Aquí está el capítulo 30. Este capítulo se centra en los personajes de Aggretsuko. Koka y Hana reaparecen después de un tiempo de estar ausentes.
Koka y Hana han terminado de hacer sus tareas, junto con sus amigos Izumi y Daisuke. Y ahora se estaban relajándose un poco. Estaban viendo una serie en la TV que trataba sobre seis héroes que tenían que defender el planeta, y para eso utilizaba trajes de colores distintos para ocultar su identidad, armas para las batallas y hasta vehículos que cuando se combinaban formaban un robot gigante que les ayudaba a derrotar a los monstruos cuando crecían de tamaño. Esa era la serie favorita de los cuatro, y desde que se volvieron amigos, siempre se reunían para ver un nuevo episodio, era una costumbre que tenían desde hace dos años.
Por suerte para Koka y Hana ninguna escena del episodio tenía escenas que le recordara lo ocurrido el fin de semana. Si ya habían quedado traumatizados por ese evento, no querían volver a vivir algo parecido o ver en televisión. Para suerte de ellos sus respectivos padres trataban de mantenerlos tranquilos, prefiriendo dejar esas preocupaciones para sí mismos y que los niños continuasen con sus vidas normales. Incluso sus amigos, al saber por lo que pasaron, no les preguntaban nada sobre ese suceso, y siempre los trataban con si no hubiera pasado nada y los invitaban a hacer sus actividades favoritas para así distraerlos y que se divirtieran.
La madre y la abuela de Retsuko se encontraban en la cocina preparando la cena, ya que estaba anocheciendo en ese momento, por lo que Haida y Retsuko llegarían pronto a casa, y al mismo tiempo los padres de Hana, Izumi y Daisuke también vendrían a recogerlos. Estaban comenzando a preparar lo que ellas pensaban era una comida adecuada para una familia de cinco persona. La panda roja de mediana edad había aprendido a cocinar por su madre, y ambas eran expertas en lo que se podría consideran una buena comida saludable para una familia japonesa. Y siempre en reuniones familiares eran preparaban siempre todos los platillos.
En un momento determinados madre e hija habían estado hablando mientras que los niños estaban estudiando acerca de que con lo ocurrido el fin de semana, sería buena idea de que ambas pudiesen llevarse a Koka fuera de la ciudad hasta poder confirmar de que lo ocurrido el fin de semana no se volvería a repetir, ya que hasta el momento no se había capturado al responsable del ataque al restaurante y no habían rastros de él por ningún lado. Las autoridades seguían buscándolo y no habían tenido éxito. Por lo que creían que Koka estaría más seguro en un algún lugar tranquilo fuera de la ciudad, como por ejemplo el lugar en donde vive la abuela de Retsuko.
También habían planeado hacerles la sugerencia a los padres de Hana, Izumi y Daisuke, para ver si querían que sus hijos estuvieran a salvo. Estarían seguros de que aceptarían, tomando en cuenta de lo mucho que se preocupan por sus hijos al momento en que los dejan para ir a trabajar. En un pueblo pequeño como el lugar en donde la abuela de Retsuko, los niños podrían estar a salvo. Ese ser que intentó hacerles daño a Koka y Hana nunca los encontraría allí, y en el proceso Izumi y Daisuke podría estar a salvo de ser atacados en el proceso. Solo esperaban que las cuatro parejas de padres estuvieran de acuerdo con su idea.
Una vez que terminaron de preparar la comida, comenzaron a servirla en varios platos y la guardaron en el refrigerador para cuando Haida y Retsuko llegaran a casa. Luego se dirigieron a la sala de estar y guardaron los cuadernos, lápices, plumas y cualquier otro implemento que sirve para hacer las tareas que pertenecían a Hana, Izumi y Daisuke en sus respectivas mochilas. Luego tomaron los útiles escolares de Koka y los guardaron en su habitación. Tras eso, ambas pandas rojas se sentaron con los niños en la sala de estar, para acompañarlos mientras que esperaban a que sus padres llegaran a casa, por la hora en el reloj, solo faltaban 45 minutos para su llegada.
…
En Carrier Man Trading Co., Ltd, Retsuko se encontraba con una sobrecarga de trabajo por cortesía de Ton y Tsubone. Ya casi era la hora de salir, pero habría demorado más sino fuera porque Haida, Fenneko, Ookami y Anai la ayudaron para terminar las cosas más rápido. Ya para la hora de salida estaba todo listo y Retsuko les agradeció como siempre lo hacía.
Cuando era la hora de salir Retsuko, Haida, Fenneko y Ookami estaban a punto de marcharse, con la panda roja esperando a encontrarse con Legoshi y disculparse por cómo había actuado con él demostrando tenerle miedo. Pero las cosas no estaban a su favor ese día tampoco. Cuando la panda roja, la hiena, la zorra fennec y el lobo rojo llegaron a la recepción, pudieron ver a sus nuevos compañeros de trabajo, pero tomaron un taxi, por lo tanto les fue difícil alcanzarlos para que Retsuko pudiera hablar con ellos. Finalmente Retsuko comenzó a creer que él universo siempre estaba en contra de ella, ya que cada vez que intentaba hacer algo importante ocurría algo que se lo impedía.
No le quedó de otra que ir a casa acampada por su esposo y acompañada por sus amigos. Cuando salieron de la puerta con del edificio se encontraron con Komiya, Tsunoda, Manumaru y Resasuke, quien estaban esperándolos para ir juntos a casa, ya que de todos modos tendrían que ir a recoger a sus propios hijos que se encontraban siendo cuidados por la madre y la abuela de Retsuko.
En el camino a casa Manumaru conversó con Fenneko y Tsunoda, ya que desde aquella reunión de solteros el gato pallas se volvió amigo de la zorra fennec y la gacela, aunque a Fenneko no le gustaba la idea de que Tsunoda estuviera metida en la conversación. Por otro lado Ookami y Komiya estaban conversando para ponerse de acuerdo sobre la próxima reunión que podrían tener sus respectivas hijas. Resasuke iba callado sin decir una palabra, pero no era por que estuviera la mente en otra parte, sino porque no tenía nada que decir. Mientras que por último Haida y Retsuko iban en la parte trasera del grupo, con la hiena tratando de consolar a su esposa asegurándole que mañana será otro día.
Una vez que llegaron a la estación del tren se montaron a uno de ellos, y se sentaron uno al lado del otro.
Por suerte para Manumaru, Resasuke ya no se distraía cuando viajaba en tren por lo que ya no se le pasaban las paradas tanto para ir como para regresar del trabajo. A veces era un poco sorprendente como ellos se volvieron pareja, ya que quienes los hubieran visto durante la reunión de solteros pensarían que Manumaru se quedaría con Fenneko y Resasuke con Retsuko, pero al final no fue el caso, ya que Fenneko vio a Manumaru solo como un amigo y aunque Manumaru si tenían un ligero enamoramiento en ella, cuando ella le dijo que estaba saliendo con otra persona, al final logró superar su enamoramiento y siguió adelante con su vida, para que prontamente descubriera su atracción hacia los hombres. Y Resasuke no estaba interesado en Retsuko tampoco, solo se limitaba a acompañarla cuando salían juntos, pero sin ningún contacto romántico entre ambos, fue gracias a Manumaru que descubrió su gusto hacia personas de su mismo sexo.
Finalmente llegaron a su parada, se pusieron de pie y esperaron hasta que el tren se detuviera por completo y cuando se abrieron las puertas, salieron. Tras eso el tren siguió su recorrido.
Mientras hacían el camino de recorrido a casa pudieron ver que la diferencia entre la semana anterior y esta semana. Aunque ya lo habían notado en los días anteriores, todavía les sorprendía bastante. Pero a esas horas en el vecindario todavía se podía ver a los niños jugando con sus amigos e incluso a los vecinos conversando afuera de sus respectivas casas, pero con lo que ocurrido por el fin de semana no era de extrañar que todos entraran a sus casas al anochecer y se quedaran allí desde esa hora viendo las noticias esperando a ver a que nada de gravedad hubiese ocurrido ese día.
Después de caminar unos cuantos minutos finalmente llegaron a casa de Haida y Retsuko, al tocar la puerta fueron recibidos por la madre de Retsuko, quien les pidió que pasaran. Una vez, todos adentro, la panda roja de mediana edad cerró la puerta. La abuela de Retsuko todavía se encontraba y cuando se dio cuenta de que los padres de los niños llegaron a casa, se los avisó, estos se emocionaron y fueron corriendo hacia ellos mientras la panda roja anciana los acompañaba. Todos los niños llegaron y fueron cargados por uno de sus padres. Koka por Haida, Hana por Ookami, Izumi por Komiya y Daisuke por Manumaru. Tras eso les dieron un abrazo a Retsuko, Fenneko, Tsunoda y Resasuke respectivamente.
Tanto la madre como la abuela de Retsuko estaban felices de ver esos momentos familiares, pero sabían que tenían que decirles a los padres de los niños la idea que se les ocurrió para mantenerlos a salvo de los peligros que posiblemente fueran a ocurrir. Pero dejaron que tuvieran un breve momento de felicidad, los adultos les preguntaron cómo les fue en el día, si hicieron toda la tarea, que fue lo que jugaron, lo que vieron en la TV, en pocas palabras las cosas que comúnmente hacen los niños de su edad en días libres, por lo que se veía no estaban preocupados de que a los niños les pasara algo, ya que no salieron a la calle.
"Disculpen, por interrumpir su momento padres e hijos. Pero hay algo de lo que queremos hablar con ustedes" dijo repentinamente la madre de Retsuko.
"¿Con nosotros? ¿Ocurre algo grave?" preguntó Retsuko.
"No es que sea grave, pero es muy importante. Si ustedes tienen tiempo pueden quedarse a cenar y les contaremos lo que sucede" respondió la abuela de Retsuko, refiriéndose en lo último a los padre de Hana, Izumi y Daisuke.
Un rato después los adultos estaban cenando en la cocina, mientras que los niños cenaban en la sala. Al principio en la cena de los adultos, todos estaban comiendo en silencio, esperando a que alguna de las panda rojas más viejas dijeran algo. Esto los ponía a todos en suspenso. No solo los adultos estaban en suspenso, ya que aunque los niños estaban cenando en otra parte de la casa, ya que tenían curiosidad de lo que la madre y la abuela de Retsuko querían decir, sabían que no tenía que ver con nada malo que hayan hecho, ya que los cuatro niños se habían portado bien todos esos días, debía ser algo más, pero que sería.
Una vez que los adultos terminaron de comer, la madre y la abuela de Retsuko finalmente comenzaron a hablar, siendo la más joven de las dos la primera que tomó la palabra.
"Esto que queremos decirles es porque estamos un poco preocupadas por la seguridad de los niños" dijo la panda roja de mediana edad.
"Después de lo que pasó la semana pasada, hemos estado preocupados, sabemos que ese ser que intentó atacarlos no ha aparecido por aquí otra vez" dijo la panda roja más vieja.
Retsuko, Haida, Fenneko y Ookami en ese momento al escuchar eso quisieron decirles que no tenían por qué preocuparse, ya que Sonic y los demás podrían hacerse cargo de él, pero no podían revelar de que ambas pandas roja, Komiya, Tsunoda, Manumaru y Resasuke sabían en dónde estaban los héroes de Mobius y en donde se encontraban, ya que entre más personas supieran su ubicación no los dejarían en paz en ningún momento. Es por eso que Koka y Hana tampoco les habían hablado de ellos a Izumi y Daisuke.
"Con esto queremos pregúntales que piensan con esta idea que se nos ocurrió para mantener a los niños a salvo. Aunque la decisión final es de ustedes, ya que ustedes son los padres" dijo la abuela de Retsuko.
"La idea es que nosotras dos nos llevemos a los niños al pueblo en donde vive mi madre, hasta que las cosas aquí se calmen un poco" dijo la madre de Retsuko.
Bueno hasta aquí el capítulo, espero que les haya gustado y dejen sus comentarios.
