Capitulo Quince: Persona favorita

Durante los siguientes meses, la vida de Draco parecía un sueño. Sin Ron Weasley en el medio, era libre de acercarse a Hermione. La llamaba a diario y añoraba los fines de semana en que tomaba el tren a Londres para estar con ella. Sin embargo, cuando llegó al departamento de Hermione una tarde, no la encontró sola. Había un grupo de amigos de ella bebiendo y charlando.

—¡Draco! —gritó Hermione por sobre la música al verlo atravesar la puerta de entrada.

—¡Hey! —musitó él débilmente, al darse cuenta de que su expectativa de acurrucarse con ella en el sillón mientras veían una película estaba arruinada.

Hermione se abalanzó sobre él, y Draco pudo oler su perfume.

—¡Te extrañé! —dijo ella con una sonrisa—. Ve a dejar tus cosas y ponte cómodo, porque invité a alguien que quiero que conozcas.

Mientras Draco guardaba sus cosas en el dormitorio, se sentía molesto y frustrado. Había alejado a Weasley para siempre, pero seguían apareciendo otros hombres en la vida de Hermione. Los pensamientos rumiantes que lo perseguían por las noches volvían a manifestarse. Sería que, ¿él nunca podría estar con ella realmente?

Después de serenarse, volvió a la sala y compartió con los invitados. Hizo lo posible por parecer interesado en la nueva "conquista" que Hermione le había presentado, hablando con ella por el resto de la noche. Se llamaba Daphne Greengrass. Estudiaba ciencias políticas, le gustaba la equitación y coleccionaba monedas. Ella le hablaba del conflicto de Taiwán, pero Draco desvió la mirada al escuchar una carcajada de Hermione mientras hablaba con un hombre rubio que bebía whisky y se veía mayor que ellos.

—Él es Roger —dijo Daphne, como si leyera su mente—. Mi primo en tercer grado. Abogado, proyecto de parlamentario.

Draco la miró estupefacto.

—He visto cómo te preocupas por Hermione —dijo ella observándolo—. La llamas a diario y supongo que te preocupas por quién se rodea.

—Sí, así es—sopesó su respuesta— Después de lo que pasó con Weasley, me siento más sobreprotector con ella.

—¿Weasley?— dijo Daphne con sorpresa y no pudo evitar sonreír ante la expresión de Draco al casi escupir el apellido— Sí, conozco a Ron. Me cae bien, pero intuyo que a ti no.

Draco asintió.

—No te preocupes por Roger, siempre es el alma de la fiesta, y es un buen tipo pero puede ser un poco...—Daphne bajo la voz ligeramente pensando las palabras que ocuparía—. Imprudente si bebe, pero Él y Hermione no tienen nada romántico.

Draco frunció el ceño, sintiendo una mezcla de alivio y preocupación.

—¿Y Hermione lo sabe?

—Sí, se lo he dicho. Ella puede manejarlo, pero entiendo tu inquietud. —Daphne le dio un sorbo a su margarita antes de mirarlo nuevamente— A veces la gente no es lo que parece, aunque creo que eso ya lo sabes.

Draco suspiró, aliviado en parte, pero la inquietud no desaparecía del todo. Pasaron las horas y, aunque Draco intentaba integrarse en las conversaciones, no podía dejar de vigilar a Hermione y Roger. Finalmente, el grupo empezó a dispersarse y Hermione se acercó a Draco.

—¿Todo bien? —preguntó ella, notando su distracción.

—Sí, solo estaba pensando en algo —mintió Draco.

—Ven, vamos a la cocina. Necesito ayuda con algo —dijo ella, tirando de su mano.

En la cocina, Hermione se recostó contra el mostrador y lo miró con una sonrisa cansada.

—Siento que esta noche no fue lo que esperabas.

—No te preocupes, Hermione. Solo me sorprendió ver a tantas personas aquí —admitió Draco.

—Lo sé, pero quería que conocieras a Daphne. Ella es una amiga que quiero mucho y pensé que te llevarías bien con ella. Agradezco que vengas cada vez que puedes, pero te veo muy solitario y me preocupo por ti. Además, Roger es... bueno, él es solo Roger. No hay nada entre nosotros, si es lo que te preocupa —dijo Hermione, leyendo la preocupación en los ojos de Draco.

Draco exhaló, sintiéndose un poco más aliviado.

—Gracias por decirlo, Hermione.

Hermione se acercó y lo abrazó, apoyando su cabeza en su pecho.

—Eres mi persona favorita. Siempre me cuidas y apoyas.

Draco la abrazó con fuerza, sintiendo que, a pesar de las dificultades y sus propias inseguridades, el vínculo entre ellos seguía siendo fuerte. Y mientras estuvieran juntos, valdría la pena cualquier desafío.

Al final de la noche, cuando la mayoría de los invitados se había ido, Daphne se acercó a Draco mientras él ayudaba a recoger los restos de la fiesta.

—Draco, ha sido una noche interesante —dijo Daphne con una sonrisa amable.

—Sí, lo ha sido —respondió Draco, sintiéndose un poco más relajado.

—Quería decirte algo antes de irme. Sé que Hermione nos presentó con la esperanza de que entre nosotros pudiera surgir algo más que amistad —dijo Daphne, mirándolo a los ojos—. Y aunque te encuentro guapo y atento, especialmente por escuchar mis monólogos de política exterior estoicamente, no sentí una química romántica. Y sé que tú tampoco.

Draco asintió, sintiéndose aliviado por la sinceridad de Daphne.

—Tienes razón, Daphne. Me caes muy bien, pero tampoco sentí esa chispa.

—Podemos mantener el contacto como amigos, si te parece bien. Creo que podríamos llevarnos muy bien en ese sentido —dijo ella con una sonrisa.

—Me parece una excelente idea —respondió Draco, sonriendo de vuelta—. Gracias por entenderlo.

—De nada, Draco. Cuídate y sigue cuidando a Hermione. Ella te aprecia mucho.

—Lo haré. Gracias, Daphne.

Después de despedirse, Daphne se marchó, dejándole a Draco un sentimiento de alivio y claridad. A pesar de las complicaciones de la noche, había logrado establecer una nueva amistad y confirmar lo que realmente quería: estar con Hermione, seguir siendo su persona favorita.

Sólo me tomo 8 años en actualizar, prometo no demorarme tanto para el próximo capitulo.