Ya es la tercera parte del libro... la ultima parte.

Disclaimer: Los personajes de Candy no me pertenece sino a Kioko Mishuki y Yumiko Igarashi y la historia Corazón Salvaje le pertenece a la escritora mexicana Caridad Bravo Adams. Este fic es hecho con fines recreativos no pretendo buscar ningún tipo de remuneración o reconocimiento, simplemente lo comparto con ustedes porque realmente me gusta la historia y los personajes de Candy.

La historia tendrá tres partes como la trilogía original, "Eliza (Aimé) y Terry (Juan)", " Candy" (Viene siendo el libro de Mónica), Candy

Parte final (El libro de Juan del Diablo versión Terry Pirata)

Hola mis amores, estoy de vuelta. Primer capítulo de la tercera, esta tercera parte, es la última parte de ésta historia…

Ya sin más que añadir, los dejo con la lectura. Disfrutadla.

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TERCERA PARTE

JUAN DEL DIABLO.

TERRY PIRATA.

CAPÍTULO 5

_Entre usted conmigo, Albert, quiero decir, si lo desea

_ Naturalmente que lo deseo, y que entro contigo. Pero no tengas cuidado, porque sé ser discreto. Cuando los matrimonios mal habidos se encuentran delante de un tercero, se vuelven demasiado quisquillosos, y dignos. La mujer gusta del apoyo y del dominio del hombre...

_ No las mujeres como ella, que es dura como el diamante. Puede parecer frágil como el cristal, pero no lo es. Frente a ella, no soy yo el más fuerte... ¡Pero no me quiere Albert, no me quiere!

Flashback:

_ Tal vez no te quiere, pero puede quererte. Te considero hombre capaz de robarle el corazón si no lo has hecho ya. ¿No te llaman pirata? ¿No tienes fama de domar las olas y los vientos? ¿Acaso te das por vencido antes de comenzar la batalla?

_ Por mi desgracia, sí. Pero no importa... Entremos... Si se negara a recibirme...

—Cálmate... Déjame a mí hablar con la hermana tornera...

—Candy... Al fin apareces .. Por fin accediste

—No me lo agradezcas, Anthony, Mi intención, mi deseo, era no ver a nadie en mucho tiempo. Vine aquí para buscar la paz...

—Bueno, ustedes necesitan hablar, ponerse de acuerdo, limar todas esas pequeñas asperezas que surgen de las circunstancias, pero que no deben existir entre parientes —aconseja la abadesa interviniendo en forma conciliadora —. Como es su deseo, señor Grandchester, voy a dejarles a solas. Y como le rogué a ella que accediera a esta entrevista, le ruego a usted que perturbe lo menos posible su alma con los cuidados de fuera del convento. Estos claustros deben ser un dique contra el mundo, y el remanso de paz que necesitan las almas atormentadas como la de Candy, en estos momentos. Y ahora, con permiso de ustedes...

La madre abadesa se ha excusado y con pasos suaves y silenciosos se aleja dejando solos a Candy y Anthony, que guardan silencio durante un breve instante, hasta que de pronto la voz fría de Candy, indaga:

_Dime, ¿Querías hablarme?

_Quería, es cierto. Y si vieras a solas, entre las cuatro paredes de mi biblioteca, cómo y cuánto te hablo, Candy... Son razonamientos a los que no hay nada que replicar, donde toda palabra es inútil, porque es apenas un pálido reflejo del sentimiento. —Anthony se ha acercado a ella tembloroso, pero Candy retrocede y aparta la mirada de su rostro demudado, donde los ojos arden con destellos de fiebre—. Si yo pudiera hablarte libremente de mis sentimientos...

te amo Candy.

—Hay sentimientos que no tienen derecho a existir, Anthony, yo te ame mucho, estaba templada de ti desde que era una niña, siempre soñaba en casarme contigo, y te lo dije mas de un millón de veces que te amaba, que me gustabas, pero tu matastes todo lo que yo sentí por ti, cuando decidistes casarte con mi hermana, ella nunca te amo, pero aun asi fuiste un ciego al no darte cuenta del amor que sentí por ti, tu fuiestes un hombre muy importante en mi vida, fuiste mi primer amor, mi primera ilucion, pero al no ser correspondida, sufri mucho por ti, pero ahora mis sentimientos cambiaron, yo no siento nada por ti, solo siento amistad, nada mas

_¿Amas a tu esposo?

_Me enamore de el, pero el no siente lo mismo por mi, para que seguir hablando de eso, te aprecio pero como amigo.

_ Sé que una equivocación, como la que yo cometí, se paga con la felicidad, y no aspiro a ser feliz. Pero quiero una oportunidad para recuperar aquel amor que sentistes por mi.

_ Tienes tu esposa, tendrás un hijo, y si no deseas estar con ella porque te distes cuenta que Eliza es mala, que jugo con los dos hermanos, hay muchas mujeres, Anthony... Cientos, miles de mujeres que podrán sentirse dichosa de tener un esposo tan elegante como tu, pero eso depende de ti. Tu posición y tu riqueza, que te dan derecho de rey, pero también deberes. Hay muchas cosas con las que puedes llenar tu vida y olvidarte de que, en la celda de un convento, hay una mujer a quien quisiste amar demasiado tarde... porque yo no siento lo mismo ahora por ti… sé que la pasión y el amor que sintieron Eliza y Terry fue tan fuerte que sin querer nos dañó, nosotros solo fuimos víctimas del engaño, pero Terry es inocente, él no sabía que estaba Eliza comprometida contigo, es una mujer que no vale la pena, no desearía que ningunos estén con ella, ella merece quedarse sola, si Terry no fuese para mí a pesar que lo amo, le pediría lo mismo que se consiga una buena mujer que lo haga feliz, Anthony tu perdiste tu oportunidad conmigo porque los sentimientos cambian, lo siento pero ahora ya no te amo.

—Candy, veo tus razones, las mido, las peso; pero déjame un rayo de luz, un rayo de esperanza... ¡No te encierres en el convento! ¡No levantes otra muralla más! Es lo único que te pido. Cuando se haya roto el lazo que te une a Terry del Diablo...

Candy se ha estremecido como si el nombre le doliera, como si sólo al aludir a él se tocase una llaga en carne viva; pero junta las manos y aprieta los labios... Sólo su mirada azul se alza para clavarse en la de Anthony, con un gris destello de acero:

¿Por qué no dejarlo a él fuera de esto?

—Por desgracia, no es posible. Déjame terminar... Cuando hayas roto el lazo aciago que te une a Terry, serás libre y dueña de tus actos. Podrás vivir en el mundo, a la luz del sol... También hay mil cosas con las que puedes llenar tu vida mientras esperas...

_ ¿El que de esperar?

—No sé... Un milagro, que la piedad de Dios nos favorezca, que un día caiga también mis cadenas, cadenas que no merezco soportar... Sé que no dirás una palabra, que no lanzarás una sola acusación contra ella. Tú eres tan noble, como ella, mezquina. Tú sabes que traicionó a mi corazón corno mujer, que me engañó, que mató mis ilusiones, que fue contigo egoísta y cruel, que no piensa sino en sí misma. No puedo decir que me traicione como esposa; pero, sin embargo, estoy atado a ella y por ella me niegas hasta la luz de tu mirada...yo me di cuenta tarde que a ti al quien amo, al quien ame siempre,

Largo rato ha permanecido inmóvil Anthony Grandchester, baja la frente, apartado de ella, mientras Candy, en medio de la estancia, pregunta con espanto a su corazón por qué aquellas palabras de amor le suenan frías, huecas; porque mientras el hombre a quien un día amo, dice cerca de su oído las frases que soñaba oírle decir tantas veces, no hay una sola fibra en ella que se conmueva, pero ahora sus sentimientos cambiaron... Por qué hasta su dolor parece apagarse y, como una respuesta, otra imagen, otro nombre, otra forma se va alzando alma adentro, y es entonces una oleada de compasión la que se desborda para el hombre que sufre por ella...

_ ¡Sufro hasta morirme, Candy! ¿Por qué no me dices que tú también sufriste por mí inútilmente? ¿Por qué no te recreas en mi dolor, que es tu desquite?

_Sería tonto y cruel

_ Serias cruel, pero no dejaría la esperanza de que cuando estuviese saciado tu rencor...

_no te guardo rencor.

_ ¡Ni eso! —se queja Anthony con infinita amargura—. ¿Tan muerto está lo que fue tu amor por mí?

—Sí, Anthony, tan muerto... ese amor se transformó en un recuerdo de un amor de infancia. Pero si te guardo un gran cariño, ¿por qué has de desear que sea de otro modo ahora?

_ ¡Porque no soy un santo, Candy! Porque soy un hombre que ama y sufre, y sería una especie de consuelo desesperado pensar que sufrimos a la vez, que te hiere mi misma herida, que te amarga mi misma pena, que mientras yo devoro las horas en silencio, pronunciando tu nombre, es el mío el que sube a tus labios cuando parece que meditas o rezas... Porque por el ciego egoísmo del amor, sería un consuelo saber que agonizamos juntos. ¿Comprendes? No voy a pedirte nada, no voy a exigirte nada... Sólo eso, si lo tienes en el alma. Dime que sufres por mí, que lloras por mí, y te juro alejarme sin querer enjugar tus lágrimas con mis besos. ¡Dame ese consuelo, Candy!

—No Anthony guardo una gran amistad y cariño por ti.

_ ¿Esa amistad se puede transformar en amor? ¿Por qué no miras esa foto?, tal vez recuerdas nuestro amor de infancia que no supe valorar.

Candy mira la foto y se ríe.

_Sí, claro que la recuerdo, como también recuerdo una vez que ayudaste a un esclavo llamado Edmundo, ese joven siempre va estar en deuda contigo. Eres muy generoso Anthony, yo quiero que vuelvas hacer el mismo muchacho tierno y dulce de antes al quien yo me enamore una vez, con quien compartíamos una amistad bonita.

_Eso es lo que deseo recuperar el pasado, Candy, la amistad y el amor no deben comprometerse, deben surgir libres y espontáneamente.

Candy miro con ternura a Tony, era como si el sueño del pasado se cumpliera, sin embargo y reconoce que siente simpatía por él, el no pudo más y la beso en sus labios, en ese momento Terrence vio esa escena de Tony besando a su amada esposa, su corazón queda desbastado al ver esa escena, pensaba lo que siempre piensa que ella ama a Anthony.

Esta historia continuará.

Ahora contesto sus comentarios en mi sección favorita, ya estamos finalizando esta adaptación que fue escrita por Caridad Bravo Adams.

Carol Aragón: Como siempre muy agradecida por tus comentarios amiga bella, esta adaptación está más apegada que al libreto original.

Mia8111: Gracias por tus palabras.

Blanca G: Si amiga en el libreto original no existe prácticamente el romance, Caridad lo hizo así corazón salvaje, prácticamente nunca existió el romance, todavía casi al final confiesan que se aman y que no pueden vivir ni la santa ni el diablo juntos, la novela de Edit Gonzales hicieron un cambio total a la historia original pero las dos son hermosas. Yo me apegue más a la primera versión que fue protagonizada por Angélica María y así es la historia, pero no te preocupes los rebeldes quedan juntos, ademas falta mucho para terminar la tercera parte como el castigo de Aime, en nuestra version Eliza.

Nilda Manno: Gracias amiga bella por tus comentarios.

Elvia Soam: Muy agradecida por tus bellas palabras amiga linda, gracias.

Agradecimiento especial a Carol Aragon, Blanca G, Elvia Soam, Mia 811, SARITANIMELOVE y a todas las que leen.

Continuaremos con las que faltan

Bendiciones

Maggie Grand.