Disclaimer: Saint Seiya es propiedad de Masami Kurumada, historia sin fines de lucro.
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Capítulo 3:
De cuando divides a Doris la ceja.
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Londres, Inglaterra,
Mansión de las hermanas Sinclair.
Luego de que llegaran a la residencia que era hogar de Liz y Hannah, la castaña llevo a cada uno de sus invitados a una habitación para que pudieran descansar.
-Sientanse como en su casa, cualquier cosa que necesiten, el servicio esta a su total disposición.
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Hotel Honeymoon.
-Señorita Hilda, los chicos ya estan alojados en su habitacion tal y como lo ordeno, tambien ya desamarre a Sigmund luego de que aceptara por fin quedarse y acatar sus ordenes -Dijo Sigfried a la peliblanca que se encontraba bebiendo una taza de te como si nada -¿Necesita algo mas?
-Solo hazme compañía Sigfried...- El asintio a lo pedido por Hilda.
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Castillo Heinstein
-¡No! ¡Alejense de mi! -Grito por enésima vez el juez rubio de Hades, en su mirada podía verse el miedo y por su rostro podían notarse las gotas de sudor que bajaban al haber corrido por todo el castillo mientras era perseguido por Pandora, Lune y Violette por ordenes de la misma Persefone que estaba mas que enojada al ver que Radamantys se negaba a cooperar con ella, si, después de cansarse de buscar entre los 108 espectros y ante la negativa de Thanatos e Hipnos de participar alegando que ellos eran dioses y por lo tanto seria trampa participar, lo cual ocasionaría la descalificación del concurso, a Persefone no le quedo de otra que escoger a sus tres espectros mas "presentables" que no fueran los dioses gemelos, que no eran otros mas que sus tres jueces. Aiacos intento negarse, pero luego de ver la mirada de total enojo de los reyes del inframundo, lo pensó mejor y acepto, con Minos había sido menos tedioso ya que Hades se lo pidió y el juez de Grifo no puso objeción alguna, después de todo de los tres jueces era quien mas caso le hacia a Hades sin necesidad de pedirle las cosas dos veces, el problema real había sido Radamanthys quien no había cambiado su postura aun cuando Hades le sello su cosmo volviéndolo un simple humano común y corriente luego de haberlo sacado de quicio ante tanta negativa, no le quedo de otra a los dioses del inframundo que obligar a Rada a cooperar por las malas, ya que su colección de vinos, estaba en peligro de utilizarse como vino para consagrar en la iglesia mas cercana.
Así pues, entre tanta cosa, Persefone y Pandora que también había metido mano en todo aquello luego de que Kore se lo pidiera, habían comenzado un tratamiento de belleza urgente con los jueces, sin embargo, al momento de querer depilarle la ceja a Radamantys la cosa se había puesto fea, pues el juez rubio argumentaba que aquella GRAN ceja era su atractivo. Pandora no estuvo de acuerdo con ello, sin embargo guardo su opinión al respecto, por lo que luego de tanta discusión y el peligro inminente de aquel depilador muy cerca de Doris su cejita, Radamantys emprendió la huida. Pandora corrió detrás de el, y detrás de ella lo hicieron Lune por orden de Minos y Violette por orden de Aiacos que se encontraban recibiendo tratamiento en todo su cuerpo.
Y cuando al fin lo habían acorralado sin poder huir a Radamantys no le quedo de otra que empezar a gritar desesperado como si lo estuvieran matando.
-No exageres Radamantys, es solo una simple depilación, que bien que te hace falta y lo sabes. -El negó con la cabeza -De cualquier forma te voy a depilar esa horrenda cosa que tienes en la cara, quieras o no, quería hacerlo por las buenas, pero no quieres cooperar - Suspiro -¡Ahora Lune, Violette! -Radamantys no pudo reaccionar a tiempo antes de que los mencionados se abalanzaran sobre el, de no ser porque ahora no tenia su poder, el bien habría podido escapar sin problema, la cosa era que ahora era tan fuerte como Zeros de rana y no podría hacer nada ante las manos derecha de Minos y Aiacos.
-¡NOOOOOOOO!¡DORIIIIIIS! -Aquellos gritos se oyeron a través de todo el castillo, causando sin querer la risa de los otros dos jueces que disfrutaban de un masaje cortesía de Hades por cooperar sin tantos peros.
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Edificio de Sinclair y asociados.
Oficina de la presidencia.
En una oficina, en un edificio enorme, se encontraba una pelinegra de ojos rojos trabajando sin parar, apenas si teniendo tiempo para respirar, ya que quería terminar su trabajo lo antes posible para poder irse a casa temprano y poder disfrutar un rato la compañía de Saori, junto a los tres dorados que habían ido con ella para participar en una locura mas de la chica de cabellos morados.
También tenia ganas inmensas de molestar a Milo, que bien sabia había venido si o si con Saori, quizá y podía hacer un trato con el a cambio de no molestarlo durante un día si le proporcionaba información sobre cierto santo dorado...
Dejo de divagar para seguir con su trabajo, sonriendo ante la posibilidad de tener noticias sobre el...
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Casa de la familia Sinclair.
Los nervios consumían a la castaña mientras hablaba o al menos trataba de hablar con los gemelos de géminis, pues sentía una penetrante mirada siguiéndola a cada paso que daba, no era tonta como para no saber a quien pertenecía aquella mirada, Milo no era nada, nada disimulado, pero eso era algo que le encantaba a ella.
-Y por eso yo voto porque esta vez Saga use un traje de mariachi y cante cielito lindo...-Dijo un entusiasmado Kanon, quien había comenzado un graaaan dialogo exponiendo las ideas que tenia para el concurso donde bien sabia Saga tenia que sacar la casta por el santuario de Athena al haber sido elegido meses atrás como miss univer...digo como mister santuario.
-¿Que? -Kanon rodó los ojos con fastidio, el era consciente de que Liz no había oído ni la mitad de todas sus grandes ideas para que Saga fuera otra vez el ganador.
-Que cuando te cases con Milo Saga sera el que te entregue en el altar y yo seré el padrino de su primer hijo al que van a llamar Kanon ll porque me quieren mucho y también porque si no lo hacen puedo enviarlos a la otra dimensión -Dijo con una sonrisa infantil. Liz parpadeo, volteo a mirar a Saga que negaba con la cabeza, murmurando algo sobre no volver a encerrar a Kanon en Cabo sunion.
-Olvidalo, aun sigues en villa romance, avenida Milo de Escorpio.
Saga río por lo dicho de su gemelo, mientras las mejillas de Liz se teñían de un ligero tono rosado.
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-No se tu, pero yo en tu lugar ya hubiera ido a hablar con ella, no me quedaría mirándola como acosador. -Milo negó con la cabeza en repetidas ocasiones ante lo dicho por Mascara de la muerte, quien estaba de lo mas relajado recostado en una tumbona. Camus había decidido quedarse en su habitación a leer un poco, y Afrodita se estaba dando un tratamiento de ultramegasuperhiper emergencia según el.
-No es el momento, esta hablando con los bipolares, deben estar hablando sobre el concurso y sabes que en esa cosa, somos rivales aunque estemos participando por la misma diosa.
-Eso si. -Lo cual hacia recordar a Milo que pronto regresaría aquel demonio en cuerpo de mujer llamado Hannah...
-¿Sera que si uso a Camus de distracción pueda estar mas tranquilo esta vez? - Después de todo, el sacrificio de Camus no debería serlo tanto luego de las sórdidas confesiones que el francés le había dicho hace poco mas de una semana. Mataría dos pájaros de un tiro, el podría entretener a Hannah y a cambio Camus seria feliz. Lo que le daría tiempo suficiente para pasarlo con la castaña que le gustaba.
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Castillo Heinstein.
En una esquina, acurrucado como un bebe y llorando la división de Doris la ceja, se encontraba Radamantys, quien era observado por los reyes del inframundo, los otros dos jueces y Pandora, el pobre rubio había sido depilado, dejándolo como una persona con cejas normales, haciendo que se viera muy atractivo, ya que si bien, antes de la depilación era guapo, luego de aquella manita de gato en sus cejas, su atractivo había aumentado mas.
-Te lo dije Pandora, los tres jueces son guapisimos, solo hacia falta darles una pulida. -Dijo orgullosa la esposa de Hades, quien sentía que tenia el triunfo en sus manos, luego de maquilar lo que los jueces presentarían en el concurso, cosa que Hades no paso desapercibida, un escalofrío recorrió el cuerpo del dios del inframundo, temiendo por la salud mental de sus jueces.
Ni el mismo Zeus podría librar a sus jueces de las locuras de su amada esposa, ya que el no tenia ni la menor intención de meterse, pues Kore enfadada daba muchísimo miedo, y Hades sin duda alguna, tenia un gran instinto de supervivencia hacia su persona, y si sus jueces debían ser sacrificados, pues no había de otra, todo sea por el honor del inframundo... y de Kore, mas que nada de ella.
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Yo parezco politico en campaña, prometo y prometo cosas que no cumplo xd
Pero bueeee...
Luego de milenio, un funeral de pc, la caída de diez meteoritos y la huida del osito juancho, regrese con un capitulo mas c:
Espero les haya gustado.
Creo que esta vez Rada y Sigmund serán dos de mis nuevos torturados favoritos c:
Diganme... ¿¡Quien en su sano juicio no ha soñado con depilarle la ceja a Rada!?
Nos leemos pronto~
D.H.
Pd: Nunca me había puesto a pensar que no recuerdo haberles dicho como se apellidaban Liz y Hannah xd.
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