Hola que tal a todos? Espero estén pasando una buena semana. Aquí Loki con un nuevo, capitulo espero ño disfruten.
Sin más, los dejo con el capítulo.
En el planeta azul, una aeronave se encontraba sobrevolando el mar que rodea en gran parte al planeta tierra.
La mujer de cabellos azules que pilotaba la nave refunfuñaba palabras sin sentido. La guardiana solo guardaba silencio, mientras que el pequeño de cabellos lilas reía a gusto y aplaude al ver a su madre echar fuego por la boca, la peliblanco detiene los aplausos del pequeño y le hace una mueca de silencio, Trunks solo ladeo su cabeza confundido por lo que le solicitaba su niñera.
-¡Uish! Como se le ocurre desaparecer así sin más. Cuando lo vea lo voy a ¡machacar! por dejarnos en una situación así. - Refunfuño la peliazul.
-Creí que te preocupaba... - Defendió la guardiana.
- ¡¿Qué si me preocupa?! ¡PUES, NO! - Masculló lo último, pero su tono de voz había sonado fingido para la peliblanco. - No me preocupa para nada ese… idiota, ¡bueno para nada! ¡Solo me preocupa el hecho de que no está para ayudarnos! - Declaró Bulma, mientras volvía la vista a la aeronave y trató de ocultar el leve sonrojo que se pronunciaba en sus mejillas. Faila al notar eso, solo sonríe ligeramente para decir lo siguiente:
-Dices eso, pero puedo ver tu preocupación. - Recalcó la guardiana. Bulma le da una mira desconcertada por descubrir lo que sentía en ese momento, pero aún así dio una negativa total de la preocupación que tenía hacía el saiyajin reencarnado.
Sin embargo, los reclamos de la mujer cesan al ver la expresión decaída de su amiga.
-¿Has sentido algo? - Investigó la peliazul, hasta el pequeño Trunks que estaba sentado en el regazo de la guardiana se mostró preocupado por el estado de su niñera. Faila solo dice un sí con su cabeza. - Se que es preocupante, Faila. Pero no te preocupes, verás que saldremos de esto… ya lo verás. - El silencio inundo la aeronave, cosa que inquieto a la hija del Dr. Brief. - Faila…
- L-Lo siento, Bulma... - Dijo en un tono suave la guardiana interrumpiendo lo que diría su amiga. - Pero me adelantare, solo tardaré en llegar si sigo contigo... - Expuso, mientras deposita al pequeño trunks sobre el asiento de bebe que estaba en medio de ambos asientos.
-¡Espera! ¿Insinúas qué soy un estorbo? - Masculló la peliazul, pero Faila hizo caso omiso y empezó a abrir la compuerta. - ¡No deberías abrir...! - Pero fue demasiado tarde ya había abierto la compuerta y la ráfaga de viento se hizo presente durante segundos, los cabellos de ambas damas empezaron a ondear como una bandera, sino fue hasta que Faila cerró nuevamente la compuerta. La guardiana solo se despidió de su amiga alzando su mano y siguió su camino rumbo al campo de batalla, quería por lo menos alcanzar al hijo de Son Goku. Mientras que Bulma quedó atónita ante eso no era la primera vez que la dejaban de esa manera y su amiga estaba tomando el hábito de los demás, esto hizo que la mujer de cabellos azules rugiera de rabia: - ¡Ay, por favor! Siempre me dejan de lado. ¡No me quedaré atrás esta vez! - Una vez dada su reclamación solo decidió acelerar la aeronave.
El chillido constante de las aves, el sonido del van y ven de las olas, de la cual arrastra consigo la tierra de aquella playa de arena amarilla. Nuevamente la ligera ola vuelve a la orilla, pero esta vez vino con un gran azote y en cuanto culminó su ida más allá de lo que podía llegar dejó atrás un cuerpo...
El nuevo visitante de la remota isla, se arrastra por la arena con rapidez hasta que sus pies solo eran los únicos que tocaban el mar cada vez que llegaba a la orilla, unos pasos más sobre la arenosa tierra y no aguanta más el acumulado de agua salada en su pulmones que de forma inmediata la expulsa al suelo, el agua sale de su boca en conjunto a residuos de su saliva y de manera inconsciente tose debido al amargo sabor del mar que tenía en su boca. Una vez limpio sus labios, el individuo alzó la mirada y analizó su entorno.
¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? Fueron las preguntas que inundaron la cabeza de aquel joven de cabellos negros, se levantó del suelo arenoso, pero al instante una punzada en su cabeza llegó en conjunto a fragmentos de recuerdos; personas que quizás conozca, una habitación y su repentina muerte.
- Y-Ya recuerdo... - Dio creencia a las imágenes incoherentes que le mostró su cabeza, se llevó la mano a la frente y tenía la sensación que algo le faltaba. - ¿Por qué siento que tenía que hacer algo importante? - Investigó mientras le daba una mirada al cielo de la cual parecía el mismo espacio. - Algo me falta, pero no se que es... - Se dijo así mismo en tanto inspeccionaba su cuerpo. - No recuerdo haber tenido esta ropa puesta...
Sus preguntas seguían, pero no había nadie quien respondiera a sus dudas, solo estaba él en esa remota isla. Fijó la mira en la vegetación del lugar para ver si reconocía el lugar, pero nada le venía a la mente, estaba en blanco, ni él mismo sabía quién era y porque estaba en ese lugar.
¿Buscaba algo? ¿Qué buscaba? Indagó.
De pronto un susurro en su oreja se manifiesta y seguido dirige la vista a un camino de tierra que no había notado hace unos momentos. El susurro vuelve otra vez, pero esta vez le indicaba que siguiera el camino. El muchacho hizo caso al pedido de la voz, algo le decía que debía hacerle caso o quizás era su falta de memoria que el muchacho se ha vuelto más ingenuo.
¿Estoy buscando algo? Indago en sus pensamientos y acto seguido fragmento de dos sujetos que advertían de una calamidad emergen en su mente. - ¿Una tragedia? ¿Tendrá que ver con que esté aquí? Tengo el presentimiento que estuve involucrado en una lucha por salvar un mundo. - Dio una conclusión. Este se detiene en seco y trata de averiguar el porqué quería regresar para salvar algo que él ni sabe que debe hacerlo. - ¿Pero qué es lo que quiero proteger?
Sin embargo, el murmullo en su oreja le indicó que siguiera su camino. Este solo aclaró que debía dejar de lado esos recuerdos borrosos y seguir el camino algo le decía que tenía que ver con su pérdida de memoria.
Luego de horas de caminata, finalmente el muchacho llega a lo que parece ser una edificación antigua; estaba constituida por grandes columnas al frente de la gran puerta, el tejado en vez de estar pegado a las columnas solo se mantenía a flote, la rodeaba un inmenso jardín repleto de estatuas de la cual estaban rotas, la vegetación del jardín era muy distinto a la de la isla, de la cual todo era vegetación selvática. Cualquier persona que estuviera en aquel lugar pensaría que estaría soñando, era un lugar que desafiaba la lógica de la gravedad.
El muchacho solo observó a los lados con esperanza de encontrar al propietario de dicho lugar, pero no había nadie alrededor, ni siquiera se había topado con un animal salvaje en el camino. Un crujido de rocas hace que el muchacho se centre en la edificación de la cual una de las columnas que sobrevolaban en la entrada se rompe en dos. Era un hecho que a pesar que la estructura flotaba mostraba indicios de que estaba deteriorada. No obstante, esto no le importa al muchacho quien emprendió camino por aquel sendero rodeado de vegetación extraña.
Una vez al llegar a la puerta este la observó durante segundo la gran puerta de piedra, se preguntó él cómo podría abrirla, era muy obvio que necesitaría ayuda, una persona común no podría abrir esa inmensa puerta o bueno eso era lo que pensaba. El susurro volvió, indicándole que empujará la puerta.
-No creo que la pueda mover. - Reclamó al murmullo. - Además, ¿que eres? ¿Por qué me guías hasta aquí? - Cuestionó el muchacho al susurro, pero no hubo respuesta alguna. - ¡Bah! Ya da igual. - Dijo para sí mismo al no recibir respuesta y acto seguido hizo lo que le pidió el murmullo: abrir la puerta. Esta se deslizó hacía adentro de manera sencilla, hasta el muchacho se asombró, ya que la gran piedra aparentaba ser pesada, pero no fue así. - Eh... supongo que debería darte las ¿gracias por traerme?
No hubo respuesta. El muchacho alzó una ceja extrañado, ya que hace unos momentos la voz que susurraba en su oído era muy insistente en que siguiera su camino, pero ahora que da las gracias o cuestiona Al murmullo, este ni da un suspiro.
Ignoró aquello y se adentro a la edificación; rodó estaba oscuro, pero no habían pasado segundos cuando un gran pasillo se iluminó frente al chico, mostrando así más columnas similares a las de afuera, pero estas eran pequeñas, dio un paso y el eco se pronunció en el pasillo.
Asimismo, al ver que todo le parecía seguro, decidió seguir su camino por el extenso pasillo. No había caminado mucho tiempo cuando se mostró el final del camino, solo había un callejón sin salida, este giro su mirada nuevamente en la dirección que vino.
-Supongo que este es el final del camino... - Murmuró para sí mismo e inspeccionó el área para ver si no se había percatado de otra ruta, pero no había nada que le indicara que debía desviarse del camino iluminado. - Debería dar vuelta y buscar otra ruta. - Solicitó en voz alta y en cuanto iba a emprender camino una voz lo detiene:
-Pensé que mi mensajero tardaría más en convencerte en venir. - Vibró una voz en la habitación, cosa que aturdió al chico que rápidamente se llevó sus manos a las orejas para apaciguar el sonido tan brusco que provocaba la voz del pasillo. No solo abrumaba, sino que también causó un cambio repentino en la atmósfera del pasillo, ahora se pronunciaba neblina en el entorno del pelinegro.
La voz vuelve a hablar, pero esta vez su lengua era inentendible para el chico, solo sentía que en cualquier momento sus tímpanos estallarían.
-¡AGHH, CALLA! - Chilla el saiyajin reencarnado a no soportar más el zumbido constante en sus oídos.
-Mis disculpas. - Dijo la voz en un tono educado, el muchacho dejó de sentir sus tímpanos ser oprimidos por la voz y alzó la mirada para seguir escuchando lo que decía aquella voz. - No suelo hablar la lengua simple de los mortales, así que tarde un poco en reconocerla.
-¿Qué? ¿De qué hablas? ¿Lengua de los mortales? ¿Quién eres? ¿Tú me trajiste hasta acá? - Cuestionó el muchacho.
- ¡Vaya! - Se sorprendió la entidad. - Se supone que las aguas Ovid, solo te quitarían algunos recuerdos importantes, pero por lo visto terminó por borrar hasta tu nombre... - Informó la voz. El saiyajin solo alzó una ceja más que confundido por la explicación de la entidad.
-Reconozco tu voz... ¿Hemos hablado antes? - El chico fue sincero, ya que, él sentía que no era la primera vez que escuchaba aquella voz. - Pero algo me inquieta de ti... - Meditó un poco para ver si así le venía algo a la mente. - ¡Si! Definitivamente debo conocerte, pero no te recuerdo...
La voz no dijo nada al respecto durante unos segundos, hasta podría decirse que sí mostrará en ese momento su rostro, tendría una sonrisa de lado, se ríe levemente ante la sinceridad del muchacho y procede a comunicarle lo siguiente: -Tienes un punto, no es la primera vez que me oyes... Y sobre tu inquietud eso se debe a que siempre sentías mi presencia cada vez que la manifestaba.
-¡¿Ah?! - Fue lo único que pudo pronunciar su boca, la verdad es que el saiyajin reencarnado no llegaba a comprender lo que estaba hablando aquella entidad, pero estaba ahí para resolver sus dudas, ¿cierto? - ¡Espera! Dices... ¿Entonces es cierto que no es la primera vez que hablamos? Y ¿qué es eso de sentir presencias? No recuerdo que pueda hacer eso... O ¿tal vez olvide como hacerlo...? - El menor de los saiyajins puros se rascó su cabeza de forma inocente, mientras trataba de recordar si tenía aquel poder que anunciaba la voz.
- Es gracioso hablar contigo en este estado, pero es molesto tratar de responderte a cada pregunta. Será mejor adelantarnos... - Informó la voz.
-¿De qué hablas...? - El muchacho no terminó la frase debido a un gran choque de imágenes en su mente, de la cual pasaron rápidamente como una película en su cabeza, se llevó la mano derecha a la frente como si le hubiese dado una migraña.
-¿Mejor...?
Las pupilas del muchacho se achicaron de la impresión al reconocer aquella voz en su totalidad, alzó la mirada con asombro, pero luego su expresión cambió a una de molestia. - ¡TÚ! - Ruge. - ¡Tú, eres el desgraciado que...! - Sus palabras quedaron en silencio debido a que la entidad le arrebató la voz, el muchacho se da cuenta de eso y se lleva ambas manos al cuello, no podía pronunciar palabra alguna, pero aún así estaba decidido a que aquella entidad omnipresente leyera sus labios y descifrara los mil insultos que tenía para él.
- Escúchame, te diré algo importante, que quizás te involucre. - Informó la voz, Zac dejó de lado su diccionario de insultos y prestó atención a lo que diría la entidad. - ¡Bien! Ahora que te tranquilizaste seguiré: Un peligro inminente se aproxima a este mundo... de la cual será evoluciona y eliminará Los mundos existentes. - El muchacho más que confundido quiso investigar sobre la supuesta amenaza, pero el hechizo sobre él no dejaba que pronunciara palabras y la entidad al notarlo solo deshace el encantamiento.
-A ver si entiendo: me dices que ¿algo amenazara con destruir todo lo existente? - La voz le hace una afirmación, Zac entrecierra los ojos y sigue hablando: - ¿Por qué debería creerte?
-Deberías hacerlo. - Respondió la entidad.
Zac ríe con molestia combinada, cruzó sus brazos sobre su pecho y seguido alza la voz: - ¡QUE TE JODAN! ¡Después de todo lo que me hiciste! Ahora solo me traes aquí a la fuerza y ¡¿me solicitas ayuda?! - Recalco. - Hay que ver que es muy descarado de tu parte. Si tanto tiempo tienes para jugar con los mortales. ¿Por qué no mejor planeas cómo salvar las tantas dimensiones que dices estar en peligro? - Justificó con rabia.
Y es que el muchacho tenía un punto en la discusión, si la entidad tenía el tiempo necesario para molestar a un mortal, ¿Por qué no se hizo cargo de la amenaza él mismo...?
-No puedo intervenir en asuntos terrenales, así que las acusaciones de los actos que hice no son del todo míos... - Defendió la entidad.
-Y ahora soy el mentiroso. Por favor, no me hagas reír. Se que las supuestas deidades como ustedes solo buscan algún pretexto para matar el aburrimiento. - Discutió Zac. - Así que, no se me quita de la cabeza que tú eras uno de esos sujetos que fue a namek. - No tuvo pelos en la lengua para decir lo que pensaba.
-Admito que nos solemos aburrir. Sin embargo, déjame decirte que yo no era ninguno de esos sujetos, no puedo dejar mi puesto aunque lo quisiera. - Comunicó.
Zac solo chasquea la lengua por su comentario. - ¿Y ahora pretendes fingir que no causaste nada?
- Justificó el hecho de sacarte de aquel lugar que estabas hace horas y justificó el hecho de hacerte perder tiempo en ese barbárico planeta. Solo tenía que ponerte a prueba, muchacho.
-Pues, tu maldita prueba me dejó un sabor amargo en la boca. - Tronó.
- Pero te ayudo en algo. - Zac volvió a chasquear la lengua al reconocer que entrenar en aquel lugar le favoreció un poco. - Sin embargo, ¿Es más importante darme acusaciones o es más importante ir a salvar a tus amigos? Mientras hablamos, aquí han transcurridos minutos y allá algunas horas. Horas de la cual pueden ser perjudiciales para ellos...
La mirada de Zac se nubló y observó el suelo detenidamente, estaba mentalizado el comentario de la voz, la entidad al ver el rostro del muchacho decide hacer aparecer una ventana a su lado, cosa que llamó la atención del saiyajin. Al instante la pantalla mostró un panorama de todos los guerreros derrotados y solo seguían en pie dos guerreros que seguían peleando contra los androides.
El panorama muestra el desgaste que tenía el hijo de Son Goku del futuro, luego muestra el estado de la guardiana que seguía cubriendo a los demás guerreros. Era un hecho, si continuaban así era probable que morirían en cuestión de segundos. El panorama vuelve a cambiar y muestra algunos de sus compañeras en un estado deplorable y agonizante.
Las expresiones del saiyajin pasaban de ser de preocupación a culpa y de pronto la ventana se desvanece, dejándolo con la duda de lo que pasaría con sus amigos, aprieta sus puños al punto que rompe su propia carne con sus uñas, cada gota de sangre cae al suelo, manchado así el blanquecino suelo. Estaba impotente, que si aquella entidad mostrará su rostro solo se lanzaría a golpearlo, pero terminó descargando su ira en uno de los pilares cercanos, el pilar se derrumbó al instante; los escombros en vez de caer al suelo, solo terminó por flotar.
Tenía que ayudarlos, pero ¿Cómo? No podía salir de ese lugar por su cuenta... y duda mucho que aquella voz le de una ayuda. ¿En serio no podré hacer nada? Al instante recordó la técnica de la teletransportación y de una se llevó sus dedos a la frente.
-Tsh, ths, eso no servirá aquí. - Informó la entidad. Zac hizo caso omiso y usó la técnica, pero no sentía ninguna presencia en su entorno.
Sin una presencia no podré irme... Medito detenidamente. Busco con la mirada e investigó a en el pasillo a ver si encontraba alguna salida, estuvo así durante unos minutos y para la entidad, el muchacho ya parecía un alma en pena.
- ¡Oh! - Exclamó la deidad y Zac detuvo lo que hacía para prestarle atención, la entidad hace reaparecer la pantalla frente al muchacho. - Volviste a perder tiempo...
Los últimos guerreros en pie habían sido derrotados, hasta el Gohan de su actualidad había caído. Luego el panorama cambia a la peliblanco que cubría a la peliazul. Zac solo pudo quedar atónito mientras observaba la escena; La Faila de su presente, trata de mantener a raya a los androides para que la peliazul pudiese huir, pero era en vano, en segundos la peliblanco fue derrotada dejando así a Bulma por su cuenta, el rostro de la mujer de cabellos azules se llena de terror y el llanto del pequeño Trunks se anticipa por lo que estaba apunto de ocurrir.
-¡HUYE! - Exclamó el muchacho al ver que aquella mujer no se movía y solo estaba congelada del miedo, Bulma solo cubrió a su hijo y finalmente la ventana se desvanece dejando al saiyajin nuevamente en suspenso.
Zac más que realizar un reclamo a la entidad por quitar las transmisión, solo se quedó desconcertado al presenciar el destino de sus amigos.
"Creí que los androides eran buenos... ¿No lo son?" Cuestionó los actos que acababa de presenciar, no podría imaginarse siquiera que el androide dieciséis no hubiera generado un cambio en ellos.
-¡Infeliz! ¡ESTO NO HUBIESE PASADO SI NO ESTUVIERA AQUÍ! - Ruge lo primero que se le cruzó en la mente. - Si no me hubieses traído, ellos... - Bajo su tono de voz en señal de pena por la muerte de sus cercanos.
El solo imaginar que no puedo ser de ayuda y que ahora mismo sus amigos estuviesen probablemente muertos, lo hacían sentirse inútil. Goku seguía en cama y no había más nadie en que confiar para defenderlos...
La entidad observó el rostro desconcertado del muchacho y vio el momento oportuno para darle una propuesta: - Te daré dos opciones: Harás lo que te pido y retrocedere el tiempo en el momento exacto ante de sus muertes o ¿prefieres quedarte aquí a esperar a que sus cuerpos se pudran? Tu decides, solo te digo que no tardes en tomar la decisión... - Puntualizó la entidad.
El muchacho bajó su mirada para meditar lo que estaba apunto de hacer...
Si aceptaba su petición era un hecho que no sería nada bonito trabajar para él, estaría actuando como un doble agente o peor aún, ser la marioneta de una deidad, cosa que por su cabeza le exclamaba una negativa, su orgullo no quería rebajarse a ser un títere...
"¿Rebajarme a una marioneta? ¿En serio haría eso? Ser el títere de un desgraciado Dios, sería lo más humillante..." Fueron sus pensamientos.
Sin embargo, aunque su orgullo le decía mil veces que no aceptará la propuesta mundana de aquella voz, su conciencia le decía que debía aceptarla y luego ver qué podía hacer para deshacerla. Su misión era salvar a sus amigos...
Tenía que dejar de lado su orgullo como guerrero para poder salvar a sus amigos, Zac apretó sus dientes como puños. Pensó en todo, como también pasó la imagen de sus amigos caídos por su cabeza, mientras que él decidía si arrodillarse ante aquella entidad o decirle unas cuantas groserías y buscar una forma de salir del lugar por cuenta propia. La entidad le vuelve a destacar la pérdida de tiempo, cosa que sofoca al muchacho.
Asimismo, el saiyajin cerró sus ojos y sus puños con fuerza de la cual de los puños emergieron nuevamente hilos de sangre. Quería golpear a ese infeliz por mostrarle esas imágenes, pero aún así le agradecía que lo hiciera...
Alzó la mirada al techo como si ese lugar estuviese presente aquella entidad con quien habla, su expresión era de duda y rabia, pero luego fue apaciguando y mostró una expresión serena, debía tragarse todo su orgullo para poder hablar...
-Te escucho. ¿Qué quieres que haga? - Establece el saiyajin con calma.
La entidad sonrió de lado al ver el rostro sereno que le mostraba el chico, pero detrás de esa expresión tan seria, podía ver la ira, la duda y miedo que tenía el muchacho. - Sabia decisión. - Zac solo pudo gruñir y hacerse un nudo en la garganta al escuchar el comentario, pero no dijo nada al respecto y eso lo había notado la entidad. - Por el momento, solo serás mis ojos. - El chico arrugó la nariz así justificando las intenciones de aquella entidad de solo "usarlo como espía. " Ignoró aquello y busco alguna solución para anular el contrato que estaba haciendo con aquella entidad, en algún punto tenía que deshacerse de él, ¿cierto? - Deberías medir lo que piensas ante mí... - Escupe la voz, y Zac solo pudo achicar sus pupilas al no medir el factor de que aquella entidad podía leer sus pensamientos. - No quisiera darte amenazas por una estupidez que estabas apunto de cometer, pero tampoco lo veo necesario teniendo en cuenta que no recordarás este encuentro. Así que, siéntete afortunado... - Confesó.
Zac solo se mordió la lengua para no soltar un ladrido en forma de insulto, pero aún así habló: -¿Entonces por qué tomarte las molestias de traerme? Si tanto poder tienes como para amenazarme, porque no solo me usaste como tu títere desde un inicio. - Recalcó el muchacho.
- Ya te dije: no puedo intervenir solo porque sí. - Dijo con descaro.
-¡Tsk, tonterías!
-Mmju, ju, ju, bueno, solo te dejaré con la duda. Es momento de que te marches. - Expuso la entidad y seguido debajo de los pies del muchacho se abrió un portal que exigio con llevarlo al otro lado de la puerta. - ¡Ah! Por cierto... - Llamó la voz, Zac alzó la vista para escuchar lo que tenía que decir: - Las imágenes que viste solo eran ilusiones, te mentí cuando dije que el tiempo allá transcurre rápido, aquí no hay tiempo mismo y haya solo han transcurrido unos míseros segundos, así que, no es necesario que retroceda el tiempo. ¡De nada!
Zac abrió los ojos como plato, pero al instante su expresión cambió a una de enojo. - ¡MALDITO ME ENGAÑASTE! - El saiyajin a pesar de que seguía siendo absorbido tuvo la movilidad necesaria para extender su mano y lanzar un rayo de energía al techo del pasillo con intenciones de destruir el lugar o dar en el clavo a la voz. Sin embargo, el rayo solo dañó parte del techo y dejó flotando los escombros. - ¡Me las pagarás! - Fue lo último que dijo antes de que el portal se cerrará por completo.
- Nos veremos pronto. - Dijo en un tono burlón.
Devuelta en el planeta azul…
-¡Hey, Gohan! - Llamó la guardiana con una sonrisa al ver el infante a unos cuantos metros de ella sobre el cielo. El joven Gohan detiene su vuelo para que la mujer pudiera llegar hasta él y una vez llegó la Interrogó:
-¿Qué haces aquí, Faila? Pensé que te quedarías con mi mamá y los demás. - Investigó el preadolescente.
-Quizás también necesiten mi ayuda, por cierto, Bulma viene detrás de nosotros. - Confesó con inocencia.
-¡¿Ah?! - Se asombró, pero luego no le tomó importancia. - Bueno eso no importa ahora… - Gohan dejo de lado su diálogo y su atención se centró en el punto de batalla. - ¿Sentiste eso? Hay ki débiles, debemos darnos prisa. - Solicito el nieto de Bardock, ambos se dieron un sí con la mirada y siguieron su vuelo.
Mientras tanto, los últimos guerreros en pie estaban dando todo en la batalla... A pesar de estar exhausto y apunto de colapsar debido a su falta de ki, Mirai Gohan no da su brazo a torcer y sigue luchando como puede en super saiyajin con aquel androide, pero los golpes del androide ya eran sumamente veloces para su vista. Ocasionando así que, diecisiete diera en llenó un golpe en el rostro del Son: que lo envió directo a los escombros de la carretera, el cuerpo del guerrero se llevó consigo el asfalto sobrante de la vía y detuvo su andar gracias a los escombros.
El nieto de Bardock apartar los escombros encima de él, se levantó del suelo listo para seguir con la lucha, pero su brazo robotico no soporta más y da fallas para dejar de funcionar. Mirai Gohan gruñe por aquello, agradece la amabilidad de la amiga de su padre de darle más ventajas de lucha, pero el hombre creía que aguantaría un poco más en batalla.
Hizo caso omiso a lo que pensaba y terminó por arrancar aquel brazo, ya era un estorbo en esa lucha, tenía que seguir peleando para poder darle tiempo a su pareja de sacar a todos de ahí o eso era lo que tenía en mente.
- Vaya, qué decepción me diste. - Escucho la voz del androide diecisiete y este solo alzo la mirada al cielo, donde el androide se encontraba descendiendo a unos cuantos pasos de él. El híbrido sólo pudo gruñir por la sonrisa que aquel sujeto le mostraba. - Creí que serías tan fuerte como yo, pero me di muchas ilusiones contigo. Pero tranquilo, no pienso matarte. ¡Claro! Sí es que no terminas provocándome. - Advirtió.
Gohan bufea burlonamente por su comentario y el androide solo alza una ceja por la risa repentina del hombre. - Aunque acabes conmigo, hay otros guerreros que estarán dispuestos a derrotarte. - Por la cabeza del saiyajin solo pasaron personas que posiblemente podrían derrotar a los androides como también fue el caso de sus alumnos.
-Otros guerreros, ¿dices? Wuaj, ja, ja, ja. - El androide se lo tomó como chiste, desde su perspectiva no había nadie que igualará su poder. - Para tu información: soy el androide más fuerte que hay. ¿Y dices que me derrotaran? Por favor no me hagas reír... - El Son no dejaba de lado su sonrisa, tenía fe de que algún guerrero de su círculo sería capaz de derrotar a los androides.
De pronto, un estruendo hace que ambos hombres dirijan la vista al otro lado de la carretera, donde se encontraban la rubia y la peliblanco con los demás guerreros. Mirai Faila estaba tratando de tomar distancia del androide dieciocho, no solo porque no podía con ella, sino para alejarla de los guerreros heridos.
No obstante, la rapidez del androide era más que el de la mujer, en cuestión de segundos la rubia ya estaba al frente de la madre de Pan y sin pensarlo dos veces el androide dio un giro sobre el aire y clavó su talón en la cintura de la peliblanco, esta chillo al recibir el golpe y fue en picada al acantilado, se golpeó contra el muro de piedra que lo rodeaba, derrumbándose en el proceso y finalmente cayó al río que estaba al final del precipicio.
-¡FAILA! - Exclamó el hijo de Goku que sin pensarlo dos veces se dio la tarea de ir a salvar a su pareja.
El androide de pañoleta no hizo nada al respecto y solo observó la dramática escena; Son Gohan se lanzó por el acantilado y cayó en picada al río, tomó rápidamente a la inconsciente guardiana y emprendió vuelo de vuelta a la orilla del acantilado, donde la inspeccionó rápidamente, tenía algunos moretones, su nariz seguía rota y sangrando y tenía heridas abiertas. El pecho de aquel hombre se oprimió al no recibir señal de vida, pero en cuanto la mujer apretó sus ojos con fuerza y los abrió lentamente, el saiyajin sonrió aliviado.
-Me alegra que estés bien. - Suspiró.
Sin embargo, su sonrisa se desvanece en cuanto su vista visualizar un rayo de energía en su dirección, lo único que pudo hacer es cubrirse y cubrir a la peliblanco, pero más que tratara de sostenerse en la tierra este salió volando al cielo, ambos rodaron sobre la tierra, Gohan se aferra a la tierra clavando sus dedos sobre ella.
-No era necesario hacer eso, dieciocho. Ya estaban fuera de combate… - Regaño Diecisiete una vez culminó la rafaga. La rubia bufea, se pasa su mechón de cabello detrás de su oreja y da su opinión sobre el asunto.
-Ja, se lo merecía por dañar mis vestimentas. - Señaló su ropa. - Tienen suerte de sobrevivir…
Mientras que el híbrido inspecciona para verificar los daños; tanto su hija como alumnos y Vegeta estaban en su lugar. Cambió la vista a otro lugar hasta que encontró a la guardiana quien estaba a unos cuantos pasos de él, hizo un llamado, pero se notaba que la mujer había caído en los brazos de Morfeo… El hijo de Kakarotto apretó sus dientes y decidió arrastrarse hasta ella, sin darle importancia alguna a sus heridas abiertas.
-M-Malditos androides… me las pagaran… uff… - Estableció el saiyajin mientras seguía arrastrándose. Con cada paso que daba el saiyajin dejaba un rastro de sangre, era un hecho que estaba perdiendo la conciencia, pero eso no le importaba al hombre, solo quería verificar el estado de la madre de su hija.
-¿Los dejamos así? O ¿Acabamos con ellos? - Cuestionó la rubia, el pelinegro cruzó la mirada con su hermana y posteriormente giró la cabeza a los demás androides que observaban la escena con serenidad.
-Serán un dolor de cabeza si usan las semillas senzu y vuelven a interrumpir nuestro viaje. - Explicó el androide.
-¿Entonces qué sugieres? - Investigó dieciocho.
El androide de pañoleta sonrió de lado y seguido extendió su mano. - Podemos dejarlo a su suerte. - Una vez dichas sus palabras canalizó una esfera de energía, lo mismo hizo la rubia y sin dudarlo ambos lanzaron la esfera en dirección a la pareja. Las bolas de energía se unieron en uno solo y Son Gohan al ver el ataque que se avecinaba solo pudo quedarse congelado al no poder hacer nada al respecto, todo acabaría en cuestión de segundos, si no hacía algo al respecto…
¿A quién engaño? No soy tan fuerte como papá o el señor Zac. ¿En serio no podré protegerlas? Se cuestionó mientras extendía su mano hacia la guardiana, quería llegar hasta ella, pero aún estaba lo suficientemente lejos como para sentir su tacto…
Pero aún así alzó su brazo y con la poca energía que le quedaba canalizó una esfera de ki y cuando estuvo lo suficiente lista, la dirigió al ataque de los androides. Iba a dar su último esfuerzo antes de morir.
Sin embargo, su ataque no eran tan fuerte como para hacer retroceder el ataque de los androides y en cuanto iba a bajar su mano en señal de rendición al frente suyo se hizo presente una figura que él muy bien conocía, su sonrisa fue de oreja a oreja al ver la espalda de aquel sujeto, el recién llegado solo inclinó sus piernas para preparar un ataque rápido y lanzarnos directamente a la esfera generada por los gemelos, el ataque se resistía a ser desviado, pero aun así él recién llegado logra que la esfera vaya en dirección al cielo.
-Disculpa la demora, Gohan. - Declaró el sujeto mientras ayudaba al híbrido a levantarse.
-Llegas algo tarde a la fiesta. - Puntualizó el androide de cabellos negros con los nrazos cruzados. El recién llegado alzó la mirada y le dio una sonrisa a los androides. Esto provocó que el de pañoleta sonriera de lado al ver la sonrisa burlesca y desafiante del sujeto.
Hasta aquí el capítulo del día, espero les haya gustado je, je.
Bueno aquí van las preguntas del día:
¿Qué quiere la entidad de Zac?
¿Por qué él teniendo a más candidatos?
¿Será que la peliazul aún sentirá sentimientos hacia cierto saiyajin reencarnado?
¿Quién habrá llegado al rescate de Mirai Gohan y los demás guerreros?
Esto y más en próximos capítulos.
PD: Quizás próximos capítulos lo dedicaré a la presentación del grupo de saiyajins que descubrió Granola, pero es un quizás aún no estoy seguro, porque aún sigue en desarrollo.
