis atesoradas posiciones antes de…. ya saben… tener que irme- El Niño se inclina a la altura de su hermanita bebe- Lily, este es Bun-Bun, necesita dos abrazos al día y mantén sus orejas limpias- El Niño le entrega su conejo peluche a la más pequeña de los Louds- Luan, estos son mis cómics más raros- Su hermana mimo no los acepta- pero, ¡son edición limitada! -

-Ella no se los quedará por qué no vas a irte, ¡no vamos a dejar que mamá y papá te echen de aquí! - respondió Lori.

- ¡Claro que no te dejaremos ir!, eres nuestro único hermano- añadió Lana.

- ¡Vamos!, marcharemos hasta allá y le diremos a mamá y papá que te quedas- dijo Lori.

Lincoln parpadeo y ahora estaba en el patio frustrado, la maqueta sobre su familia que iba a exponer en clase y que le tomó tres semanas construir estaba destruida:

-Si termínate de auto compadecerte, tal vez podamos ayudar- dijo Lori

-Si, once manos son mejor que una- agregó Lynn Junior.

- ¿En serio?, ¿me ayudaran? - preguntó alegre Lincoln.

-Es lo que las familias hacen ¿no? - contestaron a la par las gemelas.

-Pero, tengo que entregar este reporte en 10 minutos, ¡y quedó destruido!, ¿qué pueden hacer ustedes? -

-En conclusión, en mi familia cada día es un reto, pero yo sé que cuando las necesite, mis hermanas siempre estarán para mí, todas ellas y claro, la vida en la casa Load puede resumirse, en una palabra: "caos", pero amo ese caos y no lo cambiaría por nada en el mundo- exponía Lincoln frente a toda su clase mientras sus hermanas tomaban el lugar de su maqueta destruida.

Ahora Lincoln estaba en el jardín de la casa con sus hermanas, quienes disfrutaban de su piscina nueva:

- ¿Me dejaran usar su piscina aun cuando las eché de la mía? - preguntaba Lincoln confundido.

- ¡Pues claro!, es más divertido con todos nosotros- le contestó Lynn Junior.

- ¡Resulta que una piscina y básicamente todo lo que es grandioso en la vida, es más divertido cuando todos son parte de eso! - hablaba Lincoln con la audiencia.

Ahora Lincoln estaba con todas sus hermanas frente a sus padres en la sala, en el día de su aniversario:

-Vamos chicas, dejemos que Lincoln les dé su perfecto regalo- decía Lori molesta.

En ese instante los señores Loud abren el regalo de su hijo, el cual era una fotografía de todos los hijos juntos, pero no mostraba a una familia ejemplar, sino a 11 hijos con su típica forma de ser tan... Loud.

-Lincoln, ¡es maravilloso!, es el mejor regalo que hemos recibido- decía su madre con lágrimas en los ojos.

-Quedará sobre la chimenea desde ahora- mencionó el señor Lynn mientras colgaba el cuadro.

-Lincoln, cabeza hueca, ¡le diste la foto equivocada! - le recriminaba Lola.

- ¡No!, les di la correcta, a la que muestra a las verdaderas, ¡las perfectas ustedes! -

En ese momento todos la abrazan y le dicen: ¡Gracias Lincoln! Después de eso, Lincoln despierta y ve que está en su habitación nuevamente:

- ¿Qué está pasando?, ¿estoy soñando? -preguntó Lincoln y después sus hermanas entraron a su habitación.

-No tonto, te cambiamos mientras dormías- le contestó Lola- bueno Lynn y Lana lo hicieron-

-Nos mudamos de nuevo a nuestras habitaciones- dijo Leni.

-Pero creí que las nuevas parejas funcionaban bien para todas- contestó Lincoln.

-Así fue hermano, pero oímos que ibas a sacrificarte por el equipo y pensamos que todos podíamos ser felices- respondió Luna.

-En lugar de cambiar de habitaciones, podemos esforzarnos un poco por cambiar nuestra actitud- añadió Lana.

Ahora Lincoln está en el recuerdo donde quería impresionar a Stella y cambio de apariencia creyendo que así lo conseguiría:

- ¿No querían cambiarme? - preguntó Lincoln

-No, queríamos saber ¿por qué tú habías cambiado? - le pregunta Lori.

-Es que, es que creí…-

-Lincoln, ¡eres perfecto tal y como eres! - le dijo Leni.

-Eres gentil-

-Estás a la moda-

-Tú rockeas-

-Eres divertido-

-Eres fuerte-

-Eres complejo-

-Eres alto- ambas gemelas

-Eres listo-

-Ese e icon Loud-

Ahora Lincoln miraba el techo de su habitación, estaba triste por perderse su concierto favorito, pero entonces sus hermanas le prepararon una sorpresa: con vestuarios, instrumentos, su banda favorita y mejores amigos, darían un concierto dedicado a el:

-"Lincoln Loud, ¡mejor hermano no podrá hallar!"-

El chico abrió los ojos y vio a su abuelo a su lado y al simbionte frente a él:

-Pop-Pop tiene razón, ¡no estoy solo en esto! y no voy a dejar de ser lo que soy para volverme un amargado- habló con firmeza el chico al simbionte.

- ¡No puedes rechazar lo que ya eres! -reprochaba el simbionte con ojos asesinos.

- ¡Ve por el hijo! - menciona Albert mientras se aleja.

En ese momento aparece Lincoln con su ordinario y aburrido traje rojo y azul, ¡el verdadero spider-kid había regresado! y empezó a pelear contra su versión maligna.
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La máquina que medía los signos vitales estaba a punto de indicar que Lincoln por desgracia había muerto, todos en la habitación rogaban por un segundo más para poder despedirse, pero para su sorpresa, la máquina comenzó registrar nueva actividad:

- ¿Qué sucede Lisa? -preguntó confundida Lori.

La genio observaba los datos y no podía darle una explicación científica a lo que ocurría:

- ¡No lo sé!, supongo que... Lincoln se está aferrando a la vida- contestó sin otra respuesta Lisa.

-Vamos hermano, ¡tú puedes! - gritó en forma de petición Lynn Junior mientras apretaba la mano de Lincoln con sus propias manos.

- ¿Seguro que no te quieres ir? - preguntó spider-kid.

- ¿Irme?, ¿en dónde crees que estamos? - el simbionte desaparece.

Mientras el héroe lo buscaba, enormes tentáculos toman al chico de pies y manos y comienzan a arrastrarlo hacia el simbionte, que ahora había tomado la forma de una cabeza gigante:

-Hemos echado raíces en la mente y alma de Lincoln Loud, no te molestes en resistir, ¡no hay lugar donde puedas esconderte! - se burlaba el simbionte.

Cuando el chico estaba a punto de ser arrastrado por completo a la oscuridad, su abuelo lo tomó de la mano para rescatarlo:

-El no necesita esconderse, ¡es más fuerte de lo que crees! - gritó Albert

-Por mis hermanas, por mis padres y por todos mis seres queridos, ¡no perderé! y prometo que acabaré contigo, parásito en forma de lodo-

Spider-kid comienza a romper las conexiones que lo ataban al simbionte:

- ¡No hagas eso, solo queremos ayudarte, estar contigo! - suplicó el simbionte.

-Lo siento, pero no somos una buena pareja. Sé lo que eres y lo que necesitas. Te alimentas de las emociones negativas, pero ahora morirás de hambre- Lincoln destruye la última conexión entre ambos.

El simbionte vuelve a tomar la forma del traje negro y comienza a atacar a spider-kid, pero es incapaz de tocarlo, por el contrario, era el chico quien le daba una magistral paliza, hasta que finalmente, el traje negro se consumió por completo dando un escalofriante grito de dolor. Spider-kid se quita la máscara y abraza a Pop-Pop por última vez:

-Gracias abuelito, ¡te voy a extrañar mucho! -

-Yo también hijo, pero no olvides que siempre estaré a tu lado-
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En ese instante Lincoln despierta y comienza a mirar a su alrededor:

- ¡Mi cabeza! -

-¡Lincoln!- gritaron todos al mismo tiempo.

Todos en el cuarto comenzaron a celebrar de la emoción, algunos saltaban y otros lloraban mientras abrazaban a Lincoln. Lisa revisaba la actividad cerebral de Lincoln, así como su organismo, pero por más que lo intentaba no podía encontrar al simbionte, que al parecer había desaparecido. Stella no aguanto más y beso a Lincoln frente a todos, incluida Ronnie Anne, quien se tuvo que regañar a sí misma para no llorar frente a todos y seguir sonriendo. Debía concentrarse en lo positivo, la persona a la que más amaba estaba bien y eso debía ser suficiente para que fuera feliz.

-¡Ronnie!- gritó sorprendido Lincoln al verla- ¿tu? estás aquí.

-Si…. alguien tenía que evitar que esta casa se derrumbara- mencionó la chica con una pequeña sonrisa y levantando su pulgar.

En ese momento, Lincoln dibujó una sonrisa en su rostro, pero esta desapareció al ver a su hermana Lynn en la zona más alejada de la habitación intentando no llorar:

- ¡Lynn!, podrías venir por favor- pidió el pelinegro.

Lynn Junior se asustó por esa petición de su hermano, en verdad estaba muy apenada, Lincoln casi había muerto por su culpa. Pero, en esas circunstancias, ella no podía rechazar ninguna petición del niño, por lo que se aproximó a él esperando a que les gritara frente a todos, quizá con ello su conciencia dejaría de atormentarla. Sin embargo, cuando ella se acercó lo suficiente, Lincoln la tomó por el cuello y le dio el abrazo más fuerte de toda su vida. Ella lo miró extrañada, pero al sentir de nuevo el carisma de su hermanito, el cual había sido sustituido por hostilidad en los últimos días, ella correspondió el abrazo:

- ¡Siento haberte golpeado!, yo solo…. no se...-

-Lynn, me lo merecía, había actuado como un patán en los últimos días con todas ustedes-

Lynn comenzó a llorar, pero ahora de alegría, aunque al recordar que no estaban solos en la habitación rápidamente se alejó de su hermano:

-Creo que prefiero al Lincoln cool que al cursi- se limitó a decir la deportista sonrojada y cruzándose de brazos.

- Pero ¿qué fue lo que ocurrió?, ¿qué le pasó a Lincoln? No creo que los golpes de Lynn lo hayan dejado en ese estado, ¿o sí? - cuestionó confundida Luna.

Lincoln comenzó a ponerse nervioso, ¿cómo les explicaría a todos lo del simbionte?, ¿acaso había llegado el momento de revelarles su identidad como protector de Royal Woods al resto de sus hermanas y a sus mejores amigos?, aún no se sentía preparado para aquella charla, aunque no fue necesario ya que su pequeña genio lo ayudó.

- ¡Negativo!, el shock por la noticia del abuelo debió ser muy fuerte para nuestro hermano, el ataque de nuestra hermana solo debió ser el empujón para que el frágil estado de salud de Lincoln se quebrara- se apresuró a contestar Lisa.

En ese instante, la sonrisa de todos se borró al recordar que su abuelito ya no estaba con ellos. ¿Cómo estaría mamá?, papá la había acompañado en lo que ellas se quedaban con Lincoln. Nuevas lágrimas recorrieron los rostros de todos los Louds.

- ¡Chicas!, sé que no es el mejor momento, pero quiero pedirles una disculpa, siento mucho todas las cosas horribles que les dije e hice- mencionó el chico bajando la mirada.

Todas sus hermanas lo vieron con una mezcla de tristeza y alegría:

- ¿El perdedor en versión malvada?, eso hubiera sido divertido de ver- habló Ronnie con burla, pensando que no podía ser tan malo y tratando de aligerar el ambiente.

- ¡No lo creo!, parecía una combinación de la berrinchuda de Lola, la escalofriante de Lucy y la agresiva Lynn Junior- se apresuró a contestar Clyde.

-¡Oye!- gritaron las tres hermanas mencionadas mientras veían al amigo de Lincoln con molestia y amenazándolo con sus puños. A lo que este solo se acercó a su amigo para estar a salvo.

Lincoln estaba rojo como un jitomate, no quería que su novia y mejor amiga lo vieran como un monstruo, por lo que se cubrió la cara con una almohada, a lo que todas comenzaran a reír entre lágrimas. A pesar de que Pop-Pop había muerto, seguramente a él no le hubiera gustado ver a sus nietos tristes, tal vez habían perdido a su abuelo, pero también habían recuperado a su hermano y por lo menos por unos minutos, eso aliviaba el dolor en sus corazones. Lily se subió encima de Lincoln y le dijo:

- ¡Qué bueno que volviste Icon!- reía la pequeña

-Si Lily, ¡ya regresé! - dijo con un gran respiro el chico mientras cargaba con dificultad a su hermana.

Algunas horas después, Lincoln se miraba en el espejo del baño mientras se alistaba para ir al funeral de Pop-Pop. Se sentía bastante cansado y todo el cuerpo le dolía como si hubiera corrido un maratón, pero no era nada a comparación de la tristeza y culpa que sentía, estaba a punto de llorar cuando alguien ingresó al baño:

- ¡Regresaste al blanco! - mencionaba ¿? al mirar el cabello de Lincoln.

-Leni me ayudó a quitarme el tinte- contesta el chico- oye, ¡siento mucho lo que te hice!, yo...

-Olvídalo, no hay por qué hablar, lo del agua al agua o entierra el pasado o como se diga. ¡Me alegro que estes mejor!, ¡eso es lo importante! -interrumpió ¿? a Lincoln mientras revisaba su maquillaje en el espejo.

En ese momento Stella toca la puerta del baño:

-Conejito, ¿ya estás listo? -

- ¡Ya voy!, te esperamos en Camionzilla- le dijo el peli blanco a La Niña para después dejarla sola en el baño.

- ¡Nos vemos pronto!, spider-kid- decía la joven mientras sus ojos se tornaban por completo de color negro y se dibujaba una sonrisa terrorífica en su rostro.

Continuará...