Epílogo

La temperatura había bajado mucho las últimas horas, y en las noticias habían dicho que probablemente comenzaría a nevar antes de medianoche. Sin embargo, ellos no notaban el frío exterior.

Esperaban con paciencia a que alguien les abriera la puerta, mientras Erin rozaba con disimulo la mano de Aaron y la mirada de amor entre los dos los calentaba por dentro.

Fue García quién abrió, y no sé sorprendió al verlos juntos, puesto que ella había llegado con Morgan y Reid. Los abrazó brevemente, les dio una copa de vino y desapareció entre la multitud.

Era Nochevieja, y David Rossi había vuelto a montar otra de sus grandes fiestas. Gente aquí y allá, y alcohol por todas partes.

Los dos recordaban la fiesta del año anterior, y por supuesto, no pensaban repetir su bochornoso espectáculo lleno de alcohol. Ninguno era el mismo que un año antes, pero juntos sí eran mejores que nunca.

Llevaban juntos cerca de cuatro meses, y ni siquiera sus hijos sabían todavía nada. Se veían poco, pero aprovechaban el tiempo al máximo cuando estaban juntos.

Al acercarse la medianoche, todos se agolparon en el salón, donde verían el cambio de año en la gran pantalla que Rossi había instalado allí.

La cuenta atrás llegó, y Erin y Aaron no podían apartar los ojos el uno del otro. "Pide un deseo al cambiar de año" le había dicho él esa tarde, y por el brillo de sus ojos y su sonrisa, supo que habían pedido lo mismo.

No lo habían planeado, rodeados del equipo y de tanta gente desconocida como estaban, pero no pudieron evitarlo. ¿Cómo hacerlo cuando estabas junto a tu gran amor? Se besaron con tanta pasión cuando comenzaron los fuegos artificiales, que pronto les faltó el aire.

¿Qué importancia tenía que los descubrieran? No importaba nada, porque el año empezaba con una promesa de amor y futuro que pensaban disfrutar al máximo.

Fin