Departamento de Policía de Raccon City 18:00 P.M Miércoles 30 de Abril de 1997

Desde que Jill se fue me quedé procesando todo lo ocurrido. Mi mente divagaba entre la preocupación por Jill, la intriga por el pasado entre ella y Teo, y mi propio torbellino emocional. Decidí ocuparme en las tareas pendientes para mantener la mente ocupada mientras esperaba su regreso.

Ha pasado un día desde que se fue y cada segundo se siente como una eternidad. No había noticias sobre el operativo en la base militar. El equipo S.T.A.R.S. estaba en alerta constante, pero sin información concreta.

Todos estábamos ansiosos por saber qué había pasado y si estaban bien. Pero todo parece indicar que hoy tampoco sabremos nada de la misión. Cuando estábamos por salir de la oficina apareció Wesker con un comunicado corto, directo al punto, como los que él acostumbrada a dar. Jill estaba bien y de regreso a la ciudad. La noticia alivió a todos. Poco después, la puerta se abrió y ella entró con paso decidido.

Su expresión era seria pero al mismo tiempo aliviada. Caminó directamente hacia mí, su mirada buscando la mía como si quisiera transmitirme algo sin palabras.

-Chris, estoy de vuelta. Sus palabras eran simples, pero el tono con el que las dijo revelaba una historia mucho más compleja.

Antes de que pudiera preguntarle algo, Wesker se acercó a nosotros. -Jill, ¿estás bien? Me alegra tenerte de nuevo en el equipo ¿Qué sucedió allá afuera?

Ella miró a Wesker con determinación. -La situación se complicó, pero logramos controlarla a tiempo. Teo y yo trabajamos en equipo para desactivar las bombas. Fue intenso, pero estamos bien.

Hubo algo en su forma de referirse a Teodoro que no pasó desapercibido para mí. Parecía haber una historia detrás de esas palabras. Sin embargo, en ese momento, no parecía el momento adecuado para indagar.

Wesker asintió con satisfacción. -Buen trabajo, Jill. Descansa un poco y luego me gustaría saber más detalles sobre lo ocurrido.

Jill asintió y se retiró, pero antes de perderla de vista, sus ojos se cruzaron con los míos por un breve instante, y pude ver en ellos un mensaje silencioso: -Hablaremos después.

Barry y yo salimos de la oficina a los pocos minutos, me alegra que estuviera de vuelta, pero en mi mente seguían rondando las preguntas sobre lo que realmente había sucedido entre Jill, Teo y la misión. Estaba ansioso por hablar con ella y descubrir toda la verdad detrás de este misterio.

Me acerqué a Jill mientras ella me esperaba recostada sobre auto. Sin poder evitarlo la abrazo con fuerza para susurrarle al oído: -Jill, necesitamos hablar.

Ella también correspondió a mi abrazo pero mis palabras la hicieron levantar la mirada. -Lo sé pero no aquí vamos a mi departamento y te lo explicaré todo.

-No puedo dejar de pensar en lo que dijiste sobre Teo y tú. La forma en que te referiste a él... ¿Ocurrió algo entre ustedes en esa misión? luchaba por encontrar las palabras adecuadas, pero mis emociones eran evidentes.

Jill frunció el ceño, sin comprender del todo. -Chris, Teo es un antiguo compañero. La situación nos obligó a trabajar juntos y...

-No se trata solo de eso, Jill. Ustedes dos solían tener una relación. La interrumpí mi tono de voz reflejaba cierta incomodidad. Dejando en evidencia los celos que me han estado consumiendo desde que se fue.

-Chris, eso es parte del pasado, respondió Jill con serenidad, aunque notando la incomodidad en mi tono. -Fue una relación que terminó hace tiempo. Nuestro enfoque ahora fue el equipo, la misión y asegurarnos de salir con vida de esa situación.

Sin decir nada más me subí al carro. Jill tenía razón debíamos hablar de lo ocurrido en privado, ella hizo lo mismo y nos quedamos en silencio recorriendo las calles de la ciudad, mis emociones eran un torbellino mientras nos dirigíamos a su departamento, cada uno estaba sumido en sus propios pensamientos.

Al entrar al departamento de Jill, el ambiente era incómodo. Ambos estábamos sumidos en nuestras propias preocupaciones. Mientras intentaba mantener la calma, la imagen de Jill y Teo juntos seguía rondando mi mente, alimentando mi inseguridad.

Jill rompió el silencio y comenzó a explicar la situación:

-Sé que tienes muchas preguntas con respecto a mi antigua relación con Teo pero quiero que sepas que te amo y que pase lo que pase eso no cambiará.

Teo y yo nos conocimos hace muchos años cuando entre al ejército específicamente cuando empecé a formar parte de las Fuerzas Especiales Delta en un principio no hablábamos mucho, pero con el paso tiempo y el trato nos fuimos haciendo más cercanos.

Eventualmente empecé a sentirme atraída por él, nunca fue un sentimiento profundo ni un enamoramiento era algo más superficial. Notaba que él también se sentía atraído hacia mí hasta que un día después de una misión él me besó, fue algo impulsivo y no hablamos sobre eso, el asunto fue que siguió pasando hasta que hablamos al respecto y ambos coincidimos que nos gustábamos pero no lo suficiente para tener una relación así acordamos que sería algo sin compromiso.

Me encontraba frente a Jill, escuchando cada palabra que salía de sus labios, revelando el pasado que compartió con Teo. Mis emociones eran un desastre: sorpresa, incomodidad, celos y una pizca de inseguridad se mezclaban en mi interior.

Trataba de mantener la calma, pero mis manos revelaban la tensión que sentía. Mis cejas se fruncían ligeramente, intentando procesar la información y contener la marea de celos que crecía dentro de mí.

A pesar de los intentos de Jill por explicar que su relación con Teo fue superficial y sin compromisos, esa sensación de incertidumbre crecía.

Trataba de ocultar mi turbación, pero mis ojos reflejaban la mezcla de preocupación y un anhelo por entender más, por saber si había algo más detrás de aquellos momentos pasados entre ellos.

-Duramos así unos meses al principio todo iba bien pero con el paso tiempo, eso se fue deteriorando y decidimos dejarlo. Las cosas nunca volvieron a ser las mismas entre nosotros pero encontramos un equilibrio para seguir trabajando juntos, luego me uní a los S.T.A.R.S. y no volví a saber de él hasta ahora con esa misión. Pero puedes estar tranquilo no ocurrió nada entre nosotros fue todo meramente profesional. No tienes por qué sentirte celoso de él.

Escuchaba cada detalle, tratando de asimilarlo todo, pero por dentro, mis emociones estaban en plena batalla entre confiar en Jill y esos celos que no podía evitar.

Finalmente mis celos me superaron. -¿Cómo esperas que me sienta, Jill? Desde que ese tipo llegó se encargó de demostrar que entre ustedes había ocurrido algo. Sabes no creo que para él haya sido superficial su relación a simple vista resaltaba que está enamorado de ti, verlos irse juntos, saber que ustedes compartieron..., mi voz temblaba con un deje de dolor.

Mis palabras parecen afectarle a Jill quien aún sigue sorprendida por mi reacción. Su mirada se encontró con la mía. -Chris, no hay nada entre Teo y yo. Lo que nos unía ahora es parte del pasado. Tú eres el único que me importa, más de lo que puedes imaginar. ¿Acaso no confías en mí?"

Mis celos se mezclaban con la frustración. -¡No se trata solo de confiar en ti, Jill! Se trata de ver a la persona que amo trabajar tan estrechamente con alguien con quien tuvo una conexión en el pasado. ¡Es difícil!

Jill intentaba calmar la situación, pero mi mente estaba en un torbellino de emociones. -Chris, entiendo que estés preocupado y celoso pero necesitas confiar en mí. Nuestra prioridad es el trabajo y asegurarnos de estar vivos al final del día.

A pesar de sus palabras tranquilizadoras, los celos y la preocupación seguían nublando mi juicio. Mi mirada se desvió hacia una mesa que estaba frente a nosotros. -Jill mientras estuvieron en la misión ¿Él intentó acercarse a ti de forma romántica? ¿O mencionó algo referente a su antigua relación?

Ella se mantiene en silencio lo que confirma mis sospechas y aumenta mi ataque de celos.

-Lo sabía, ese tipo está enamorado de ti y vino aquí no solo por la misión sino por ti para recuperarte.

-Hay algo de verdad en lo que dices, él me confesó que está enamorado de mí desde el ejército.

-¿Y tú? ¿Que sientes por él? Cómo te afectó esa confesión. Mis emociones estaban a flor de piel mientras esperaba la respuesta de Jill. Cada palabra que salía de sus labios era crucial, determinante para calmar mis preocupaciones o aumentar mi tormento emocional.

Ella se acercó con calma, tomando mis manos con suavidad. Sus ojos transmitían sinceridad cuando dijo: -Chris, te amo. Nunca ame a Teo ni a nadie más de la manera en la que te amo a ti. Lo que tuvimos con él fue algo del pasado, algo que no logró arraigarse profundamente en mi corazón como lo has hecho tú.

Sus palabras resonaron en mí ser como un susurro sanador. Un alivio se apoderó de mí, mezclado con la felicidad más pura. -Jill, eso es todo lo que necesitaba escuchar, dije con voz entrecortada por la emoción. -Mis celos me estaban consumiendo, pero saber que tu amor es solo para mí, alivia todas mis preocupaciones.

Ella sonrió con ternura, acercándose para abrazarme con firmeza. -Chris, tú eres lo más importante para mí. Nunca quise que dudaras de eso. Mi corazón solo late por ti, siempre ha sido así y siempre lo será.

Las palabras de Jill disipan mis celos, pero sabía que debía superar mis inseguridades para poder entender y aceptar la situación. Suspiré, tratando de calmar mi mente tumultuosa, dispuesto a darle a nuestra relación la confianza que merecía.

-Lo sé, Jill. Lo siento por mi reacción. Es solo que...

Ella me detuvo con un suave beso en los labios. -No te preocupes, Chris. Todo está bien. Confía en mí, confía en nosotros.

Asentí, pero necesitaba ofrecerle una disculpa por lo ocurrido. -Lo siento, Jill. Solo que... cuando te vi con él, pensé en lo peor. Y luego, escucharte hablar de él de esa manera de todo lo que vivieron... no pude evitar sentirme... celoso.

Jill sonrió ligeramente, reconfortada por mi sinceridad. -No tienes nada de qué preocuparte, Chris. Estoy aquí, amándote con cada fibra de mi ser.

Tomé su rostro entre mis manos, buscando sus ojos para expresarle mi verdad. -Jill, lo siento por haber desconfiado. Eres mi todo y haré todo lo posible para superar mis inseguridades. Te amo más de lo que puedo expresar.

Ella me besa con dulzura para demostrarme todo su amor para luego abrazarnos con fuerza, dejando atrás las dudas y los celos.