Ch.22: Seres estúpidos y crueles.

- "Hey, estoy cuerdo" – Personajes hablando normalmente.

- (Tal vez no tanto) – Pensamientos.

Disclaimer: El mundo, razas, conceptos, artilugios y personajes presentados pertenecen a Kenkou Cross, Rick Veitch, Garth Ennis, Pat Mills y Kevin O'Neill, Heart Machine, Goichi Suda (Suda51), entre otros. No soy dueño de nada.

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Las llamas avanzaban salvajes como la lengua carmín de un dragón...

Dragon desconocido en estas tierras de lujuria y amor, un lagarto ficticio encarnado en un hombre de mascara verde con faz furiosa de demonio, cuyas botas de suela dura no hacían más que pisar los cadáveres groseramente y sin pudor.

Y así el resto de sus seguidores en trajes verdes.

El incendio consumía cada pilar o soporte de madera, el humo oscurecía la noche estrellada y llenaba de hollín cada centímetro de los edificios cercanos... Eran las sombras de la muerte cercana, de esa muerte indiferente y carente de significado...

Los monstruos, o Mamonos, corrían aterrados, la lluvia de hierro caliente los despedazaba, las llamaradas que salían de las bocas de armas plateadas los marcaban de por vida y aquellos disparos de luz roja que superaban en temperatura a fulgores ardientes... Los desintegraban.

Una mirada a un infierno tan cercano al tradicional y clásico.

¡Oh, Polove!, tu destino se acerca a manos de un enemigo extraño de lejanas tierras, de extraños cielos y de extraños saberes, ¿Qué hiciste para merecer esto?

Y la terrible respuesta es... Porque estaban ahí, en el momento y el lugar incorrecto.

Ellos, el enemigo, no tenían cuentas pendientes con ninguno de los habitantes nativos de ese reino, de hecho, solo habían sido enviados para cazar a una sola persona por órdenes de su cruel líder en las sombras...

Lo hacían porque querían, porque amaban esta sensación tan nostálgica de la guerra, de las masacres, de los aires que traían consigo los grito y lamentos, del olor a la sangre fresca y carne quemada, del pequeño gusto metálico que dejaban las gotas de líquido vital ajeno que se deslizaban entre sus labios hasta llegar a la lengua.

¡Oh, Polove!, estas muriendo...

Las balas volaban atravesando la carne de monstruos de diversas especies, desde Ghouls que corrían para intentar hacerle frente a la amenaza y morir de heroísmo e idiotez hasta Grifos que volaban a buscar a sus pequeñas hijas y esposos solo para terminar acribilladas en pleno vuelo.

¡Oh, Polove!, que mala suerte...

Los cañones rugían a cada disparo y el líder de estos enemigos de otro mundo avanzaba con su lanzacohetes reposando en un hombro y disparando con una Intratec TEC-9, tenía buena puntería pues corazón, pulmones y cerebro eran los únicos tres destinos en los que las balas reventaban en explosiones rojas.

Este demonio que usaba una chaqueta verde con una extensión en el hombro parecido a una capa, cuya cara estaba envuelta por una máscara verde con expresión enojada con la frente y el cabello bien cuidado expuesto, y que debajo llevaba una camisa que tenía impreso las palabras "Bombardéame lentamente" recibía el nombre de Suicida, el furioso líder la pandilla "Gangreen", oriunda de San Futuro.

Veteranos expertos en armas de fuego y munición explosiva...

- "A-ayuda..." - Gemía un Incubo con múltiples agujeros de bala en los brazos, piernas y cintura baja. No tenía esperanzas. El líder de Gangreen lo vio, podría acabar con el de unos cuantos disparos, pero él tenía otra cosa en mente...

La mano dura y callosa se acercó a la cabeza de su debilitada victima hasta agarrarla de los pelos mientras posaba la resistente suela de su zapato en la espalda. El quejido se escuchó por todos lados e increíblemente resaltaba entre los muchos otros sonidos de desgracia y masacre que el resto de sus subordinados estaban produciendo con sus victimas, Suicida hacia fuerza jalando la cabeza hacia tras mientras con su suela aplastaba el tórax del Incubo.

Eran fuerzas en direcciones contrarias, solo había un resultado inevitable...

- "¡Ahhhggg, diosa!" - Era un grito adolorido que se escurrió de entre los labios del monstruo, el intentaba librarse, incluso había movido sus extremidades heridas intentando dañar a su verdugo. Su espalda crujía, la piel se estiraba, sus músculos se desgarraban, a los pulmones les faltaba aire, su sangre corría acelerada como bólido en autopista, sus pupilas se perdían detrás de sus parpados pero el dolor seguía. - "¡Ahhhggggggg!" -

¡CRACK!, ¡SHAK!, ¡SPLAT!

La espalda fue triturada, la carne cedió rápidamente y la piel presento agujeros chorreantes de sangre, Suicida no se iba a quedar solo con esto, aplico más fuerza y la cabeza junto al cuello fue arrancada del resto del cuerpo.

El rio de sangre no se hizo esperar y los 5 litros de sangre brotaron como si de un manantial se tratase.

Y no contento con esto, el hombre de mascara verde arrojo la cabeza a una pared con tanta fuerza que reventó soltando todo su contenido y dejando un horrible recuerdo de lo que alguna vez fue un ser vivo.

- "¡SOLO HAY MARICONES Y ZORRAS, SOLO MARICONES Y ZORRAS!" - Gritaba eufórico mientras disparaba a cada cosa que veía que se movía hasta que la pistola acabo su munición, tiro el arma y recogió del suelo un pedazo de metal con el que azotaba fuertemente en la cara a cualquier victima suya. - "¡DIVIERTANSE CON ESTAS MIERDECILLAS, ASESINENLOS, NO DEJEN A UNO SOLO VIVO, DEMUESTRENLES LO HEROICOS QUE SOMOS!" -

Sin usar el lanzacohetes pues solo lo iba a utilizar en cuanto se encuentre con Colt...

Detrás suyo, en frente y a sus lados el color rojo contaminaba lentamente el reino...

Hombres en trajes verdes acababan con la vida de los habitantes, uno de ellos usaba dos hachas plateadas con las que desmembraba ágilmente y sin distinción a los monstruos, otro usaba una ametralladora con cada Mamono mientras se alzaba volando por los aires, la bandera americana que uno de los pandilleros usaba como mascara era manchada con la sangre de un cuerpo que el mismo había hecho explotar, otro con mascara de tela negra expulsaba llamas ardientes del cañón de su arma...

Y así había muchos más, los láseres calcinaban mujeres de diversas especies, las palas hacían explotar cráneos de Íncubos y las risas de Gangreen al ver a las niñas siendo quemadas en la enorme hoguera comunal en la que Polove se estaba volviendo lentamente.

Lamias achicharradas, Gandharvas asadas, Ghouls cortadas en bistec, Khepris agujereadas...

Parecía el infierno, las llamas, los cadáveres, los gritos... Y, por supuesto, a Suicida le encantaba, era un éxtasis de violencia sin sentido, un orgasmo de odio sin igual y una venida sanguinolenta.

- "¡OVERDOSE, MORGUE!" - El líder grito a sus allegados más cercanos, los colores oscuros del primero distaban mucho de los tonos verdes del resto de miembros, era un traje completo de cuero con una imagen roja de una jeringa en el pecho, tenía lentes negros y en una mano tenía una gigantesca jeringa con la que había atravesado el pecho de un guardia; el segundo tenía un cuerpo cubierto completamente en un traje verde con un contorno de cadáver blanco en el tórax junto a una máscara que aparentaba una cara arrugada e inexpresiva, en una mano tenía una pala con la que había arrancado la cabeza de una Esfinge. Ellos prestaron atención a su jefe. - "¡OVERDOSE QUITALES SU SANIDAD CON TUS HABILIDADES!, Y TU, MORGUE, ¡OCULTATE!" -

Ambos hicieron caso, el primero fue Morgue, el cual retrocedió y se perdió entre la destrucción. Fue entonces que le toco a Overdose hacer uso de su habilidad con la que su gigantesca jeringa se ilumino de rojo, corrió hacia una pareja conformada una Grifo y un Incubo que lo veían aterrados, el alzaba la punta hueca hacia uno de ellos, no era para matarlos, pero si intentaba realizar una incisión.

La aguja estuvo a punto de tocar la piel de la mujer emplumada, pero justo en ese instante...

¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!

Ocurrió una explosión en un área cercana por donde ellos habían entrado, ese sonido llamo la atención de todo Gangreen que solo pudo ver como se alzaba la columna de humo negro por el cielo. El incendio continuaba, pero los disparos pararon y ellos centraron toda su atención en aquello desconocido.

Las venas de los ojos de Suicida se dilataron a la vez que sus cejas se fruncieron, todo esto mientras su cerebro se llenaba de ideas caóticas y pensamientos enfurecidos, Godshine solo le había dicho de las máquinas y de ese otro grupo de papanatas que enviaron a morir, ¿Quién coño había provocado esa otra explosión?

No tardo mucho en averiguarlo...

De entre el humo y el fuego se alzaban múltiples sombras, tal vez 30 o mas, la gran mayoría eran formas oscuras humanoides de distintos tamaños que poco a poco se retiraban de la humareda y mostraban sus pieles de metal plateado o con sus superficies pintadas de colores como el rojo, el amarillo y el negro.

Hombres y mujeres cuyos brazos eran garras o ganchos afilados, algunos tenían cañones en lugar de manos, al lado una mujer tenía escasa ropa y senos metálicos que se abrieron de en medio mientras sacaba un pequeño cañón cada uno, otro tenía un cuerpo casi completamente plateado a excepción de su cabeza y en su entrepierna salía un enorme cañón de artillería, había uno más que tenía la barbilla de hierro y sostenía ametralladoras en ambas manos con uniones metálicas...

Pero la figura más impresionante era la de su líder, un gigantesco hombre de más de 2 metros de altura, con una musculatura exagerada cubierta por cicatrices y suturas que por momentos caía en la deformidad, de cabeza calva y triangular que recordaba a un simio poco evolucionado, con una boca enorme de dientes cobrizos que recordaban a balas de perforación. Sus manos y pies eran de adamaro puro, sus tendones artificiales plateados en su inicio y en su final se tornaban del color de su piel callosa y junto a estos en sus muñecas salían unos enormes filos de casi un metro y medio.

En definitiva, eran los California Bastards, los bastardos de california.

Suicida vio esto, su sangre comenzó a hervir y sintió un enorme deseo de aplastar los cráneos de esos soberanos hijos de puta, de esos discapacitados de mierda a los que les clavaria barras de metal en sus caras, esos lame traseros plateados...

El líder de Gangreen los conocía muy bien.

- "¡ACABEN CON ESOS BASTARDOS!" - El rugido de Suicida reboto por todo el lugar mientras preparaba su lanzacohetes, sus fieles seguidores apuntaron sus pistolas a los hombres maquina mientras que aquellos que tenían armas cuerpo a cuerpo comenzaron a correr hacia ellos. - "¡DESTRUYAN A ESOS MALDITOS INVALIDOS DE MIERDA!" -

Y con esa barbaridad dicha por la maravilla de mascara verde se inició la batalla... California Bastards contra Gangreen, Gangreen contra California Bastards, ¿Quién derramara más de su propia sangre? o ¿Quién derramara más sangre ajena?

Los bastardos comenzaron a activar sus armas, las garras se hicieron más grandes, los cañones liberaban luz en preparación a disparar, las bocas se abrieron para vociferar groserías que harían que incluso un camionero se sonrojara, y finalmente sus piernas se movían, primero dando pasos cortos pero preventivos para después convertirse en una carrera enloquecida mientras disparaban a toda dirección y rebanaban el aire con las navajas en sus manos.

Por suerte, la puntería certera de los miembros de Gangreen les ayudo a darles un fin rápido a 4 miembros de esos hombres de metal y a su vez los bastardos de california decapitaron a 5 pandilleros de Gangreen con sus garras...

- "¡TU, BASTARDO!" - Suicida vociferaba mientras señalaba al sujeto enorme con apariencia de gorila y posteriormente se colocaba el lanzacohetes en posición de apunte y ataque. - "¡SOLO HAY UN LUGAR PARA UN HEROE EN ESTA CIUDAD DE CAGADA!" -

- "¡SUICIDA, PEDAZO DE MIERDA!" - Grito el líder de la banda rival con una voz estúpida, pero a la vez extrañamente afeminada, sus botas y el pequeño pantalón rosados no ayudaban en nada. - "¡TRAIGAN ESA MALDITA CHATARRA!" -

Por supuesto, el mandamás de Gangreen no presto mucha atención a lo que decía y estaba a punto de disparar... Hasta que escucho eso...

¡VROOOOOOOOOOMMMMMMMM!

Suicida bajo su arma mientras sus ojos se perdían en la sonrisa satisfecha del bastardo, era el sonido de un motor, y no cualquier motor...

La maravilla de la máscara verde apretó los dientes y su mirada se volvió roja, ese maldito hijo de puta...

- "¡TRAGA NITROGLICERINA, BASTARDO!" - Con una potente exhalación había dicho eso, apunto nuevamente y detrás de la mira pudo ver como una enorme sombra salía de entre el humo oscuro, era rectangular en su gran mayoría, de aproximadamente 5 metros y medio de largo más 2 metros extras por una especie de cosa plana en la parte frontal, lo que sí pudo notar era la torreta controlada por un hombre de hierro encima de la cabina, los propulsores en la parte trasera y los dos pares de ruedas enormes. - "¿pero que mierda?" -

Era un puto automóvil acorazado, de parachoques reluciente, con las ventanas cubiertas por placas gruesas y con pequeñas aberturas para la vista. Esa cosa plana que tenía en su parte frontal era una maldita sierra eléctrica de 2 metros de largo.

A un lado se leían las palabras "Chainsaw Massacar", era el modelo de la máquina, un auto creado por genios automotrices enloquecidos con una gran imaginación caótica.

- "¡ATAQUEN A ESA JODIDA COSA!" - Fue la orden repentina de Suicida a sus subordinados, el no tardo en disparar y el proyectil propulsado recorrió la distancia hasta su objetivo en unos cuantos segundos, apenas y dejo unos cuantos rasguños cuando exploto contra las duras capas metálicas de 5 centímetros de grosor. - "¡MALDICION, JODER!" -

La boca del gran bastardo se deformo una mueca que supuestamente era una sonrisa, lo cierto es que su cara se parecía más a la de un simio enfurecido. El hizo un ligero movimiento de manos, evidentemente era una señal.

Fue entonces que el sujeto de la torreta acciono el mecanismo de disparo mientras apuntaba al grupo de hombres vestidos de verde, las largas filas de balas a un costado comenzaron a moverse aceleradamente, el tintineo como de pequeñas campanas se escuchó cuando los casquillos vacíos chocaban con el suelo fracturado.

Múltiples llamaradas salían del cañón plateado y junto a estas disparaban los proyectiles a altas velocidades, soltando silbidos en el aire, atravesando los uniformes y las pieles de Gangreen.

Los pocos pandilleros de Gangreen que quedaban y el mismísimo Suicida avanzaron disparando contra los hombres máquina, no importaba si morían acá, ellos aun tenían a Morgue.

Los disparos iban y venían, penetrando la carne y el metal, algunas balas incluso se incrustaban en las paredes de roca de los edificios aledaños, y por supuesto, ninguno de ellos pasó por alto a los Íncubos y las Mamonos pues las pocas de estas criaturas que se hallaban cerca también recibieron su porción de plomo de manera gratuita.

La masacre continua entre ellos y los demás...

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Mientras todo lo anterior aun ocurría...

La biblioteca de Polove es un lugar predilecto para la obtención de información y libros de todo tipo...

¿Quieres leer una pieza de literatura Mamono?, ve a la biblioteca de Polove, ahí tienen una de las colecciones de novelas eróticas más completas con autoras tan famosas y tan de culto como Hipólita Athanasiou, escritora del cuento infantil "La loba y el caballero de la caperuza roja" o la trilogía de novelas de romance "Sexo a la Amazona", y Mirai Kawaguchi, autora de poemarios como "365 monstruos, 1 hombre" o la saga épica "La pluma del Cuervo Tengu".

¿Quieres información detallada de la botánica o de algún campo de estudio en particular?, la biblioteca de Polove es la respuesta, Saphirette recibe los ensayos y escritos de muchos investigadores en diversas áreas. Hay muy buenas compilaciones de cremas y brebajes que aumentan la producción de esencia masculina o que aumentan el tamaño de los pechos de las esposas.

¿Quieres leer algún libro sobre algún tipo de magia extraña?, definitivamente tienes que ir a la biblioteca de Polove, son el tercer lugar con la mayor concentración de información sobre hechizos, encantamientos y maldiciones, superando a la biblioteca de Welsple y solo siendo superada por los Sabbaths de Runya Runya y de Bapho-sama.

¿Quieres leer la enciclopedia de chicas monstruos?, bueno, esos libros están muy extendidos en los reinos demoniacos y se pueden conseguir en cualquier librería a módico precio, ¡pero tengan por seguro que podrán hacerse de una copia oficial en la biblioteca!

Pero dejando de lado todo el acervo cultural y literario que este sitio poseía...

La habitación principal de este centro del conocimiento y cultura Mamono es hermosa, con anaqueles repletos de libros de distintos tamaños, colores y grosor, con vitrales azules, verdes y rojos con detalles exquisitos que posiblemente pertenezcan a una corriente artística propia de esa región, toda la habitación se mantenía en arcos conopiales y pilares corintios con detalles de hojas amplias, claro, sin olvidarnos de los exquisitos grabados de parejas fornicando en las paredes.

La iluminación provenía del techo y de ciertos pilares, de candelabros y lámparas doradas con llamas mágicas que acentuaban ciertas sombras...

Era un ambiente mágico que recordaba a la vieja arabia, si tuvieran un mirador que permitiera ver los techos de las casas iluminadas y el cielo estrellado seria perfecto...

Lamentablemente este lugar encantador dejaría de serlo en unos instantes.

¡TA, TA, TA, TA, TA, TA!

Sonaron los múltiples disparos de tres drones liberados de un Sentient de tipo Summoner, ninguno logro acertar a su objetivo y los papeles llenos de párrafos eroticos hermosamente escritos volaron por los aires completamente descuadernados.

¡SLASH!

El silbido del aire al ser cortado por la guadaña de plasma de un Sentient de tipo Reaper se escuchó muy cerca, pero al igual que los disparos, fallo en cortar por la mitad a su víctima y a cambio un estante fue partido a la mitad sin problemas.

¡ZAP, BOOM, ZAP, BOOM, ZAP, BOOM!

Las esferas de energía concentrada fueron creadas al momento y arrojadas por el Sentient de tipo Sorcerer que flotaba por los aires, y como es de esperarse, cada bola energética fue esquivada fácilmente por el hombre que perseguían y muchos pedazos de los finos adornos de la edificación cayeron al suelo.

¡BOOOOOOM!

La explosión fue provocada por una flecha explosiva del Sentient de tipo Archer, ese explosivo arrojadizo estuvo a punto de acabar con su presa y por unos milímetros paso cerca de su oído derecho, los bellos vitrales se rompieron, libros fueron carbonizados y pilares cayeron...

¡Adiós, biblioteca de Polove, fuiste buena mientras exististe!

- "¡Maldición, esa estuvo cerca!" - Exclamo el objetivo de los Sentients al sentir las llamaradas y la onda de choque provocada por la enorme explosión que daño a cientos de libros con títulos reconocibles entre las Mamono como "¡Mi hermanita Bahomet no puede ser tan linda!" o "Mi pequeña Bicornio, la magia del erotismo".

Él no podía atacar ya que tenía ambas manos ocupadas con "cosas" muy importantes...

- "¡No quiero morir!" - Se escucho la voz agitada de un hombre.

- "¡Calma, calma, saldremos de esta, amor- digo, compañero!" - Intento calmarlo una pequeña vocecilla que casi era ahogada entre todo el sonido de destrucción y gritos aterrados.

- "¡La que te va a matar voy a ser yo!" - La voz furiosa de otra mujer contesto de muy mala gana a los gritos de auxilio del hombre. - "¡Mira cómo están destruyendo a mi amada biblioteca!" -

- "¡Perdóname, no sabía que esto podía ocurrir, lo digo en serio!" - Contesto el tipo.

- "¡Déjame ahorcarte, maldito hijo de-!" - Ella casi usaba su extenso vocabulario de palabras altisonantes.

- "¡CALLENSE, JODER!" - Rugió con rabia el sujeto que cargaba al hombre asustado y a ambas mujeres, aparentemente él se había hartado de todo el ruido que provocaban por una pelea que a él le importaba poco. - "¡ESTOY INTENTANDO CONCENTRAME Y QUE NO SEAMOS ASESINADOS AQUI MISMO!" -

- "P-pero mi biblio-" - Intento hablar la mujer furiosa solo para ser recibida con una mirada fría y terrible del sujeto pelirrojo que los llevaba entre sus brazos. - "Bueno, me callo" -

Y los tres al fin estuvieron en silencio. Ellos eran esas "cosas" de mucha importancia.

¡¿A quién demonios perseguían estas biomaquinas del infierno?!, la respuesta es muy fácil...

A Elt Seviteur, también conocido como Bullet Colt, el cual llevaba cargando al autor de la enciclopedia con su brazo derecho y a su ayudante hada Ann en la mano de ese mismo brazo, y a una furiosa Saphirette Spherica con su brazo izquierdo.

Elt dio un respiro y siguió tratando de evitar morir mientras buscaba un lugar por donde escapar.

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Tengo algo que decir a quien quiera que sea el que está arriba en los cielos...

¡Gracias por el silencio y jodete por meterme en esta situación!

Agradecí a cualquier otro dios o diosa que no fuera la diosa de la Orden y la diosa Caída, con el resto de las divinidades no tengo problemas... Por ahora.

- "Mierda" - Susurre al sentir como mas biomaquinas se unían en la persecución, no lo había visto, pero lo podía sentir... Y eso era aterrador, sabia como pelear contra esas cosas pero de todas maneras eran incansables y aprendían rápido.

Corría veloz, con el sudor empapando mi frente y la sangre en llamas por la adrenalina recorriendo cada vena y arteria hasta mi corazón, sentía a mis ojos hincharse por la presión sanguínea y mis dientes chocar entre ellos con toda la fuerza de mi mandíbula.

Incluso mis bolas estaban retraídas y tenía una erección, tal vez la emoción del peligro o el mana Mamono, posiblemente lo segundo.

Respiraba agitadamente a la vez que miraba de un lugar a otro a los cúmulos de libros ordenados por temas, pude ver de reojo a dos Sentients cuya piel artificial y metálica brillaba al pasar cerca de las flamas mágicas.

Los malditos se movían encima de los estantes con la agilidad y ligereza de un acróbata, eso definitivamente me causaría dificultades para disparar... Claro, eso me importaría si tan solo no estuviera imposibilitado de atacarlos debido a la "carga importante" que llevo entre manos.

Mire de reojo a Cross y note su mirada perdida con las pupilas en el horizonte ficticio, la Leanan Sidhe en mi mano intentaba apegarse más al casi Incubo y la Materia Negra tenía cara de amargada con las cejas fruncidas y todo eso...

Moví la cabeza hacia un lado y casi al instante un disparo de luz rozo mi oreja hasta finalmente chocar con un aparador que exploto en un cumulo de hojas.

¡BOOOM!

Las hojas llenas de letras volaban, algunas cuantas chocaban con mi cara y por cortos instantes pude más o menos leerlas, todas eran literatura erótica del tipo hombre sumiso y mamono dominante con descripciones detalladas de una Hellhound de torso finamente tallado empujando contra el piso a su amado, de una Minotauro alzando con sus brazos a su futuro esposo para poder realizar una mamada y de Mamonos con tendencias obsesivas hacia sus amantes...

Mi respiración se hizo más fuerte y mientras avanzaba los textos quedaban grabados en mis retinas.

Con ellas usando su fuerza superior para contener al hombre contra el suelo mientras ellas no pueden hacer más que recitarles palabras sucias, amenazantes y amorosas a sus oídos, con lengüetazos a sus lóbulos y profundas mordidas a sus cuellos con los que los marcaban como su propiedad, con sus lenguas abusivas enredándose con la de su víctima e introduciéndose a la fuerza en sus bocas mientras los montan salvajemente corrompiendo su moralidad en el placer obsceno y extrañamente romántico.

Sus uñas introduciéndose deliciosamente en la piel de su espalda, sus ojos perdiéndose en la oscuridad de sus pupilas mientras sus cuerpos pegajosos y húmedos se sellaban en un abrazo cuya fuerza pareciera indicar la necesidad imperiosa de ser uno con el otro así como un hombre solitario en medio del desierto necesita de beber agua...

Mi respiración estaba caliente y el vapor que salía de mi boca era algo visible. Bueno, creo que... Me estoy acelerando un poco...

Culpo completamente a mis fetiches...

Aunque debo admitir que por un momento cruzo por mi mente la idea de que Mary y el resto me hicieran eso conmigo... Y hubo una pizca de gusto, tal vez estoy en demasiado contacto con la energía demoniaca.

¡SLASH!

Salte a tiempo para evitar un tajo de la guadaña laser, mis pies no pararon en ningún momento.

Buscaba con la vista la salida de este edificio del demonio y finalmente la vi a poca distancia de mi posición actual, con su pórtico de madera fina y sus grabados de palmeras, si uso mi hombro como ariete podría abrirla fácilmente.

¡CRASH!

El ruido de la madera crujiendo llego hasta mí y mirado de reojo hacia atrás pude ver como un Sentient Archer aplastaba bajo su peso las tablas y alzaba su arco delgado con la que estiraba la cuerda de metafibra haciendo aparecer del aire la flecha de energía inestable.

Estaba preparándose para disparar un explosivo algo potente, no podía evitar imaginarme el movimiento de sus manos, de los motores y músculos artificiales reuniendo energía potencial suficiente, de la pose de apunte y disparo perfectamente calibrada por esta inteligencia de imitación.

¡TAC!, ¡ZAAAAAA!

Logre escuchar el sonido de la cuerda soltándose y la onda de aire liberada por el pasar del explosivo en el aire.

Sin pensarlo di un salto hacia un costado y el proyectil salió disparado directamente hacia la puerta... Umm, eso era beneficioso.

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Las detonaciones enemigas retumbaban como el azote de un dios enfurecido acentuando los gritos ensordecedores de los supervivientes y el calmado azul oscuro del cielo con los luceros tapizándolo fueron convertidos en una especie de amanecer sangriento por la luz de los incendios que tiraban viviendas y carbonizaban a los cadáveres.

Tal vez incluso ya no exista algo que enterrar, vueltos en polvo como cuando el reino estaba entre dunas cuyas sombras no refrescaban y hacían temer del futuro.

Grupos de familias de 2 o hasta 4 integrantes corrían aterrados de la violencia cuyas serpientes plateadas escupían veneno en forma de fulgores que mataban al instante, podían verse esposas con sus alas sangrantes, esposos que eran cargados por sus familias mientras el líquido vital se les escurría del pecho e hijas pálidas a pocos minutos de ver a Hel.

Por los colores en el uniforme de algunos de ellos, muchos suponían que el culpable de esta situación tan precaria era ese malvado hombre humano cuya cara fea con su nariz grande y su barbilla alargada era ilustrada erróneamente en los papeles de "se busca" … Ese maldito monstruo verde.

Y para ellos tenia completo sentido, pues los que disparaban también usaban uniformes verdes...

En el escape sus corazones se seguían llenando de odio y miedo, y en la aflicción, los habitantes de Polove eran ignorantes de las sombras que vigilaban todo desde los techos de las casas con sus ojos artificiales y su sangre fría magenta.

Con sus armas listas para atacar a su presa en el momento que salga por la puerta principal de la biblioteca...

- "¡La señorita Saphirette aún debe de estar ahí!" - Grito un Incubo de cabello castaño claro cuyo cuerpo estaba envuelto en una especie de uniforme conformado por tela blanca en el área de la cabeza que formaba una especie de bufanda en el cuello, cuyo torso era cubierto por una coraza con adornos de bronce y debajo de estos ropajes de tela café pálido, con pantalones blancos con costuras de hilo grueso, grebas y guantes de metal. Este hombre de apariencia joven y con su espada curva aun en su funda se llamaba Acher. - "¡Latifa, ten listo tu garrote las cosas podrían ponerse complicadas!" -

Por supuesto, él no estaba solo...

- "¡No dudes de eso, cariño!" - Exclamo la Orco cuyo nombre era Latifa con un garrote metálico con púas, ella tenía el cabello rubio cenizo vestida en un traje muy similar al de su pareja, pero sin casco, con un escote pronunciado que apenas resguardaba sus grandes senos y pantalones con secciones que permitían ver su amplia cintura junto a un poco de vista de su intimidad a su esposo además de permitir que su colita retorcida saliera al aire. - "¡Solo espero que ella este bien!" -

Cerca de ahí estaban los cadáveres de los guardias del lugar, dos Íncubos cortados en trozos por algo al rojo vivo, ¿Qué demonios les había pasado?, los recién llegados no lo sabían y un escalofrió recorrió sus espaldas.

Ellos, el Incubo y la Orco, eran dos guardias de las murallas que estaban ayudando a los demás monstruos a reubicarse después del repentino ataque de los demonios verdes y los hombres de metal, ya estando junto a los huérfanos, viudos, heridos y moribundos ambos se dieron cuenta de la falta de una persona muy importante, una erudita en la magia además de alguien que ayudo a que el reino verde brillante no desapareciera del mapa...

La elementalista y coescritora de la enciclopedia, Saphirette Spherica, muy querida entre los habitantes pues fue ella la que permitió que el reino formara una alianza con la reina demonio.

Y fue entonces la abundancia llegó a todo el reino.

Así que decidieron ir a salvarla en un despliegue completo de preocupación, heroísmo, ingenuidad y un poco de estupidez.

La sensación era horrible para ellos dos, ya que a cada paso que daban hacia la puerta de la biblioteca eran inmediatamente invadidos por la necesidad de dar dos pasos de retroceso. La paranoia era fuerte y casi podían asegurar que el sonido de las balas se acercaba a ellos.

Y así fue, a pasos forzados avanzaron hasta la puerta principal de la biblioteca, Acher había blandido su espada curva y Latifa alzo su gran garrote, listos para entrar en el recinto.

La pareja posó sus manos libres en la puerta, pero en ese mismo momento ocurrió algo que ellos mismos no se esperaban...

La madera se calentó y, antes de que siquiera pudieran parpadear, se liberó la onda de impacto que saco volando trozos de la puerta a todas direcciones.

Pero para suerte de ellos dos, la explosión apenas dejo unas cuantas quemaduras en sus trajes y la sacudida de la onda movió sus cerebros por lo que inevitablemente quedaron desmayados al caer al suelo.

Bendita suerte...

Del lugar donde se supone que debería estar la puerta y de entre el humo salió una figura de cabellos rojos muy conocida que cargaba a un casi Incubo, a una Materia Negra y a un hada en la mano.

Las Mamonos no dejaban de toser con el polvo y el humo, mientras Cross tenía los ojos bien cerrados, pobre tipo.

Tan rápido como Elt salió a las calles intento escapar lo más rápido que pudiera, hasta que lo vio...

A todas esas siluetas que los observaban desde los techos y cúpulas, con esos ojos analíticos y para nada naturales.

Ojos de muchas maquinas...

- "No puede ser..." - Susurro pues él estaba en una situación de mierda, tanto que podía sentir a ese excremento hipotético llegarle hasta el cuello. Ambos eruditos y el hada miraron con horror lo que tenían frente suyo, eran los Sentients con sus armas listas para acabar con ellos, una muerte definitiva.

¡CRACK!

Algo crujió detrás suyo y no hizo falta mirar hacia atrás para saber que los Sentients que lo perseguían ahora lo estaban comenzando a rodear con sus armas a punto de acabar con el de un solo disparo, corte o explosión.

Ahora la mierda ya no llegaba hasta el cuello, ahora llegaba hasta la frente...

Pero Serviteur no se iba a detener, no se lo permitiría, aunque él no lo admitiera abiertamente tenía sed de venganza, ya que los culpables no se asesinan solos.

- (¿Qué es lo que debería hacer?) - Se preguntaba internamente, pensaba cada posibilidad de escape o ataque mirando a la vez cada pequeño movimiento hecho por el enemigo, tenía buenas habilidades de análisis y por estas mismas se salvaba en múltiples ocasiones.

El pensamiento rápido realmente ayuda a vivir por mucho tiempo y su mente, después de llegar a muchas conclusiones fallidas, llego a una idea que podría ayudarle a escapar una vez más.

Estuvo a punto de liberar alguna arma que liberara un fuerte destello que le permitiera cegar a los Sentients, pero que no mate a ambos escritores... La santa granada de Antioquia queda totalmente fuera de las opciones. Tal vez alguna granada de luz simple.

Los cañones de las bio-maquinas brillaron intensamente, estaban a punto de acabar con sus vidas.

- (Si, eso podría funcionar... Aunque no se si tenga tiempo.) - Eso fue lo que pensó Elt en el momento, ciertamente lo comenzaba a inundar la sensación de su muerte cercana y ni siquiera la adrenalina que recorría sus arterias como liquido de batería le ayudaba a sentirse mejor. Él lo sabía, debía estar lo más despierto en estos momentos y arrojarse sin miedo. - (Es todo o nada...) -

- "¡Ayy! / ¡Ouch!" - El quejido de la Materia negra y el erudito se debió a que Serviteur soltó a ambos escritores y la pequeña hada al piso, al instante, en su mano derecha apareció una granada de luz y en la izquierda una gigantesca ametralladora de cuatro cañones giratorios que era sostenida sin dificultades.

Como cualquier apuesta que valga la pena, esto era un "todo o nada", caerse o mantenerse de pie, ganar o perder, vivir o morir…

Pero para su suerte, fue en ese instante que llegaron ellos...

- "¡Como en un pinche cuadrilátero!" - Dijo un sujeto enorme cubierto por una túnica con capucha junto a una Mamono felina que prácticamente usaba una máscara amarilla con bordes negros en los ojos y unos hilos para cubrir sus pezones junto a un pedazo de tela finamente tejida que tapaba su entrepierna, ambos llegaron corriendo a una velocidad que superaba a la de un atleta olímpico.

Esto llamo poderosamente la atención de los Sentients, algunos incluso voltearon a verlos y apuntarles antes de que el tipo gigante saltara como un león a su presa mientras extendía los enormes brazos gruesos como troncos hacia enfrente y a medio movimiento sufrían una transformación...

Sus brazos se llenaron de un pelaje áspero que iba de amarillento con manchas negras hasta un blanco inmaculado, y en la punta de sus dedos empezaron a crecer garras enormes de marfil negro muy duro.

Elt abrió los ojos y se congelo en su sitio al ver esa metamorfosis tan impresionante, solo había una persona a la que él había visto con esa habilidad... Pero técnicamente debería estar muerto, a menos que...

¡SLASH!

Las zarpas descendieron sobre los enemigos y prácticamente los partió en 4 pedazos a 2 Sentients, no perdió el tiempo y utilizando el impulso de sus brazos dio una patada a un Reaper que cayó al suelo.

Comenzó a dar zarpazos en todas direcciones y de manera enloquecida mientras se manchaba cada vez más de la sangre magenta de la maquinas.

¡SLASH!, ¡SLASH!, ¡SLASH!, ¡SLASH!, ¡SLASH!

Repentinamente detrás suyo un dron de un Summoner intento disparar al hombre con manos de jaguar, pero fue recibido con el azote de una espada de madera que tenía pedazos triangulares de obsidiana a modo de un filo serrado.

Era la Mamono que acompañaba al hombre, era una Ocelomeh, las afamadas mujeres jaguar, que se movía con mucha agilidad y sin producir el más mínimo sonido, clavando sus garras en el metal con algo de dificultad, pero solucionando cualquier desperfecto con poderosos golpes de sus manos salvajes.

Un Sentient Sorcerer floto cerca de ella y disparo una de las esferas de energía hacia la Ocelomeh, la cual uso los pedazos del dron para golpear la bola y redirigirla de regreso hacia la máquina.

¡BOOM!

La máquina cayo al piso hecho pedazos mientras la Mamono posaba victoriosa encima de los trozos metálicos y el charco de la extraña sangre rosada.

Cross, Saphirette y Ann miraban todo con asombro y un poco de miedo, mientras que Elt no se movía, estaba pálido y seguía intentando comprender la presencia de ese hombre enorme con poderes de jaguar... Era como si tuviera al muerto viviente de un familiar o conocido cercano en frente tuyo.

¡ZAP!

Un disparo paso cerca de la cabeza del pistolero y eso fue suficiente para hacerlo volver en sí, podría estar en presencia de un fantasma, pero aun así no debía olvidar que estaba en un combate contra básicamente robots asesinos. De sus manos desapareció la granada de luz y se mantuvo la ametralladora cuyos cañones comenzaron a girar con rapidez.

¡TATATATATATATATATAT!

Sus huecos escupian la munición al rojo vivo, destrozando cada maquina con suma facilidad, con un sonido que retumbaba y tragaba el tintinear de los casquillos que chocaban contra el piso como pequeñas campanas de viento.

Cada Sentient que veía era reducido a pedazos irregulares de metal orgánico, órganos biomecánicos hechos puré, vaho de color magenta y armas que en su gran mayoría terminaban rotas. Aunque las pocas que estaban en buenas condiciones estaban algo alejadas de su posición, tal vez... Solo tal vez...

- (Tal vez si consigo una de esas podría...) – El pensamiento de Elt era completamente dirigido a las guadañas laser de los Reaper y los arcos con sus flechas explosivas de los Archer. Verdaderamente conseguir una de esas debe ser un festín para todo amante de la destrucción.

Fue entonces que vio asomarse un filo energético de entre los cuerpos, bañándose en la extraña sangre magenta y las corazas, él supo que esa era una oportunidad que no debía desaprovechar... Y así el pistolero camino hacia el filo mientras disparaba al resto de máquinas que iban por él.

Sin perder de vista a los ataques y ese tesoro tecnológico, llego a los pies de la pequeña agrupación de restos de Sentients. Sin que lo supiera, 3 Sentients iban detrás...

Serviteur se agacho, movió entre los cuerpos y pudo ver esa enorme guadaña de filo morado pegada a ese mango largo apto para los cuerpos alargados de las biomaquinas que superaban por mucho la altura de un humano común.

La tomo entre sus manos y sintió su poder inundar cada centímetro del instrumento de muerte...

Los 3 Sentients se acercaban para acabar con él, en sus cerebros lógicos y artificiales formaron el plan de acabar con el usando la distracción actual, debería funcionar... Si, debiera funcionar, era infalible...

La guadaña era, ahora, parte del cuerpo de Elt, así como la espada a un caballero o la pistola a un forajido. Como en las películas... Si, como en las películas donde el héroe se alza victorioso...

Las tres máquinas se prepararon para acabarlo... Y fue entonces que Colt usando la hoz, los partió a la mitad. El corte era perfecto, como un cuchillo a la mantequilla, pero esto no evito que los chorros de sangre magenta se liberaran de las mitades de sus torsos que aún se mantenían parados hasta que finalmente cayeron arrodillados y se desplomaron en el suelo completamente manchado.

La cara de Bullet estaba completamente llena del líquido artificial, y por lo que pudo ver ya casi se acababa todo...

O al menos así sería de no ser por la sensación desagradable detrás de su nuca, ¿Cuántas veces antes no habría sentido tal picor?, era molesto como aquella vez en que atacaron esos mercenarios en Wellspie.

Elt abrió los ojos al recordar lo que eso significaba y rápidamente salto hacia un lado para evitar cualquier ataque.

¡ZAP!, ¡ZAP!, ¡ZAP!

Las flechas de luz chocaron con el suelo y Elt solo pudo ver hacia arriba entre los techos para ver la sombra de un Sentient, un Archer que había visto cada combate realizado y había aprendido cada movimiento del pistolero.

Serviteur se levantó sin dificultades mientras la maquina salto hacia el piso, así quedando a 10 metros de distancia uno frente al otro.

El siguiente movimiento que realicen será suficiente para acabar con el otro, como en las películas de westerns donde el protagonista solo tenía un disparo para terminar con todo.

A su vez, Elt estaba pensando cómo utilizar su recién adquirida hoz laser.

¡BANG!

El monstruo verde abrió los ojos mientras observaba como la cabeza del Sentient explotaba repentinamente en mil pedazos y finalmente caía al piso. Él había podido sentir como el proyectil paso a un lado de su cabeza.

Lentamente giro su cabeza para ver al cabron que casi le volaba los sesos y sus ojos se abrieron al ver a... un policía sadomasoquista con traje de cuero negro de cuerpo completo, una gorra grande de forma casi triangular con el escudo del departamento de policía de San Futuro y un brazo rodeado con alambre de púas.

- "Law..." - Elt susurro parte del nombre del tirador, el lo conocía muy bien, él era la confirmación de la evidente identidad de los extraños que lo estaban ayudando, porque no había manera de que alguien le copiara la apariencia, la mirada fría y sus excelentes habilidades como tirador al mismísimo Marshal Law.

El pistolero se alegró, pero también sintió un poco de disgusto, ambos sabían que no tenían la mejor relación de trabajo desde el principio, en especial con lo ocurrido con los vagabundos caníbales y los Twinkies hace muchos años en San Futuro.

Joe Gillman, alias Marshal Law, el cazador de héroes de San Futuro, California, Estados Unidos. Fue miembro de la "Águilas gritonas" durante la guerra en alguna región de Sudamérica conocida como "La Zona", su habilidad era la incapacidad de sentir dolor de forma convencional y una fuerza física bastante destacable con la que incluso podía cargar automóviles por algunos minutos.

Entonces, Joe continuo disparando con su extraña arma de múltiples cañones a las bio maquinas, por momentos parecía que disfrutaba de utilizar métodos novedosos para acabar con ellos como utilizar los brazos de otros Sentients y atravesar los pechos de las demás maquinas.

Elt miro a un lado suyo, el gigantesco hombre encapuchado seguía acabando con los enemigos a puñetazos y zarpazos mientras que la Ocelomeh enmascarada lo salvaba de ataques sorpresa con el uso experto de sus garras y macuahuitl, era como si ellos tuvieran cierto nivel de coordinación.

Por supuesto que Bullet no se iba a quedar atrás y con ayuda de la guadaña de energía comenzó a despedazar al enemigo artificial.

Y así fue hasta que el ultimo Sentient cayo...

La respiración agitada del sujeto enorme y el pasar de las botas con espolones de Law era lo único que se escuchaba, habían ganado pero aun había algo de lo que tenían que hablar.

Elt miro al ambos y camino calmadamente mientras sonreía ligeramente, internamente seguía sin creerse que fueran ellos...

- "No lo puedo creer... Bastardos hijos de puta..." - Menciono Serviteur a la vez que su sonrisa se hacía más grande al notar la falta de reacción de Joe y la sobrerreacción del "extraño no tan extraño" que a pesar de ser enorme se agarró las dos manos con un nerviosismo poco común en una persona de su estructura física, Elt solo conocía a alguien con esa forma de comunicación corporal. - "Se te echaba de menos, Jaguar... Y también a ti, Law" -

- "Bullet" - Fue lo que dijo el policía mientras se acomodaba la gorra a modo de saludo.

- "¡Oh, vamos!, ¿soy tan obvio?, ¿Qué me delato?" - Fue lo que dijo con esa voz tan despreocupada fingiendo enojo por haber sido descubierto, aunque internamente estaba sudando balas en caso de ser confundido con un enemigo. El ahora identificado como Jaguar llevo una de sus garras y desgarro la tela de la túnica, causando que el resto cayera al suelo y liberando a su cuerpo del anonimato. - "En todo caso, es bueno volver a verte, Frances" -

Era un tipo enorme, fácilmente estaba en los 2 metros y medio, con su cara portando una máscara de luchador amarilla con manchas negras, de torso superior desnudo mostrando su piel cobriza, con vendas blancas cubriendo de la mitad de sus brazos hasta las palmas, con un pantalón azul y botas blancas que ahora mismo estaban bañadas en magenta.

Jaguar, luchador mexicano que termino por volverse un cazador de Maravillas como Elt, su verdadero nombre es Rodolfo Muñoz Arellano. Puede adquirir las habilidades y la forma de un jaguar, también es experto en combate cuerpo a cuerpo, pero es incapaz de usar armas de fuego regulares por el tamaño de sus manos.

Aun lado suyo se posiciono la Ocelomeh y Jaguar no dudo en abrazarla con uno de sus brazos gruesos como troncos mientras veía al monstruo verde con desconfianza.

- "Ja, si, sigo sin creer que mi nacionalidad sea un buen apodo..." - Serviteur camino hacia el mexicano con una sonrisa enorme y le ofreció su mano como un buen saludo de caballeros, Jaguar no tardo en hacer lo mismo, aunque el tamaño de su palma oculto toda la mano. - "Aunque déjenme preguntarles esto, ¿Cómo demonios siguen vivos?" -

Gillman no había prestado atención a la pregunta pues estaba observando el lugar, en algún punto su mirada se centró totalmente en ambos escritores y la hada que se hallaban completamente inmóviles ante lo que habían presenciado

El luchador soltó un suspiro.

- "Es complicado, no sabría cómo responderte porque yo tampoco lo entiendo" - Rodolfo se rasco detrás de la nuca después de deshacer el saludo. - "Creo que fue desde hace más de dos meses que llegamos acá, y pues, hemos tenido ayuda de habitantes de este mundo como mi fanática Xochi Quetzal, acá presente" -

Rodolfo presento a la Ocelomeh, nunca dejo de ver a Elt de manera amenazante.

Mientras tanto, Marshal se dirigía hasta donde se encontraban los escritores e intentaba sacar algo de su traje de cuero.

- "Ahora, wey, contéstame, ¿Qué es esa chingadera de que petateaste a una hija de la reina demonio?" - Jaguar definitivamente había pasado suficiente tiempo entre monstruos como para saber ciertas cosas. - "No me digas que estas de parte de la Orden, si sabes que ellos son unos tremendos pendejos, ¿verdad?" -

Elt escucho esas preguntas que contenían el usual léxico mexicano de Jaguar que le costaba entender y tardo en contestar, al menos sabía que posiblemente habían estado casi la misma cantidad de tiempo que el en este mundo y por cómo se refería a la Orden seguramente estuvo más cerca de los monstruos que de los humanos, completamente contrario a lo que paso con Serviteur.

- "Es complicado... Y no, no estoy de parte de la Orden, eso te lo puedo asegurar..." - Ninguno daba respuestas completamente satisfactorias. - "Pero por ahora solo me interesa acabar con lo que sea que llego a este lugar y traer conmigo a-" -

- "¡Oye!, ¡¿Qué demonios estás haciendo?!" - El miedo se podía escuchar en el grito de Cross, el cual estaba siendo amarrado por Law con una soga metálica, impidiendo su escape y, además, apresando a la Leanan Sidhe entre las manos del escritor. - "¡Ann!, ¡¿estas bien?!" -

- "Si, por ahora estoy bien, aunque preferiría estar libre" - El tono de su pequeña voz tenía cierto grado de pesimismo.

Hay que reconocer que Law tuvo cuidado en no dañar a la frágil Mamono.

- "¡Espera, Law, los necesito con vida!" - La preocupación de Elt era legitima pues conocía muy bien el comportamiento complicado de un sujeto tan difícil como Joe. El todavía recuerda a los pacientes de Sección 8.

- "Solo estoy evitando que puedan escapar" - Fue lo único que dijo al terminar el nudo, eso no evito que Colt se acercara a tenerlo vigilado.

- "Xochi, ¿podrías encargare de los rehenes?" - Pregunto Jaguar a la Ocelomeh y este contesto rápidamente.

- "Si, mi Tezcatlipoca" - La mujer jaguar se acercó al erudito errante y lo alzo en uno de sus hombros. Xochi no tenía problemas con el peso de ellos, al menos por ahora.

Law prosiguió con Saphirette, para esto había sacado dos pares de esposas.

- "¡Suéltame, maldición!" - Grito Spherica en un principio al sentir las fuertes manos del policía sadomasoquista pasar por sus hombros con ese tacto áspero y masculino que hacía que inconscientemente se calentara, un claro indicio de esto era el enorme sonrojo que había en su cara y la mancha de humedad que comenzaba a crecer en sus pantis. El sostuvo a la elementalista contra el suelo mientras jalaba bruscamente sus brazos hacia atrás de su espalda y colocaba las esposas. - "P-por favor deja de tocarme que... Me duele~" -

Ella comenzó a alzar su trasero mientras Joe le restringía el movimiento hasta que el culo en lencería de la mamono se restregó en la entrepierna cubierta de cuero de Marshal y fue entonces que la Materia Negra pudo sentir todo...

- "¡Duele muchísimo~!" - Gemía placenteramente la bibliotecaria, como se ha dicho antes, ella es una masoquista más que declarada y que ha admitido en múltiples ocasiones tener fantasías de violación. El tratamiento que Gillman le estaba proporcionando era perfecto y casi sentía que estaba a punto de correrse. - "Continua~, por favor~" -

La mano del policía llego hasta las perfectas y generosas nalgas de Saphirette que, por supuesto, sentía el pasar de sus dedos ásperos como una corriente eléctrica, fue entonces que el tomo con ambas manos su cintura y la empujo fuertemente contra el suelo... Y con eso fue suficiente para hacer que se corriera al instante.

- "¡Siiiiii~!" - Gimió finalmente mientras su coño soltaba una cascada de líquidos contra el suelo, sus pupilas negras se intentaban ir hacia atrás de los parpados y mientras soltaba una sonrisa estúpida también sacaba la lengua al aire. Ella se terminó por desmayar.

Law era inmutable por lo que siguió con su deber y coloco el ultimo par de grilletes en los tobillos. Realmente solo había hecho el típico sometimiento con el que trataba a los criminales, esta es la primera vez que le pasa algo similar.

El resto de los presentes estaban entre sonrojados y estupefactos...

Una mirada sonadora de la Ocelomeh al imaginarse a ella y al luchador en situaciones indecentes. Aunque eso no evito que Xochi también cargara a la Materia Negra chorreante de jugos de amor.

Jaguar mantenía una cara sorprendida mientras intentaba aguantarse la risa, eso le había parecido gracioso de alguna manera.

Mientras los dos rehenes, Ann y Kenkou, bueno, pues... Tenían miradas sombrías mientras no dejaban de pensar en las desviadas y algo extrañas inclinaciones sexuales de la Materia Negra.

- "¿Qué demonios fue eso?" - Fue lo único que salió de la boca de Elt y como respuesta fue un movimiento de hombros de Marshal, él tampoco sabía. - "Bueno, dejemos eso de lado, ¡Hay que acabar con los cabrones que mando Godshine!" -

Señalo hacia donde se alzaban las llamas, donde los disparos brillantes invadían los cielos, donde las explosiones retumbaban, donde se olía la muerte...

Gillman asintió acomodándose su gorro en silencio, naturalmente tenía la suficiente capacidad lógica y cerebro como para llegar a las conclusiones por el solo, pero Jaguar era un caso diferente...

- "¡¿Godshine esta acá?!" - Exclamo Rodolfo, él no era la persona más brillante... - "Espera, cierto, los Sentients, bueno, ¡Es momento de acabar con esos culeros!" -

Xochi paso a un lado suyo cargando a los rehenes y el luchador, siendo todo un caballero, agarro al escritor amarrado entre sus brazos y lo cargo en un hombro. El haría todo lo que sea por su fanática no.1 a pesar de ser una relación muy unilateral.

- "Casi lo olvido... Joe, aun tienes esa cosa plana y plateada, ¿Cómo se llamaba ese cachivache?" - Dijo repentinamente el luchador felino mientras se preguntaba a si mismo al final. El policía sadomasoquista busco entre sus bolsillos, saco el objeto metálico y se lo dio en una de sus grandes manos. - "Gracias, Joe, Elt, ¡toma!" -

Lo arrojo y el pistolero lo logro agarrar sin ver detenidamente el objeto metálico.

Serviteur abrió la palma y sus ojos se agrandaron, él sabía lo que era eso.

- "Recuerdas cuando me pediste que buscara y guardara tu traje nuevo antes de sucediera el ataque de Godshine..." - Comenzó a hablar Jaguar mientras Elt sostenía el objeto entre sus dedos y lo fracturaba a la mitad soltando algo que parecía un humo negro con manchas verdes, rojas y blancas muy denso que cubrió el cuerpo del pelirrojo. - "Bueno, ahí está, lamento no habértelo dado desde antes pero ya sabes, ocurrieron cosas y Joe lo guardo por mi" -

"Ocurrieron cosas y Joe lo guardo por mi" es igual a "lo olvide completamente y Joe si lo recordó".

La túnica que cubría el cuerpo del pistolero fue hecha girones, su chaqueta remendada cayo al piso en forma de trozos de cuero verde casi negro, los pedazos de la armadura dañada se volvieron chatarra a sus pies que ahora eran cubiertos por una capa de algún material negro que se pegaba a la piel como tela ajustada. No tenía nada más que su ropa interior.

- "No me digas, te olvidaste" - La voz distraída de Elt fue la que sonó detrás de todo ese "humo" que fue pegándose al cuerpo, el traje casi completamente negro con ciertos reflejos rojos cubría todo su cuerpo de pies a cabeza, su torso tenía 3 líneas blancas en forma de flecha apuntando hacia abajo que iniciaban de sus pectorales hasta su cintura y sus suelas junto al resto de la pierna junto a los picos salientes eran completamente blancos hasta la mitad de los músculos gemelos que era donde iniciaba nuevamente la negrura, sobre sus ojos tenia los lentes redondos rojos que brillaban ligeramente en la oscuridad de la noche, y encima de su torso cubierto por el material negro se comenzó a generar una nueva chaqueta de cuero con un verde más intenso. - "Ya lo extrañaba, como si no tuviera nada encima" -

Todo estaba hecho de tela inteligente de 6ta. Generación, resistente a ciertos tipos de armas punzocortantes, impactos y a calibres muy pequeños, evita el desangramiento, con la capacidad de auto repararse, purifica el aire que respira el usuario, ligera, suave como la seda y permite la transpiración. Esto verdaderamente es tecnología del futuro...

Y sin la necesidad de hablar más, todos se retiraron a terminar con lo que sea que estaba destruyendo al reino verde entre las dunas.

Pero sin que ellos lo supieran, los dos guardias que habían llegado antes y habían quedado tirados por la explosión de la flecha de un Sentient comenzaron a despertarse.

Primero abriendo un ojo, después el otro, el Incubo llevo su mano a su cuello mientras intentaba resistir el dolor y la Orco parpadeaba muchas veces a la vez que se recuperaba de la perdida de conciencia.

- "Agh, Latifa... ¿Estas bien?" - La voz adolorida de un Acher desorientado fue la primera en hablar.

- "¿Qué paso?, ¡Ouch!, mi cabeza me duele..." - La queja de Latifa, la guardiana Orco, surgió por la repentina migraña que comenzó a desarrollar después de recobrar la conciencia. Fue entonces que recordó a lo que venían originalmente. - "¡Maldición, tenemos que rescatar a Spherica!" -

Los ojos de Acher se abrieron lo más que pudieron y rápidamente se levantó del suelo, no tardó mucho en ayudar a su esposa Orco.

- "¡Rápido, antes de que-!" - Acher callo en el momento en que vio como en la lejanía se retiraban unos sujetos de ropas extrañas, pero el principal era aquel que tenía una chaqueta verde que reconocieron al instante... - "E-ese es el monstruo verde y-y tienen a.…" -

Latifa miro en la misma dirección que Acher y también lo vio, además, el tipo enorme llevaba en su hombro a un sujeto y a una Ocelomeh sosteniendo en sus brazos a la elementalista desmayada.

El temor los invadió con una sensación de frio invadiendo sus brazos y piernas, ¿Cuál podría ser el destino de la bibliotecaria?, ¿Qué cosas horribles le podrían hacer a ella?, rogaban que ella no sufra.

Pero ninguno de los dos guardias podía hacer algo, habían oído los suficientes rumores e historias de sobrevivientes como para saber que la peor idea era enfrentarlo en ese mismo momento...

Al menos ellos solos...

Se retiraron corriendo hacia el lugar donde tenían a los mal heridos, tal vez podrían recibir ayuda de más guardias y acabar con el líder de los cabrones que estaban destruyendo su pueblo.

Mientras tanto, a cada paso, Elt y el resto se acercaban a los demonios con capas y mallas, a esos seres estúpidos y crueles.

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Buenas, perdón la tardanza, pasaron "cosas" a nivel personal y técnico que me impidieron entregar el capitulo.

Con decirles que hubo un momento en los que enserio me sentía muy mal emocionalmente y para acabarla el disco duro donde tenía la historia se echó a perder. Nuevamente les pido perdón.

Por cierto, no voy a negar nada del aspecto erótico de MGE (porque eso sería un desperdicio como lo es des-monsterizar a las parejas de Elt), quiero agregar esa sensación de calentura, perversiones, placer, dolor, sumisión y dominación.

¿Las chicas tendrán sexo consensuado con Elt?, ¡Ja!, no les diré, tal vez Dub-con/Non-con.

Bueno, dejando eso de lado, ¿Qué les pareció el capítulo?.

P.D.: Yo tengo de waifu a Druella, merezco sus mejores halagos.