RinMakoto. Inspirada en la cita que tuvo su amiga, Rinku hizo lo mismo con Hachiro, aunque todo fue al momento, al menos lo pasó bien y eso puede ser el inicio de algo, ahora vamos con otra unidad que merece algo de atención.
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Sin más, comencemos…
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Academia Arisugawa.
Esta escuela es para chicas de élite o que vienen de familias de buena posición económica en donde esta tenía jardín de infantes, escuela primaria, intermedia y secundaria. Además, era una institución privada católica.
En estos momentos, todas las chicas de la escuela estaban en la iglesia de la academia haciendo una misa en la que todas las demás participaban. Mientras el sacerdote estaba dando el sermón, Kurumi estaba casi bostezando, aunque esta disimulaba.
- ¿Kurumi-san?
- Me canso muchas veces de escuchar lo mismo – decía la peli ceniza mientras que trataba de ahogar un bostezo poniendo su mano en su boca.
- No hagas eso, estamos en la casa del Señor, ten un poco más respeto.
- Lo sé Presidenta, pero es que esto es aburrido – dijo en voz baja la VJ de Lyrical Lily – sabes bien que no me gusta participar en esto.
- No lo haces, solo escuchamos el sermón, Miyu-san y Miiko-san son las que están participando de verdad – Haruna dijo eso mientras que miraban como es que ambos miembros de Lyrical Lily estaban frente al altar. Miiko estaba con una vela encendida mientras que Miyu estaba leyendo el versículo de la Biblia que le tocaba.
- Que aburrido.
- Guarda silencio Kurumi-san.
- Shh – una monja pasó al lado de ellas y solo calló a Haruna ya que fue la última en hablar, Kurumi solo bajó la mirada evitando reírse, habían regañado a su amiga en vez de a ella.
- Lo siento – la peli vino tinto le echó una mirada asesina a su compañera de unidad la cual solo siguió como estaba. Una vez terminado el ritual religioso, las clases continuaron con normalidad, aunque en el receso…
- Deberían haber visto el rostro de la Presidenta cuando la monja la regañó.
- ¡Kurumi-san, por tu culpa me regañó! ¡Además, tú fuiste la que me hiciste hablar!
- Vamos Haruna-chan, Kurumi-chan, relajémonos un poco por favor, estamos en almuerzo – dijo Miyu la cual hizo que las dos se calmaran un poco.
- Eres algo blanda con ella Miyu-san.
- Por cierto, realmente estaba algo nerviosa estando ahí con la vela – dijo la rubia del grupo mientras que comía un poco su merienda.
- Pero la que más debió pasar presión fue Miyu-san, ella estaba leyendo la Biblia frente a todas.
- No es como que me dé miedo, ya me estoy acostumbrando al público desde que tenemos nuestras presentaciones – la líder del grupo habló – además, hoy no estuve en el coro porque quise leer un poco.
- Es cierto, ya se me hacía extraño que no estuvieras en el coro de la iglesia hoy.
- Bueno, no me sentía bien para cantar en ese tono, por lo que creo que estaré bien después – en eso, miraron como es que, en la iglesia, estaba llegando un joven que venía junto con el sacerdote. Las chicas de Lyrical Lily no fueron las únicas en verlo, muchas de las alumnas también lo miraron.
- ¿Y eso?
- ¿Qué hace un chico aquí?
- Y, es más, ¿Qué hace con el sacerdote?
- Ni idea, pero quiero ir a ver.
- ¡Kurumi-san! – Haruna no pudo detener a la peli ceniza la cual se fue hacia la iglesia, sus amigas no tuvieron más opción que seguirla.
Unos segundos después, el cuarteto llegó a donde estaba el sacerdote arreglando algunas cosas de la iglesia, lo mismo que el misterioso chico que fue con ellos.
- ¿Por qué estamos espiando aquí Kurumi-san? Estamos en templo sagrado – regañó Haruna en voz baja mirando a la peli ceniza.
- No hagan mucho ruido, nos meteremos en problemas – susurró Miyu.
- Esto me recuerda a una película en la que para escapar del asesino loco las protagonistas se escondían de este modo… aunque terminaban decapitadas al final – contó Miiko siendo una gran fanática del cine gore y de terror.
- ¿Por qué ves esas cosas?
- Dejemos a un lado eso, vamos a ver quién es ese chico.
- Esto está mal – decía Haruna la cual estaba caminando un poco hacia su objetivo.
- Llévalas a la parte de atrás por favor – ordenó el sacerdote de ese turno el cual era un hombre ya entrado en años, pero parecía ser alguien bondadoso.
- Sí – en eso, el joven se fue con unas cajas hacia la bodega detrás de la iglesia, las de Lyrical Lily lo pudieron ver más de cerca cuando dejó el contenido. El chico era de cabello celeste con los ojos morados, además de tener piel blanca y una complexión algo trabajada, llevaba una expresión de seriedad.
- Pues no parece que esté muy feliz.
- A lo mejor solo es que está serio, muchos chicos son así.
- Quien sabe, pero que nos escondiéramos en la bodega de la iglesia es algo malo por lo que miro – dijo Miiko, pero en eso, Haruna miró de lado una cucaracha la cual hizo que soltara un gemido de miedo, algo que fue escuchado por el joven peli celeste el cual se fue hacia donde estaban las chicas y efectivamente, se topó con el cuarteto.
- ¿Qué demonios hacen aquí?
- E-Este… ¡no fue idea mía! ¡Lo juro! Lamento mucho si arruiné la reputación de la iglesia, por favor, no me expulsen.
- Cálmate un poco Presidenta.
- ¡No me llames así Kurumi-san!
- Oigan, cállense – el chico hizo que el silencio reinara en el lugar, ninguna se atrevía a decir nada, pero en eso, el sacerdote estaba llegando, por lo que el peli celeste simplemente puso las cajas encima de la unidad DJ.
- ¿Pasó algo hijito?
- No nada, solamente estaba buscando un buen sitio para poner las cajas, por lo que perdón si hice algún ruido.
- No te preocupes, está bien, solo ven cuando te desocupes.
- Ya voy – el sacerdote se fue, el chico solo quitó las cajas y se fue a traer las demás mientras que las jóvenes de Lyrical Lily suspiraban en paz.
- Resulta que nos salvó – dijo Haruna estando bastante calmada.
- ¿Por qué lo hizo?
- Ni idea, pero creo que si no nos hubiera ayudado estaríamos en problemas con el sacerdote.
- Por poco – el peli celeste volvió a traer algunas cajas y ponerlas cerca de las chicas de Lyrical Lily para evitar que ellas no fueran atrapadas. Unos minutos después, el cuarteto salió de la iglesia con ayuda del joven.
- Gracias de nuevo por ayudarnos a no meternos en problemas.
- Solo no lo hagan de nuevo.
- Espera, quiero saber algo – dijo Kurumi mirando al joven – ¿Por qué estás aquí? Se supone que esta solo es una academia femenina.
- Estoy aquí con el sacerdote que es mi tío abuelo, me llamó para que lo ayudara a mover algunas cosas que son muy pesadas y por eso estoy aquí – el peli celeste habló, los 5 estaban afuera de la iglesia, todo había terminado.
- Lo entiendo, pero de igual forma quiero agradecerte por eso, nos salvaste de una buena que nos hubiera llevado si el sacerdote nos hubiera visto en la bodega de la iglesia.
- Ya están bien por el momento, no vuelvan a causar problemas – cuando el chico se iba a ir, este fue detenido por Kurumi, esta le extendió lo que parecía ser un chicle – ¿y eso?
- Solo tómalo – Miiko entendió lo que su mejor amiga quería hacer, por lo que solo se calló mirando el espectáculo que estaba por presentarse.
- Bien, no entiendo de donde vino eso, pero creo que lo aceptaré, solo si aceptas mi chicle también – el peli celeste sacó uno casi idéntico al de Kurumi, esta solo lo miró, pero supo que no se trataba del mismo que ella estaba usando.
- Gracias – la VJ de Lyrical Lily tomó el chicle, pero enseguida notó que no era uno normal, sino uno que daba toques eléctricos fuertes y eso duró unos segundos hasta que el peli celeste se separó de ella – ¿Q-Que fue eso?
- Si vas a hacer caer a alguien en esa broma tonta, realmente eres ingenua – comentó – esa broma me la sé.
- No es justo, sabías que te haría una broma y aprovechaste para hacerlo ¿no?
- Kurumi-san, no es nada amigable lo que intentaste hacer – reclamó Haruna a lo que la peli ceniza solo desvió la mirada con un pequeño puchero – lamento el comportamiento de nuestra amiga.
- Está bien, me tengo que ir – cuando el chico estaba por irse, Miyu lo detuvo – ¿y ahora qué?
- Antes que nada, quisiera saber su nombre si no es mucha molestia.
- ¿Cómo para qué?
- Por favor, solo quisiéramos saber el nombre de nuestro salvador – la peli rosa miró fijo al chico el cual solo suspiró – es más, me presentaré, soy Miyu Sakurada.
- Soy Kurumi Shiratori.
- Miiko Takeshita.
- Haruna Kasuga, un gusto.
- Kano Nakanishi, me voy, pero volveré mañana, estaré ayudando a mi tío abuelo con lo de las misas a partir de ahora, aunque no sea sacristán.
- Ya veo, muchas gracias por la ayuda Nakanishi-san – las 4 se despidieron del joven ya que estaba yéndose del sitio, además de que el receso de parte de las chicas de la academia estaba terminando por lo que fueron a sus clases.
Sin embargo, como dijo el peli celeste, al día siguiente pasó lo mismo, las alumnas de Arisugawa estaban en misa mientras que el sacerdote estaba dando el rito como era de costumbre, pero en eso, pasó el chico que las chicas de Lyrical Lily habían conocido el día anterior.
- Pónganse de pie hermanas, para recibir el sacramento de nuestra fe.
- Gloria a ti señor Jesús – dijeron las del coro junto con las demás que estaban en la iglesia, en el coro estaba Miyu la cual le echó ojo al peli celeste el cual llevaba las hostias hacia el sacerdote.
- Es Nakanishi-san – pensó la peli rosa la cual solo siguió prestando atención a la misa, cuando todo el rito terminó, el peli celeste se quedó ayudado de nuevo al sacerdote a mover algunas cosas, sin embargo, al salir, se topó con las chicas de Lyrical Lily.
- Buenos días Nakanishi-san – dijo Kurumi la cual fue la primera en hablar, el joven arqueó una ceja estando un poco confundido por eso.
- ¿Qué pasa?
- Nada, solo queríamos venir porque te trajimos algo como agradecimiento – dijo Miiko la cual le extendió lo que parecía un almuerzo bien empaquetado, cosa que el peli celeste solo abrió un poco más los ojos.
- ¿Y esto?
- Es un almuerzo hecho por nosotras, aunque la Presidenta no quiso colaborar al inicio – Haruna se sonrojó por eso.
- ¡Eso fue porque me enviaste mala la dirección para ir a comprar las cosas, no fue mi culpa Kurumi-san! – exclamó la peli vino tinto.
- No importa, creo que al final las 4 pusimos empeño en hacerlo para nuestro salvador – sonrió Miyu, en eso, la peli gris miró a su mejor amiga la cual sonrió también.
- Pero antes, acompáñalo con una buena lata de cacahuates – Kurumi le pasó la dichosa lata, el peli celeste la tomó y al abrirla, salieron varias serpientes de goma – ¡caíste!
- K-Kurumi-chan – Miyu miró como es que Kano caía al suelo y parecía convulsionar – ¡¿Qué le pasa?!
- ¡Le está dando un infarto! – exclamó alarmada Haruna tratando de ayudar al chico – ¡Kurumi-san, mira lo que hiciste!
- ¡S-Solo quería asustarlo un poco, no pensé que lo pondría de ese modo! – la peli gris estaba con lágrimas en los ojos, Miiko estaba del mismo modo casi llorando, Miyu se quebró también.
- L-Llamaré al 911, ellos sabrán que hacer.
- No es necesario – el joven peli celeste se levantó como si nada ante la mirada de las chicas de Lyrical Lily – estoy bien.
- ¡¿No te pasó nada?!
- Shiratori-san, esa broma solo se la comen los idiotas – dijo el chico mirando a la peli ceniza – sabía que planeabas algo, así que contraataqué.
- ¡No hagas ese tipo de bromas, pensé que te había matado Nakanishi-kun!
- Pensamos que iríamos a la cárcel.
- ¿Quién te manda a hacer bromas así? – Kurumi bajó la mirada en señal de derrota, lo mismo que Miiko. Miyu y Haruna respiraron aliviadas – aunque me vea serio, no caigo en bromas.
- ¡Pues me vengaré entonces! – Kurumi miró fijo al peli celeste – escúchame bien Kano Nakanishi-kun, desde hoy declaro la guerra de bromas y juro que te derrotaré, soy la más grande bromista de este lado del país, yo, Kurumi Shiratori y mi mejor amiga Miiko Takeshita no perderemos.
- Bien, como sea, después de todo ayudaré a mi tío abuelo un tiempo aquí en esta iglesia, por lo que supongo que se podría realizar – Kano miró fijo sin ninguna expresión a Miiko y Kurumi, aunque estas lo miraban de forma retadora y con llamas detrás de ellas.
- ¿Por qué siento que aquí va a pasar algo malo Haruna-chan?
- Igual lo creo Miyu-san, pero cuando a Kurumi-san y Miiko-san se les mete algo en la cabeza, es difícil hacer que cambien de opinión – la peli vino tinto suspiró mientras que solo esperaba que las cosas salieran bien con el nuevo amigo que tendrían.
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Continuará…
