Terry y Candy se casan, tratare de terminar todas mis historias especialmente esa para las que me siguen pueden buscarme en Wattpad.
Corazón salvaje segunda parte del libro Titulada Candy (Mónica)…
Disclaimer: Los personajes de Candy no me pertenece sino a Kioko Mishuki y Yumiko Igarashi y la historia Corazón Salvaje le pertenece a la escritora mexicana Caridad Bravo Adams. Este fic es hecho con fines recreativos no pretendo buscar ningún tipo de remuneración o reconocimiento, simplemente lo comparto con ustedes porque realmente me gusta la historia y los personajes de Candy.
¡Holaaaa meus amores! Reportándome de nuevo, no tengo mucho tiempo, desde que empezaron mis clases, No me maten por favor.
La historia tendrá tres partes como la trilogía original, "Eliza (Aimé) y Terry (Juan)", " Candy" (Viene siendo el libro de Mónica), Candy
(Mónica) y Terry (Juan) y la última el desenlace y final (Viene siendo el libro de Juan del Diablo versión Terry Pirata)
Realmente espero que sea de su agrado. Ya sin más que añadir, los dejo con la lectura. Disfruten la segunda parte del libro.
Segunda Parte
Capitulo Catorce.
Candy (Mónica) y Terry (Juan)
—ESTA ES LA colina del azufre... que dicen los británicos. En este viejo Fuerte se libraron grandes
batallas... Un poco más allá de Basseterre hay otro Fuerte con ruinas tan importantes como éstas: Fuerte Tyson
Terry ha extendido el brazo señalando a lo lejos, sobre la herrumbrosa muralla almenada en que rematan las altas terrazas del viejo Fuerte de la colina del azufre... Están sobre la tierra de San load, otra de aquellas islas volcánicas de altas montañas, tíe boscajes fértiles, acantilados imponente y playas soleadas; un nuevo rincón de aquél múltiple paraíso de tierra y mar que los ojos de Candy, han ido poco a poco contemplando, primero con asombro, con trémula admiración más tarde, ahora casi casi como un éxtasis...
Apoyada en el brazo de Candy, llevada por él, oyendo su voz cálida, siente que las horas pasan tan blandamente como la brisa que ahora despeina sus dorados cabellos, tan suavemente como el mar que extiende allá abajo, sobre la playa rubia, su pañuelo de espumas...
—Cuando tengas apetito, bajaremos a almorzar. Junto a aquellas palmeras nos está esperando un buen asado. Y la tripulación, vestida de gala, me ha pedido como un favor especial el gran honor de acompañarnos a la mesa. Ellos te adoran, te miran como a la estrella de la mañana.
_ Quieren obsequiarte. Algunos fueron hasta Charles Tow en busca de vinos, dulces y otras golosinas. Los harás muy felices aceptando sus obsequios.
_ Ellos me hacen muy feliz a mí demostrándome un afecto que... que no hice nada por ganar...
—Tal vez no hiciste más de lo que piensas. Nuestra vida ha cambiado para hacerse infinitamente mejor.
—¿También la de usted, Terry?
_ La mía la primera, desde luego... Pero no hables, si es para recordarlo. Hoy no quiero volver atrás la cabeza, no quiero pensar en el pasado, ni en el más próximo ni en el más lejano. Veinticuatro horas. es el único acto de nuestro programa. ¿Te agrada?
Ha sonreído mirándola al fondo de las pupilas claras, y ella no halla respuesta, porque la voz no suena en su garganta... Es demasiado profundo lo que siente, es demasiado cálida la emoción que la embarga, creé vivir un sueño o soñar otra vida... Como si no pudiera retenerla más tiempo, la pregunta de Terry sube tímida y anhelante a sus labios:
_ ¿No te sientas mal Candy? ¿Verdad?
No sé cómo se llama lo que siento, Terry... Acaso... acaso estoy cerca de la felicidad Terry se ha erguido echando hacia atrás la cabeza. Apenas puede creer lo que ha escuchado. ¿Es realmente esa extraña palabra, que apenas tiene sentido en sus vidas turbulentas y atormentadas? Felicidad... Candy ha dicho felicidad... Como si creyera soñar, mira hacia todas partes... Pero si... Es ella la que habla, y él quien está frente a ella, bajo aquel cielo, ante aquel mar, que ahora parecen diferentes, como si una luz distinta y radiante los bañara...Ella ha vuelto a ruborizarse, a sentir que sus mejillas se encienden como una flor, y que no hay palabras en sus labios. Tímidamente extiende la mano que él toma entre las suyas, y, sin una palabra, bajan juntos por
la estrecha escalera mientras sus corazones laten con ritmo igual...
_Gracias por haberme recibido en el acto gobernador
_´Pase muy joven amigo, pase y hágase el favor de sentarse Gentil y llano, el Gobernador de la Martinica ha extendido la mano señalando una silla próxima a su amplio escritorio. Son más de las diez de la noche y el aire del mar entra por las abiertas ventanas moviendo las cortinas de encaje—. Supongo que le trae a usted el mismo desdichado asunto que hizo a doña Rosemary, honrarme con su presencia.
Efectivamente, Gobernador. No tengo la absoluta seguridad, pero todo parece indicar que se trata del mismo asunto. Sé que mi madre tenía un empeño especial
—Respecto a eso, no sé qué decirle, mi joven amigo. Doña Rosemary. deseaba, y no deseaba al mismo tiempo, que fuese detenido el Luzbel. Creo que luchaba entre dos sentimientos encontrados. Deseaba que ayudásemos a su protegida, la señora de Andrew.. ésa sí desesperadamente empeñada en el rescate de su hija. Pero, por otra parte, creo que su mamá, juiciosamente, teme mucho al escándalo, Anthony.
-Pero yo no temo al escándalo ni a nadie
—Es una actitud que no sé si alabarle. Vivimos unos de los otros, el buen juicio de los demás puede ser definitivo, y un nombre como el de ustedes...
Ha callado, observando el rostro de Renato, duro, tenso, contraído, en lucha feroz consigo mismo. ¡Qué extraordinariamente cambiado le halla desde aquella mañana de sus bodas! Parece envejecido en diez años. Su expresión es, a la vez, dolorosa y fiera, y hay algo en sus palabras, áspero, impaciente, casi cortante:
Yo vengo a pedir algo que es de justicia, Gobernad
—Debo empezar por decirle algo que ya dije a la señora de Andrew, Hay justicia legal y justicia moral. No siempre puede hacerse la segunda en nombre de la primera. Legalmente, yo no tengo ningún motivo para detener a Terry del Diablo. Por eso, con todo el dolor de mi alma, rehusé a la petición de la señora de Andrew. No debo, no puedo detener a ese Terry por haberse casado legalmente y llevarse a su esposa en un barco de su propiedad...
Pero sí puede usted hacer volver a Saint-Pierre a un barco que ilegalmente dejó el puerto. Sí puede detener a un hombre cuya persona y propiedades están embargadas por una deuda denunciada y comprobada. Hay una montaña de papeles legales en los que se le acusa por riña tumultuaria, desacato a la autoridad y heridas a un hombre que aún no está completamente curado. He hombre recibió una indemnización en metálico. Alguien pagó por Terry del Diablo, saliendo después fiador para que quedase en libertad. Hice traer los archivos del puerto y ese alguien...
—Ese alguien soy yo. Gobernador, dígalo claro, no dé más vueltas... He venido para poner las cosas en su lugar. Yo fui su fiador, vengo a retirar la fianza, y exijo que el proceso detenido siga en marcha.
_ ¿Para condenarle en ausencia, en rebeldía...? Es extraordinario, y me atrevo a decir más: es inhumano. Tendría usted que presentar una denuncia firmada, que hacerse totalmente responsable...
Firmaré esa denuncia aceptando toda la responsabilidad. Puede usted pedir informes cablegráficos a las islas. Corre de mi cuenta toda la investigación que sea necesaria.
—Si está usted decidido a hacer las cosas de esa manera, le diré que, por casualidad, informes de esa clase no me faltan. El Luzbel ancló en la isla de Saba. Fondeó también en Basseterre. San load Pasó por la Antigua y siguió vía al Sur, ayer por la tarde. Por razones obvias, no es fácil que se detengan en Guadalupe ni en María Galante, pero podemos poner sobre aviso a las autoridades de Dominica, Granada, San Vicente y Tobago. No creo que puedan ir más allá sin reponer las provisiones. Y si usted insiste...
—Si está usted decidido a hacer las cosas de esa manera, le diré que, por casualidad, informes de esa clase no me faltan. El Luzbel ancló en la isla de Saba. Fondeó también en Basseterre. San load. Pasó por la Antigua y siguió vía al Sur, ayer por la tarde. Por razones obvias, no es fácil que se detengan en Guadalupe ni en María Galante, pero podemos poner sobre aviso a las autoridades de Dominica, Granada, San Vicente y Tobago. No creo que puedan ir más allá sin reponer las provisiones. Y si usted insiste...
_Hágalo gobernador hágalo.
Sur, henchidas las velas, inclinado a estribor, cortando blandamente las aguas azules del Caribe, sigue él. Luzbel su ruta soleada...
Terry del Diablo va ahora al timón, mientras cae la tarde. Las montañas, han quedado atrás, así como también el ancho canal. Otra isla recortada en el cielo la línea altanera de sus montañas... otra isla sobre la que hondea la bandera británica.
_Candy… Candy ¿Qué ves?
_Tierra otra isla.
—La más bella de todas. ¿Quieres guiar hasta allá tú misma al Luzbel? Ven acá. Toma el timón. No pierdas de vista las velas. Mantén el rumbo. Media vuelta a estribor... Bien... Ya vamos enderezando. Mañana anclaremos en la Bahía del Príncipe Ruperto, y tú misma mandarás echar el ancla...
Candy ha entornado los párpados y tiemblan las manos blancas sobre la rueda del timón, mientras Terry sonríe de un modo extraño, cuando indaga:
_ ¿Qué te pasa? ¿Piensas que dejé atrás para no volver a ver a, tu doctor Faber?
_No pienso en nada.
—Pues piénsalo si te da la gana. No quise volver a verlo. ...
Me es profundamente antipático. Es natural que tú no compartas mis sentimientos...
—Creo que me salvó la vida. Por ingrata que sea, no puedo olvidarlo... pero yo, en tu lugar, no sentiría tanta... Al fin y al cabo, te hizo más mal que bien...
_ En eso no creo que es usted justo, Terry, a la vez no sea justo en nada, pero me guío por el instinto... y ese doctor Faber... ese doctor Faber... Por culpa de él tomé una resolución definitiva... ¡No echaremos el ancla en ningún puerto francés! —Bruscamente ha expresado
Terry su pensamiento, y, alejándose un poco, llama alzando la voz—:
_Segundo hazte cargo del barco. he ha alejado con aire tan sombrío, que Mónica le sigue con ojos angustiados, soltando con viveza el timón que aún sostiene, cuando la juvenil figura de Segundo Duelos llega hasta ella con paso apresurado.
Continuará...
Contesto mis historias en mi sección favorita—
CCarolaragon: Gracias por tus comentarios hermosa.
Mia8111: Gracias linda me encanta que me apoyes.
Elvia Soan: Gracias amiga bella, gusto saber que te agrada este capítulo.
Blanca G: Gracias por tu apoyo linda ahora solo falta mis dos últimas adaptaciones la madrastra y Sueño de Princesas Bailarinas, que será con nuestros amados rebeldes.
Dayzuke Flyn: Gracias bellas palabras.
Ya estamos en la parte de Mónica y Juan.. Ahora falta la parte final. Juan Del Diablo Versión Terry Pirata...
Bendiciones para todas
Continuaremos con las que faltan...
Maggie Grand.
