Anteriormente, en "Una nueva aventura pokemon", Yisugo viaja al reino de Azoth, donde se encontrará una nueva aventura, mientras Ash y su numeroso grupo procedían a seguirlo con el fin de unificar el amor de cuatro chicas a él.


—"¡Habrá que luchar como uno!"—Declara Yisugo, activando la Lucarita y uniendo su corazón con el de Greninja para activar su forma especial.

Ambos Pokemon obtienen sus formas y se ponen en guardia.

No duró un segundo antes que comenzara una gran batalla Pokemon entre los matones y Yisugo.

—"Tks. Volcanion frustró nuestros planes"—Murmuraba Alva.

—"Así que esa explosión..."—También murmuraba la reina

—"Sí, era Volcanion"—Respondía Yisugo mientras volvía a su batalla doble—"Y considerando la frustración de ese sujeto, debe tener algo de este tipo".

—"¡Exacto, forastero!"—Dice un chico algo pequeño parecido a Kimia—"Magearna, es el mejor invento de Nikola. Hola, soy Raleigh".

—"Magearna...ah..."—Decía Yisugo, continuando con su combate pokemon—"¡Lucario, Puño incremento! ¡Greninja, Corte!". Ambos no dudaban en utilizar los movimientos instruidos, noqueando a los dos Pokemon".

—"¡Te arrepentirás de eso!"—Exclama Alva, perdiendo la compostura antes de recomponerse y esbozar una sonrisa, atrayendo una gran cantidad de Pokemon capaces de mega-evolucionar.

—"¡Tks! A este paso solo perderemos tiempo ¡Greninja! ¡Shuriken de agua!"—Ordenaba Yisugo, haciendo que su greninja lanzara shuriken de agua al suelo, provocando una gran pantalla de humo. Yisugo y sus Pokemon aprovecharon, y en especial él agarró a la princesa Kimia como una damisela en apuros, llevándola a un lugar seguro.


Entretanto, Ash y los demás salían del avión por el aeropuerto de las afueras del reino de Azoth. Cabía decir que todo el grupo procedía a estirarse después de un tiempo por estar sentados.

—"Bien, estamos en el Reino de Azoth"—Dice Brock, sonriente, antes de ver la cara de emoción de Clemont.

—"¡SÍIIIIII!"—Gritaba de emoción Clemont, admirando todos los aparatos mecánicos que había por la ciudad, haciendo sonreír a todos de manera resignada.

—"Sip, sabía que mi hermanito iba a entusiasmarse"—Decía Bonnie, yendo con él.

—"Bueno, mientras, podemos ir a ver alguna pista sobre el paradero de Yisugo"—Dice Alan, comenzando a caminar junto a Manon.

—"Tienes razón"—Responde Ash, comenzando a caminar junto a Serena y las demás.

Poco después llegan a una pequeña área verde, donde disponían a hacer un picnic. Pero para su mala suerte, el ambiente pacífico no duró mucho después de que una especie de forma sólida chocara como un meteorito cerca de donde estaban, provocando una onda expansiva que casi manda a volar a todos.

"¿Qué fue eso?"—Preguntaba sorprendida y aturdida Mache.

Brock pudo ver una silueta que poco a poco iba tomando forma distinguible, pero aún asi, no lograba reconocerlo hasta que el humo se desvaneció por vapor emergente de la silueta.

El humo y el vapor se desvanecen con el aire, logrando revelar de quiénes se trataban, resultando ser Volcanion y Magearna, siendo esta última la que estaba encima del primero.

—"Volcanion"—Decía Brock, algo asombrado.

—"¿Qué es eso que tiene en la espalda?"—Preguntaba esta vez Alain, con algo de curiosidad, viendo como el pokemon de metal bajaba de Volcanion.

No obstante, pese al acercamiento curioso y pacífico que el grupo hacía, Volcanion de manera amenazante apuntó sus cañones a ellos.

—"¡No se acerquen humanos!"—Exclamaba por medio de telepatía Volcanion, furioso—"O los rostizaré con mis cañones".

—"¡Oye, no les haremos daño!"—Respondía Ash molesto.

—"¡Les ordené que se alejaran!"—Gritaba telepáticamente Volcanion, mandando a volar a Ash usando su cañón/brazo.

Pese al intento de alejarlo, una fuerza magnética los volvió a unir. Todo el grupo se sorprendió, atrayendo la atención de cierto individuo líder de gimnasio eléctrico, sacando unos visores especiales.

—"Parece que estos dos aparatos son los que mantienen unidos a Ash y Volcanion"—Decía con una voz elemental Clemont, asintiendo como científico descubriendo una teoría y señalando un par de cinturones que se sujetaban a cadera de Ash y una de las patas de Volcanion.

Poco después, Brock se puso a pensar la trayectoria que trajo a Volcanion y Magearna a encontrarlos, mientras seguían a Volcanion.

—"En qué piensas Brock?"—Preguntaba Clemont, mirándolo.

—"¿De dónde habrán llegado ambos?"—Cuestionaba Brock—"Y parece que estuvieron en una batalla pokemon ¿Habrá sido Yisugo quien le ocasionó esas heridas intentando capturarlo?".

—"¿Cómo podrá hacerlo él así?"—Le reclamaba repentinamente Alan, logrando oírlos—"No lo creo capaz ni en un millón de años el capturar un Pokemon hiriéndolo".

—"Tienes razón"—Le apoya Brock—"Pero conociéndolo, ha de estar metido en problemas".


Tras un rato de seguir a Volcanion y Magearna, logran llegar a un gran campo llenos de diferentes pokemon, pero pese a la gran diversidad, todos ellos se comenzaban a esconder nada más ver al grupo de Ash.

—"¿Uh? ¿Por qué se ocultan?"—Preguntaba Bonnie preocupada y triste, acercándoseles un poco—"Tranquila, no les haré daño".

"Los humanos y sus malas intenciones han herido a muchos pokemon con otros que han domesticado"—Les explicaba Volcanion observando a Bonnie intentando acercárseles.

Mache y las demás se afligieron al enterarse de eso, al igual que los otros.

—"No todos los humanos son así"—Decía Brock, decidido, sacando a sus Pokemon, al igual que los otros.

Los demás siguieron su ejemplo y sacaron igual sus pokemon para que pudieran ambientarse e imbuir amnistía con los demás pokemon salvajes.

—"No solo han herido, los han abandonado"—Agregaba Volcanion.

—"Ellos son terribles, pero nosotros somos diferentes"—comentaba Ash positivamente, dejando que su Pikachu icónico se posara sobre su hombro apoyando lo que decía.

Los demás pokemon, sintiendo más confianza en los pokemon del grupo comenzaron a salir y jugar con los mismos.

Lamentablemente La Paz no duró mucho ya que varios ataques de orígenes diferentes dañaban a algunos pokemon, entre ellos, El Charizard de Alan, el Steelix de Brock y el Pikachu de Ash! Al igual que los de Mache y las demás chicas, en especial a Braixen.

Volcanion, sumamente fúrico por los ataques, comenzó a lanzar ataques a todos los lados de donde pudo ver.

Varias bombas de humo les impidió ver, logrando que los misteriosos responsables tomaran a Magearna de sorpresa y desaparecer como rayos.

Sin embargo, algunos de ellos seguían dando rondas de ataques hasta que comenzaron a cesar por un tercer factor en su contra.

Para cuando el humo se dispersaba, una silueta, corrijo, cuatro siluetas estaban detrás del humo, con una quinta y sexta, que parecían bultos amarrados.

El humo se dispersó, logrando dar con la identidad de todas las siluetas, siendo estas Yisugo y sus tres pokemon: Mega Lucario, Mega Blaziken y Greninja. Por otra parte, los bultos eran tanto los pokemon y sus entrenadores responsables de los ataques.

—"¡Yisugo!"—Exclaman todos felices de verlo, aunque él solo se veía desconcertado y un poco frustrado.

—"¡¿Qué están haciendo aquí?!"—Preguntaba un poco exaltado.

—"Vinimos por ti, Yisugo"—Decía Brock, con una sonrisa.

—"Sí, Yisugo-han"—Agregaba Mache, con una expresión seria, al igual que Aria y las otras dos: Viola y Korrina.

—"¿Chicas?".

Sin ningún aviso las cuatro se le abalanzaron, abrazándolo, dejándolo con una cara de sorpresa, paralizado por dicho acto repentino no pudo más que recibir el abrazo.

Tras poder ver dicha escena conmovedora, ciertos llamados a tono de grito telepático los regresó a la realidad, haciendo que todos voltearan a Volcanion, quien volteaba a todos lados. De solo saber a quien llamaba, se dieron cuenta de la ausencia de Magearna.

Pese a que todo el grupo se afligió, solo uno volteó al mismo lugar de donde había escapado tras el caos con Volcanion.

—"Maldito Maníaco"—Murmuraba Yisugo, procediendo a llamar a su padre, cosa que le llamó la atención a algunos del grupo.

—"¿Yisugo?"—Decía algo confundido Brock al verlo.

—"Otou-san, mándame a Houndoom, Absol, Chariseid, Charizord, Garchomp y Scizor con sus megapiedras, hay un maníaco que usa pokemon mega-evolucionados y me gustaría partirle la cara"—Decía por su comunicador, emanando una especie de aura algo siniestra y un poco malvada que incluso sus pokemon sudaron la gota gorda de sólo verlo así.

Pasando el pequeño lapsus de aura siniestra al colgar, Yisugo volvió en su postura inquebrantable y volteó a sus compañeros tantos pokemon como Ash y los otros.

—"¿Por qué me están viendo así?"—Les reclamaba Yisugo—"Hay que repartir palizas a los malos ¡Vamos, vamos, vamos!".

Ante el acarreo de Yisugo, todos comenzaron a tomar lugares, mientras él esperaba a sus Pokemon que podía mega evolucionar.

Entretanto, en la fortaleza de Alva, él se encontraba recibiendo a Magearna de sus secuaces, quienes con una sonrisa malvada recibían su recompensa, aunque se les ofreció más a cambio de ser guardaespaldas y usaran los pokemon como guardias, recibiendo un dispositivo de mega-onda, oferta que no dudaron en aceptar.

—"Bien, Magearma, veamos tu coránima a ver qué podemos hacer con él"—Decía Alva, mientras el equipo Rocket llegaba, lo que Meowth comenzaba a ver cómo le era extraída la coránica de su dueña, lo que comenzaba a afligirlo en gran manera.

—"¡Deja a Magearna!"—Le exigía Meowth.

Por otro lado, Alva ponía la coránima en un dispositivo que parecía extractor.

Tan pronto como la puso, activa la máquina, lo que comenzaba a cargar ya especie de rayo absorbiendo la energía de la coránima.

—"E-espera Alva ¿Q-qué estás haciendo?—Preguntaba sospechando el pequeño hermano de la princesa—"E-esto no es para lo que estaba trabajando".

Alva, harto de sus sospechas, decide encerrarlo por medio de Gengar.

—"¡No! ¡Alva! ¡MOTÍN! ¡MOTÍN!"—Exclamaba Raleigh mientras era llevado junto con su Slurpuff.

—"Ahora nadie podrá detener mi plan"—Esbozaba Alva, viendo como su rayo estaba siendo cargado por la energía de la coránima de Magearna, que, al ser igual que su conciencia y su corazón, intentaba resistírsele.

Por otro lado, Yisugo, habiendo recibido los pokemon solicitados, regresa todos sus pokemon a sus respectivas pokeesferas a excepción de su Charizard y sus compañeros de hombros y espalda, megaevoluciona su "Chariseid" a Mega Charizard X, subiéndose a su lomo. Junto con él, parten Ash y Alan en su Mega Charizard X (En el de Alan).

Mientras, Brock y los demás iban a la meseta pokemon para asegurarse que todos estuvieran bien y ponerse en guardia por si habían intenciones enemigas de invadir y atacar una segunda vez.

Sin embargo nadie pudo esperar que Alva, logrando cargar su máquina, lanzará un rayo intenso hacia la meseta, destruyendo todo lo que tocara, volviendo tierra infértil y lúgubre una parte.

Tan imponente fue que ambos Puni-Chan activaron su habilidad, reuniendo a los otros para fusionarse y convertirse en la máxima forma de Zygarde con tal de combatir el rayo aún en funcionamiento con su intenso pulso dragón.

—"Chariseid, deprisa"—Le decía Yisugo, en un pequeño lapsus de ansias.

Dicho pokemon, motivado por su orden, aceleraba más su vuelo hasta lograr llegar a la fortaleza, donde los dos mismos atacantes de la meseta los esperaban, con una gran cantidad de pokemon capaces de megaevolucionar los esperaban.

—"Desistan o no tendré piedad contra ustedes"—Advertía Yisugo, bajándose de Charizard y dando unos pasos al frente de manera agresiva, en un intento por intimidarlos lo suficiente para obligarlos a rendirse.

—"Corrijo, no tendremos piedad contra ustedes"—Correjía Alan, llegando montando su Mega-Charizard.

Pese a las advertencias, ambos no dudaron en activar sus mega ondas, preparando sus Pokemon esclavizados para la intensa batalla.

Yisugo, determinado, saca sus pokemon y con sus respectivas megapiedras, los prepara, infundiendo un fuerte espíritu de justicia y lucha.

—"Que conste, que se los advertimos"—Declaraba Yisugo antes de darle la orden a sus pokemon.

Siendo los únicos Gardevoir y Greninja los únicos Pokemon de Yisugo que no se unieron a la batalla, lo siguieron, dejando a Ash y Alan a cargo de la batalla al frente, mientras él se infiltraba.

Entretanto, en el frente de la meseta, Zygarde, junto con los pokemon salvajes y los pertenecientes a Brock y los demás, usaban diferentes ataques para enfrentar el siniestro rayo de Alva.

Volcanion, siendo uno de ellos, notó la gran humareda que dejaba la intensa batalla entre mega pokemon librada afuera de la fortaleza, no dudó en ir a apoyar a la misma.

Regresando a Yisugo, él llega a la sala donde se encontraba Alva, logrando ver cómo el corazón de Magearna comenzaba a corromperse, afligiendo de gran manera a Meowth al ver la crueldad con la que se le trataba.

—"¡Detenlo, Alva!"—Le grita el entrenador de cabello alborotado negro/rojo/plateado, fúrico.

–"¡Tú! Ya deja mis planes en paz!"—le gritaba de regreso frustrado Alva, ordenando a Mega Alakazam y Mega Gengar a atacarlo, no obstante la mega gardevoir interceptó los ataques y el Greninsugo los atacó dejándolos fuera de combate.

—"¡Estoy harto!"—Exclama furioso Alva, saltando con su bastón y con intenciones de atacar a Yisugo personalmente, pero este a su vez, desafiante desplegó su bastón, bloqueando el ataque y comenzando a combatir contra él.

—"Al fin muestras valor asqueroso gusano"—Provocaba Yisugo defendiéndose de los ataques de ira de Alva.

Ante esos insultos, Alva daba ataques más erráticos, volviendo a la defensa de Yisugo más precisa, dándole oportunidades de contraatacar con una gran eficiencia y ventaja.

Tras las intensas batallas, los tres frentes a favor de Yisugo logran ganar, en especial tras derrotar a Alva y desactivar el rayo. Y con ello, los pokemon mega evolucionados por mega onda volvieron a la normalidad, dejándolos fuera de combate, y los de Yisugo, Ash y Alan, también volvían a su estado normal, aunque cansados.

Volcanion, llegando al último momento, veía como la coránima de Magearna, pese a ya no recibir el maltrato por el rayo, este parecía que se había "roto".

Yisugo, viendo la pobre coránima "sin vida", la toma suavemente y la regresa a su lugar, haciendo volver en sí a Magearna. No obstante, esta se movía con movimientos como si de engranes que no encajaban se tratara, y sus ojos se veían oscuros, sin vida ni alma, lo que entristecía a todo el grupo.

Alva, aprovechando la distracción, intentó escapar con una de sus mochilas de escape que flotaban, mas no esperó que Yisugo se lo esperara y le ordenara un ataque de Shuriken de Agua a su greninja, derribándolo, y aprovechando para abalanzarse sobre él. Sin embargo, la mochila los sacó de la fortaleza, dejándolos en caída libre, donde Yisugo, sin importarle una muerte segura, comenzaba a golpear fuertemente a Alva, quien también intentaba defender y regresarle los golpes, dejando una fuerte batalla de desgaste y liberación de iras.

—"¡Esto es por tus atrocidades contra Magearna y el reino de Nicola!"—Declaraba con fuerza Yisugo, dando un fuerte último golpe contra él, acelerando su caida, no obstante, el mismo villano desplegó su paracaídas. El entrenador de cabello alborotado negro/rojo/plateado, incrementando su ira, se abalanzó para otra ronda de golpes.

Tras la pelea, ambos caen hacia una área frondosa, cuyos árboles con ramas amortiguaron la caida mas no pudieron salvarse de varias heridas. Aunque ambos cayeron, Alva quedó atrapado y suspendido por los cables, mientras que Yisugo sufrió una severa caída que lo dejó inconsciente.

Por otro lado, Raleigh revisaba el rumbo de la fortaleza flotante, mientras Serena, Clemont y Bpnnie llegaban con ellos, entristeciéndose al ver a Magearna en un estado "vacío".

—"No, no, no ¡No!"—Exclamaba Raleigh, sin poder creerlo al ver la pantalla.

—"¿Qué pasa?"—Preguntaba repentinamente la princesa Kimia, volteando a verlo, al igual que los otros presentes en la sala.

—"Alva configuró un curso de colisión a la meseta Pokemon, y la configuró para explotar"—Respondía el mismo, alertando a todos.

—"¡¿Qué haremos?! ¡Si la Fortaleza flotante se estrella en la meseta, muchos Pokemon saldrán severamente lastimados!"—Decía Serena, muy preocupada.

—"Talvez si la hacemos explotar en el aire, lo único que caerá será escombro, más manejable que un objeto gigante"—Proponía al calor del momento Ash, con una expresión seria.

—"Yo soy bueno en las explosiones, déjenmelo a mí"—Decía telepáticamente Volcanion.

—"Yo lo guiaré"—Agregaba Raleigh—"Los demás deben ir a la máquina flotante de mi hermana para escapar, destruir la fortaleza también destruirá a todos en ella".

—"¡Entendido!"—Exclaman todos.

Así, Ash, Raleigh y Volcanion fueron a ver dónde descargar la explosión mientras el resto se dirigía hacia el transporte de escape, donde esperarían a Ash y los otros.

Llegando al núcleo de la Fortaleza, se dieron del lugar donde tenían que hacer la explosión.

—"Listo, aquí es donde debe ocurrir la explosión, vamos"—Mencionaba Volcanion—"Vamos, tenemos que ir a evacuar".

Llegando al transporte, Volcanion lanzó a Raleigh y Ash al transporte, quedándose en la fortaleza.

—"¡Espera, Volcanion! ¿Qué estás haciendo?"—Pregunta Ash, en un tono de preocupación.

—"Alguien tiene que hacerla volar"—Indicaba Volcanion, usando vapor para alejarlos y meterse en el núcleo de la fortaleza flotante, haciéndola explotar.

Mientras la princesa Kimia llevaba a todos a la meseta donde estarían seguros, los otros no pudieron creer lo que había pasado.


Poco después el grupo llega a la meseta Pokemon, donde todos los pokemon y humanos presentes buscaban la manera de regresar a Magearna a su estado original, sin ningún logro. No obstante, todos se entristecían al verla con ojos sin vida.

—"Volcanion ya no está, y Magearna está así, qué tragedia"—Comentaba Serena, algo deprimida al ver a Magearna en tal estado.

—"Para peor caso, Yisugo se perdió también"—Agregaba Brock, algo pensativo.

En cuanto los Pokemon pertenecientes al recién mencionado, se comenzaron a asustar y buscarlo con desesperación.

—"¡Oigan, oigan! Amigos, tranquilos, él debe estar bien"—Les indicaba Ash, intentando tranquilizarlos.

Incluso los Pokemon que lo acompañaban fuera de sus pokeesferas estaban a punta de lágrima.

—"No estarán tranquilos hasta que lo encuentren"—Agregaba Alan, algo pensativo.

—"Tendremos que buscarlo también"—Declaraba Brock.

—"Nosotras iremos"—Se ofrecía Mache, junto con Korrina, Viola y Aria, atrayendo la mirada de sorpresa de todos. Al minuto aceptaron y los pokemon de Yisugo, en especial los acompañantes se subieron a sus hombros para partir junto con las chicas.

Poco después algo había caído como un meteoro, haciendo que se levantara una gran nube de humo que cegó a los que se habían quedado en la meseta asegurando que todo estuviera bien. Cuando poco a poco iba despejándose el humo, una silueta frente a los restos de la fortaleza se comenzó a distinguir, con una forma de cierto pokemon legendario.

—"Volcanion"—Decía Ash, acercándose a la silueta lentamente con su Pikachu en el hombro.

Finalmente el humo se dispersó y se pudo distinguir a Volcanion, tumbado en el suelo, sin mostrar señales de vida, lo que alertó a Ash y los otros, acercándose para revisarlo.

Rogando para que se recuperara y diera señales de vida, Magearna, a pesar de su estado se acercaba lentamente realizando una acción que generara un estornudo al Pokemon legendario.

Entretanto, en el bosque frondoso, cierto hombre fastidiado y harto, de nombre Alva, se había despojado de su paracaídas, y caído a una cercanía de Yisugo, quien estaba aún inconsciente. Él, con una sonrisa de satisfacción al pensar que tenía una oportunidad de acabar con él de una vez por todas, no escatimó en agarrar un palo y repararse para darle un golpe mortal.

A la hora de la hora, como un rayo, Yisugo interceptó el golpe con su mano y abrió los ojos mirándolo con una gran intensidad que lo hizo temblar.

Verlo directamente a los ojos le infunde suficiente miedo como para hacerlo retroceder a la vez que se levantaba. No le quitaba la vista de encima.

Tras levantarse, lo amarró y se lo llevó como prisionero, llamando a la policía.

—"Impresionante"—Decía sarcásticamente Alva, con una sonrisa incrédula—"Eres el primer ser humano que tiene varios Pokemon cuyo vínculos compartes lo suficiente como para mega evolucionarlos a todos, y aún así, enlazarte con tu Greninja".

—"Eso debería hacerte reflexionar lo que un verdadero lazo entre Pokemon y humanos pueden hacer cuando confían uno en el otro"—Decía mientras lo llevaba a con los demás jalándolo, aunque poco a poco se debilitaba y le causaba dolor al caminar.

—"Qué ingenuo eres. Confiar en criaturas que tendrían el poder de matarnos si quieren".

—"No te convenceré de lo contrario, pero no importará una vez estés tras las rejas. Y para que conste, los respeto y el mundo también porque nos pueden proteger también".

Tras llegar a una carretera se encontraban con una oficial Jenny, quien recibió al prisionero Alva.

—"Gracias por su captura jovencito Yisugo, vaya, eres la mejor ayuda para nosotras"—Le sonreía la oficial Jenny metiendo a Alva a su patrulla.

—"Es un placer ayudarlas señorita oficial Jenny"—Contestaba elegantemente dando una ligera reverencia con su cabeza para luego despedirse y seguir su camino, intentando ocultar su dolor físico.


Entretanto, regresando a la situación de Volcanion, este comenzaba a reaccionar, lo que alegró a todos los presentes.

—"¿Qué pasó?"—Preguntaba Volcanion, levantándose poco a poco, siendo abrazado por Magearna.

Los demás, aliviados por su reacción, no pudieron evitar lanzársele y abrazarlo.

—"Por poco creímos que no lo lograbas"—Decía todo emocionado Brock.

—"Las explosiones son lo mío"—Le contestaba telepáticamente Volcanion—"Por cierto ¿Dónde está ese acompañante de cabello particular que ayudó en la recuperación de Magearna?".

Los chicos y chicas se volteaban entre sí levantando los hombros señalando que ninguno sabía su paradero.

—"En agradecimiento por asegurarse que yo estuviera bien, y asegurar también a Magearna, los ayudaré a buscar a ese humano"—Declara Volcanion, subiendo a Magearna a su lomo para unirse a su búsqueda, junto con Ash y los demás


Entretanto, regresando a Yisugo, él caminaba por el bosque pasando la carretera en busca de la meseta, a sabiendas que no tenía ningún pokemon que lo ayudara o reconfortara, aun así seguía su camino pese al fuerte dolor por las múltiples heridas. No obstante, en medio de su camino se hallaba con varios Pokemon, quienes lo miraban con preocupación, pero no se acercaban por miedo de que los lastimaran.

Sin embargo, a los pocos pasos de poder encontrarse con varios pokemon que le echaban mirada, el dolor le ganó, cayendo inconsciente sobre el pasto del bosque por lo débil que estaba.

Los Pokemon, escondidos, se asomaban al ver su cuerpo y comenzaban a acercarse poco a poco, con un poco de precaución.

Algunos que llegaron con él, lo tentaron un poco y sonreían al ver que no les haría nada. En consecuencia, procedieron a colocarlo boca arriba para que respirara mejor y se acurrucaban para cuidarlo mejor. Incluso algunos ayudaron usando sus habilidades para curarlo.

A los pocos minutos Yisugo despierta de golpe, haciendo que los Pokemon huyeran y se escondieran temerosos y temblorosos. Él volteaba y les dedicaba una ligera sonrisa comprensiva, entendiendo que le temían. Por lo tanto, procedía a sentarse donde se encontraba y se quedaba quieto, buscando crear algo de curiosidad y confianza para que se acercaran.

Poco a poco los dichos cuidadosamente se acercaban a él y subírsele. No tardó mucho antes de que ellos se acurrucaban al ver que era seguro.


Un poco más tarde, después de disfrutar de la compañía de los Pokemon silvestres, era guiado por ellos hasta que se encontró con las chicas, quienes no dudaron en lanzársele encima con lágrimas de felicidad.

Resignado, solo pudo dejarse abrazar con una cara neutral.

Posteriormente, sus pokemon también se le lanzaron, a excepción de Lucario, Gallade, Greninja, Blaziken y demás que podían mega-evolucionar, quienes solo esbozaron una sonrisa de alivio.

—"¿Qué pasó con la meseta?—Pregunta Yisugo.

—"Están todos bien"—Respondía Mashe, viéndolo y acariciando su mejilla—"Zygarde la protegió, con los demás Pokemon".

—"¿Y Volcanion y Magearna?"—Le volvía a preguntar Yisugo, tras separarse de sus acompañantes.

En ese momento, Magearna, aun en estado corrompido, llegaba montada en Volcanion.

—"Volcanion"—Decía acercándose el entrenador de cabello alborotado negro/rojo/plateado—"¿Puedes bajar a Magearna?".

Volcanion accede y baja a Magearna, quien aun en su estado caminaba robóticamente hacia él.

—"El que te hizo esto...está en la cárcel"—Le indicaba Yisugo, mostrando una expresión firme y seria—"Nunca debiste pasar por eso, y por lo tanto, no debes quedarte así".

Dicho eso, tomaba su coránima, intrigando a todos los presentes, incluso los que llegaron poco después.

—"Recuperemos el corazón de Magearna"—Declaraba Yisugo, llamando a todos sus Pokemon capaces de Mega-evolucionar.

Así, dichos Pokemon mega-evolucionan y llenan de energía positiva la coránima, usando el lazo de confianza entre Yisugo y sus Pokemon, en especial el Aura y la sincronización de Lucario y Greninja. Al sentir los profundos lazos que tenían, la calidez, y la amistad, la Coránima de Magearna comenzaba a curarse.

Finalmente, Yisugo le regresa la Coránima ya curada en Magearna, haciéndola volver a su estado más animado.

Magearna le dio las manitas al entrenador en señal de agradecimiento, a la vez que los otros lo celebraban y felicitaban por tal acción, mientras que sus respectivos Pokemon mega-evolucionados volvían a la normalidad. Finalmente los Pokemon, a excepción de los acompañantes, volvían a las Pokeesferas de Yisugo para descansar del largo día.

Volcanion, aun más agradecido por el entrenador, se reverenciaba ante él.

—"Gracias, muchacho, eres excepcional, como este azabache. Te seré eternamente agradecido. Podrán los otros humanos no ser dignos de regresar a la meseta, pero tú, siempre serás bienvenido cuando quieras, al igual que sus amigos"—Decía telepáticamente el Pokemon Legendario, antes de tomar a Magearna y colocarla encima de su lomo para luego retirarse de regreso a la meseta Pokemon.

—"Bueno, tengo que irme, y Serena, tienes un lugar por el cual ir"—Declaraba Yisugo, antes de empezar su camino, hasta que dos chicas lo detuvieron: Mache y Aria.

—"¿Por qué?"—Preguntaba Mache, despidiendo unas lágrimas de sus ojos cabizbaja—"¿Por qué nos alejas?".

—"¿Qué?"—Le cuestionaba Yisugo, algo confundido.

—"¿Por qué nos alejas?"—Le cuestionaba Aria, en un tono enojado—"Chicas hermosas están enamoradas de ti, incluyéndome, y te da igual, qué bajo".

Estas últimas palabras de Aria lo detuvieron.

—"Tienen cosas que hacer, yo no debo ser un obstáculo para ustedes"—Respondía, deduciendo lo que estaba pasando el entrenador de cabello alborotado negro/rojo/plateado—"Un chico que les gusta no puede obstaculizar su deber".

—"Nuestro deber ahora...es contigo, nuestro corazón"—Contestaba Mache, mostrando firmeza, junto con las demás chicas que estaban enamoradas de él, tomándole una de las manos.

—"Y lo que dijiste...solo son excusas..."—Agregaba Aria, tomando su otra mano, al igual que Viola y Korrina.

—"Veamos qué tan fuerte es su determinación"—Les propone Yisugo, sacando a Greninja, Lucario, Blaziken y Gallade—"Mis Pokemon son mis mayores compañeros, inclusive Gallade, que es más reciente".

Un poco atónitas por la propuesta tomaron una postura de aceptación.

Una batalla enardecida comenzará para el amor.

Esta historia continuará